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CONCEPTOS GENERALES DE CULTURA CIUDADANA

EDUCACIÓN CÍVICA Del Texto: DICCIONARIO DE POLÍTICA NORBERTO BOBBIO, NÍCOLA MATTEUCCI Y GIANFRANCO PASQUINO Siglo XXI editores.

LOS POR QUÉ DE UNA (NUEVA) CONSTITUCIÓN: PARA COMPARAR CON NUESTRA REALIDAD Las razones políticas de fondo de esas diferencias de opinión, en el intento de modificar la Constitución del 80, (Si no sabe, no opine, primero infórmese para expresar su opinión). (Analice y compare, en este texto las experiencias de otros pueblos). CONSTITUCIÓN, CONSTITUCIONAL, CONSTITUCIONALISMO, CONSTITUCIÓN, es un término bastante reciente en el vocabulario político, y su uso no está todavía consolidado (se decía hace cincuenta años). Para una primera definición conviene partir de los significados que tienen las palabras “constitución” y “constitucional” en el ámbito de la ciencia jurídica. Bajo la influencia del viejo y del nuevo “positivismo jurídico” es posible una forma de conocimiento cierta, y si no universal al menos intersubjetiva, sólo si en la investigación se prescinde de todo juicio valorativo, sólo si se abandona toda premisa iusnaturalista (derecho natural) o de valor, que serían extraños a la ciencia. Por lo tanto el término CONSTITUCIÓN, tanto en la escuela normativa, que

tiene su máximo exponente en Hans Kelsen (jurista y filósofo austríaco, de origen judío), como en la institucional, que en Italia tiene su maestro en Santi Romano (jurista italiano, catedrático de Derecho), tiene un significado meramente descriptivo, idéntico al que tienen las ciencias naturales: este significado científico es totalmente independiente y autónomo de toda referencia al concreto contenido de la Constitución que en cambio, sería político y axiológico (lo que se refiere a un concepto de valor). La Constitución en efecto, es la misma estructura de una comunidad política organizada, aquel orden necesario que deriva de la designación de un poder soberano y de los órganos que lo ejercen. Así dado que una Constitución es inmanente (que tiene un fin dentro del mismo ser) a una sociedad

cualquiera, es necesario distinguir el juicio científico sobre las características que son propias a toda Constitución, en su aspecto formal y material, del juicio ideológico sobre cuál régimen es CONSTITUCIONAL Y CUAL NO LO ES. NICOLA MATTEUCCI 1/7 LOS SUPUESTOS DE LAS CONSTITUCIONES CONTEMPORÁNEAS. GIUSEPPE DE VERGOTTINI Todo ordenamiento estatal ha tenido siempre un complejo de principios organizativos propio que lo caracteriza y lo distingue de otros, pero sólo en tiempos relativamente recientes se ha difundido y consolidado la convicción de que estos principios deben ser concentrados en un documento formal llamado CONSTITICIÓN, Las primeras constituciones fueron introducidas en el marco de un proceso de limita-

ción y fragmentación el poder absoluto tal como se había afirmado en las monarquías europeas. Por ello, todavía hoy al propio concepto de constitución se le considera a menudo coincidente con el poder político repartido entre varios órganos constitucionales de modo que se reconozca a los ciudadanos, además una serie de derechos fundamentales, garantías idóneas contra abusos por los titulares de los órganos del poder político. Este concepto de la constitución, como garantía de las libertades fundamentales tuvo razón de ser hasta que el modelo de los ordenamientos políticos se imprimía prevalentemente en las concepciones propias del Estado liberal, primero en su versión oligárquica-censataria y después en la democrática. Pero con el inicio

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de este siglo XX, el modelo liberal fue impugnado y a veces superado con la aparición del Estado de, los soviet, así como el autoritario del fascismo y, por lo tanto, por los modelos eclécticos (juicio en el juzgamiento de una obra reuniendo las mejores ideas…) que nos proporcionan los Estados de nueva independencia. Ninguno de estos Estados ha renegado

abiertamente de la fórmula de la constitución como garantía, aunque sí, aportaron una profunda corrección al preverse que la garantía, únicamente asegurada a quien comparte la ideología oficial, de signo distinto, de donde casi siempre se acaba por llegar a un partido único. Antes bien, junto a las funciones reseñadas se han firmado e incluso han adquirido

superioridad otras funciones de la constitución, todas ellas presentes ya en las constituciones liberales. Una de ellas es la función propiamente “constitutiva” del documento constitucional: la Constitución atestigua ante la comunidad internacional el surgimiento de un nuevo componente que se afirma como sujeto con pleno derecho de la misma. Esto explica cómo, después de la Independencia, todos los nuevos Estados se apresuran a presentarse de modo formalmente positivo en la escena internacional en tanto dotados de una Constitución propia. Íntimamente conectada con la función constitutiva está la de la estabilización y racionalización de un determinado orden de poder. La Constitución es un punto firme, una base coherente y racional para los titulares del poder político que buscan con su trámite dar estabilidad y continuidad a su con-

cepto de vida asociada. En forma contextual, a la constitución se le agregan múltiples garantías en defensa de la ideología dominante y de las instituciones constitucionales fundamentales, por conducto de distintas modalidades, que van desde el veto de revisión constitucional, hasta las garantías propuestas en sanciones penales, un sistema orgánico de controles jurisdiccionales y la organización de la administración militar y civil. Junto a la función constitutiva que legitima al nuevo Estado, la constitución puede tener la función más limitada de legitimación de un nuevo titular del poder político. Esto explica por qué, sobre todo los Estados nuevos, a cada subversión interna mediante un Golpe de Estado siga la adopción de una nueva constitución que no siempre tiene contenidos radicalmente distintos de la precedente que (Continúa en la pág. 5)


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ha sido abrogada. La constitución tiene pues una función de propaganda y de educación política. Esto puede verse fácilmente en las constituciones de alto contenido ideológico –como la revolucionaria francesa, la socialista, la de las repúblicas islámicas– en las que el texto contiene no sólo normas organizativas sino sobre todo principios de dirección e impulsos de activación de masas. Si esas premisas son las funciones constantes que las constituciones llevan a cabo, los contenidos por su parte pueden ser muy variados, puesto en concreto el concepto que está en la base de toda forma de Estado o régimen político acaba por influir de manera determinante en el texto constitucional. 2/7 INSUFICIENCIA DEL CONCEPTO FORMAL DE CONSTITUCIÓN. Según la doctrina jurídica, por Constitución se entiende aquellos principios que están en la base del sistema normativo de todo ordenamiento, con referencia a un número variado de entes, como los Estados, las organizaciones internacionales, la comunidad internacional. Cualquier ente, público o privado, tiene los propios principios básicos indispensables, y por lo tanto una Constitución propia, pero sólo los entes llamados originarios ( o sea autolegitimantes) se consideran portadores de una Constitución que vale y obra también

por todos los entes considerados derivados y que se justifican sobre la base de aquella, los cuales están diversamente coligados y dependientes del ordenamiento del ente originario; esto vale especialmente para los entes públicos inmersos en el ordenamiento estatal. Circunscribiéndonos a la Constitución del ente Estado, adquiere relieve la extrema dificultad para delimitar con claridad los principios normativos esenciales que se ha señalado, aún si en abstracto se afirma que éstos deberían ser los lógicamente prioritarios, con la preeminencia sobre aquellos principios no indispensables, y en condiciones de revelarse como permanentes, es decir: las decisiones esenciales sobre la forma de Estado o régimen, sobre la organización y las funciones de los poderes públicos, sobre los derechos y los deberes de los ciudadanos. Se ha observado, con exactitud, que la esencialidad de los principios está estrechamente conectada a un juicio de valor diversamente condicionado por perfiles históricos y políticos que hacen difícil su enunciación en términos absolutos. Ésta sería posible si se aceptase la hipótesis normativa que considera como principio último condicionante del sistema llamada “norma de la Norma” (es la ley de leyes que dota de validez al sistema jurídico), o sea aquella que condiciona la producción de normas generales, especialmente a través de la legislación; sin embargo, se ha observado

que tal norma termina por presuponer como ya constituido el ordenamiento, sin aclarar sobre cuál base. En el mejor de los casos la concordancia sobre la insuficiencia del recurso al criterio formal de identificación de los principios esenciales. En efecto, teniendo en cuenta la tendencia a adoptar la forma escrita para enunciar la Constitución, se ha intentado especificar como constitucionales las disposiciones incorporadas siguiendo procedimientos reforzados, es decir distintos de los seguidos por las legislaciones normales, imputados a órganos dotados de poder constituyente. Pero la tendencia a una particular formalización de los preceptos constitucionales no significa que éstos están necesariamente limitados a aquellos insertos en un texto ad hoc ni que aquellos formalmente declarados mantengan siempre su importancia originaria. Es indudable que la concurrencia a formas extremas puede hacer presumir que las mismas recubren un contenido de principios realmente esenciales para un ordenamiento determinado. La forma escrita –claramente afirmada a pesar de la permanencia de Constituciones preferentemente consuetudinarias, como la inglesa, y la presencia de costumbres constitucionales en todo tipo de ordenamientos– responde a evidentes razones

de técnica organizativa de los ordenamientos políticos, en cuanto tiende a asegurar una estabilización de estructuras, estando afectada aún hoy por el perfil garantista impreso por las teorías del constitucionalismo, como así también por la estabilidad y conservación de valores ideológicos y políticos y de intereses individuales y colectivos. Además la forma escrita parece siempre tener, con mayor o menor intensidad, un significado instrumental debido a las ideologías de las que un ordenamiento es portador, tanto en el caso de las llamadas Constituciones balance, en las que en polémica con el pasado se hace un ajuste de cuentas de los resultados obtenidos desde el punto de vista político, como sobre todo en el caso de las llamadas constituciones programa, que expresan de manera particularmente explícita un sistema orgánico de directivas a aplicar a breve , medio o largo plazo. Tal tendencia propagandista ha llevado a una progresiva ponderación de los textos constitucionales hasta ampliar especialmente las disposiciones en materia económica y social, sobrepasando las simples disposiciones organizadoras relativas a la repartición y al uso del poder político (contraposición entre constituciones largas y constituciones cortas).

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EL FORTÍN DEL ESTRECHO fundado el 4 de septiembre de 2000. N° 157, año 16, abril de 2017. Web: www.elfortindelestrecho.cl E-mail: elfortindelestrecho@hotmail.com La Prensa Austral - Waldo Seguel 636 - Punta Arenas (Sólo actúa como impresor). Editado por Viento del Sur Editor, José Nogueira 1130 Of. C Interior, fono 612246822, celular 091225205. Director responsable: Antonio S. Deza González, Publicista. Diseño: Marcelo Carrasco Macías, Diseñador Gráfico. Diagramación: Diego Vega Fetis, Diseñador Gráfico. Colaboraron en este número: Ludovico Incina; Diccionario de Política, Norberto Bobbio, Nicola Matteucci y Gianfranco Pasquino. Siglo Veintiuno Editores España. 13ª Edición; Alfonso Domingo, Greca 1992; Grupo ZETA; El Mostrador; Buena Salud; Ernesto Fernández de Cabo, Magallanes Golf Club; Ernesto Fernández de Cabo, Corrector de Prueba; Vesna Deza Kuzmanic, Relacionadora Pública y Aldo Mattioni, Ajedrez.


EDITORIAL

CHI, CHI, CHI… LE, LE, LE… CHILE, LEE Frente a los inesperados y ya previstos avatares de los actuales y oscuros aconteceres en nuestra vida “nacional”; si hacemos un conciente análisis de nuestra historia real, “esa historia ya vivida y sufrida”, la sin adornos, esa con las cicatrices de las heridas políticas, fraudes e injusticias y le comparamos con la realidad actual, perfectamente sin ser profeta se puede llegar a conclusiones indesmentibles. Muchos hechos comparables, ya los hemos vivido y los estamos reviviendo, al “tropezar por enésima vez con esa misma roca” que nos ha impedido avanzar. Sin embargo, a pesar de estas verdades existieron y existen corrientes ideológicas que usan la misma roca en su beneficio desde los comienzos de nuestra vida como pueblo, para obstaculizar el avance real de la nación. Trajeron e Importaron e inventaron esos vicios… legales. Si la literatura denunciante y aclaratoria de los hechos pasados que han repercutido en los cambios de ruta y en desmedro del progreso político, económico-productivo y cultural de la nación, estuviera hoy al alcance para todos (sin la limitante del alto precio y del impuesto al libro) para aquellos que deseen saber, aprender y corregir el ángulo de vista de la realidad tergiversada (comprobada) históricamente, manipulada e iluminada enceguecedoramente con esos fines mezquinos. (Generalmente foráneos, que echaron raíces en “sus actuales sarmientos mal podados”, abonándolos con ese egoísmo déspota, en el que han destilado este largo trago amargo). Durante casi dos siglos se ha intentado crear un ideal de nación. Su precio, varias guerras civiles y sangrientas matanzas de trabajadores… Durante todo este tiempo la estrategia ha sido obstaculizar a cualquier costo la verdadera vía a la construcción de un Estado-Nación (productiva) para todos, “con dignidad”. En estos días, se está viviendo y sintiendo ese repetido choque de valores. En el

