GRADOCERO #3
Invitación a la literatura Latinoamericana: Mellado, Cajales, Geisse, Gordillo, Becerra. Washington Cucurto: “En Latinoamérica todavía estamos en la prehistoria de la revolución social y cultural”
Mayo 2011
Creadores: Roberto Bescós César Cabello Salazar Carlos Williams Perdidos leyendo traducciones: Carlos Droguett
GRADOCERO #3
Mayo 2011
L
FIEBRESUDAMERIC ANASTYLE.
atinoamérica nació a la conciencia europea como un territorio virgen pero de batalla, al que someter y explotar. Se conceptualiza este lugar desde otro, y ahí parte su “historia”. La independencia es sólo un hito para la consolidación de grupos de poder entre los aventureros que cruzaron el océano. Quienes debían definir la sociedad lo hicieron observando modelos hegemónicos, sin la intención siquiera de crear una opción puramente americana. Las artes, en general, fueron modelos de réplica. Pero cada tanto aparece algo que es como una patada a lo establecido. En literatura lo podemos imaginar vagamente así: descripciones de lo identitario, escepticismo frente al modelos impuestos, literatura de margen, neobarroso, escrituras que contienen el ritmo de un habla que no pertenece a España, etc. De algún modo, es lo mismo que sucede cuando en medio de una selva se eleva una voz para cuestionar y organizar. Cosas que pasan mientras dejamos pasar el tiempo.
Cosas tan importantes como una biblioteca popular o periódico comunitario distribuido gratuitamente. En medio, los capitales extranjeros nos controlan y cobran por los servicios(¿o derechos?) básicos, y nuestros gobernantes de un lado y otro pero del mismo lado transan nuestras materias primas. En medio, no sabemos si someternos a la literatura gringa o a las películas orientales o a los pintores europeos, porque este es un mundo en el que estamos todos conectados; podemos viajar a través de estos no lugares, drogas contemporáneas en pantallas que jamás se apagan. Hemos de creer que el acto microeditorial es un reflejo de las prácticas precolombinas, con aprendizajes de supervivencia que demuestran que nada es casual. Cada grupo en su territorio debería entender la importancia política de sus ediciones, someter al lector a un cuestionamiento interno. No pasar un libro para embolarse más, sino pasar un fierro caliente empastado. Hemos de creer que el acto microeditorial está desplazado del
EDITORIAL
ego, del modelo Herralde que tanto seduce. O de la aspiración económica, vendiendo a los autores sus propios libros. Necesitamos creer que esas pequeñas miserias deben ser eliminadas. Es cosa de tiempo, quienes vayan en la misma línea dejarán atrás a quienes traicionan y estafan. Necesitamos entender el espacio como un campo de guerra intelectual, contracultural. Que cada libro sea un probable desplazamiento mental para el lector, para hacer el trabajo de erosión que hace el mar o el viento; silencioso, poco efectista, pero indetenible. Este tipo de modelo vital no podrá existir para siempre. Somos indios, me dijo una vez un amigo de mi padre, porque debemos trabajar hasta morirnos, cada día. Somos indios, cada uno en su territorio, generando nuevas maneras de pensar en la literatura, con los ojos abiertos incluso cuando estamos dormidos.
por Cristóbal Gaete
Por Cristóbal Gaete Editor
ideológica del colectivo, encarna el sentido de lanzallamas y muestra, de paso, el impecable trabajo gráfico de Nicolás Sagredo. Por Cristóbal Gaete
bate de estetas sobre epistemología china francesa a la espera de los cambios en la moda y dictablanda(…) Arroyo muestra un sorprendente oficio y tesón para un autor tan joven, visita y revisita imágenes en un ejercicio denso y absolutamente consciente de sí mismo. Contenido, en vez de efectivo; llamando al fuego, pero no describiéndolo, tentación tan pictórica. Si bien en el juego de las citas a veces se excede, es sin duda otro acierto de Ediciones del Temple, que cuando estemos todos muertos tendrá la mayor idea de la poesía chilena del futuro. Por Cristóbal Gaete
ALMANAQUE. Jaime Pinos Lanzallamas Libros Santiago 66 páginas
En otro de los libros del colectivo Lanzallamas, Carlos Droguett afirma que se escribirán muchos libros de la dictadura, y Pinos rehace el ejercicio en este contexto extendido de postdictadura. Desde la subversión del término que le da título-anotar todo hasta colapsar de datos-, desmaleza la realidad con un registro rítmico que supera la dificultad evidente de la tarea: el tono monótono. Pinos halla una ruta, nos hace navegar a la deriva con los ojos siempre abiertos a un ruido en la calle, en la televisión, en la memoria social: “(…)Numerosos detenidos 40 hombres/64 mujeres/18 niños /11 niñas en graves incidentes protagonizados por otros allegados disputando por la fuerza las nuevas viviendas(…)” Esta autoimposición de no poetizar lo banal/personal también justifica la elegía final, un grito contenido a lo largo de todo el libro. Almanaque reafirma la integridad
