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LA TEORÍA DEL DEPREDADOR

• SEGUNDA PARTE • LA tEORíA DEL DEPREDADOR

EExisten muchas técnicas para lidiar a un toro, vaca, becerro o becerra, pero antes de pretender explicarlas considero importante aclarar que en mi opinión todas están íntimamente ligadas con el comportamiento del toro en el campo. De hecho, me atrevo a asegurar que surgen con base en ese comportamiento.

Los especialistas coinciden en señalar que el toro ataca para defenderse. Pero en ese caso tendríamos que preguntarnos qué es aquello de lo que se defiende: ¿de un trapo, de un fantasma, de un movimiento?, ¿o quizá de lo que intuye que es un depredador que le puede atacar? En mi opinión es mucho más lógico que el toro se defienda de lo que cree que es un depredador, y que por lo tanto se mueve. Pienso que para el toro el movimiento es un indicio de algo, no un objetivo sino la guía para llegar a “eso” que le está amenazando.

Tal y como yo lo veo, cualquier técnica de toreo debe partir de la siguiente premisa: el toro debe ver el engaño como un animal que le amenaza y le provoca, por lo que necesita devolver el ataque para defenderse. El torero debe hacerle creer que el capote o la muleta es ese animal, y debe persuadirle, poco a poco, de que el lidiador que los maneja es un ente inofensivo, como el tronco de un árbol o algo similar, aunque al principio, torero y engaño sean lo mismo para el burel.

Estoy seguro de que el patrón de comportamiento a la hora de embestir y de sacar determinada mano adelante se debe a que el animal de lidia trata de “cazar” -salirle adelante- al trapo que le está provocando, muleta o capote, pues cree que es un animal que lo amenaza. A E

partir de tal reflexión pude entender mucho mejor el comportamiento de los animales de lidia en la plaza (videos del 12 al 14)*.

Una vez que esto se comprende, será sencillo observar que los toreros al citar, en la mayoría de los casos, dan uno o varios pasos hacia el pitón contrario llevando la muleta por delante, provocando así que el toro dirija su ataque al pico del engaño. Lo importante aquí es entender que ese paso -o varios pasos- tiene su fundamento en el comportamiento natural del animal, no en el estilo del torero o en la estética.

Sucede lo mismo al torear con el capote. Para dar un pase por el lado derecho del torero cuando el toro viene de izquierda a derecha, en sentido contrario a las manecillas del reloj, paralelo a las tablas, el torero habrá de mover la capa de la barrera hacia el centro del ruedo, campaneándola para que el animal crea que su depredador corre hacia los medios, por lo tanto, al intentar cazarlo sacará su mano izquierda adelante para equilibrarse y apuntar hacia la parte de afuera del engaño, y viceversa. Es decir, que el torero oscilará el capote hacia el lado por el que pretende dar el pase (videos del 12 al 14)*.

Vale la pena señalar que es más notorio y frecuente que el toro adelante la mano contraria, o bien se apoye en ella, cuando embiste desde lejos o al galope. Esto es debido a que como cuadrúpedo necesita adelantar o apoyarse en la mano del lado al que se va a dirigir por razones de inercia y equilibrio. Este comportamiento se puede apreciar más en el primer cite de cada tanda de pases.

Además de campanear el capote, veremos que el lidiador lo aventará también un tanto hacia la dirección del toro para que éste crea que ya está por alcanzar al depredador y baje así la velocidad para lanzar la cornada. De otra manera, la fuerte inercia que trae el animal provocará un desarme, es decir, que éste arranque el capote de las manos del torero.

En este punto es bueno recordar que a los toreros se les enseña que al citar a un toro de lado nunca deben dar un paso hacia atrás, pues eso devendría en una embestida directa al lugar donde ellos se encuentran.

Claro que existen excepciones para no dar un paso hacia el pitón contrario. Una de ellas es cuando el torero desea dar un pase por la espalda, caso en el que podrá dar un paso hacia atrás, es decir, hacia el pitón de adentro. De esta manera le está enviando al toro la señal de que ese depredador se desplaza hacia el pitón de ese otro lado y el burel se abrirá por la espalda del torero.

Me he fijado que cuando alguien, a pesar de haber visto muchas corridas, toma por primera vez un capote, por alguna razón se lo pone al lado del cuerpo, es decir, sin taparse con él, entonces cita al toro y cree que por arte de magia éste va a embestir a la tela y no a su cuerpo. La verdad es que en estos casos hay una alta probabilidad de que embista al torero, pues el animal identifica al bulto completo -torero y capote- como un solo depredador y puede atacar indistintamente a uno o a otro.

Lo que debe hacer el torero es poner el capote delante de su cuerpo, tapándose totalmente. De esta manera el toro no ve al torero, sólo ve la tela. Una vez que el toro se ha fijado en el engaño, como ya se dijo, se le debe citar campaneándolo -balanceándolo- hacia el lado en que se quiere hacer el pase (video 15)*.

En mi opinión, el toro ataca a lo que piensa que es la cabeza del animal oponente, pues está acostumbrado a que el depredador ataque con el hocico o con los pitones.

Sobre este tema, David Alonso redactó también el siguiente texto para mi libro Detrás del valor y del arte:

Es importante saber que el “motor” que da impulso al toro se encuentra en sus extremidades posteriores, por lo tanto, cuando vaya a salir en movimiento desplazará primeramente la pata y casi simultáneamente la mano que le da equilibrio y que le guiará hacia su trayectoria. Si los movimientos del torero no administran las distancias y favorecen las trayectorias, la lidia carecerá de naturalidad y los movimientos serán forzados.

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