Paúl Carrasco Carpio PREFECTO DEL AZUAY Rebeca Alvear Alvear DIRECTORA DEL FESTIVAL Fernando Pontón GERENTE GPATOURS Mario Vera PRODUCTOR GENERAL David Jiménez Abad EDITOR GENERAL Rebeca Alvear Mario Vera Fernando Pontón CONSEJO EDITORIAL Christian Albarracín EDITOR GRÁFICO Diana Vázquez DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN María Belén Pérez Andrea Ávila Luna Andrés Matute Alvarado REPORTERAS Pablo Orellana Francisco Álvarez Diego Batlle COLABORADORES Festival de Cine “La Orquídea” Cuenca, noviembre 2017 Editor responsable: David Andrés Jiménez Abad GPA Tours, Bolívar 4-30 y Vargas Machuca Cuenca - Ecuador
El 24 de noviembre inicia la sexta edición del Festival de Cine “La Orquídea” Cuenca. Durante siete días podrán disfrutar del festival más importante de cine ecuatoriano y un referente latinoamericano. Tras un año de pausa, la organización redobló esfuerzos para ofrecer lo mejor del cine nacional e internacional. Esta edición arrancó con el Seminario de Periodismo y Crítica Cinematográfica dictado por Diego Batlle, fundador del sitio OtrosCines. com y crítico del Diario La Nación (Argentina) y Federico Koelle, director cinematográfico con más de 15 años de experiencia profesional en el campo de la gestión, producción y realización audiovisual. Conversamos con el crítico argentino quien nos comentó sobre la importancia de los festivales y el repunte del cine latinoamericano, publicará además, en esta revista, una crítica sobre la película inaugural del festival “Aquarius” del brasileño Kleber Mendonça Filho, protagonizada por Sonia Braga, a quien se la homenajeará por su larga y grandiosa carrera cinematográfica. A través de estas páginas realizamos, un recorrido por la historia del festival, Paúl Carrasco, Prefecto del Azuay y Presidente
del Festival habla sobre la democratización, inclusión y diversidad del cine bajo la visión de una nueva cultura del espectáculo; Rebeca Alvear, directora del festival, nos cuenta sobre la proyección que tendrá este evento desde su experiencia como gestora cultural con más de 20 años de trayectoria; Fernando Pontón, gerente de GPA Tours, quien ha sido parte de la organización en todas las ediciones, nos indica que el objetivo es la internacionalización del festival. Además, contamos con las reflexiones de Pablo Orellana, músico y cinéfilo, cuencano que reside en Chile, realiza un análisis de la imagen digital desde una perspectiva histórica que va desde la utilización de cámaras Arriflex 35 en la segunda guerra mundial hasta la utilización de efectos especiales en Star Wars para recalcar la creación nuevas formas de mirar cine. Francisco Álvarez, cineasta, programador y director de Encuentros Cinematográficos Cámara Lúcida, hace un repaso sobre los festivales de cine y cuáles son los compromisos que deben mantener con los autores y espectadores. Durante siete días, el cine se toma Cuenca, Cuenca es cine. Disfrútenlo.
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I FESTIVAL DE CINE LA ORQUIDEA 18 AL 25 NOV. 2011
II FESTIVAL DE CINE LA ORQUIDEA 23 AL 30 NOV. 2012
III FESTIVAL DE CINE LA ORQUIDEA 15 AL 22 NOV. 2013
IV FESTIVAL DE CINE LA ORQUIDEA 14 AL 21 NOV. 2014
V FESTIVAL DE CINE LA ORQUIDEA 14 AL 21 NOV. 2015
VI FESTIVAL DE CINE LA ORQUIDEA 24 NOV. AL 1 DIC. 2017
El Festival de Cine “La Orquídea” busca democratizar el cine Hace siete años, el Prefecto del Azuay, Paúl Carrasco Carpio, emprendió uno de sus proyectos más ambiciosos: El Festival de Cine “La Orquídea” Cuenca. Desde su primera edición, el festival contó con la presencia de grandes figuras del ámbito cinematográfico. Conversamos con el Prefecto para conocer más de la historia del festival, su concepto y visión sobre la cultura del espectáculo.
¿Cómo nace la idea del festival?
Cuenca es un icono de la cultura a nivel nacional y tiene actividades culturales fuertes, en esa línea nació la idea de realizar un festival de cine, pero un festival de cine diferente, cine alternativo, cine independiente de muy alto nivel. En estas ediciones hemos presentado películas que han llegado a participar en los premios Oscar, incluso la película colombiana “El abrazo de la serpiente” se construyó en el Laboratorio de guion con Sebastián Cordero y fue nominada al Oscar. Entonces decidimos que había que darle fuerza a este festival con el concepto de democratizar el cine.
¿Cuál es el concepto de democratizar el cine?
Nuestro pueblo debe tener acceso todo tipo de cine. La idea es que nuestra ciudadanía, no solo la clase intelectual ligada al mundo cinematográfico, sino el pueblo, el ciudadano de a pie, de los mercados, de los barrios pueda acceder a películas de calidad, ahí nace el concepto: un festival de calidad en el cual la gente acceda a este tipo de cine de manera gratuita; por otro lado, si la gente no va al cine, entonces vamos a los barrios, a los mercados, a los cantones. El festival es parte de la ciudad. Cada año, a la fiesta de inauguración y clausura asiste nuestra gente, ¿por qué nuestra gente no puede asistir a estos eventos con sus trajes de campesinos? ¿Por qué no pueden ser parte de algo que solo se ve en la televisión y que sucede en otras partes del mundo?, ¿por qué nuestra gente no puede ir a lanzamientos de grandes películas con sus directores y actores? Democratizar el cine, democratizar la cultura como icono de la ciudad, el Festival de Cine “La Orquídea” se ha convertido en uno de los festivales más importantes no solo del Ecuador, sino de Latinoamérica.
calles del centro de la ciudad estén cerradas, con artistas de fama mundial caminando en las calles, con cafeterías, con música y que esto se vuelva el centro de la cultura, pero no solo de la cultura nacional, sino de la cultura mundial.
¿Cuál es su visión de la sociedad del espectáculo?
La sociedad del espectáculo está concebida desde el punto de vista del capitalismo, es decir, desde la perspectiva de las ganancias, de las élites, para nosotros no, nosotros necesitamos socializar el espectáculo, que sea incluyente para las masas, para todos los sectores sociales, ese es nuestro concepto, cambiar la dinámica. Construir con la misma gente, presentar obras desarrolladas en los cantones con la gente de los mercados, de las comunidades, de los barrios, esa es la visión de la nueva sociedad del espectáculo que nosotros queremos construir en la provincia.
Prefecto, ¿qué tipo de cine le gusta?
Yo veo de todo. Me gusta mucho el cine independiente, cine latinoamericano, el cine ecuatoriano, la ciencia ficción y la comedia. El cine hindú, francés, sueco, europeo en general.