que desde los dieciséis años, decide documentar su vida en versos. En este ejercicio, son las citas, fotos y sensaciones las que van contextualizando este paso por lo concreto de la existencia, pero que va chocando con los cánones de una sociedad hipertecnológica y neoliberal. “Que “la caja”, que “el actuario” O que “el juez”. Que “mi cuento”, que “el de verde”, Y que “la contra apelación”. “Entiéndame que soy estudiante, y no poseo tal dinero”.” “Permiso, voy y vuelvo” opta por una clave poética simplista, donde los versos son livianos y necesitan ser reforzados por imágenes, formando una especie de anuario, o un diario de viaje convertido en libro. El fin de Cañas no es el hacer un poemario formal, pero que a fin de cuentas, termina mostrándonos la poesía que reside en lo simple de la vida: los amigos, el amor y la acción libertaria. Por Juan Francisco Urzúa
NATURALEZA MUERTA. Guido Arroyo Ediciones del Temple Valparaíso 100 páginas
El primer vínculo que salta a la vista es la conexión entre pintura y poesía, pero enunciar el libro desde allí sería hacerlo superficialmente. Este es un libro astutamente político que desde lo estético hurga en el recuerdo a veces social, a veces íntimo, enlazándose así a la poesía de Gonzalo Millán y fortalecida por su sustrato crítico:
Simón Cañas Nuestramerikaeditores Santiago 147 páginas
(…)Porque se trata del hedor anclado en los pliegues del pintor moderno, su sudor en el lienzo, una mancha húmeda: el de-
A la manera de una carta de presentación, Simón Cañas nos invita a entrometernos en el universo de un joven poeta,
DIRECTOR
EDITOR
DISEÑO & ILUSTRACIÓN
Juan Francisco Urzúa
Cristóbal Gaete
Harol Bustos
PERMISO, VOY Y VUELVO.
COLABORADORES Pía Sommer, Cristián Geisse, Diego Ramírez, Emilio Gordillo, Felipe Becerra, Jaime
Pinos, Julieta Marchant, Marcelo Mellado, Paulina Bermúdez, Priscilla Cajales.
GRADOCERO #3
Mayo 2011
Invitación a la
Literatura Latinoamericana.
Por Juan Francisco Urzúa
Es sabido hace mucho tiempo que la literatura de autores latinoamericanos que nos llega ha pasado por centros de poder; si no es Estados Unidos, es España o Argentina. Validados, la difusión viene hecha a la medida del paquete transnacional. La mayor parte de los autores, por más que ya no sean jóvenes o estén muertos, no cruzarán fronteras. Es objetivamente difícil hablar de literatura latinoamericana en o desde Chile. Desde el boom, no se ha propiciado una idea de avanzada. Quizá es necesario agudizar el oído y escuchar a quienes se cuelan entre las barreras comerciales, como lo hizo Bolaño. En la criticada entrevista que le hizo Warnken, a propósito de una de sus visitas, propició la lectura de Lamborghini, Copi, Rey Rosa, Gombrowicz o Arlt. O poner atención al catálogo de las cartoneras latinoamericanas, un fenómeno nunca estabilizado en Chile, que cuenta con el estándar literario argentino alternativo, pero también con prosa de Lihn, cuentos de Reynoso, novelas cortas de Levrero y poesía marginal brasileña de la década de los setenta. O atender a las redes que realiza un encuentro como el Con Rimel, que entrega una panorámica de la poesía latinoamericana femenina.
Esta invitación se hace también considerando el imperialismo cultural de los Estados Unidos, es imposible concebir que se traduzca al último autor de la Granta o el New Yorker y sea la revolución de forma automática. La literatura nunca ha tenido que ver con la moda y eso es lo que los medios de comunicación quieren hacernos ver. Leer literatura como un ejercicio frívolo o superficial; pasar de un autor a otro como canciones en las radios pop. Lo que necesitamos es (re)leer el neobarroso o a Lezama, por ejemplo, y buscar caminos para un estilo inatrapable e imposible, un estilo salvaje sudamericano. Dinamitar el punto seguido y la frase corta. Y, antes de todo, leer. Por ello pedimos a escritores a entregarnos una invitación a un autor latinoamericano con las condiciones: ni tan transnacional, ni tan popular, ni tan instalado. Renunciar a esto es muy Mc Ondo: ser unos chicos escribiendo/viviendo una película gringa en una ciudad latinoamericana. Y como lo han establecido los estudios de cultura popular latinoamericana, las clases altas se parecen en todas partes, así que tiene sentido su literatura. Lo que importa es lo que haremos nosotros.
Breve presentación de José Lezama Lima o por una erótica del texto.
