XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014
Eje 3: Proyecto Profesional y Organizaciones Colectivas de Trabajo Social.
UN RECORRIDO HISTÓRICO SOBRE EL COLECTIVO DE TRABAJADORES SOCIALES DE CONCORDIA. CLAVES PARA SU COMPRENSIÓN DE SU ACCIONAR PASADO, PRESENTE Y FUTURO. Círculo de Asistentes Sociales de Entre Ríos1
Resumen El Círculo de Trabajadores Sociales de Concordia es la única organización formal del colectivo profesional, de sus características en la Provincia, que se mantiene con vigencia desde el año 2000. A través de la propia prospectiva de sus asociadas se hará una reconstrucción de su accionar en la configuración particular de la profesión en la región; analizando en claves su trayectoria política, gremial, profesional de acuerdo al análisis de los escritos, voces y acciones de sus distintas comisiones en el tiempo. De la misma manera, se esbozarán los debates actuales y futuros del colectivo profesional en el entrecruzamiento del anclaje geopolítico de la profesión.
1. Presentación El trabajo social en la ciudad de Concordia recorre sus primeros pasos en los años 1970
insertándose en los ámbitos tradicionales del estado de bienestar:
municipalidad, educación, judicial y penal; es decir los espacios institucionales más formalizados del estado provincial y local. Desde su inserción en la ciudad, la profesión ha ido adquiriendo y dibujando formas propias y peculiares que le ha ido proporcionando el devenir sociopolítico histórico del quehacer nacional y las características propias del entramado social de Concordia. Es así que, desde la inserción de las primeras trabajadoras sociales por el año 1970 a la fecha, mucha agua ha corrido bajo el puente, desde la interacción informal entre colegas a la conformación de una acción colectiva profesional sostenida en el tiempo. Iniciada la democracia, Concordia, comienza a adquirir un perfil propio marcado por la fuerte presencia político partidaria (partido político que reconoce en la ciudad su capital); constituyéndose ésta en un fuerte obstáculo para el ejercicio pleno de la 1
El presente trabajo fue realizado de forma colectiva por colegas que participan del Círculo de Asistentes Sociales de Concordia y que han aportado sus experiencias, ideas y visiones.
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profesión pero también y simultáneamente, un motor de lucha para el colectivo profesional en ciernes. La ciudad, segunda en importancia en la Provincia, con indicadores sociales siempre asociados a la pobreza e indigencia, altos índices de desempleo y desigualdad social, trabajo precario, niñez vulnerable…, entre otros indicadores sociales que siempre la han mantenido en el centro de la escena nacional por su situación de pobreza, ha sido fuerte receptoras de la profesión pero no buena empleadora en el plano local. Este recorrido en el tiempo nos convocó a recordar a nuestras primeras colegas, evocar diferencias, mirarnos hacia atrás, rever el presente y proyectar futuro; dudas e interrogantes ante la atenta mirada de las colegas jóvenes. Este ejercicio de memoria se ha realizado grupalmente, en forma de entrevista individual (historia de vida) y mediante la revisión de los libros de actas, reconociéndonos en las fotos
y archivos del Círculo de Asistentes Sociales de
Concordia. Este es visión retrospectiva pero también prospectiva de nuestro accionar colectivo manteniendo los hilos conductores de las acciones que han permitido mantenernos en el tiempo
2. Con legitimidad pero sin legalidad Con la llegada de la democracia, siendo cerca de diez profesionales se inician reuniones en casa de una colega con el objetivo de dialogar las dificultades que se planteaban en el área de salud ya que había personas que no poseían preparación ni título habilitante pero desempeñaban tareas correspondientes al trabajo social, firmando como “visitadoras sociales”. Para dar una solución a esta situación se mantuvieron varias entrevistas con los diferentes directores de los Hospitales Ramón Carrillo y Felipe Heras, en las cuales se solicitaban cargos de Trabajadores sociales, visualizándose de esta forma, la presencia de un incipiente grupo de profesionales con acciones colectivas propias en la Ciudad. Ya el primer concurso para cubrir el cargo de Asistente Social de Tribunales, en el año 1980, generó una acción social de las trabajadoras sociales concursantes, impugnando el orden de mérito realizado por la autoridad judicial. Si bien hasta ese momento, el número de trabajadores sociales con título universitario no superaba la decena, el cargo con mayor status social y con importante remuneración económica movilizó intereses individuales en forma colectiva.