Hasta en su forma de ver cine es democratizadora
Sí, sí (risas). El cine de hoy está a la misma velocidad del internet, hay películas muy rápidas, el cine es genial. El cine está ligado a esta nueva etapa de la tecnología, pero claro, el problema es que vemos de todo y necesitamos enseñar a que la gente — y eso es lo que queremos aquí — a que aprenda a salir del subconsciente de que ve todo en una televisión, porque los cines se pasaron a las televisiones, pero lo que queremos es que la gente se contacte con el cine, que aprenda conscientemente a diferenciar, qué es bueno, qué sirve, incluso a tener criterio sobre lo que es malo.
¿Cuál es la ganancia que obtiene la provincia con la organización ¿Qué significa, para usted, el Festival de Cine La Orquídea? Para mí es un proyecto del corazón. Hay proyectos que de este festival? Yo pienso que más allá de las ganancias económicas, fundamentalmente, ganamos en la identidad, en la inclusión social, en una propuesta cinematográfica, ese es el logro principal. La idea es que el festival ya no pertenezca solo al Gobierno Provincial, sino que sea parte de una gran alianza Público Privada.
Es decir, estaría dentro un plan de internacionalización del festival
Claro, internacionalizar el festival. Yo sueño con una ciudad así: en un mes tener el Festival de la Lira, el Encuentro de Literatura Alfonso Carrasco Vintimilla, la Bienal de Artes, que las
para mí, son los más lindos, pero son los menos valorados, los más criticados, hay gente que me ha criticado terriblemente por el festival, porque la gente piensa solamente en el cemento, ¿cuál es la obra emblemática? Por eso estamos fregados en Cuenca, porque tenemos una obra emblemática que ninguno pudo hacer y ahí está parada la ciudad. Nuestra obra emblemática es el festival de cine, el ser humano, esa es la obra emblemática, un ser humano nuevo, libre, de buenas costumbres, ético, fraterno, que construya igualdad, que cohabite en la diversidad, que respete al diverso y que viva en equidad de oportunidades, ese es el modelo de sociedad, de Estado que nosotros pensamos es libre, solidario y fraterno.
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Seminario de periodismo y crítica cinematográfica Las actividades del Festival de Cine La Orquídea empezaron con el seminario de Periodismo y Crítica Cinematográfica dictado por Diego Batlle y Federico Koelle, expertos en crítica y producción cinematográfica. Los días 17, 18 y 19 de octubre, en la Universidad Politécnica, más de 300 personas asistieron al seminario. El primer y segundo día estuvo dedicado a la crítica cinematográfica. El periodista argentino, Diego Batlle, abordó temas sobre la crítica y el cine de hoy, los medios tradicionales y digitales, hacia dónde van estas tres aristas, cobertura de festivales, el avance tecnológico, sus posibilidades interactivas, así como las propuestas y desafíos que conlleva el apasionante mundo de la cinefilia.
¿Cuántos de ustedes escriben en blogs o participan en medios y escriben habitualmente? Batlle inició su ponencia con una pregunta:
“A todos los que empiezan un blog o un proyecto grupal o están con una productora o con algún proyecto, siempre les digo que en general triunfa la gente talentosa, pero más triunfa la gente que es perseverante. Gente que es capaz de bancarse incertidumbres y decepciones (…) Los periodistas tenemos que estar atentos a los avances tecnológicos y a las necesidades de nuestros eventuales lectores, televidentes, oyentes, para estar en sintonía con lo que va cambiando que es muy fuerte. La gente está transformando su forma de consumir. La aceleración va a ser cada vez mayor (…) Si un video tiene mil visitas y una crítica tiene cien lecturas esto en realidad está diciendo algo. En los medios cada vez empieza a haber más video-ensayos, video-críticas, podcasts. Tendré que vencer un poco los prejuicios y las incomodidades”. Según Batlle, una de las funciones del crítico es entusiasmar, animar al público, ayudarlo en su comprensión de la película. Recalcó que también suceden cosas a nivel social, la gente sale menos al tener una oferta tan impresionante en casa, Netflix por ejemplo. Es difícil pero no imposible lograr que la gente salga y que tenga paciencia para descubrir algo nuevo.
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“A veces esa frustración que sientes como espectador, yo a veces la siento como periodista crítico y lo siente también el director de la película ecuatoriana que fue a ver su obra y solamente habían 10 personas en la sala. Yo creo que todavía hay gente que le interesa el cine realmente en su diversidad y que sigue a determinadas figuras que los representan o determinados críticos”. Tercer día, Federico Koelle dirigió el último día del seminario. Para el director y productor de cine guayaquileño, “el cine nos transporta a otros lugares, tiene su propia magia y es estar convencidos de que lo que estamos viendo nos envuelve, nos enamora; por eso dicen que las películas se las ve dos veces, la primera para dejarse llevar y la segunda para analizarla”. El segundo segmento de la intervención se basó en temas relacionados con la parte técnica de la crítica cinematográfica en el que indicó las estrategias que él recomienda para realizar un análisis acertado. Además habló sobre la historia del cine, la presencia el muro o cartel y la necesidad que tenía el hombre de dejar sus huellas en ese tipo de espacios. Así mismo comentó sobre la publicidad y nuestro deber de analizarla como consumidores, también conversó sobre los elementos de la crítica y la narración, factores básicos para la crítica, el cine y la comunicación. Para finalizar, Federico abrió una ronda de preguntas para que los asistentes tengan la oportunidad de despejar sus dudas en las que tocó temas como la industria del cine en Ecuador y el potencial que tiene el Festival de Cine la Orquídea Cuenca al ser uno de los más reconocidos del país.
Libros para consulta y estudios orientados a la crítica de cine (recomendados por Diego Batlle) 1. ¿Qué es el cine? (André Bazin) 2. Charles Chaplin (André Bazin) 3. La mirada americana. (Manuel Yañez Murillo) 4. Ensayos sobre cine y cultura de masas. (Sigfried Krakauer) 5. En cine en las entrañas. (Isaac León Frías)
Diego Batlle, periodista y crítico de cine Diego Batlle, periodista y crítico de cine argentino visitó Cuenca para impartir un seminario de “Periodismo y crítica cinematográfica” como parte de las actividades del Festival de Cine la Orquídea. El crítico, con más de 20 años de experiencia, ha asistido a los festivales más famosos del mundo, desde Cannes hasta Cartagena. Escribe en el diario La Nación desde 1998 y en 2007 fundó el sitio laotramirada.com
¿Por qué hacer crítica? ¿Por qué insistir en una profesión en crisis? ¿Por qué esa tozudez?