Maorí Pérez
Por Marcelo Mellado(*)
Lezama Lima para mí fue (o es) un ejercicio clave de discipularidad. Su maestría es la convocatoria de una escritura hecha cuerpo deseoso. Narrador, poeta, ensayista, más que nada un agente escritural con la conciencia absoluta de articular una poética fundamental. Lezama es hijo directo del modernismo literario y de su emplazamiento republicano, construye su sistema poético en un contexto urbano, letrado y moderno (en la modernidad degradada latinoamericana). La Habana era su axis mundi. Gongorino acérrimo, conceptista áspero y citador lúdico. El barroco sería la síntesis de su trabajo intelectual, una práctica vital que se asienta en el poder de la palabra como eje constructor de imágenes o de la metáfora como instrumento del saber, pero no de cualquier saber, sino de uno que homologa al de un descifrador de códigos mistéricos del texto. Me quedo sobre todo con sus gestos retóricos (anagrama de eróticos), aquellos que quiebran con los géneros clásicos, sometidos a un intertexto oblicuo, tautológico, para que no quepa duda que escribir es también una propuesta de lectura, y que como dice Barthes, “leer no es pasar de una palabra a otra, sino de un nivel a otro”. Gestos erótico-retóricos como la imagen versal: “Deseoso es aquel que huye de su madre” en su poema Llamado del Deseoso, o “Deípara, paridora de Dios”, en sus Sonetos a la Virgen. O “Con los ojos irritados se contemplan la causalidad y lo incondicionado” (en Preludio a las Eras Imaginaria). Recuerdo haber escuchado en una grabación su voz de asma entrecortada, marcada tímbricamente por las aspiraciones de un habano. Pero el sibarita textual produce uno de los monumentos escriturales del continente, tributando un poco a la voluntad de ranking literario; simulacro novelesco llamado Paradiso, ruptura irónica del género. Habría que detenerse, fundamentalmente, en los capítulos séptimo y octavo, un delirio, en donde se despliega ese saber otro que invierte los términos culturales hasta el extremo, todo esto en el contexto de los placeres de mesa y de alcoba, entre los saberes y sabores del cuerpo desplegado. Su protagonista, José Cemí, dispositivo autobiográfico que podría releerse, según algunos críticos, como José soy yo, en un falso francés o distorsionado español, observa el mundo como un objeto corporal en permanente ebullición volcánico-retórica. En La Expresión Americana hay un texto sobre el barroco americano en que el autor se detiene en Ouro Preto, la ciudad barroca y, sobre todo, en el personaje mítico del Alejaidihno, un leproso impresentable que de noche construía la ciudad a golpes de cincel. El gordo Lezama tampoco tenía una fácil movilidad, ni corporal ni política, también era un impresentable constructor de imágenes, tenía, a su modo, esa ceguera borgiana o el mal de Tiresias (que en este caso parecía ser su sistema respiratorio). Las escrituras como las de Lezama son un peligro necesario, (*) Escritor. sin duda, para todos nuestros descuidos y miedos, mar- Un libro representativo de su obra es cados casi siempre por la borrosa imagen del padre. En Armas Arrojadiza (Metales Pesados), un momento cultural-político tan poco edificante para que compila una selección de sus nosotros; su trabajo, su imagen, es un llamado a nuestra cuentos. Es parte del taller Buceo matriz deseosa, textual. Táctico de San Antonio.
Por Felipe Becerra(*)
Conocí a Maori el 2004. Con 17 años ya tenía Cerdo en una jaula con antibióticos (inédito). En Cloacas nº 1 y 2, mostraba cuentos como “Ejes de mutación”, cuya energía desde entonces nos mareó como un vértigo precioso, y que, más tarde, incluiría en Mutación y registro (2007), su primer libro. Cuentos como “Cuando se apague el cigarro todos mueren” y “El sol es un parásito” son inexplicables. Ruedan como engranajes de una máquina de agujerear, alfilereo que horada toda representación social en busca de causarle fugas, filtraciones. Su política funciona como esa mecánica del desmontaje. Maori, escritor-mecánico cuya artesanía consiste en desensamblar a velocidades extrahumanas, lo muestra en Diagonales (2009), novela en la que importa menos quiénes son los personajes que el cómo se propagan. Novela-plano que no es estruc- (*) Escritor. tura, sino la red de relaciones de velocidad entre sus partí- Ha publicado Bagual, además de culas. Como nunca antes, novela cuyo personaje principal libros experimentales con el colectivo La Faunita. Reside en Valdivia. es la manada y lo múltiple: su contagio luminoso.
Alfonso Alcalde tocado por el rayo (Punta Arenas 1921 – Tomé 1992) Por Cristián Geisse Navarro(*)
Hay una vibración poderosa en lo que hizo Alfonso Alcalde que lo hará perdurar en el tiempo, muy cerca de Violeta Parra y Pablo de Rokha, sus padres verdaderos. Y es que eso luminoso y profundo en su vida y en su obra, está ahí ahora sólo porque no bajó los brazos y fue fiel a sí mismo. Fiel al “absurdo tesoro de la miseria”, fiel al ardor del hombre perdido en las pequeñas tragedias cotidianas, fiel a la carcajada como medio de salvación, fiel a la espiritualidad silvestre, fiel al enfrentamiento del hombre consigo mismo, fiel a su desesperada búsqueda de totalidad y fiel a su irremediable caída en la fragmentación. Más allá de esa atarantada experimentación sin límites que lo llevó a realizar poemas épicos interminables, obras teatrales de (*) Investigador y escritor. 24 horas, microcuentos, collages, poemas fotográficos y Ha gestado distintos rescates de la guiones de teleseries imposibles, uno sabe que Alcalde obra de Alfonso Alcalde. Ha publicaestá condenado a resucitar, porque fue tocado por el rayo, do libros de poesía y de narrativa con y lo que nos dio no nos lo ha dado ni nos lo puede dar su nombre o con seudónimo. Vive en La Serena. nadie más.