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Estas diferencias personales expresadas grupalmente marca el inicio de un derrotero que ha de ser una de las modalidades del accionar profesional en la Ciudad; las diferencias generan un pico de tensión que han de buscar canales formales o informales para resolverse, sin romper el entramado generado anteriormente y, más bien dando lugar a formatos nuevos. A tal punto es así, que
-ese momento de acción defensiva que significó la
impugnación del Concurso de Tribunales-, da inicio a una etapa de socialización intercolegas en espacios informales. Se instituye, de esta manera, la celebración del día del trabajador social, la solidaridad intercolegas ante instancias de sufrimiento y felicidad, entre otros. Es en estos momentos que comienza a delinearse una etapa de identidad como colectivo frente a la defensa del ejercicio de idóneos o títulos intermedios. Se intensifican las acciones ante las autoridades locales para que den cuenta de la contratación de los idóneos o habilitantes, el cuestionamiento de las fichas sociales como instrumento o técnica de nuestra disciplina o, las firmas de los “como si”. Se realizan reuniones no sistematizadas en casa de una colega que oficia de anfitriona y, éstas adquieren formas particulares donde se mezcla lo afectivo y lo profesional, con cierta simpática anarquía. Esta colega, hoy decana en la profesión de Concordia, cumple acabadamente su rol de anfitriona en sus diversos sentidos: la presentación de los nuevos colegas arribados a la Ciudad
en este aún débil colectivo y, su instancia a legalizar su
condición de Trabajador Social vía matriculación en el Colegio Profesional. Es así que, la reconstrucción de nuestra memoria colectiva nos acerca a lo que podría denominarse la segunda oleada de Trabajadores Sociales en Concordia. A fines de los años 80 y en la década de los 90 se triplica el número de colegas en la ciudad, todos ellos con legalidad universitaria: las primeras promociones de la Facultad de Trabajo Social UNER de Paraná y su vecina la Escuela de Servicio Social de Santa Fé. Pero ese aumento de la matrícula, empleadas por el estado provincial democrático, comienza a interpelar a las colegas fundadoras, esto es que la segunda oleada rubrica otro momento de fuerte tensión. Estos se van a centrar, en la forma de desarrollar el quehacer profesional, en la ética profesional y en la inserción comunitaria; intentando dar cuenta de ello en esas reuniones aún informales. La usina de ideas de la segunda generación era escuchada pero no digerida ni mucho menos
asimilada,
generándose
diferencias
y
casi
cortes
abruptos
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intergeneracionales, aunque siempre desde la identidad de pertenencia a un colectivo local. Un segundo concurso en Tribunales, esta vez la creación de dos cargos de Trabajadores Sociales en el Equipo Técnico del Juzgado de Familia y Tribunal de Menores local (el primero), desata el despertar de los colegas concordienses. Pedido formal de concurso ante la Jueza designada, entrevistas informales y luego, ante un orden de méritos arbitrarios, nuevos pedidos de evaluación por criterios consensuados y objetivos, impugnación, son algunas de las acciones grupales que se llevan adelante entre los colegas involucrados, el colectivo de colegas concordienses y el Colegio de Asistentes Sociales de la Provincia. Si bien, el resultado no se alteró, sí se sentaron bases sólidas para futuros concursos en el ámbito judicial y es el comienzo de la demanda formal ante el Colegio de Asistentes Sociales de llevar adelante una política de descentralización o desconcentración de la acción colectiva. Ya descentralizado el por entonces Consejo Provincial del Menor (principal empleador de Trabajadores Sociales), el poder judicial con tres T.S en su planta local, el IAPV con una planta importante de cuatro colegas; la reunión de la profesión en un solo ámbito si bien no es un proceso lineal, sienta las bases para un trabajo profesional colectivo. Las reuniones sociales ya están instituídas, la socialización de los nuevos profesionales también, las conexiones con colegas de localidades vecinas se inician desde el departamento Concordia: resta un paso a la conformación del Círculo de Trabajadores Sociales de Concordia. En el año 98 y 99 se realizan reuniones con regularidad donde participan varios colegas, abocados a la denuncia de casos concretos del ejercicio ilegal de la profesión, que va siendo moneda corriente en el ámbito de salud y acción social municipal, solicitando al CASPER la defensa administrativa y jurídica. Realizando acciones con intervenciones políticas, con audiencias con funcionarios con asesoría legal. Se propone además realizar un proyecto para la intervención en el área de salud, convocando a los colegas interesados en participar del mismo. En mayo del año 2000 se realiza una reunión con el fin de constituir una comisión directiva en nuestra ciudad para garantizar la difusión de la información del CASPER, de los cursos a realizarse en nuestra ciudad y en otras localidades y la realización de notas a las instituciones en defensa del ejercicio profesional. Se convoca a los colegas de San Salvador, Chajari y Federación. 3. El Círculo: momento fundacional.
