XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014
EJE: Enfoque de derechos y políticas públicas en la contemporaneidad. LA LACTANCIA MATERNA COMO SATISFACTOR SINÉRGICO PARA EL DESARROLLO HUMANO: LA IMPORTANCIA DE LA INTERVENCIÓN DEL TRABAJO SOCIAL EN SU PROMOCIÓN Y PROTECCIÓN. Paz, Paula Marilina1 Paz, Eliana Soledad2
Resumen: El presente trabajo tiene como propósito mostrar a la Lactancia Materna (LM) como satisfactor sinérgico de necesidades humanas fundamentales, que contribuye al desarrollo humano y como estrategia tendiente al fortalecimiento del lazo social que debe ser promovida y protegida. Decimos que la LM es un satisfactor sinérgico en tanto realiza múltiples necesidades vinculadas al bienestar del niño, la madre, la familia, la comunidad y el medio ambiente. Se considera que la promoción y la protección de la LM constituyen un ámbito fecundo para la intervención profesional del trabajador/a social.
“Desarrollo” es una expresión con un significado muy amplio. Etimológicamente, proviene de desenrollar, o sea, desenvolver o desplegar algo (MEALLA, 2006). Existen distintas concepciones del desarrollo, cada cual pone énfasis en una dimensión o aspecto diferente. La concepción que predominó históricamente fue la del desarrollo entendido como crecimiento o progreso económico. Pero la realidad se encargó de demostrar que el aumento en los ingresos de un país no conducía por sí solo a una mejor calidad de vida en sus habitantes. Fue así que empezó a problematizarse la concepción del desarrollo económico y surgieron diferentes propuestas que intentaban superar la idea del crecimiento económico como único factor del desarrollo. Una de ellas es la del Desarrollo Humano. El Desarrollo Humano es esencialmente un paradigma del desarrollo, en el que el acento está puesto en la ampliación de las oportunidades de las personas. Una de esas oportunidades consiste ciertamente en la posibilidad de la gente de aumentar sus 1
Estudiante de Trabajo Social; Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Tucumán; paulampaz89@gmail.com 2 Estudiante de Psicología; Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Tucumán; elianas_paz@hotmail.com
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ingresos (enfoque económico), pero la vida no se reduce sólo a ello. El desarrollo humano incluye otros aspectos esenciales como una vida prolongada y saludable y la formación de capacidades, conocimientos y destrezas3. Según esta concepción, el proceso de desarrollo debe centrarse en la persona y abarcar todas sus dimensiones (no agotarse en una sola de ellas); debe, asimismo, incluir a todas las personas, pero sin comprometer el bienestar de las generaciones futuras. El desarrollo humano alude, por un lado, a la formación de capacidades humanas y, por otro, a la ampliación de oportunidades para que las personas puedan emplear esas capacidades. Si no hay equilibrio entre capacidades y oportunidades, el desarrollo no es posible. Desde esta perspectiva, Max Neef, Elizalde y Hopenhayn (1986) identifican nueve necesidades humanas universales que deben ser centrales en el proceso de desarrollo: subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad. Las diferentes formas de ser, estar, tener y hacer que realizan (“satisfacen”) dichas necesidades son denominadas “satisfactores”. La teoría de los autores antes mencionados clasifican a los satisfactores en:
Destructores: son elementos que al ser aplicados con la intención de satisfacer una determinada necesidad, no solo aniquilan la posibilidad de su satisfacción en un plazo mediato, sino que imposibilitan, por sus efectos colaterales, la satisfacción adecuada de otras necesidades.
Pseudo-satisfactores: son elementos que estimulan una falsa sensación de satisfacción de una necesidad determinada.
Inhibidores: Los satisfactores inhibidores son aquellos que por el modo en que satisfacen
(generalmente
sobresatisfacen) una
necesidad determinada,
dificultan seriamente la posibilidad de satisfacer otras necesidades.
Singulares: Los satisfactores singulares son aquellos que apuntan a la satisfacción de una sola necesidad, siendo neutros respecto a la satisfacción de otras necesidades.
Sinérgicos: Los satisfactores sinérgicos son aquellos que por la forma en que satisfacen una necesidad determinada, estimulan y contribuyen a la satisfaccion simultánea de otras necesidades. Su principal atributo es el de ser contrahegemónicos en el sentido de que revierten racionalidades dominantes tales como las de competencia y coacción.
