Asì Ocurrió Por: Ing. Jesús Zárate Hernández Fotografía: Oskar Ruizesparza
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El adiós de un guerrero Antonio Barrera cortó dos orejas en su despedida de la plaza Nuevo Progreso Luego de una relación de apego con la Nuevo Progreso, el domingo anterior el sevillano Antonio Barrera se despidió de esta plaza con el corte de dos orejas. Barrera fincó en Guadalajara su cuartel de operaciones a su llegada a México. En tierras tapatías forjó las bases de su carrera taurina y también cimentó relaciones de amistad. Antonio ha sido un guerrero de los ruedos y Guadalajara ha sido su coliseo, en donde ha triunfado y también ha sido herido de gravedad. Para la ocasión se lidió un encierro de Xajay, que apenas cumplió en presentanción, pero mucho más grave es la falta de bravura de este hierro, que hasta hace pocos años se le consideraba una de las escasas ganaderías que conservaban el preciado tesoro de la casta brava. Lo de Xajay no es novedad, sus últimas presentaciones se han mantenido en el tono de la decepción.
Pero Barrera tuvo la suerte de enfrentar en primer término a un toro que le pudo instrumentar verónicas y mandiles con la capa. Ya con la muleta, el sevillano se ajustó en derechazos templados, se notaba que estaba disfrutando el toreo en su última comparencia en Guadalajara. El toro se apagó pronto y Barrera cobró un estoconazo. La autoridad concedió de inmediato dos orejas. Nada pudo conseguir Antonio con su segundo, un astado que embestía con la cabeza arriba y tirando derrotes sin ton ni son. No fue nada raro apreciar la voluntad férrea del diestro por tratar de agradar, pero se topó con pared ante el de Xajay. Al finalizar la lidia dio una vuelta al ruedo en la que el público le hizo sentir su cariño y reconocimiento a un guerrero de los ruedos. La despedida definitiva de Barrera ocurrirá el 12 de diciembre en León. Con la necesidad de reencontrarse con el