LA CAMARISTA: ganadora del premio a mejor dirección de Ópera Prima Iberoamericana para Lila Avilés
LA NOSTALGIA noviembre
2018
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NOTA EDITORIAL
Número 3
Desde la editorial del festival hemos decidido enfocarnos en tres conceptos para dar lectura a la programación de este año: a través de la exploración del asombro, el juego / el aburrimiento y la nostalgia hemos escrito tres periódicos, con los cuales buscamos enmarcar a las películas en momentos análogos a la experiencia de ver cine. Los momentos solitarios dentro de las salas, lo que sentimos frente a las imágenes y la fuerza que requiere dejar ir a esos momentos, son algunas de las indagaciones que buscamos con estas lecturas. Estás leyendo el periódico número tres que juega con el concepto de la
Presidente del Festival Ing. Paúl Carrasco
NOSTALGIA Después de largas jornadas de cinefilia, durante el tiempo de La Orquídea, el cuerpo ha quedado marcado. Se extraña la sala de cine casi como un adicto en recuperación, y a la vez se agradece que esa intensidad en el mirar haya terminado. Ese enredo de sensaciones nos provoca que enfrentemos el mundo de todos los días con unos ojos que han sido ocupados por muchos mundos: unos ojos trastornados. Nosotras, desde Recodo, esperamos, entonces, que eso suceda en sus ojos. Que todas estas películas vistas, que todos estos parajes recorridos, habiten ahora su mirar. Y que esa nostalgia de todo lo visto lata en su cuerpo como el aletear de una mariposa inquieta que intenta escapar.
Directora de Festival Rebeca Alvear Equipo editorial Recodo.sx Galo Pérez P. (Editor general) José Peña Loyola (Editor Contraplano) Karolina Sotomayor (Editora) Sarah Jane Foster (Corrección de estilo) Juan Felipe Paredes (Asistente) Cobertura Juliana Andrade Alvear Andrea Ávila Luna Articulistas: Álvaro Alemán Galo Pérez P. Karolina Sotomayor Juan Felipe Paredes Diseño y diagramación: Federico Rozo (Dream Media Group)
Ganadores La Orquídea 2018 El Festival de Cine la Orquídea se enorgulleció de entregar los siguientes premios para culminar su séptima edición. Felicitaciones a todos los ganadores y ganadoras.
Panorama Ecuatoriano
Ópera Prima Iberoamericana
Premio del público
Mejor Película
SACACHÚN Gabriel Paez
Cuenca, octubre 2018
CHUVA, É CANTORIA NA ALDEIA DOS MORTOS Renée Nader y João Salaviza
www.festivalcineorquidea.com
Ópera Prima Iberoamericana
Largometraje Internacional
Largometraje Internacional
Mejor Dirección
Mejor Película
Mejor Dirección
LA CAMARISTA Lila Avilés
ROJO
Benjamín Naishtat
SCARY MOTHER Ana Urushadze
Cortometraje Ecuatoriano
Mejor Cortometraje
HUACA Diego Ortuño
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Proyectos En Marcha
LO INVISIBLE Javier Andrade
Proyectos En Marcha
EL PARAÍSO DE LA SERPIENTE Bernardo Arellano
Rebeca Alvear. Directora del Festival Del 19 al 26 de octubre vivimos en Cuenca ocho días de fiesta alrededor del cine. Desde la Prefectura del Azuay se invitó a cada uno de los cuencanos, azuayos y ecuatorianos a ser parte de este importante evento. La respuesta a esta convocatoria no se hizo esperar; se dieron cita personas de distintas partes de nuestro país, así como de varios lugares del mundo. La conceptualización, organización y ejecución del Festival de Cine La Orquídea, representa para mí la oportunidad de desempeñarme dentro del área que más disfruto: el cine. Nuestra promesa está endosada al servicio de Cuenca. Es una respuesta responsable a la confianza depositada por el creador de este encuentro, Paúl Carrasco Carpio. El público cuencano visitó las salas y teatros, sedes de la programación que ésta séptima edición del Festival ofrecía. Los acreditados de OrquídeaLab pudieron formar parte de los talleres y seminarios de formación académica, como el seminario de crítica cinematográfica a cargo de Alonso Díaz de la Vega, o el curso de actuación dictado por el reconocido actor mexicano Damián Alcázar. También se llevó a cabo el Seminario de Nuevos Formatos y Narrativas dedicado a los estudiantes de cine de diferentes universidades del Ecuador, y se realizó con éxito el Laboratorio de Guión dirigido por Ana Cristina Barragán con la presencia de los tutores Alejandro Fadel y José Luis Torres Leiva. También vivimos la emoción del Rally Cinematográfico Universitario que se tomó las calles de Cuenca en seis espacios emblemáticos de la ciudad: se juntaron seis equipos de ocho universidades del país, quienes llevados por la adrenalina de la competencia, realizaron seis cortos en setenta y dos horas. Con todas estas actividades, el segmento de OrquideaLab se consolidó como el espacio de formación académica, producción y tutoría del Festival de Cine La Orquídea.