tira y afloja de ese elástico se dejan ver las falencias de la cultura cívica y el conocimiento de la verdadera realidad histórica. Esa historia, que al leerla, da vergüenza y produce el sabor amargo que causa el engaño. Muchos son los que sin saber o, no querer saber, o sabiendo, rasgan vestiduras, vierten opiniones infiltradas en conciencia, ejecutando acciones que tienden a proteger su statu quo, sin considerar que la proyección de sus acciones va en contra de los destinos de un futuro mejor. La paz y la sana convivencia tienen su precio. Una de las raíces del problema político se ve profunda y sin solución, y eso pasa porque se ha generado, se genera y se estimula en la gran masa el desinterés en el verdadero conocimiento de nuestra realidad histórica. Desconocimiento que genera hoy esa inconsciencia cívica, a la vista; y promueven el desinterés por conocer la verdad histórica del país en que ya vivimos, el desinterés en el país que viviremos en el futuro, en el país que soñamos, porque hemos vivido y vivimos en un país donde la enraizada cultura estraperlista de elite, especialista en el método Ponzi, se ha disfrazado y protegido con la bendición de leyes acomodaticias que han aprobado y aprueban quienes han sido y son elegidos para proteger y mantener la honestidad del buen rumbo de los destinos de la nación. Quienes históricamente se opusieron, simplemente murieron asesinados o deportados. Esta no es una página literaria pero nos estamos atreviendo a dar algunos nombres de autores que bien podrían ser de ayuda de conciencia, porque una cosa es votar en conciencia teniendo el conocimiento conscientemente, y otra cosa, es votar de rodillas por un mendrugo o, hipnotizado por la palabrería falaz, de cualquier color. Algo cambiaría si el ciudadano se dispusiera a navegar en el mar de verdades que

valientemente han escrito: Don Vicente Huidobro: Balance patriótico. Don Benjamín Subercaseaux: Tierra de océanos. Don Gabriel Salazar: “Mercaderes Empresarios y Capitalistas Siglo XIX”. Una verdad de peones, mercaderes y dictadores; o “La Enervante Levedad Histórica de la CLASE POLÍTICA CIVIL Chile 1900 –1973”; “Este libro ha tenido como fin, precisamente, evitar que la clase política civil se siga burlando del pueblo de Chile”; “Labradores, Peones y Proletarios Chile, siglo XIX”. Doña María Olivia Mönckeberg Pardo: “CON FINES DE LUCRO” La escandalosa historia de las universidades privadas en Chile; “El saqueo de los grupos económicos al Estado chileno”; El imperio del Opus Dei en Chile”; “La privatización de las universidades”; “El negocio de las universidades en Chile”; “Los magnates de la prensa”, entre otros. Don Daniel Matamala: PODEROSOS CABALLERO El peso del Dinero en la Política Chilena: Don Javier Rebolledo: “A la sombra de los cuervos, Los cómplices civiles de la dictadura”. Don Jorge Baradit: HISTORIA SECRETA DE CHILE, 1 y 2. Don Mauricio Weibel B: “TRAICIÓN A LA PATRIA, Milicogate, El millonario desfalco a la ley del cobre, la historia oculta de la corrupción en el ejército de Chile. Don Carlos Tromben: “CRONICA SECRETA DE LA ECONOMÍA CHILENA” (Todo históricamente en familia, benditos y ponzificados. La verdad de las AFP”). Don Daniel Estulin: La Historia definitiva de EL CLUB BILDERBERG. Para quienes deseen saber la verdadera ubicación que tiene Chile en el mundo. (Gracias a Dios el planeta no tiene ano). (La soberbia y la ignorancia no nos deja comprender). Esto no es más que un botón de muestra, para tener presente y educar nuestra conciencia cívica. Hacer uso del voto sin responsabilidad es lo que ha abonado y producido la sinvergüenzura política.

TODO POR LA AUTONOMÍA POLÍTICA Y ECONÓMICA DE MAGALLANES Antonio S. Deza González Director


DESDE LOS ISLOTES EVANGELISTAS HASTA PUNTA ARENAS VÍA ESTRECHO DE MAGALLANES

REGIÓN DE MAGALLANES DISTANCIAS MARÍTIMAS Distancias en millas Cabo Pilar…34 Bahía Tuesday...37 Cabo Philip…50 Bahía Sholl…52 Puerto Churruca…58 Puerto Tamar…59 Puerto Angosto…82 Fondeadero Field…98 Cabo Notch…104 Bahía Borja…117 Islas Bonetes…124 Isla Rupert…131 Bahía Fortescué…139 Cabo Holland…151 Bahía Wood…153 Cabo Froward…166 Bahía San Nicolás…176 Bahía del Águila…181 Puerto San Juan de la Posesión…191 Bahía Carreras…193 Bahía Agua Fresca…207 Punta Arenas…221

Fondeadero Plumper…80 Cabo Posesión…92 Punta Dungenes…113 Cabo Vírgenes…128

DESDE PUNTA ARENAS A CABO VIRGENES Isla Magdalena…20 Puerto Zenteno…31 Ensenada Oazy…33 Cabo Gregorio…42 Puerto Sara…43 Punta Baxa…62 Punta Delgada…70 Puerto Progreso…71

DESDE PUNTA ARENAS A PUERTOS DE LA COSTA ORIENTAL DE TIERRA DEL FUEGO Punta Dúngenes…113 Bahía San Sebastián…155 Puerto Río Grande…183 Caleta Policarpo…289 Cabo San Diego…300 Bahía Buen Suceso…315 Puerto Español…347

DESDE PUNTA ARENAS A BAHÍA GENTE GRANDE, BAHÍA INUTIL Y CANAL WHITESIDE Bahía Porvenir…19 Isla Contramaestre…23 Caleta Percy, Bahía Gente Grande…29 Caleta Hobbs, Bahía gente Grande…27 Caleta Clarencia, Bahía Gente Grande…29 Caleta Esperanza Bahía Inútil…42 Bahía Harris, Isla Dawson…45 Caleta Discordia, Bahía Inutil…48 Puerto Yartou, Canal Whiteside…50 Caleta Macklelland, Bahía Inutil…53 Caleta Josefina, Bahía Inutil…55 Puerto Nuevo, Bahía Inútil…62



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3/7 CONSTRASTE ENTRE ESTÁTICA Y DINÁMICA DE UN ORDENAMIENTO: EL CONCEPTO MATERIAL DE CONSTITUCIÓN. La formalización es por lo tanto un intento de cristalización de los principios esenciales, pero como intento está en general destinado a dar resultados engañosos. En realidad, si es natural que el poder constituyente intenta imponer a los órganos directivos de un ordenamiento en líneas de acción conforme a la propia concepción de las relaciones políticas y sociales, no está dicho que el sistema pueda limitarse a imprimir el propio desarrollo a principios de conservación. Evoluciones o involuciones pueden preverse con más o menos precisión. Por lo demás a menudo son las mismas directivas queridas por el constituyente las que producen consecuencias inconciliables con los principios básicos. Estos signos indican cómo una de las características inevitables de todo ordenamiento es la búsqueda de conciliación entre el sistema tendencialmente estático de sus normas originarias y las orientaciones impresas por las direcciones políticas que los órganos constitucionales formulan bajo el empuje dinámico de las fuerzas sociales. Tal dinámica provoca un continuo estado de tensión que somete a intensos estímulos los principios formalizados en la Constitución. Más allá de la hipótesis del progresivo distanciamiento de la realidad constitucional de los principios formalizados, es posible observar que, más en general, los principios formales representan una parte de la

Constitución, que puede ser comprendida sólo poniendo el acento en principios sustanciales , lo que es particularmente evidente ya sea en la hipótesis según la cual no exista Constitución escrita contenida en un documento unitario –como es el caso, frecuentemente puesto como ejemplo, de Gran Bretaña – o bien cuando se da cuenta de la no correspondencia entre principios formales preexistentes y realidad constitucional subyacente, como en el caso del último periodo de vigencia del ordenamiento estatutario italiano posterior a la afirmación del fascismo. La doctrina de la Constitución en sentido material interviene para ofrecer una justificación de las relaciones entre el perfil normal y el perfil sustancial de las constituciones. En su formulación más persuasiva ella pone un acento en el papel determinante desarrollado por las fuerzas políticas en la fijación de los principios organizativos y funcionales esenciales para la vida de un ordenamiento. De tal modo se efectúa una decisiva revaluación del papel que desempeña la realidad social, nunca más confinada a lo prejurídico. El elemento social del Estado se perfila ya ordenado en torno a un núcleo de principios que contribuyen a darle una configuración política propia. En su seno puede delinearse un elemento dominante, titular y gestor del poder, diferenciado del que aparece dominado, o bien –en los ordenamientos democráticos en donde se tiende a negar al menos teóricamente una contraposición así de rígida– una participación necesaria de toda la base social en el poder

político procurando tener la mayor correspondencia posible entre Estado-comunidad y Estado-aparato: en ambos casos son las fuerzas políticas las que están en condiciones de caracterizar el ordenamiento que ellas expresan, los principios y los fines constituyentes de la Constitución material. Con base en tal ordenamiento se determinan cómo existen, en cada ordenamiento, normas constitucionales –en general formalizadas en un texto ad hoc, pero también contenidas en diversos textos o teniendo un carácter meramente consuetudinario o convencional –relativas a las decisiones fundamentales respecto de la organización del Estado-aparato (en particular: utilización del principio de concentración y de separación en la distribución de las competencias, del principio de la paridad o de la gradación en la utilización de la misma), respecto de la organización del Estado-comunidad (régimen de autonomías públicas y privadas), respecto de las relaciones entre aparato y comunidad (régimen de las relaciones autoridad-libertad), respecto, en fin, de las relaciones entre Estado ordenamiento y comunidad internacional y similares. Tales normas derivan y están condicionadas por un principio originario que constituye al mismo tiempo el núcleo efectivo de toda organización constitucional. Este principio es la resultante del juego de las fuerzas políticas que se mueven en el ordenamiento, la elección de la base que condiciona todos los demás principios de la vida social y política (sin embargo, según

algunos, son las mismas fuerzas políticas dominantes las que se plantean directamente y en cuanto tales como principios). Por las razones que se acaban de exponer, la doctrina de la Constitución material muestra que el principio normativo originador y justificante de un ordenamiento, o sea la Constitución por excelencia, consiste en la fuerza normativa de la voluntad política, con una aplicación realista del principio de efectividad (principio que de distintas perspectivas es también utilizado, en última instancia, por la misma doctrina normativista cuando trata de especificar, procediendo al revés, una justificación última de la norma graduada sistemáticamente). La Constitución material está por lo tanto en condiciones de representarse como la real fuente de validez del sistema (y por lo tanto también de la Constitución formal), de garantizar la unidad durante la valoración interpretativa de las normas existentes y de completar las lagunas, de permitir la especificación de los límites de la continuidad y de las mutaciones del Estado teniendo en cuenta la misma como parámetro de referencia. Son, por lo tanto, los principios constitucionales sustanciales, los signos que desempeñan un papel esencial para la comprensión de una Constitución. Precisamente a éstos se debe hacer referencia para detectar la esencia íntima. Las normas constitucionales formales, donde existen, constituyen por lo general un punto necesario de partida en el proceso interpretativo, pero sería absurdo pretender basarse sólo en él, (Continúa en la pág. 28)



LAS MUJERES QUE HICIERON POSIBLE EL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA Alfonso Domingo Periodista y Licenciado en Ciencias Políticas. Especialización en Estudios Iberoamericanos

Aquel hombre de agradable presencia, de rostro alargado y nariz aguileña, el cabello tirado a rojizo y la tez muy blanca –tal y como lo describió el sacerdote Bartolomé de Las Casas, que lo conoció personalmente-, hizo un gesto negativo. La gitana se paró en seco y le miró a los ojos: el almirante no quería que le leyeran la buenaventura. Quizás era la prudencia ante posibles augurios que alarmarían a la tripulación que había sido muy difícil conseguir, quizás el desprecio profundo para todo lo que significara el propio control sobre el destino, el esfuerzo personal por alcanzar la meta. Cristóbal Colón no creía en la suerte, un elemento femenino al que consideraba tan cambiante y tornadizo como las mujeres, según la creencia popular de una época a caballo entre la Edad Media y el Renacimiento. No, Cristóbal Colón, no creía en la suerte, pero no era eso lo que aquella gitana de la localidad de Palos, en horas previas del zarpe de aquel 3 de agosto de 1492, había visto en los ojos de ese extranjero que había convencido a la reina de Castilla, la poderosa Isabel. Aquella gitana había advertido en su mirada un

brillo poco común que conocía bien: el brillo del desarraigo, del que no tiene fortuna, ni patria, ni religión, ni familia. Del que sólo tiene sueños y orgullo. Quizás, ¿por qué no?, pudo suceder de ese modo. Ese tipo de adivina, de gitana o morisca sabedora de las ciencias ocultas y del arte de la quiromancia, era muy común en los puertos andaluces y portugueses. El almirante, de pie en el castillo de proa, da la orden de largar velas. Mientras la nao capitana se desliza hacia la barra de Saltes camino de esa aventura inmortal, Colón hace balance. Es largo el recuento de esfuerzos y trabajos desde que vino al mundo hace 41 años antes. Aunque muchas ciudades se disputan aún haber sido su patria chica, parece fuera de dudas que Colón era originario de Génova. Allí, habría nacido en el 1451. Se sabe que la madre de Colón se llamaba Susana Fontanarossa, y que su padre, de nombre Doménico, habría ejercido los oficios de tejedor de paños, lanero, guardián de puertas de la ciudad y tabernero. Cristóbal tenía dos hermanos, Bartolomé y Diego, y una hermana de la que

