Breaking away marzo

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Editorial Cumplimos dos años. Muchas cosas han cambiado. Hemos crecido, hemos ampliado nuestros márgenes. Pero seguimos siendo, en esencia, una publicación que va construyendo su camino cada vez. Hay algo que no se ha modificado: en un mundo en que todo se mueve constantemente, en que la vida se reconstruye cada vez, sabemos que nada es inamovible. Aún hoy lo sabemos. Por eso seguimos con el mismo ímpetu y con las mismas ganas del inicio, adaptándonos y observando. Pero sí sabemos una cosa: Ustedes están ahí, ante cada paso que damos. Nosotros seguimos aquí. Y nos encontramos. Disfruten un nuevo número de Revista Breaking Away. Producción de fotos: Súper agente 86. Perdidos en Buenos Aires. El súper agente 86 (Get Smart , en el original) fue una serie emitida originalmente por la cadena Nbc, entre Septiembre de 1965 y Abril de 1969. Más tarde pasó a la Cbs, y tuvo entonces una duración entre Septiembre de 1969 y Septiembre de 1970. Protagonizada por Don Adams, Bárbara Feldon y Edward Platt, en los papeles principales (Maxwell Smart, la 99 y el jefe, respectivamente) y creada por Mell Brooks y Buck Henry, la serie era una parodia de la guerra fría, en clave absolutamente disparatada, llena de espías torpes e incompetentes. Incluso el propio Max, quien, a pesar de ello, lograba salir airoso ante cada situación adversa. El capítulo al que se hace referencia en esta producción es Supersonic bomb, el número 6 de la temporada número 3. Se estrenó el 28 de Octubre de 1967, en el que Max y la 99 son engañados haciéndoles creer que son llevados a Buenos Aires junto con la bomba del título.


SUMARIO Desencanto.................................................................................................................4 Un poquito Sobre el “Encuentro de artistas por la no violencia en Bahía Blanca”.......5 Visión fragmentada.......................................................................................................6 Yo no conozco a Joe Black...........................................................................................6 Las crónicas del ají picante: Muchos dirán que huí, pero no....................................7 Embotellada..................................................................................................................8 Gabi Rubi....................................................................................................................10 Entrevista a Daniel de la Vega y Luis Machín.............................................................11 House..........................................................................................................................14 Continuación entrevista...............................................................................................15 Un comentario a propósito de Los Hombres de Los Pantanos, de Federico Sironi......18 Engranaje. Por Lucía Borjas.......................................................................................19 El Super agente 86 Ph: (Leonardo Rossi. Make up y peinados: Mariela Barros. Modelos: Gabriel Rossi y Flavia Dazzini. Producción: Kattia Barrientos/Gastón Dufour).........................................................................20 El viaje del Heroe........................................................................................................24 Las aventuras de Alan.................................................................................................26 Batman........................................................................................................................27 Diario de un Cinéfilo Feliz............................................................................................30 BA Coverturas.............................................................................................................31 Planeta Who...............................................................................................................32

Colaboran en este número Natalia Mosquera Juan Pablo Franky Carla Martínez Luciano Alonso José Marco Segura Jaubert Yanina Ikei Citizen Pain Veroka Velázquez Eva Lilith David Monge Belén Jacoby Madariaga Fellini Gabi Rubí Lucía Borjas

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Todas las familias son psicóticas. Un abordaje al desencanto a través de la mirada de Leopoldo Panero.

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El desencanto es un documental de 1975 cuyo eje temático es el trasfondo familiar de la familia Panero, luego del vacío dejado por la muerte del insigne Leopoldo Panero, poeta e intelectual muy influyente durante la España del franquismo. El documental se construye sobre sucesivas entrevistas y declaraciones realizadas directamente por sus protagonistas: Felici-dad Blanc, esposa. Michi, Leopoldo María y Juan Luis, sus hijos. Lo que convierte a la familia Panero en objeto de estudio, más allá de las peculiaridades de cada uno de los protagonistas, es su trasfondo decadentista. La conciencia de pertenecer a un mundo en trance de desaparición. El legado más terrible que ha dejado la muerte del padre, es la certeza de una genealogía que toca su fin. Cada uno de los personajes merece un análisis detenido. No obstante, el presente texto enfoca su interés en la figura de Leopoldo María, el hijo del medio. Leopoldo es el más pesimista, lúcido y conflictivo de todos. Ya de niño era rebelde. Luego se convirtió en poeta como su padre. Se caracte-riza por haber sido autodestructivo. Neurótico. Alcohólico. Drogadicto. Ex convicto. Filósofo y loco. Durante la primera parte del documental, Leopoldo es el hermano ausente. Es evocado con cierta nostalgia por Michi y con un explícito rechazo por Juan Luis. Leopoldo siempre ha generado cierta incomodidad en la familia, tal vez por su insatis-facción y su sinceridad descarnada. Su relación con Juan Luis es de rechazo mutuo. Tal vez todo se deba a una cuestión de celos. Es posible que Juan Luis se haya sentido amenazado por las evidentes virtudes literarias de su hermano. Leopoldo se considera a sí mismo un chivo expiatorio de toda su familia. Sostiene que el fracaso puede ser la más resplan-deciente victoria, advierte que el alcoholismo conduce a la soledad. En medio de un discurso más bien caótico, es capaz de realizar una serie de premisas de una inteligencia deslumbrante.

Dice cosas como que el colegio es una institución penal en la que se enseña a olvidar la infancia y que él se ha rebelado contra esa colonización utilizando el humor como arma. En otra instancia, sostiene que el intercambio de humillaciones, más que el intercambio mercantil, es lo que estructura la socie-dad actual. Su intención es desmantelar la leyenda épica que gira en torno a su padre. Según su punto de vista, la verdad es una experiencia deprimente. La película resulta atractiva porque, además de ser un melodrama real, incluye la posibilidad de abordajes múltiples. El personaje y las declaraciones de Leopoldo María son permeables a toda suerte de interpretaciones existencialistas. A través de sus ojos, es admisible interpretar el desencanto como un despertar a otra percepción de lo real. La vida siempre tiene, al menos, dos puntos de vista y tomar conciencia de ello engendra monstruos. Las ilusiones, por definición, son irrealizables. El desencanto es la toma de conciencia de que la lucha está perdida de antemano. Tomar conciencia de que la vida es una empresa destinada al fracaso. El desencanto es un instante de percepción del que es imposible recuperarse. El advenimiento de un saber amargo que anula toda satisfacción posible. Funciona como una paradoja cuya premisa es que la vida es un fracaso constante y que no obstan-te, continúa. El desencanto, también, es saber que el dinero es un recurso limitado. Saber que todo se termina. Lo que nos hace felices, lo que nos hace olvidar que existe la muerte, también se termina. Al final no queda nada y la conciencia del ocaso ineludible amarga todas las posibles distracciones. Si existe una propensión a la muerte, un imán a la degradación y la decrepitud, entonces la posibilidad de la evasión luce ridícula. No es posible olvidar que somos mortales. En todo caso, la amnesia de nuestra mortalidad no nos hace inmortales y en ese saber se comprime toda la tragedia de la vida. En pocas palabras: el desencanto es un documental imprescindible.


Por nuestra parte nos agrupamos con una grupo de artistas deLas grutas que venían con las nenas deltaller para realizar unos murales,compartimos nuestros pensamientos, las pintadas, debatimos sobre los espejos,las esclavitudes, los corpiños, los mandatos, los abusos, las miradas, los roles,la desnudez de los cuerpos, etc etc etc todo el debate en ronda de mujeres que íbamosdesde los 10 años hasta los 50 calculo. ¿Hay algo más contestatario, activista, creativo,revolucionario, que compartir nuestro tiempo, nuestras investigaciones,nuestras inquietudes sin filtroatravesando las generaciones, en una plaza de una cuidad que no es en la cuidad que vivimos y sin embargo ese díaera nuestra???

Por Veroka Velazquez Un poquito Sobre el “Encuentro de artistas por la no violencia en Bahía Blanca” 18 de noviembre de 2013- Sábado 16 nov. Fuimos con Micol invitadas por el colectivo de “Artistas por la no violencia” Llegamos a Bahia a la mañana del sábado a la Plaza Rivadavia, Olga como LuLY y varixs de la organización ya estaban trabajando de temprano,hace varios meses supongo, para abrir el campo para que la magia se instale dela manera en que se instalo ya que todo fluyo con la libertad y la armoníapropias de lo mágico. Cada unx buscaba suespacio y desplegaba la propuesta propia, y colaboramos en la organización colectiva, todxs para todxs visibilizando la problemática de la trata, la prostitucion, la cosificación de las mujeres. la violencia en los hogares ,toda una jornada para hacer visible para compartir y compartirnos , toda una jornada para tomar la calle y hablar del tema abiertamente con todxs lxs actores sociales que les ocupa el tema ,una jornada donde conviven distintas artistas, organizaciones estatales y no, organizaciones políticas, grupos feministas, comisaría de la mujer, todo lo que informa suma, y todo lo que visibiliza suma,la diversidad a la orden¡¡¡ Todxs en la plaza bendecidos por el sol fluimos en una anarquía de trabajo que no ceso hasta las 3 de la mañana¡¡

Por el escenario no paraba la música, en el pasto nunca cesola ronda de mates y debates, mezclándose y remezclandose todo el tiempo. Un día completo abierto al juego de informarse, demezclarse, de visibilizar, un tema que es de todos y yace bajo la alfombra dela hipocresía. Un montón de cosas se me pasaron, por que todo pasaba a lavez, mucha gente con obras excelentes, mucha gente con inquietudes y enmovimiento. Hay mucho más para decir y profundizar sobre el “Encuentrode artistas por la no violencia”, esto es simplemente un granito para hacer unaminima devolución a las chicas que tanto hacen por todxs, las palabras no mealcanzan para agradecer lo vivido en Bahía , para contarles un poco y que no selo pierdan , y seguir el deseo de contarque en Bahía hay dos mujeres como Olga y Luly que son muy apasionadas y muevenhasta lo que no pueden por construir esta magia a puro PULMON Y AUTOGESTION¡¡¡¡ De postre conocimos un lugar extraordinario llamado “ElPeladero” comandado por La Tana¡¡¡ PASION- PULMON- AUTOGESTION¡¡ IMPERDIBLE BAHIA … GRACIAS¡¡¡¡¡¡ http://www.verokavelasquez.blogspot.com.ar/

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Visión fragmentada.

