XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014
EJE 5: Intervención profesional: contextos, escenarios y estrategias metodológicas.
ABORTO, CUERPO Y EMANCIPACION POLITICA: ALGUNAS REFLEXIONES DESDE LA PERSPECTIVA HISTORICO- CRITICA EN TRABAJO SOCIAL Cecilia Ayala y Constanza Recoder Resumen A lo largo del presente trabajo se realizará una aproximación al análisis del dispositivo de consejería pre y post aborto y el lugar del trabajo social en el mismo, desde la perspectiva histórico-crítica. Para esto se retomaran las categorías de cuerpo, emancipación política e identidad del Trabajo Social. A su vez se tomaran como ejes analizadores a las principales tensiones que se observan en dicho contexto, dando cuenta de los desafíos que presenta el abordaje del aborto en el campo de la salud.
Introducción El presente trabajo tiene por objetivo aproximarse a un análisis histórico crítico del dispositivo de consejería pre y post aborto y el lugar del trabajo social en el mismo, a partir de la experiencia desarrollada durante tres años en el marco de la Residencia PRIM1. En primer lugar, teniendo en cuenta que la práctica profesional se da en un marco de múltiples tensiones, nos interesa particularizar en algunas de las cuales podemos vislumbrar en la implementación de dicho dispositivo. Éstas son: la tensión que se da entre el rol históricamente asignado al control social y la práctica profesional crítica del mismo; y por otro lado, la tensión que se da entre la mirada
biomédica
hegemónica sobre el cuerpo de las mujeres y la perspectiva de derechos. Para dicho análisis retomaremos las categorías de cuerpo, emancipación política e identidad del Trabajo Social. El trabajo partirá de una breve introducción a la situación del aborto como problema de salud pública dando lugar a la contextualización del dispositivo de consejerías pre y pos aborto. Luego nos centraremos en el análisis de las tensiones mencionadas a
*Licenciadas en Trabajo Social, CIC Sanguinetti, Residencia de Trabajo Social, ceciliaayala04@hotmail.com; constanzarecoder@yahoo.com.ar 1 Programa de Residencias Integradas Multidisciplinarias, Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires.
XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014
partir de la concepción de cuerpo y la subjetividad de las mujeres, finalizando con la intervención del trabajo social desde una perspectiva histórica crítica. Contextualización del dispositivo de Consejerías pre y pos aborto
Tomando la investigación de Daniela Dosso: “En Argentina, donde el aborto está legalmente restringido, las complicaciones derivadas de los abortos inseguros son la primera causa de muerte materna (MSAL, 2011) lo que lo constituye en un grave problema de salud pública; las mujeres pobres son las más afectadas. Anualmente se producen entre 335.000 y 500.000 abortos, mientras que en el mismo periodo se registran unos 7000.000 nacidos vivos (Pantelides,2011). Esto representa una relación de un aborto por cada 2,1 o 1,4 nacidos vivos (Gogna, Ramos, Romero, 2000).”2 Durante el año 2010 en el partido de Moreno se produce un aumento de la tasa de mortalidad en mujeres gestantes de 11,08%. En relación a este hecho, la Secretaria de Salud de dicho municipio realizó un estudio epidemiológico que dio cuenta de un elevado porcentaje de muertes de mujeres por aborto. Desde aquí se propuso la necesidad inmediata de implementar políticas que apunten a la prevención de los embarazos no deseados; la educación en salud sexual y reproductiva; el pleno abastecimiento de insumos (MAC, Ecografías ginecológicas, test de embarazo) y la implementación oportuna de las consejerías de salud sexual. En este contexto el municipio propone a los diferentes equipos de salud de las Unidades Sanitarias, comenzar a trabajar en consejerías de salud sexual desde la perspectiva de la reducción de riesgos y daños en situaciones de aborto. Esta propuesta fue tomada por el equipo de salud del CIC3 Sanguinetti, el cual ya venía trabajando con dicha perspectiva desde el año 2008. Dicho equipo se conforma por trabajadoras y trabajadores municipales y residentes. El dispositivo de consejerías pre y pos aborto tiene como fin promover elecciones autónomas, a partir de información precisa, oportuna y veraz en relación con el ejercicio de la sexualidad, ello implica: derechos sexuales y reproductivos, relaciones libres de opresión y violencia, no discriminación a la diversidad, prevención de enfermedades de transmisión sexual, información sobre métodos anticonceptivos, consejería pre y post aborto.