OrquídeaPro fue otro de los espacios fundamentales dentro de esta séptima edición. Este espacio de encuentro de profesionales de la industria del cine, tanto ecuatoriana como internacional, se instaura y promete para largo dentro del Festival. Durante 5 días y con la participación de 200 acreditados e invitados reconocidos de Ecuador, México, Suiza, Bolivia, Perú, Colombia, Estados Unidos, Guatemala, Brasil, Uruguay y Chile, se realizaron charlas magistrales, mesas redondas, conversatorios y debates entre profesionales del sector audiovisual ecuatoriano y de la región andina. La presencia de personajes reconocidos y con experiencia aportó mucho a este evento. En este marco, se dio también un encuentro entre autoridades gubernamentales de los distintos institutos del cine y el audiovisual de la región andina, quienes contribuyeron a posibles acuerdos entre naciones. El cine se tomó los hoteles, restaurantes, plazas, parques, cafés y bares de Cuenca. Durante 8 días estudiantes de escuelas, colegios, y universidades, madres, abuelos, novios y amigas se deleitaron con las películas de las distintas secciones. Cineastas, catedráticos, productoras, directores, actrices y actores, se encontraron y fraguaron nuevos proyectos. Nosotros, los organizadores, vimos con mucha alegría cómo nuestro esfuerzo y trabajo de once meses dio frutos y la gente de Cuenca gozó con el cine, con la música, y con los grandes invitados: Francis Ford Coppola, Sebastián Lelio, Damián Alcázar, Estefanía Cayo, Darío Yazbek, Aleks Syntek, Fonseca y Miguel Bosé. El Festival de la Orquídea ya no es solo de Cuenca sino del Ecuador, y se proyecta a entrar en la liga de los grandes Festivales internacionales. Nos vemos el próximo año aquí en Cuenca con la octava edición del Festival, la cual será igual o mejor que la que ahora damos por clausurada.
¡ES ESTA NUESTRA PROMESA Y NUESTRO COMPROMISO!
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Monstruosos doblajes, Amores Perdidos, y Condorito
“Hollywood… mediante un maligno artificio que se llama doblaje, propone monstruos que combinan las ilustres facciones de Greta Garbo con la voz de Aldonza Lorenzo”. Esta amalgama de voces y cuerpos extraños a la que alude el autor de Ficciones, evoca la antigua práctica de ventrilocuismo, o gastromancia, como la llamaron los griegos en la antigüedad clásica, en que atribuían la voz proyectada a sujetos provenientes del más allá. Existen registros del uso de la técnica, vinculada a la profecía, a través del oráculo de Delphi. Uno de sus practicantes más exitosos fue Euricles, un profeta ateniense; en su honor, la referencia a los grastromantes se convierte en “euríclides”. En el medioevo se identifica esta actividad con la brujería, ya en el XVIII, se asocia con el espiritismo que, a su vez, se conecta con la magia escénica y la escapología. No es hasta el XIX cuando, en Occidente, el ventrilocuismo se despoja de asociaciones místicas. En otras partes del mundo, el uso ritual o religioso de la técnica persiste, se registra, por ejemplo, entre los pueblos Zulu, Inuit y Maorí. La dimensión fisiológica/anatómica del ventrilocuismo se emancipa con el advenimiento del cine, que consiste en una suerte de amplificación de esta tecnología. La confusión de voces, la emancipación de la voz de un solo cuerpo prolifera en este nuevo medio-ambiente mediático que genera, como Borges sugiere y parodia a la vez, desconcierto/miedo y blasfemia. La introducción en el cine del sonido, alrededor de 1930 y durante la confusión de la caída bursátil que precipitó una crisis económica mundial, generó dificultades en la industria. Confusiones imprevistas en un momento en que el doblaje, tal como lo conocemos hoy en día, era aún una posibilidad remota. Algunos estudios, Universal, en particular, decidieron filmar varias versiones de una película de manera simultánea, en distintas lenguas. “El experimento, que duró tres años, fue un completo fracaso.” Escribe John King en Carretes mágicos, a la vez que describe algunas de las razones del mismo: “Los públicos habían adquirido el hábito por las estrellas de Hollywood y se desconcertaron en extremo cuando vieron sus voces reemplazadas por desconocidos locutores hispánicos. El problema del acento, del dialecto y aún del efecto psicológico de la voz resultaba casi insoportable: los argentinos, por ejemplo, no deseaban, bajo ninguna circunstancia, escuchar a los mexicanos, y por supuesto tenían grandes dificultades para entender el cortado acento de los cubanos”.
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Para inicios de la década de 1940, la circunstancia se había estabilizado en algo: la segunda guerra mundial empezaba a afectar al continente americano y los EEUU se apresuraron a implementar una “diplomacia suave”, a través de su política del buen vecino, diseñada para asegurar su “patio trasero”. Se despliega una campaña, liderada por Nelson Rockefeller, de “cooperación y entendimiento mutuo”. Se organiza una cumbre continental en Río de Janeiro y se produce, con la única excepción de Argentina que se proclama neutral en la guerra, la declaratoria de guerra a Alemania, Italia y Japón por parte, país a país, de todo el continente americano. Esto provoca una serie de consecuencias en la industria del cine para nuestra región.
CALABACITAS TIERNAS, ¡AY QUÉ BONITAS PIERNAS!
Dice Jorge Luis Borges, en la edición de junio de 1945 de la legendaria revista Sur:
Enumero aquí tres de ellas :
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La asfixia de la industria argentina de cine por parte de los EEUU, que se resisten a servir de proveedores de celuloide una vez que las líneas de aprovisionamiento de Europa se cierran. Esto resulta en el inicio del auge del cine mexicano y de su influencia regional. El cine mexicano pasa de producir menos de 20 largometrajes al año en la década de los 30, a más de 100 a finales de los cuarenta y a triplicar el porcentaje de exhibición de sus películas en Hispanoamérica.