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Por Eva Lilith

Miro desde el asiento del piso bajo del Sarmiento. Ojos a ras del piso, que observan zapatos, zapatillas, botas, ojotas. Esta época del año, evidentemente, genera disenso respecto al calzado apropiado. Miro, y las cosas van sucediéndose. Una corrida, un pibe chorro que se hizo un celular, un par de pantalones de uniforme que lo siguen. En mi asiento-vagón-burbuja estoy a salvo. Aislada de la secuencia, protegida hasta por el anonimato. Un tiro. Todos al piso. Otro tiro y las caras de estupor afuera, que ahora son visibles. La pena queda dentro. Ah no, mejor aprovecho la endeble conexión de mi celular y posteo la secuencia a modo de estado de Facebook. Responderé mediante una pantalla a los que miran lo que relato que miro. Mirar al cuadrado. Basta un testigo que lo cuente o que lo fotografíe. Somos todos cómplices, parte, testigos. Desde la pantalla. La era digital nos volvió mirones. Naturalizó el voyeurismo que antes era delicia de unos pocos. Una sabe que es mirada, algunos lo buscan, incluso. No es como cuando mirando de noche con los binoculares, en el balcón del piso 16 del departamento porteño de mis tíos, encontré a ese otro con sus binoculares igualmente clavados en ese balcón, en ese camisón de verano adolescente. Mirón mirado en su flaca y lampiña desnudez voyeurista, masturbada. No. Ya no nos sorprende tanto que se mire, se registre y se vuelva a mirar. No es como la primera vez que pisé la casa de un pintor que me gustaba, encontrando una filmadora profesional prolijamente ubicada en su trípode, cuidadosamente apuntando a la cama. De nuevo estaba ahí, fumando, esperando, frunciendo el ceño. Pero yo estaba lejos, mucho más lejos que la distancia entre su cuerpo peatón y el mío pasajero. La otra vez que la ciudad me lo topó exactamente así, había quedado temblorosa y alterada por horas. Esta vez, pasé y listo.

Tomé la escena como un símbolo: no importa, realmente, si cambió algo, si logró salir de su casa para algo más que comprar comida, si dejó de sabotear sus vínculos. Él estaba quieto. Un punto inamovible del pasado. Yo seguía mi camino. Haciendo, no mirando. Haciendo, no planteando. Qué belleza. Puedo darme, eso sí, el lujo de contar fragmentos de historia. Para que otros vean. Y si les sirve de algo, hagan. evasobreelmanzano.blogspot.com.ar

Yo no conozco a Joe Black.

Por David Monge

Los y las muertes en el cine. La Muerte enjuta de carnes y que desgarra la biología a punta de guadaña, en el arte cinematográfico ha aprendido a enamorarse, perdonar e incluso a vivir la lírica de sus futuros Caronte. amantes. En 1950 Jean Cocteau en su Orfeo nos presentó la Muerte como dama celosa, aburguesada que guarda el hades detrás del espejo. Esta visión francesa contrasta con los hilos que teje meticulosamente el Muerte de Ingmar Bergman en El Séptimo Sello (1957), que disfruta hacernos creer la existencia de una salvación en el ajedrez de la vida, para luego llevarnos en procesión hacia el abismo, de paso nos invita a danzar con una de las fotografías de mayor exquisitez en la historia de la forma cinematográfica; así de exquisita es la fotografía que nos regala Macario filme de 1960, donde la mano de Figueroa hace gala de recursos estéticos, jamás podré olvidar la impresión que me generó la escena de la gruta, donde habita esa muerte mejicana, ver en plano general a Ignacio López Tarso y a Emilio Carballido perderse en un mar profundo de candelas, metáfora brillante del entramado espiritual de la moneda de la vida, que cae siempre en cruz por El lado oscuro del corazón (1992 y 2001), con una primera parte donde la Muerte es oscura y borrosa por la juventud poética de Oliverio, pero que conforme se acerca sabe bailar con un maduro y perdido Darío Grandinetti, que tiene al Tiempo y a las ganas como únicos aliados. https://www.facebook.com/TallerLiterarioAlajuelense Ilustración de Sofía Pollán. sofiapollan.sp@gmail.com


Las crónicas del ají picante

Por Belén Jacoby

Muchos dirán que huí, pero no. Huir de mi destino era permanecer allá. Me miraba al espejo todos los días y envidiaba a aquella mujer que veía. Parecía tan feliz y despreocupada. Cuánto dolor sentía al despegarme de aquel reflejo y olvidar por el resto del día quién era y qué deseaba para poder ser feliz. Pero al final del día podía verla nuevamente. Me enamoré de sus ojos tan brillantes y llenos de sueños eternos, de fantasías nítidas y cuentos de hadas reales. La miraba y me recordaba todo lo que anhelaba. Por mucho tiempo la odié y no podía siquiera verla. Pero cada vez que pasaba me miraba con una sonrisa. Ella seguía feliz y me lo demostraba la muy maldita. Con el tiempo aprendí a dejar de lado mis preocupaciones. Ese único momento en que nuestras miradas verdaderamente se encontraban, era lo que esperaba al final de cada día. No tenía que hablar, porque me leía el pensamiento y ella simplemente escuchaba. Su corazón latía despacio y con pasión. Su mente volaba pero a la vez era sensata. Sabía que tenía

que volar lo justo para sentirse en las nubes y no dejar de lado a su amada tierra. Nada podía afectarla a esa altura. Simplemente crecía como persona y a cada minuto su amor por la vida se multiplicaba. Reía ante todo, excepto cuando debíamos ser serias. Bueno, siempre lo éramos, pero risueñas, libres. Libertad. Eso era lo que tanto deseaba. Y ella lo tenía. Un día la encaré. Le dije que la envidiaba. -Vos podés ser libre, podés ir y venir. Tenés la posibilidad infinita de crear tu propio mundo perfecto, esa utopía que todos codiciamos, y hacerla tuya, parte de tu vida. Yo, en cambio, vivo un infierno. Lo único que me calma es tu mirada. Y aunque seas mi reflejo, no puedo ver en mí lo mismo. He llegado a odiarte por momentos. Ella me miró. Sonrió y negó con la cabeza, mientras revoleaba su mirada. Se levantó y se fue. Yo también lo hice. ¡Qué descarada! Le digo lo que siento y sólo atina a abandonarme. Me sentía angustiada y enojada. Esta vez era en serio. Pero, a pesar de todo, seguía pasando por delante del espejo, con indiferencia y altura. Miraba de reojo a ver si estaba, pero no. Me había olvidado y yo seguí con mi vida. Un día decidí enfrentarla de nuevo. Me senté y la llamé. -¿Dónde estás? Creo que debemos hablar. Fue muy cobarde de tu parte dejarme así. Mis ojos estaban inquietos. No dejaban de buscar en cada pequeño rincón del espejo algún rastro de ella. Y de pronto, como si nada, aparece. Estaba sentada enfrente mío. La miro con extrañeza. No parecía la misma. Irradiaba esa luz cálida como siempre y su mirada me penetraba hasta leer mis pensamientos. Pero sentía que algo de ella había desaparecido. Seguí observándola. Ella me imitaba. Me sonreía dulcemente. No podía resistirme a tal acto de cariño. Luego entendí. Me llevé la mano al rostro y resulta que la que estaba sonriendo era yo. Quizás a quien veía no era a mi otro yo, sino a mí misma, a lo que quería ser. Aunque prefiero creer que ella estaba allí, que existió y que el sólo hecho de enfrentarla me hizo ver que podíamos ser iguales, que ambas podíamos vivir felizmente, porque ella y yo no éramos distintas. Ambas podíamos sonreír. Ilustración de Madariaga Fellini https://www.facebook.com/pages/Madariaga-Dibujos/501540159883211

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Embotellada

Por Carla Martinez. “Qué pescaría el pescador si pudiera, peces de plata y una hermosa sirena. Meros y atunes de ojos saltones, llenarían su barca a montones. Una sirena de fino cabello de oro, sería el mayor de sus tesoros. Y en las velas el viento soplaría, una dulce y suave melodía. Qué pescaría el pescador si pudiera, el amor de una hermosa sirena.”

8 No sucedió hace poco, ni hace mucho. Supongo que fue, cuando tuvo que ser. Cuando estuve listo para recibirte. Si recuerdo que fue en otros tiempos. Durante los días anteriores a estos. Cuando el azul del cielo era distinto, y las estrellas bajaban a veces en alta mar y rayaban el horizonte hasta casi tocar el agua. Siempre había sido un solitario. La soledad había sido durante aquella larga marea, mi única compañera. Nunca pude saber, cómo fue, que fuiste a parar a mi red. Si te traicionó la corriente, acudiste mandada por la voz de los abismos, o simplemente elegiste estar ahí, para elegirme. Pero cuando te vi en medio de las maderas de mi vieja barca, el corazón se me estrujó en el pecho, y quedé fascinado por el suave destello de tu cabello. Eras como un rayo de sol y un claro de luna, todo junto. A plena luz de la mañana, la red entera parecía de oro. Y yo, asustado y torpe, no pude más que desatar todos los nudos en silencio, pensando si alucinaba o si eras real y todas las historias eran ciertas. Después de aquel momento, después de aquella tarde, en la que te nombré y me nombraste, anduvimos juntos siempre. Surcando los mares.