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El día 18 de noviembre del año 2000 en la sede del Colegio de Abogados de nuestra ciudad se constituye la primera Comisión del Circulo Regional de Asistente Sociales de Concordia, integrado por colegas de las ciudades de San Salvador, Chajarí, Federación y Concordia, en la que participaron veinte colegas, eligiéndose delegada titular y suplente, tesorera, secretaria y vocales. Se acuerdan reuniones mensuales y la participación en las reuniones del consejo directivo del CASPER. La primera comisión directiva del Círculo de Asistentes Sociales de Concordia estuvo conformada de la siguiente manera: Delegada Titular: Ana Gabriela Percodani Delegada Suplente: Nelida Graciela Benedetti Secretaria:Maria Ester Di Biase Pro Secretario: Nilda Loggio Tesorera :Liliana Robirosa Vocales: Fabiola Acevedo Dinora Comas Beatriz Reigner Esta primera conformación de la Comisión Directiva da cuenta de otro rasgo distintivo del Círculo: una convergencia de distintas generaciones en convivencia democrática. Ello permite canalizar las diferentes demandas de los colegas por la propia red de relaciones informales y formales que cada uno de sus componentes va conformando. Dentro de las características de la conformación es la inserción regional, como vector directivo, que de aquí en más se ha de tratar de preservar. En primer lugar, el alineamiento regional por la propia constitución geográfica del Círculo: Chajarí, San Salvador, General Campos. Es así, que la Comisión le otorga representatividad y las acciones desarrolladas por el colectivo profesional siempre han tratado de contemplarlas y ser un canal para las necesidades planteadas por las profesionales. Esta constitución regional, su permanente articulación con el Colegio –coordinada pero autónoma- de las políticas del mismo, la transversalidad de los integrantes; son rasgos nodales de la supervivencia, desarrollo y crecimiento en el tiempo. A partir de su etapa fundacional se comienzan a desarrollar todas las instancias que a ello corresponden: reuniones sistemáticas, libro de actas, acciones de denuncia contra el ejercicio no profesional de la disciplina, instancias de formación, participación en proyectos comunitarios como formas de legalizar y legitimar la profesión. Respecto de ello en 2001, desde el Municipio, la Comisión Administradora del Fondo de Salto Grande (CAFESG) se ha reconocido la profesión a través de su entidad
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representativa convocando a la primera Comisión para la elaboración de proyectos sociales (esta instancia se comienza a perder a medida que se acelera el proceso de cooptación de la cuestión social por lo político partidario). En 2003 se participa colectivamente en una propuesta laboral del municipio para la regularización de la tenencia de terrenos municipales, con la elaboración, firma y realización de un trabajo que involucró a trece profesionales del trabajo social. Este salto cualitativo que significó la formalización del Círculo no ha soslayado su formato social inicial; lo informal, la vinculación social y afectiva. Es así que la vida personal de todos los colegas adherentes, las felicidades y las tristezas, los rumores y despechos convivieron sin mella al interior del colectivo profesional. Se propicia momentos de reflexión y lucha de los espacios profesionales del Trabajo Social en ámbitos comunitarios e institucionales y se proponen alternativas de capacitación, perfeccionamiento, investigación y establecemos contacto fluido con la Facultad de Trabajo Social UNER. Fue una constante la organización de eventos de capacitación, tanto para trabajadores sociales como para otras profesiones del ámbito de lo social, partiendo de la premisa de que en la localidad no existía oferta académica de nivel universitario que tuviera orientación social. Un punto central en la conformación del Círculo es la asignación de fondos en el acta constitutiva. Es así que se acuerda con el CASPER la recepción del cincuenta por ciento de la cuota de matrícula de los miembros pertenecientes al Círculo para financiar las actividades generadas desde el mismo. Esta posibilidad de contar con financiación, brinda un vuelo propio para generar todos los espacios de formación interna, contemplando sí los temarios de interés propuestos por los colegas. El dinero y la difusión comenzaron el proceso de consolidación del colectivo profesional y su inserción como disciplina en la comunidad. 3. Las Comisiones: rupturas y continuidades. Realizando un corte aproximado en la memoria del Círculo, la segunda Comisión del Círculo profesional inicia un nuevo momento. La segunda comisión del Círculo profesional asume en el año 2003 como reacción a diferencias formales, en primer lugar, e ideológicas de concepción del trabajo social, en segundo lugar con la primera generación. Es así como se constituye una comisión conformada casi íntegramente por colegas de la segunda generación de profesionales de Concordia, quedando constituida por: Delegado Titular: Jorge Alvarez