2
Dosso Daniela. “Consejería pre y pos aborto. Efectos de la intervención en la salud integral de las mujeres atendidas en el CAPS Mercedes Sosa del Municipio de Morón.”. Revista ISALUD Vol 9, N° 42 junio 2014, Buenos Aires. 3 Centro Integrador Comunitario
XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014
Se destaca que durante el período de febrero 2012 / febrero 2014 se han realizado un total de 156 consejerías pre y post aborto, brindando atención principalmente a mujeres de la zona de moreno, pero también a mujeres de partidos aledaños. De las mujeres atendidas el 49% tiene entre 20 y 30 años, un 21% son menores de 20 años y un 19% entre 30 y 39 años, estos datos desmienten el mito de que las mujeres que más abortan son adolescentes. De las mujeres atendidas el 45% tiene hasta 2 hijos, un 28% ningún hijo y un 13% entre 3 y 4 hijos. El 73% concurrió tempranamente, en el primer trimestre de embarazo. A su vez un 72% de las mujeres no tuvo abortos previos, lo que podría indicarnos que la práctica del aborto no es utilizada como método anticonceptivo. De las mujeres que concurrieron, veinte relataron estar atravesando situaciones de violencia por parte de la pareja o ex pareja. El 39% de las mujeres concurrió sola a la consulta y un 21 % acompañada por algún familiar, la soledad y el miedo de poner en riesgo sus vidas y su salud, son los principales temores y riesgos que expresan las mujeres frente a la práctica del aborto. Sólo un 46% realizó la consulta post aborto, por lo que constituye una preocupación del equipo de salud, el mejorar las consejerías post aborto, sobre todo para reforzar la prevención de un nuevo evento. Cuerpos que abortan: entre lo histórico y lo subjetivo La práctica del aborto es una práctica que se da materialmente sobre los cuerpos de las mujeres y su impacto es tanto físico como subjetivo. El modelo médico hegemónico impregna una concepción de cuerpo disociada de la subjetividad de las mujeres y biológiza toda practica que recaiga sobre sus cuerpos. En este marco se puede comprender también, que el cuerpo de la mujer ha sido construido histórica y culturalmente, no tan solo desde la mirada médico hegemónica, sino desde una mirada patriarcal. Tal es así, que se han desarrollado numerosas teorías desde el campo de la medicina que ubican al cuerpo de la mujer como el cuerpo débil: “Las imágenes médicas que se produjeron del cuerpo femenino presentaron a las mujeres como seres manipulables, inseguros, ansiosos, depresivos y volubles… Entre 1920 y 1930, cuando se identificó el control hormonal de la reproducción, no se corrigió esta perspectiva;
por el contrario, se atribuyó, por
4
extensión, a los cambios hormonales.” A su vez se destaca que “el cuerpo femenino
4
Pedraza, Zandra: Dejar nacer y querer vivir: gestión y gestación del cuerpo y de la vida Politicas y estéticas del Cuerpo en América Latina, Universidad de los Andes, Facultad de Ciencias Sociales-Ceso, Departamento de Antropología, 2007.
XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014
lo es porque su condición sexuada puede gestar la vida; por ello mismo sustrajo a las mujeres de la condición de ciudadanas y las imposibilitó para el gobierno, para la gestión de la vida, incluida la suya propia, que resultó subordinada a los requerimientos de la procreación.”5 En este mismo sentido y profundizando en la regulación de los cuerpos de las mujeres a partir de su condición sexuada, retomaremos la noción de Judith Butler respecto de la categoría sexo. Desde la perspectiva de dicha autora, “el sexo no solo funciona como norma, sino que además es parte de una práctica reguladora que produce los cuerpos que gobierna, es decir, cuya fuerza reguladora se manifiesta como una especie de poder productivo, el poder de producir- demarcar, circunscribir, diferenciarlos cuerpos que controla. De modo tal que el “sexo” es un ideal regulatorio cuya materialización se impone y se logra (o no) mediante ciertas prácticas sumamente reguladas”. (Butler, 18:2010). De este modo se entiende que la regulación de los cuerpos que abortan se encuentra determinada principalmente por la condición sexuada de dichos cuerpos que responden históricamente al imperativo de la sociedad patriarcal. En el campo de la salud, la mujer ha sido objeto de intervención y de control considerando el rol social que cumple en la producción y reproducción de la familia. Es decir, en el contexto de la sociedad patriarcal las mujeres han quedado relegadas al ámbito doméstico y responsables del cuidado de la familia; en el campo de la salud esto se traduce a través de la implementación de una serie de mecanismos que controlan los cuerpos de las mujeres y de sus hijos. Cabe destacar que la mayor parte de los programas de salud recaen en mujeres en edad fértil, en la regulación de su maternidad y en el cuidado de sus niños. Siguiendo con la propuesta de Butler, la performatividad del género, “es la práctica reiterada y referencial mediante la cual el discurso produce los efectos que nombra”. En este sentido “la comprensión de la performatividad (…) como ese poder reiterativo del discurso para producir los fenómenos que regula e impone.”(Butler, 19: 2010). El discurso patriarcal que homologa a la mujer igual madre, posibilita a la vez que restringe determinadas prácticas de salud sobre las mujeres: posibilita la realización del control del embarazo y para esto también la captación de las embarazadas, ofrece métodos anticonceptivos, promueve la salud ginecológica de las mujeres, pero, a su vez, niega e invisibiliza otras prácticas como las prácticas sexuales y el disfrute de la sexualidad, no reducida a la función reproductiva y genital, comprendiéndose en este sentido también, la posibilidad de la decisión de abortar. 5
Ídem.
XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014
En este contexto los cuerpos de las mujeres que deciden abortar en términos de Butler serían parte de los cuerpos abyectos6 del campo de la salud; aquellos cuerposdesechos sobre los cuales se puede imponer el castigo y la violencia, como por ejemplo a través de la práctica de un legrado sin anestesia. En función de lo anteriormente expuesto nos interesa reflexionar sobre el poder reiterativo que tiene el discurso patriarcal que demarca, circunscribe, y regula la práctica del aborto. Se destaca que dicha práctica no solo está atravesada por una concepción de cuerpo sino por las distintas formas en que las mujeres significan el hecho del aborto. En términos de Fernández y Tajer, “las dimensiones subjetivas que dichas prácticas configuran en mujeres que construyen su subjetividad en sociedades donde es ilegal practicarlo, lo cual lleva a que esta práctica, en mejores o peores condiciones según la clase y/o edad, se realice en condiciones de clandestinidad.” (Fernández y Tajer, 32: 2006). El aborto clandestino; “produce efectos psíquicos que no necesariamente son consecuencias del aborto en sí, sino de su penalización y clandestinización, es decir que tales efectos psíquicos en gran medida conciernen
a
las estrategias biopolíticas de disciplinamiento y control sobre los cuerpos y subjetividades de las mujeres.” (Fernández y Tajer 35: 2006)
La identidad atribuida del Trabajo Social como campo de tensión En el contexto de la práctica cotidiana de la residencia de trabajo social se puede visualizar el campo de tensión propio de la identidad atribuida históricamente al trabajo social. En términos de Lucía Martinelli, el Trabajo Social surge como estrategia de control social, como una herramienta más de la sociedad burguesa para garantizar la reproducción del sistema capitalista. El Trabajo Social nace y se desarrolla en la división socio técnica del trabajo en el proceso de producción y reproducción de las relaciones sociales en el modo de producción capitalista, convocada por el Estado para disciplinar y calmar los conflictos que genera la relación contradictoria entre capital-trabajo. Es desde este punto de anclaje que podemos pensar el rol de la profesión y el camino que debemos desandar a partir de nuestra génesis en el contexto socio histórico. En este sentido, se entiende que el Trabajo Social tiene el desafío de superar la visión de control social que le resulta constitutiva, en pos de poder generar estrategias que promuevan la autonomía y la emancipación de las personas con la que trabajamos y 6
“Lo abyecto designa aquí precisamente aquellas zonas “invivibles”, “inhabitables” de la vida social que, sin embargo, están densamente pobladas por quienes no gozan de la jerarquías de los sujetos, pero cuya condición de vivir bajo el signo de lo “invivible” es necesaria para circunscribir la esfera de los sujetos.” (Butler, 20: 2010)
XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014
puntualmente con las mujeres. Surge desde aquí una serie de preguntas: ¿Cómo superar dicha identidad atribuida? ¿Cómo realizar una práctica crítica en un contexto de tensión entre el rol atribuido y el posicionamiento ético-político crítico?, y sin caer, en términos de Marilda Iamamoto, en una posición mesiánica o en una posición fatalista.