Avanzando en las difíciles corrientes del norte. En las largas y frías noches, sin astros que guiaran nuestro camino. Me llevaste por lugares extraños, que nadie ha visto y nadie verá hasta el final de los tiempos. Y otros, que fueron redescubiertos con los años, como las suaves playas de arenas blancas en las verdes costas de América Latina. Pero contar de nuestros viajes, me llevaría lágrimas tan saladas como el lugar que te dio la vida. El mar, siempre fue impredecible, incontrolable, caprichoso. Y tuve miedo que siendo de su estirpe te volvieras como él. Así que al primer coletazo y chapoteo que hiciste, decidí hacer contigo algo distinto. Te crié entonces, como todos los padres educan a sus hijas. Te hablé de las cosas del mundo, te preparé lo mejor que pude para la vida. Intenté convencerte de la responsabilidad de tu ser. Ya te veía yo, fuerte y brava enfrentando a la tormenta. Ayudando a los marinos, guiándolos en medio de las tempestades. Siendo una guardiana en las entrañas de tu elemento. Porque vos, no serías como las otras. Como esas de las que hablaba Homero en sus cantos. Capaces de enloquecer a un hombre y ahogarle el alma, por pura y extraña naturaleza.


Y así nuestros años fueron pasando. Y dejaste de ser una pequeña, para volverte una mujer hermosa, que peinaba su largo cabello sentada en la proa de mi barco. Siempre con la mirada al frente. Siempre escuchando las aguas. Anhelando.

Encontré también el camino vedado. Ese que lleva, donde la curvatura del mundo se funde con el cielo y desde el mar, amanecen galaxias repletas de estrellas brillantes, como tus ojos de nácar.

Con los ojos extraviados, en la melancolía de una añoranza vedada para mí. Simple mortal, que sólo conocía la curvatura de la tierra desde una baranda.

Aquí, en la elipse del espacio celeste nos encontraremos.

Entonces, una tarde me hablaste. Ya no como antes, esta vez tu voz era distinta. Estabas muy segura y muy decidida. Y aunque me enoje, lloré y supliqué, me pediste que por favor con mi bendición de padre te dejara ir, en busca del recuerdo aquel que vivía en el susurro de los caracoles. Entonces entendí. Tenía que dejar que te fueras para encontrar tu destino. Así como yo te había encontrado aquel día, cuando te volviste el mío. Me pediste que cerrara los ojos, y yo, revuelto por dentro, por ti apagué todas las luces. Un segundo, un chapoteo y de pronto, estaba sólo nuevamente yo. Me miré las manos, y me pareció que ni un día había pasado desde tu llegada. Sonreí. Entendí que ese había sido tu regalo. Vida extendida me diste, además de una felicidad infinita. Los años fueron pasando, las décadas, los siglos enteros. Y también la época de piratas y corsarios llegó a su fin. Con el tiempo, supe aquí y allá, de barcos que siguiendo una voz, habían encontrado el camino a casa, en medio de la tormenta. De marineros salvados por un destello de oro, que los arrancó de las profundidades y los hizo sujetarse a la vida. Y me reí, siempre reí a carcajadas, porque en todo aquello presentí tu estela. Aun hoy, durante la primavera, miro al horizonte constantemente y espero. Por si se te ocurre volver y darme la alegría de cantar en la vieja proa destartalada.

Aquí desde mi recuerdo, te aguardo. Aquí es, donde te espero.

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Gaby Ruby

Por Gabi Rubi

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Entrevistas a Daniel de la Vega y Luis Machín

Gastón Dufour

En una pausa del rodaje de Necrofobia, Daniel de la Vega nos recibió en el espacio/oficina destinado a tal efecto en la locación. E: ¿Cómo es dirigir y producir a la vez? De la Vega: En general es muy placentero salvo cuando me hacen firmar horas. No, la verdad es que está buenísimo porque uno tiene mayor control sobre la obra. En realidad lo importante es hacer una película que a uno lo represente. Asumir compromisos con la producción también implica asumir compromisos con la calidad, con lo que querés contar, cómo lo querés contar. Hago lo que puedo con lo que tengo. No tengo todos los recursos. Yo me arriesgo y tomo yo los compromisos. Yo he trabajado en películas por encargo y he tenido que aceptar condiciones que tal vez no son las más afortunadas. Uno no hace la película soñada. Hace la película que puede. Esto se aproxima un poco más. Esa es la lucha. Hacer la película que más se aproxime a lo que uno había soñado. En ese sentido producir implica no sufrir tanto a la hora de ver el resultado. Yo sé cuáles fueron mis limitaciones, que es lo que tenía y lo que no tenía, y en base a eso pudimos hacer la mejor película posible con lo que teníamos. En ese sentido, es saludable. E: ¿Es más fácil filmar hoy en el país? De la Vega: Para mí se ha vuelto…nunca es fácil, porque es un bardo burocrático, como pueden apreciar…lo que estoy haciendo es filmar una película en este momento, por ejemplo; que es la parte más ingrata de filmar una película. La que nadie quiere ver, la que nadie quiere hacer, que es esto, digamos, asumir compromisos, financieros, comerciales…además, uno siempre lo ve al director en el set…ahora están viendo al director haciendo otra cosa. Soy también el productor junto con Néstor Sánchez Otelo. Es una forma completamente diferente. Puedo decir que es más fácil para mí hoy dado que yo no tuve muchas oportunidades de hacer películas en Argentina, siempre hice películas

para el mercado americano en inglés porque era un tipo de género que a mí me interesaba, y encontrar el espacio para hacer las películas que yo quería hacer fuera posible demandó mucho tiempo. Y no fui profeta en mi tierra, fui sapo de otro pozo durante demasiado tiempo, haciendo un tipo de cine que acá no tenía una aceptación, una aprobación. Hoy las cosas han cambiado, hoy tenemos un comité de cine que tiene una visión un poco más abierta, los comités en general, o la mirada que tienen el Instituto de cine sobre los proyectos se ha modificado. De un tiempo para acá hay una cantidad de proyectos de género que se están consolidando. Yo estrené este año Hermanos de sangre, una comedia negra que no hubiera existido hace diez años, solo puede existir hoy porque existió el apoyo para que esa película exista. Hubo durante mucho tiempo mucho prejuicio de llevar proyectos de género al instituto porque se sabía que no iban a ser aprobados. Así que hay un recambio. Esta película tampoco hubiera sido posible hace unos años, es una película de género, con momentos explícitos, transita lo elegante, el thriller, pero también deviene en horror por momentos. En ese sentido no sé si es un género tan habitual en Argentina. E: ¿Qué diferencia tiene esta historia con respecto a Hermanos de sangre? De la Vega: Son muy parecidas en un punto. Viste que dicen que los directores siempre cuentan las mismas historias, y yo me estoy dando cuenta que es cierto. Tienen mucho en común. Si bien la forma cambia muchísimo, en un punto es una historia de aprendizaje. De una persona que aprende a ser mejor de lo que es. Tanto Hermanos de sangre como este film cuenta la historia de alguien que deviene hacia algo que lo convierte en algo superior. En el caso de Hermanos (…) existía un personaje, Nicolás, que convertía al gordito en algo mejor de lo que era. En esta película hay algo parecido. Pero prefiero no adelantarlo. Es la historia de

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una persona que deviene hacia algo mejor. Es un poco la misma historia. Lo cual a mi me sorprende, a medida que uno va avanzando y va descubriendo que tus guiones repiten como cierta unidad, cosa que ya venís trabajando evidentemente hace mucho y no lo sabés. E: ¿Cómo se da la búsqueda del actor para el personaje principal? De la Vega: Y fue bastante difícil, porque es un género difícil, en un punto. Para muchos actores, el cine de terror, y en particular el thriller, el género en particular puede ser una mala palabra. Muchos no lo aceptan. Implica un riesgo hacer una película de género, digamos. El cine de horror, el thriller, el suspenso, especialmente el cine de terror tiene una impronta anárquica. En realidad vos terminás viendo cosas que en la vida no querés ver, confrontás cosas que no son tan habituales, en un punto jugás un poco con los límites. No sé si todos los actores se la bancan. Esa es la verdad. Es un género para actores de alguna manera, valientes. Y lo digo con toda honestidad. En Argentina, un país que no tiene tradición de género, tampoco tenemos una tradición de actores de género, tenés que tener un actor que realmente le importe apostar..y que esté sediento de un género como éste, porque implica un esfuerzo físico concreto, no es solamente entrar a cuadro y decir tus líneas. Muchas veces implica un esfuerzo físico. Y la verdad es que encontrar un tipo como Luis Machín fue una bendición, en un punto. Porque es un tipo que se puso la película al hombro, y se está haciendo cargo de

cosas muy difíciles de hacer. Como actor pone el cuerpo, pone su alma en la película y es un escenario que me permite a mí dirigir la película desde un lugar donde yo puedo sublimar al personaje y puedo sublimarme yo a través de esta historia gracias a él. Y la verdad es que no cualquier actor puede confrontar. La verdad es que mi experiencia diría que no todos los actores tienen los huevos para hacer una película de terror. Esa es la verdad. Porque de hecho muchos actores…armar este cast fue muy difícil…muchos actores, dado que hablé con varios…y la verdad es que me sorprendió algunas cobardías…y lo digo con total…tenés que estar hambriento para hacer una película así. Tenés que tener muchas ganas. Hay actores de carreras consolidadas que no tienen ganas de exponer sus carreras o arriesgarse…el cine de género implica un riesgo, esa es la verdad. Implica un riesgo como director para mí, como productor, como guionista, implica un riesgo. Y para el actor también. Hacerte cargo de lo que vas a contar es parte del compromiso que uno tiene con el espectador y con la película. En un punto hacer cine de autor, entre comillas lo voy a decir esto, es como más fácil. Porque no existen las reglas. Y el cine de género implica un montón de compromisos con tradiciones de género, espectadores que ya conocen qué estás contando, cómo lo estás contando…es mucho más estricto, tenés que saber mucho más y tenés que comprometerte mucho más. Entonces hay otros géneros que han transitado actores con comodidad como la comedia, que son más habituales, donde hay una trayectoria, donde hay antecedentes, donde es mucho más fácil conseguirlos. Y yo me doy cuenta que realmente es muy difícil. Yo tengo varias películas hechas y desde algún lugar yo me puedo acercar a un actor con ese background y decirle: Mirá, este es el marco de calidad que yo te puedo ofrecer. Ni más ni menos. Pero en esencia creo que hay mucho prejuicio. Creo que es un cine difícil, para muchos es como lindante al porno. Es como esa cosa de no quiero hacer, no quiero exponerme, no quiero arriesgarme. El horror, lo bizarro, el humor involuntario, son como lugares comunes, prejuicios comunes dentro del cine de género.


