1 minute read
Talleres de alfarería en provincias
Andenes asociados a estructuras de control en el sitio de Wiñay Wayna, Cuzco. Fuera del Cuzco, destacan las evidencias encontradas en Pomacocha (Ayacucho), propiedad de Amaru Túpac Inca, donde se aprovechó el agua del manantial llamado Ñahuinpuquio y se construyeron dos canales, uno subterráneo que conduce agua a terrazas ceremoniales, dos piletas en el sector 111, y otro canal a tajo abierto, que lleva agua hasta los andenes agrícolas de Pata-pata.
Además en Pomacocha hay un reservorio de muros finos de estilo poligonal, de forma ligeramente ovalada, de 21 mts. de largo. Se encuentra asociado a canales, paqchas, fuentes y edificios ceremoniales. Este reservorio está ubicado en medio del canal natural por el que discurre el agua de una de las paqchas. Quiza servía para riego ceremonial. La forma y el estilo es sorprendentemente similar al existente en Tipon, que describe Niles (1987: 152).
Existe también en Pisac un pequeño reservorio, sin pretensiones de uso ceremonial, más bien hecho de piedras rústicas, que habría servido como una caja de agua, tal vez para amainar la fuerza de la caída que baja por la ladera empinada desde Viacha y va a dar a los andenes de Qantusraqay.
Conclusiones
1. La andenería constituye una forma de tecnología adaptada al medio natural andino.
2. Durante la época inca se construyeron andenes preferentemente para el cultivo del maíz. El maíz era el grano más apreciado por todos los sectores sociales por sus fines ceremoniales.
3. Con los andenes se logró mejor suelo, mayor fertilidad, uso racional del agua y mayor productividad con menor erosión. Sin embargo, no dejó de acudirse, de modo complementario, a los rituales y a la magia, para asegurar la productividad y controlar los efectos de inundaciones, sequías, heladas, etc.
4. En la época inca se construyeron 5 tipos de andenes. El mayor número y repertorio estilístico se encuentra en las propiedades agrícolas de las panacas reales.
5. Al margen de su uso en la agricultura, los andenes revisten valores estéticos y, de algún modo, constituyen símbolos.