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El encargo que hace Rockefeller a Orson Welles de que filme un largometraje en Brasil. Welles se embelesa con el país, se interna en sus profundidades e inicia un ambicioso y arriesgado proyecto que luego será bloqueado tanto por Rockefeller como por el oficialismo brasileño y Getulio Vargas que no quiere ver representada una imagen inconveniente de su propio país. La distancia geográfica entre Welles y su esposa, la mexicana Dolores del Río se convierte en la gota que derrama el vaso matrimonial. El director mexicano Emilio “El indio” Fernández, junto con Del Rio y Pedro Armendáriz, veteranos y marginales sujetos de Hollywood, deciden jugarse por la promesa de un cine propio y abierto a contar historias que los conviertan en protagonistas. Será ese trío, junto con la pujanza de una floreciente industria musical mexicana, liderada por luminarias como Agustín Lara, por artistas de la luz como Gabriel Figueroa, por una coyuntura económica favorable y un gobierno dispuesto a financiar la aventura, aquello que produzca una breve edad de oro para el cine mexicano.
Rockefeller financia dos animados de Disney que impulsan su visión del buen vecino: Saludos amigos (1943) y Los tres caballeros (1945), esta última una representación del viaje en grupo que hacen el Pato Donald, Pepe Carioca y Panchito, el gallo vestido de charro que representa a México. El término “Pancho” para entonces se había hecho extensivo en EEUU para designar a toda persona hispanohablante. Dice René Rios Boettinger—Pepo—que en 1949 vio Los tres caballeros y se sintió impelido a reaccionar en contra de Disney. El resultado fue un ave iconoclasta, irónica, picaresca que decidió llamar Condorito, un personaje que tiene una deuda también con el cine mexicano, y con sus luminarias cómicas, entre ellas Cantinflas y Tintán.
La programación del Festival La Orquídea, que nos trae una muestra del cine mexicano de antaño, junto con coproducciones mexicano-ecuatorianas, nos retrotrae a pensar en la monstruosidad que dijo Borges. Una monstruosidad mediática luminosa y ventrílocua, que nos habla desde el vientre de una historia nacida hace ochenta años y que mantiene intacta su vocación por el terror, el asombro, el amor, la risa y la magia. / Álvaro Alemán
Sacachún el cine y su exhibición Sacachún, es un pueblo en el kilómetro 15 de la vía Guayaquil - Salinas que fue el hogar de Don Biritute: una escultura de piedra que traía fertilidad a la vida del sector. Hace algunos años un grupo de militares se lo llevaron por la fuerza y lo embodegaron en la ciudad de Guayaquil. Los campos se secaron y los jovenes desaparecieron. Sus habitantes todavía esperan el retorno de su santo y con él, la caída de la lluvia. Contar la historia de un pueblo olvidado, representa un ejercicio de hacer memoria mediante la recopilación de archivos y testimonios. La intención de Sacachún, la película, según su productora Isabel Rodas, es mostrar esta memoria a la gente a la que le pertenece: a los habitantes del lugar. Para los creadores del filme está claro la importancia de la representación: verse retratado por otro, verse en pantalla grande. Es por esto que la historia de Gabriel Paez, su director, narra y describe las caracteristicas de un pueblo que a la vez es el reflejo de muchos otros lugares olvidados en Latinoamérica. Con este antecedente, la producción ha buscado encontrar diversas formas de mostrar el largometraje. En su exhibición se desea llegar a espacios lejos de las salas de
Un océano de sonidos
ALL THESE CREATURES
(Corto Internacional) Suelo quedarme en casa solo muy seguido. Me acuesto en en mi cama y miro distintas cosas a mi alrededor: las cortinas rotas, las paredes enmasilladas y las nuevas rupturas en el techo de mi habitación. Cuando la luz del sol entra por la ventana, veo como pequeñas partículas de polvo aparecen y se mueven a través de ese segmento iluminado. Me veo al espejo para ver mis movimientos reflejados, para tratar de verme por fuera. Con esto, surgen preguntas que me hacen doler el estómago. Paro. All these creatures es la historia de Tempest, un niño de menos de quince años que cuenta cómo las repentinas y frecuentes desapariciones de su padre lo llevan a hacerse preguntas que imagino, también le provocan dolor de estómago. Tem-
cine. En aulas y plazas que con hábil improvisación funcionan como espacios seguros para el comentario y la discusión de los nuevos espectadores. Es así que el ejercicio de hacer cine también nace con una convicción política. La de acercar el cine a todos. Para Isabel, cada persona recibe una historia de diferente manera, se envuelve en ella, con su bagaje cultural, su clase social y el lugar y el contexto de exhibición. Para Filmarte, empresa productora de Sacachún, su trabajo se vuelve tambien un compromiso de mostrar sus historias a las personas que pueden empatizar de manera más cercana con ellas. En el séptimo Festival de Cine la Orquídea, la película de Gabriel Paez llenó las salas y fue la ganadora del Premio del Público para largometraje ecuatoriano. Es evidente que la historia de este pueblo nos refleja y confronta y este éxito con las audiencias, abre la discusión sobre la importancia de la creación de personajes y la repetición de relatos que provengan de espacios fuera de los centros y lejos de las salas. / Galo Pérez P.
pest empieza a observar, escuchar y pensar sus alrededores con temor, mientras las voces que lo rodean sugieren que su padre perdió la cabeza y que su principal encrucijada es evitar caer en el mismo hueco del que tanto trata de escapar. Simultáneo a esto, una invasión de cigarras en su jardín crean un insoportable ambiente de uniforme vibración a 86Hz. Existe un sentimiento constante de no-estar por parte de Tempest cuando cuenta su historia. A pesar de que habita casi todos los espacios, de que es el narrador y el personaje central, parece que mirara todo desde afuera. Empecé, nuevamente, a sentir dolor de estómago al creer que probablemente Tempest debe callar a todas esas criaturitas que suenan como cigarras y habitan en sus adentros (y en su jardín) para no convertirse en su padre, pero son los gritos de su padre los que revelan la otra verdad, lo que no es placentero escuchar. All these creatures se refiere a la pureza, tanto inocente como demente.