E: ¿Cuál sería para vos un director referente en el terror? De la vega: Internacional, porque nacional no tengo. Pienso…para mí siempre fue un referente Mario Bava, John Carpenter, Jacques Tourneur , cineastas que yo vengo siguiendo desde m época de estudiante. En ese sentido no he modificado mucho mis…no he madurado, quizás. Lo cual también es seguramente una gran verdad, porque hacer este tipo de cien de alguna manera me reeencuentra con mi infancia, yo he sido un asiduo espectador de ciclos como Viaje a lo inesperado, y Sábados de Súper acción,(N de la R: este último ciclo se podía ver en el antiguo canal once de Buenos Aires, hoy Telefé) y sigo de alguna manera homenajeando a esos ciclos. Ahora, con Luis, él me estaba diciendo en una escena: Esto lo hacía yo cuando era chico. Le tocó hacer una escena en la que hacia algo que realmente hacía cuando era chico. Y estamos todo el tiempo volviendo a la infancia y creo que hacer películas es una especie de gran homenaje a la cinefilia de mi infancia. Esas películas que yo veía siguen estando presentes en cada cuadro que uno hace. En un punto es mágico, es maravilloso, y me hace muy feliz, debo reconocerlo. E: ¿Por qué se considera al terror como un género menor? De la Vega: Porque el género se hizo cargo de destruirse a sí mismo. A partir de alguna manera, de un comercio. Hay un comercio en Estados Unidos que hace que una película de terror sea buena o mala si es convocante. Yo siempre digo que si golpeás un pedazo de carne durante una hora, alguien va a venir y decir que eso es de culto. Y va a vender. En un punto, el cine de género, vende. Entonces, ¿Qué termina pasando? Saw 1, 2, 3, 4,…Scary movie 1, 2,3…lo seriado termina bastardeando la obra. Es my difícil entender que el cine de género puede ser además de autor. Que el cine de género puede incorporar elementos del cine de autor, idea…y por ahí no es ese el concepto que tenemos. Yo si hago películas de género en Argentina es porque lo deseo hacer. Porque el cine de género me representa, porque es el formato que yo elegí para contar historias, no tiene nada que ver con lo comercial. Uno espera que esta película llegue a la gente. Pero el escenario es que en Argentina suelen rechazar su propio cine. Estamos en la lucha por recuperarlos. En ese sentido cuando alguien dice en Argentina que va a hacer cine de género no sé si está pensando que va a convocar un millón de espectadores. Está pensando que va hacer una película de género, que es lo que quiere hacer. Porque lo representa, porque uno como artista tiene algo para contar. Entonces el

escenario en Estados Unidos, el escenario del cine comercial, es otro concepto, el cine de género quedó bastardeado precisamente porque es mercadería. Pero en Argentina no podemos evaluarlo de esa manera. Porque no hay una industria que haya sido acompañada por los espectadores. E: Cuando llega el momento de mostrar tu obra el día del estreno, ¿Cómo te sentís? De la Vega: Te puedo contar el caso de Hermanos de sangre, que es lo que viví, no tenía ni idea la película que habíamos hecho, y fue maravilloso en cuanto a que yo estaba muy nervioso, pero la expusimos a un público que fue muy honesto, muy generoso, y fue muy emocionante. Sé que me quebré, nada más. Recuerdo haberme quebrado. Y no haber esperado jamás que hubiéramos hecho una película que le pudiera gustar a la gente. Yo la edito la película, y durante el proceso de edición (soy muy obsesivo, neurótico, si querés, también) transitar la película durante todo ese período fue como… no sabía lo que tenía, en un momento no sabía la película que habíamos hecho. Jamás imaginé que fuéramos a ganar el Festival de Mar del Plata. No era algo posible, era algo… ya estar era maravilloso. Precisamente porque habíamos tenido una devolución muy negativa de la película. La habíamos exhibido a unos productores muy importantes de Argentina y la habían desahuciado y me habían desahuciado a mí, sinceramente, también, diciendo que esta película era un paso atrás en mi carrera…y haber ganado el festival de Mar del plata fue como… una consolidación , un empujón muy fuerte para recuperar la autoestima, y fundamentalmente para seguir haciendo cosas. Realmente yo tengo que tener claro que yo hago esto porque lo quiero hacer, no para complacer a nadie. Y me quedó clarísimo después de la experiencia de Hermanos de sangre. De cada película aprendo un poco y trato de hacer siempre lo mejor posible. Esta película, Necrofobia, es completamente diferente, no sé a dónde llegaremos, la película se revelará en su crudeza y realidad al final del proceso. Así que estoy como intrigado, de modo que voy a transitar el proceso creativo de hacerla, y veremos cómo es. Así que no puedo decir que va a pasar. E: El desconocimiento acerca de cuál va a ser el futuro de la película ¿Eso de algún modo lo que también te motiva? De la Vega: Es parte de la creación artística. Creo que lo más me entusiasma de todo este proceso es transitar lo creativo…tenés una

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película escrita…con Nicanor Loreti y Germán Bal escribimos este guión en el año 2008, de repente la película empieza a existir, empieza a adquirir carnadura, hay actores, hay encuadres, hay luz, hay maniquíes, hay decorados, de pronto es otra cosa, y se convirtió, y creció… ¿En qué momento superamos el guión? ¿En qué momento estamos por debajo del guión? ¿Cuándo en el montaje esa película se empieza a moldear? Es realmente sacar de la piedra una escultura. Y eso es un proceso por momentos doloroso, y por momentos muy placentero. Hay que ir descubriendo las aristas de algo que es maravilloso y que vos no habías visto jamás, a mi me parece que es súper entusiasmante. También a veces es Estresante. Yo edito solo, en mi casa, Y trabajar muy artesanalmente termina siendo muy desgastante la soledad de estar frente a un material...llega un momento en que nada tiene sentido. Por eso a veces trabajo en equipo, en el caso de Hermanos de sangre la edité con Guile Gatti, que la verdad me ayudó muchísimo y le dio una impronta al montaje muy fuerte, y en este caso también voy a estar trabajando con Guillermo, y vamos a consolidar en el montaje la creación de una película que se va haciendo día a día acá en el set. Entusiasmados casi como su propio director, nos preparamos para la siguiente entrevista del día. Luís Machín nos esperaba en su camarín.

House

House es, ante todo, un detective. Recibe con alegría un misterio que resolver. En el camino hace de todo, mezcla su vida privada, su vida profesional, la relación con sus amistades (A la sazón, solamente Wilson) y es un tirano con sus subordinados, quienes, como en el caso de Cameron, llegaron a enamorarse de él. Es irónico, mordaz, odioso, impertinente, pero aún así genera empatía. Y el tipo, además, aunque no parezca, tiene ese tipo de códigos que uno les pide a los amigos. Claro que se hace odiar de diferentes modos a lo

largo de las temporadas. Salvó vidas, se burló de la justicia, hasta trató de remedar una de las mejores escenas de Atrapado sin salida durante su internación psiquiátrica (sin éxito, al fin de cuentas) ¿Cómo no identificarse con este Héroe/antihéroe? ¿Es posible aceptar en nuestro fuero íntimo que en más de un aspecto somos, o hemos querido ser, como House? Así que ahí está él, para hacer, decir, omitir, engañar, obsesionarse, hacer todo eso que no haríamos y finalmente irse y morir. El único final posible para Gregory House. Por Gastón Dufour.


Luego de entrevistar a Daniel de la Vega, nos adentramos en la mirada y sentir de Luis Machín, quien nos contó sus impresiones de rodaje y un poco de su historia con la actuación. E: ¿Qué nos puede decir al respecto de la experiencia de rodar esta película? Luis Machín: Estoy muy contento. Es una película de género, de terror, algo que yo no había transitado en el cine. Si en televisión. Pero n había hecho una experiencia de cine de género de terror tan marcado. Si había hecho ciencia ficción, la adaptación de una novela de Bioy Casares, Dormir al sol, que fue llevada al cine. Y en este caso es la primera vez. Así que para mí es una experiencia muy jugosa, y muy divertida en el sentido de que como actor siento que hay permisos que en algunas otras películas, en géneros más naturalistas, más realistas, uno no podría tomarse las licencias que se toma en esta. Hay como una especie de juego de chicos. Te permite todo ese mundo lúdico que introduce el género, en la cabeza de uno como actor y en la de los espectadores, ojalá. E: Nos contaba Daniel que justamente hablaban entre ustedes al respecto del espíritu lúdico, de recrear ciertas cosas que hacía en la infancia, cuando se estaba construyendo, imagino su identidad como actor, o estaba pensando ya en cómo iba a ser su experiencia como actor. ¿Qué nos puede contar sobre esto? L. M: Bueno, es como yo le decía en el set a Daniel, que era como volver de alguna manera a ciertos juegos de chicos. Yo le decía: Yo a esto jugaba cuando era chico. Esta cosa de los cambios de voces, de personajes que son extraños en sus comportamientos, en sus actitudes, en su psicología, que están mucho más marcados los rasgos de su personalidad en cuanto a que claramente el protagonista, Dante, está muy alterado psicológicamente. Todo eso permite un amplio espectro de matices que uno como actor tiene que estar a la altura para poder verlo. La verdad es que es un guión muy poderoso, es un guión muy contundente, y yo hago dos personajes; uno es Dante, y el otro es el hermano muerto. Entonces

