A veces, eventos negativos ocasionan resultados
positivos
El Ingeniero Wilfredo Alvarado, Presidente de la firma Ingenieros Valuadores S.A., se ha desempeñado —entre otras actividades vinculadas con la CBR— como catedrático en el Diplomado que imparte la Cámara, donde impartió clases de Valuación de Inmuebles, específicas para corredores inmobiliarios. Hombre de dilatada trayectoria profesional y amplio conocimiento sobre todo cuanto tiene que ver con el mercado de los Bienes Raíces, concedió la siguiente entrevista a Excelencia Empresarial. motivación positiva por comprar Bienes Raíces. Posteriormente existe una saturación de demanda, por las razones más adelante expuestas, lo cual da por cerrado un ciclo y se entra en un periodo de estabilidad, para luego empezar de nuevo otro nuevo ciclo.
—¿De qué manera se integró su empresa a la entonces denominada Cámara de Corredores de Bienes Raíces, y por qué motivos? —Ingenieros Valuadores S.A. tenía pocos años por entonces, alrededor de ocho. Por razones profesionales, conocíamos a casi todos los que integraban la Cámara. Y el por qué se hizo es muy claro: como valuadores —además de hacer corretaje en casos especiales— somos un eslabón en la cadena del negocio inmobiliario. Una vez integrados en la Cámara hemos participado activamente y, en lo personal, me tocó participar en varias Juntas Directivas. —A su entender, ¿cómo ha evolucionado el mercado de bienes raíces en Guatemala durante las tres décadas de vida de la Cámara? —Evolucionó en dos aspectos. El primero, la profesionalización del corredor inmobiliario, que en la actualidad es, más que eso, un asesor con conocimientos en Registro de la Propiedad Inmueble y en todos los aspectos legales y contables relacionados al negocio. Esto se logró gracias a los cursos que imparte la Cámara sistemáticamente. Por ello, el corredor de hoy día es más profesional que el de antaño. Segundo aspecto: que en estos 30 años se ha pasado por varios ciclos de demanda/oferta/saturación, lo que en nuestro lenguaje describe los altibajos del mercado inmobiliario. —¿Cómo se podría explicar, sencillamente, la existencia de esos ciclos que usted señala? —Ha habido varios, y en su momento histórico cada uno tuvo una importancia especifica, tanto en lo positivo como lo negativo. Paradójicamente, hubo eventos negativos que afectaron positivamente el mercado inmobiliario local. El ciclo es positivo si el valor sube, existe mayor oferta de proyectos, se incrementa el empleo en la Construcción, se generan más créditos y todo ello motiva la aparición de negocios relacionados con los inmuebles. Existe una
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e celencia empresarial
—¿Cuáles son los factores que determinan que se inicie o desacelere un ciclo como el que usted acaba de describir? —Esos factores se generan fuera del medio inmobiliario en sí, incluso hasta algunos de ellos son externos a Guatemala. Y en algunos casos, son razones negativas. Entre tales razones tenemos el clima político, tanto local como externo. En el caso del clima político interno, por ejemplo, los años del conflicto armado desmotivaron al inversionista. Prácticamente el mercado era de consumidores finales que necesitaban satisfacer necesidades propias. —¿Y en cuanto a los factores externos? —En este caso, hace unos 30 años era claro que el inversionista local dependía mucho del clima político en Estados Unidos, Europa y países vecinos para invertir en Guatemala. Se llegaba al colmo que, para los años electorales en USA, se paralizaba la inversión para «ver que pasaba»… Era ver si ese nuevo gobierno apoyaría a Guatemala. Igual fue en las elecciones de países vecinos como El Salvador, donde lo que se esperaba
«…Hace unos 30 años era claro que el inversionista local dependía mucho del clima político en Estados Unidos, Europa y países vecinos para invertir...».