La historia de Tempest es un despertar sensorial. Participar del juego de la racionalidad y el pensamiento forzado es hacer ruidos cuando no soportamos el sonido del ambiente, es cerrar los ojos cuando hay algo que no queremos ver y al mismo tiempo ver con detenimiento el más allá, escuchar los sonidos del patio, del carro y del suburbio para evitar el encuentro con el mundo de los adultos e, inevitablemente, de nuestros padres: una acción desesperada para regresar a lo que entendemos como realidad. A menudo, el ambiente que nos rodea se vuelve un lugar que nos cuesta habitar. Al observar con detenimiento nuestros alrededores, inevitablemente planteamos otros entendimientos, otras realidades o posibilidades en donde podamos estar en paz. Lo más seguro es que el polvo en mi habitación haya sido piel muerta, y si hoy me miro al espejo, es probable que no sienta dolor de estómago. / Juan Felipe Paredes
IMPRESIONES SOBRE NOSFERATU PEDRO "Es increíble ver una película que es una joya en la historia cinematográfica y fue una gran oportunidad verla con una orquesta en vivo, realmente algo inesperado, una gran sorpresa.La película Nosferatu se me hace familiar, porque podría ser un personaje de mi familia como mi tío Pancho o mi papá" VERÓNICA "Es una película que se puede apreciar en su totalidad por la manera en la que fue hecha y por todos los recursos que se usaron para el año en la que fue producida. La orquesta sinfónica le dio el toque especial que pocas personas tuvieron la suerte de disfrutar. Como cinéfilos que somos tuvimos la suerte de vivir este bello arte por completo, es una película inimaginable y sorprendentemente agradable." MICHAEL MEISSNER, DIRECTOR DE LA ORQUESTA SINFÓNICA DE CUENCA "Uno crece con todas las películas de Drácula y esto fue muy especial, yo nunca hubiera pensado que alguna vez la iba a musicalizar yo mismo. Fue una linda experiencia, salió muy bien y con tanto público.(...) Fue un gran éxito."
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El pasado 19 de octubre inició la séptima edición del Festival de Cine la Orquídea. Después de la proyección del filme Ana y Bruno, los asistentes disfrutaron de una noche llena de música y baile durante el cóctel de bienvenida.
Francis Ford Coppola deleitó a un público de casi 800 personas en el Teatro Carlos Cueva Tamariz, donde compartió sus experiencias haciendo icónicos filmes como El padrino y Apocalipsis Ahora.
Alrededor de 200 personas se acreditaron al espacio de OrquídeaPro, donde se desarrollaron conversatorios, foros y mesas redondas para dialogar sobre distribución, producción, y el estado actual de la industria del cine en Ecuador y América Latina.
El cine se toma la ciudad. El público cuencano gozó de funciones al aire libre donde se proyectaron Virus Tropical, una maratón de cortometrajes y la producción ecuatoriana Dreamtown.
Treinta actores y actrices asistieron al taller de actuación que ofreció el actor mexicano Damián Alcázar como parte de la serie de talleres del espacio OrquídeaLab.
“Ni una menos” fueron las palabras que se repitieron una y otra vez durante el concierto de la rapera guatemalteca Rebeca Lane, cuya poesía se tomó la Corte de Justicia del Azuay.
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Discutir sobre el hacer y sobre el ver. Diálogos sobre edición, producción, distribución y exhibición. Presentamos aquí fragmentos de dos de los diálogos que se dieron en el marco de varias conversaciones sobre el quehacer del cine durante el Festival. Algunas de estas conversaciones serán editadas por nosotras (Recodo.sx) en forma de libro. Creemos que estos diálogos son esenciales no solo para la construcción de estructuras de producción dentro de nuestra cinematografía, sino también para pensar tanto en las películas en sí mismas, como en su proceso y su futuro una vez terminadas.
Fragmentos de: Producir
en Latinoamérica, ¿y el público?
Ramiro Ruíz en diálogo con Isabela Parra. A próposito de la Orquídea: Creo que la Orquídea es un festival que acerca el cine a la población de Cuenca y no se queda sólo en los especialistas o en la gente que trabajamos en cine, sino que lo abre. Y para mi eso debería ser el motivo de los festivales más que una cuestión hecha por especialistas para especialistas. Me parece que los festivales deben ser los foros para que la gente que no se dedica al cine y que lo único que quiere es ver películas, buenas e interesantes, pueda acercarse. Y me parece que Cuenca está haciendo un muy buen esfuerzo en ese sentido.