Buena pregunta, porqué uno hace determinadas cosas. Yo creo que está en crisis y se está reformulando, creo que está en crisis la crítica tradicional, más intelectual, de largos textos, va a quedar restringida a un ámbito más académico, pero el cine no va a morir, entrará en crisis. Lo audiovisual está en muchas plataformas y me parece que nosotros debemos adaptarnos a esas nuevas exigencias, modernizarnos y estar a tono con lo que se nos pide. Me acerqué al cine desde distintos lugares. Fui empleado en un video club, era un ávido consumidor de películas, probé con la realización, producción, me di cuenta que no era para mí, pero aprendí a amar al cine desde el otro lado de la realización y encontré que tenía una formación periodística y que me gustaba escribir, y uno escribe de lo que más le gusta, y lo que más me gustaba era el cine.
Desde una formación periodística clásica, ¿hasta qué punto uno se debe adaptar? ¿Hasta qué punto se puede claudicar? Es complicado porque uno termina siendo rehén;
cuando estás en el periodismo online, tu sitio debe estar bien indexado en los buscadores de google, que si tenés tantos seguidores en las redes sociales, cuánta gente te sigue, cuánta gente te retuitea, y te transformás más en un programador, en un experto en nuevas tecnologías que en un constructor de contenidos interesantes. A mí me parece que hay un mix en lo que afuera te pide y cosas que uno no está dispuesto a resignar, a sostener ciertos gustos, intereses y luchas. Aunque algunas luchas sabes que son derrotas aseguradas, pero uno debe perder de la mejor manera posible, sostenerlas por mayor tiempo posible.
Una que hayas perdido…
Creo que una que se pierde mucho es la del público ligado al cine más exigente, más experimental, lo más audaz, lo más contestatario, cada vez, el nicho de público que hacía eso es más pequeño, entonces de alguna manera cuando uno intenta de descubrir algo nuevo y de comunicárselo a la gente, se está dirigiendo cada vez a un nicho más pequeño. El público común no está dispuesto a ver una película en el cine, salvo en el marco de un festival, por eso, para mí, los festivales son tan interesantes.
¿Cómo mantienes el flujo de visitas a tu sitio?
Cubriendo un poco de todo. Algo sobre netflix tiene más visitas que cuando escribo sobre Lucrecia Martell, pero no voy a dejar de escribir sobre Lucrecia Martell porque creo que hay que defender esos espacios y ese tipo de cine y ese tipo de propuestas, pero tampoco puedes cerrarte y decir no voy a comentar ninguna película de Marvel porque mi sitio es exclusivamente de nicho, si bien es cierto que está ligado a un cine más autoral, también hay películas en Hollywood, nosotros no tenemos el prejuicio de que todo el cine autoral es bueno, todo el cine de Hollywood es malo, no, hay muy mal cine autoral y hay muy buenas películas de Hollywood, nuestro trabajo como críticos es sopesar y discernir qué hay de bueno en cada uno de los tipos y formatos propuestos en el cine.
¿Cómo te llevas con las plataformas digitales?
Me angustian mucho. Es tanto lo que hay y tan poco el tiempo, porque mi prioridad siempre va a ser el cine en el cine, esa es la experiencia que yo defiendo, y por otro lado hay tanto que se puede encontrar en las plataformas legales o no legales de cosas que uno no ha visto y quiere ver, que finalmente es una carrera que sabes que vas a perder, la de la oferta inabarcable y el tiempo. También hay otras que me gustan, no podés estar como cinéfilo enfermo viendo 24/7. La verdad es que uno está siempre como angustiado de no ver la cantidad de series, películas que quería o debería ver para estar a tono con los lectores, porque en una serie de Netflix a las dos horas ya vieron tres episodios.
Si bien los festivales más importantes están en Europa, ¿cómo ves a los festivales de acá?, ¿cuáles son sus falencias, ventajas?
Yo creo que están muy bien, son los que más han crecido en calidad en los últimos 10 años, por supuesto, lo más importante está en Europa, no vamos a pensar que un BAFICI es igual que Cannes, pero han crecido a la par de la cinematografía. Yo pienso que el cine latinoamericano está en un gran momento, creo que el cine que más ha evolucionado es el latinoamericano, y no lo digo yo, te lo dicen en todo el mundo, el cine latinoamericano es muy buscado porque pasó de ser un cine extremadamente politizado y quejoso a ser un cine diverso, moderno, con directores buenísimos, de hecho, un montón de directores latinoamericanos están filmando en Hollywood, los buscan, o tienen coproductores, a Lucrecia Martel lo produce Almodóvar. ¿Cuál es el fuerte que tienen los festivales? Su propia cinematografía, un programador
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Asistentes al “Seminario de Perodismo y Crítica Cinematográfica”
del exterior viene para ver el cine ecuatoriano, no va a venir para ver la película de su país que ya la vio en su festival, entonces el plus que tenemos es nuestro cine, me parece que los festivales de la región crecen a la par de lo que crecen las industrias y la cinematografía de cada uno de sus países.
¿Cuál es la recepción del público?
Habría que ver cada caso, a mí me llamó la atención la convocatoria que tuvo este y vi que el trabajo de comunicación fue muy bueno. Si vos vas a las universidades que es tu público posible y lo promovés y estás en redes sociales todo el tiempo, la gente responde. Uno de los problemas es la comunicación, otro de los problemas es romper con ciertos hábitos, la gente sale menos, la gente tiene tanta oferta hogareña y la tecnología hogareña ha mejorado tanto que realmente tienen que ofrecer algo muy bueno para que vos salgas. Además, un festival implica conseguir las entradas con tiempo, escuchar recomendaciones, es como una aventura asistir a un festival, y bueno, otros fallarán con las proyecciones, pero creo que el contenido que ofrece el cine latinoamericano en sus festivales es muy bueno.
¿Qué opinas de la democratización del cine y de los modelos de gestión?
Depende. Yo creo que cada festival debe adaptarse a su contexto. Por ejemplo: yo estuve en el festival de Locarno en agosto, las entradas son carísimas, pero el nivel de consumo de la gente en los cantones es altísimo y las salas estaban repletas, la gente pagaba 30 francos suizos por ir a ver dos películas a la plaza grande, es carísimo, pero otros festivales necesitan ser gratuitos o
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de entradas muy accesibles. A mí me parece que está muy bueno ampliarlos, sé que acá habían empezado con proyecciones fuera de la ciudad, me parece que hacer muestras de cine itinerante es muy valioso y hacer actividades, fuera de los siete días del festival, también es valioso, porque se genera actividades en el resto del año.
¿Cuál es el proceso que han pasado ciertos festivales para su internacionalización?
Una de las cosas fundamentales es la continuidad y otra es posicionarse como el referente del cine local. Este festival es para descubrir el cine ecuatoriano, los cortos, los largos, los documentales, ese va a ser su fuerte, porque vos acá pasás muy buenas películas, está bárbaro para el público local que pueda ver el cine mundial, pero es difícil que alguien venga a “La Orquídea” a descubrir cine francés o rumano.
