GRADOCERO #4
Las nuevas escrituras que registran el territorio: Imaginarios de un $hile real Entrevista a Oswaldo Reynoso Libres Creadores: CristiĂĄn Geisse Navarro Julieta Marchant Charlie Tahn Âś
Junio 2011
GRADOCERO #4
Junio 2011
EL TERRITORIO DE LA INFAMIA
EDITORIAL.
E
n la Latinoamérica mestiza convive una geografía multiforme. Desde las mesetas mexicanas hasta las alturas cordilleranas de Los Andes, se dan cita las más variadas formas de vida, cultura y manifestaciones artísticas. Este territorio es el referente inmediato de la creación, pero no así su único fin. En palabras de Octavio Paz: “El poema, ser de palabras, va más allá de las palabras y la historia no agota el sentido del poema; pero el poema no tendría sentido –y ni siquiera existencia- sin la historia, sin la comunidad que lo alimenta y a la que alimenta”. En este sentido, se torna innegable la relación que tendrá el arte literario con el territorio en el que habita, confirmando esta sentencia con Neruda por su “Canto General”, o Pedro Juan Gutiérrez moviéndose entre las derruidas calles de La Habana, o Lemebel taconeando por Mapocho. El lenguaje literario se nutre de la topografía que alberga al creador, de la historia y de las condiciones sociales pertenecientes al territorio/sociedad, pero de la misma forma se mantiene un lazo de doble dependencia, donde es el escritor también creador de los imaginarios que darán relieve a la conformación de la cultura. Ahora bien, ¿qué pasa cuando nuestro espacio vital está rodeado de contaminación, economía de libre mercado desregulado, violencia y monotonía cultural? El escritor debe ser capaz de mirar la sociedad que lo rodea, identificando los factores por los cuales es atacado
el signo, el lenguaje, la imagen, proponiendo la resignificación en la fundación escritural, volviendo a hacer significativo el plano de la belleza. Esto no quiere decir que tenga que ser un puritano que se niega al cambio, sino un agudo analista/fundador del nuevo orden de nuestras significancia. Para esto requiere tener una posición política clara con todo con lo que se va a relacionar. Tener huevos, pero también es necesario que denote una convicción estética que niegue la formas opresoras anteriores, al mismo tiempo en que propone la nueva mirada. En el Chile de la regionalización, división política “administrativa” macabra y viciada por el centralismo, se hace necesario el empezar a asumir nuestro territorio; releerlo con ojos críticos y puros, volver a considerar nuestra naturaleza y nuestras dimensiones, más allá del canon europeo y yanqui que demanda un escritor cosmopolita y deshumanizado. Esto no será fácil, se nos interponen políticas culturales y sociales que atentan contra la libertad de pensamiento, de opinión y de oportunidad, segregando, por ejemplo, a la provincia, en el afán de centrar el poder en un grupo de tecnócratas que analizan nuestro espacio en los límites de lo cuantitativo, en la cifra que solo reconocen masas, y no lo esencial de nuestra cultura, que es el dinamismo de la tradición. Mientras los escritores chilenos sigan estando cómodos
permiten acercarnos al sueño literario de Bolaño y Santiago en estado puro. Por Cristóbal Gaete
por sus contratos con la empresa estatal, o privada, o sigan siendo comprados por universidades y academias, no podrán volver a pisar la tierra firme de nuestra fisonomía. No podrán ver la raíz de nuestras costumbres, idiomas o ideologías, como las veía De Rokha, siendo solo sordos y ciegos bastardos que se niegan a mirar lo que realmente es importante o debe significarse. Hay que reoxigenar nuestro territorio, y gran parte de este trabajo lo pueden hacer las microeditoriales, que desde la provincia entregan textos incendiarios negando los cánones hegemónicos, en contraposición de las tendencias foránea que infamemente buscan destruir nuestra cultura.
Juan Francisco Urzúa Director
ria desecha. El tercer texto pertenece a Romina Freschi, que establece un marco teórico, para después pasar a su propia experiencia como portadora de vida y de sentimiento de luto, además de escritora; la sorpresa radica en su conclusión, caprichosa y lúdica. Interesante ejercicio de producir en formatos de combate textos teóricos, una invitación a que las ideas criadas en la academia-a pesar de ella- salgan a tomar aire y se hagan calle. Por Cristóbal Gaete
BOLAÑO INFRA.