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Op. Cit.
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En base a esto, es nuestro propósito hacer referencia a la Lactancia Materna y mostrar su potencial como satisfactor sinérgico de necesidades humanas fundamentales que contribuye al desarrollo humano y como estrategia tendiente al fortalecimiento del lazo social que debe ser promovida y protegida. Decimos que la LM es un satisfactor sinérgico en tanto realiza múltiples necesidades vinculadas al bienestar del niño, la madre, la familia, la comunidad y el medio ambiente. La leche materna es el único alimento que necesita un bebé saludable, nacido a su debido tiempo, para crecer y desarrollarse durante sus primeros seis meses de vida combinándose luego con otros alimentos hasta por lo menos los dos años de edad (UNICEF, 1995). Ningún alimento es mejor que la leche materna en cuanto a calidad, consistencia, temperatura, composición y equilibrio de sus nutrientes. Además su composición se va adecuando a las necesidades del niño, a medida que éste crece y se desarrolla permitiendo una maduración progresiva del sistema digestivo, preparándolo para recibir oportunamente otros alimentos. Asimismo, se conoce que una madre que da a luz un bebé prematuro, produce un tipo de leche (leche de pretérmino) que es el alimento adecuado hasta que el neonato alcanza un desarrollo normal. Solamente en el caso de niños muy prematuros es necesario suplementarla. Son numerosos los efectos positivos que la LM posee. Se debe destacar lo siguiente: La leche materna es indispensable para formar un eficiente sistema inmunitario en el niño y para sentar las bases de una buena salud general para el adulto. Ha sido definida como un fluido bioactivo, o un tejido vivo, que permite a los niños así alimentados, tener menor riesgo de contraer enfermedades infecciosas y/o presentar menor incidencia y severidad de éstas. La leche humana contiene una variedad de elementos inmunológicos que destruyen bacterias, virus y parásitos ofreciendo al niño inmunidad pasiva, esto es, defensas que la madre le pasa en la leche protegiéndolo de los gérmenes con los que ella ha tenido contacto. Pero, la lactancia también acelera la maduración de sus órganos y sistema inmunológico, permitiéndole defenderse mejor de las infecciones. Así, los niños amamantados tienen un riesgo significativamente menor de enfermar y de morir de diarrea e infecciones respiratorias. Tienen, además, menos riesgo de contraer infección urinaria, otitis y meningitis. Con respecto a esta última, se ha demostrado que la protección sobre el riesgo de tal enfermedad no solo es efectiva durante la lactancia, sino que permanece hasta la edad escolar. También diversos estudios han evidenciado un menor riesgo de enfermar de diabetes juvenil, linfomas,
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enfermedades cardiovasculares y obesidad en etapas posteriores de la vida (UNICEF). Por otro lado, la lactancia materna al requerir del contacto físico regular y constante del niño con su madre le posibilita a éste organizar sus propios ritmos basales y su estado de alerta y, a su vez, esto disminuye el riesgo de apneas prolongadas, de asfixia por aspiración e incluso de la muerte súbita del lactante. Asimismo, dicho contacto organiza armónicamente en el neonato sus patrones sensoriales y gratifica profundamente sus sentidos. Además, se ha precisado que la LM facilita el crecimiento acelerado del sistema nervioso central favoreciendo el desarrollo cognitivo, lo cual hace
que los niños
amamantados sean más activos, presenten un mejor desarrollo psicomotor, una mejor capacidad de aprendizaje y menos trastornos de lenguaje que los niños alimentados con mamadera. De este modo, se asocia la LM con un mayor coeficiente intelectual en el infante4. Cabe señalar, que durante el amamantamiento se tiene el más temprano, extenso y cercano modelo de interacción social entre el niño y el mundo que lo rodea. Tal interacción no sólo proporciona apoyo nutricional sino también los inicios psicológicos para el niño y su familia en conjunto5. En este sentido, la LM de modo especial si se inicia inmediatamente después del parto, produce una reconocimiento mutuo entre madre e hijo y se establece entre ellos un fuerte lazo afectivo o “apego”6. Esto facilita que la madre se adapte rápidamente a los ritmos naturales de su hijo y, al prestar atención a los detalles de la conducta de éste, descubra lo que le satisface y actúe en consecuencia. Pero, resulta interesante también considerar que el bebé no permanece pasivo en el intercambio, sino que tiene la capacidad de activar la respuesta en el estilo de crianza de su madre. Así, lo que caracteriza la relación madre-hijo es precisamente la reciprocidad que facilita el apego7. Este apego induce en la madre un profundo sentimiento de ternura, admiración y necesidad de protección para su pequeño hijo8, por lo que podría decirse que una madre (sin psicopatología prexistente) que amamanta a su hijo mantiene una interrelación emocionalmente sana y equilibrada y tiene mucho menos riesgo de acudir a alguna forma de maltrato9.
