Cirugía Plástica

¿A qué persona en su sano juicio no le ha pasado por la mente el quitarse o ponerse algo en su rostro o cuerpo para mejorar su aspecto? En casi cualquier etapa de la vida (adolescencia, juventud, adultez), gran parte de nuestra sociedad busca mejorar o mantenerse con una mejor silueta y apariencia. La cirugía plástica permite a la mujer que se siente incómoda consigo misma por la apariencia de sus senos, aumentarlos o disminuirlos de manera segura y eficaz; al varón inconforme con el tamaño o la forma de su nariz, mejorar su perfil; a la persona deportista y disciplinada en sus rutinas y dietas, eliminar los depósitos incómodos de grasa de su abdomen o cintura; a la mamá con estrías, quitarselas; a la chica tímida que no le gusta ponerse faldas por sentir sus piernas demasiado delgadas, aumentarles el tamaño. Así como estos ejemplos hay muchos más casos.

Lo ideal es informarse y tomar decisiones maduras. Cuando desees someterte a una cirugía estética es muy importante que investigues que el médico sea cirujano plástico certificado y colegiado. Lamentablemente existe en nuestro entorno competencia desleal y a la vez ilegal que se aprovecha del desconocimiento de las personas y realizan cirugías en la total clandestinidad y ponen en riesgo de salud a las pacientes.

Es indispensable que se acuda a la consulta para despejar tus dudas, porque el cirujano plástico necesita hacer una evaluación integral del estado de salud, conocer las necesidades de cada caso y con esta información realizar un diagnóstico y una propuesta de cirugía. Cada persona es distinta y no se puede aplicar el mismo tipo de cirugía a dos personas por igual, ni obtener resultados idénticos entre 2 personas. Cada paciente tiene una anatomía particular.

El éxito de una cirugía plástica involucra muchos aspectos empezando por tener un estado de salud adecuado, no fumar, no consumir sustancias dañinas al organismo, tener un peso saludable y tener expectativas reales, guardar reposo y llevar a cabo todas las indicaciones médicas.