Montserrat Madariaga RIL Editores Santiago 163 páginas
Trabajado desde el 2006, este libro muestra los resultados de la sabia espera. De manera fluida, se relatan los años del infrarrealismo con Bolaño a la cabeza. Lo que aparentemente pudo ser un liderazgo estridente, es revelado como uno estratégico: Bolaño participa sólo una vez de los escándalos de sus compañeros, se encarga de gestar modos de perdurabilidad en publicaciones y de escribir manifiestos. Las fuentes son sus propios contemporáneos, y la investigación es sostenida a partir de los documentos-revistas de un número, fotos, cartas- en poder de Rebeca López, la viuda de Mario Santiago. El juego realidad/ ficción es aumentado al saber que nombre poseen los entrevistados en Los Detectives Salvajes. Este libro vislumbra la construcción del mundo del western literario monumental que estableció a Bolaño como un gran escritor. A la vez, da pistas del largo trabajo que significó, y el método detrás de la visceralidad y la anécdota. Valor aparte merecen los anexos e imágenes, que nos
invisibilizada es la investigación de la escritora Arundhati Roy, perseguida en su país por denunciar un Estado que resguarda los intereses de los monopolios nacionales y extranjeros, una falsa democracia para los pobres, opresión a las comunidades indígenas y criminalización y represión al pueblo que resiste y lucha. En “Caminando con los Camaradas”, Arundhati narra su inserción a las zonas liberadas, y su propio conocer fuera de lo oficial. El relato se desgrana en las historias mínimas de los luchadores anónimos que la protegen y la llevan al corazón del territorio maoísta, así como en datos duros. Este libro nos lleva a importantes reflexiones sobre la legitimidad del uso de la violencia por parte de los pobres organizados, de la vocación revolucionaria de la juventud y de un pueblo que prefiere luchar a padecer. Y, por cierto, nos recuerda que las ideologías y sus posibilidades de realización están lejos de morir. Por Claudia Soto
CARNICERA. Diego Ramírez(Ed.) Moda y Pueblo Santiago s/n
Este fanzine compila escritos de género y literatura de tres autoras. En el primer texto, Marina Arrate toma la mutilación del cabello en un poema de Díaz Varín para graficar el sacrificio de la mujer en la sociedad; desde ahí establece vínculos con otros versos, de distintas épocas, que profundizan el costo del género o lo relativizan. Patricia Espinosa, en el segundo escrito, asume lo que llama “un despropósito crítico”, y agrupa los nombres de la poesía femenina chilena desde los ochenta, para visibilizar las líneas de continuidad que la historiografía litera-
DIRECTOR
EDITOR
DISEÑO & ILUSTRACIÓN
Juan Francisco Urzúa
Cristóbal Gaete
Harol Bustos
CAMINANDO CON LOS CAMARADAS. Arundhati Roy (Trad. Anónima) Editorial Leftraru Santiago 62 páginas
Hoy en India se desarrolla una revolución comunista que controla 14 de sus 28 estados. Una revelación de esta lucha
COLABORADORES Julieta Marchant, Rodrigo Ramos Bañados, Gisell López, Lorena Ossandón
Priscilla Cajales, Claudia Soto, Jaime Pinos, Pía Sommer
GRADOCERO #4
LAS NUEVAS ESCRITURAS QUE
Junio 2011
REGISTRAN EL TERRITORIO
IMAGINARIOS DE UN $HILE REAL
A partir de ciertas lecturas, es posible develar un $hile real bajo las representaciones mediatizadas y asépticas que abundan en la literatura transnacional y en los medios de comunicación dominantes. Aquí registramos ciertas escrituras en tránsito, invitando a su lectura. Por Cristóbal Gaete
No se trata de imaginar una foto integradora, pues las ediciones independientes chilenas tienen un tránsito azaroso. Los tirajes son muy cortos y la distribución no pasa de la zona de relación directa de los editores. Grado 0 en esta primera etapa invitó e investigó acerca de todas las editoras independientes, pero se trabajó en base a las que respondieron- varias veces en base a archivos digitales-, registro tangible en las reseñas y los creadores.
LA FRONTERA. Cierta endogamia literaria a en nivel temático está siendo corregida por las ediciones Cinosargo, con cuna en el extremo norte del país. Allá han vuelto normal un tránsito más hacia arriba que hacia el centro, con motivos indiscutibles, pues existe una identidad común y el centro de Chile alimenta lógicas excluyentes. En dos de sus publicaciones aparece Perú como escenario: en Novela Negra, de Juan Podestá Barnao, y en Pop, de Rodrigo Ramos Bañados, quien además mantiene el interesante blog escritores provincianos. En Pop se muestra un Perú al extremo, como una posible Tailandia o Tijuana, lleno de sexo y drogas, un territorio perfecto para ir a volverse loco. Interesante agudeza de Rodrigo Ramos Bañados es manejar fórmulas con nombres peruanos y chilenos, convirtiendo a Perú en un remedo a la medida de la degeneración chilena, o a la zona norte de Chile como la extensión natural de Perú:
FRAGMENTO DE POP.
“Con unas gafas que adquirió en una feria de calle Thompson, el protagonista mira todo en sepia como si estuviera en el México de la película Traffic de Soderbergh-donde nunca terminas de entender el rol de Benicio del Toro, pero sí, el significado de la expresión “chinga tu madre” que es como “chuchesumadre” en Chile. Benicio es un “Wey de la chinga tu madre” en Traffic, y yo soy lo mismo en este cibercafé con separaciones de cholguán ubicado en calle Thompson, al llegar a calle Baquedano, pues espero por el chat a alguien que dice haber hablado con Julio Pérez Silva, “otro wey de la chinga tu madre”, en la cárcel de Acha, en Arica-. Iquique ya no cabe en Iquique. Edificios pegados al cerro y edificios que se caen en el mar. Esto parece Hong Kong, pero atrofiado”.
TERRORISMO CRIOLLISTA. El componente campestre indígena nortino, se materializa en la poesía y narrativa de Cristián Geisse, a veces encubierto en seudónimos y otras asumiéndose como autor. En los cuentos del conjunto “En el regazo de Belcebú”, inédito que este año será editado por Ediciones Perro de Puerto, se puede ver una especie de terrorismo criollista, donde las secuencias pasan lentas hasta que se va todo el carajo, con cierta ayuda de Satán en su encarnaciones, la aparición del cachúo tan frecuente en los cuentos de campo. Los paisajes y animales se vuelven en contra de una manera tan chilena que no logra vincularse con la experiencia latinoamericana ni emariana.