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Op cit http://promocionsalud.ucaldas.edu.co/downloads/Revista%208_9.pdf 6 Comisión de Lactancia MINSAL, UNICEF(1995),Manual de Lactancia para Profesionales de la Salud, Chile, Editoras C Shellhorn, V Valdés. Ministerio de Salud,UNICEF 7 Ibid 8 Ibid 9 Op cit 5
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En consonancia con lo anterior, Ainsworth y sus colaboradores (1973) han observado que los niños cuyas madres han respondido sensiblemente a sus señales y han proporcionado un contacto físico reconfortante, son los que desarrollan un apego seguro10. Este tipo de apego, cabe señalar, sienta las bases para un desarrollo
psicoemocional saludable, mientras que en sus otras variantes (ambivalente, evitante y desorganizado) el niño queda predispuesto a experimentar mayores dificultades para regular las situaciones estresantes propias de la vida, lo cual, en ocasiones, deriva en una variada sintomatología (inhibiciones, conducta agresiva, depresión, etc). De esta manera, la intensa unión e interdependencia de la madre con el niño que amamanta, produce en ella un sentimiento de valoración de sí misma, puesto que se siente capaz de cuidar y satisfacer las necesidades de su hijo, y un equilibrio emocional que promueven su desarrollo integral como mujer11. Por otra parte, en lo que respecta a la salud materna, por el estímulo de succión inmediatamente después del parto, la oxitocina producida, además de estar destinada a la eyección de la leche, actúa simultáneamente sobre el útero contrayéndolo para evitar la hemorragia y favorece paulatinamente el retorno a su tamaño original. Además, la actividad hormonal de la lactancia cumple un importante rol en la prevención del cáncer de mamas y ovarios, reduciendo el riesgo de estas enfermedades12. Asimismo, la lactancia materna exclusiva (LME), en la medida en que la madre permanece amenorreica, evita el embarazo en el 98% de los casos durante los primeros 6 meses después del parto. El LAM (método lactancia materna y amenorrea) es el método anticonceptivo natural más eficaz que se puede recomendar para espaciar los nacimientos13. En relación a la familia, debido a que la LM no implica gastos adicionales en la alimentación del niño ni en consultas médicas ni medicamentos, optimiza los ingresos familiares. También
se debe considerar al amamantamiento del niño como una
experiencia familiar; el padre, otros hijos o personas integradas a la familia, organizan su interacción en torno a la madre y su hijo y, de ese modo, se refuerzan los lazos afectivos y de solidaridad familiar14.
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http://promocionsalud.ucaldas.edu.co/downloads/Revista%208_9.pdf Comisión de Lactancia MINSAL, UNICEF(1995),Manual de Lactancia para Profesionales de la Salud, Chile, Editoras C Shellhorn, V Valdés. Ministerio de Salud,UNICEF 12 Op cit 13 Op cit 14 Op cit 11
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Con respecto a la comunidad, la LM es una respuesta a los problemas del hambre y del alto índice de mortalidad infantil. Disminuye las hospitalizaciones, reduciendo el gasto público en atención por enfermedades y descongestionando el sistema de salud. Reduce costos de producción, almacenamiento, promoción, transporte y evacuación de envases y otros desechos Además, disminuye la ausencia laboral materna por enfermedades del niño. Y, como ya se señaló, en la medida en que la LM fortalece los vínculos familiares y contribuye a un desarrollo subjetivo saludable, contribuirá, en cierto modo, al fortalecimiento del lazo social. Por otro lado, el medio ambiente también resulta beneficiado con la práctica de la LM, ya que la leche materna es un recurso natural y renovable, ambientalmente importante, ecológicamente viable. Desarrolla una función biológica vital en el control del crecimiento de la población al espaciar los nacimientos. No desperdicia recursos naturales, como el agua, ni crea contaminación. No requiere envases, promoción, transporte ni preparación. No necesita de una fuente de energía ni requiere de utensilios especiales para suministrarla.