Supongo que debes haber tenido varios conflictos con gente del medio por tus críticas
Sí, es inevitable, y me parece que entre más chico es el ambiente, más endógeno es, pasa que los encontrás en una en una presentación, es muy incómodo, me imagino que en Hollywood debe ser distinto porque vos no te encontrás con Brad Pitt todos los días. En Argentina no es tan chico como Ecuador, pero en el ámbito del BAFICI nos conocemos todos y es incómodo criticar a alguien que lo conocés mucho.
Diego Batlle, periodista y crítico de cine OtrosCines.com / La Nación
Crítica de “Aquarius”, de Kleber Mendonça Filho, con Sonia Braga Estrenado en la Competencia Oficial de la última edición de Cannes y premiado en festivales como los de Mar del Plata, Biarritz y Lima, este segundo largometraje de ficción del realizador de “Sonidos vecinos” resulta una propuesta brillante y demoledora que se ubicó entre lo mejor visto en 2016 y que arrancó de notable manera la temporada 2017 en la cartelera comercial. La mítica Sonia Braga construye una actuación prodigiosa para una película de fuertes connotaciones políticas, pero que nunca deja de lado el costado humano (e íntimo) de la historia.
Aquarius (Brasil-Francia/2016). Guión y dirección: Kleber Mendonça Filho. Elenco: Sonia Braga, Maeve Jinkings, Irandhir Santos, Humberto Carrão, Zoraide Coleto y Fernando Teixeira. Fotografía: Pedro Sotero y Fabricio Tadeu. Edición: Eduardo Serrano. Diseño de producción: Juliano Dornelles y Thales Junqueira. Distribuidora: Zeta Films y Maco Cine. Duración: 142 minutos.
Fotograma “Aquarius“
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Tras su magistral ópera prima Sonidos vecinos (antes había hecho el documental Crítico), Mendonça Filho ratifica que se trata de uno de los directores más inteligentes y provocadores del panorama brasileño actual con una demostración de cómo hacer cine político hoy sin bajadas de línea explícitas ni denuncias recargadas. El film narra la historia de Clara (descomunal trabajo de Sonia Braga), una mujer de 65 años, ya viuda y con un pasado como prestigiosa crítica musical (la música juega un papel fundamental en todo el relato). Ella vive sola en un viejo edificio de los años ‘40 en la costanera de Recife llamado Aquarius con sus miles de discos de vinilo y sus recuerdos. Pero una corporación inmobiliaria ha comprado el resto de los departamentos y le ofrece mucho dinero para que lo abandone y, claro, construir allí (con privilegiada vista al mar) un moderno emprendimiento. Cuando ella se niegue, iniciarán todo tipo de presiones y hostigamientos (legales y de los otros).
La película―una suerte de ampliación y profundización de varios conflctos trabajados en su film anterior― se centra en lo íntimo (con la llegada de la vejez), en lo familiar (la relación afectiva con uno de sus sobrinos, distante con su hija, que la usa para que cuide al nieto y ―otra obsesión brasileña― de fidelidad absoluta con su empleada doméstica) y finalmente en lo social, con las diferencias de clase y los abusos y miserias de los poderosos. Un dato no menor del film es que Clara ha luchado durante varias décadas contra el cáncer (incluso se ve que ha perdido una mama y ha decidido no ponerse una prótesis), pero cuando todo parece servido para el golpe bajo la cuestión ayuda para un impactante, sobrecogedor desenlace (la última parte se titula, precisamente, “El cáncer de Clara”). Los 140 minutos de Aquarius se justifican. Hay muy pocos momentos superfluos o caprichosos. La narración abarca muchos conflictos y personajes, pero nunca pierde el eje, el interés ni la cohesión. La inteligencia del guionista/director; y la ductilidad asombrosa de Sonia Braga, vulnerable y arrasadora a la vez, hacen de esta una de las mejores películas latinoamericanas de los últimos tiempos.
La actriz brasileña Sonia Braga será la encargada en inaugurar la sexta edición del Festival de Cine “La Orquídea”. Nació en 1950, su infancia estuvo marcada por la muerte de su padre y las difíciles condiciones económicas en las que creció. Siempre supo que quería ser artista, su hermano estaba relacionado con el mundo cinematográfico, lo que ayudó para que Sonia ingresara a la televisión a los 14 años, cinco años después hacía su debut en el cine con la película “O Bandido da Luz Vermelha”. Sonia se convirtió en un símbolo de la libertad sexual cuando protagonizó “Doña Flor y sus dos maridos” (1976) una película de Bruno Barreto basada en la novela de Jorge Amado. Su destreza ante las cámaras la llevó a Hollywood, conquistó varias películas de renombre como: El beso de la mujer araña (1985); Presidente por accidente; El principiante (1990); Dos muertes (1995); Mirada de ángel (2001); La ciudad del silencio (2006); Lope (2010); y su última película Aquarius (2016) en donde interpreta a Doña Clara, una mujer de 65 de años, ex crítica de música que se niega a dejar su departamento a pesar de que sus vecinos lo hicieron, Doña Clara empieza una guerra en contra de la empresa que la acosa. Esta película lanzó su voz de protesta en Cannes en contra de la situación política de Brasil y ha recibido ocho nominaciones en grandes festivales como Cannes, La Habana, Mar del Plata, Valladolid, entre otros. Las películas de Sonia Braga se proyectarán en la sexta edición del Festival de cine La Orquídea.
Fotografía Sonia Braga
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Francisco Álvarez Ríos (Cuenca - 1991) Cineasta. Miembro del colectivo fílmico G O D / A R T. Programador y director de Encuentros Cinematográficos Cámara Lúcida. Co-director de la revista especializada en cine G / A.
Breves apuntes acerca de los festivales de cine Una de las características más importantes del cine en la actualidad, es que está atravesando y siendo pensado desde una época de crisis y transformación de las imágenes, que propone redescubrimientos constantes en su quehacer. La democratización de la tecnología ha permitido que todas las personas en algún momento se transformen en quienes deciden registrar de forma audiovisual la realidad y las diversas prácticas de las sociedades, provocando que cada día se imponga una dictadura de la imagen, un señorío de la nitidez, que nos condena a una desorganizada avalancha de productos publicitarios y de entretenimiento que, aunque hemos decidido no recibir, intervienen en nuestro cotidiano e indican cómo las imágenes deben ser vistas. Es aquí donde inicia una dificultad que ataña directamente al cine, sobre todo aquel que propone experimentación formal y búsquedas autorales que toman distancia del cine comercial convencional. El canon de entretenimiento es el preferido para ocupar espacio en plataformas web y salas de cine, mientras que el cine con propuestas fronterizas y experimentales tiene cada día menos oportunidad en espacios oficiales de muestra y distribución, y por ende, de público que pueda observarlos. No son los autores de los filmes quienes afrontan el conflicto más grave, sino los potenciales espectadores, ya que como sociedad perdemos oportunidades de receptar valiosos diálogos con el mundo que los autores exponen, compartiendo puntos de vista acerca de sus sensibilidades, preocupaciones e investigaciones ante la objetivable realidad. Perdemos entonces la oportunidad de observar las diversas leyes que rigen el complejo mundo de las miradas, perdemos momentos de crear empatía con imaginarios de la otredad.
