Asì Ocurrió Por: Ing. Jesús Zárate Hernández Fotografía: Oskar Ruizesparza
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Talavante tuvo la magia, no la puntería La primera corrida del 2013 suponía mucha expectación, que se vio frustrada por el pobre juego de los toros Bien dice el adagio que “corrida de expectación, corrida de decepción”, y sin llegar a ser decepcionante del todo, se esperaba mucho más de la tarde ayer en la Nuevo Progreso. Las cosas se complicaron desde hace días cuando por un accidente automovilístivo tuvo que salir del cartel Julián López el “Juli”, quien fue sustituído por Alejandro Talavante, quien terminó siendo el mejor librado, tras una gran faena que no pudo coronar con la espada La corrida contaba con el atractivo de la despedida de Rodolfo Rodríguez el “Pana” en Guadalajara y la repetición de Morante de la Puebla, tras su gran actuación en noviembre pasado en esta misma plaza. Pero lo que en el papel prometía, en los hechos quedó a deber. La primera decepción corrió a cargo de un encierro mixto de Marrón y San Isidro, que fue débil y de una bravura descafeínada. Sólo el sexto de la tarde se destacó por su calidad en la embestida. El “Pana” abrió la corrida con su peculiar
estilo y recibió a su primero con el lance de la veleta para luego dibujar unas promotedoras verónicas. La faena de muleta la comenzó con pases por altos y después de eso se sucedieron varios detalles que sólo podían llevar la rúbrica del legenadario matador, incluyendo un trincherazo de pintura. Para no se dejar de ser fiel a su trayectoria estuvo mal con la espada. En su segundo toro, en un acto de egoísmo mal entendido no le permitió a su banderillero Gustavo Campos salir al tercio luego de dos grandes pares, el público se le echó encima al “Pana”, en lo que pintaba para una muy amarga despedida. Obligado por las circustancias regaló un séptimo de escasa fuerza, y con el que tampoco sucedió nada relevante. Morante, con el peso de ser el gra atractivo en el cartel, simplemente no estuvo en su día. Mostró disposición en su primero y consiguió derechazos de buena factura, pero no logró redondear la faena. Con su segundo toro, no pudo hacer nada. Talavante se topó con un animal muy débil en