hay una mezcla que es bien interesante y jugosa para los actores, en este campo, en este territorio de juego del que hablábamos antes. Así que para mí esto es muy nuevo. No nuevo porque es la construcción también de un personaje, y en ese sentido uno es lo que ha hecho siempre; por lo menos desde que tengo dieciséis años. Y la verdad es que uno se sigue sorprendiendo. Todo lo que tiene que ver con la ficción a uno, por suerte, lo sigue sorprendiendo. Es mi caso y con esta película se ha reafirmado algo de lo que uno como actor ha buscado siempre. Desde que empezó. Es la posibilidad de tener un campo expresivo abierto, y que ese campo expresivo también esté al servicio de un cuento, de una narración, en este caso de un director y guionista como De la vega, y como Nicanor. E: ¿Usted tiene algún referente, sobre todo en el exterior, dado que acá no se ha hecho tanto en el terror? L. M: Mirá, cuando yo era chico miraba, sobre todo, recuerdo un ciclo que se llamaba Viaje a lo inesperado. Lo pasaban los sábados, si mal no recuerdo, alrededor de las 11 de la noche. Un horario que para nosotros que éramos chicos estaba un poco vedado. Sin embargo yo lo recuerdo muy bien este ciclo. Recuerdo actores como Vincent Price, como Peter Cushing, como Christopher Lee. Los recuerdo mucho. Boris Karloff…el Frankestein y el Drácula de Bela Lugosi…el género a mí me resultaba muy atractivo cuando era chico. Y tengo imágenes imborrables de verlo a Vincent Price haciendo los cuentos de Edgar Allan Poe. El pozo y el péndulo, La caída de la casa Usher, el gato negro…todos esos fueron hechos en televisión, y los dirigía Roger Corman. El mundo Edgar Allan Poe fue introducido…primero ví cosas, y luego leí los cuentos. Pero la verdad es que lo primer que ví fue a Vincent Price haciendo esos cuentos. Y los tengo muy presentes. Sobre todo a Price y a Cushing. Después, un poco me fui yendo del género, y no fui una persona que haya visto mucho más, y que haya seguido el desarrollo cinematográfico del género internacionalmente. No fue así. Pero recuerdo películas extraordinarias como Sexto sentido, la del bosque, no recuerdo cómo se llamaba..La leyenda de la bruja de Blairwitch…

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alguna que me han hecho saltar de la butaca. El exorcista, la primera, la original…bueno, me generaban mucha curiosidad, que se me fue perdiendo, y no sé por qué. La verdad es que me ha estimulado mucho filmar esta película, en el sentido de ver y consumir un poco más de cine de género. Siento que nos está pasando a todos los que estamos haciendo esta película. Digo, De la Vega, todos, ellos son conocedores del género. Pero nos reímos porque decimos… nos da ganas de ver la película. Hacemos, hacemos las escenas y uno tiene ganas de verlas. Produce eso. Y me parece que es un estímulo bien interesante que uno ya quiera verla terminada. Uno tiene como esa impresión bien…bien grata. E: En general ¿Qué espera de una película de terror? Va a ser nueva la experiencia de ir a ver una película de terror en la que yo soy el protagonista. Las películas en las que yo he trabajado nunca fueron de este género. Entonces es todo como muy nuevo, tengo muchas ganas de verlo; aparte se introduce la novedad del 3D, que también, como todo lo nuevo, genera como una comezón de decir…a ver qué tal, cómo quedará, cómo se verá… confío plenamente en el equipo, me parece que es estupendo . Lo que yo veo como arte, Daniel en la dirección, la gente de vestuario… lo que se ha conformado como equipo de trabajo...si no fuera muy sólido, donde todos están realmente comprometidos, no se podría hacer. Porque hay situaciones muy hostiles, el frío, las locaciones son muy hostiles…ya verás que esto es como una especie de detrás de escena de una batalla campal…es como una especie de camarín donde todo está tirado. No es una cosa pulcra. Forma parte del mundo. Y lo cierto es eso. Que va a ser una experiencia nueva verme en un género así. Que está todo por verse. Las sensaciones están abiertas a lo que vendrá. Incluso cada día que hacemos una escena y otra se va reafirmando esa sensación. Que hay que hacerlo. Una propuesta que yo también le hice a Daniel antes de empezar a filmar, fue no ensayar nada. Acordar algunas cosas previamente, pero después encontrar la película, las escenas, las secuencias en el set. En general es la forma que a mí más me gusta trabajar. Es una forma que me permite cierta libertad en el campo expresivo, y siempre partiendo de la confianza que uno genera con el director. En este caso, yo lo conocía hace muchísimo tiempo a Daniel, pero es la primera vez que trabajamos en una película suya. Si bien siempre me invitó a trabajar en sus películas, por una cuestión u otra, en este

caso, agradezco a la providencia, no sé a quién, a algún efecto sobrenatural, que haya hecho que nos juntemos, porque la verdad que es una experiencia bien particular. E: ¿Siente que su carrera es como la pensó, como la soñó en algún momento, si es que se puede hablar de cómo uno planifica, o piensa? L. M: Si, uno, a veces, más que planificar, sigue un sueño, algo que se le presenta a uno, como que se le impone, hay una realidad que se le impone a uno cuando está en esto. Porque las situaciones en general suelen ser muy adversas. Uno está siempre, cuando empieza una actividad como la mía, que es la de actor, es muy hostil todo. El mundo que rodea esto es muy hostil, de verdad, muy difícil. Es muy difícil que uno logre hacer ver, y hacer valer lo que uno hace. Son cosas que se dan con el tiempo, y salvo algunos casos fortuitos, saltan de un día para el otro y empiezan a actuar. En el caso mío ha sido todo muy paulatino. Tengo cuarenta y cinco años y actúo desde los dieciséis. O sea que ya van a hacer casi treinta años que actúo. Es mucho tiempo. Pero ha habido situaciones muy difíciles, muy adversas. Y siempre lo que existió fue un enorme deseo de continuar, como si fuera una especie de sino, o de destino, que está como marcado. No sé cómo decirlo de otra manera que no sea así, porque yo me sentí siempre incapaz de otra actividad que no fuera la de actor. Como una especie de incapacitado para otra actividad. Y además es una actividad que a uno le permite ser todos, sin ser del todo nadie. Porque uno está componiendo permanentemente, con un agudo olfato de la percepción de cómo es un médico, cómo es un militar, cómo es el comportamiento de un sádico, de un paranoico… uno permanentemente está, como actor, en esa búsqueda de la sensibilidad que te permita ser permeable para una construcción creíble. Y la verdad es que yo me siento contento, porque hace muchos años que actúo y no he dejado de hacerlo. En todos estos casi treinta años no he dejado de actuar. Eso para mí sigue siendo muy estimulante. La actuación para mí sigue siendo un norte muy estimulante. Nunca me planteé la posibilidad de dejarla, de abandonarla. Y he tenido dificultades, y he tenido diferencias, y me he peleado con gente, y me hecho de amigos y de hermanos, en esta actividad, muy fuertes, pero siempre mi vida fue regida por mi profesión. Y es algo que siento que lo voy a llevar hasta las últimas consecuencias, que será la muerte. Esto me va a acompañar siempre, si me acompañó treinta años, separarme de esto sería como una separación muy traumática. Porque es como una especie de enamoramiento desde la adolescencia. Y nada de eso indica que vaya a pasar. Creo que es algo que me sostiene emocionalmente mucho, y que me apuntala también para ser mejor persona, mejor padre, mejor pareja.


E: ¿Qué diferencia hay, aparte de la obvia, de los tiempos de trabajo, con la televisión? L. M: Tienen claras diferencias el cine con la televisión. La televisión tiene una impronta repentina, de un material que se conoce veinte minutos antes de empezar a grabar…de algo que está regido fuertemente por el tiempo, y por el rating…es una posibilidad, en ese sentido, muy acotada. Te da la posibilidad de la revancha en la construcción del personaje, porque si es una tira diaria uno puede ir dándole el norte al personaje en un tramo importante y largo. El cine no tiene eso. El cine tiene algo mucho más acotado en ese aspecto. Tiene que ser un lugar donde uno se sienta más sólido en la construcción. Sabe que tiene un final que tiene que ser filmado en cinco semanas. Nos podemos equivocar, y corregir, pero en un lapso de tiempo muy corto. Cinco semanas es muy poco tiempo para hacer una película de estas características. Muy poco tiempo para hacer una película en general. Una de estas características es muy poco. Entonces yo creo que eso saca lo mejor y lo peor de uno. En relación a ingenios, y en relación a talentos. Las distintas áreas tienen que llevar al extremo sus capacidades. Y su capacidad de improvisación. Yo creo mucho en eso. Yo creo mucho en la inmediatez. Pero el cine da un poco más de posibilidades de proyección. Aunque estas proyecciones después estén limitadas por los sets, por los problemas climáticos, por los humores cotidianos, eso existe. Porque es una relación humana, y es un arte que se construye de manera colectiva. Todo eso hace para mí que esté tan vivo. Como todo arte sea una expresión de vida profunda. Y todo eso es lo que en lo personal me sigue estimulando. A diferencia de algunas otras formas de construcción, tanto como en el teatro, cine, televisión…son maneras de contar. Y uno tiene que comprender como actor, ciertas reglas y ciertos límites que tienen esos campos expresivos. Pero una vez conocidos, si uno tiene la entereza, la voluntad, y el talento, también, para llevarlo adelante, es puro placer. Con muchos deseos de ver el film en pantalla grande, el equipo en pleno se retiró en silencio de la locación, mientras una nueva etapa del rodaje daba comienzo.

