Miles de películas abordan la temática del trabajo. En época de crisis, en las relaciones de pareja, en pequeños espacios asfixiantes (previos, de selección, o durante el apremiante momento de competencia) en los cuales sobrevive, al parecer, el más apto, y quien no lo es queda fuera del sistema económico tal cual lo conocemos. Dicen que el trabajo dignifica. Creo que, más bien una actividad que permita al individuo realizarse en el ámbito en el que es más feliz, para el que realmente tiene vocación, es el que realmente dignifica a quien se desempeñe en dicha tarea.
Mientras tanto, algunos solamente serán eslabones sueltos y tal vez, desanimados, de un mundo frío, y procurarán a pesar de eso sentirse plenos, lograr sus objetivos, no dejarse desanimar.
Al fin y al cabo, es la vida. Y el cine, dicen, imita a la vida.