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Quizá esta tensión ha derivado en un auge de festivales, encuentros y muestras, lugares de culto para la cinefilia donde se potencia la importancia de pensar el cine y no solo de verlo o consumirlo, son lugares donde aflora la reflexión sobre cuál es la responsabilidad actual de las plataformas de proyección y distribución de cine, es decir, los festivales son el gran chance de tomar distancias de la lógica del espectáculo y de la conducta de imagen de red social cotidiana. Ecuador mantiene un proceso de desarrollo cinematográfico aún naciente, que atraviesa la exploración dentro de la auto representación en sus filmes, es un momento preciso para redescubrir y profundizar en los posibles trayectos hacía los horizontes cinematográficos a los que se quiere llegar. Se debe reflexionar hacia dónde van los festivales y muestras de cine en el país y cuáles son sus responsabilidades. Los festivales y sus programaciones deben tener un compromiso con las cinematografías de autor y de actualidad, hay que tener presente siempre a las propuestas exploratorias que nos permitan crear discursos sobre el estado actual del pensamiento acerca del cine, filmes creados al filo del abismo. Por lo general, estos filmes están construidos con una carga de riesgo y una actitud que traspasa márgenes de representación habituales, explorando nuevos caudales expresivos para el tratamiento de sus historias. Existen diversos festivales, unos con más y otros con menos carga de riesgo (todos con cada vez menos propuestas de riesgo), pero el desequilibrio se muestra cuando un festival integra solo un par de películas de riesgo para cumplir con la atmósfera y sistema de proyección normada. El riesgo es un vigor, un trance, nunca una convención.
“Rey” de Niles Atallah
“Zama” de Lucrecia Martel
“Safety Last” de Fred Neymeyer y Sam Taylor
“Mimosas” de Oliver Laxe
Otro de los aspectos importantes frente a la condición de los festivales es la seriedad y compromiso con la escena local. Si un festival se alberga en una ciudad que ya cuenta con una comunidad fílmica consolidada, donde sus autores (sobre todo de cortometraje) son cómplices en la elaboración de zonas de resonancia en cuanto a tratamientos temáticos, narrativos y estéticos, y que a su vez dialogan con las diversas cinematografías nacionales, necesariamente debe existir un compromiso que permita a estas propuestas ser proyectadas, sobre todo para un público local que tendrá la oportunidad de observarlos. Es importante percibir cuál es el objetivo de un festival y saber hacia dónde se dirige su complejidad en cada edición. Es decir, mientras más ediciones suma un festival debe ser más notoria la consolidación de su carácter estético y político con el objetivo de generar y expandir debates sólidos acerca de sus motivaciones para convertirse en un referente para autores con convicciones similares. Expreso, que el gran ganador de un festival debe ser el cine, como lugar que modula nuestras sensibilidades y nuestra forma de relacionarnos con el mundo y sus ideas. Pienso, que el mayor prestigio de un festival es permitirse ser una oportunidad de resistir ante toda domesticación.
“The dead Nation” de Radu Jude
Recomendaciones de Francisco para el festival: “Zama” de Lucrecia Martel, “Western” de Valeska Grisebach, “Rey” de Niles Atallah, “Cocote” de Nelson Carlo de los Santos, “Mimosas” de Oliver Laxe, “Good Time” de los Hermanos Safdie, “The dead Nation” de Radu Jude, “Le fort des fous” de Narimane Mari, “Safety Last” de Fred Neymeyer y Sam Taylor y finalmente la “Muestra de cortos internaciones” que contiene ciertos amuletos sorpresa en su programación.
“Cocote” de Nelson Carlo de los Santos 12
Pablo Jerónimo. Tengo 23 años, soy de Cuenca y actualmente vivo en Santiago, Chile, donde curso el primer año de la carrera de Cine.
La imagen inverosímil Hasta ahora, la imagen creada digitalmente no ha exigido del espectador una nueva forma de mirar. Quiero decir: ¿vemos de manera fundamentalmente distinta los ejércitos de Lawrence de Arabia de los ejércitos de Ataque de los clones, por el simple hecho de que uno haya sido real y el otro generado por computadora? Evidentemente, los realizadores de Star Wars querían que uno mire esos ejércitos creyendo en la existencia de cada uno de esos soldados. Si los resultados fueron convincentes o no, resulta una cuestión de orden técnico que no me interesa discutir, y si el fanático de la franquicia salió decepcionado de los efectos especiales de las precuelas en 2002, los productores tomaron nota más o menos rápido de modo que saliera satisfecho en 2015. Por lo general, cuando se combinan elementos reales de la puesta en escena (actores, objetos, etc.) con imágenes digitales, se hace de tal manera que el conjunto pueda ser apreciado armónicamente. La distinta naturaleza de ambos mundos perfectamente integrada en un solo sistema. Bajo esta lógica, el sistema falla cuando el espectador percibe un elemento discordante (un personaje o un paisaje perceptiblemente computarizado), porque todo el conjunto está construido en función de la verosimilitud. La disonancia llama la atención sobre el proceso que opera por detrás de la pantalla, una transgresión inadmisible. Suena paradójico, pero tendemos siempre a esperar que la fantasía construya un verosímil muy estricto. Así, el medio digital se integró al sistema predominante de manera silenciosa, sin causar alteraciones en la relación con el espectador ni en el modo en que las imágenes construyen ficciones. Durante la Segunda Guerra Mundial, el desarrollo de cámaras más livianas y baratas con el propósito de registro, propaganda o inteligencia, tuvo una relación directa con el nacimiento del cine moderno. Las Arriflex 35 podían utilizarse sin trípode las llevaban a locaciones que nunca antes habían sido filmadas. De esta manera, se modificó la logística del rodaje y con ello, la forma de concebir las imágenes en el cine. Se tomó consciencia del espacio, ya no como una convención subyugada al argumento, sino como espacio puro, manifestación de la realidad que la cámara podía descubrir y explorar con una inmediatez que no había tenido desde las películas de los Lumiere. Un desarrollo tecnológico específico devino en el neorrealismo y posteriormente en todo el cine moderno, no por haber propiciado una nueva forma de filmar, sino en una nueva forma de ver. 13