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Un comentario a propósito de Los Hombres de Los Pantanos, de Federico Sironi La deshinibición permite postular teorías de veracidad discutible. Envalentonado por cierta embriaguez inescrupulosa, he llegado a perderme -yo también- en los laberintos de discusiones eternas. Cada tanto, alguna ficha cae a tiempo. Diversas aseveraciones sobre el valor del arte se disuelven en una serie de impresiones de rigurosidad insuficiente. Acaso la historia de la civilización occidental es un espejismo o una fantochada o tal vez todo forma parte de un plan maestro. Lo cierto es que -al día de la fecha- cualquiera puede decir cualquier cosa, respecto a lo que se le antoje. Vivimos en la edad dorada de la opinión libre y -también- en la edad dorada de la desinformación y la incoherencia. Así es como conviven en una misma experiencia discursiva múltiples juicios que, en última instancia, son tan consistentes como el polvo. La experiencia misma de la totalidad es intercambiable y accesoria, tal como el resto de las palabras y las cosas. La continuación lógica y terrible de este razonamiento implacable es la relativización de cualquier discurso. Así es como los valores aparecen vulnerados y confundidos en una sarta de opiniones disímiles. Para bien y para mal, este es el resultado del caos generado por la sobre-información, la sobreexcitación y cierta neurósis hija de las redes sociales. Nuestra cultura,

cayendo por su propio peso, revela (sin emoción ya) sus propias falencias, su oxidación sistemática, su deterioro e incongruencia. Los Hombres de Los Pantanos es una maldita obra maestra o -si lo prefieren- una obra maestra maldita. Tiene sentido que seamos pocos los que leímos este libro. Tiene sentido que, en los oídos de los intelectuales que nos preceden, Federico Sironi no remita a nadie. ¿Quién es Federico Sironi? Un escritor que, como tantos otros, ha sido expulsado del paraíso de alguna legitimación de cualquier índole. Un paraíso que -por otra parte- quizás no importe a nadie. Hoy una obra de culto, mañana pasto para hogueras. Lo mismo da. Pocos saben diferenciar la paja del trigo y pocos recuerdan el valor que radica en ello. Ya nadie parece capaz de diferenciar con cierto criterio la distancia que media entre el culo y el codo. Así que lo mismo da quien sea que diga lo que sea que tenga para decir. Quisiera que estas palabras, que podrían utilizarse para esbozar una diatriba decepcionante y rabiosa contra ciertos valores más o menos establecidos, se leyeran desde una óptica indolora e indolente. Yo te digo que Los Hombres de los Pantanos es un libro que merece convertirse en una obra de culto. ¿Y qué? Nada, qué sé yo. Yo digo muchas pelotudeces, también. ¿Yo fui a Puan? ¿Tengo un máster en Teoría de Literatura Lationamericana especializada en la garcha rimbombante del Último Culo


Rosa? No, yo soy un pichi, un Don Nadie. No entiendo nada de ninguna cosa. Tengo -eso sí- algunos amigos con los que nos juntamos a tomar vino cada tanto y la pasamos fenomenal, trazando planes grandiosos y ridículos sobre arte y ciencia. Llegamos a la conclusión de que Federico Sironi merece mejor fortuna. Ojalá algún día tengamos voz y voto. Ojalá este texto que ahora escribo sirva algún día para despertar la curiosidad de algún lector. No pretendo una fe ciega. Así como están las cosas, el problema es complejo y grande. El sistema de legitimación de los discursos ha sido cifrado y capturado por una dinámica cada vez más sólida que se torna inviolable. Yo no formo parte de ese sistema y Federico Sironi tampoco. Esto tiene desventajas serias a la hora de pagar facturas, pero brinda un tipo particular de libertad total. Reconozco que la primera vez que leí Los Hombres de Los Pantanos, no me sentí a gusto. Sucede que entre sus páginas percibí cierto tufillo a resentimiento social con el que no consigo sentirme cómodo, pese a que mi historial profesional se amolda a ciertas razones que erigen los resentidos como bandera de sus discursos. Aunque, por otra parte, aún soy joven y tengo derecho a estar equivocado. Se supone que explicar un chiste hace que pierda gracia. Aunque mucho me temo que, a veces, no queda más remedio. Hay un tipo de perspicacia que resulta intransferible, pero también hay cierta inteligencia en todo y cualquier aprendizaje adquirido. Luego, insisto en que lo que convierte a Los Hombres de Los Pantanos en una obra única y extravagante es un tipo de humor particular, que proviene de una visión del mundo que ha sobrepasado ciertas restricciones académicas y anti-académicas. Cuando uno está más allá de todo, es capaz de realizar un discurso convenientemente deforme. De la zona en la que se confunden sensibilidades enloquecidas y magnéticas, surgen obras de arte poderosas y bellas. Reedición urgente de Los hombres de Los Pantanos. Por Luciano Alonso Febrero 2014

Engranaje

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Por Lucía Borjas


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El Viaje del Héroe de Luke S k y wa l k e r en Star Wars Parte 1 de 3: Una Nueva Esperanza (A New Hope). Por: José Marco Segura Jaubert Universidad de Costa Rica.

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Desde los albores del tiempo el ser humano se ha cuestionado todo lo que le rodea: por qué se encuentra en el mundo, sí existe un dios o varios dioses y cómo debemos de relacionarnos con ellos. En un esfuerzo por dar respuesta a estas preguntas el ser humano ha creado los mitos. Un mito es un relato o una historia sagrada ubicada en un tiempo inmemorial, que es considerada como verdadera por un grupo determinado de personas . En ellos encontramos sentimientos de verdades profundas y perdurables. Dentro de los mitos aparecen héroes. Ellos son personajes especiales que cumplen una función salvadora para con su entorno. Se encuentran en un estrato especial entre los dioses y los seres humanos siendo hijos normalmente de una mortal y un dios o viceversa como ocurre con personajes como Orfeo, Jesús o Goku. Su nacimiento se da una forma distinta al resto de mortales. El arma del héroe suele ser la espada (asemejada al fuego, lightsaber en Star Wars); y son identificados con el Sol. El astro rey presenta el dualismo Luz / Oscuridad y su desaparición en las aguas del Occidente está en relación con la muerte violenta de los héroes (Jesús, Orfeo). Posteriormente el Sol renace en el Oriente, lo que se llamaría resurrección. Los héroes hoy en día aparecen en el animé japonés, en la literatura o en el cine. Nuestro análisis se centra en la aventura heroica de Luke Skywalker, uno de los personajes principales de Star Wars, saga creada por George Lucas en 1977. Dicha aventura heroica es explicada de manera más amplia por Henderson en Star Wars: La magia del mito. El Viaje del Héroe De acuerdo a Henderson (2005), cuando Joseph Campbell sostenía que todas las historias míticas

se fundamentaban en un fondo común de imágenes y símbolos, hizo referencia en parte al trabajo realizado por Carl Jung y su teoría de los arquetipos. Jung mantenía que cierto tipo de impulsos o instintos psicológicos se manifiestan a través de fantasías y revelaban su presencia mediante temas simbólicos. Ello también puede representarse en forma de personajes: ya sean princesas, caballeros, dragones, hechiceros, locos, que ayudan u obstaculizan el camino del héroe. La aventura del héroe no es solo física sino espiritual. El héroe pasa de la ignorancia al conocimiento a través de la experiencia. Por ello se considera el viaje heroico como un proceso “iniciático” como el que ocurría en las culturas primitivas. El viaje heroico es un viaje a través del inconsciente del héroe y de las personas que a fin de cuentas buscamos el conocimiento de nosotros mismos reflejándonos en las aventuras de los guerreros. Los estadios del viaje del héroe: Se conciben varios estadios dentro de la aventura heroica donde el héroe siempre se auto descubre, no en todas las historias estos pasos se cumplen a cabalidad sin embargo, se tienen que dar cuatro esencialmente: 1. Llamado a la aventura, 2. Pruebas y auxiliares, 3. Huída, 4. Elixir. Mundo ordinario: Esta primera fase hace referencia al espacio físico que habita el héroe antes de que la aventura comience. En los mitos los héroes suelen venir de los extremos de espectro social y existencial: son hijos de reyes o nobles, pero por algún azar del destino en relación con su propio nacimiento (profecía o maldición), el héroe es enviado lejos a una tierra donde crece pobre y en el anonimato, incluso en muchos casos son huérfanos. Ello ocurre con Luke Skywalker: su padre Anakin Skywalker mejor conocido como Darth Vader simboliza “al padre eterno”, el “elegido”. Su madre es la Reina Amidala y por ende, su linaje es “sagrado” mas por avatares del destino tiene que crecer como un pobre campesino en las zonas alejadas a Mos Eisley, puerto espacial de Tatooine. La llamada de la aventura: Al héroe se le presenta una crisis o desafío. Luke es inocente y carente de cualquier experiencia sobre el mundo que le rodea. El llamado a la aventura se da de dos maneras en los héroes: a. De forma interior: que surge en la psique del personaje:


Luke desea saber sobre su padre; y b. De forma exterior: es la más común en los mitos, sucede cuando el destino tienta al héroe, con Luke ocurre con la llegada de los androides R2D2 y C-3PO que vienen con un mensaje de una princesa en peligro que necesita ser rescatada. Este motivo aparece en la cultura clásica La Ilíada de Homero. Los Guardianes en el Umbral: Antes de su aventura iniciática Luke ya debe de sortear algunos obstáculos: a. Los tusken raiders que quieren apoderarse de las pertenencias que lleva Luke en su nave al salir el héroe a buscar a R2D2 que quiere localizar al jedi ObiWan Kenobi. Representan la lucha externa o física de Skywalker; b. Los guardianes en el umbral son malévolos como los tusken raiders o benignos y protectores. El tío Owen y la tía Beru cumplen estos roles benignos. El tío Owen representa la lucha interna de Luke, su primer obstáculo para trascender ya que él no quiere que el joven se una a la Rebelión. Owen es una figura “paterna” y es breve reflejo de lo que experimentará Luke con su padre. Encuentro con el mentor o ayuda sobrenatural: Es normal que el héroe descubra que necesita cierta ayuda especial para iniciar su búsqueda y ella aparece como un maestro que lo informa y entrena para su desafío. En el ciclo artúrico podemos ver esta figura en el mago Merlín, en El Señor de los Anillos la hayamos en Gandalf o el recordado señor Myagi en Karate Kid. Dentro del universo de Star Wars este arquetipo del antiguo sabio esta personificado por Obi-Wan Kenobi, caballero Jedi retirado en la soledad de Tatooine. Ben Kenobi le da un objetivo a Luke en su caminar: ser un caballero Jedi como lo fue padre Anakin. Ben Kenobi hace entrega a Luke Skywalker de un talismán: la espada de luz que perteneció a su padre . Dentro de los mitos la espada es símbolo de legitimidad y es la herencia de padres a hijos en forma de arma poderosa. Reticencia del héroe o rechazo de la llamada: El héroe rechaza el desafío o aventura, principalmente por miedo al cambio. Como todo ser humano, los héroes sufren dudas y miedos ante la adversidad que les puede cambiar la vida. Ulises se hace pasar por loco para no tener que ir a Troya. Skywalker pasa por la duda, le da excusas a Obi-Wan para no ir a Alderaan a salvar a la Princesa Leia Organa cuando el jedi se lo pide.