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Delegado Suplente: Guillermo Monzon Secretaria: Paula Poirier Prosecretario: Maria Julia Stable Tesorera: Adela Dalzotto Vocales: Florencia Scattone, Susana Canaglia Bernardita Carmele Sin embargo y, a pesar de las diferencias intergeneracionales, se mantuvo el sustrato constitutivo del colectivo, lo distintivo es el énfasis en los puntos. Las directrices de esta gestión son la participación de todos los colegas de la Región, ampliada a los no solo del Departamento sino también a los colegas de la República Oriental del Uruguay. Es así que para el logro de este tópico, ante el crecimiento importante de los colegas matriculados en la Región se prioriza el contacto cara a cara con los profesionales radicados en la Ciudad y la tecnología comunicativa para el resto. Esta apertura se complementa con el lineamiento de anclaje en otros colectivos profesionales y la comunidad toda. De tal manera, que la formación profesional se desarrolla con distintas instancias favoreciendo la conformación de redes, sin descuidar la capacitación y reflexión de los trabajadores sociales. Así como la convocaría se pensaba amplia, el Círculo de Trabajadores Sociales trabajó con otras organizaciones gubernamentales en la organización de los mismos: Municipalidad de Concordia, Copnaf, entre otros. En las actividades propuestas se llegó a picos de participación de más de cien personas convocadas, desfilando entre los conferenciantes transversales: Carlos Skliar y Jorge Bertucelli. En las actividades específicas se realizaron seminarios y cursos propuestos desde la extensión universitaria de la Facultad de Trabajo Social de la UNER. En este mismo sentido se tomó posición sobre temas de interés comunitario como la “seguridad/inseguridad” y la atención de los adultos mayores; participando y sentando posición en los debates comunitarios. Las temáticas de defensa del ejercicio profesional y la vinculación informal de los colegas adquirieron un matiz diferente. El primer tema se encaró desde lo positivo ejerciendo identidad desde la convocatoria y el protagonismo mientras que el segundo, se relegó al festejo del día del trabajador social.
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Se mantuvo la sintonía fina con la Comisión Directiva del Casper, integrando un colega local la Comisión Directiva del mismo. Siguiendo con la formalización del Círculo los recursos económicos se ampliaron por el número de colegas que contaba el Departamento y por los reclamos permanentes ante el Casper de la transferencia de los mismos. En esta línea se abre una cuenta en el banco a los efectos de objetivizar el manejo de los fondos colectivos. Además se acuerda con la AGMER –pagando una pequeña suma de dinero- un espacio de reunión que brinde una formalidad a las reuniones realizadas. La tercera comisión conformada en el año 2006 vuelve a la esencia fundadora del Círculo, la mixtura intergeneracional. Delegado Titular: Marcelo Capelli Delagado Suplente: Jorge Álvarez Secretaria: María Ester Dibiase Tesorero: Guillermo Monzón Vocales: Marcelo Galo Liliana Robirosa Mariana Galarza Nélida Benedetti En esta etapa se enfatizo en la transparencia del concurso de dos cargos de trabajadores
sociales en el segundo tribunal de familia y menores de la Ciudad,
logrando amplia participación y con la veeduría del CASPER. Esta temática ocupó a los colegas en la elaboración de criterios de evaluación homogéneos para acercar al Superior Tribunal de Justicia y, se participó –a través de colegas miembros de la Comisión Directiva del Círculo-como veedores en distintos concursos de Trabajadores Sociales integrantes de Equipos Técnicos de los Juzgados de Familia de la Provincia. Simultáneamente a ello, se siguió en tratativas con integrantes de cargos ejecutivos del área salud para el nombramiento de colegas profesionales en el Hospital “Felipe Heras” y “Delicia C. Masvernat". Todas estas acciones no alcanzan para retomar los importantes picos de participación activa logrados en los primeros períodos. Comienza un período de dispersión y refugio en lo individual o en lo social micro; coincidentemente con una tercera oleada de colegas que se insertan en la ciudad.