En el caso de la imagen digital, ha sido el internet y no el cine, el medio que más lejos ha ido para crear un lenguaje propio. La mayoría de directores filman todavía bajo los mismos principios de los realizadores que filmaban en 35 mm, con la gran ventaja sobre ellos de que es mucho más barato. Las pocas películas que han pretendido hacer un lenguaje de la imagen digital llegaron tarde y no llegaron lejos, quedándose la mayoría en una sensualidad del glitch y declarando que el píxel era para ellas un material igual de hermoso que la película análoga, como alguien metiéndose en una tina helada y asegurando a todo el mundo que el agua está caliente. Para hablar de un cine que esté utilizando la imagen digital de manera más novedosa pienso ahora lejos del centro gravitacional de la industria. Por ejemplo, el descubrimiento reciente de cines en rincones insospechados del mundo como Liberia y otros pobrísimos países del tercer mundo, donde la imagen digital les ha dado la oportunidad de construir toda clase de ficciones. Es un cine donde, a pesar de evidentes debilidades (la peor siendo una tendencia marcada hacia el cliché occidental) lo que termina llamando la atención es el ímpetu creativo e imaginativo. Un ímpetu que crece entre dos fuerzas condicionantes muy poderosas. Por un lado: las limitaciones materiales más absolutas, por otro, la aparente ilimitación que permite la imagen digital. Este descubrimiento les ha permitido insertar vigorosas ficciones, en total disonancia con el espacio donde se desarrollan. Inmediatamente rompiendo toda verosimilitud, toda plausibilidad, pero que, al menos para una mirada calibrada según los estándares de producción hollywoodense, llama la atención de manera agresiva e inmediata sobre la tensión entre los espacios reales y las ficciones insertadas. Por razones muy lejanas al orden de lo artístico, se ven obligados a seguir muchos de los procedimientos del cine documental: filmar en locación, usar actores no profesionales, etc. La realidad se imprime en la imagen en el más estricto sentido neorrealista, pero de pronto, la inserción del efecto especial, digitalizado y sucio, que luce casi como una fractura en la imagen, hace que sea mucho más que un registro documental. En lugar de pensar este como un pequeño Hollywood frustrado por sus limitaciones materiales, deberíamos ver aquí el potencial de un cine ficción cuyo vector no es la creación de un verosímil, sino justamente la volátil tensión entre las dos energías que se combaten en toda imagen: lo plástico y lo real. Es una idea que tiene mucho por madurar. Pero una ficción insertada de manera transgresora en un espacio documental, liberada del ancla de la verosimilitud, podría ser un punto de arranque fértil para pensar la imagen digital de una manera diferente y propia del nuevo lenguaje que se comienza a construir con ella. Puede que en la práctica los resultados no sean tan estimulantes como me resulta ahora este cruce de ideas. Da igual. La discusión que en realidad quisiera dejar abierta es la posibilidad de una imagen digital en el cine que no sea sólo capaz de mostrar cosas nuevas, sino que invente nuevas formas de ver.
“El festival para mí es vivir un legado. Es la marca ciudad. Cuenca es cine” Cuencana, doctora en Jurisprudencia, licenciada en Ciencias Políticas y Sociales, productora audiovisual y apasionada por el cine. Rebeca Alvear, actual Directora del Festival de Cine “La Orquídea”, nos cuenta sobre la proyección que tendrá este evento desde su experiencia como gestora cultural con más de 20 años de trayectoria.
¿Qué diferencia a esta edición del festival de las anteriores?
La diferencia de esta sexta edición con las anteriores es que busca el posicionamiento a nivel internacional, considero que tenemos la experiencia lograda en los cinco festivales pasados, la apropiación del Festival desde el público cuencano, el reconocimiento nacional por parte de los colectivos, de las universidades, del gremio audiovisual y la expectativa internacional sobre nosotros por parte de los críticos, programadores, productores, directores, etc. En torno a la organización hemos recuperado la sección documental la misma que va a ser temática. En esta edición esta sección se enfoca en “el cambio climático, el agua y la vida”, espacio que nos lleva a la reflexión y sensibilización social y hemos logrado fortalecer el vínculo académico en materia audiovisual con las universidades desde la formación teórica como práctica.
¿Cómo influye el tema político en la organización del festival? Hay que considerar que el cine como expresión artística, creativa, es político. Y para hacer un festival desde una institución como la Prefectura se necesita de una voluntad política. Esto influencia porque sin esa voluntad —en este caso del líder de la Prefecto Paul Carrasco— no fuera posible hacerlo. Entonces es importante decirlo y saberlo. Tras el festival hay una voluntad política de realizar y propiciar este espacio democrático, inclusivo y que busca la dinamización de la economía local.
¿Tiene algún mensaje más allá de la democratización del cine? Ser inclusivo. El Festival busca llegar a todos los públicos (niños y jóvenes) adultos, mujeres, tanto de Cuenca y sus 14 cantones, llega a las plazas, parques y salas de cine. Es inclusivo desde la convocatoria de participación a las diferentes secciones competitivas. El Festival es inclusivo por los diferentes géneros cinematográficos de las producciones que el festival ofrece, lo que garantiza a los espectadores conocer y disfrutar de una variada y escogida programación de cine independiente.
¿Cree usted que el público ecuatoriano está listo para esa calidad de cine? Vemos salas vacías y eventos sin gente, por más que sea gratuito. ¿Qué se podría hacer para mejorar esa asistencia del público hacia el festival?
Creo que el público cuencano y ecuatoriano está listo para apreciar y disfrutar de un cine independiente de calidad. Estamos dentro de una sociedad mediática en donde el cine es una de las grandes alternativas de distracción y cultura universal. Podemos tener cine desde nuestra casa, desde los teléfonos o nuestras computadoras, pero el público sabe y conoce que ir a una sala de cine es vivir una experiencia, más aun a disfrutar de un cine que no lo verá en las salas comerciales. Creo que hay que fortalecer la información pública de la programación que trae el Festival, a veces el desconocimiento coarta la posibilidad de vivir esta experiencia de mirar y admirar una película de ficción o de un documental y más aun de cultivar su crítica como espectador, pero sí es importante que el público se informe, busque la información de lo que el Festival de Cine LA ORQUIDEA Cuenca, le ofrece.
¿Cómo fue su experiencia en San Sebastián? José Luis Rebordinos, el director casi vitalicio del Festival de San Sebastián, conoce de nuestro Festival “La Orquídea” Cuenca, muy presto a conversar sobre cómo evoluciona un festival desde su experiencia, considerando que San Sebastián está en edición 65ta edición y nosotros vamos camino a la 6ta; fue interesante y valioso oír de sus consejos, entre algunos Rebordinos dijo “todo festival tiene su proceso de crecimiento y de autenticidad” Hablamos de cómo se han gestado otros festivales. Felicitó, a nuestro Festival sobre todo, por la importancia que le damos a la academia. Cito sus palabras: “sin preparar a la gente que hace cine desde la academia no se puede hablar de un cine nacional” por ejemplo, “hay que conjugar la afición de hacer cine con la formación de cineastas”. Nos recomendó algunos contactos de gente que aporte al crecimiento de nuestro Festival y nos auguró el reconocimiento como el Festival de Cine del Ecuador a conocerse en el mundo.