Sobre el cine de autor y el cine comercial: Odio los adjetivos calificativos de las películas encasilladas en comerciales y no comerciales. Para mi en realidad
Fragmentos de:
no hay películas comerciales y películas de autor. Las películas son todas. Creo que hay películas para diferentes públicos. Hay películas con un alcance más masivo, y, en cambio, películas de nicho, para un público más específico, más de festivales, otro tipo de cosas.Yo pienso que todas las películas son autorales. Si creo que Marvel, sus directores, ponen algo de su propia autoría al hacer una película de esas. Nos puede gustar o no, pero hay una propuesta de director. Y creo que películas como Roma ( Alfonso Cuarón, 2018) son también películas autorales. Entonces al final pueden ser uno o varios autores de la película sin son directores, productores, los que participen, pero creo que hay una cuestión autoral en todas ellas. Así como también creo que hay una cuestión comercial en todas ellas. Creo que los que hacemos cine hacemos cine para que la gente lo vea.
Queremos que la película esté en una sala de cine donde la gente pague un boleto para verla.
Acerca de las plataformas de exhibición:
comerciales, de todo. Los cines están en centros comerciales, ya no hay el cine que está fuera de un complejo comercial.
Sobre el cine nuestro:
Las plataformas digitales vienen a cambiar completamente el paradigma. Son ellos los jugadores más importantes, y son los que empiezan a tomar una serie de decisiones de cómo comercializar una película. Antes uno pensaba siempre en la taquilla, en el estreno theatrical, cuántas copias, para quién va dirigida. Hoy en día esa parte a las plataformas digitales les tiene totalmente sin cuidado. Yo creo que el cine en cines va a seguir existiendo. No por una cuestión romántica, a mi me encantaría que así fuera, pero no es por eso, desgraciadamente, es porque el cine representa un negocio en términos ya
Nuestro cine es otro. Nosotros no hacemos superhéroes, los hacen ellos y los hacen muy bien. Nosotros tenemos que aprender a hacer nuestro cine, y a distribuir nuestro cine en el territorio que le corresponde, en donde podamos tener la capacidad de exhibir películas en español. Por eso es necesario que se vea a latinoamérica como un solo territorio. Empecemos a meternos por ahí. Tenemos que hacer un mejor cine y acercar ese cine a la gente. Y tenemos que, como productores, empezar a entender qué tipo de cine, en nuestro idioma, quiere ver la gente.
Acerca del lugar del montajista:
poder elegir. Hay este precepto de que el editor sea objetivo. Yo (Yibrán), en cambio, he encontrado que trabajar desde el guión es algo muy benéfico. No creo en que haya una pérdida de objetividad al ir al rodaje. Trato de la primera semana ir al rodaje, sobre todo para ver qué es lo que no está funcionando. Creo en una participación más activa en el rodaje del editor.
Transiciones entre la edición y la dirección.
Carla Valencia en diálogo con Yibrán Asuad Mújica. Sobre las diferencias entre ficción y documental: No es tan diferente editar una ficción de un documental como se puede pensar. En mi experiencia editar una ficción es un proceso de re-escritura, al igual que en el documental puede pensarse el montaje como un proceso de escritura. Por eso veo que el proceso puede pensarse cada vez más cercano. En el documental hay como un respeto más grande al poder invisible del editor. Que es el poder invisible más grande que hay en el cine porque es anónimo, y es un poder muy grande porque es donde se construye la película.
Dentro de la ficción siempre hay como diferentes planos, diferentes tomas, de una misma escena de una misma situación que ya van marcados de alguna forma. Y hay editores que respetan eso, que respetan y trabajan con el plano que ya se eligió durante la filmación. Y en cambio hay montajistas como tú (Yibrán) que no respetas eso, y que de alguna manera prefieres ver todo y así poder elegir. Dentro del documental muchas veces las cosas que están antes y después de la claqueta sirven muchísimo más. Son situaciones un poco más genuinas, y creo que en la ficción puede pasar también. Si sobre todo en películas de tinte más intimista.
En la sala de montaje es el momento clave donde el director se enfrenta a la posibilidad o la imposibilidad de que su película exista. El montajista se vuelve el responsable de que el sueño del director se haga realidad. Es a veces como una especie de terapia. Hay muchos editores y muchos directores que plantean que el montajista no esté ni en la escritura del guión ni en el rodaje, que no esté contaminado por el proceso para que cuando llegue el momento de ver el material por primera vez tenga una especie de virginidad frente a este material y pueda tener una sensibilidad como primer espectador bien instintiva para
Yo (Yibrán) siento que nuestra labor como montajistas es ser como mediums entre lo que el director quería hacer y lo que el material que tiene puede lograr hacer que nunca es lo que él se imaginó. Y en el documental pasa que a veces el material carga algo el director ni siquiera se lo imaginó.
