
Fotografías de Eugenio Valentini
Fotografías de Eugenio Valentini
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de manera casi industrial. Esos encuentros tenían una gran magia. No solo los instrumentos estaban desconectados —desenchufados sería la traducción más precisa de unplugged—, sino que también lo estaban los músicos, alejados de las grandes multitudes y los estadios. Solo tocaban para ese grupo de conocidos, situación hermosa por lo íntima y lo cercana.
Hermosa para la música, no así para la tarea profesional de arquitectos e interioristas.
Por el trabajo que desempeño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Y aquí surge la idea de este dossier como herramienta de búsqueda, de presentación y, en definitiva, de generación de una red de conexiones a través de los actores principales del rubro, abordando la solución a una doble necesidad: la de los arquitectos e interioristas, y la de sus clientes potenciales, porque a la hora de construir o decorar, ellos también encuentran la dificultad de encontrar profesionales, fuera de las posibles recomendaciones de un amigo que ya hizo su experiencia en la arquitectura o el interiorismo, incluso en la provisión de los elementos componentes de toda obra.
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de manera casi industrial. Esos encuentros tenían una gran magia. No solo los instrumentos estaban desconectados —desenchufados sería la traducción más precisa de unplugged—, sino que también lo estaban los músicos, alejados de las grandes multitudes y los estadios. Solo tocaban para ese grupo de conocidos, situación hermosa por lo íntima y lo cercana.
Hermosa para la música, no así para la tarea profesional de arquitectos e interioristas.
Por el trabajo que desempeño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Y aquí surge la idea de este dossier como herramienta de búsqueda, de presentación y, en definitiva, de generación de una red de conexiones a través de los actores principales del rubro, abordando la solución a una doble necesidad: la de los arquitectos e interioristas, y la de sus clientes potenciales, porque a la hora de construir o decorar, ellos también encuentran la dificultad de encontrar profesionales, fuera de las posibles recomendaciones de un amigo que ya hizo su experiencia en la arquitectura o el interiorismo, incluso en la provisión de los elementos componentes de toda obra.
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de manera casi industrial. Esos encuentros tenían una gran magia. No solo los instrumentos estaban desconectados —desenchufados sería la traducción más precisa de unplugged—, sino que también lo estaban los músicos, alejados de las grandes multitudes y los estadios. Solo tocaban para ese grupo de conocidos, situación hermosa por lo íntima y lo cercana.
r el trabajo que desempeño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Y aquí surge la idea de este dossier como herramienta de búsqueda, de presentación y, en definitiva, de generación de una red de conexiones a través de los actores principales del rubro, abordando la solución a una doble necesidad: la de los arquitectos e interioristas, y la de sus clientes potenciales, porque a la hora de construir o decorar, ellos también encuentran la dificultad de encontrar profesionales, fuera de las posibles recomendaciones de un amigo que ya hizo su experiencia en la arquitectura o el interiorismo, incluso en la Por el trabajo que desem
peño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Y aquí surge la idea de este dossier como herramienta de búsqueda, de presentación y, en definitiva, de generación de una red de conexiones a través de los actores principales del rubro, abordando la solución a una doble necesidad: la de los arquitectos e interioristas, y la de sus clientes potenciales, porque a la hora de construir o decorar, ellos también encuentran la dificultad de encontrar profesionales, fuera de las posibles recomendaciones de un amigo que ya hizo su experiencia en la arquitectura o el interiorismo, incluso en la
nuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de manera casi industrial. Esos encuentros tenían una gran magia. No solo los instrumentos estaban desconectados —desenchufados sería la traducción más precisa de unplugged—, sino que también lo estaban los músicos, alejados de las grandes multitudes y los estadios. Solo tocaban para ese grupo de conocidos, situación hermosa por lo íntima y lo cercana.
Hermosa para la música, no así para la tarea profesional de arquitectos e interioristas.