GRECA 1992. RESUMEN: Adegón

no se conocen datos. Como todos los marineros, las primeras mujeres que conocen son las habituales en las tabernas de los puertos, pero no existe ningún dato comprobado de ese periodo de la juventud de Cristóbal. Poco ayuda “La historia del Almirante, escrita por su hijo Hernando Colón, que parece heredó del genovés, la técnica del ocultamiento de lo que no interesa contar. Así pues, hasta el años 1485, fecha en la que arriba a Castilla y que numerosos cronistas conocen, no se tienen datos fehacientes de su historia ni, desde luego de las mujeres que se cruzaron en su azarosa biografía. De todas maneras, están aún por llegar las tres mujeres más importantes de su vida: su esposa portuguesa Felipa, su amante española, Beatriz, y la gran dueña de su destino, la reina Isabel. Cada una a su modo, ellas tres, son las verdaderas “artífices”, de la realización de sus sueños. Colón desde muy joven se siente predestinado, elegido por la providencia; el entiende que sólo así se explica el milagro de haber salvado la vida al llegar a Portugal. Sucedió de esta forma: des-

pués de navegar bajo diversas banderas, forma parte de la armada de un corsario francés. El buque tiene un encuentro cruento con cuatro naves genovesas. Es 13 de agosto de 1476 y el barco que tripulaba Colón se incendia. El hecho de que militara en el bando contrario al de su patria hará que posteriormente silencie este dato. El gran conversador sabrá ser mudo cuando le conviene. El caso es que, desde su barco incendiado, Colón, se tira al agua y con la ayuda de un remo gana la costa. De allí marchará a Lisboa, donde reside una importante colonia de genoveses, entre ellos su hermano Bartolomé. Colón, tiene ya cerca de 30 años y quiere iniciar la gesta que cree que es el destino que Dios le tiene reservada. En Lisboa, Cristóbal, como buen practicante católico, todas las mañanas va a oír misa al convento “Los Santos” y ahí donde se educan las comendadoras, huérfanas pobres, pero con cierto linaje. Allí, Colón, conoce a la joven Felipa Muñiz de Perestrello, que también acude diariamente a los oficios religiosos. El padre de la muchacha había sido marino (Continúa en la pág. 13)


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al servicio del infante Don Enrique, y había contribuido a descubrimiento de la isla de Porto Santo, cerca de Madeira. Es precisamente de aquellas dos islas de lo primero que hablan Cristóbal y Felipa. Don Enrique había donado Porto Santo a Perestrello y éste obtuvo allí excelentes cosechas. Quiso más y se le ocurrió la gran idea de llevar una pareja de conejos hasta la isla. Fatal error. En pocos años se habían multiplicado en tal proporción que destruyeron las cosechas. Y que a su padre, desesperado y arruinado le costó la vida. Esa fue la historia que Felipa, narró a Cristóbal. No pasó mucho tiempo hasta que Cristóbal y Felipa contrajeron matrimonio en la isla de Porto Santo. El genovés, se ha unido a una mujer bella y joven, pero no adinerada. Colón, calculador, mira mucho más lejos del amor

y de las ventajas de ascender, aunque fuera en corta medida, de posición social. Felipa Muñiz aporta como dote algo que para Colón, va a ser vital: las cartas marítimas, y otros documentos de su padre, que fue un excelente marino, pero muy mal administrador. Además de documentos oficiales que eran guardados bajo siete llaves por la monarquía portuguesa. Con esa ofrenda al genovés, Felipa, le entrega algo mucho más valioso que fortuna o linaje: el camino del oro. Con esos papeles, esas cartas, esas anotaciones de navegaciones, rumbos y corrientes, Colón pasa en Porto Santo tres años con su mujer. Allí se cristalizan sus confusos sueños y sobre aquel promontorio en el Atlántico vive cara al mar con la presencia de Felipa a todas horas. Ella, comprueba como el genovés se (Continúa en la pág. 14)


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abisma en una idea que le obsesiona y que poco a poco le va apartando de su lado. Es posible que esa sensación de desapego, y de futuro abandono, sea la que llevó a Felipa a la tumba. Su viudez, da alas a Colón, para proseguir con su idea y sus proyectos. Eso, no lo sabemos. Como tampoco sabemos si en aquella isla, o en sus navegaciones anteriores, Colón tuvo acceso al Gran Secreto: la existencia de una tierra al oeste. Pudo saberlo por dos mujeres amerindias que un navío portugués recogió, hacia 1482-1483, a unas 400 leguas de la isla de Hierro. Es muy posible que Colón viajase en aquel buque y que aquellas mujeres le dieran la información precisa para que su sueño tomara forma. En realidad, la idea estaba allí hacía tiempo que se hablaba de ella. Está en los mapas de la época. Todos coinciden en tres puntos: la Tierra es mucho menos grande de lo que se creía. Asia ocupa la mayor parte de ella…, y que era posible ir hacia el Oriente por el Oeste, para llegar a los reinos que describiera Marco Polo. Con Papeles, mapas, teorías y muchas ilusiones, en 1483 Colón obtiene la audiencia ante Juan de Portugal, recién en posesión del trono. Colón se presenta con su buen porte. Tiene estatura media, pero bien plantado. Los ojos azul claro, la piel muy blanca y con algunas pecas. Su pelo largo y

toda la barba. Es rubio tirado a pelirrojo. Cosa extraña: aunque parece que no pasa de los 30, tiene las sienes blancas. La nariz, aquilina. La frente grande y despejada, ostenta una arruga vertical en el medio, indicio de una voluntad poco común. El traje, raído, pero limpio, es de hombre de clase, y de su cintura pende esa espada ancha y corta que usan los capitanes de navío de la época. Ni su aspecto, ni sus mapas, ni sus teorías, logran convencer a Juan II. Colón, recoge sus papeles y, herido cruelmente en su amor propio, abandona Portugal y viene a España. A esa fecha, ya había muerto su mujer; de ella, aparte de su memoria y los mapas de su padre, al genovés le queda un hijo de 4 años, el que acompaña a su padre en la peregrinación a la nueva corte. Un día de invierno de 1485, con su hijo Diego, aparece en la Rábida (o Rábita, fortaleza militar que los musulmanes edificaban en las costas o en las fronteras con los reinos cristianos) huyendo como un fugitivo de la justicia portuguesa, que le busca por algo relacionado con la documentación oficial que ha manejado, herencia del padre de Felipa. En Huelva tiene una cuñada, y por eso quizá ha cruzado por allí la frontera. A partir de ese momento, con la ayuda de algunos consejeros de la reina, entre ellos el confesor de los reyes, Capellán Mayor y Gran Canciller de Castilla (e inquisidor) don Diego de Deza,

intentaron que los soberanos sufraguen la expedición marítima. Desde 1486 hasta 1492, Colón, seguirá a la corte por todo el sur y procurará conseguir apoyos influyentes para sus planes. De todos modos, 1486 es un año clave en su vida. En ese año logra comparecer ante los Reyes Católicos, y ahí conoce a la mujer que va a ser su gran amor, doña Beatriz Enríquez de Arana. Isabel la reina, será dueña de su destino, Beatriz, lo será dueña de su corazón. Pero si en un primer momento la soñadora reina da alas a ese extranjero apuesto y rubio llegará a ser la dueña de su destino, ya que la junta que manda formar para analizar el plan de Colón echa por tierra las esperanzas del genovés. El fracaso se veía inevitable. Colón, se consuela de este primer revés en los brazos de Beatriz. Es una rubia espléndida, de ojos azules, como Isabel de Castilla. Quizás en su lecho busque una imposible unión con la Reina Católica. Nadie lo sabe. Seguramente no llegó a ocurrir, pero era claro que en un primer momento ambos se fascinaban mutuamente. Por un lado Isabel, sueña con imperios para Castilla, almas para la cristiandad y dinero para sus menguadas arcas. Todo eso y más, se lo puede ofrecer aquel extranjero audaz. Para Colón, la fascinación que ejerce Isabel, es aún más palpable. A ella le confía en realidad su empresa, intentando que sus dotes de seductor, que funcionaron tan bien con Felipa, obren el milagro. Pero no será todo tan fácil. Mientras no se tome Granada, Colón sólo descansará con su amada Beatriz. No se casará con ella, pero pronto tendrá un hijo, Hernando. El órdago de la reina. Y por fin llega 1492. Colón, que ha esperado pacientemente a la toma de Granada por los cristianos, de la que ha sido testigo, ha visto como una vez más, sus pretensiones eran rechazadas. Se lo juega todo a una carta. Dice a los consejeros de la reina que todo es inútil y monta en su mula. A dos leguas de Granada le alcanza el galope de un caballo. Es el correo de Isabel. La reina Católica se ha dejado seducir por el plan del genovés. Colón, ha triunfado. Seis meses y un día después, el 3 de agosto de 1492, las dos carabelas y la nao, después de hacer alarde (pasar revista) y re-

zar de rodillas una salve, asisten al alba preparadas para zarpar: “En nombre de Dios… lardad velas”…, ordena el almirante. Las mujeres desde la orilla lanzan sus gritos de despedida. Martín Alonso Pinzón promete una teja de oro para sus amigos. Y aquella gitana que ha leído la buenaventura a casi todos los marineros agita su pañuelo zíngaro. Colón está en el castillo de proa. El almirante lleva el vestido de gala. La historia después es conocida. En la madrugada del 12 de octubre de 1492, la flota avista tierra firme. Es una isla, aún no se sabe claramente cuál. Y conocido es el hecho de que en ese momento Colón, tiene uno de los feos detalles de avaro que empañarán su gloria. Fue un marino de la Pinta, Juan Rodríguez Bermejo, el famoso Rodrigo de Triana, quién dio la voz de tierra: La recompensa por ser el primero en avistar tierra la habían fijado los Reyes Católicos en 10.000 maravedíes (maravedís moneda castellana de plata del siglo XV). Pero, sin embargo Colón, aduciendo que la noche anterior había visto una hoguera (cosa imposible pues estaba a unos 50 kilómetros)… se queda con el premio. (Hechos similares hemos heredado de esa cuna, en nuestra cultura). Dinero que posteriormente obsequió a su amante Beatriz Enríquez. La leyenda cuenta que Rodrigo de Triana, despechado por la recompensa hurtada, se hizo musulmán y huyó a Marruecos. Después de San Salvador, Colón, recorre las islas antillanas, llegando al actual Santo Domingo, que bautiza como La Española. Allí sufre el embarrancamiento (entiéndase varamiento o baramiento) de la Santa María, y no tiene más remedio que fundar un fuerte, que bautizó Navidad. Quedan en tierra 39 hombres al mando de Diego de Arana, pariente de su amante Beatriz Enríquez. Muchos de los hombres, ante ese paraíso de clima y mujeres, le pidieron quedarse. El almirante les recomienda que se cuiden de “hacer injurias o violencia a las mujeres, por donde causen materia de escándalo y mal ejemplo para los indios e infamias para los cristianos”. La recomendación cayó en saco roto: por parte de los españoles, el abuso a las mujeres, (Continúa en la pág. 15)


(Viene de la pág. 14)

a los poblados vecinos, así como sus exigencias de comida, provocarán una rebelión entre los indígenas que acabará con todos los que se quedaron “a disfrutar del paraíso de Mahoma”. Colón en su segundo viaje comprobó el desastre. Este segundo viaje fue también totalmente masculino y solo cuando se preparó el tercero los reyes ordenaron que entre los 330 emigrantes que se iban a llevar a la isla la Española hubiese 30 mujeres. Se fijó una partida de 64.800 maravedíes para el mantenimiento de esas mujeres para seis meses a 12 maravedíes diarios por cada una.” De todas maneras, sería su hijo, Diego, en su primer viaje como virrey el que le trajera un importante número de mujeres a La Española. Ocurrió en el año 1509. Además de la virreina doña María de Toledo (textual) “vinieron algunas dueñas y doncellas hijasdalgo (concepto de hijos con problemas de títulos), e todas e las más de ellas que eran mozas se casaron en esta ciudad y en la isla con personas principales e hombres ricos de los que acá estaban, porque en la verdad había mucha falta de tales mujeres de Castilla”. Esta falta que se mantuvo en años y siglos siguientes, fue la causa del profundo mestizaje que se dio en Iberoamérica. Pero ése es otro tema. Volviendo a Colón, los problemas con los colonos y la rebelión de La Española le han hecho volver a España cargado de cadenas, preso de Francisco de Bobadilla. Después de eso, realizará un viaje más, intentando encontrar un paso a tierra firme. A su vuelta ya sabe que ha caído en desgracia. No comprende que ya es un

héroe pasado, fuera de su tiempo. Ya ha muerto Isabel, y Fernando se ha retirado a Aragón. En mayo de 1506 Colón, hace testamento. En ese testamento estará una de las claves para entender su vida. Nombra heredero universal a su hijo legítimo Diego, encargándole la edificación de una capilla. Allí se dirán cada día tres misas, una de ellas por el alma de sus padres y su mujer Felipa Muñiz de Perestrello, la dulce portuguesa olvidada. Colón encarga también a su hijo que contribuya al honor y la prosperidad de la ciudad de Génova. Por último, le encomienda a Beatriz Enríquez, madre de su otro hijo, Hernando, añadiendo que lo haga en descargo de su conciencia, en la que le pesa mucho aquello. “La razón de ello no lícito escribir aquí”, termina. Es decir, que a la hora de su muerte, se vuelve hacia sus amores: sus padres, su patria chica, su mujer y su amante. Ha sido fiel a todos. A sus progenitores, que abandonó como a su ciudad natal, contra la que incluso luchó. A Felipa, que le dio las mejores armas para su empresa descubridora, a su amante, con la que le pesa no haber legalizado su situación. Falta Isabel la Católica, a la que Colón defraudó en esa curiosa relación afectiva que nunca se llegará a esclarecer del todo. A todas fue infiel por su orgullo, y en último momento, en su testamento, quiere dejar constancia. Tenía 55 años. Su muerte pasó inadvertida. Pero del contrato compromiso que firmó con la corona dejó sus frutos económicos. Colón, estuvo obsesionado por la isla de las mujeres, ya fuera debido a su información secreta o a las leyendas. La realidad superó la fantasía: “Ellos andan des-

