Técnicas de modelación del metal

parece haber sido la razón de su uso en el Alto Piura, y en general, en la costa norte donde primaron más bien los aspectos que hoy llamamos "estéticos". Nos referimos a la selección de color de la superficie, que indudablemente tuvo un importante valor simbólico para los orfebres antiguos. Las aleaciones permiten dotar a un objeto de cobre de las calidades cromáticas propias del oro o de la plata. Asimismo, resulta plenamente factible lograr diferentes tonalidades, resultantes de la proporción de los componentes metálicos.

Los orfebres Moche y Vicús del Alto Piura compartieron dos técnicas de elaboración: el laminado y el vaciado. El laminado consiste en expandir o estirar un lingote de metal (Fig. 472), mediante golpes sucesivos de martillo, dados sobre una superficie dura o yunque para ir adelgazándolo poco a poco hasta llegar al grosor o espesor deseado.

Como el metal tiende a tornarse más duro y quebradizo (agriarse) a medida que se expande, es necesario recalentarlo para que vuelva a cobrar maleabilidad (templado) y pueda continuarse el trabajo en frío. El laminado es la técnica por excelencia de la metalurgia de los Andes Centrales. Existen las siguientes técnicas de manufactura que están relacionadas con este proceso:

El martillado, que consiste en ir dando forma con golpes de martillo de piedra sobre la superficie de la lámina en frío. Generalmente estos golpes dejan huellas o marcas en la superficie de la lámina si ésta no ha sido debidamente protegida, por ejemplo, poniendo un pedazo de cuero en la parte posterior y anterior de ésta antes de golpearla. Si estas huellas se presentaran, pueden ser eliminadas frotando la superficie con piedras abrasivas. El templado o recocido es otra de las técnicas relacionadas con el proceso de laminado. Consiste en calentar un metal sólido por debajo de su temperatura de fusión de manera que se cristalice nuevamente. Este tratamiento elimina el endurecimiento por deformación producido durante el trabajo en frío, restableciendo la plasticidad del metal a fin de seguir trabajándolo.

La otra técnica asociada, el forjado, consiste en deformar plásticamente el metal templado o recocido para darle la forma deseada.

En el caso de la orfebrería Vicús, para lograr recipientes de poca profundidad como platos o escudillas luego de fabricada la lámina, se abombaba la base golpeándola sobre un lecho blando y luego, para producir el levantamiento de las paredes, se golpeaba de afuera hacia dentro sobre una base dura, con golpe directo, utilizando un elemento sufridor en la parte interna y un martillo para golpear externamente.

No se conocen evidencias de recopado

14, pues no se han encontrado objetos como vasos o copas. Del material publicado sobre los objetos Mochica de Loma Negra, tampoco se conocen especímenes con estas características. Esta técnica implicaría el conocimiento práctico de la deformación dúctil del metal.