VALPOKREW. A la vez la escritura de Cristián también abarca el territorio de Valparaíso, en los márgenes bajo el asfalto y sobre él. Parte de ello se verá en Cambrígido, novela corta que será publicada por Libros La Calabaza del Diablo. Cambrígido, como otros libros, está desplazando subterráneamente la imagen estática de Valparaíso como postal o bar maldito, repetida hasta el hartazgo por paseantes y poetas. Un aporte a este nuevo imaginario es “Valparaíso de la cintura hacia arriba”(Ril Editores) de Patricio Aeschilmann, que reconstruye la memoria de las quebradas de Valparaíso y sus habitantes, algo sólo vinculable a la novela “Mundo Herido” de Méndez Carrasco, temática casi inexistente para la literatura porteña. Al parecer, los viejos cronistas y escritores decidieron retratar la ciudad bajando de los cerros, de espalda a ellos, algo que libros como éstos, o cuentos como Barrio Miseria 221 de Daniel Hidalgo, editado singularmente por Animita Cartonera e incluido en Canciones Autodestructivas para señoritas punk(Das Kapital), van cambiando. Cabe, por cierto, incluir en este imaginario en tensión la última parte del poemario El Cementerio de los Disidentes(Ediciones del Temple) de Claudio Gaete Briones, la novela de Saúl, donde un mendigo es figura y fondo de la postal turística de un puerto hambriento. También esto se puede ver en la Numismática, parte de Minga, poemario autofabricado el año 2009 y en tránsito, no en una versión definitiva. Es un Valpo que también han sabido registrar Daniel Tapia y Antonio Salazar, quizá de una manera aún más callejera.
Pero sí es posible comenzar a vislumbrar la posibilidad de rearticular la realidad, a partir de la obra de ciertos autores que han sido editados bajo el alero de las microeditoriales o proyectos colectivos de edición, que al multiplicarse facilitan la difusión de escrituras alternativas a través de espacios de convivencia y asociatividad. Así, asistiendo a una Furia del Libro, por ejemplo, puede existir la idea de panorama, o a través de sitios web con años de trayectoria.
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FRAGMENTO DE LA NOVELA DE SAÚL. EL JOVEN MENDIGO y su momento monstruo La nariz cuadrada y sangrante-nadie que tire la toalla En el semáforo de la subida Bellavista-La bella vista de su vida, un suicidio Paulatino y público. Sin palabras jóvenes sino ancianas como ROZA, flor con zeta Limpieza de la tierra Mendiante quemaduras: La deformación sistemática de un rostro Se llama SÓTANO DE LA CIUDADANÍA
Paralelamente, el balneario, el territorio festivalero, Viña del Mar, es desarmado por un par de escrituras. Carlos Altamirano, que con el poemario “Los desórdenes de un arresto”(La Chusma no editorial) muestra una panorámica de madrugada de la ciudad jardín, una imagen deslavada de la ciudad por esencia artificial:
FRAGMENTO DE EL RELOJ DE FLORES. El reloj marca la misma hora que ayer por la tarde Y está recién amaneciendo
El jardinero ciudador toma un té que hierbe… En un jarrón de plástico azul con una insignia del Everton Campeón 76´ Fuma cigarros-Fox- los que se mueven a kinientos pesos en el Mercado Negro…como sino… Escuchando las primeras noticias que le desinforma La “Radio Festival” La primera “radio en kolores de Shile” Dan la hora Dan los números del kino Dan los resultados de los partidos de fútbol Dan los nombres de lxs difuntxs Dan lxs nombres de los recién nacidos Dan el precio del dólar Dan el precio del cobre Dan el precio del cáncer al pulmón Dan la hora Antes de dar la hora Y después de dar la hora Un chofer de micro línea “Congreso” Se pega el último “jale”…junto al parrillero
A LAS ORILLAS DE LA CAPITAL. Con posibilidades distintas, la periferia de Santiago ha sido retratada por jóvenes poetas, llevando más allá lo realizado por Germán Carrasco en La Insidia del Sol sobre las Cosas, no de una mejor manera, sino más hacia los márgenes. Un caso es el de Priscilla Cajales, en una opción más poética, más de travelling, con su poema Lorca, perteneciente a Termitas (Libros la Calabaza del Diablo).
LORCA.
Lorca es un muchacho ciego que trabaja en una fábrica de plásticos en Av. Matta Lorca tenía las manos verdaderamente sucias Lorca no sabía que una mosca estaba todo el tiempo parada sobre su cabeza La mosca está atrapada por el pelo de Lorca, la mosca está pegada a este chico como yo que aprovecho el movimiento para acercarme a él y su overol y leer donde dice su nombre: Lorca Acercarme para olerlo, bien debajo de la axila donde los delgados vellos disfrutan de la humedad del cuerpo de Lorca este ciego con vista al piso, este ciego de 25 años bello como los chicos de santa rosa de recorrido hasta el paradero 6 de esta calle tan larga Lorca no se baja nunca este recorrido a casa termina cuando la calle cambia su nombre. Una escritura muy distinta es la Juan Carreño(Compro Fierro, Balmaceda 1215), que ocupa la lengua de la calle para construir su propio imaginario, dándole la densidad de lo vivido, y también conservando su humor:
BUSCANDO PARCHE CURITA.