Por el trabajo que desempeño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Y aquí surge la idea de este dossier como herramienta de búsqueda, de presentación y, en definitiva, de generación de una red de conexiones a través de los actores principales del rubro, abordando la solución a una doble necesidad: la de los arquitectos e interioristas, y la de sus clientes potenciales, porque a la hora de construir o decorar, ellos también encuentran la dificultad de encontrar profesionales, fuera de las posibles recomendaciones de un amigo que ya hizo su experiencia en la arquitectura o el interiorismo, incluso en la Por el trabajo que desem
peño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Y aquí surge la idea de este dossier como herramienta de búsqueda, de presentación y, en definitiva, de generación de una red de conexiones a través de los actores principales del rubro, abordando la solución a una doble necesidad: la de los arquitectos e interioristas, y la de sus clientes potenciales, porque a la hora de construir o decorar, ellos también encuentran la dificultad de encontrar profesionales, fuera de las posibles recomendaciones de un amigo que ya hizo su experiencia en la arquitectura o el interiorismo, incluso en la
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nuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
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( seven days in New York )
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de manera casi industrial. Esos encuentros tenían una gran magia. No solo los instrumentos estaban desconectados —desenchufados sería la traducción más precisa de unplugged—, sino que también lo estaban los músicos, alejados de las grandes multitudes y los estadios. Solo tocaban para ese grupo de conocidos, situación hermosa por lo íntima y lo cercana.
Hermosa para la música, no así para la tarea profesional de arquitectos e interioristas. Por el trabajo que desempeño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su p
Por el trabajo que desempeño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Y aquí surge la idea de este dossier como herramienta de búsqueda, de presentación y, en definitiva, de generación de una red de conexiones a través de los actores principales del rubro, abordando la solución a una doble necesidad: la de los arquitectos e interioristas, y la de sus clientes potenciales, porque a la hora de construir o decorar, ellos también encuentran la dificultad de encontrar profesionales, fuera de las posibles recomendaciones de un amigo que ya hizo su experiencia en la arquitectura o el interiorismo, incluso en la provisión de los elementos componentes de toda obra.
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uidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendanuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios. ciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
uidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendanuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
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Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de manera casi industrial. Esos encuentros tenían una gran magia. No solo los instrumentos estaban desconectados —desenchufados sería la traducción más precisa de unplugged—, sino que también lo estaban los músicos, alejados de las grandes multitudes y los estadios. Solo tocaban para ese grupo de conocidos, situación hermosa por lo íntima y lo cercana.
Hermosa para la música, no así para la tarea profesional de arquitectos e interioristas.
Por el trabajo que desempeño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
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Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de
Por el trabajo que desempeño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged.
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de manera casi industrial. Esos encuentros tenían una gran magia. No solo los instrumentos estaban desconectados —desenchufados sería la traducción más precisa de unplugged—, sino que también lo estaban los músicos, alejados de las grandes multitudes y los estadios. Solo tocaban para ese grupo de conocidos, situación hermosa por lo íntima y lo cercana.
Hermosa para la música, no así para la tarea profesional de arquitectos e interioristas.
Por el trabajo que desempeño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Y aquí surge la idea de este dossier como herramienta de búsqueda, de presentación y, en definitiva, de generación de una red de conexiones a través de los actores principales del rubro, abordando la solución a una doble necesidad: la de los arquitectos e interioristas, y la de sus clientes potenciales, porque a la hora de construir o decorar, ellos también encuentran la dificultad de encontrar profesionales, fuera de las posibles recomendaciones de un amigo que ya hizo su experiencia en la arquitectura o el interiorismo, incluso en la provisión de los elementos componentes de toda obra. como herramienta de búsqueda, de presentación y, en definitiva, de generación de una red de conexiones a través de los actores principales del rubro, abordando la solución a una doble necesidad: la de los arquitectos e interioristas, y la de sus clientes potenciales, porque a la hora de construir o decorar, ellos también encuentran la dificultad de encontrar profesionales, fuera de las posibles recomendaciones de un amigo que ya hizo su experiencia en la arquitectura o el interiorismo, incluso en la provisión de los elementos componentes de toda obra.
nuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
uidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendanuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y .
nuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan
nuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios. de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de manera casi industrial. Esos encuentros tenían una gran magia. No solo los instrumentos estaban desconectados —desenchufados sería la traducción más precisa de unplugged—, sino que también lo estaban los músicos, alejados de las grandes multitudes y los estadios. Solo tocaban para ese grupo de conocidos, situación hermosa por lo íntima y lo cercana.
Hermosa para la música, no así para la tarea profesional de arquitectos e interioristas.