Cruce del primer umbral: El héroe abandona el mundo que conoce para entrar en el mundo especial o mágico. Con Luke ocurre de forma abrupta ya que se da cuenta que sus tíos han muerto a manos del Imperio. ya no alberga un lazo con esa tierra y decide seguir el consejo de su mentor y marcharse, piensa que debe recalar en Alderaan, pero igual que Odiseo su travesía dura años. Los compañeros del Héroe: El héroe se enfrenta a pruebas, encuentra aliados y confronta enemigos de forma que aprende las reglas del mundo especial. La figura del compañero del héroe, viene desde la Épica de Gilgamesh en la figura de Enkidu, amigo y rival de Gilgamesh, Jasón, en Grecia, tiene a los Argonautas. Luke y Ben Kenobi encuentran al pirata espacial Han Solo y a su ayudante el wookie Chewbacca. Su lugar de encuentro es en la cantina espacial de Mos Eisley , que supone un primer descenso al inframundo. Dentro de la psicología del héroe este lugar representa regiones de su subconsciente, donde deja atrás su “yo consciente” rutinario y se relaciona más con sus instintos. La dimensión Mística: todos los mitos tienen en común que en un momento u otro debe darse un cambio de consciencia en el héroe: El entrenamiento para volverse jedi comienza para Luke con entender lo que es La Fuerza. Dicho conocimiento va más allá de lo que el héroe alguna vez se planteó como persona, deja atrás las leyes físicas que lo tenían atado y abandona sus prejuicios mentales. Para usar el arma de su padre ha de hallar fuerza interior, una paz serena. El laberinto y el rescate de la princesa: como se sabe en los mitos antiguos son recurrentes las historias de héroes que rescatan a princesas de las mazmorras de castillos dominados por caballeros oscuros . Estos castillos son similares a los laberintos que en los mitos representan siempre el paso a lo desconocido (Teseo y el laberinto del Minotauro). Luke debe rescatar a Princesa Leia de las garras de Darth Vader y el gobernante imperial Moff Tarkin quienes tienen custodiada a la princesa en los pasadizos de la Death Star. Vader es la perfecta figura oscura, mientras que Leia vista desde los arquetipos jungianos es considerada el “anima” que

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personifica los aspectos femeninos de la psique masculina de Luke (animus), recordemos que es su hermana. Perder al guía: pese a que en estas historias el héroe triunfa sobre el monstruo, es probable que también la personificación del mal tome la vida de uno de los compañeros de viaje. En Star Wars Darth Vader elimina a Ben Kenobi, guía de Luke.

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Hazañas heroicas y cazadores de dragones: Superadas las primeras pruebas los héroes están listos para una prueba mayor, donde se enfrentan a sí mismos en estancias más desafiantes. La Death Star funge dentro de este estadio mítico como el “dragón” al que el héroe ha de derrotar. Sus fuerzas son iguales, ya que de otro modo, no existiría posibilidad de éxito. Luke dispara torpedos de protones en una pequeña abertura térmica bajo la plataforma principal de la Death Star que genera una reacción en cadena que destruye la estación. Skywalker vence al dragón, cual Sigfrido a Fafner. Esto supone un nuevo nivel de iniciación dentro de la aventura heroica y obtiene sus primeras recompensas. Conforme vemos la saga de Star Wars Luke adquiere el conocimiento de sí mismo como heredero del legado de la Fuerza. Próxima entrega: El Viaje del Héroe de Luke Skywalker en Star Wars. Parte 2 de 3: El Imperio Contraataca (The Empire Strikesback). Por José Marco segura Jaubert

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Batman: Arkham origins El timing para incorporarme como redactora en la revista fue prácticamente perfecto como para escribir un artículo sobre el Batman Origins. No solo porque es un juego que recientemente he terminado de jugar y no me puedo quitar de encima la excitación de victoria que te queda al terminar un juego, cual niño pequeño que hace algo bueno y quiere mostrarle a su mamá, sino que es uno de los grandes lanzamientos que este año estuvimos esperando los fanáticos de la serie Arkham y de la comunidad gamer (sin contar el lanzamiento de la Play 4 y la Xbox One, bastante inaccesible para nosotros tercermundistas). En este caso voy a aprovechar para quitarme esa emoción de encima escribiendo esta nota. Además, qué mejor que este número sobre detectives para hablar sobre un juego que justamente cuenta con un “modo detective” y que a su vez ha incorporado una nueva modalidad de investigación de escenas de crímenes, con las que no se contaba en las versiones anteriores, de lo cual ya entraremos más en detalle. Ni hablar de que siendo mes de Diciembre y estamos rodeados de temática navideña por doquier da la casualidad que toda la historia del juego transcurre durante la víspera de navidad, o para no sonar a doblaje neutro y hacerlo más argento, durante noche buena. Excusas para hablar sobre este juego como verán sobran. No voy a ponerme en detalles acerca de la cantidad de bugs que el juego tuvo ni bien fue lanzado al mercado que se dieron por cuestiones de cumplir con los plazos de lanzamiento y que no pudieron terminar de pulir (como nos suele pasar con los nuevos sistemas operativos de Microsoft) ya que de eso mismo ya se ha hablado mucho y a esta altura del partido ya han sido solucionados en su gran mayoría. Para poner en tema a los no tan seguidores de estos juegos daré un breve repaso sobre la saga Arkham, de la cual hasta el momento contamos con 3 juegos que comparten una misma estética y dinámica de juego. Son del tipo de juegos en tercera persona, o como en inglés dirían “over the shoulder” del género Acción-Aventura. El primero de ellos ha sido el Arkham Asylum, lanzado en 2009 para PC, Xbox 360 y PS3. Tras su enorme éxito lanzaron una secuela llamada Arkham City en 2011. Éste pasado mes de Octubre salió el tercer juego de la serie Arkham, que en realidad cronológicamente hablando en la historia vendría a ser una precuela a los dos anteriores. De qué se trata el Arkham Origins: Es víspera de navidad y Batman está escuchando las noticias acerca de las controversias que su persona genera en los medios y entre las fuerzas policiales. Se lo ve a nuestro queridísimo Gordon negando la existencia de un hombre murciélago en la televisión mientras Alfred en un gesto muy amoroso trae la cena de noche buena, la cual es neciamente rechazada por un joven Batman empecinado con resolver

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crímenes en esta época festiva sin descanso alguno. Tras oir (colgado de la frecuencia de la policía de Gotham) sobre el secuestro del Comisario Loeb a manos de la organización del ‘capo mafia’ conocido como Black Mask él decide ir a investigar a la prisión Black Gate, donde el revuelo comenzó. Allí mismo, tras una serie de eventos desafortunados (spoiler alert!) entre los cuales el comisario es asesinado en la cámara de gas sin poder Batman rescatarlo de su trágico fin, logra conseguir en las inmediaciones información acerca de los planes de Black Mask. Este plan consiste en poner una suma por la cabeza de Batman, quien se interpone en el desarrollo de las actividades ilegales de su organización, de $50.000.000 para aquel que logre atraparlo en el transcurso de la noche buena. Para tal propósito convoca a una lista de asesinos con grandes habilidades letales (muahaha) entre los cuales están Deadshot, Deathstroke, Bane, Firefly, Copperhead, Shiva, Electrocutioner. Tengamos en cuenta que como bien el título del juego “Batman Origins” nos indica, toda la historia transcurre durante los primeros comienzos de nuestro héroe oscuro, esto significa, previo a ser considerado realmente un héroe o justiciero por la ciudadanía de Gotham, previo a ser aliado de Gordon, por eso se pelea con la policía que todo el tiempo lo quiere encarcelar, e incluso previo a conocer a su archienemigo clásico, que (spoiler 2) durante la historia va a tener su primer encuentro con el mismo (cual película hollywoodense voy a subestimar al lector y voy a aclarar que estoy hablando del Joker). Justamente éste es un momento muy particular en el juego, que personalmente quiero remarcar como algo de lo más interesante que sucede a lo largo de la historia; luego del primer encuentro del Joker con Batman, experimentamos un cambio de personaje, ya no estamos controlando a Batman sino al Joker. Pero lo que es más interesante aún, es que tenemos la chance de recorrer con él los interiores de su mente. Si bien la dinámica de esta parte es más bien narrativa, muchas posibilidades de movimiento se nos ve limitada a seguir un único camino, la posibilidad de ir manejando al personaje a lo largo de su propia narrativa le da un toque diferente. Nos lleva a un estado que se ubica en el medio entre el juego y las cinemáticas de la historia, como una historia interactiva. Este tipo de recurso había sido utilizado en los juegos anteriores pero siempre desde la perspectiva de Batman (salvo en el Arkham Asylum, cuando el espantapájaros lo droga a Batman y flashea estar viéndose a sí mismo a través de los ojos de Joker, si bien el juego nos hace controlar al personaje del Joker durante esa parte de la historia, es todo una alucinación de Batman). Esta vez se nos presenta en la narrativa el punto de vista subjetivo del Joker, y nos cuenta el impacto que le genera su primer encuentro con Batman, cómo encuentra en él a su complemento, además de otras tantas locuras que pasan por su psiquis. Otra innovación que el juego trajo que lo diferencia de sus versiones anteriores (que en realidad pareciera ser la única gran innovación en cuanto a jugabilidad) es la metodología de analizar las escenas de crímen.