Y también llega el Jaimito diciendo que Jehová se le apareció en sueños sin mostrar la cara y con capucha, atravesándolo con una espada y dejándolo sin respirar. Su abuela evangélica tuvo que orar al lado de su cama para calmar los tiritones y el trance que lo pescó. Ahora dice que es adventista y que en cuatro meses se va a ganar un millón trabajando de basurero, que es la pega del pololo de su mamá y el pituto que lo va a meter ahí. Me dice que tiene un plei esteichon, que su polola lo dejó por un paco, que lo que más quiere es volver a juntarse con la gente de cuando él fue chico. Otro autor que retrata el margen es Emilio Gordillo, pero interviniendo deliberadamente el lenguaje o las fijaciones de los personajes. En los Juegos Mudados (Editorial Contraluz), roza la posibilidad de escucharlos, pero también de perderlos en su voz. Se registra de este modo la intención de narrar la ciudad desde fuera de su centro discursivo hegemónico, escribirla críticamente, dejando de lado la idea de ciudad/paisaje de una historia. En estas escrituras el entorno determina. Y poseen cierto determinismo que nos recuerda la novela social chilena. Estos son solos algunos casos de algo que está sucediendo más allá de las discusiones académicas; que está pasando más allá de los centro de poder y becas del estado y las editoriales que compran el canon de la poesía joven o mayor. Y es un fenómeno que no necesita tener una impronta común, así como lo tenían los autores marginales de los años 60, pues hoy se accede a la calle de distintos modos y miradas, con distintos acceso educativo. Pero que esté sucediendo en un sistema atontador
A veces Altamirano escala a escenas más cotidianas en los cerros, entrando y saliendo de calles en las que trafica. Es una tensión interesante la de dividir sus textos, porque Viña también margina a sus cerros del proyecto ciudadano, les colocan mejores consultorios, pero para que no bajen. Un poemario que se hace cargo de los cerros de Viña es “Forestal”(editorial Hebra) de John Uberuaga. Forestal es uno de los sectores representativos de Viña del Mar, y en los poemas de esa breve publicación se puede respirar ese ambiente de pobreza y dignidad, en un viaje guiado por el recuerdo del padre. Y si bien los cerros son periféricos, la periferia de la región son todas las ciudades al interior y también otros balnearios. De los litorales se han encargado los buzos tácticos de San Antonio, con puntas de lanza como Mellado y Bescós. El interior en cambio parece terreno fértil para invitar la poesía o la ficción evasiva, a veces de calidad, como el caso de los difuntos de Sergio Meier o Rubén Jacob. Pero el interior de calles de tierra existe, y es un mundo no dominado por las palabras para quienes decidan narrarlo. Un logrado libro es La Perra Alucinante de Hugo Lepe, que es un Bukowski suelto en La Calera, transitando en desvencijadas micros llenas de metaleros, o bebiendo en terrenos baldíos mientras vive un amor obsesivo a lo lolita. Otro autor con olor a tierra es David Jofré; inexplicablemente no se incluyeron en el conjunto Fieras, que experimenta con muchos registros en sus narraciones, crudos relatos que habían aparecido en antologías en Valparaíso que sucedían en los baldíos de Quilpué y Villa Alemana.
y exitista, característica que también ha pasado a la literatura, ya es algo. Significa que cierta clave de resistencia ha traspasado y la escritura es más que un ejercicio intelectual. Significa la posibilidad de construir una memoria distinta.
Oswaldo Reynoso
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EL BEST SELLER CLANDESTINO DE PERÚ: “UNO ESCRIBE PARA SU GENTE”
Oswaldo Reynoso, autor de la novela “Los Inocentes”, el best seller clandestino de Perú, estuvo en Antofagasta como parte de la primera feria del libro de esta ciudad. Tal vez era el invitado menos conocido entre el grupo de escritores invitados. Sus acciones contrastaron de inmediato con la de los más mediáticos, los célebres. Reynoso, por ejemplo, pidió a los chicos de la nortina editorial Cinosargo que lo llevaran a alguna cantina. Nos fuimos al centro. Una hora antes de su partida a Lima, por fin hundí el REC. El escritor se recuesta en la cama del Hotel Antofagasta pues le duele la espalda, y contesta de lado. Demasiadas chelas al parecer. Por Rodrigo Ramos Bañados
¿A quién debemos culpar de que su obra no se conozca ni se difunda en Chile? ¿Tal vez sería distinto si usted estuviera dentro del catálogo de una editorial multinacional? Esto se debe a una actitud ética y estética con la publicación de un libro. Yo escribo una novela o un cuento, cuando veo que más o menos obedecen a ciertos criterios de una autocrítica valorativa. Luego de esto lo doy a una editorial que lo publique. Una vez publicado el libro a éste le salen patitas. El libro por sí solo comienza a cambiar. Si el libro es bueno y tiene recepción de los lectores, éste se impone. No intervengo en nada. Si este libro puede cruzar la frontera, mejor. Y si no cruza la frontera no tengo ningún problema. En cierta forma uno escribe para su gente. Después de varios años mi libro “En octubre no hay milagros” fue editado en Argentina. El interés surgió después que hallaron el libro en una de las tantas ferias. Recibí el correo de una señora francesa, traductora, que quería editar el libro “Los Inocentes”. Luego recibí otro correo desde Bulgaria, con el mismo tenor. Estoy en contra de la política actual que hay sobre el libro, fundamentalmente orientada por las trasnacionales, donde lo importante no es el libro, sino la persona. Estas editoriales están creando de la nada figuras transgénicas y mediáticas. La gente se entusiasma no por el libro, sino por la persona. En la literatura hay que tener seriedad, y por esto, tengo mucho cuidado en leer las ediciones de las trasnacionales. ¿Qué piensa de la visibilidad de ciertos autores peruanos por sobre otros como usted? Hace décadas los escritores latinoamericanos teníamos la oportunidad de leer a los grandes autores de cada país a través de editoriales de mucho prestigio, como Losada, entre otras. Uno elegía a Losada, porque no iba a publicar libros sin ningún valor. Me pasaba lo mismo
con la imprenta Ercilla de Chile. Antes había más contacto en los escritores. Hoy, en cambio, las transnacionales se encargan a través de sus redes de difundir en medios importantes la literatura chatarra. Ellos dominan periódicos y canales de televisión. También dominan los grandes premios literarios. Al final, no hay un conocimiento de la auténtica literatura que se hace en cada país. Otro gran problema es que las trasnacionales, en forma directa o indirecta, inducen a los nuevos escritores a que sigan esa línea de literatura chatarra. Hay un joven escritor muy talentoso en Perú que envió a su editorial una novela. Ellos le dijeron que cambiara el perfil de algunos personajes y su forma de hablar. ¿En su discurso, se entiende que usted no empatiza con la globalización? La frase no es mía, pero cuando me pregunta esto respondo: “escribo para que el mundo sepa cómo vivimos aquí”. Me interesa mi gente.