¿Qué significa para usted el Festival de Cine la Orquídea? La cristalización de un proyecto que partió de un sueño ambicioso para nuestra ciudad que se ha hecho realidad y que es parte de la identidad de Cuenca y del país. Es la pasión por el cine que permite ser el gran evento donde confluyen los cineastas consagrados y los que están por serlo, donde se proponen y se debaten políticas públicas para el desarrollo del audiovisual, donde el público espera con ansias edición a edición ser parte del Festival. Es vivir un legado cultural, propiciado la Prefectura y del Prefecto para Cuenca que se ha posesionado como un valor como una identidad de ciudad. Es la marca ciudad, es sentir y saber que ¡Cuenca es cine! 14
Rally Cinematográfico Desde el 20 al 30 de noviembre, los seis equipos seleccionados para el Rally Cinematográfico, filmarán sus propuestas para un corto de ficción. La organización del Rally entregará a cada equipo un pequeño objeto/ prenda que deberá estar presente en por lo menos el 25% de los planos del corto a filmarse. Las locaciones son lugares emblemáticos de la ciudad como: Parque de la madre, Calle Larga, El Vecino / Rafael María Arízaga, San Blas, Mercado 9 de octubre/ Plaza Cívica, San Roque, Terminal Terrestre, Ricaurte, San Sebastián, Las Herrerías / Plaza del Herrero. Los participantes trabajarán con su propio equipo y en caso de requerir movilización la organización del festival proveerá este servicio. El proyecto ganador podrá participar en el Festival Internacional Audiovisual FIAFEST de Colombia, que tendrá lugar en mayo de 2018, una estatuilla, USD $500 (Quinientos Dólares) en efectivo, y un pasaje a Bogotá para la participación en el FIAFEST del representante que designe el equipo. Las propuestas elegidas son:
ANTOJO | Universidad de Cuenca
MIENTRAS RECUERDAS | Universidad de Cuenca
OJOS QUE NO VEN | INCINE
Camilo Toledo Francisco Pesántez Jonathan Villamar Cristina Pérez
Andrea Maribel Guanuchi Morocho Damián Jiménez Antonella Potosí Moya Darwin Montaleza Stalin Crespo Andrés Marín
Leonardo Montenegro Daniel Reascos Martín Kingman Bryan Flores Cristina Ayala Kleyverht Durán
SUERTE | Universidad de Cuenca
PAQUETE SELLADO | Universidad de Cuenca
SAN BLAS INESPERADO AMOR | Universidad Casa Grande
María Elisa Torres Carrasco Jenny Arízaga Alvarado Priscila Arias Daniela Idrovo Farfán Samantha Proaño
Marco Peralta Báez Celin Astudillo Cristian Cobos Andrés Vizcaíno
Paula del Salto Estéfano del Pino Christian Rovayo Sebastián Villena Carlos Wong
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“El objetivo del festival es la internacionalización” Fernando Pontón Mendieta ha sido coordinador general de Festival de Cine “La Orquídea” Cuenca desde hace cinco ediciones, ha trabajado con el fin de democratizar del cine, la cultura, el arte en general y así llegar a todos los sectores de nuestro país. Además, gerente de GPA TOURS, empresa de turismo de la prefectura del Azuay que día a día participa de la mano del festival.
Usted ha estado presente en todos los festivales, ¿cómo fue el inicio del Festival de Cine La Orquídea Cuenca? En el año 2010 el prefecto Paúl Carrasco decide apoyar al Festival Internacional de Cine de Cuenca que organizaba Patricio Montaleza, pensando en la posibilidad de que la ciudad cuente con un evento de esta naturaleza y a través de este se pueda proyectarla tanto cultural como turísticamente. Sin embargo, este festival no cubrió las expectativas en cuanto al interés de la población, atracción turística y generación de desarrollo económico por lo que decidimos plantear la posibilidad de organizar un evento propio en donde podamos potenciar la provincia del Azuay como un destino turístico y cultural. Por otro lado, democratizar el acceso a la cultura cinematográfica mediante funciones gratuitas en espacios al aire libre, visitas a cantones y en las salas de cine para que las familias cuencanas puedan ser parte de esto. “La nueva sociedad del espectáculo”, así lo llama el Prefecto, una cultura en donde podamos compartir actores, directores, guionistas y la ciudadanía. Una sociedad en donde en una alfombra roja de un evento de gala pueda estar la señora del mercado como también pueda estar la actriz más reconocida a nivel internacional. El primer festival se organizó en noviembre del 2011, se contó con la participación de Ruddy Rodríguez como actriz invitada y se realizaron algunos homenajes a figuras reconocidas del cine como: Totty Rodríguez y Manuel Calisto. Para el segundo festival se intentó proyectar más, por ello se trajeron personalidades como Angie Cepeda y algunos actores nacionales . Además se implementó una sección llamada el Andén Latino, con la cual buscábamos apoyar a las películas desde el área de la producción con el mercado audiovisual (Actualmente Orquídea Lab). En la tercera edición, tuvimos un festival más grande, se apuntó a la formación y talleres, por eso se pudo llegar a más espacios, además, en esa edición se pudo cerrar con un concierto de Rosario Flores, lo cual nos permitió posicionarnos de mejor manera. En el transcurso de estos festivales, la imagen fue creada y diseñada por James Verdesoto, ecuatoriano radicado en Nueva York que ha tenido participación en importantes carteles cinematográficos.
El Cuarto festival fue el más grande con 71 proyecciones y con España como país invitado; Victoria Abril, Ariadna Gil y David y Fernando Trueba fueron algunas de las personalidades que estuvieron presentes, eso fue un incentivo para que la gente llene las salas. “Vivir es fácil con los ojos cerrados” del director David Trueba fue la película inaugural del festival. En el quinto gozamos de muchas producciones, tuvimos una cartelera amplia en estrenos nacionales, eso fue una catapulta para el cine ecuatoriano, lo que ha hecho que el festival sea considerado el más importante del país.
¿Usted cree que existe una industria cinematográfica en el país o qué faltaría para impulsarla desde la visión publico-privada que se maneja a los festivales alrededor del mundo?
Nosotros hemos abierto las puertas y la posibilidad de que la empresa privada apoye a través de auspicios o participación en conjunto con la academia, además en algunas de las actividades del festival, sin embargo creemos que el paso que nos falta es que el cine sea tratado y visto como lo que es, una industria.
El Festival ya está institucionalizado como parte de la ciudad, venga la administración que venga, ¿continuará el apoyo si sale esta administración? Es parte del proyecto de institucionalización y está patentado, pero lo más importarte es que en la mente del ciudadano existe la idea de que cada año hay festival de cine, se lo ve con buenos ojos y se apoya. Lo que estamos buscando al aliarnos con universidades y empresas privadas es apuntalar para que en dos años, cuando el Prefecto no se encuentre, la siguiente administración lo vea como parte de la ciudad, lo potencialice de esa manera y sobre todo lo mantenga.