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II RALLY CINEMATOGRÁFICO GOOD BOY
KISHA KISHA
TRIPLE A
“Quiero que el brazo salga de la esquina”
“Agarras cuchillo, ZAG ZAG, agarras la carne” “Tienes que moverte súper mecánico” ASTROSOFIA
“Tenemos la posibilidad de crear cosas en un ritmo que no es común”
“CORTE... está hermosa la toma” “No podemos hacer que sea tan plano” “Qué bestia como se ven esas cenizas, está locaso” MÁS ALLÁ DEL CAMINO
“El cine se hace con amigos, esto es cuestión de confianza”
“Triple A es la visión de un niño sobre el amor; sin distinciones, sin estereotipos, sin prejuicios, tan simple y llano como es el amor” LAS MIL Y UN HISTORIAS DE ERNESTO
“Estar en otra ciudad rodando, dormir pocas horas, y madrugar fueron parte de esta competencia”
Más allá del camino Cortometraje ganador
"La amistad entre dos niños devela las inquietudes propias de la niñez" En la parroquia de Turi, un colorido poblado periférico de la ciudad de Cuenca, nos encontramos con Doménica y Brian, dos niños que inician una aventura para pasar la tarde. Doménica reta a Brian a una carrera de subida por unas largas escalinatas que llevan al mirador de Turi. Mientras corren y juegan con rumbo al mirador se devela la entrañable amistad y la gran complicidad de nuestros dos personajes que tras llegar y beber un “rompenucas” terminan frente a un altar y ante sus inquietudes más profundas. / Dirección: Andrés Bermeo. / Producción: Juan Carlos Granda. / Dirección de Fotografía: Pablo Juela. / Ast. Fotografía: Andrés Saca. / Arte: Paúl Coronel, Simonné Heras Cueva / Reparto: Doménica Puma, Bryan Moreta
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La silla vacía Si no hablamos de feminismo es porque nos estamos quedando atrás La silla vacía: el rol de la mujer en el arte, fue un espacio para conversar sobre género en la industria cinematográfica. En él participaron cinco mujeres que cumplen diversos roles dentro del sector cultural latinoamericano: la rapera guatemalteca Rebeca Lane, la productora Isabel Dávalos, la cineasta Antonella Frisone, la actriz Juana Estrella y la activista, ecologista y programadora de la sección de género del festival, Anaís Córdova-Páez. El público tuvo la oportunidad de escuchar y participar abiertamente en este diálogo sobre lo que significa ser mujer y trabajar en la industria del cine. Tomamos como temática central la silla vacía, el silencio que sembramos por muchos años tanto en la industria cinematográfica como en la musical, teatral y artística. Analizamos ese silencio, analizamos lo que significa que la silla esté vacía y se llegó a la conclusión de que está vacía no porque falten mujeres que quieran hacer cine, o música o actuación. La silla está vacía como una forma de protesta. Las mujeres que trabajan en industrias culturales y artísticas se enfrentan a una serie de obstáculos que hacen que ese camino que los hombres han recorrido casi en piloto automático sea para ellas territorio peligroso,
un camino lleno de baches. Hablamos sobre el tener que esquivar la misoginia en todas sus formas; Rebeca, quien se dedica a la abogacía como profesión, por años ha tenido que aguantar que le llamen “doctorita” para que sienta de verdad que no la toman en serio en su propio trabajo. Hay baches que están marcados en nuestra historia, donde prácticamente no se habla de nosotras, seguimos escuchando discursos y charlas donde no se nombra ni a una sola mujer como ejemplo de “los grandes del cine”. Ni hablar sobre todas las historias de abuso que han salido a la luz gracias al movimiento Me Too y Time’s Up. Las palabras, los roces, una mano que toco lo que nadie pidió que tocara, una muestra de “afecto” innecesaria, son todas barreras que hacen que ese recorrido demore mucho más de lo que debería para nosotras. Las mujeres siguen dirigiendo filmes, siguen actuando, siguen cantando, siguen asistiendo al trabajo todos los días a pesar de las condiciones bajo las que laboran. La silla vacía se ha convertido en un mensaje. La ausencia de diálogo es una forma de manifestar que por más que se hable sobre un tema de todas formas quedan problemas complejos por detrás. Es así que se pensó este diálogo como el inicio de una serie de conversaciones
que debemos tener. Aunque no se llegue a crear una propuesta tangible, el diálogo se presenta como el lugar desde donde se pueden crear esas propuestas. La silla vacía nos hace entender que estamos dentro de un sistema del que no podremos ser parte sin luchar por esa posición y reconocimiento. No faltan ganas, no faltan mujeres, falta el reconocer que estamos trabajando y creando constantemente bajo circunstancias muchas veces hostiles. Llenamos el silencio de la silla vacía con nuestras experiencias, dimos nuestras opiniones y compartimos ese temor que a veces nos llena a todas. Nos preocupa no ser lo suficientemente inclusivas, nos preocupa que aún dentro del discurso feminista existen privilegios raciales y de clase. Existe un feminismo que para muchas mujeres viene con una maleta llena de privilegios dada su raza y clase social, pero que de todas formas se enfrenta a luchas particulares dentro de su propio contexto. Para las mujeres trans, indígenas y negras el camino puede ser aún más difícil de recorrer. Una de nosotras recalcó la importancia de recordar que se rechazan proyectos cinematográficos de muchas mujeres solo por su raza. Es también importante recordar que el cine no solo lo hacen personas pudientes, es un pensamiento que a
menudo nos hace creer que las personas que eligen esta industria se han permitido ese lujo, pero ese no es el caso para todas. Lo que rescatamos de los privilegios es que han dado paso a la creación de plataformas inclusivas que respetan las narrativas de mujeres de diversos contextos, plataformas creadas por mujeres que reconocen que están unos pasos más adelante que otras y que utilizaron esa ventaja para levantarse y por lo tanto levantar a sus compañeras, a sus amigas, a sus hermanas. Aquí empleo como ejemplo la organización Women Make Movies, que fue creada a inicios de lo años 70 por un grupo de mujeres estadounidenses, blancas y pudientes que emplearon su dinero, sus recursos y su educación para crear una plataforma a la que mujeres de todo el mundo puedan aplicar con sus filmes y contar sus historias, historias de mujeres hechas por mujeres. Es así como poco a poco nos tomamos este espacio, esta industria y muchas otras, utilizando una diversidad de medios y de voces, ya sea escribiendo, filmando, actuando, cantando o protestando. Tenemos que llenar la silla con nuestras historias para contarlas una y otra vez. / Karolina Sotomayor
