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Álvarez Pelayo, José Luis “Álvarez Pelayo”
from Diccionario de toros Tomo 1
by FCTH
bastante irregular. Primero fui banderillero, luego fui novillero, luego tomé la alternativa, después renuncié a ella y volví a torear de novillero, luego he sido banderillero otra vez...He salido en las mejores plazas: en Madrid, en Sevilla, en Méjico, y he dado tumbos por plazas de pueblos. He alternado con torerillos desconocidos y con las figuras más grandes del toreo: como Vicente Pastor, con Ricardo “Bombita”, con Luis Mazzantini, con Montes. Ahora salgo de banderillero. Los últimos años he ido con Franklin, el yanqui, y con “Rayito”. En ese momento de la entrevista, Pedro Arenas, le hace ver que cuenta con 58 años y le preguntó ingenuamente ¿puede usted?, a lo que el torero exclamo como una exhalación con cierto aire de enfado: ¿Que si puedo?...El mejor par de banderillas que se puso en la plaza de Sevilla el año 1931, lo puse yo el Domingo de Resurrección, dicho por el crítico de “El Liberal”...Me tocaron la música. Yo estoy tan ágil y tan fuerte como un chaval, y tengo más afición que muchos chavales de ahora. Estaré mientras pueda. Si a los ochenta años puedo salir a la plaza y poner banderillas, pues las pondré. Yo no me retiro”. Sin embargo no pudo cumplirlo, porque seis años después terminó sus días en Sevilla el 2 de enero de 1938. Tuvo tres hermanos, José, Antonio y Francisco que también vistieron de luces. José, mayor que él, fue en su cuadrilla como banderillero. Antonio nació en 1870 y tras una breve intentona con espada y muleta, desistió y fue banderillero, y Francisco, que fue el menor, fue conocido como “Alvaradito Chico” y también fue banderillero.
ÁlvArez PelAyo, José Luis
Matador de toros nacido en Granada el 21 de junio de 1919, hermano de Elías, tristemente fallecido en Madrid el día de su presentación como novillero. Ambos eran hijos del antiguo matador de novillos apodado Tabernerito. A pesar de la tragedia familiar que supuso la pérdida de su hermano y la fuerte oposición por parte de la rama materna, José Luis se inició en el toreo haciendo el paseíllo por primera vez el 15 de septiembre de 1940 en la plaza de El Triunfo de Granada, mano a mano con Manolo Salinas. El aliciente del festejo era la repetición de la gentil rejoneadora Beatriz Santullano, que ya había actuado en la misma plaza el 28 de julio. Sin embargo, el festejo no dio nada de sí y el público se aburrió a más no
poder. Con motivo de un festival, repitió actuación el 8 de diciembre de 1940 en la plaza de toros de su ciudad natal, y se le volvería a ver el 20 de abril de 1941 con novillos de la ganadería de López Plata, alternando con Paquito Cambil y Andaluz Chico. Triunfó Francisco González Cambil, que se había presentado en esa plaza el 13 de octubre anterior armando un alboroto, al cortar dos orejas y un rabo. Esta vez lo volvió a armar y fue el triunfador de la tarde con cuatro orejas en su esportón. El 17 de mayo de 1942 Pepe Luis fue contratado para torear en la misma plaza granadina reses de la ganadería de Arias Reina con Eduardo Martín Arenas y Curro Vargas, que fue el triunfador al cortar cuatro orejas. Pepe Luis Álvarez Pelayo cortó una. Ese año toreó la última novillada del Corpus granadino, celebrada el Domingo de la Octava, 10 de junio, con novillos de Domingo Ortega, y Cayetano Ordóñez y Ricardo Balderas como compañeros de cartel, que estuvieron aseados y agradaron al respetable, pero fue Pepe Luis, quien se impuso y cortó la única oreja de la tarde. Por cierto, que en esa novillada, el más antiguo del cartel era él. Culminó la temporada de 1942 con 23 novilladas, una de ellas la de su presentación con picadores, en la plaza de El Triunfo, el 14 de octubre, alternando mano a mano con Andaluz Chico, y novillos-toros de la ganadería de Albarrán. Aclaremos que desde 1928 Granada tuvo dos plazas de toros, siendo la antigua, la que estaba en el campo de El Triunfo. Por delante actuó la rejoneadora Conchita Cintrón, que salió a hombros de la plaza. Agradó al público la labor de Pepe Luis Álvarez Pelayo y su nombre empezó a verse anunciado con regularidad por todas las plazas de la geografía española. Sin embargo, el número de sus actuaciones fueron descendiendo paulatinamente en las siguientes temporadas; así, en 1943 toreó 17 festejos y 14 en 1944, siendo uno de ellos el de su presentación ante el público madrileño de Las Ventas, el 9 de junio, en cuya ocasión se lidiaron novillos de Arturo Sánchez Cobaleda que estoqueó en unión de Vicente Vega “Gitanillo Chico” y Lucio Quevedo, también debutante, obteniendo un buen triunfo al conseguir cortar la oreja de uno de sus oponentes, por lo que el empresario madrileño lo volvió a contratar para el día 6 de agosto siguiente. José Luis Álvarez Pelayo, en el de su debut ante la cátedra madrileña, tercero de la tarde, más gordo que los anteriores y con más nervio, estuvo muy lúcido en el recibo capotero de cuatro verónicas y una media. Ovación y olés. Hizo un quite por chicuelinas, y tras cuatro varas y cinco pares de banderillas, comenzó la faena de muleta con dos estatuarios, continuando con una faena extraordinaria que no remató con la espada, con la que estuvo fatal: cuatro pinchazos, media