GRADOCERO #3
Mayo 2011
Invitación a la
Literatura Latinoamericana.
Cynthia Rimsky. Por Emilio Gordillo(*)
En uno de los momentos más emotivos de Poste Restante (2001), después de trazar una larga ruta por numerosos países no menos lejanos que el mismo Chile, siguiendo la huella de una firma en un brumoso álbum fotográfico, las palabras escritas por Cynthia Rimsky se plasman en ínfimos caracteres de un diario fantasma: La Nueva República. Es necesario forzar la vista para leer: Hace ocho meses me fui de Chile, huyendo de la imposibilidad; del amor y de tener una voz. Con ese mismo gesto minúsculo y genuino, Rimsky ha construido uno de los proyectos narrativos más interesantes de su generación, al margen de las tristes parcelas de rigor y las amistades forzosas – nuestra verdadera pequeñez -, sus textos evocan las más vitales caligrafías de Walter Benjamin, esas de Cuadros de un pensamiento, Infancia en Berlín hacia 1900 o Dirección Única. Desde la escritura, aquel arte de saber perderse, la experiencia se difumina, el acto de novelar se convierte en algo accesorio, un país emerge desde el interior de un sujeto. Quien no comprende las formas, aquí verá poco, escribió Benjamin refiriendo a un pueblo gris, y la frase bien podría representar a los lectores distraídos que hemos sido con la obra de Rimsky. Mientras, esperamos Ramal, como se (*) Escritor. espera un acto de valentía, Publicó “Los juegos mudados” de escritura, de ir siempre por Editorial Contraluz. Vive en Santiago. un paso más allá.
Víctor Hugo Viscarra (Bolivia 1958-2006) Por Priscilla Cajales(*)
“Nací viejo”. Así comienzan las memorias de Víctor Hugo Viscarra. Lo primero que me pregunto al terminar de leer este libro es de cuántas formas podemos conocer un mismo espacio, La Paz es el lugar por donde se mueve el narrador de este conjunto de crónicas. A ratos parece ser que la escritura es el único reducto de lucidez de quien es dueño de una perspectiva única, por biográfica, desnuda de cualquier arreglo estilístico pretencioso, lleno de imágenes crudas contadas desde el frío de las fogatas nocturnas, desde las orgias inevitables en centros de detención para menores, desde el hambre más radical. La decisión de mantenerse en el margen de una sociedad que parece no ofrecer nada está latente a lo largo de todo el libro. La transparencia del lenguaje, la rudeza y claridad en las descripciones, permiten salir de él con la idea de haber leído una advertencia para quienes creen conocer el frío de una noche latinoamericana tan oscura como la paceña; para quienes nos quieren contar el lumpen desde la comodidad y tibieza de sus escritorios, y es que cuando de marginalidad se trata, varios levantan la mano, en “Borracho estaba, pero me acuerdo, memorias del Víctor Hugo” Editorial Correveidile, Viscarra seguramente las conserva dentro de los (*) Escritora. bolsillos, el frío del amane- Publicó el poemario “Termitas” cer paceño, no ha dejado de en La Calabaza del Diablo. entumirlo.
WASHINGTON CUCURTO:
“Los escritores más importantes de una generación, los poetas más importantes, nacieron de pequeñas editoriales” Por Juan Francisco Urzúa
Los libros de Santiago Vega, más conocido en los terrenos literarios como Washington Cucurto, son nutridos por la choresa villera. La pasión, el sexo y la bachata, se articulan para mostrarnos la Latinoamérica que siente; que vibra entre la política y la fiesta, jodida por gobiernos y opresiones, pero que el ingenio mestizo sabe resistir. Fundador de la editorial Eloìsa Cartonera, y publicado por multinacionales, lanza desde Quilmes sus dardos guerrilleros hacia el conservadurismo de Vargas Llosa, defiende la independencia de las microeditoriales, y nos brinda una conversación rodeada del olor a selva, del color cobrizo del indio, y del ritmo movido del continente que se niega a morir antes de bailar la última de la noche.
LATINOAMÉRICA MESTIZA. ¿Por qué Latinoamérica sigue sangrando? Bueno, es evidente que estamos en una época de cambios. Siguen los problemas más graves, y que a nivel social aùn no son resueltos. Falta mucho para eso. Estamos todavía en una primera etapa, una iniciación a lo que podría ser un cambio social. En Latinoamérica todavía estamos en la prehistoria de esta revolución social y cultural. Es cierto que en estos últimos años ha habido cambios muy grandes, sobretodo de mentalidad, y eso permite que haya una toma de conciencia, de hacer las cosas. También hay muchas miradas opuestas: hace poco estuvo acá Vargas Llosa, él no es tan creyente en todos estos movimientos populares, que existen, que son reales, y apuesta de pronto por un libre mercado, una economía más liberal, que no sé si sea la más acorde para este momento histórico. Pero todo lo que hagamos con afecto, y con amor, puede trasformar la realidad. ¿Ves a Latinoamérica rodeada de cumbia o de los fantasmas de Rulfo? Es una mezcla de muchas cosas, me parece que tienen que convivir todas, y en esa mezcla, en ese mestizaje, se sacan las cosas más lindas. Latinoamérica es eso: un crisol infinito. Es lo atractivo de este continente. Creo que se debe seguir en esa idea, de mezclar, sumar, colaborar, incluir, de intercambiar.