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Encuentros del cine de ayer y de hoy Francis Ford Coppola y Sebastián Lelio compartieron el escenario en lo que fue un intercambio silencioso entre el pasado y el presente. Un pasado que nos regaló personajes icónicos y diálogos que marcaron la historia del cine para siempre y un presente que va cambiando la ruta del cine. Una ruta que va tomando otras dimensiones, que va añadiendo otras voces y otras miradas. Hablamos de un nuevo cine que tiene otras preocupaciones, que nos hace cuestionar el arte de la actuación como interpretación de personas reales, personas que vemos muy poco en pantalla grande pero que cada día van emergiendo a la superficie de las narrativas de hoy. Coppola y Lelio llenaron el espacio de historias y realidades muy diferentes que sin embargo chocan con los mismos obstáculos al momento de hacer cine, la búsqueda constante del actor o la actriz que va a dar vida a un personaje, los cambios inesperados, y la improvisación. Por un lado Coppola fue un personaje que además de darnos consejos como realizador también nos hizo entender las múltiples formas que pueden existir para hacer una película. Por cada pregunta sobre casting, edición, fotografía, Coppola
tenía varias técnicas las cuales había probado. Nos habló específicamente sobre un método de prueba y error. A Coppola se lo percibió, después de la charla, como un director dispuesto a empatizar con todos los que trabajan con él. Nos dejó claro que es importante entender el contexto de trabajo y las personas con las que trabajas para que el resultado sea el deseado. El mensaje hizo eco con la charla de Sebastián Lelio, quien así mismo enfatizó que la parte más importante de realizar Una mujer fantástica fue conocer a Daniela Vega. En un intento de desarrollar el contexto bajo el cual se había creado el personaje de Marina, Lelio conoce a Daniela, quien en un principio actuó como guía y consejera en el proceso de adentrarse a lo que significa ser una mujer trans de clase media en la sociedad chilena de hoy. Daniela no fue pensada para interpretar a Marina pero con el tiempo su guía resultó ser fundamental para el desarrollo de la historia y del personaje, lo cual llevó a Lelio a ofrecerle el papel principal en el filme. Sebastián Lelio se presenta como un director que entiende los cambios que están atravesando las narrativas cinematográficas contemporáneas.
SECOND TIME
Nos llevamos tanto de Coppola como de Lelio la importancia de crear relaciones que van más allá de la simple dirección e interpretación de un personaje, de regresar siempre a las bases del guion para desarrollar una película que se mantenga honesta con sus principios. Recalcaron que es necesario dirigir con la apertura necesaria para adaptarse a los cambios, a las críticas, y a los obstáculos de hacer cine. Fuimos testigos de ver la historia del cine en un solo escenario, de aprender de aquellos que forjaron ese camino y de aquellos que lo siguen construyendo.
a Segundo Guaras†
Deletreas tu nombre de la misma forma con la que te enseñaron descuidada y apurada mente tienes la concentración en el afuera el modelo matemático el gran afuera porque desde tiempos ancestrales que no existes tan corto lo que uno abre los ojos que ni siquiera tu hija logra penetrarte tú eres el peaje tú mides con tu carga la última partícula del género expresado
SEGUNDO
2.a - 1.a + 3.a = 2 + 3 - 4 te multiplicas para ser la muestra representativa y no dejar que el resto sepa algo más que tú no será la comida ni los gritos lo que me determinen será mi voluntad de hierro porque dentro mío está el fuego aquello que tan solo con su imagen derrite el cerebro hay una línea que se intenta contrastar que es como las plumas trituradas de una garza mecidas en un recipiente de palabras la apariencia justa antes de que la agudeza sea fría
LOS FRITOS
/ Lucas Andino
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El periódico Contraplano nace con la intención de promover la lectura sobre cine dentro de la ciudad de Cuenca y el Ecuador. Los textos que aquí se publican son acercamientos y lecturas de las películas que han sido parte de la programación del séptimo Festival de Cine La Orquídea de Cuenca. Con este ejercicio el periódico desea realizar una mediación entre el público que asiste a las salas y las películas que llegan desde diferentes partes del mundo. Además de la realización de Contraplano el festival desea anunciar los próximos proyectos editoriales que en un futuro cercano se realizarán. Entre estos están la edición de dos cuadernos que documentan reflexiones sobre el oficio de los cineastas. Estas publicaciones además de dejar una memoria concreta sobre lo sucedido en este año durante las charlas del festival también sirven de herramienta educativa para jóvenes realizadores. La misión concreta de todo el trabajo editorial de nuestro festival es promover las discusiones sobre hacer cine en el Ecuador y cuestionar las narrativas a las que estamos acostumbradas por las grandes fuerzas de los mercados hegemónicos. Deseamos ser un punto de partida para crear nuevos públicos, que deseen ver otras formas de contar historias.
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Entrevista con Isabela Parra y Lucas Taillefer, programadores de La Orquídea “El festival con el tiempo ha ido consolidando la línea editorial de sus secciones oficiales, diferenciándolas y buscando que se complementen entre sí.” ¿Cómo es la experiencia de ver una película sabiendo que es parte de un proceso de selección para un festival?