EL HABLA DE LAS COLLERAS
¿Cómo llegó a Los Inocentes? ¿Qué lo ayudó a armar ese léxico popular que usted habla? Llegué a Lima a los 20 años. Para mí fue una verdadera sorpresa encontrar a jóvenes de mi misma edad que eran más avispados, más vivos, que hablaban en
forma ligera y empleaban una serie de términos que yo desconocía. Eso me impactó bastante. Inmediatamente me integré a estas colleras. De ahí salió el libro. Fue una creación espontánea. El libro se publicó cuando tenía 30 años, pero lo comencé a escribir cuando tenía 20 años. El libro provocó gran impacto en Lima por varias razones. En primer lugar por el uso de este léxico popular peruano, porque la gente se había acostumbrado a leer una literatura llena de palabras bonitas, entonces si algún personaje tenía la necesidad dentro de la misma historia de decir puta o mierda, el escritor pudoroso ponía p… o m….. En cambio, yo puse toda la palabra. Recuerdo que me hicieron un reportaje por televisión y el conductor muy agresivo dijo que el libro estaba lleno de groserías y que por respeto al público no podía leer esas groserías. Le dije que estaba mintiendo, pues en el libro no había ninguna palabra vulgar. Él se extrañó. Le aclaré que una palabra grosera era patria en boca de un militar traidor o la palabra justicia en boca de un juez corrupto. En la literatura no hay palabras buenas o malas, sino que palabras bien empleadas o mal empleadas. Otro razón de porque el libro fue repudiado es que la sociedad peruana en esa época era muy pacata. Es decir, el cuerpo terminaba en el ombligo y continuaba en las rodillas. También generó críticas el empleo de técnicas modernas de narración, como el modo interior, el rompimiento del tiempo y la presentación de personajes. Golpean. Le cuesta levantarse a Oswaldo Reynoso. Le molesta la espalda. Llega a la puerta como si tuviera una tonelada de plomo en los zapatos. El botón del hotel le trae los bultos y le pide un autógrafo. ¿Cómo fue su vinculación con Sendero Luminoso? No es el momento de tocar este tema. Sin embargo la novela que no he terminado de escribir hablo de los orígenes de Sendero Luminoso, cuando hice clases en la Universidad de Huamanga. No soy un escritor que planifica. Escribo por pulsaciones internas. ¿Actualmente cómo se sostiene en lo económico? Soy profesor universitario cesante. Hace 8 años que mi pensión está congelada. Eso no me permite vivir como uno desearía. Los ingresos los adquiero con conferencias y charlas, además de un contrato con la Universidad San Marcos por mis libros.
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CHARLIE TAHN
1.
PROPUESTA
LI CREADO BRES RES.
La aparente asociación libre de imágenes, recuerdos e información, van merodeando el sinsentido de la vida en este sistema, hasta hacer incómoda la lectura de Confort, un espejo de la decadencia personal y del entorno.
BIO.
Publicó “Tatane” el año 2008. Ha realizado distintas traducciones para el colectivo editorial Nihil Obstat. Ha colaborado en sitios pornoecológicos, y desde hace años trabaja en su “Tratado de Pornomancia”. Los siguientes poemas pertenecen a Confort, de próxima salida por La Picadora de Papel.
LAS REINAS.
* En el paralelo 53° sur, en invierno el día puede durar menos que un candy. Ya a las cinco de la tarde el sol brilla por su ausencia y los niños se levantan de noche para ir a la escuela. En el paralelo 53° sur, celebran la noche más larga en el clímax del Carnaval de Invierno. La Reina del Carnaval protegida del frío por una capa de piel de guanaco blanco llora emocionada, cuando el alcalde le entrega un sobre con dinero. Desearía que fueras reina Sólo por hoy(*) (*) Marilyn Manson, “Great Big White World”) * En el paralelo 53° sur no había grandes tiendas. Muchos las esperaban, no obstante. No hallaban el momento en que llegara una gran mole de cemento y fierro a instalarse en la ciudad llena de productos nuevos y variados ¡plásticos! brillantes, deliciosos, jugosos y calientes. * Cuando era pequeño la programación de TV de las principales antenas de la capital llegaba y se retransmitía con un día de retraso, en cintas de vídeo, VHS, al paralelo 53° sur. * Quince años después mientras el olor a meao impregnaba mi paciencia en una celda pletórica de pulgas
JULIETA MARCHANT
2.
BIO.
Julieta Marchant es editora en Cuadro de Tiza y de la revista Grifo. Ha publicado Urdimbre(Ediciones Inubicalistas) y Té de jazmín(Ed. Marea Baja). Además, prologó una compilación de María Moreno para las ediciones de la UDP.
culpable de haber intentado robar un queso para el desayuno de un supermercado en Valparaíso
en el paralelo 53° sur se instalaba la mole de fierro y cemento que -casi- todos deseaban un hipermercado de ensueños sueño, como programación al día calientita en tu pantalla. Posee un amplio espacio de venta de unos 10 mil metros cuadrados. Gran variedad de productos en hogar, electrodomésticos, electrónica, textiles, ferretería y juguetes, menaje, menaje, menaje, además de las líneas tradicionales de comestibles, todo con una propuesta económica. Se enfoca a segmentos emergentes de la población que buscan satisfacer todas sus necesidades de compra en un sólo lugar. El formato hipermercado económico de la compañía. Desde 1995. Ocupa puntos estratégicos en la intersección de vías importantes. Amplios estacionamientos. Se desarrolla en conjunto con una serie de tiendas complementarias que ofrecen variados servicios, tales como videos, comida rápida, lavasecos, farmacias y salas de cine... entre otras. Oooh... yeah.. baby, I’m cumming * De boca en boca, de cabecita en cabecita fantasiosa cundió el pánico, se infectó el rumor de que venderían televisores plasma sus pulgadas, su precio: 15 pulgadas 15 mil pesos 17 pulgadas 17 mil 20 pulgadas 20 lucas ¡Oh sí! ¡Oh sí! La noche anterior a la inauguración la gente llevó sus frazadas y sacos para dormir a las puertas del hipermercado, contra el frío que escarcha el sueño para no quedarse sin sus pantallas de infinitas pulgadas
PROPUESTA
La memoria como el motor de vínculo y cuestionamiento se extiende a la ciudad innominada.