Por el trabajo que desempeño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Y aquí surge la idea de este dossier como herramienta de búsqueda, de presentación y, en definitiva, de generación de una red de conexiones a través de los actores principales del rubro, abordando la solución a una doble necesidad: la de los arquitectos e interioristas, y la de sus clientes potenciales, porque a la hora de construir o decorar, ellos también encuentran la dificultad de encontrar profesionales, fuera de las posibles recomendaciones de un amigo que ya hizo su experiencia en la arquitectura o el interiorismo, incluso en la provisión de los elementos componentes de toda obra.
nuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged.
Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de
Por el trabajo que desempeño en mi estudio,
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de manera casi industrial. Esos encuentros tenían una gran magia. No solo los instrumentos estaban desconectados —desenchufados sería la traducción más precisa de unplugged—, sino que también lo estaban los músicos, alejados de las grandes multitudes y los estadios. Solo tocaban para ese grupo de conocidos, situación hermosa por lo íntima y lo cercana.
Hermosa para la música, no así para la tarea profesional de arquitectos e interioristas.
Por el trabajo que desempeño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Y aquí surge la idea de este dossier como herramienta de búsqueda, de presentación y, en definitiva, de generación de una red de conexiones a través de los actores principales del rubro, abordando la solución a una doble necesidad: la de los arquitectos e interioristas, y la de sus clientes potenciales, porque a la hora de construir o decorar, ellos también encuentran la dificultad de encontrar profesionales, fuera de las posibles recomendaciones de un amigo que ya hizo su experiencia en la arquitectura o el interiorismo, incluso en la provisión de los elementos componentes de toda obra.
nuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de
Por el trabajo que desempeño en mi estudio,
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de manera casi industrial. Esos encuentros tenían una gran magia. No solo los instrumentos estaban desconectados —desenchufados sería la traducción más precisa de unplugged—, sino que también lo estaban los músicos, alejados de las grandes multitudes y los estadios. Solo tocaban para ese grupo de conocidos, situación hermosa por lo íntima y lo cercana.
Hermosa para la música, no así para la tarea profesional de arquitectos e interioristas.
Por el trabajo que desempeño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Y aquí surge la idea de este dossier como herramienta de búsqueda, de presentación y, en definitiva, de generación de una red de conexiones a través de los actores principales del rubro, abordando la solución a una doble necesidad: la de los arquitectos e interioristas, y la de sus clientes potenciales, porque a la hora de construir o decorar, ellos también encuentran la dificultad de encontrar profesionales, fuera de las posibles recomendaciones de un amigo que ya hizo su experiencia en la arquitectura o el interiorismo, incluso en la provisión de los elementos componentes de toda obra.
El espcio uidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de
Por el trabajo que desempeño en mi estudio,
nuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged.
Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
con Paula Herrero
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de manera casi industrial. Esos encuentros tenían una gran magia. No solo los instrumentos estaban desconectados —desenchufados sería la traducción más precisa de unplugged—, sino que también lo estaban los músicos, alejados de las grandes multitudes y los estadios. Solo tocaban para ese grupo de conocidos, situación hermosa por lo íntima y lo cercana.
Hermosa para la música, no así para la tarea profesional de arquitectos e interioristas.
Por el trabajo que desempeño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Y aquí surge la idea de este dossier como herramienta de búsqueda, de presentación y, en definitiva, de generación de una red de conexiones a través de los actores principales del rubro, abordando la solución a una doble necesidad: la de los arquitectos e interioristas, y la de sus clientes potenciales, porque a la hora de construir o decorar, ellos también encuentran la dificultad de encontrar profesionales, fuera de las posibles recomendaciones de un amigo que ya hizo su experiencia en la arquitectura o el interiorismo, incluso en la provisión de los elementos componentes de toda obra.
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Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de
Por el trabajo que desempeño en mi estudio,
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de manera casi industrial. Esos encuentros tenían una gran magia. No solo los instrumentos estaban desconectados —desenchufados sería la traducción más precisa de unplugged—, sino que también lo estaban los músicos, alejados de las grandes multitudes y los estadios. Solo tocaban para ese grupo de conocidos, situación hermosa por lo íntima y lo cercana.
Hermosa para la música, no así para la tarea profesional de arquitectos e interioristas.