nudos como su madre los parió y también las mujeres aunque no vi más que una, harto moza”, escribió el 12 de octubre. A cuatro días del descubrimiento, el almirante observará que ellas: “traen por delante de su cuerpo una cosita de algodón que escasamente les cobija su natura”. Entre los taínos (habitantes aborígenes de las Antillas), primeros aborígenes que Colón vio, abundaba la poligamia: un cacique podía llegar a tener hasta 30 mujeres. Pero ellas hacían gala de gran libertad sexual, hasta el punto de que varios cronistas, con la moral de la época, dijeron cosas como éstas: “Son las mayores bellacas y más deshonestas y libidinosas mujeres que se han visto en estas indias”. Textual de Fernández de Oviedo. Colón, con recato, no informará en abundancia de lo que otros cronistas reflejaran más tarde. Él, pondrá las bases de lo que después será mito del “buen salvaje”, una visión parcial y colorista que contrastará con la que otros ofrecen de los indios: “Vagos, traidores, paganos, abúlicos”. En un momento dado, en su primera relación, Colón volverá al tema de la isla de las mujeres. Textual “También diz que supo el almirante que allí, hacia el Este, había una isla a donde no había sino solas mujeres, y esto diz que de muchas personas lo sabía”, cuenta Bartolomé de las Casas. Es la llamada isla de Matininó o la isla de las Amazonas, mito lugares de fantasía, que Colón parecía haber conocido con anterioridad, fruto quizá del encuentro con sus pobladoras. Poco a poco, Colón, ofrece más datos diciendo: “Las mujeres de la isla se juntaban una época del año con fines procreadores con los hombres de Carib…, (Caribe que era poblada por hombres); “…de

modo que si parían niño enviábanlo a la isla de los hombres y si niña dejábanla consigo” Textual. Cristóbal Colón, fue un autodidacta, un hombre que fue aprendiendo del contacto de los que le rodeaban, un espíritu inquieto que observaba la naturaleza y buscaba las respuestas a todo lo que le interesaba. Católico ferviente y practicante, el que hablaba a los reyes de propagar la fe católica, descendía de una familia judía. Aunque decía que era geógrafo, no se ha llegado a tener nunca la certeza de que supiera trazar un mapa. Era un matemático que sólo sabía contar. Sus conocimientos astronómicos no pasaban de las teorías de Ptolomeo. Era un almirante que se equivocaba al tomar la altura y calculaba a ojo la ruta marina. La confusión, la niebla y el despropósito le acompañaron toda su vida. Murió creyendo que había llegado a Asia. Hombre de cien caras, tuvo detalles de avaro, de iluminado, cándido, astuto, mago y mercader, asceta estricto, voluptuoso. Fue extremo en el infortunio y en la suerte. Pero hay que reconocerle una cosa: a medida que se eclipsa su estrella, a partir del tercer viaje, caído ya en el descrédito y sin apenas privilegios, comienza una ascensión hacia una especie de cordura heroica, de serenidad ante las dificultades y los reveses que acaban convirtiendo este hombre, que fue fiel a todo y todos, salvo a su primitiva ambición personal, en una especie de místico. El caballero medieval se ha convertido en santo. El descubridor por excelencia tiene que llegar al fin de sus días desengañado y casi solo. Sus reinos no eran de este mundo: de todos sus descubrimientos, el más grande fue el descubrimiento de sí mismo.


DICCIONARIO DE LOS POETAS Y ESCRITORES DEL MUNDO Pierre Brunel, Profesor de la Sorbona, Robert Jouanny, Profesor de la U. de París-Val-de-Marne y Robert Horville, Profesor de la U. de Lille III Editorial EVEREST S.A. España.

CHI, CHI, CHI, LE, LE, LE… CHILE LEE… Leer es el poder: poder saber; poder enseñar; poder informarse; poder informar; poder comprender; poder transmitir; poder soñar; poder crear…, lo que tú puedas lograr…, lo que yo…, pueda lograr…, lo que todos podamos lograr… Chile lee.

WILLIAM COWPER (1731-1800) Poeta inglés

Pasó la mayor parte de su vida en el campo, en Olney, donde recibió la influencia del Rdo. John Newton, y a donde había seguido a su protectora y amada Mrs. Unwin. De ahí sus Himnos de Olney (1776), de influencia religiosa, y sus Poemas (1782), inspirados en una naturaleza que supo describir magistralmente. Su vecina Lady Austin le sugirió escribir un largo poema en versos blancos, La tarea (1785), que obtuvo un gran éxito: es una obra que hoy puede parecernos demasiado didáctica y de excesiva religiosidad, pero la desatada melancolía que en ella se manifiesta es el indicio de una nueva sensibilidad. William, cayó en la locura y fue víctima de intensas crisis depresivas: de ahí los sombríos colores de su obra que, hasta el final, dará testimonio, sin embargo, de un gran vigor intelectual.

STEPHEN CRANE (1871-1900)

Periodista y novelista norteamericano Nació en el Estado de Nueva Jersey, en el hogar de una familia burguesa, la que le entregó una educación acorde a su clase. En 1891 se trasladó a Nueva York para iniciar su carrera periodística y literaria. Aborda el género narrativo con la obra: Maggie, una muchacha de la calle (1893), que publicó con sus recursos, ya que ningún editor quiso aceptar la historia en la que narra el drama de una muchacha alcohólica que termina prostituyéndose; su siguiente obra: El rojo emblema del valor (1895), le aseguró un éxito internacional, en esta obra narra la evolución de un joven soldado, alistado voluntariamente, frente a las condiciones que impone la guerra, tan atroces como confusa; la descripción que Crane, hace de la guerra civil americana, aunque no participó en ella directamente, es de una exactitud asombrosa. La armonía de las imágenes, su utilización simbólica (“el rojo sol aparecía en

ADEGÓN

el cielo como una hostia…”), y el laconismo de la narración compensan ampliamente la falta de intervención personal. Crane, fue corresponsal militar durante las guerras greco-turcas (1897) y la hispano-norteamericana (1898); pero su salud no tardó en debilitarse y la tuberculosis le quitó la vida a la edad de veintinueve durante su permanencia en Alemania.

RICHARD CRASHAW (1613-1649)

Poeta religioso inglés

Expulsado de Cambridge por los puritanos, renegó de la religión anglicana para aceptar el catolicismo. Afirmándose como un discípulo de Geoge Herbert, cultivó en “Los peldaños del templo, una poesía lírica que se aparta de la mediación introspectiva para llegar a una contemplación más sensible. Su objeto era “perderse en Dios”. Describe un universo caracterizado por la transustanciación y la metamorfosis. Desarrolla una sensibilidad cuyo rasgo fundamental es asimilar el sufrimiento al placer, en el paroxismo del éxtasis.

CRASO

(140-91 a. J. C.) Escritor inglés

Orador romano, fue con Antonio, uno de los maestros reconocidos por Cicerón. Desempeñó un importante papel político, como cónsul, censor, gobernador la de Galia Citerior, etc., pero no debe ser confundido con el tribuno Craso (114-53). Orador ampuloso, se distinguió por la claridad y la fuerza de su argumentación, por su cortesía y su capacidad de retórica. Su muerte, ocurrida poco después del gran esfuerzo que le había supuesto la preparación de un importante discurso, causó una gran conmoción en Roma.

CRATINO

(h. 520-h.423 a. J. C.) Poeta griego (cómico)

Contemporáneo de Pericles, cuya vida, a pesar de ser muy larga, es prácticamente desconocida. Fue uno de los fundadores de la comedia ateniense y uno de los maestros de Aristófanes, que se burló de la intransigencia y de la mediocridad de su arte; no obstante, Cratino venció a su discípulo en varios concursos. Lo único que se conserva de él son los títulos y algunos fragmentos de veintiuna obras: parece haber destacado por la truculencia de su estilo, la fuerza de sus ataques personales y una curiosa asociación entre la sátira y la mitología y la de la actualidad ateniense.


DANKA IVANOFF WELLMANN (1946)

Escritora chilena Es posible que esta autora, no sea la más conocida en el medio, pero no por eso la menos importante. Hija de inmigrante madre chilena, y padre inmigrante búlgaro que llegó a la Patagonia durante la mitad del siglo XX, Danka, es la única historiadora patagona, preocupada de mantener viva la memoria de un territorio que aún es desconocido para muchos. Danka, es autora de una decena de más obras que van desde el viaje hecho a la Patagonia por los bandoleros estadounidenses Butch Cassidy y Sudance Kid. Su obra más conocida: La Guerra de Chile Chico, en la que narra los sucesos del Lago Bs. Aires. Entre otros trabajos “Los hijos de Aysén” ; “La isla de los muertos” ; Aysén, una historia de sueños y coraje – Confines”; temas como el descubrimiento y ocupación de la Patagonia. Sus obras tienen un tiraje muy limitado razón por la que es muy difícil encontrarlos, en internet puede obtener más información en la página: CINCO MUJERES CHILENAS EN LA HISTORIA.


LEÍMOS PARA USTED EN ESPERA DE QUE EN CHILE SE ELIMINE EL IMPUESTO AL LIBRO.

CARLOS TROMBEN

CRÓNICA SECRETA DE LA ECONOMÍA CHILENA GRUPO ZETA Impreso en Chile por CyC Impresores

CARLOS TROMBEN, nació en Valparaíso, escritor periodista, se ha especializado en temas económicos. Actualmente conduce el programa Mercado Futuro, en radio Futuro. Es autor de Huáscar (ediciones B, 2015) novela histórica que se ha mantenido por meses entre los libros más vendidos, y de una serie de novelas y cuentos publicados en diversas antologías nacionales e internacionales. En 2003 ganó el Concurso Revista de Libros, del Diario El Mercurio, con la novela “Poderes fácticos”. En prólogo nos dice: “Si estas historias son representativas o no, o si ayudan a ampliar el juicio sobre la ruina moral y económica del país actual, se lo dejo al lector”

“Para algunos, el País que Olvidamos es gris y mórbido; para otros es cuna de patrones de consumo, innovaciones financieras, emprendimiento y modernidad. Es origen de fortunas, matriz de traumas, madre de las neurosis, alimento del resentimiento y de la injusticia; es origen de la prosperidad y de la frustración; es un país que sigue viviendo en viejos archivos y noticias amarillentas”. En esta monumental crónica el autor reconstruye la trama desconocida que se tejió entre 1974 y 1994, periodo en el que se privatizó buena parte de las empresas que habían sido creadas por el Estado chileno. Años de experimentos, precariedad, individualismo y bulladas

Ediciones B Chile S.A. 2016

bancarrotas. Los protagonistas de entonces, (adueñados hoy de los bienes del Estado), todavía, ejercen una influencia mayúscula en el acontecer político y económico del Chile de

hoy, heredero –quizás hijo, quizás fantasma- de ese país que olvidamos”. Este trabajo pareciera ser por su tema planteado, igual a otros que tocaron estas aristas(también con aciertos) de la vida nacional, pero en el transcurso del inicio del recorrido al interior de estas páginas, uno, se va dando cuenta de que está frente a un muy particularísimo estilo, ameno, y muy bien documentado sobre la realidad esa realidad que vivimos los Moya y las familias Moya en los años ’73 al ’90; esta época cuando nos decían que debíamos apretarnos el vientre haciéndole más hoyos a los cinturones. Pero, eso no era todo, algunos no se apretaron el cinturón, se lo soltaron…, “esos algu-

nos”, aún tienen la cara para mostrarse como inocentes palomas blancas. Muchos son los que dirán que leer estos temas solo alteran la mente y marean la perdiz; y que lo que pasó, ya pasó, y no hay vuelta atrás. Otros muchos creen que conociendo estos detalles del pasado se pueden enmendar rumbos, y los menos creen que el problema de la corrupción política se ha generado por la ignorancia del elector que se ha dejado llevar, o por el color de los ojos, esos pelitos rubios, por esa sonrisa; por esas promesas esos Moya, cumpliendo la palabra después de recibir esa limosna…, soborno, cohecho…, por esas razones, los Moya, no ha votado en conciencia.