Nuevas demandas viejos campos de intervención. El campo de la salud como campo tradicional de intervención del trabajo social es, desde hace ya varios años, campo de disputa de los derechos de las mujeres. El aborto aparece en algunas agendas políticas como un problema de salud pública ya que constituye la principal causa de muerte de mujeres en la Argentina. En este sentido retomando a Montaño: “si una profesión se constituye a partir de las respuestas cualificadas e institucionalizadas a demandas sociales, y de ahí emana su legitimidad, entonces la alteración de estas demandas o el surgimiento de nuevas demandas debe promover el espacio para la necesaria alteración y adecuación de las respuestas profesionales o para la incorporación de nuevas propuestas interventivas” (Montaño, 183: 2000) La demanda de mujeres en el centro de salud puso y pone en tensión el rol históricamente
asignado
al
trabajo
social,
presentando
nuevos
desafíos
e
interrogantes para la intervención profesional. En este marco nos preguntamos: ¿Qué implicancias tiene el pedido de un espacio para la orientación en la interrupción de un embarazo?, ¿Cómo generar y sostener un espacio de consejería pre y pos aborto?, ¿Cómo visibilizar las consultas médicas por abortos incompletos?, ¿Cómo visibilizar el aborto como un problema de salud, y que por tanto el estado debe dar respuesta?¿Cómo articular con los distintos actores en juego; con el servicio y la guardia de toco ginecología del
hospital y con el programa de salud sexual y
procreación responsable a nivel local?, ¿Qué rol tienen las organizaciones sociales que visibilizan y trabajan con mujeres en situación de aborto?. Desde la Residencia de Trabajo Social se impulsó, como estrategia de intervención frente a esta problemática, la conformación y consolidación de un equipo interdisciplinario. Para esto se propiciaron espacios de capacitación, internos y externos, que posibilitaron la institucionalización de un equipo de salud sexual que diera respuestas a las demandas de las mujeres que deciden interrumpir un embarazo. En este contexto, Trabajo Social ha tenido un rol preponderante en la conformación del equipo, para lo cual se llevaron a cabo diferentes acciones tales como: la
XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014
promoción de las reuniones de equipo; la gestión de instancias de supervisión del dispositivo dada su particular complejidad; la promoción del trabajo articulado con organizaciones e instituciones (hospital, secretaria de salud); y la sistematización de las historias clínicas que nos permite tener datos de gran importancia. Además ha propiciado y sostenido el trabajo con diferentes organizaciones sociales con las que se articula el acompañamiento y la contención de las mujeres: Agrupación Sindical La Víctor Choque y organizaciones feministas de la zona oeste del conurbano: Mujeres al Pie del Cañón, Mumalá, Conurbanas y Mujeres al Oeste. Destacamos que la necesidad de establecer dichas articulaciones con múltiples actores sociales responde a la gran complejidad que atraviesa la problemática del aborto, y específicamente, al campo de tensión originado por su carácter de clandestinidad. Montaño refiere que el contexto histórico social coloca el límite de la autonomía profesional, en este sentido la práctica del equipo se encuentra en un campo de tensiones que según su forma de regulación dependerá su sostenimiento en el tiempo. Uno de los principales límites es el acceso restringido al aborto, que crea un ámbito de clandestinidad para las mujeres y una línea delgada entre lo legal e ilegal para los profesionales. A su vez la dificultad de incorporar profesionales al equipo está atravesada por condicionamientos morales, propios de la sociedad patriarcal. Por otro lado desde hace unos años se evidencian avances y retrocesos respecto del aborto como son el fallo de la Corte Suprema de Justicia en el año 2012, que impulsó a la conformación de los protocolos de abortos no punibles en casos de violación, pero contrariamente a esto el proyecto de ley por el aborto seguro y gratuito aun sigue sin tratamiento por la Cámara de Diputados, habiendo sido presentado dicho proyecto por primera vez en el año 2007.