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En esta etapa se produce un hecho inédito en el poder judicial local: en 2008 el cargo de Asistente Social de Tribunales se intentó suprimir, reconvirtiéndolo en un segundo cargo de contador. Nuevamente, un hecho injusto para el colectivo profesional movilizó a los trabajadores sociales como un todo realizando gestiones varias, llegando –junto al CASPER-, a una entrevista con el Presidente del Superior Tribunal de Justicia. En un futuro inmediato, dicho cargo sería concursado con la veeduría del CASPER arribando a resultados satisfactorios en transparencia. Se asiste nuevamente al agotamiento de un momento y a una renovación generacional que se ha de traducir en el año 2010 en una comisión directiva conformada por colegas jóvenes fuertemente cohesionados ideológicamente, con baluartes en la excelencia profesional desde una sólida formación teórica, alineados con la defensa de género, los derechos humanos entre otros vectores rectores. El Círculo en estos momentos participó en la sanción de la violencia de género con el colectivo "Las Juanas”, a favor de la libertad de elección de la mujer en los métodos reproductivos y toda una serie de temas controvertidos para el posicionamiento personal. Se organizaron capacitaciones varias, se interactuó con el colectivo de la delegación del Colegio de Psicólogos organizando distintas actividades académicas de formación, debate y reflexión. Se trasladó el lugar de encuentro: de la AGMER a la Facultad de Ciencias de Alimentación de la UNER (vía convenio) entre otras actividades de interés. Se inicia una serie de hechos que marcan un cierto aislamiento debido a diferencias ideológicas que no fueron discutidas en los espacios adecuados. La relativa calma reinante entre las comisiones del Círculo y la comisión de Colegio profesional se tensa y las diferencias tardan en ser zanjadas o se dificulta la llegada a acuerdo. En 2011 debido al cambio de aportes para la matrícula del Coaser, se genera una rebelión de las colegas de Chajarí, ya que consideraban que estos aportes no significaban un beneficio local y provoca otro frente de tensión. Las colegas de dicha localidad empiezan a manifestar su interés en conformarse como un círculo aparte. Simultáneamente se ahonda la brecha entre la comisión directiva y los colegas al punto que esta situación se manifiesta en un llamado a renovación de autoridades que fracasa en su primer intento. Se manifestaron dos posiciones diferentes: unas proponían que se cierre el Círculo por falta participación; y otras apelaron a la conformación de una comisión "de urgencia" para garantizar la continuidad de nuestra trayectoria como colectivo profesional. Se conformó de esta manera una comisión
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directiva en el 2012 que la integran las tres generaciones de trabajadores sociales, cohesionadas por la necesidad de continuar: Delegada titular: Nélida Benedetti Delegada Suplente: María Julia Stable Secretaria: Eugenia García Tesorera: Fabiola Acevedo Vocales: María Esther Di Biase, María Eugenia Cutro, Guillermo Monzón y Cecilia Hernández Esta gestión trató de recuperar niveles mínimos de participación, canalizando las diferencias que se consideraban insalvables a la fecha. Se realizaron dos reuniones entre la comisión directiva del Coaser y el Círculo en la ciudad de Concordia donde afloraron diferencias y coincidencias, tratando de saldar las primeras y reforzando las segundas. Se viajó a la ciudad de Chajarí como primera acción de la Comisión Directiva del Círculo a los efectos de conocer las demandas de las colegas, que luego de la autonomía financiada (por el Circulo), organizó una capacitación que representaba sus necesidades. El colectivo de Chajarí continuó con distintos reclamos que no lograban acuerdos, por lo que se decidió en 2012 que el Círculo sólo incluyera el Departamento de Concordia, tal como lo establece la Ley de Colegiación Nº7579, para de esta forma propiciar la conformación de otros círculos de acuerdo a las demandas locales. Se organizaron charlas, debates, seminarios a instancias de los temas de interés de los colegiados; culminando el mandato con la propuesta de realización de una extensión áulica de la 6° cohorte de la Maestría de Trabajo Social y avanzando sobre el interés de los colegas locales y del departamento. Asimismo y, en este sentido, se recuperaron nexos con los colegas de Salto –ROU-, ahora más formalizado a través de la carrera de Trabajo Social que funciona en la Regional Norte de la Universidad de la República. Las reuniones sociales, la socialización de los jóvenes colegas (hoy llegamos a más de 40 trabajadores sociales), comenzaron a dar frutos y se mantuvo el interés. En el punto álgido del conflicto del COPNAF con los profesionales del trabajo social, esta comisión directiva elaboró un documento crítico que fue reproducido por los medios locales más importantes; despertando el interés y preocupación del actual coordinador. Por esa razón, se accedió a una entrevista ríspida pero elocuente de la posición del Círculo en defensa de la profesión y de la niñez, adolescencia y familias vulnerables