La leche materna se renueva con cada
embarazo y dura hasta que sea necesario para alimentar adecuadamente al niño15. Sumado a todos los beneficios que produce, la LM es asimismo parte de los derechos humanos fundamentales en tanto incluye el derecho a la alimentación y el derecho a la salud. “Todas las madres tienen el derecho de amamantar a sus hijos e hijas, y éste debe ser reconocido por el Estado y la sociedad como un derecho humano propio de las mujeres. El Estado tiene la obligación precisa de respetarlo, protegerlo, promoverlo y apoyarlo. Mientras que la decisión de amamantar es de cada una de las madres, los gobiernos tienen una serie de deberes a cumplir para que las mujeres, como titulares de este derecho, estén habilitadas para ejercerlo plenamente, eliminando los obstáculos que pudieran existir. Todas las familias tienen el derecho a ser apoyadas para lograr una lactancia satisfactoria”16. La República Argentina ha incorporado en su sistema normativo determinados instrumentos jurídicos que garantizan el derecho a amamantar. El mismo goza, en nuestro país, de protección constitucional y ha sido establecido específicamente en:
El artículo 24° de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (incorporada a la Constitución Nacional con la máxima jerarquía –artículo 75º, inciso 22–), en tanto se reconoce el derecho de todo niño y niña gozar del más
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Op cit http://www.unicef.org/argentina/spanish/ar_insumos_LMderecho.PDF
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alto grado de salud alcanzable, se establece que los gobiernos deben asegurar provisiones de alimentos nutritivos, y que las familias y la niñez deben estar informadas sobre la nutrición y las ventajas de la leche materna.
La Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (incorporada a la Constitución Nacional con la máxima jerarquía –artículo 75º, inciso 22–), en el sentido que todas las mujeres deben tener servicios apropiados con relación al embarazo y a la lactancia materna.
El artículo 11° del Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales (incorporado a la Constitución Nacional con la máxima jerarquía – artículo 75º, inciso 22–), en cuanto enfatiza el derecho a la alimentación y a la salud. El comentario general 12, sobre el derecho a una alimentación adecuada, dice que deberán tomarse medidas para mantener, adaptar y fortalecer la diversidad dietética y el apropiado consumo y patrones de alimentación, incluyendo la lactancia materna.
El artículo 75º, inciso 23, y artículo 14° bis de la Constitución Nacional, en tanto se establece que la lactancia materna será protegida a través de disposiciones de la seguridad social.
A su vez, en distintos órdenes normativos del país, existen otros instrumentos específicos que protegen este derecho:
El convenio de la OIT Nº 3 para la protección de la maternidad, de 1919, ratificado por el país en 1933: establece que las mujeres trabajadoras gozarán, por maternidad, de un período pago de licencia posterior al parto de al menos seis semanas y de períodos, también pagados, para amamantar durante sus horarios de trabajo después de retornar a sus empleos.
El Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna, adoptado en todos sus términos por Resolución Nº 54/97 del Ministerio de Salud y Acción Social de la Nación: limita las formas en que los sucedáneos de la leche materna, los biberones y las tetinas pueden ser comercializados y señala las responsabilidades del personal de salud en la promoción de la lactancia materna.
La Ley Nacional de Contrato de Trabajo establece las licencias por maternidad con goce de sueldo por 90 días en total, divisibles en dos partes: de 30 a 45 días antes del nacimiento, y los restantes después. También faculta a la madre lactante, en el año posterior al nacimiento, a dos descansos de media hora para amamantar (o extraer la leche) en su jornada de trabajo. Asimismo,
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protege la estabilidad laboral al incrementar la indemnización en caso de despido por causa de maternidad17. Todos estos beneficios y virtudes de la lactancia materna ponen en evidencia su importancia para el bienestar y desarrollo de nuestras sociedades, sin embargo son numerosos los obstáculos q las mujeres-madres encuentran a la hora de ejercer este derecho y que conducen al abandono del amamantamiento: falta de información, mitos o falsas creencias en relación a la lactancia, falta de apoyo por parte de la pareja, la familia y la comunidad para sostener el amamantamiento, el avance de los intereses de las grandes empresas fabricantes de fórmulas artificiales, entre otras. La protección, el respeto, la facilitación y el ejercicio del derecho a la lactancia necesitan el reconocimiento universal de su función social y la importancia de su práctica, y requiere de fondos públicos. Cada mujer debe contar con el apoyo completo de su entorno para asegurar la iniciación y continuidad de la lactancia materna. Es responsabilidad de la comunidad entera buscar la mejor nutrición y salud alcanzables para todos, comenzando por los más pequeños.