EL TPM, UN PARADIGMA O UNA POTENTE HERRAMIENTA PARA INCREMENTAR LA PRODUCTIVIDAD DE LA EMPRESA Raúl Jiménez D’Aquino Consultor Senior Mantenimiento Mapremaq

En marzo recién pasado se realizo en Japón la ceremonia anual de premiación de los TPM Awards 2016, evento internacional en el cual el Instituto Japonés de Mantenimiento de Planta (JIMP) entregó tal como lo viene haciendo desde el año 1964, una serie de premios en 6 diferentes categorías a empresas japonesas y extranjeras como reconocimiento por aplicar la metodología del Mantenimiento Productivo Total en la búsqueda permanente de la excelencia y de la productividad, implementando y fortaleciendo sus 8 pilares o parámetros fundacionales; es requisito principal para acceder a ellos que estos no pueden ser reducidos ni en número ni en contenido pero si pueden aplicarse inicialmente paso a paso para finalmente hacerlo con todos de manera conjunta. Por su gestión empresarial basada en el modelo TPM durante el año 2016, fueron reconocidas varias empresas chilenas en la versión 2017 TPM Excellence Arwards Winners dentro de las 6 categorías de premios existentes, es así como

aparecen Watts, Cristalerías Chile y Planta de embalajes CMPC, pero extrañamente no figura ninguna de las mega empresas de los sectores minero, hidrocarburos, forestal, lácteos, frutícola y acuícola, principales generadoras de los recursos financieros que obtiene el país vía exportaciones tradicionales, tan necesarios para mantener el desarrollo (Continúa en la pág. 20)


(Viene de la pág. 19)

y crecimiento que ha alcanzado en los últimos 30 años. Retrocediendo en el tiempo hacia los fines de la década de los 40, se vería que Japón está siendo reconstruido de manera acelerada y total, como consecuencia directa de la demolición literal a la que fuera sometido al término de la segunda guerra mundial, tanto con los dos primeros y únicos bombardeos nucleares sufridos por la humanidad como con los interminables bombardeos convencionales que perseguían con tan apocalípticos métodos quebrantar la voluntad de lucha del imparable imperio del sol naciente. Años antes Edwards Deming, ingeniero eléctrico norteamericano, magister y doctorado en física; académico y estadístico había logrado mejorar notablemente la calidad de las fábricas de armamento de EEUU durante la IIGM aplicando en la práctica el ciclo de Shewartz (P.D.C.A.) y desarrollando el control estadístico de los procesos industriales, motivos por los que fue invitado por la Unión Japonesa de Científicos e Ingenieros (JUSE) para impartir charlas y cursos sobre dichos temas a todos sus miembros por varios meses, quienes luego difundieron por todo el país sus innovadoras ideas sobre el PM y la calidad total,

razón por la cual la misma JUSE de Japón y en su honor instauro el año 1951 el Premio Nacional a la Calidad Deming, el más prestigiado y anhelado galardón recibido por una gestión de calidad hasta nuestros días. Es probable que no existiera entre vencedores y vencidos otra nación más propicia y más predispuesta para implementar esas ideas y ese tan revolucionario “experimento”, puesto que solo 15 años después en el año 1965 Japón ya saturaba los mercados mundiales con sus variados e invasivos productos ”made in japan”, posicionándose en esa época como la segunda potencia económica mundial después de EEUU, un año antes en1964, el JIPM entregaba los primeros TPM Excellence Awards Winners incentivando día a día a las empresas japonesas a mejorar su productividad alcanzando así el objetivo-país, que le ha permitido a Japón ser reconocido hasta el día de hoy como sinónimo de Calidad. Es justo reconocer y recordar a 2 personas de dos culturas muy diferentes pero que sin dudas han contribuido para instaurar un modelo de gestión empresarial que ha demostrado en más de 60 años de existencia, ser realmente una herramienta fundamental para el desarrollo exponencial de la productividad, de los traba-

jadores de todos los niveles de la pirámide organizacional, de las más diversas empresas en todos los continentes y de países de muy reducida superficie territorial y carentes de recursos naturales(como es el caso del propio Japón), todos ellos empeñados en alcanzar efectivamente un cambio de cultura y luego una cultura del cambio, logrando hacer todas las cosas muy bien y a la primera(cero defecto-cero contaminación), es así como en la tierra del TPM durante el año 2005 se instauró el premio conocido como NAKAJIMA PRIZE en honor al fallecido Seiichi Nakajima padre del TPM japonés, por su inagotable obra de más de 50 años como ingeniero, investigador, consultor, académico, charlista y promotor permanente, que perfeccionó el PM norteamericano de los 50 transformándolo en el TPM Japonés de los 60, estimulo destinado solo a aquellos ejecutivos que cada año se destacan administrando sus empresas con el modelo TPM. Este premio se entregó regularmente a partir del año 2005 hasta el año 2008 y ha quedado vacante desde el año 2009 a la fecha, recientemente sus organizadores han comunicado lacónicamente que ni en Japón ni a escala mundial existen merecedores de tal distinción, puesto que la gran mayoría está más preocupada de su su-

pervivencia en estos años difíciles que en aplicar el modelo paso a paso, sin visualizar de que solo el TPM sostenido en el tiempo los ayudaría a superar la actual y compleja situación económica, posteriormente al otro lado del Pacífico aparece el Ingeniero norte americano Edward H Hartman, fundador y presidente del International TPM Institute, Inc., reconocido como el padre del TPM en EEUU, visionario investigador quien luego de estudiar personalmente por largos años el modelo en empresas japonesas, a partir de 1985 lo implementó en su país, alcanzando su máxima figuración al editar en el año 1992 el insuperable best- seller “Como instalar con éxito el TPM en una planta no japonesa”.



La presencia de su imagen empresarial en El Fortín del Estrecho, es signo cierto de la alta calidad y seriedad de su servicio. La importancia al valor de la confianza que le brinda este medio, a los consumidores, es relevante en el éxito de su actividad, fortaleciendo el reconocimiento de sus clientes. EL FORTIN DEL ESTRECHO: Distribución gratuita. Cumplió 16 años difundiendo cultura, educación cívica y promoviendo la “Autonomía Regional”...


JORGE ZÚÑIGA, EL CIENTÍFICO CHILENO QUE CAMBIÓ EL MUNDO CON SUS PRÓTESIS 3 D De EL MOSTRADOR

Oriundo de la Comuna de El Bosque, cerca de San Bernardo, al sur de Santiago. Ex alumno de un colegio técnico de La Pintana, este doctor en Fisiología Biomecánica ha provocado una verdadera revolución al crear la “Cyborg Beast”, la única mano biomecánica elaborada en 3D, de bajo costo, destinada a menores de edad, y además, diseños personalizados a la imagen de una extremidad de superhéroe, convirtiendo la discapacidad en una experiencia que les ha cambiado la vida a muchos niños. Probablemente cuando Jorge Zúñiga, egresó de Pedagogía en Educación Física, nunca imaginó que años más tarde se convertiría en un científico de fama mundial. Y no en cualquiera, sino en uno que revolucionó el mundo con su mano 3D, que por consejo de su pequeño hijo se refirió opinando que el invento era más como una extremidad de un robot que una mano humana. Luego de 8 meses, terminó el prototipo: “Lo imprimi-

mos en le laboratorio, y se lo pasamos a un niño y funcionó a la primera. Estaba feliz con su mano de superhéroe. Ahí supe que esto tendría impacto en todo el mundo, así que nos acercamos a una institución sin fines de lucro (eNABLE) que tomó el diseño y se lo facilitó a muchas perso-

nas. A nivel local llevamos a la fecha cerca de 50 niños y a nivel mundial aproximadamente 2.500 prótesis. El 19 de enero pasado, Jorge Zúñiga, llegó a Chile, para participar del V Congreso del Futuro, la convención de mentes brillantes más importantes de América Latina, y

que por 5 días realizó múltiples conferencias en Santiago y regiones (menos en Magallanes), sobre temas de asuntos diversos como astrobiología y la inteligencia artificial. Don Jorge Zúñiga, un chileno que hace pensar…, que es posible tener esperanza.


AÚN ES TIEMPO MI VIEJO… TEST DE FLEXIBILIDAD MENTAL De BUENA SALUD Hace bien leerla

¿Cuánto de lo vivido y aprendido necesita usted para borrar las costumbres culturales erradas que impiden enfrentar con éxito el paso de los años…? No espere a convertirse en una víctima del peso del paso de los años. El propósito de este test no es que te sientas mejor o peor que otros, sino que te sirva mi viejo, como un medio para que estimules tu pensamiento consiente y maduro. Para cada una de las siguientes afirmaciones elija una de las cuatro respuestas que siguen y asígnele el puntaje correspondiente. Luego sume los puntos y lea la columna que corresponde a tu total. Así sabrás en que grupo estás. CASI NUNCA…..: 0 PUNTOS A VECES………..: 1 PUNTO HABITUALMENTE: 2 PUNTOS CASI SIEMPRE:…..3 PUNTOS PREGUNTAS 1.- Cuando estoy confrontado con un problema nuevo y no tengo idea de cómo podría ser resuelto, estoy seguro de que encontraré la respuesta adecuada……………………………………...( ) 2.- Los acontecimientos de mi vida ocurrieron con un ritmo y una lógica que funciona bien para mi…………………( ) 3.- Soy optimista respecto de mi futuro…..( )

dejo terminar antes de expresarle mis propios puntos de vista……………………….( ) 12.- Dado una elección entre un trabajo muy bien pagado que es aburrido y uno que no pagan bien pero que disfruto, elijo el trabajo que me gusta hacer…………………………………….( ) 13.- Mi estilo para dirigir es permitir a las personas hacer lo que quieren en lugar de tratas de controlarlas. Interfiero lo menos posible……………………………….( ) 14.- Me resulta fácil confiar en los otros…..( )

4.- Cuando alguien me rechaza, me siento herido pero acepto que es su Derecho tomar esa decisión…………….....( )

15.- No soy afecto a las preocupaciones. Los sube y baja de las situaciones difíciles me afectan menos que a la mayoría de las personas…………………………………….( )

5.- Puedo sentir la pérdida de miembros de la familia y de amigos que murieron pero finalmente consigo superar el dolor y sobreponerme……………………………....( )

16.- En una situación competitiva soy un buen perdedor. Diría “Me ganaste”, en vez de decir “No estuve en mis mejores condiciones”……………………….( )

6.- Me comprometo con ideales y valores más que consigo mismo…………...( )

17.- Ser siempre correcto no es tan importante para mí…………………………..( )

7.- Cuando discuto defiendo mi posición, pero también encuentro fácil reconocer la validez de los puntos de vista de otras personas………………………………….( )

18.- Me siento cómodo jugando con niños pequeños, entro fácilmente en su mundo……………………………………….( )

8.- Voto al candidato, no al partido……....( )

19.- No pienso demasiado en mis estados de ánimo…………………………....( )

9.- Dedico tiempo a cosas justas, aun cuando no sean muy aceptadas……( )

20.- Puedo sentir fácilmente lo que otro está sintiendo………………………………...( )

10.- Mis amigos y colegas consideran que soy bueno para escuchar. No interrumpo a otros cuando hablan………..( )

21.- La gente callada me hace sentir cómodo. Pero la gente ansiosa no me pone nervioso………………………………..( )

11.- Si alguien está hablando con demasiada emoción y pasión lo

PUNTAJE TOTAL………………………….(

)

EVALUACIÓN Más de 40 puntos: Usted es una persona excepcionalmente adaptable que destinó una cantidad de tiempo considerable en su crecimiento personal. Su pensamiento funciona junto con su percepción. Ud. Tiene suficiente habilidad para seguir estando cómodo aunque se encuentre bajo presión y está bien dispuesto a aceptar nuevos desafíos. De 30 a 40 puntos: Usted es razonablemente adaptable a los desafíos de todos los días, pero la cantidad de esfuerzo que ha puesto en esta área probablemente no sea el suficiente. Ud. Es la clase de personas que los otros consideran que es fácil de tratar, sin embargo, aún tiene muchas preocupaciones y penas que no ha logrado enfrentar. Todavía no se encuentra en la clase privilegiada de los “adaptables”. Vuélvase más consciente de sus patrones rígidos, malos hábitos y de comportamientos fuera de lugar y aprenda a modificarlos. De 20 a 30 puntos: Usted tiene ideas definidas sobre los comportamientos correctos y los errados y nunca renuncia a defender sus puntos de vista. A lo largo de su vida no le interesó demasiado trabajar en su crecimiento personal. Ud. es bien organizado y está decididamente orientado hacia sus metas aunque no es rígido. Si Ud. Se encuentra en una situación conflictiva o de competencia, realmente intenta estar en el lugar de los ganadores. Pero en ciertas circunstancias sus actitudes, conceptos y creencias pueden ser autodestructivas. Ud. Haría bien en darse cuenta de cuáles son sus áreas problemáticas antes de llegar a hacer grandes cambios. Menos de 20 puntos: Su sentido del yo, necesita un considerable trabajo. Tal vez por haber tenido padres muy dominantes cuando niño, usted teme el rechazo y se enoja cuando otros no concuerdan con Ud. Usted tiene su propio modo de hacer las cosas y le disgustan las sorpresas. Tiende a ser excesivamente ordenado, suele callarse demasiadas preocupaciones o por el contrario, puede llegar a ser muy desorganizado, y a reaccionar brúscamente. Le convendría tratar de desarrollar su nivel de auto-percepción y su habilidad para adaptarse.


ES CIERTO QUE LAS HIERBAS PROPORCIONAN SALUD Y MEJORÍAS A MUCHOS MALES, TAMBIÉN ES CIERTO QUE NO DEBEN CONSUMIRSE SIN CONSULTAR A UN PROFESIONAL.

Los aborígenes no las consumían sin consultar a la machi o al brujo. JUNQUILLO DEL CAMPO Tiene propiedades diuréticas y se usa en cocción del 50 por 100. JABORANDÍ Tiene propiedades sudorantes, expectorantes, sialagogas. Indicado para casos de reumatismo gota, hidropesía, fiebres, etc. Se usa en té de hojas al 1%. J JACINTO A pesar de que de ésta la variedad que puede encontrase por miles, y pese que en la antigüedad se utilizó con fines medicinales en determinados males, hoy no se le reconocen tales propiedades. NO SE RECOMEINDA SU USO. No se recomienda su uso.