Por el trabajo que desempeño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Y aquí surge la idea de este dossier como herramienta de búsqueda, de presentación y, en definitiva, de generación de una red de conexiones a través de los actores principales del rubro, abordando la solución a una doble necesidad: la de los arquitectos e interioristas, y la de sus clientes potenciales, porque a la hora de construir o decorar, ellos también encuentran la dificultad de encontrar profesionales, fuera de las posibles recomendaciones de un amigo que ya hizo su experiencia en la arquitectura o el interiorismo, incluso en la Por el trabajo que desem
peño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Y aquí surge la idea de este dossier como herramienta de búsqueda, de presentación y, en definitiva, de generación de una red de conexiones a través de los actores principales del rubro, abordando la solución a una doble necesidad: la de los arquitectos e interioristas, y la de sus clientes potenciales, porque a la hora de construir o decorar, ellos también encuentran la dificultad de encontrar profesionales, fuera de las posibles recomendaciones de un amigo que ya hizo su experiencia en la arquitectura o el interiorismo, incluso en la S 32°20’34” / W 65°0’50” S 32°10’31” / W 64°45’14” S 31°56’00” / W 65°12’00”
nuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de
Por el trabajo que desempeño en mi estudio,
nuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
nuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged.
Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de
Por el trabajo que desempeño en mi estudio,
nuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged.
Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de
con Laura del Bosco
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de manera casi industrial. Esos encuentros tenían una gran magia. No solo los instrumentos estaban desconectados —desenchufados sería la traducción más precisa de unplugged—, sino que también lo estaban los músicos, alejados de las grandes multitudes y los estadios. Solo tocaban para ese grupo de conocidos, situación hermosa por lo íntima y lo cercana.
Hermosa para la música, no así para la tarea profesional de arquitectos e interioristas.
Por el trabajo que desempeño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de
Por el trabajo que desempeño en mi estudio,
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de manera casi industrial. Esos encuentros tenían una gran magia. No solo los instrumentos estaban desconectados —desenchufados sería la traducción más precisa de unplugged—, sino que también lo estaban los músicos, alejados de las grandes multitudes y los estadios. Solo tocaban para ese grupo de conocidos, situación hermosa por lo íntima y lo cercana.
Hermosa para la música, no así para la tarea profesional de arquitectos e interioristas.
Por el trabajo que desempeño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de manera casi industrial. Esos encuentros tenían una gran magia. No solo los instrumentos estaban desconectados —desenchufados sería la traducción más precisa de unplugged—, sino que también lo estaban los músicos, alejados de las grandes multitudes y los estadios. Solo tocaban para ese grupo de conocidos, situación hermosa por lo íntima y lo cercana.
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Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de manera casi industrial. Esos encuentros tenían una gran magia. No solo los instrumentos estaban desconectados —desenchufados sería la traducción más precisa de unplugged—, sino que también lo estaban los músicos, alejados de las grandes multitudes y los estadios. Solo tocaban para ese grupo de conocidos, situación hermosa por lo íntima y lo cercana.
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Y aquí surge la idea de este dossier como herramienta de búsqueda, de presentación y, en definitiva, de generación de una red de conexiones a través de los actores principales del rubro, abordando la solución a una doble necesidad: la de los arquitectos e interioristas, y la de sus clientes potenciales, porque a la hora de construir o decorar, ellos también encuentran la dificultad de encontrar profesionales, fuera de las posibles recomendaciones de un amigo que ya hizo su experiencia en la arquitectura o el interiorismo, incluso en la provisión de los elementos componentes de toda obra.
