6 minute read
Díaz Portillo, Manuel “Torerito de Málaga”
from Diccionario de toros Tomo 1
by FCTH
toro, con la desgracia de resultar volteado al entrar a matar, sufriendo una fuerte conmoción cerebral que hizo temer lo peor. Ese año había toreado 23 novilladas previas a la alternativa y 5 corridas de toros. Sin embargo, y pese a tan buenos resultados en años anteriores, en 1919 toreó mucho menos, solo 10 corridas de toros, y no con muy buenos resultados artísticos. En 1920 toreó 8 corridas, una de ellas la de su presentación en Francia, en la plaza de Bayona, el 5 de septiembre, con toros de Graciliano Pérez, mano a mano con Diego Mazquieran “Fortuna”. En las siguientes temporadas la disminución de contratos se acentuó considerablemente, haciendo solo 6 paseíllos en 1921, si bien es verdad, que por una cogida grave que sufrió el domingo, 19 de junio en Madrid por un toro de la vacada de Felipe Montoya (antes, Marqués de Cañadahonda), en el triángulo de scarpa, estuvo convaleciente hasta el 14 de agosto. Ese día alternaba con Ricardo Anlló “Nacional” y Domingo González “Dominguín”. En 1922 no pisó el ruedo de Madrid, y como el declive era evidente, decidió renunciar a la alternativa en 1924 para volver al escalafón inferior y continuar en los ruedos como novillero, sin que en esta segunda etapa la suerte le acompañase, pues toreó poquísimo y los aficionados terminaron por olvidarse de él. En 1928 y 1929 solo toreó 4 novilladas, siendo sus contratos cada vez menores, hasta que se le dio prácticamente por retirado aunque lidiase alguna novillada. Retirado definitivamente de los ruedos ejerció como asesor de la Presidencia en la plaza de Madrid, ciudad en la que dejó de existir el 28 de enero de 1967. Este torero que fue un niño prodigio en los ruedos no llegó a ser figura del toreo por su desesperante apatía que ya arrastraba desde sus últimos años de novillero. Posiblemente, estuviese cansado o hubiese perdido la ilusión por los toros, y los aficionados terminaron por olvidarse de él. Había toreado 39 corridas como matador de toros.
díAz Portillo, manuel
Matador de toros y luego novillero, nacido en Buenos Aires (Argentina), de padre español, el 8 de mayo de 1903 pero criado desde muy pequeño en Málaga, por lo que es considerado como malagueño y español. Influido por el ambiente familiar, pues su padre había sido torero, quiso continuar la tradición y tras el lógico aprendizaje en capeas y tentaderos, logró vestirse por primera vez de luces el 25 de julio de 1920, alternando con Martínez
A B C D E F G H I J K L M N Ñ O P Q R S T U V X Z
Vera “Limeño” y Josele, lidiando astados de la vacada de Gallardo. Tas seis años de triunfos en plazas andaluzas, se presentó en Madrid, el 10 de septiembre de 1926, con novillos de la Vda. de Soler, Doña Casimira Fernández, alternando con Félix Rodríguez y Joaquín Rodríguez “Cagancho”, que resultó cogido muy grave. Torerito estuvo toda la tarde muy voluntarioso derrochando valentía circunvalando el anillo tras la muerte del primero y salió a hombros de la plaza, por lo que fue contratado para el domingo siguiente, oportunidad en la que volvió a triunfar a cambio de resultar cogido aunque de poca gravedad, que no le impidió torear dos días después en Requena, resultando nuevamente cogido al hacer un quite. En 1927 fue contratado de nuevo para torear en Madrid, el día 13 de mayo, y aunque quedó muy bien, resultó cogido, tónica demasiado habitual en este torero que terminó por pasarle factura al restarle arrestos, que los públicos iban notando decepcionados. Esto es lo que sucedió el 31 de mayo nuevamente en Madrid con novillos de Antonio Urquijo. En tal oportunidad Torerito de Málaga, pese a la expectación de los espectadores por verlo, no estuvo a la altura que se esperaba. Continuó toreando con mucha frecuencia, igual que se iban sucediendo los percances: el 10 de abril en Bilbao, el 14 de agosto en Madrid, ...etc. Terminó la temporada de 1927 con 20 festejos, que podrían haber sido bastantes más si no hubiese perdido algunos por los percances. Ante las circunstancias por las que transcurría