AL SUR DEL CONTINENTE LITERARIO. ¿Te sientes parte de la literatura argentina? Sí, por supuesto… pero claro, ¿cómo no? Yo soy parte de una generación de escritores más o menos reciente, y también lo que uno manifiesta parte un poco del intercambio que ha tenido con los otros escritores de la edad de uno, con los que uno se junta, con los que uno aprende, con lo que uno lee. Por supuesto que me siento ligado a todos los escritores de acá. ¿Qué propone el realismo atolondrado que no haya abarcado ya la literatura marginal? Primero que no es marginal, sino que es central. Yo siempre digo que uno nunca quiere ser marginal, ni está bueno hacerse marginal de las cosas. Al contrario, ser central, ser partícipe, y de alguna manera el realismo atolondrado es como eso, una invitación a la participación.
GRADOCERO #3
¿Reconoces influencias de Zelarayán o Lamborghini? Si, por supuesto, las influencias siempre son muchas. Lezama Lima decía que cuando hay muchas influencias, de muchos lados distintos, entonces ya no existen las influencias. Creo que es así. Cuando uno mezcla muchas cosas distintas, sale una cosa nueva. Entonces, las influencias siempre están ahí, siempre son el gen básico de lo nuevo, de lo otro, de lo que puede llegar a ser distinto. Son también, la vida de lector que ha tenido uno. ¿Podrías contarme de la experiencia de editar con Del diego? Bueno, muy inspiradora, por supuesto muy bonita, la mejor etapa de mi vida fue hacer esos libros que hacíamos con Daniel Durand, con José Villa, con Juan Desiderio. Leíamos en la plazas, hacíamos tiradas de 25 ejemplares; eran grandes épocas de lecturas, de descubrir autores, de mostrarnos lo que escribíamos, de mucha producción, de mucha efervescencia. La gran época, digamos. Y con Durand se alcanzaba una complicidad? Sí, por supuesto. Durand era un autor muy influyente en todos nosotros que éramos un poco más chicos que él. El fue muy determinante para la mayoría de los escritores que comenzábamos o nos reuníamos con él. Un gran maestro.
Como ha sido la experiencia de editar en Chile? Muy linda, me han tratado muy bien en Chile. La edición ha sido realmente preciosa, las editoras me han tratado muy bien, así que solamente tengo agradecimientos para Cuarto Propio. Sé que recibí buenas críticas y malas críticas, como siempre, y eso me pone contento también.
LIBROS MADE IN CARTONERA. Fue Eloisa Cartonera quien empezó con el boom microeditorial? No, no, el boom microeditorial ya estaba con pequeñas editoriales. En Argentina había mucha efervescencia cultural, que se manifestaba en muchas editoriales armadas por los propios autores, gente muy joven que comenzaba en el mundo de las letras, y que han sido pioneras de todo un movimiento cultural que dura hasta el día de hoy. De hecho, los escritores más importantes de una generación, poetas más importantes, nacieron de esas editoriales. En lo que aportamos fue con el catálogo. Es un catálogo que es de época, lo que más o menos a finales de los noventa se estaba produciendo. No se difundía tanto, ya que muchos autores eran contemporáneos, estaban en
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plena producción, y bueno pasando los años se fueron conociendo, y de alguna forma si se quiere formaron parte de un nuevo canon latinoamericano. Hablo de Mario Bellatin, de Aira y muchos autores que nosotros hemos editado, algunos contemporáneos como Dalia Rosetti, Dani Umpi, Damián Ríos, Fabián Casas, que son autores que de a poquito han ido conociéndose en otros países de Latinoamérica. Los hemos difundido en una primera instancia, pero como te decía, obedece a un espíritu de la época. Habían muchas editoriales pequeñas, había mucha interacción alternativa, y eso generaba que se pudiese publicar ese tipo de autores. Pero bueno, responde básicamente a lo que se estaba haciendo en ese momento. ¿Qué piensas de la masificación de la experiencia cartonera por Latinoamérica? Bueno, estoy muy contento, me parece que está muy bien. Evidentemente cuando hay un fenómeno de esta naturaleza, de esta manera de editar, se replica en muchos lugares porque hay una necesidad. Quizás esta forma de los cartones doblados, de editar así de esta forma, sea una alternativa para suplir esa necesidad. Una alternativa de editar de otras formas. Por hoy día editar un libro, fabricar un libro, imprimir, es realmente muy costoso, quedaría solamente para algunas personas que tuvieran el capital necesario. Pero bueno, siempre hay que buscar alternativas, variantes, distintas posibilidades, y quizás con suerte se pueda editar un libro de otra manera. Hoy el proyecto cartonero ha mutado en una granja ¿podrías explicarnos las implicancias de esto? Bueno, Eloisa se convirtió en una cooperativa de trabajo. Entonces, ante la necesidad de sostener la vida laboral de la misma se trata de hacer otras cosas paralelas, que tengan algún punto de contacto con lo hemos venido haciendo. Por eso el tema de la granja y la huerta, que están en una etapa inicial, pero la idea es seguir produciendo los distintos elementos para vivir, y siempre con el mismo espíritu de hacerlo uno mismo. La idea es descentralizar un poco, que la gente de la ciudad se relacione con la naturaleza, que aprenda algo de agricultura, generar una microeconomía relacionada con las materias orgánicas, con alguna parte del reciclaje y con el aprendizaje de la cultura que representa la tierra. ¿Como ves la publicación independiente ahora que publicas por una multinacional? Yo siempre la veo que es un espacio donde uno tiene que intervenir, donde se pueden generar muchas cosas, con los amigos, con los pares que uno tenga afinidad, y eso es lo más importante. También la independencia, el tema del hacélo vos mismo, con el entretenimiento, el juego, el fantaseo. Todo eso está en el mundo alternativo de la edición. Jugar a hacer un libro, jugar a ser un editor. ¿Y no se genera un conflicto con este otro canon multinacional? No, vengo editando en pequeñas editoriales desde el año 97. Entonces, los espacios hay que aprovecharlos, tratar de generar algo con ellos. Es lo que siento, es lo que traté de hacer todo este tiempo. ¿Que autor chileno te gustaría editar? Bueno, son muchos. De pronto me gustaría editar a Elvira Hernández; soy un admirador de su poesía, y me parece es una autora que sería muy lindo editarla en la cartonería. La Calderón también me gusta. Bueno, a muchos de los que me gustan ya los he editado: Millar, Manuel Acevedo, Matías Rivas, Enrique Lihn, Lemebel. Es un catalogo demasiado chileno.