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peño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
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Y aquí surge la idea de este dossier como herramienta de búsqueda, de presentación y, en definitiva, de generación de una red de conexiones a través de los actores principales del rubro, abordando la solución a una doble necesidad: la de los arquitectos e interioristas, y la de sus clientes potenciales, porque a la hora de construir o decorar, ellos también encuentran la dificultad de encontrar profesionales, fuera de las posibles recomendaciones de un amigo que ya hizo su experiencia en la arquitectura o el interiorismo, incluso en la Por el trabajo que desem
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Y aquí surge la idea de este dossier como herramienta de búsqueda, de presentación y, en definitiva, de generación de una red de conexiones a través de los actores principales del rubro, abordando la solución a una doble necesidad: la de los arquitectos e interioristas, y la de sus clientes potenciales, porque a la hora de construir o decorar, ellos también encuentran la dificultad de encontrar profesionales, fuera de las posibles recomendaciones de un amigo que ya hizo su experiencia en la arquitectura o el interiorismo, incluso en la
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Y aquí surge la idea de este dossier como herramienta de búsqueda, de presentación y, en definitiva, de generación de una red de conexiones a través de los actores principales del rubro, abordando la solución a una doble necesidad: la de los arquitectos e interioristas, y la de sus clientes potenciales, porque a la hora de construir o decorar, ellos también encuentran la dificultad de encontrar profesionales, fuera de las posibles recomendaciones de un amigo que ya hizo su experiencia en la arquitectura o el interiorismo, incluso en la Por el trabajo que desem
peño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Y aquí surge la idea de este dossier como herramienta de búsqueda, de presentación y, en definitiva, de generación de una red de conexiones a través de los actores principales del rubro, abordando la solución a una doble necesidad: la de los arquitectos e interioristas, y la de sus clientes potenciales, porque a la hora de construir o decorar, ellos también encuentran la dificultad de encontrar profesionales, fuera de las posibles recomendaciones de un amigo que ya hizo su experiencia en la arquitectura o el interiorismo, incluso en la
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Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de
Por el trabajo que desempeño en mi estudio,
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de manera casi industrial. Esos encuentros tenían una gran magia. No solo los instrumentos estaban desconectados —desenchufados sería la traducción más precisa de unplugged—, sino que también lo estaban los músicos, alejados de las grandes multitudes y los estadios. Solo tocaban para ese grupo de conocidos, situación hermosa por lo íntima y lo cercana.
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Por el trabajo que desempeño en mi estudio,
Santiago y Valparaiso, Chile 2019
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de manera casi industrial. Esos encuentros tenían una gran magia. No solo los instrumentos estaban desconectados —desenchufados sería la traducción más precisa de unplugged—, sino que también lo estaban los músicos, alejados de las grandes multitudes y los estadios. Solo tocaban para ese grupo de conocidos, situación hermosa por lo íntima y lo cercana.
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Por el trabajo que desempeño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
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peño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Y aquí surge la idea de este dossier como herramienta de búsqueda, de presentación y, en definitiva, de generación de una red de conexiones a través de los actores principales del rubro, abordando la solución a una doble necesidad: la de los arquitectos e interioristas, y la de sus clientes potenciales, porque a la hora de construir o decorar, ellos también encuentran la dificultad de encontrar profesionales, fuera de las posibles recomendaciones de un amigo que ya hizo su experiencia en la arquitectura o el interiorismo, incluso en la
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de
Por el trabajo que desempeño en mi estudio,
nuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de
nuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
La continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de el mintihuatana se muestra majestuosa La continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de el mintihuatana se muestra majestuosa
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de manera casi industrial. Esos encuentros tenían una gran magia. No solo los instrumentos estaban desconectados —desenchufados sería la traducción más precisa de unplugged—, sino que también lo estaban los músicos, alejados de las grandes multitudes y los estadios. Solo tocaban para ese grupo de conocidos, situación hermosa por lo íntima y lo cercana.
Hermosa para la música, no así para la tarea profesional de arquitectos e interioristas.ntos estaban desconectados —desenchufados sería la traducción más precisa de unplugged—, sino que también lo estaban los músicos, alejados de las grandes multitudes y los estadios. Solo tocaban para ese grupo de conocidos, situación hermosa por lo íntima y lo cercana.
Por el trabajo que desempeño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Por el trabajo que desempeño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de
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Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de
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nuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de
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nuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
Hace varias décadas atrás comenzó una modalidad musical que se extendió hasta hoy: las versiones unplugged de músicos que tocaban, en general, para un reducido grupo de personas. Incluso una gran empresa musical y televisiva de la época lo desarrolló de manera casi industrial. Esos encuentros tenían una gran magia. No solo los instrumentos estaban desconectados —desenchufados sería la traducción más precisa de unplugged—, sino que también lo estaban los músicos, alejados de las grandes multitudes y los estadios. Solo tocaban para ese grupo de conocidos, situación hermosa por lo íntima y lo cercana.
Hermosa para la música, no así para la tarea profesional de arquitectos e interioristas.
Por el trabajo que desempeño en mi estudio, conozco los avatares que atraviesan los profesionales para lograr continuidad y estabilidad en su práctica intelectual, creativa y de intensa interacción con sus clientes, casi como en una sesión de música unplugged. Las recomendaciones de unos a otros, los viejos clientes que ejecutan el boca a boca, pero ningún formato de comunicación sistemática o metódica; por eso la búsqueda de plataformas para comunicar la existencia de los estudios.
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