¿Qué significa, para usted, el Festival de Cine “La Orquídea”?
Gracias al festival yo he tenido la oportunidad de conocer a mucha gente y ver de otra manera al cine, además de apreciar cómo en otras ciudades el festival de cine es el motor de la economía. Para mí, en realidad, es un reto, pero también es una satisfacción estar en ese proceso, construirlo de a poco e ir aprendiendo, incluso hasta tropezando, pero eso hace que cada año queramos ser más grandes, ambiciosos y lograr mayores objetivos, llegar a más gente y lograr que el festival mejore en su calidad. 16
Azuay disfrutó de cine independiente Los centros parroquiales son parecidos: iglesia, casa comunal, parque central, cancha deportiva, graderíos y las casas patrimoniales que lo rodean. Casi siempre se los utiliza para fiestas, conciertos, actividades deportivas, pero muy pocas veces o casi nunca para mirar cine. Esta ocasión fue diferente. El Festival de Cine de la Orquídea llevó a 14 cantones una muestra de cine itinerante compuesta por una selección de cortos nacionales e internacionales. Durante tres semanas, Carolina Rodas productora en FILMARTE y su equipo, gracias al apoyo del Instituto Nacional de Cine, recorrieron la provincia del Azuay para llevar una hora con treinta y un minutos de magia. Aguantaron frío, problemas técnicos, largos viajes, pero nada los desmotivó en su tarea, en ella veían reflejada la sonrisa de los niños que disfrutaban de los diferentes cortos animados como: “Vendedor de Humo”, un corto sobre un vendedor ambulante que llega a una ciudad ofreciendo un producto increíble: hacer tus sueños realidad; o “Tadeo Jones y el sótano maldito” que trata sobre el pequeño barrio de Tadeo, un remanso de paz en el que cada día sucedían las mimas cosas. Pero esta noche, la mayor aventura a la que se podría enfrentar, le está esperando a la vuelta de la esquina. Esta vez, salir vivo sí va a ser un reto.
Fotografías: Izq: Ponce Enríquez Centro: El Pan Der: Guachapala Abajo: Santa Isabel
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Tal vez el cine no convierta tus sueños realidad, tal vez no arregle los cientos de problemas que lleves a la función, pero durante esa hora y media, mientras las luces están apagadas, los ojos abiertos y la mente en cero, el cine te traslada a una nueva realidad, a veces beneficiosa, a veces nefasta, pero otra, diferente. El cine es una herramienta que ayuda a comprender al ser humano, sus problemas e ilusiones, porque el cine refleja el vivir de los pueblos, el cine es su idiosincrasia. Los cantones pudieron disfrutar de una hora y media de magia, pronto ellos mostrarán su realidad en las mejores salas del mundo, ese es el sueño del festival, de sus organizadores y de toda una provincia. La muestra de cine itinerante es, en palabras de Miguel Mejía, habitante de Guachapala, “lo mejor que le ha pasado a este cantón, una de las cosas más bonitas que me ha tocado a vivir en mis 67 años”.
Película inaugural 1. Aquarius (BRA-FRA) Largometraje internacional 2. Rey (CHL-FRA) 3. A Ciambra (IT) 4. Western (DEU-BUL-AUT) 5. Little Harbour (ESL-CZE-HUN) 6. The dead nation (ROU) 7. Les forts des fous (FRA-QAT-GRC-DEU-DZA)
8. Ava (FRA) 9. Ana, mon amour (ROU) 10. Tehran Taboo (DEU-AUT) 11. Dragonfly Eyes (CHN) Ópera prima iberoamericana 12. Las Malcogidas (BOL) 13. Cocote (DOM-ARG-DEU) 14. Maquinaria Panamericana(MEX) 15. Gabriel y la montaña (BRA) 16. Jesús (CHL-FRA-DEU-GRC-COL) 17. Medea (CRI-CHL-ARG) 18. Pela Janela (BRA) 19. Extraño pero verdadero (MEX) 20. Júlia Ist (ESP) 21. Tigre (ARG) 22. Mañana a esta hora (COL-CAN) 23. La Familia (VEN-CHL-NOR)
Cortometraje ecuatoriano 24. Waorani (ECU) 25. El Baño (ECU) 26. El Chagra (ECU) 27. Refill (ECU) 28. Frontera (ECU) 29. Ni sí, ni no (ECU) 30. Lluchu (ECU) 31. A (ECU) 32. El rey del muyuyo (ECU) 33. Indeleble (MEX) 34. Crisálida (ECU) 35. Los cachos de mi papá (ECU) Panorama Internacional 36. Apprentice (SGP-DEU-FRA-HKG-QAT) 37. El ciudadano ilustre (ARG) 38. La región salvaje (MEX-DNK-FRA-DEU-NOR-CHE)
39. Las hijas de abril (MEX) 40. Spoor (POL) 41. Radiance (JPN-FRA) 42. Mimosas (ESP) 43. Zama (ARG) 44. Good Time (USA)
Panorama Ecuatoriano
Cortometrajes documentaless
45. 52” (ECU) 46. Alba (ECU) 47. Aislados (ECU) 48. Huahua (ECU) 49. Tierra de mujeres (ECU) 50. Si yo muero primero (ECU)
65. Brightspots (AUS) 66. Baja’s Secret Miracle (USA) 67. Cortos Rusos (RUS) 68. The New Environmentalists: Water Song (PER) 69. The New Environmentalists; y Madre de Todos los Ríos (HND) 70. La casa de Walter (ECU)
Cine infantil
Funciones Especiales 51. El libro de Lila (COL-URY) 52. Mi mama Lora (ARG) 53. Un caballo llamado elefante (CHL) 71. La luz Incidente (ARG) 72. Tránslucido (ECU-USA) 54. Sobre Rodas (BRA) 73. Safety Last (USA) 55.Cortos infantiles Documentales: La nueva normalidad Cambio Climático 56. River of Gold (USA) 57. La hija de la laguna (USA) 58. Naui Ollin, Sol de Movimiento(MEX) 59. The Messenger (FRA-CAN) 60. Riverblue (CAN) 61. H2OMX (MEX) 62. How to let go of the World (USA) 63. La Orquesta Reciclada (PRY-NOR-BRA-USA)
64. A Plastic Ocean (GBR-HKG)
Teatro Carlos Cueva Tamaríz, Teatro Casa de la Cultura, SEDES: Teatro Pumapungo, Teatro Sucre y Multicines (MILENIUM PLAZA)
Retrospectiva Sonia Braga 74. Doña Flor y sus dos maridos (BRA) 75. El beso de la mujer araña (BRA) Cortos internacionales 76. Les Intranquiles (BRA) 77. Fajr (ESP) 78. Ascension (PRT) 79. Bonboné (PSE-LBN) 80. Douggy (RUS) 81. A Gentle Night (CHN)
ENTRADA GRATUITA