Operatividad del Sistema Antartico Jorge Berguño Barnes i impongo abordar el tema de la operatividad del Sistema Antartico dentro un MI.ii< <» amplio y abarcador, yendo más allá del examen administrativo y nm.il que ese efectúa en las Reuniones Consultivas del T r a t a d o Antartico. inirm ion es analizar en profundidad el Sistema Antartico, bucear en sus u n . desmontar en lo posible sus componentes y mecanismos básicos, i «Ir relieve los usos y vigencias que lo condicionan; y definir su relación l.iinrni.il con el conjunto del sistema internacional. En seguida, procederé > i identificación del interés nacional chileno en la operatividad del Sistema niKo v a ponderar, a la luz de dicho interés, las posibles opciones de itm.i, adaptación y fortalecimiento del sistema, al aproximarse la fecha i i\v término de la primera etapa de 30 años del T r a t a d o Antartico y la i uva, que no se p u e de descartar, de convocatoria de una conferencia i (visión. En un ensayo de prospectiva, que de algún modo enlaza con el io nacional Chile Futuro dirigido por Mario Amello, concluiré con una >n de Chile y el Sistema Antartico del Año Dos Mil. I I (Continente Antartico, única porción de tierra sin conquistar que aún • l.i rn nuestro planeta y que cuenta con aproximadamente catorce millones m kilómetros cuadrados de superficie, fue concebido desde la antigüedad i < orno la Terra Australis Incógnita, Dado que al Polo Norte se le llamó IM • (de Arktos, por la constelación de la Osa), quienes supusieron la existen• ».i %\v un polo opuesto situado en el sur lo llamaron Antartico (o sea AntiI. En la búsqueda de este continente teorético d u r a n te la era de los i linimientos geográficos, correspondióla primacía a los marinos españoii i ido probable que el navio San Lesmes, comandado sucesivamente por m IM o de Hoces y por Diego Alonso de Solís, haya sido en 1526 a la vez el ul ii ulor del Cabo de Hornos y el primero en n a v e g a r e n las proximidades i Península Antartica por el futuro Mar de Bellinghausen que la cartografía «lt I Mglo xvi bautizaría como Golfo Profundo. Más tarde, en claro ejercicio de • iiii indicción antartica que sucesivas cédulas reales atribuyeron a los Goberi es de Chile, el galeón San Jerónimo descendería en marzo de 1603 hasta i IM" de latitud sur bajo el m a n d o d e don Gabriel de Castilla, realizando la 11 ir i «i navegación antartica de la cual tengamos firme evidencia y comproban documental. Todos ustedes saben que, al inicio de la época republicana, un IMITO de matrícula de Valparaíso, el Dragón bajo el m a n d o del capitán l.irhuie, fue el primero en reconocer la volcánica Isla Decepción y el m í o en abordar la costa de la Península Antartica. Foqueros nacionales imoderon las Shetland, las Georgia y las Sandwich; fue el naufragio de la II chilena San José en 1882 el que dio la señal de partida para el retorno de I* •*> i * «queros y balleneros a la Antártida; y chilenos fueron los primeros barcosi ii -i i» .\s pertenecientes a la Sociedad Ballenera de Magallanes que operaron en I >« • * | M ion a comienzos del presente siglo. Bajo el impulso del Instituto Antárti121