Contamos con una herramienta que a partir de las evidencias encontradas en la escena, que nosotros debemos escanear, recrea la situación virtualmente como en la forma de un video holográfico que podemos hacer avanzar y retroceder para lograr analizar detalles como trayectorias de las balas, o de los objetos involucrados en el crímen para reconstruir los hechos y conseguir más evidencias hasta resolver el caso. Contándolo de esta manera pareciera ser una herramienta maravillosa para poner a prueba nuestras habilidades de detective. Visualmente, sí es un recurso muy atractivo, pero lamentablemente los creadores del juego quizás en un intento de adaptarse a los jóvenes de hoy en día que no pueden mantener su atención durante un período prolongado y que necesitan resoluciones sencillas y rápidas (me pregunto) nos han subestimado en demasía, y han arruinado la ilusión de jugar al detective poniendo unas marcas rojas en todos los lugares en donde es necesario escanear para encontrar evidencias. Otra innovación que este juego nos ha traído es la posibilidad de viajar rápido de un distrito a otro utilizando la Batinave, que en realidad nosotros no manejamos, simplemente seleccionamos a través del mapa el lugar al que queremos transportarnos y una cinemática de Batman subiendo a su nave nos mostrará cómo él viaja. Más allá de estos pequeños cambios, la dinámica de juego es la misma que en sus dos anteriores. Lo cual en mi opinión no es para nada negativo, como se ha escuchado dentro de la comunidad gamer. Para aquellos que hemos disfrutado tanto sus versiones anteriores, y luego de haber agotado todas las misiones alternativas, que salga un juego como este y nos traiga nuevas aventuras, misiones y crímenes por resolver es realmente una alegría. Por Yanina Ikei

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Ilustraciones Citizen Pain


Diario de un cinéfilo feliz en La feliz Por Juan Pablo Franky

30 Día 1

Es mi segunda vez en La Feliz. Mi segundo Festival de cine en una ciudad junto a un mar que nunca visité, ni creo visitar. El cine me absorbe y la obsesión por abarcar todo el festival es mi mayor problema. Vástago de una cultura consumidora insaciable, siento la necesidad y creo ser capaz de ver 6 películas cada día. No parece imposible. Pero sé que no tiene sentido ver tantas películas porque lentamente el cerebro deja de ser un receptor de ideas, para transformarse en un desbarrancadero al cual llega información tan rápido como se pierde y confunde en las profundidades de un vacío sin fondo. Igual acabo de llegar y ya me sudaron las manos al recibir el catalogo del festival, en el cual puedo perderme por horas. Llegué al festival con 5 días de atraso. Tengo 4 miserables días para devorar películas, y aunque sé que no debo apresurarme, en lugar de buscar un lugar para dormir voy directo a la primera película que encuentro, con ansias de esas 6 películas diarias que no debería ver. Yvy Marley – Tierra sin mal fue la “elegida” para abrir mi festival. Película de la competencia oficial. Cine boliviano. Una road movie mezclada con viaje de iniciación, en donde se pone en juego ese importante y complejo juego de entender al otro, acá materializado por un director de cine karai (en guaraní hombre blanco) y su acompañante, un indígena acomodado a occidente que ve en su compañero de ruta a un blanquito idiota que busca algo que no entiende y del cual se puede aprovechar. Deja la sensación de que el director, al hacer la película, vivió una gran experiencia que le dejó

para su vida mucho más de lo que logra transmitir con su obra.

Día 2

Al final mis ansias de cine durante el primer día quedaron relegadas a tres películas por la necesidad de encontrar un techo para descansar. Completé mi primer día eligiendo algo seguro. Drug war del reconocido Johnnie To. No había pierde. Un policial sobre la guerra de las drogas, filmado con elegancia, con escenas maravillosas, como en la que hay una lluvia de balas que dos sordomudos le aplican a un equipo antidrogas que llega a capturarlos. De Asia volví a Sur America, a Brasil, con A memoria que me contam de Lucia Murat. Película sincera que mira el pasado de la lucha social brasilera desde la claridad y complejidad reflexiva que da el paso del tiempo. Gran película que se sirve de las experiencias de la directora para reflexionar sobre los errores y aciertos de una generación que vio en las armas el único camino para que los países del tercer mundo lograran una vida digna, libre y soberana. Con sólo dos días de festival mis ansias se difuminan y vuelvo a la cordura que los años le entregan al cinéfilo. Recuerdo que es imposible verlo todo. Con esta idea tranquilizadora utilizada como mantra, el segundo día sólo vi cuatro películas, con algo de culpa, pero aprovechando otros eventos que el festival ofrecía. El invitado de lujo del festival, Bong Joon-ho, dio una Master Class que lo acomodó en el Partenón de los directores sencillos, humildes y trabajadores. El repaso por su corta pero impresionante filmografía, desde sus cortometrajes hasta Snowpicer, resultó ser tan divertida y espontánea como su opera prima


Perro que ladra no muerde. Película que lamento no poder ver de nuevo, pues tengo un grato recuerdo de la vez que la vi.

Día 3

El festival se acaba y no pude ver muchas de las películas que más me llamaban la atención. Tristeza profunda por no poder ver nada de Pierre Etaix, discípulo del maestro de maestros Jaques Tati; ni ver lo nuevo de Claire Denis o Mambo cool, película que el pedante pero imprescindible crítico Quintín elogió superlativamente. Con resignación comencé el día esperando algún descubrimiento sublime, sabiendo que aquellas películas que sabía que podrían interesarme ya quedaron fuera de mi alcance. En todo caso la alegría asomó de forma lúdica e inesperada con el último trabajo de Sion Sono, Why don´t you play in hell. Toneladas inauditas de sangre, humor japonés digerible y la mejor película de cine dentro del cine que se ha hecho en los últimos años, logró hacerme pensar que la plata que gasté en transporte hasta Mar del plata estuvo bien invertida. La película cuenta la historia de un grupo de jóvenes amantes del cine que se desviven por filmar algo que valga la pena, mientras filman cualquier cosa. Paralelamente la lucha entre dos clanes de yakuzas va desarrollando una historia que termina en la posibilidad de que los realizadores aficionados concreten su sueño de filmar una gran película mientras los yakuzas se matan con sables y ametralladoras. Nunca había visto una película que homenajeara al cine con tanto desparpajo y vitalidad. Otras películas completaron mi día pero nada tan contundente como esta amable dosis de fuegos artificiales llenos de hemoglobina y la mejor de las ondas.

Día 4

Ultimo día de festival. Si ayer estaba triste por lo que no pude ver por haber llegado tarde, hoy pené pensando en las películas que me perdí por falta de tiempo. El último día del festival es siempre cuando uno se pregunta dos mil veces ¿por qué no hay un festival o evento cinematográfico que se dilate durante todo el año? Nada que hacer, no existe, así que es hora de volver a la realidad. Desinflar el globo. Colocar de nuevo el chip de la rutina. Pero me esperaba un magnífico regalo antes

de tomar el ómnibus para volver a los Aires Buenos. Una película hermosa y poética, llena de vida: Tomas descartadas de la vida de un hombre feliz de Jonas Mekas. Con la modesta duración de una hora, el poeta lituano que ayudo a que el matrimonio entre la palabra cine e independiente fuera un hecho, me dejó impávido. Muchas expectativas y todas llenas. Era de esperarse un peliculón, ya que este extraterrestre que ama el planeta y la vida más que cualquier otro ser humano, a filmado desde hace más de 50 años su vida, sus borracheras, a sus amigos y esas pequeñas alegrías que se le cruzan en el camino, para después, cortar y pegar el celuloide confeccionando cada tanto una gran película-diario-ensayo-poemas-obra de arte. ¿cómo logra que su felicidad y amor por el otro y la vida quede pregnado en las imágenes que graba? Un hermoso misterio, y hay misterios que es mejor que nos deslumbren sin buscarle muchas explicaciones o corremos el riesgo de olvidar la hermosura del cuerpo en el afán por diseccionarlo.

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BA coberturas: Dr. Who Por Natalia Mosquera

“Al día siguiente de ver el especial de los 50 años de Dr. Who en varios cines de Buenos Aires, se vinieron todos para Planet Who, un evento organizado por fanáticos, para fanáticos. Todo lo que pasaba allí estaba relacionado con el doctor: las proyecciones, la música, los juegos, la comida, la decoración y la ropa. Lleno de cosplayers personificando los personajes más queridos para sacarse fotos, participar del concurso y divertirse. Durante toda la tarde hubo una sala para ver videos de la serie y otra sala para vender y comprar productos, desde oficiales hasta artesanales. Fue un evento organizado a la perfección principalmente por Saturnalia Eventos y Whovians Argentina que permitió festejar el aniversario de Dr. Who y abrió sus puertas para que los seguidores puedan compartir y disfrutar con otros de esta serie tan popular.” www.flickr.com/nocomolavidamisma


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Hacemos Breaking Away Gastón Dufour Editor-Productor / Kattia Barrientos Community Manager Leo Rossi: Editor fotográfico - montaje / Florencia Niz: Asistente de edición Montaje / Jen Zapata: Asistente de Community manager Andrés Montero Diseño Gráfico - Diseño de Portada y Contraportada


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