su carrera decidió tomar la alternativa en Málaga de manos de Chicuelo con Manuel del Pozo “Rayito” de testigo, y toros del Marqués de Villamarta, porque los de Pérez de la Concha que se había anunciado no tenían el trapío exigido. Tomo del “Diario de Málaga”, de 9 de abril la reseña que “Un Reserva”, corresponsal del mismo, hizo de la actuación del toricantano: “Con buena entrada pero sin apreturas en Sol y muy mediana en la Sombra, se inauguró ayer la temporada taurina. Torerito, el paisano, había decidido tomar la alternativa en esta corrida. A nuestro modesto juicio, no lo creemos aún lo suficientemente enterado para contender con las figuras. Con gusto rectificaríamos esta afirmación que formulamos hoy, siempre que los hechos vinieran más adelante a demostrarnos lo contrario. La presidencia la ocupó don Antonio Sáenz Sáenz, actuando de asesor el competente aficionado don Aquiles Roura. Desfilaron las cuadrillas y se ordena se de suelta al PRIMERO, marcado en los costillares con el núm. 56, “Carahasca”, de mote, de pelo negro, algo bragao, gordo y recogido de defensas. Los peones abusan del trapo, y hasta capotean a dos manos (Protestas). “Torerito” lancea con embarullamiento. En el primer quite oye palmitas el paisano. “Rayito” se ciñe en su turno y es
aplaudido, como así mismo “Chicuelo” en el que le corresponde. Con escaso poder, cumple el de Villamarta en varas, soportando de Farfán y “Colombina”, hasta cinco puyazos. Hácese el pollo trinitario de las banderillas y desde el centro del anillo aguantando valientemente la acometida, cambia un gran par, saliendo achuchado de la suerte (ovación). Repite con otro par de frente, algo delanterillo (Palmas). Al hilo de las tablas y con mucho arrojo, cambia otro par y la ovación es unánime. “Chicuelo”, con las formalidades de rúbrica, entrega los trebejos de matar al paisano, le estrecha la mano y le abraza, deseándole mucha suerte, Brinda Manolo, que viste de celeste y oro, y empieza con un ayudado por alto, al que siguen otros de la misma marca por bajo, y aprovecha la primera igualada para soltar un pinchazo en hueso. A volapié, larga otra sangría, quedándose el bicho al sentir el acero. Nueva pinchadura (Pitos). Otra mas, encogiéndosele el astado (Mas pitos). Media estocada delantera. Un intento. Otro. Dos mas y al quinto golpe acierta. (Pitos).SEXTO. “Pistonudo”, núm. 77, negro zaino. “Torerito” se bailotea unas verónicas. El de Villamarta se duele al sentir el hierro, por lo que siempre sale suelto en las seis reuniones que tuvo con los jinetes. El público que ya está aburridísimo de la insoportable corrida, se entretiene tocando palmas de tango por cualquier cosa. Quedan dos jacos para el arrastre. Rosales coloca un buen par, Águila otro delantero y cierra el tercio el anterior, clavando bien ambos rehiletes. “Torerito” trastea utilizando ambas manos y sufriendo un achuchón al dar un pase. Sigue muleteando con vistas al aliño y en la primera igualada suelta un pinchazo. Otro que da en hueso. Alargando el brazo deja media estocada delantera y caída. Sufre un desarme y continua de forma desastrosa con el pincho. Un pinchazo hondo. Sigue media estocada delantera. Un intento. Otra media estocada caída. Otro intento y llega el primer aviso. Por fin acertó y el público ya cansado y hasta sin ganas de pitar, márchose aburrido de la corrida inaugural”. Terminaba “Un Reserva” su crónica con una advertencia: “Advertimos a los diestros que este periódico no acepta entradas y que, por tanto no deben dejarse estafar por nadie”. La crónica no es un ejemplo literario a seguir pero nos da una visión muy precisa de lo que fue la corrida de alternativa de “Torerito de Málaga” y cuál era el momento por el que atravesaba en el momento de doctorarse. D. José Maria de Cossío, por el contrario se limita a decir: “Estuvo regular con el capote y muleta, estropeándolo todo a la hora de matar” lo que da una visión distorsionada de la realidad. Lo cierto es que desde el preciso momento de su doctorado bajaron sus contratos y la consideración que tantos públicos sentían por él desde 1926 como el no-