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Mayo 2011
CARLOS WILLIAMS
1.
PROPUESTA
La posibilidad de hallar un signo para la moralidad y revertirlo; en estas líneas el victimario es la víctima de un destino prefijado. Quizá la posibilidad de una creación intrínsecamente fuerte desde el aislamiento.
BIO.
Fue parte de los talleres de Canita Cartonera, en el Complejo Penitenciario de Alto Hospicio, que dieron como resultado la antología Ideas Ruidosas. De esa publicación se extraen los siguientes poemas.
LI BRES CREADO RES. POEMAS. El tiempo
Estoy cansado, corroído, desgastado no quiero seguir corriendo pero no puedo detenerme yo no elegí ser el verdugo del universo ustedes son los que me encerraron en calendarios y relojes ustedes fueron los que me dieron un nombre cuando yo no tenía conciencia de mi propia existencia ustedes fueron los que decidieron no llegar a la edad de Matusalén y ahora me echan a mí la culpa. Ciegos, ilusos, cínicos y mentirosos acaso fui yo el que no escatimó ni aún su vida para hallar la forma de autolimitarse Necios, quieren viajar a otras galaxias y cómo podrán hacerlo si ustedes mismos fueron los que crearon el límite Sólo dos cosas puedo envidiarles: la imaginación, aunque en sus manos sólo sea un arma poderosa para autodestruirse y su poder de acción, pues si yo lo tuviera hace mucho rato colgaría de un madero como lo hacen ustedes cuando sucumben ante la cobardía. Pero lamentablemente no puedo hacerlo porque ustedes me han convertido en su tormento eterno.
Oda a nuestro maldito amigo Qué poder tan maldito tienes
ROBERTO BESCÓS
2.
BIO.
Nace en Santiago en 1952. A publicado: Tiempo sin Raíces (1981), Artesanía en Duende (1989), Entrañas (1994), el ensayo Estudios en pasado en presente y Futuro¨ (2000), Como la savia (2002), Mata-noche (2002) Poética (2006), Plus (2005). Fundador de las revistas :Trapisonda y Caballomar. El año 1994 recibió el Premio Municipal de Arte en Poesía de la municipalidad de San Antonio.
de todos los venenos que existe en el planeta tú eres el mas adictivo vil asesino, ni el mismísimo Hitler pudo superarte en crímenes. Qué impunidad más grande la tuya, matas o atropellas a quien se te cruza por delante y nadie nunca podrá juzgarte maldito demonio asexuado, te da lo mismo con quien revolcarte. Desde que el mundo es mundo has logrado disfrazarte camuflarte y engalanarte con esas bestias de oro con Isabel la Católica de terciopelo y diamantes. Quién como tú, ha podido reinventarse plasmándote en billetes si hasta el plástico estrenaste. Las manos de las gentes hieden de tanto tocarte eres un cáncer inextirpable, putrefacto y nauseabundo, que del mundo entero te apoderaste infeccioso y puto dinero.
Sin culpa
Sí señor, soy el árbol del mal fruto pero puede la semilla escoger la tierra no es el que escoge el mismo que siembra. Sí señor, fui un tiro al aire pero puede la bala elegir su camino no es ese el trabajo del que aprieta el gatillo. Entonces señor, de qué mierda se queja si la lana se anuda la culpa no es de ella sino del jil que ovilla la madeja.
PROPUESTA
Siendo fiel al registro del habla, la falta ortográfica demarca la dimensión popular del texto, donde la situación nutre la búsqueda introspectiva del hablante, haciendo que lo material del territorio/historia, choque con los campos relativos de la temporalidad.