JARETA

JARILLA Tiene propiedades astringentes. El uso más común es en baño de pies, por su propiedad de quitar su mal olor. CUANDO SE ARRASA CON LA NATURALEZA ESTAMOS IMPIDIENDO EL DESCUBRIMIENTO DE MEDICAMENTOS NATURALES. Esta información tiene por objeto documentar las especies beneficiosas en caso de emergencia… natural. Al terminar este ciclo se puede armar el libro sobre el tema con dos mil plantas benéficas, de Jean Parker.


BUENA MESA ODAS A LA CEBOLLA Receta de la española María Jesús Gil de Antuñano De GRECA CEBOLLAS ESTOFADAS Escoge la variedad de cebollas que sean de tu gusto

Para 4 raciones 750 gramos de cebollas pequeñas, 50 gramos de mantequilla, Un vaso de vino blanco, Una taza y media de caldo, Dos tazas de puré de tomate, Un palo de canela, Dos hojas de laurel, 2 clavos de olor. PREPARACIÓN Pela las cebollas y déjalas enteras. A continuación dóralas en mantequilla durante unos 5 minutos. Añade el vino blanco, el puré, el caldo y déjale hervir a fuego lento durante no más 30 minutos, hasta que compruebes que las cebollas están cocidas. Esta es la la receta más fácil de hacer, que resulta una guarnición muy buena para cordero magallánico servido al horno o asado.

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pues numerosas instituciones formalmente inmutables en el tiempo terminan teniendo un significado útil solamente si se tiene en cuenta el valor sustancial efectivo que han ido asumiendo. 4/7 LAS MODIFICACIONES DE LA CONSTITUCIÓN. El conjunto de decisiones que se derivan de las determinaciones, explícitas o implícitas, de las fuerzas políticas que controlan el ordenamiento constituye su Constitución y sólo ésta. Tomando dicha Constitución como parámetro, se puede señalar el problema de sus modificaciones o transformaciones, dependiendo de si los procesos evolutivos permiten o no reconocer la permanencia de las características de identificación señaladas anteriormente. En sentido técnico, se dice que en el segundo caso nos encontramos en presencia de la acción de un Poder Constituyente, en tanto que en el primero de un simple poder de revisión. Y lo que caracteriza, en efecto, al Poder Constituyente es no sentirse ligado, en sus determinaciones, por un sistema jurídico preexistente: es completamente libre en la elección de sus finalidades. No sucede lo mismo con el poder de revisión que está limitado por lo menos por la obligación

de no renunciar a los lineamientos que caracterizan el sistema jurídico vigente y que se consideran como litaciones a su uso concreto: se reconoce que el poder de revisión está íntimamente ligado con una exigencia de garantizar una cierta Constitución, en cuanto que tiende a adaptarla, a través de procedimientos formalmente compatibles con la misma, a las nuevas exigencias, conservando sus rasgos esenciales y evitando recurrir a expedientes extra jurídicos (ajenos al ordenamiento en cuestión y que serían, en última instancia, manifestación de un poder constituyente). En sentido lógico, el poder de revisión está subordinado por lo tanto al Poder Constituyente, que es el único capaz de establecer y modificar radicalmente la Constitución, en un sentido material. Por consiguiente, todas las veces que se encuentren modificaciones que prescinden del respeto de las líneas esenciales del ordenamiento –o sea de la Constitución material, que como se señala es el núcleo del mismo o su “superconstitución”– no se trata de un problema de aceptación de un ordenamiento preexistente sino de un nuevo ordenamiento condicionado por un Poder Constituyente propio. Existe, en cambio, identificabilidad cuando las modificaciones no afectan la Constitución material.

Entendidas de este modo, las modificaciones pueden configurarse de acuerdo con distintas hipótesis. Cumplen una función importante las modificaciones que se producen lentamente como consecuencia de la evolución y se realizan poco a poco en el tiempo a través de la evaluación que hacen los órganos constitucionales, la magistratura y el elemento social de los principios constitucionales. Se puede llegar a la formación de costumbres contra y preter constitucional, o a la formación de convenciones de la Constitución derivadas de acuerdos entre los órganos titulares del poder político. Las modificaciones consagradas en procedimientos de revisión que, en algunos ordenamientos, no requieren formas distintas de las usadas para la adopción de las leyes (constituciones flexibles), en tanto que en otros se requieren formas más complejas y diferenciadas respecto de las seguidas en término medio por la leyes, y los procedimientos por lo tanto se agravan o refuerzan, dándose particular importancia a las modificaciones de la Constitución formal (constituciones rígidas como las vigentes en Italia). A veces las modificaciones no adquieren un carácter general sino que se circunscriben a hipótesis individuales: el carácter derogatorio de las mismas está señalado en la calificación de

rupturas de la Constitución con la que son especificadas. Todas las hipótesis señaladas expresan modificaciones tendencialmente duraderas. Es distinta la modificación de suspensión de la Constitución que se refiere a una modificación únicamente temporal, justificada en general por la exigencia de conservar la Constitución material, como sucede cuando se instauran regímenes de emergencia interna o externa (estado de sitio y estado de guerra). En esas hipótesis las modificaciones afectan a la organización y al funcionamiento de los órganos constitucionales y, en especial, el régimen de libertades garantizadas constitucionalmente. La cesación del régimen derogatorio de emergencia deja sin justificación la suspensión, y el regreso a la normalidad significa la reanudación de la plena eficacia de la Constitución, que mientras tanto sigue formalmente válida. 5/7 LA ASMABLEA CONSTITUYENTE Y LAS CARACTERÍSTICAS DE LA NUEVA CONSTITUCIÓN. La Constitución italiana que entró en vigor el 1º de enero de 1948 sustituyó al >Statuto albertino< (la Ley fundamental perpetua e irrevocable de la monarquía), que aún con las profundas (Continúa en la pág. 29)


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modificaciones aportadas a las instituciones constitucionales durante el fascismo y después, durante el periodo de transición que siguió a los hechos del 25 de julio de 1943, había sido la base del ordenamiento italiano por un siglo. La Asamblea Constituyente elegida por el método proporcional llegó a aprobar la nueva Constitución mediante un pacto constitucional al que le daban aportaciones exponentes de partidos vinculados a líneas ideológico-programáticas divergentes entre sí: la inspiración liberal, católica y socialista es más o menos fácilmente detectable en las diversas normas que componen el texto constitucional y, de manera más general, surge del complejo de la construcción constitucional. Del compromiso constituyente –inevitable si no se quería arriesgar una imposición unilateral y autoritaria de una Constitución partidista– nace un mecanismo institucional que en buena parte remite a actuaciones y realizaciones sucesivas y que, justo por su origen comprometido, tenía un carácter polivalente que se prestaba a interpretaciones potencialmente divergentes de los preceptos formales de la Constitución . La remisión a sucesivas decisiones del gobierno y del parlamento comportaba pues una dilación en el tiempo de decisiones fundamentales y prorrogaba la necesidad de

acuerdos entre partidos políticos que ya se había logrado en el constituyente. La necesidad de una presencia conjunta en todos los niveles conducía a una generalización el principio proporcionalista como apoyo a la legislación electoral y como base de la formación de las decisiones de dirección de los órganos electorales. La nueva Constitución no podía dejar de situarse en una posición de antítesis en relación con el régimen anterior, estructurándose en una forma republicana de Estado, confirmando la proscripción del fascismo y sosteniendo su naturaleza democrática. De acuerdo con la interpretación que parece más segura, el significado de la calificación democrática consiste en la identificación tendencial entre comunidad y aparato –a través de la valorización del cuerpo electoral mediante el sufragio universal en el nivel nacional y local, el referéndum la iniciativa popular, el derecho a petición, la apelación al pueblo después de la eventual disolución anticipada del parlamento– y en la tutela de las minorías – a través de las garantías sin discriminación de derechos de libertad y sobre todo del asociacionismo político, el pluripartidismo, la indefectibilidad de la oposición parlamentaria, el reconocimiento del potencial alternarse en el poder de fuerzas políticas antagónicas. La fórmula organizativa ele-

gida para el funcionamiento del Estado-aparato fue la del Gobierno Parlamentario, que entraña un gobierno nombrado por el jefe del Estado pero que es la expresión de la mayoría parlamentaria de cuya confianza debe gozar constantemente. Existen numerosísimos ejemplos de sistemas definidos como de gobierno parlamentario, aunque parece cierto que no exista un gobierno parlamentario-tipo que pueda tomarse como referencia para una definición. En general, se dice, sin embargo, que la Constitución exige una república con el gobierno parlamentario “atípico”, en cuanto que el Jefe del Estado tendría una posición reconocida que va más allá del simple mediador neutral entre el parlamento y el gobierno, ya que, además del poder de disolver anticipadamente las cámaras, tendría en particular el poder de veto de suspensión en materia de promulgación de las leyes del parlamento, además del de autorizar la presentación de los proyectos de ley gubernamentales, del de nominación de senadores y jueces constitucionales, del de presidir importantes órganos colegiados: poderes todos que reconocen su función autónoma en el desenvolvimiento de la vida constitucional. De acuerdo con una interpretación difundida, la función de dirección política -o sea el conjunto de actividades que

adaptan día tras día los principios constitucionales a las exigencias cambiante del Estado- le corresponde ante todo el cuerpo electoral, en cuanto depositario de la soberanía, que evaluando los programas de los partidos selecciona, a través de procedimientos electorales, su propia presentación parlamentaria. Ya que la intervención del cuerpo electoral es esporádica por naturaleza, dada la complejidad de las posibles consultas, el núcleo de dirección radica en el parlamento, con una estructura bicameral; pero también este último es un cuerpo demasiado amplio, por lo que en su seno, después de la aprobación de un programa político, se establece un colegio restringido fiduciario (encargado de administrar), de la mayoría parlamentaria. Se trata de un gobierno, formado por el presidente del consejo y por los ministros que están a la cabeza de los distintos departamentos administrativos. El Gobierno es un órgano de dirección por excelencia, responsable constantemente ante el parlamento, y la Constitución le ha confiado una función particular a su presidente, en cuanto supremo coordinador y centro de impulso de las orientaciones políticas y administrativas. El gobierno y la mayoría parlamentaria se encuentran unidos por vínculos constantes de colaboración, en cuanto que una parte considerable de la (Continúa en la pág. 30)


(Viene de la pág. 29)

dirección se manifiesta a través de las leyes del parlamento, promovidas por iniciativa gubernamental. En ese sentido, la dirección es una dirección política de mayoría, en cuanto que está ligada necesariamente al gobierno y a la mayoría que lo expresa. Pero existe otro tipo de dirección, que no debe confundirse con éste y que se considera que tiene por objeto esencialmente la realización y la tutela del respeto de la Constitución. Esta dirección, que debería sobreponerse a la mayoría, especialmente en lo que concierne a la consecución de fines contingentes, se define como Constitucional, y es ejercida por el Jefe de Estado y por la Corte Constitucional, garantes ambos de la Constitución, el uno incorporado en el proceso político que reconoce como protagonistas a los órganos constitucionales y la otra ajena a aquél. Obviamente, si se toma en cuenta lo que se dijo más arriba acerca de la amplitud de los poderes presidenciales, no siempre es fácil reducir la función del Jefe de Estado a la de simple guardián de la Constitución. Junto con los órganos orientadores, la Constitución. Prevé órganos auxiliares de éstos: el Consejo de Estado y el Tribunal de Cuentas, derivados del ordenamiento anterior, y el consejo nacional de la economía y el trabajo, de nueva creación, destinado a asegurarle al parlamento y al gobierno la colaboración de la representación de los intereses económicos y sociales. La institución de un consejo superior de la magistratura tiene una importancia particular, y es garante de la independencia del poder judicial respecto del ejecutivo. Hemos señalado la función de garantes asignada al Jefe de Estado y a la corte constitucional. En realidad casi todos los criterios organizativos seguidos de la estructuración de la comunidad y el aparato responden a la exigencia de una amplia tutela del sistema, sobre todo con el fin de evitar riesgos análogos a aquellos en los que incurrió la democracia parlamentaria prefascista. La exigencia de garantizar las nuevas instituciones llevó a la

redacción de una Constitución amplia, que se propusiera llevar a la práctica una disciplina lo más minuciosa posible de la distribución del poder y de su uso en relación con la autonomía pública y privada. Por este lado, junto con las referencias a la reglamentación posterior en materia legislativa, a través de numerosas “reservas legales”, encontramos disciplinas analíticas de algunas instituciones, dentro de la misma Constitución con el objeto de limitar los riesgos de desviación por parte del poder político. A la misma exigencia de garantía le corresponde una amplia articulación del poder político en el seno de la comunidad (organizaciones sociales) y del aparato (aparataje que sostiene y moviliza el sistema). El ciudadano como individuo o parte de asociaciones, está capacitado para participar en las decisiones tanto a nivel local, como en el nivel nacional. Junto con el Estadoaparato, que sigue siendo el gestor más importante del poder político y manifestación de toda la colectividad nacional (léase en el texto mencionado en la página 329), se establecen numerosos entes representantes de las colectividades territoriales menores, entre las que revisten una importancia particular las regionales. El poder se distribuye entre el Estado y las entidades territoriales y entre estas últimas, de acuerdo con criterios que incluyen también la reserva exclusiva de áreas de decisión a las entidades menores, aún dentro del respeto el principio de la unidad nacional que exige que el Estado siga siendo la entidad soberana aunque acondicionada de diversas maneras por las autonomías locales. Una garantía más la ofrece el carácter rígido de la Constitución que entraña la revisión de sus normas, excepción hecha de los principios esenciales, a través de un procedimiento reforzado (doble votación parlamentaria y mayorías calificadas). La rigidez constituye una rémora (lo que se opone al progreso) para las modificaciones aventuradas, pero al mismo tiempo permite hacer las revisiones que se presentan como indispensables, con el fin de