Algunas reflexiones finales Consideramos que la intervención profesional en las situaciones de aborto deben superar la mirada de control social que históricamente se ha ejercido sobre las mujeres desde el campo de la salud, siendo ubicadas como objeto de intervención desde la lógica de normalización, normatización
y moralización. Asimismo
entendemos que nuestra intervención en el campo de la salud sexual y, específicamente en las consejerías pre y pos aborto, tiene como horizonte en términos de Carlos Montaño7 la emancipación política. Esto significa la conquista de derechos
7
https://www.youtube.com/watch?v=2Xwr7dn655A. Conferencia del Dr. Carlos Montaño, investigador de la Universidad Federal de Río de Janeiro, disertó en las IX Jornadas de Trabajo Social en Mar del Plata 2013.
XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014
civiles, políticos, sociales y económicos dentro del orden capitalista de producción, es decir, que las mujeres puedan decidir sobre su propio cuerpo. En este punto el dispositivo de consejerías pre y pos aborto fortalece la autonomía de las mujeres, entendiéndola como: “la posibilidad de elegir cómo, cuándo y con quien tener un hijo. Para que alguien pueda saber qué quiere para su vida y cómo lograrlo, para que se sienta con derecho a decidir o no a incidir en su realidad y lograr sus proyectos, necesita un tipo de subjetividad cuya construcción no depende exclusivamente de su psiquismo. Entran en juego aquí condiciones de posibilidad sociales e históricas de gran complejidad y, bueno es reconocerlo, de lenta y difícil modificación.” (Fernández, 2006; 36) Por tanto entendemos que el derecho al aborto es inalienable a la emancipación política de las mujeres dado que en palabras de María José Rosado Nunes “la maternidad, en la forma como la sociedad la trata, deshumaniza a las mujeres, mientras que el aborto, esto es, la forma como la sociedad lo trata, las humaniza.”8.
Bibliografía
-BUTLER Judith (2010): Cuerpos que importan. Sobre los límites materiales y discursivos del “sexo”. Ed. Paidós. -CHECA Susana (compiladora - 2006): Realidades y coyunturas del aborto. Entre el derecho y la necesidad. Buenos Aires. Ed. Paidós. -DOSSO Daniela: Consejería pre y pos aborto. Efectos de la intervención en la salud integral de las mujeres atendidas en el CAPS Mercedes Sosa del municipio de Moron.” Revista ISALUD Vol 9, N° 42, junio 2014, Buenos Aires. -FERNÁNDEZ, A. M., Tájer, D. (2006): Los abortos y sus significaciones imaginarias: dispositivos políticos sobre los cuerpos de las mujeres. En: Realidades y Coyunturas del Aborto: entre el derecho y la necesidad. Buenos Aires, Ed. Paidós. -Internaciones por aborto en el Partido de Moreno, Primer Trimestre 2011, Dirección de Epidemiología, Subsecretaría de Planificación y Asistencia Sanitaria, Secretaria de Salud, Municipalidad de Moreno. Hospital Descentralizado Zonal “General Mariano y Luciano de la Vega. 201. -MARTINELLI, María Lucía (1997): Servicio Social: Identidad y Alienación. Sao Pablo, Cortez Editora. 8
Susana Checa (compiladora): Realidades y coyunturas del aborto. Entre el derecho y la necesidad. Ed. Paidos. 2006
XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014
-MONTAÑO, Carlos (2000): La naturaleza del Servicio Social. Un ensayo sobre su génesis, su especificidad y su reproducción. 2. ed. Sao Paulo, Cortez Editora. -PEDRAZA, Zandra (2007): Dejar nacer y querer vivir: gestión y gestación del cuerpo y de la vida. En: Políticas y estéticas del Cuerpo en América Latina. Departamento de Antropología, Facultad de Ciencias Sociales-Ceso, Universidad de los Andes, Colombia. -https://www.youtube.com/watch?v=2Xwr7dn655A.
Conferencia
del
Dr.
Carlos
Montaño, investigador de la Universidad Federal de Río de Janeiro, disertación en las IX Jornadas de Trabajo Social en Mar del Plata 2013.