PERMISO DE CIRCULACIÓN I UN PAR DE DATOS AD HOC DE IMPORTANCIA PRECARIA. …el quien es quien i quien soi yo todos los yoes los ojos que algo han visto la mirada del poeta en el espejo retrovisor allí del fondo de los tiempos mírame el tiempo arriba deste bus del recorrido san antonio cartagena cerca del basural de la estación por hacer un experimento bajo a buscarme me encuentro con pasadas lecturas del libro rojo de mao i de los poemas de saint john perse quien soi yo en hilera desfilan en la bruma las siluetas sin cansancio ellas pasan y suenan cuando yo entre las siluetas la del abuelo vadeando el amazonas anotando nombres de pueblos de bichos de infames historias que tenían que ver con los negocios negreros del caucho huellas huellas huellas la sombra ardiente del corazón escrito de rosamel del valle o deste potrillo de hombre arrobada la cara en el bailotes del trompo cucarro cosquilleando en la palma de la mano también atraviésase la otra silueta en la orilla del mar la rucia coqueta de los quince años el quien es quien quien lo sabe yo vengo de una tarde verde salvada de la guerra la guerra militantos i de los cientos de treguas yo cabro chico los días en que el pulpo de la cachimba alzábame en el aire tenía la boca llena de la arena de isla negra en esos entonces seguro que neruda estaría en capri
escondido con la matilde en isla negra solo el cuidador echándole vistazos al locomóvil i a la brisa en el pinar por los años cincuenta el caballo ibáñez había regresado a morandé ochenta cómo pudo haber regresado el caballo ibáñez milico culiao homófono regresaba dando de rebenques sobre la escoba del absurdo el país ya había pasado la vergüenza de pisagua quien soi yo revelarlo colma la paciencia anoche una vez más pensaba en las cosas que fueron la voz de edith piaf rebotaba en las paredes pensaba en aquellos que rumbearon cerros memorias eldorados la propuesta es rescatar de la huesera la historia universal que nos palpita agitada en los genes llegué a la punta del cerro i al oriente del espejo arranquéme las máscaras ahora está lloviendo en el territorio como los perros he marcado territorio i cuando llueve ahora que llueve siéntome liberado de las ánimas de carne i hueso las fealdades de todos los días quién creo que soi mi biografía está poblada de cuartos con ojos de gatos negros durmiendo en el closet libretas con apuntes hechos con letra de médico parece que hai alguien en cualquier parte de quien es uno la sombra dese que habita en esta casa antigua como el agua aquí uno o la sombra de alguien se amanece dibujando las plantas del paraíso región cuyos vestigios divísanse en las paredes del cráneo realidad de algún mito o mentira así de simple quien se fugo de mí antes de quien es quien mi biografía no me pertenece
Trinchera Literaria
GRADOCERO #3
Mayo 2011
- Por Juan Francisco Urzúa -
EL JARDÍN DE LAS PECULIARIDADES. Jesús Sepúlveda Nihil Obstat Olmué, Valparaíso. 141 páginas.
Sepúlveda se decide a considerar lo peculiar, lo único: en como naturalmente siendo diferentes podemos aportar a nuestro entorno sin dañarlo. Esto encontrando la belleza en el imaginar un lugar diferente y libre, donde a través del lenguaje y la interioridad, el sujeto se libere de la domesticación del sistema estandarizador, dejando la cuantificación para volver a reconsiderar la belleza. Para esto nos propone que “la mejor manera de defender la tierra y autodefenderse de la agresión política, policial, militar, imperial, industrialista, desarrollista, invasora, conquistadora, ecocida, genocida, femicida, etcétera, es respetar la vida a ultranza, sin prestar oído a la bocaza de los comisarios”. El ensayo se plantea de una manera poética y pedagógica, donde la vida se expresa de una manera libertaria, y la naturaleza es reconsiderada. Jesús Sepúlveda no busca acomodar su discurso a las dinámicas de la academia, ni la occidentalización europea, sino a la contextualización de un ecosistema latinoamericano e indigenista, cosa extraña en la formulación moderna de la intelectualidad, pero absolutamente necesaria para la liberación. El “Jardín de las peculiaridades” es el último grito de advertencia sobre el futuro de nuestro ecosistema, de nuestra libertad natural. La última ventana para volver a apreciar en armonía la naturaleza, en forma bella, libre y alegre.
La sociedad contemporánea ha ido destruyendo su ambiente. Desde la deforestación de la selva, extinción de especies, erosión de la tierra, contaminación de las aguas y el aire, hasta la instrumentalización de los hombres y la cosificación de la vida humana. En este tránsito, no solo hemos dañado la materia de nuestro entorno sino también nuestra espiritualidad, y, lo que es más grave aún, nuestra libertad. Desde la relación social, política y familiar, hasta la salarización de nuestro trabajo, el ser humano ha ido cediendo su libertad en pos de la homogenización imperialista de los ejes mundiales de producción. Esta carencia de autonomía, ha terminado por separarnos de los seres naturales, como el puma o el helecho, convirtiéndonos en autómatas tecnológicamente desnaturalizados. Desde este prisma se plantea “El jardín de las peculiaridades”, ensayo anarco ecologista del poeta, psiconauta viajero y doctor en filosofía Jesús Sepúlveda, quien nos propone el replantear las bisectrices por las cuales ha optado la humanidad en su desarrollo, por la naturalidad, libre y peculiar del jardín. “Yo utilizo la metáfora del jardín para explicar el sentido de la peculiaridad que percibo en la naturaleza con el fin de desarrollar mi crítica contra la estandarización y homogenización civilizatoria. En un jardín, cada flor, planta e insecto tiene una función y razón de ser, incluso la maleza, que crece en espacios sin cultivar, porque todo brota, florece y se marchita cíclica y permanentemente. En este mismo jardín, cada flor, planta e insecto es único e irrepetible y jamás habrá otro igual, aunque lo clonen.”