FRAGMENTO DE TÉ DE JAZMÍN. 2 El despegue urgente y repentino, ese despegue acorazado incluso, igual de violento que el sonido de la caída nos recuerda el vacío personal contenido en las palabras. El despegue es la urgencia misma de verse cayendo en la mitad del asfalto, dispuestos a dejarse abrir, a ser rajados con los brazos simulando alas que siempre se deshojan en la posibilidad de volar. El despegue impúdico que divisé desde el balcón, la caída exacta, los pájaros que asustados del golpe, torpes y abrumados, huyeron. Desovillo esa tarde desde un lenguaje prestado, sus fibras impropias, sus leves ilusiones, su luz incluso que es tan breve, te desovillo buscando en el cuerpo que tenías esa tarde un lugar para mi mano escribiéndose a sí misma o desarmándose, no importa. Esa tarde violeta y naranja entró en la pieza cuando abriste las cortinas para contemplar el mapa de las sábanas, su marea inmensa. La cama era una isla entre el océano de espejos proyectando las espaldas unas sobre otras, la belleza inoportuna de esa imagen que contemplé mientras dormías
listo para dejarte ir, desde tu cuerpo desfondado hacia el diluvio. Y nuevamente la lluvia, ya no importa, el agua copiosa, la ciudad afuera y sus heridas oscuras como bocas abiertas declarando su mudez. La lluvia impertinente calando el cemento fresco, horadando los bordes de los techos, adhiriendo papeles al suelo, esa lluvia insoportable nos recuerda el sonido de las palabras estrellándose cuando intentan nombrar. Desovillo esa tarde recubierta de otras tardes y otras y otras más, agolpadas se hinchan y ocupan el espacio de tardes que no fueron. El despegue y la lluvia, los pies aferrándose al acantilado, abajo la ciudad que comienza a exhibir sus luces en el centro claras y hacia afuera más difusas, la ciudad imponente que exige ser vista desde acá, y el agua azotándola como si de pronto pudiera hacerla declinar o hundirla en sus cimientos, no importa. En medio una pieza, y en su eje una cama, y al fondo el mar gris de los espejos, su urdimbre ilusoria de espejos, su fiesta barroca, y de nuevo la tormenta que desde la ventana seduce con su empuje. Una tarde desovillo, este lenguaje rompeolas, las palabras y sus geografías que son muelles o gestos de cercenar el mar.
GRADOCERO #4
Junio 2011
trinchera literaria VALPARAÍSO DE LA CINTURA HACIA ARRIBA. Patricio Aeschlimann Ril Editores 122 páginas Santiago
Por años se ha intentado articular un imaginario artificial sobre la identidad cultural de Valparaíso: ciudad de poetas, capital cultural, centro de la bohemia nacional, hábitat de musas prostitutas y artistas trastocados. Razón quizás será la carencia de fundación de esta tierra, o la transculturación consecuencia del puerto que trae hasta sus costas lo que bota la gran ola de la modernidad. Pero algo no logra captar la postal/suvenir gubernamental, y es tanto o más grande que la gran puerta del pacifico, y se encuentra tras los cerros. Detrás de la trastienda hegemónica del plan, sobrevive el habitante codo a codo con la geografía, agreste y maltratada, configurando y modificando el territorio entre las fonolas que se desgajan, latas oxidadas, canchas de tierra y la fragilidad social siempre a punto de explotar.
Es desde esta perspectiva que “Valparaíso de la cintura hacia arriba” se torna fundamental para entender la configuración de la ciudad puerto, ya que decide centrar la mirada en la quebrada, extramuro olvidado por las políticas públicas de desarrollo, pero formado a punta de esfuerzo de sus habitantes.
“Llega menos luz y acá los porteños no ven el mar sino a otros porteños que, encaramados en sus techos, van parchando las fieles goteras que pasan la cuenta los días de lluvia. Son cartones y cholguanes los que aíslan del frío. Un brasero templa el aire y destruye los pulmones. Una cama y tres corazones que dormitan sobre ella. Acá la ropa se hereda del mayor al menor. Es un Chile que no se modernizó y el único
CRISTIÁN GEISSE NAVARRO
3.
BIO.
Publicó el libro de poemas “Calabriadas”(El Espejo de tinta, 2003) y ¿Has visto un dios morir?(Ediciones Perro de Puerto, 2009), en Valparaíso. Este relato también está incluido en el conjunto “El Regazo de Belcebú”, de próxima edición en Perro de Puerto. Para este año, además, está considerada la publicación de una novela corta por Libros La Calabaza del Diablo. Es un activo militante de la obra de Alfonso Alcalde, gestando varias publicaciones. Reside en La Serena
chorreo que perciben es el del cauce que amenaza con llevarse sus casas”.
Aeschlimann asume con agilidad el rol de investigador etnográfico, rol que terminará por sumergirlo en el relieve social que esconde el margen citadino, pero no en busca de cifra que engorden estadísticas, sino en tener resultados cualitativos provenientes desde el centro de la experiencia, desde el centro de su gente.