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de Concordia. En consonancia con lo anterior, se accedió al delegado local del PAMI a quien se le ofrecieron idénticas consideraciones. 4. El presente En la actualidad, el Círculo ha renovado recientemente sus autoridades. Delegada Titular: Eugenia García Delegado Suplente: Jorge Álvarez Secretario: Guillermo Monzón Tesorera: Cecilia Hernández Vocales: Nélida Benedetti Marcelo Galo Fabiola Acevedo Mariana Galarza Ana Lourdes Guichon El primer desafío es la coorganización de la extensión áulica de la Maestría en Trabajo Social en Concordia y para la Región. A la fecha se han desarrollado dos seminarios acreditables a la misma y de interés de los colegas de la región. La relación con los colegas de Salto y el norte de la República Oriental del Uruguay es un norte que abre numerosas posibilidades sociales, de instancias de formación y reflexión conjuntamente. Como actividades importantes a seguir desarrollando por esta comisión se encuentran: socialización de nuevos colegas; la difusión de ofertas laborales y actividades de formación; la inserción del colectivo en la región y su resignificación en el tiempo; y el mantenimiento de las relaciones sociales en reuniones informales que aportan a la consolidación de los vínculos. Si bien existen dificultades para lograr una participación activa de la mayoría de los colegas, se sostienen las reuniones periódicas que permiten generar nuevas actividades. Nuevamente, la delegada titular participa de la Comisión Directiva del Casper como pro-secretaria, aceitando y representando a los colegas del interior de la Provincia. 5. Conclusiones. Si se intenta esbozar alguna explicación que dé cuenta de la persistencia del Círculo de Asistentes Sociales en Concordia, es posible enunciar algunas características que operaron como facilitadores: *La posibilidad de administrar fondos aportados por los colegas, lo que permtió contar con recursos para la organización de diversos eventos de formación o publicar
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solicitadas en medios locales, entre otras actividades, que favorecieron mayor autonomía en las decisiones. *La oferta de trabajo en la localidad en general fue superior a la cantidad de colegas radicados aquí. Esto quizás favoreció que la información sobre ofertas laborales circulara de modo habitual entre los trabajadores sociales, que en general no vieron como “competencia” a los nuevos colegas que se sumaban a la ciudad. En este sentido, se han generado lazos de solidaridad ya que la incorporación de nuevos trabajadores sociales se ve como una posibilidad de profesionalización de nuestro trabajo que, como hemos dicho, muchas veces se han ocupado cargos por personas que no cuentan con el título habilitante. *La presencia de colegas de distintas generaciones en la Comisión permitió que el cambio de autoridades del Círculo fuera en general asumido como una continuidad de un proceso en marcha, más que como ruptura con lo viejo. Esta misma heterogeneidad en edades, formación profesional e intereses hizo que la tarea del Círculo a lo largo de los años haya incorporado en forma simultánea aspectos de vinculación social entre colegas, aspectos de formación profesional y elementos de presencia en o servicio a la comunidad. *En el mismo sentido, la convivencia de estos intereses disímiles en un mismo ámbito, sin considerarlos contradictorios ni excluyentes, permitió que el
Círculo fuera, la
mayor parte del tiempo, percibido por los colegas como un espacio propio, representativo y democrático, disponible como herramienta colectiva para activarlo ante solicitudes de cualquier matriculado. Esta experiencia, vista retrospectivamente, tal vez pueda dar un indicio claro de la apuesta por conservar un espacio común, en el que convivimos colegas con distintas elecciones ideológicas, políticas, visiones de la realidad local.