lograr cambios legales y no revoluciones contrarias de hecho a la Constitución . Después se constituyó un órgano adecuado para asegurar de manera uniforme la adaptación de la legislación a los principios constitucionales: La Corte Constitucional, llamada a pronunciarse a través de procedimientos de tipo jurisdiccional, cuyo juicio negativo implica la anulación para todos los efectos de una ley del parlamento y de los actos equivalentes. Para concluir estos rasgos generales, hay que recordar la actitud del constituyente respecto del ordenamiento de la Iglesia Católica, pero con la aceptación de los llamados pactos de Letrán (o pactos Lateranences firmados el 11/2/1929 entre la Iglesia y Mussolini); incorporación del ordenamiento italiano en el de la comunidad internacional y la adaptación a las costumbres que se consideran vigentes en este último. En oposición a la política de prestigio del régimen pasado y de acuerdo con las orientaciones de política internacional y constitucional sostenidas, se establece el rechazo de orientaciones expansionistas en las relaciones interestatales, con la decidida afirmación de una concepción pacifista que considera el recurso de la guerra de defensa sólo cuando se sufran agresiones y que acepta limitaciones

de la soberanía del Estado con la condición de reciprocidad, a fin de promover un orden pacífico aún a través de la institución de entes internacionales. 6/7 SU DESARROLLO. Las decisiones del constituyente no siempre han encontrado eco en materia de actuación de la Constitución, por lo que se deben señalar los rasgos esenciales de la Constitución material tal como se ha ido perfilando en estos últimos años. La clase política ha demostrado un escaso entusiasmo por el cumplimiento de las directivas del constituyente, fácilmente comprensible si se toma en cuenta la rápida afluencia de gran parte de la vieja clase dirigente a los partidos llamados antifascistas. Esto ha llevado a ser formales o veleidosas muchas de las afirmaciones constitucionales, que por lo demás conllevan la huella de compromisos que generan soluciones normativas polivalentes. Se instituyeron con mucho retraso órganos de importancia como la corte constitucional, (1956), el consejo nacional de la economía y el trabajo, (CNEL) (1957), el consejo superior de la magistratura, (1958) y se ha preparado el sistema operativo de las autonomías regionales –que empezó junto con el texto de la Constitución para algunas regiones con (Continúa en la pág. 35)


ESCALAFÓN DE GOLF 2016-17 Ernesto Fernández de Cabo A.

JAVIER BARRÍA RIVERO

GENERAL GROSS 1° Javier Barría 78,14 2° Ernesto Fernández de Cabo 80,50 3° Carlos Beros 82,57 4° Gabriel Álvarez 82,66 5° Scandar Jacob 84,00 6° Luis Rodríguez 84,71 7° Jaime Arancibia 84,85 8° Fernando Negrete 85,00 9°Cristhofer Maldonado 87,14 10°Leonardo Castex 87,71 Sergio López 87,71 VARONES GROSS 1° Javier Barría 2° Ernesto Fernández de Cabo 3° Carlos Beros 4° Scandar Jacob 5° Luis Rodríguez

78,14 80,50 82,57 84,00 84,71

SENIORS GROSS Gabriel Álvarez Jaime Arancibia Leonardo Castex Sergio López Mario Mertens

82,66 84,85 87,71 87,71 88,00

1° 2° 3° 4° 5°

DAMAS NETO 1° Patricia Gil 77,71 DAMAS GROSS 1° Patricia Gil 100,71

GENERAL NETO 1° Gabriel Álvarez 71,33 2° Nelson Peñaloza 71,42 3° Carlos Beros 73,00 4° Javier Barría 73,42 5° Mario Mertens 73,66 6° Jaime Arancibia 73,71 7° Juan Carlos Beros 74,00 8° Sergio López 74,28 9° José Amado 75,00 10° Scandar Jacob 75,00 VARONES NETO 1° Carlos Beros 73,00 2° Javier Barría 73,42 3° Scandar Jacob 75,00 4° Ernesto Fernández de Cabo 75,57 5° Fernando Negrete 75,66 SENIORS NETO 1° Gabriel Álvarez 71,33 2° Nelson Peñaloza 71,42 3° Mario Mertens 73,66 4° Jaime Arancibia 73,71 5° Juan Carlos Beros 74,00



ES TIEMPO DE LEER CON ATENCIÓN ESTAS PREDICCIONES

PARA EL QUE NO CREE, ES CULTURA; Y PAZ PARA QUIENES CREEN.

ESTA ES LA PALABRA 5.-

SEGUNDA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS CORINTIOS

Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos en Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna en los cielos. 2.- Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial; 3.- pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos. 4.- Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia: porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. 5.- Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu. 6.- Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor 7.- (porque por fe andamos, no por vista); 8.- pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. 9.- Por lo tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables. 10.- Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo. El misterio de la reconciliación 11.- Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres; pero a Dios le es manifiesto lo que somos; y espero que también lo sea a vuestras conciencias. 12.- No nos recomendamos pues, otra vez a vosotros, sino os damos ocasión de gloriaros por nosotros, para que tengáis con qué responder a los que se glorían en las apariencias y no en el corazón. 13.- Porque si estamos locos, es para Dios; y si somos cuerdos, es para vosotros. 14.- Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; 15.- y por todos murió, para los que viven, ya no vivan más para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. 16.- De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así. 17.- De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las coas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 18.- Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19.- que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. 20.Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. 21.- Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.



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estatutos especiales, y para las restantes se establecieron estatutos ordinarios –así como también se ha llevado a cabo la previsión constitucional relativa al referéndum (1970). Se ha hecho necesaria una revisión sistemática de la legislación anterior a la Constitución, para eliminar explícitamente las normas que realmente están en contradicción con la misma, como son las que podrían estar contenidas en el código penal, la ley de seguridad pública. En el caso italiano, el gravísimo retraso con que se decidió poner en funcionamiento la corte constitucional fue causa de una agravación de ese inconveniente, en cuanto que la magistratura, que se había convertido en árbitro de las decisiones acerca de la constitucionalidad de las leyes, aunque con efectos limitados para el caso examinado, empezó a distinguir entre normas constitucionales directamente preceptivas con eficacia referida o hasta simplemente programáticas, restringiendo sensiblemente el número de las primeras y dejando como letra muerta en la práctica gran parte de la Constitución, especialmente en materia de derechos y libertad, ya que la imperfecta perceptibilidad de las normas no había sido capaz de provocar la abrogación (derogación) de las normas que estaban en abierta contradicción con la Constitución. En clara oposición con esta orientación, la corte sostuvo, desde su primera sentencia, el principio de la legitimidad constitucional de las leyes en conflicto aun con normas llamadas programáticas de la Constitución. El funcionamiento real de las instituciones italianas desde

las últimas décadas del siglo anterior puede comprenderse mejor si se tiene en cuenta cuál ha sido la influencia del sistema de partidos sobre la operación de la Constitución, así como, en particular, la imposibilidad de obtener una alternancia entre partidos de gobierno y partidos de oposición en el control del aparato estatal de modo semejante a como sucede en otros ordenamientos de gobierno parlamentario. En primer lugar, como sucede hoy en todos los ordenamientos pluralistas contemporáneos, la aplicación práctica de los preceptos (orden o mandatos) constitucionales relacionados con la forma de gobierno se ha visto condicionada por el papel determinante de los partidos políticos. De acuerdo con lo previsto por la Constitución, los partidos políticos deberían representar, según parece, el punto de unión entre comunidad y aparato, y es significativo el papel desarrollado por sus programas para seleccionar la representación parlamentaria por obras del electorado; los programas de los partidos (de mayoría) cumplen, pues, un papel importantísimo en la determinación de la plataforma programática gubernamental en materia de confianza. Elegida la representación, ésta debería estar desligada del electorado (prohibición de mandato imperativo) – y por consiguiente desligada teóricamente de los partidos-, y una vez investido de la confianza del gobierno debería llevar adelante el programa con la elaboración de la mayoría, que tendría que subsistir hasta la desaparición de la confianza, a través del voto expresado por el parlamento o a través de un rechazo evidente y repetido de las

iniciativas del gobierno. En esta acción de estímulo debería ser decisivo el papel del presidente del consejo, dotado de amplios poderes de dirección y coordinación y en posición de clara preferencia respecto de los ministros que forman parte del gabinete. De hecho, los partidos –que deberían ser el medio a través del cual los ciudadanos concurren “democráticamente a determinar la política nacional”, pero que están libres, de hecho, de todo control en cuanto a su democraticidad interna y a sus sistemas de financiamiento y que han sido frecuentemente instrumentos de poder de restringidas y sólidas oligarquías burocráticas fuertemente centralizadas – se han presentado como los máximos centros de control tanto de la comunidad como del aparato estatal en su conjunto. No sería exacto, sin embargo, fuera de ciertos límites, pretender que esa situación esté en oposición con las decisiones de la Constitución, que consideraba a los partidos como elemento motor del sistema político. La Constitución les ofrecía a los partidos una amplia gama de posibilidades que de hecho han sido utilizadas apartándose del espíritu con que ésta las había reconocido como validas e indispensables: en lugar de ponerlas al servicio de los intereses generales de la colectividad, orientándolos a la determinación de la política nacional. Los partidos convirtieron frecuentemente a la Constitución en instrumento para la satisfacción de intereses predominantemente sectoriales. Se ha demostrado particularmente importante el papel de los partidos en la elección de la representación parlamentaria, acondicionada por estos

no sólo a través de la presentación de los programas sino sobre todo a través de un poder incontrolado de selección y designación de los candidatos con la formación de listas para proteger a los votantes. Formada la representación, diputados y senadores siguen sometidos a la disciplina de partido-más o menos rígida de acuerdo con a la organización interna del mismo-que restablece sustancialmente a favor del partido (NO DE LOS ELECTORES) el mandato imperativo. El respeto de la disciplina del partido se pone como condición indispensable para la confirmación del elegido por parte de los electores, previa la reinclusión de una lista de la que el partido es el único árbitro. También a propósito de las relaciones entre la mayoría parlamentaria y el gobierno hay que llamar la atención sobre la importancia del papel de los partidos políticos (de mayoría), que le resta significado a muchas de las normas sobre los poderes de dirección del presidente del consejo. En la realidad italiana la participación de varios partidos en el gobierno ha exasperado la tendencia a la negociación cotidiana entre directivos de los partidos sobre toda decisión de importancia –no sólo en materia de dirección sino a menudo simplemente administrativa – y ha agudizado de una manera cada vez más preocupante la inestabilidad del ministerio. Contrariamente a la exigencia de cohesión conciliar exigida por la Constitución y contra el papel determinante del presidente sostenido vigorosamente en esta última, el gabinete se ha presentado como sede de registro de las decisiones partidistas y el presidente como mediador

(Continúa en la pág. 36)


(Viene de la pág.35)

y conciliador de oposiciones entre ministros de diversos partidos y de innumerables corrientes más que como centro de dirección para realizar el programa de gobierno. Particularmente peligrosa se ha manifestado la acción de los dirigentes de los partidos por el papel constitucionalmente asignado a la oposición parlamentaria. En efecto, no sólo la convención que tiende a arraigarse hace que estos mismos se conviertan en árbitros indiscutibles de la decisión acerca de la conveniencia de la presentación de las mismas dimisiones gubernamentales, sino que las crisis, que y/o son siempre extraparlamentarias, tienden a plantearse de manera que le quitan a la oposición el poder de crítica y de censura a la acción del gobierno en el parlamento. Abordemos ahora la cuestión de la alternancia fallida de los papeles respectivos de gobierno y oposición. Contrariamente a cuanto se realiza en otros ordenamientos de gobierno parlamentario, la rotación fallida de los papeles de los partidos e realmente uno de los aspectos más significativos del funcionamiento de la Constitución italiana y proviene del carácter heterogéneo de la sociedad que da partidos políticos no fungibles (que no se consumen con el uso, no puede ser reemplazados) entre sí en cuanto al control del Estado, por causa de

una insuficiencia de legitimación de los partidos de izquierda en seguida que se formaron las convenciones que tendían a excluirlos de la formación de los gobiernos. A esta situación, que implica una inmovilidad tendencial en los papeles de mayoría y de oposición, excepción hecha de rotaciones parciales en las alas extremas de la coalición mayoritaria, se le intentó poner remedio asociando la oposición a la formación de las decisiones políticas por lo menos en el nivel parlamentario, ampliando al mismo tiempo el área de intervención de las asambleas y de las comisiones con menoscabo de las competencias del gobierno. De este modo se impugnaba la regla de la decisión política autosuficiente de la mayoría gubernativa para sustituirla o integrarla con un método de decisión que comportase el concurso de todos los partidos –excepción hecha de la derecha: el llamado “arco constitucional” –, con base en su peso parlamentario. Este método llevaba pues a introducir el principio de la transacción o del compromiso entre los distintos partidos de la mayoría o de la oposición en sustitución o junto al principio mayoritario. Como se ha resaltado en los estudios dedicados por años al funcionamiento del parlamento italiano, las características constantes del sistema en relación con el pasado son: el uso del modelo mayoritario