En este periplo va configurando un intergénero bastante cómodo al relato, ya que toma herramientas de la crónica, el ensayo sociológico y la matriz poética proveniente del arte literario, articulando una narración que logra el retrato, pero no lo completa. Esto no es un pecado, aunque algunos textos no logren profundidad, y no se aporte realmente a la configuración una retórica popular, pero es la crónica subjetiva de Aeschlimann la imagen más cercana del impresionismo propio de la cultura efervescente de la población periférica. “Los viejos jamás dejaron de llamarla “pilsen”, la mezclaban con Fanta los días de calor y caña. En las noches, o entrada la tarde, era la hora del combina’o, acá no llegó el ron con el furor que muestran los medios”. “Valparaíso de la cintura hacia arriba” nos propone volver a mirar la ciudad, rearticulando el territorio en la consideración del espacio humano, donde es la costumbre la madre de todos lo vicios, y es la entraña social la que se desangra entre la política (que los olvida) y el devenir del día a día por llevar el sustento o malgastarlo en una esquina. Por Juan Francisco Urzúa
PROPUESTA
Geisse (re)escribe el relato oral campestre de la invitación a lo siniestro, para desatarlo y volverlo delirio y pesadilla. Una pesadilla facilitada por el alcohol y la oscuridad ominosa, en donde no hay alambrados públicos ni una luz de esperanza.
FRAGMENTO DE ¿HAS VISTO UN DIOS MORIR? Y de pronto sol, un sol tremendo que quemaba duro nos dio en el cuerpo, agobiándonos y picándonos como pica en el norte. Pero no, acá todo era seco y muerto. Y el azul del cielo era tan claro que casi parecía blanco. Don Sata entrecerró los ojos con el ceño fruncido, poniendo las manos como visera. Ni a mí me gustan estas cosas, ahí se ven, dijo. Y partió solo hasta perderse tras de una loma. El amigo del Tonro, estoy seguro, era el más asustado de todos y no me queda la menor duda de que fue él quien empezó a ver esas ovejas sucias que llegaron balando y a las que unos huasos empezaron a alimentar con carne cruda. Después vimos como hacían lo mismo unos indios que también andaban en pelotas, con las encías sangrando y tan flacos que daban lástima. Y después no eran ovejas, sino que eran unas cabras tirillentas, roñosas, como a medio podrir. Llegaban gritando –no balando, gritando- y caían muertas al lado nuestro y no demoraban nada en llenarse de moscas. Me empecé a asustar, el asunto nunca se trata de pasarlo mal, pero a veces ocurre y se tienen este tipo de pesadillas que lo pueden dejar a uno realmente loco, cagado por varias semanas. Miré a todos los demás, el Marambio se agarraba la cara y el pelo con una mano y con la otra como que se rascaba la espalda, se notaba que no quería estar donde estaba. El Tonro me empezó a gritar que hiciera algo porque mi abuelo estaba mal, que no se nos fuera a morir. Y efectivamente, estaba de espaldas en la tierra inmóvil, con los ojos bien abiertos y sin decir nada. Pero yo me di cuenta de que peor esta-
ba el amigo del Tonro: sentado, abrazándose las rodillas, totalmente cubierto de moscas de todos los tamaños y de todos los colores. El zumbido que se empezó a sentir entonces no dejaba escuchar nada más: millones de moscas haciendo ruido, pegándosenos al cuerpo, rodeándonos por todos lados. De pronto como que el tiempo quedó suspendido, nada se movía y una sensación horrible se apoderó de nosotros: una mezcla de miedo, de tristeza, impotencia, desolación. A lo lejos, entre los cerros totalmente secos, un animal gigante se dirigía hasta nosotros. Uno no podía saber bien qué animal era: primero era como un puma, después una llama, después una cabra. A medida que se acercaba se iba achicando. Un olor a sangre y mierda nos pegó duro en las narices. Los huasos y los indios lo esperaban sin decir nada, sin llorar, sin hablar. Cuando llegó hasta nosotros el dios –porque no había duda de que era el dios- tenía el tamaño de un perro, pero uno le miraba la cabeza y como que se le veía cara de hombre. Un indio le ofreció carne cruda y el dios lo miró con el cuello flojo y no le recibió nada. Después cayó de costado, y entre los pliegues de la piel de tiñoso que traía, se abría como un hueco por donde se le veían las entrañas, el estómago blando y parte de los intestinos. El olor nos pateó más que nunca, y vimos que un huaso se acercaba y metía la mano por el hueco, movía la cabeza y decía algo así como aaaaah, este animal no tiene vuelta.
GRADOCERO #4
Junio 2011
RADIO
EDITORIAL
ACTIVIDAD
ENTRE ONDAS Y PLUMAS
LANZALLAMAS
Entre Ondas & Plumas es un programa radial conducido por Lorena Ossandón y Gisell López, profesoras de castellano, quienes pretenden instalar un espacio de conversación que permita a las y los auditores acercarse al proceso de creación, producción y difusión de obras literarias y actividades culturales que emergen o se desarrollan en la ciudad de Valparaíso y sus alrededores. En un ciclo de 20 programas nos presentarán a poetas, narradores, dramaturgos, actrices, investigadoras, entre otros, que, en una hora de conversación, nos mostrarán sus obras y su pensamiento, a través de comentarios, lecturas, anécdotas y, por supuesto, la música que los ha acompañado en sus rutas creadoras y que permitirá al auditor conocer algo más acerca de las y los invitados, dándole una atmósfera particular a cada una de las entrevistas. Entre Ondas & Plumas, todos los domingos de 13ºº a 14ºº hrs. por Radio Valentín Letelier, 97.3 F.M, y retransmitido por Radio Placeres, 87.7 F.M, los martes a las 20 hrs.
