1 minute read
Paqchas y cochas
Vista general de canal elevado en el complejo de Tipón, Cuzco.
Esta plegaria pidiendo agua al dios Runa Cámac durante los festejos de octubre, mes del Uma Raymi Quilla, transcrita por Poma de Ayala hacia 1615, remarca la importancia de contar con agua suficiente, y ref[eja la honda preocupación que causaba la fragilidad de los sembríos frente a los azares de las precipitaciones pluviales. Estas variaciones preocupaban al Estado inca, razón por la que tenia un grupo de sacerdotes que " ... llenaban los quipos de las temporadas pasadas mostrando la sucesión de años de sequía y de lluvia" (Murra, 1975: 54) para ser usados en la planificación agrícola. Igual que el andén, el agua, el canal y la represa eran -en el imaginario religioso popular del siglo XVI- dones recibidos de los dioses; y la tradición oral de la misma época, señalaba a los míticos primeros incas como los artífices de las nuevas tierras agrícolas y la red de canales de riego. Una de las versiones más difundidas puede ser la que consigna Avila, según la cual el agua era un don otorgado originalmente por Cuniraya Viracocha y Pariacaca, y se decía que fue Quilquiri el constructor de la primera represa para el riego de las chacras (Taylor, 1987). Se dice también que Cuniraya Viracocha, el hacedor de las cosas, hizo el primer andén (lbid. 1987). En la sociedad inca el riego está asociado con el andén y el maíz. Así lo captaron los cronistas más acuciosos y así también I? demuestran las investigaciones que se llevan a cabo sobre este tema. Como decíamos, el maíz era un bien preferido y su cultivo en consecuencia era de interés general. Sin embargo, el sistema de riego debió ser organizado de acuerdo a criterios de "pertenencia" de la tierra o andenes, y también a órdenes de prioridad, de allí que queda hasta el día de hoy el término "patachay" (uno tras otro). Aparentemente existieron varias maneras de