A partir de la insoslayable necesidad de generar acciones de promoción y protección de la lactancia materna UNICEF y la OMS han desarrollado la Iniciativa “Hospitales Amigos de la Madre y el Niño”, con el propósito de instalar la lactancia natural en la agenda de los servicios de salud. La misma consiste en el cumplimiento de los denominados “10 pasos para una lactancia feliz”. Estos son: 1. Disponer de una normativa escrita de lactancia que sistemáticamente se ponga en conocimiento de todo el personal. 2. Capacitar a todo el personal para que pueda poner en práctica la normativa. 3. Informar a todas las embarazadas acerca de los beneficios y manejo de la lactancia. Además de formación sobre los aspectos más relevantes de la lactancia que facilite el mejor inicio de la lactancia tras el parto. 4. Ayudar a las madres a iniciar la lactancia en la media hora siguiente al parto. Este Paso se interpreta ahora como: Colocar a los bebés en contacto piel con piel con sus madres inmediatamente después del parto, por lo menos durante una hora, y alentar a las madres a reconocer cuando sus bebés están listos para amamantar, ofreciendo su ayuda en caso necesario.
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http://www.unicef.org/argentina/spanish/ar_insumos_LMderecho.PDF
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5. Mostrar a las madres cómo amamantar y cómo mantener la lactancia incluso si tienen que separarse de sus hijos. 6. No dar a los recién nacidos otro alimento o bebida que no sea leche materna, a no ser que esté médicamente indicado. 7. Practicar el alojamiento conjunto –permitir que las madres y los recién nacidos permanezcan juntos las 24 horas del día. 8. Alentar a las madres a amamantar a demanda. 9. No dar a los niños alimentados al pecho biberones, tetinas o chupetes. 10. Fomentar el establecimiento de grupos de apoyo a la lactancia natural y procurar que las madres se pongan en contacto con ellos a su salida del hospital (y ofrecer a la madre los recursos de apoyo a la lactancia que existan en su área). En esta ocasión, queremos poner énfasis en el paso 10, ya que es el que encuentra mayores dificultades para su implementación. Esto se debe fundamentalmente a que la creación de grupos de apoyo a la lactancia y su puesta en funcionamiento se da fuera de la órbita de la institución hospitalaria, cuando la madre y el bebé dejan de ser “pacientes” y vuelven a su vida cotidiana y, por lo tanto, no pueden ser inmediatamente asistidos por el equipo de salud si surgiera alguna dificultad con la lactancia. La creación de grupos de apoyo requiere de una intervención especializada, puesto que implica la generación y acompañamiento de procesos de organización grupal y comunitaria. Consideramos que este es un espacio privilegiado de intervención del trabajador/a social, en tanto es el profesional formado y habilitado para generar instancias de participación y organización. Asimismo, la intervención del Trabajo Social en la creación de grupos de apoyo a la lactancia constituye una estrategia de construcción de ciudadanía, ya que promueve la participación social de la mujer y contribuye a su empoderamiento. Por otro lado, los grupos comunitarios de apoyo a la lactancia resultan una oportunidad para ponderar el valor social de las funciones reproductivas.
Bibliografìa MAX-NEEF, M.; Elizalde, A.; Hopenhayn, M. (1986). Desarrollo a escala humana: opciones para el futuro. Biblioteca CF+S. Santiago de Chile
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MEALLA, Eloy Patricio. (2006), El regreso del Desarrollo. En Scannone-García Delgado Ética y Desarrollo, Ed. Ciccus, Buenos Aires. Comisión de Lactancia MINSAL, UNICEF (1995),Manual de Lactancia para Profesionales de la Salud, Chile, Editoras C Shellhorn, V Valdés. Ministerio de Salud,UNICEF http://www.unicef.cl/lactancia/docs/mod01/Mod%201Beneficios%20de%20la%20lactan cia%20Para%20el%20publico%20nov%2005.pdf