Lanzallamas (www.lanzallamas.org) surge en diciembre del 2004, con la intención de generar un espacio de encuentro y referencia para la circulación de contenidos creativos y discursos críticos. Lanzallamas tiene como soporte un sitio web, pero su mayor proyección hasta ahora se concentra en la edición y publicación de libros y fanzines. Es una microeditorial, autogestionada, autónoma y con una clara definición, ideológica y estética. Lanzallamas es un espacio de difusión para un grupo importante de realizadores independientes en las artes visuales, los trabajos digitales, la literatura, la fotografía y la música. De igual modo, la página web nos permite difundir nuestras propias actividades y publicaciones periódicas. Lanzallamas como sitio se ha propuesto ser un referente en el ámbito de la contracultura y un lugar de debate, cuestionamiento y vanguardia creativa a la hora de enfrentar el arte con la vida cotidiana. Roberto Arlt aventuraba: “El futuro es nuestro, por prepotencia de trabajo(…) Sí, un libro tras otro”. Un libro tras otro, decimos. Por Jaime Pinos
CONCURSO LITERARIO: REVISTA GRIFO
Por Lorena Ossandón & Giselle López
http://www.lanzallamas.org/
Por Julieta Marchant
http://www.revistagrifo.cl/concurso.html
Ilustración Javier Olguín
http://entreondasyplumas.blogspot.com/
Por séptimo año consecutivo, la revista literaria Grifo lanza su concurso de poesía y cuento en sus dos categorías (libre y escolar). El jurado estará compuesto por Soledad Fariña, Verónica Zondek y Javier Bello, en poesía; y Pablo Torche, Pía Barros y Alejandra Costamagna, en cuento. El certamen cierra su convocatoria el día jueves 7 de julio. La revista Grifo, gestionada por alumnos y titulados de la Escuela de Literatura Creativa y del Magíster en Edición de la Universidad Diego Portales, es un suplemento gratuito y trimestral, que circula desde el año 2003. Junto con la premiación del concurso en septiembre, celebrará el lanzamiento del número 21, el cual incluirá un apartado especial para los ganadores del primer lugar de cada categoría. Los ganadores recibirán premios en libros, otorgados por las editoriales comprometidas con el proyecto. Las bases son descargables del sitio, y todos números de la revista se encuentran a disposición de los lectores en formato PDF.
LUIS CORNEJO GAMBOA: EN LOS BARRIOS BRAVOS Por Priscilla Cajales
Con doscientos pesos me compré una novela de Luis Cornejo en una feria en Valparaíso hace varios años, así fue como llegué al autor de ocho publicaciones en total, entre ellas Barrio bravo (1955), El último lunes (1986), Show continuado(1987), Ir por lana (1989) y La tormenta(1991). De Cornejo sé que fue editor independiente, luego de oficiar como albañil, actor, dramaturgo y trabajar en la producción de “El chacal de Nahueltoro”. Vendió sus libros en la plaza de armas de Santiago hasta poco antes de agravarse un cáncer que lo alejó de su trabajo y de la calle. La última vez que visité Santiago vi a su mujer todavía vendiendo libros frente a la Biblioteca Nacional; entonces pienso en los cuentos de Barrio bravo, en el retrato hablado que estos textos son de un espacio que alcanza recovecos más brutales que los del espacio periférico panfletario, y llega hasta los motivos centrales que mueven a la marea humana que los habita. Barrio Bravo (1959, autoedición) es un libro que condensa en seis cuentos la vida en los conventillos y suburbios de Santiago en los años cincuenta; el conventillo es aquí el epicentro de un espacio en donde el modo de actuar de sus personajes escapa a cualquier relación con lo externo, nadie sale del barrio bravo, no hay mezcla, la muralla levantada frente a este escenario es tan alta que parece que no existe, o al menos no se ve; por tanto, el otro desaparece. En Cornejo la violencia de que sus personajes son víctimas no se resuelve; se reproduce en la medida de su acostumbramiento, la policía no interviene en las violaciones que en la población están a la vuelta de la esquina, ni es llamada cuando “la cuatro dientes” es golpeada hasta el aborto y la muerte. “El cuello de loza”, es un bailarín que trabaja la semana entera para financiar un
fin de semana de baile, uno tras otro, hasta terminar por costarle el sueldo y el hambre, muere en escena en medio de un desmayo en los brazos de una empleada que, seguramente, está en su día libre del puertas adentro. Otro cuento notable es “El capote”, término usado para nombrar la violación de varios sujetos a una misma chica, la única estudiante del lugar, que levanta el deseo del barrio bravo que a ella y su novio acorralan. Los personajes que rodean este libro aparecen y desaparecen rodeados de su patetismo, brutalidad y miseria. Son sometidos a violencia y violentan, es el instinto de supervivencia su único motor. Siempre al filo del cuchillo, del hambre y del silencio. Es interesante pensar en la actualidad de este Cornejo, que con varios ripios en su narrativa interpela una realidad que está latiendo en el fondo de la escala evolutiva citadina de cualquier ciudad latinoamericana actual. Imposible no ligarlo con Gómez Morel y Nicomedes Guzmán. Seguramente los argumentos estilísticos de Cornejo han pasado de moda, el efecto ha sido agotado, pero no el contenido. Un cineasta chileno espeluznante es José Luis Sepúlveda, su obra maestra es “El Pejesapo”; inmediatamente después de terminar de releer Barrio Bravo de Cornejo volví a ver la película y es en esta evidencia donde queda palpitando un hilo de congruencia que surge entre ambos artistas. El barrio bravo no ha dejado de existir, efectivamente quienes lo habitan no salen de él, el muro era inamovible. Este no es un viaje arriba del auto por el borde, ni siquiera un paseo en micro, estamos frente a un saber estar y moverse en donde la bravura siempre ha consistido en mantenerse con vida, nunca a salvo.