La mayoría de profesionales
aquí somos mujeres…
La Licenciada Bárbara Escobar Anleu, Prosecretaria de la Junta Directiva del COFAQUI es Bióloga (por USAC), con Maestría en Conservación y Manejo de Vida Silvestre (por la Universidad Nacional de Costa Rica). Con extensa experiencia docente y profesional, ha coordinado programas de Monitoreo en Biodiversidad, y consultorías independientes. Actualmente labora como Coordinadora Nacional de PANTHERA, organización internacional dedicada a la conservación de felinos silvestres, e integra el Comité Ejecutivo del Capítulo Nacional de OWSD (Organización de Mujeres para el Mundo en Desarrollo). Dejando de lado sus múltiples actividades, accedió a esta entrevista. darle visibilidad, porque son cosas que siguen pasando y el cambio debe darse a nivel social. —¿Es éste un Colegio Profesional con mayoría femenina? —La mayoría de profesionales aquí somos mujeres. Así es. Históricamente, en el Colegio de Farmacéuticos y Químicos de Guatemala se tiene mayor presencia de mujeres que hombres. Actualmente están inscritas agremiadas, lo que equivale al 71 % del total de colegiados.
—¿Qué papel tiene la mujer en el Colegio? —Las mujeres que somos parte del COFAQUI ejercemos en alguna (s) de siete carreras: Biología, Bioquímica, Microbiología y Bioquímica, Nutrición, Química, Química Biológica y Química Farmacéutica. Esto significa un papel importante en Salud Pública, Industria, Seguridad Alimentaria, Manejo de Recursos Naturales, e Investigación, entre otras de mucha importancia para el desarrollo del país. —¿Observa usted alguna diferencia entre mujeres y hombres, a la hora de ejercer cualesquiera de las siete profesiones que integran el Colegio? —Aunque claramente las capacidades intelectuales son las mismas, pienso que al momento de ejercer sí existe una diferencia en cuanto las dificultades que encontramos, sobre todo en un país como el nuestro donde hay tanto machismo, discriminación y distintas formas de violencia contra la mujer. Recordemos que la violencia no es solo física, sino que también hay otras formas más sutiles como la estructural (recibir una menor remuneración por el mismo trabajo, por ejemplo) y psicológica (acoso y discriminación). Es más, desde antes de ser profesionales nos topamos con más barreras en las aulas, en sitios de prácticas y después en el trabajo. Temas como el acoso, la desacreditación del conocimiento y las capacidades de las mujeres, la discriminación por roles de género y el trato diferenciado entre profesionales de un mismo rango (aún teniendo el mismo título y jerarquía dentro de una institución) son algunos ejemplos con los que muchas profesionales debemos lidiar en diferentes espacios de trabajo. A pesar de que no es un tema agradable, es precisamente por eso que importa mencionarlo y
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e celencia empresarial
—¿Es factible considerar que en las últimas décadas el papel de las mujeres, tanto a nivel profesional como social, ha ganado en protagonismo e importancia? —No. Que en comparación a la desigualdad histórica que ha existido, ahora las mujeres hayamos ganado derechos y tengamos más oportunidades que antes no teníamos (el voto, el estudio, entre otros), no lo consideraría como haber ganado protagonismo. No lo considero de esta forma ya que sigue existiendo desigualdad y barreras para las mujeres, sobre todo en países como Guatemala. Si bien es importante tener presentes los avances que hemos tenido como sociedad y los derechos que hemos ganado (recordemos que en Guatemala se logró el sufragio femenino hasta 1945, limitado a quienes sabían leer y escribir. En 1965 se extendió el derecho a todas y hasta en 1985 se incluyó en el artículo 4 de la Constitución), también es necesario estar conscientes de que todavía hay que alcanzar una sociedad más justa y equitativa.
«…Desde antes de ser profesionales nos topamos con más barreras en las aulas, en sitios de prácticas y después en el trabajo…».