cuando se mantiene tendencialmente la contraposición gobierno y mayoría-oposición; el uso del modelo proporcional-transactivo (intercambio) en comisión, y también el uso de este último sólo para la legislación marginal y la remisión tendencial a la corte de las decisiones más importantes sobre las que es más problemático para la mayoría imponer el propio punto de vista y sobre las cuales no quiere transigir (aceptar en parte lo que no se cree justo). Para comprobar lo que se afirma aquí existe hoy una abundante documentación. La demostración de la falta de autosuficiencia de la mayoría y de la importancia de las iniciativas parlamentarias y de la oposición la tenemos en estos datos. En las primeras cuatro legislaturas (1948-1968) resultan aprobados el 48% de los proyectos gubernamentales y el 18% de los proyectos parlamentarios. En total, un cuarto de la legislación aprobada es de origen parlamentario y de ésta el 14% proviene del partido comunista. Las propuestas parlamentarias que tuvieron mayor éxito son las presentadas en conjunto por la democracia cristiana-PCI y otros (un tercio de las propuestas de origen parlamentario). Las enmiendas tienen un papel de gran importancia a la hora de demostrar el concurso de la oposición en la legislación. En especial en comisiones deliberantes, y la incidencia efectiva de las enmiendas del PCI ha sido de gran relieve en cuanto a las modificaciones de las iniciativas gubernamentales. En el periodo (1948-1971) se calcula que se aprobó un quinto de las enmiendas propuestas (por unidad igual artículo de texto). Importante ha sido el concurso de las oposiciones en la aprobación de proyectos gubernamentales. Con referencia a las primeras cinco legislaturas las leyes aprobadas han obtenido en promedio el 75% de los votos (o sea mayoría más amplia que la del gobierno). Según un catastro examinado, en ese periodo, de cada tres proyectos de origen gubernamental dos han sido aprobados con votos de PCI. La insuficiencia de la mayoría ha llevado al gobierno a utilizar de manera cada vez más

sólida, los Decretos-Ley: 222 en el periodo de la primera y la cuarta legislatura (1948-1968); 193 en el periodo de la quinta a la sexta legislatura (1968-1976); 143 en los casi tres años de la séptima (1976-1979). El decreto- ley se ha convertido pues en una iniciativa de ley reforzada. Pero la otra cara del problema ES LA PROFUNDIDAD DE LAS MANIPULACIONES PARLAMENTARIAS, en casos de conversión: el 70% de los decretos de la quinta y sexta legislatura han sufrido enmiendas contra el 40% de las primeras cuatro. Considerando el encuentro de compromiso entre la mayoría y la oposición en el parlamento debe decidirse de todos modos que este encuentro concierne regularmente a materias no controvertidas sobre las que es más fácil el acuerdo (abastecimientos sectoriales, disciplina del estatus y de la posición económica de los encargados de la administración pública, incentivos, etc.) tanto si son de iniciativa gubernamental como parlamentaria. Aquí, queda fuera la gran legislación. La experiencia constitucional italiana muestra el riesgo implícito en las solucione constitucionales de compromiso que llevan a constituciones programáticas de actuación diferida. La contraposición ideológica entre los partidos más importantes, con desconfianza recíproca, obstaculiza la alternativa y provoca inmovilismo en los papeles del gobierno y de la oposición. La oposición no se resigna a verse excluida de la posibilidad de rotación y tiende a condicionar el gobierno, en la sede parlamentaria en que esté presente, respecto de la actuación constitucional. El modelo de decisiones mayoritario sigue siendo en general modelo de norma, pero en la práctica, en el nivel parlamentario, tiende a ser sustituido por el proporcional en el que todo grupo aporta su propia contribución mediante propuestas, enmiendas, votaciones. Las comisiones parlamentarias deliberantes son la sede ideal para el método de transacción, mientras que la corte contempla la contraposición de las funciones y la aplicación de las reglas mayoritarias. La definición sobre (Continúa en la pág. 37)


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la legitimación para gobernar lleva a una indefinición de las reglas decisionales (de decidir), con efectos paralizantes y de remisión para todas las decisiones más importantes, mientras que el compromiso se alcanza en las marginales. En este marco, caracterizado por notables precariedades, es comprensible la revaluación del papel del Jefe del Estado y de la Corte Constitucional, no porque estos órganos estén desligados totalmente de los partidos políticos sino porque la Constitución ha previsto instrumentos organizativos que faciliten, cuando la haya, la voluntad de desarrollar una dirección independiente de los intereses particulares y más en consonancia con las exigencias de toda la colectividad nacional. Concentrando la atención en el papel del Jefe del Estado se puede recordar que la Constitución contenía en embrión tanto un imposible desarrollo en sentido neutral (el presidente como mediador, equilibrador y garante del sistema investido de poderes de freno y reflexión meramente negativos) como en sentido calificado, reconociéndole una orientación propia aunque distinta de la mayoría (el presidente en cuanto investido de poderes de veto, de mensaje, de dirección de importantes órganos colegiado, aunque con una interpretación no meramente negativa sino positiva de los mismos). Parece que el constituyente se inclinaba por la primera alternativa, aunque esta inclinación estaba subordinada a la convención de que la estructura organizativa del Estado estuviese apoyada en un funcionamiento del gobierno parlamentario que considerara al gobierno como detentador de instrumentos reales e incisivos de

dirección. La institución gubernamental ha sufrido una profunda y cada vez más aceptada involución: ha perdido progresivamente credibilidad y, sobre todo, ha demostrado que adolece de una inestabilidad crónica con su debilitamiento preocupante de sus poderes de dirección. En esta situación, se ha manifestado la importancia de la estabilidad septenal (que ocurre o se repite cada siete años) del Jefe de Estado, compatible con la alternación aun profunda de los equilibrios de las mayorías parlamentarias y hasta con la renovación integra de los órganos parlamentarios al decaer las legislaturas. Y no vale el argumento de que su elección es parlamentaria y no de base popular directa para disminuir su posición de fuerza, en cuanto que la base electoral que requiere, más amplia que la mayoría gubernamental, no acentúa la representatividad. Estas consideraciones han sido confirmadas por la experiencia. La primera línea de tendencia aparece en el periodo en que los gobiernos monocolores estables le asignaban al presidente del consejo, apoyado por su partido, una función efectiva de dirección. La segunda tendencia toma cuerpo con la instauración de gobiernos de coalición débiles e inestables (presidencia de Giovani Gronchi tercer presidente de Italia –DC- y siguientes) y se manifiesta a través de una negación de las tesis de la titularidad presidencial en meros poderes negativos y a través de una revaluación de los poderes que pueden ejercerse independientemente de la participación de algunos órganos constitucionales. 7/7 LAS TENDENCIAS CONSTITUCIONALES CONTEMPORÁNEAS Limitando la atención a

algunas líneas generales, el panorama actual de las experiencias constitucionales se caracteriza por la de los Estados definidos comúnmente como “Democracia clásica”, inspirados en los principios de la democracia liberal, por la de los estados socialistas, por los estados autoritarios y, finalmente, por la de los estados de reciente independencia. Podemos considerar el periodo inmediatamente posterior al primer conflicto mundial como el momento inicial de notorias divergencias respecto del modelo del constitucionalismo clásico, que se desarrolló siguiendo la estela de las primeras constituciones francesas y norteamericanas del siglo XVIII y bajo el influjo de la experiencia constitucional británica. A esta altura, en efecto, mientras muchos ordenamientos intentaban adaptar a través de amplias innovaciones y racionalizaciones las tesis constitucionales a las exigencias políticas y sociales que había cambiado, otros ordenamientos se encaminaban hacia las experiencias constitucionales del estado autoritario y del socialista. Las constituciones democráticas racionalizadas que se consolidaron en Europa después de 1918, pretendieron, predominantemente, adaptar a exigencias particulares las experiencias el parlamento británico y francés, algunas dando preferencias al elemento asambleísta, otras al elemento gubernamental y, en especial, al mismo Jefe de Estado. Entre las numerosas constituciones que se establecieron en los países de la Europa centro oriental, báltica y balcánica, ha habido siempre un interés particular por la constitución alemana de 1919 (Constitución de Weimar), por la

austriaca y checoslovaca de 1920, y más tarde, en la península ibérica, por la republicana española de 1931. Muchas de estas constituciones se proponían no sólo ofrecer un ordenamiento “racionalizado” de la organización constitucional sino también garantizar, junto con los derechos tradicionales de libertad, los llamados derechos sociales. Al final del segundo conflicto mundial una nueva serie de constituciones confirmó la fidelidad sustancial de muchos ordenamientos a la concepción liberal democrática del Estado, preocupándose por ampliar las garantías sociales y las de las autonomías territoriales. Ejemplo de esta fase son la Constitución francesa de1946; la italiana de 1947; y la alemana de 1949, en tanto que más tarde la Constitución de gaullista de 1958, al introducir un orden institucional que conciliaba la forma de gobierno parlamentario con la presidencial, daba fe de la tendencia, difundida en algunos ordenamientos europeos con gobiernos parlamentarios, a un decidido reforzamiento del ejecutivo. De filón del constitucionalismo clásico se separó claramente la experiencia constitucional de la Rusia soviética, con el texto de 1918 y, en particular, con el federal de 1924 y aquí con el de 1936 y el de 1977, que tenían por objeto instaurar los presupuestos para la realización de los principios del socialismo hasta llegar a la conformación de una sociedad comunista. La Constitución stalinista de 1936 –especialmente después de una primera fase caracterizada por textos constitucionales provisionales en el periodo que va desde 1945 hasta 1948 y que fue testigo de la sobrevivencia precaria

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de las instituciones propias de los ordenamientos precedentes – se convirtió en el modelo de las constituciones adoptadas en los países de la Europa oriental, que había quedado bajo la influencia rusa. A parte del caso particular de Checoslovaquia que en la Constitución de 1948 mantenía soluciones aparentemente contradictorias, entre 1947 y 1954, Bulgaria, Hungría, Polonia, Alemania Oriental y Rumania se adecuaron fielmente al modelo Ruso de 1936, en tanto que en el periodo pos-estalinismo los nuevos textos adoptaron los principios del socialismo a las exigencias nacionales. Experiencias particulares caracterizan, finalmente, a otros países como Yugoeslavia, que desde 1946 hasta la fecha ha actualizado con gran frecuencia sus constituciones de acuerdo con la evolución de las exigencias políticas internas, y China, que después de la ley orgánica del gobierno popular de 1949 y la Constitución de 1954, cercana al modelo ruso de 1936, adoptó en 1975 y en 1978 nuevas constituciones. Si la contraposición de la experiencia de las constituciones de los países socialistas respecto del constitucionalismo clásico resulta suficientemente decidida, tanto en lo que concierne a los principios como a las soluciones organizativas, no siempre se puede decir lo mismo de las de los estados autoritarios y de los recientemente independizados. Habitualmente se citan las experiencias

constitucionales de la Italia Fascista y de Alemania nacional-socialista como típicas del Estado Autoritario. A éstas hay que añadirles las de los estados de la península ibérica, aunque también las de algunos Estados europeos antes y durante el segundo conflicto mundial. A estas experiencias, caracterizadas por una determinada reacción ante una democratización temerosa de los ordenamientos liberales y que busca prevenir la instauración de ordenamientos socialistas, se basaban en el partido único portador de la ideología oficial, única legal, y encontraron una sistematización orgánica en un único texto constitucional, sobre todo en la Constitución portuguesa de 1933. Las experiencias de la mayor parte de los Estados de reciente independencia del llamado Tercer Mundo, están impregnadas de soluciones marcadamente autoritarias: Las numerosísimas constituciones están inspiradas a menudo, aunque no carezcan de originalidad, por la ideología liberal o la socialista, pero las soluciones de organización previstas dan prioridad al criterio de la concentración del poder en un líder nacional que es a la vez Jefe del Ejecutivo y jefe del partido único que en casi todas partes se ha firmado. Las formas de garantía de las autonomías individuales y las autonomías colectivas, donde se la prevé, están destinadas a ser sólo nominales. BIBLIOGRAFÍA Amorth, La costituzione italiana: com-

mento sistematico. Milán, Giufrè, 1948. P. Barile, La revisione della costituzione e potere costituente, Scritti di diritto costituzionale, Padua, Cedam, 1967. G. Baschieri, L. Bianchi d’Espinosa y C. Giannattasio, L costituzione italiana: Commento analítico, Florencia, Noccioli, 1949. G. Branca (comp), Commentario della costituzione, Bolonia, Zanichelli, 1975. P. Calamandrei y A. Levi, Commentario sistematico alla costituzione italiana, Florencia, Barbera, 1960. E. Cheli, Costituzione e istituzione politiche in Italia, Bolonia, il Mulino 1978. V. Crisafulli, Lezioni di diritto costituzionale, I, Padua, Cedam 1970, y II, Padua, Cedam 1976. V. Falzone, F. Palermo y F. Cosentino, La costituzione della Repubblica italiana 1948, Milán, Mondadori, 1976. V. Gueli, Dirittocostituzionale provvisorio o transitorio, Roma, Soc. ed. IL Foro Italiano, 1950. C. Lavagna, Costituzione e socialismo, Bolonia , IL Mulino, 1977. F. Modugno, iconcetti di costituzione, en Scritti Mortati, Milán Giuffrè, 1977. C. Mortati, La costituzione in senso materiale, Milán, Giuffrè, 1940. C. Mortati, Costituzione: dottrini generali e costituzione della Republica italiana, en Enciclopedia del diritto, vol. XI, Milán, Giuffrè, 1962. G.U. Rescigno, Costitucione italiana e stato borghese, Roma, Savelli, 1975.




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