ROJO: ganadora del premio a Mejor Película de Largometraje Internacional
Cuando vas programando varios años, logras reconocer bastante rápido una película que te puede interesar, o no, para la muestra que estás armando. No es lo mismo ver películas para “pescarlas” porque tengan una particularidad específica, como las que buscamos para la competencia internacional, a que ver aquellas con las que pretendemos dibujar un paisaje regional como la competencia de ópera prima o ver las de grandes autores, de quienes esperamos con ansias nuevas propuestas. Para el Festival de la Orquídea intentamos siempre pensar en varios factores al mismo tiempo: por un lado buscamos encontrar algo que le va a gustar al público, y por otro lado buscamos proponer películas que creemos es importante que sean descubiertas, considerando que la semana de festival es un momento único para el público cinéfilo en el país. A medida que vemos películas del último año para armar cada sección, se logra dibujar poco a poco una línea que traza el contenido. La sección Panorama es la que va a permitir que el público cuencano vea las películas de las competencias oficiales de Cannes, Berlín, Toronto, Venecia, etc., que son películas de autores reconocidos y obras que han llamado la atención del público y la crítica especializada en el mundo. Por otro lado, la sección de Competencia Internacional es el espacio en el que proponemos el descubrimiento de autores poco conocidos, con películas que tienen una puesta en escena y una narrativa fuera de lo común.
¿Qué tan distinta es la experiencia de cuando ven una película por "placer"? Puedes ver películas por trabajo y tener mucho placer viéndolas y, al contrario, puedes ir al cine fuera del trabajo y ver una película sin parar de analizarla, pensando en qué sección de qué festival podría entrar. Es un poco raro trabajar en algo que te apasiona, el trabajo parecería matar la pasión, pero con el tiempo te das cuenta de que no siempre es así y que no es posible programar sin esa pasión. Lo que sí cambia realmente es que la mayoría de las películas que vemos por trabajo, las vemos en una pantalla chica en nuestras casas y, en general solos. Este punto es el que hace una diferencia radical de cuando ves una película de cine por placer. La experiencia de ver cine no se trata solo de ver una película, sino de tener una experiencia colectiva frente a una pantalla grande, es una experiencia social. Si bien es un poco triste ver algunas obras en la pantalla de una computadora, la ilusión que te da imaginar al público disfrutando una película que sabes que merece ser vista en pantalla grande es inevitable; te motiva a buscar todos los medios para tenerla para el festival.
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En ese proceso de seleccionar películas hay, de alguna manera, una especie de enamoramiento con algunas de ellas ¿De cuál o cuáles películas se han enamorado en este proceso? Lucas: Yo me enamoro de muchas películas. Depende de qué sección estamos hablando. En la sección Panorama fue 3 Faces de Jafar Panahi, en Ópera Prima fue La Camarista de Lila Avilés y Diamantino de Gabriel Abrantes y Daniel Schmidt. Dentro de Competencia Internacional fue Woman at War de Benedikt Erlingsson. Isabela: Me enamoro de más y desde chiquita me ha costado elegir mi favorita o el top 10, etc. En la sección de Panorama me gusta Vision de Naomi Kawase, en Ópera Prima fue Chuva é cantoria na aldeia dos mortos de Renée Nader y en Competencia internacional fueron All You Can Eat Buddha de Ian Lagarde y A Violent Desire For Joy de Clément Schneider. Para los que han programado por años el festival: ¿Sienten que la programación de la Orquídea tiene alguna particularidad o diferencia con el resto de festivales que se programan en el Ecuador? El festival con el tiempo ha ido consolidando la línea editorial de sus seccio-
nes oficiales, diferenciándolas y buscando que se complementen entre sí, para enfocarse en el cine contemporáneo que desafía de alguna manera lo que se ve el resto del año en las salas del país, de narrativa convencional, el entretenimiento estándar. Esto se hace sobre todo en la sección de Competencia Internacional, sin preocuparse ni de género, ni de nacionalidad, cada película tiene alguna propuesta cinematográfica muy particular, tanto en lo visual como en lo narrativo. El Festival de la Orquídea se diferencia de los otros festivales de cine gracias a esta sección tan importante ya que trae para el público cinéfilo cintas encontradas en otros festivales con un trabajo de programación minucioso y, sobre todo, enfocado en descubrir nuevos autores que manejan el lenguaje cinematográfico de una manera original, tomado riesgos. ¿Qué dinámica creen que se ha creado entre el cine y la ciudad (los cuencanos) a partir de la programación que se ha mostrado durante estos años? Sin duda lo más lindo de programar el festival es ver salas con mucha gente y encontrarse con un público que se involucra y participa activamente en los foros con los autores o representantes
de las películas. Este público sigue creciendo y esperamos que gracias a la fuerte vinculación con estudiantes por medio de acuerdos con universidades y a la vinculación de adolescentes y niños por medio de la creciente sección de cine infantil, la cantidad de cinéfilos que esperen el festival crezca. El público del Festival de la Orquídea es muy diverso y en general vemos que es un público que expresa sus gustos, su inconformidad, sus expectativas. La diversidad de opiniones del público se encuentra con la diversidad de puntos de vista de autores de todo el mundo, convirtiendo al festival en el espacio para brindar miradas muy particulares de un abanico de temas y de historias. El festival se convierte en una avalancha, una fiesta, un momento de alternativas, de circulación por las sedes y los rincones de la ciudad. Cuando entras a una sala llena en la que se muestra una película que programaste y mueres por ver en pantalla gigante, hay una emoción muy peculiar, de mariposas en el estómago. Por otro lado, hay una pequeña explosión de adrenalina el momento que comienza la proyección de una película que reconoces que tiene rasgos “provocadores”por el tema o que tiene un planteamiento narrativo o estético bastante radical.