CÉSAR CABELLO SALAZAR
3.
BIO.
César Cabello Salazar nació en 1976. Ha publicado Las edades del laberinto y EpewFábula. Nuevo imaginario visual de la poesía mapuche contemporánea. Ha obtenido importantes premios y ha sido incluido en antologías de poesía mapuche dentro y fuera del país. Industrias CHILE SA, será editado a mediados de año por Piedra de Sol, proyecto editorial que dirige.
PROPUESTA
La capa que genera el discurso inclusivo es una estrategia inteligente para esconder la ironía y desnudar la fragilidad y miseria del sistema social.
FRAGMENTO DE DISCURSO DEL PRESIDENTE Y CAPITÁN DE INDUSTRIAS CHILE S.A. Antonio Romano Montalbán En el acto conmemorativo del bautizo y zarpe De la mentada embarcación Camaradas e Indigentes de Chile: Saludo a los lienzos y pancartas navales que se encuentran en esta concentración. Saludo a los familiares y amigos de los que hoy parten. Saludo a los sin Patria, a las banderas negras de los partidos y movimientos políticos que participan del bautizo y zarpe de Industrias CHILE S.A. Saludamos a los viejos despostadores y arponeros, de los libros de Melville y Salgari, que se han sumado al difícil negocio de levantar un país flotante, en altamar. No somos un barco fantasma ni los restos materiales de un navío extraviado y sin norte. Somos más reales que el hueso y la calavera que –a tiro de cañón y espada- impusieran en nuestras costas la piratería inglesa y otros buques de terror. Somos más modernos, jóvenes y, de verdad, estamos más locos. Créannos. En el año de La Rata –para los chinos- sentimos la ausencia de alguien que siempre estuvo junto a nosotros: la destacada bibliotecaria y maestra normalista, doña Isabel Ramos. Sin su
delicada asistencia e intercambio de libros de literatura infantil y adolescente, esta empresa no hubiera sido posible. Su voz ronca y fríos modales permanecerán para siempre en nuestros corazones, como ese poema de Perse, titulado “Para conmemorar una infancia” (a veces mal traducido como “Palmeras”) en el que un mozuelo, en edad de merecer, recuerda los endiablados muslos de las sirvientas negras que trabajaban en su colonial casa de padre diplomático. Dos cosas aprendimos de la lectura de ese retrucado poema señorial que Isabel Ramos nos encajara en la memoria: la primera, a configurar una conciencia de clase, marginal y libresca (todos éramos hijos o hermanos de sirvientas o empleadas de aseo recién llegadas a la capital); y, la segunda, a ocupar el resentimiento como un combustible necesario para nuestras lecturas y escritos venideros. Esto se trata de un viaje por la memoria y la alucinación, hasta ese lugar inhabitable en que un día comenzamos a escribir y a ser vistos como literatura. Es cierto que, muchas veces, nos aprovechamos del descuido y la desorientación de la Sra. Ramos, robando libros de los estantes de su pública biblioteca, donde ella las emprendía de guardia, prestamista y jefa de local. Es a ella quien agradeceremos las páginas de viento favorable y presas gordas que saquemos de este viaje imaginado, pero también la injuriaremos las noches de calabozo y pesca estéril. Como buenos hijos de la desgracia americana, nuestra gratitud es siempre a la conveniencia.
GRADOCERO #3
Mayo 2011
SITIO
EDITORIAL
ACTIVIDAD
CARNICERÍA PUNK
CUADRO DE TIZA
SEA BREVE, POR FAVOR
Somos un centro cultural independiente, una carnicería de barrio inserta dentro de unos block social en pleno Santiago centro, un lugar intervenido sin modificar su estética. Decidí transformar el frío anestesiante de esas murallas blancas y convertir lo que quedaba de la carnicería en el refugio de la poesía: los ganchos de carne se convirtieron en vírgenes de Guadalupe, en luces flúor de color rosa, en papel, textos, anotaciones, frases, café y libros. Coleccionamos nuestros referentes pop/literarios en la pared y funcionamos como taller literario un día a la semana en distintos grupos: taller de novela, de fanzine, de escritura creativa; un nivel básico donde terminamos armando una antología de poesía colectiva entre todos los integrantes; un nivel avanzado en que en casi un año de trabajo ayudo a un grupo de autores jóvenes a armar lo que serían sus primeros libros. Así, formamos las colecciones de poesía “Decoración para una dueña de casa” y “Decoración para un carnicero terrorista”. Desde este mismo lugar, como una forma de visibilizar y cobijar las obras, surgió el proyecto de transformarnos en microeditorial: la Editorial Moda y Pueblo, donde trabajamos a partir de la fotocopia y corchetera; con ediciones limitadas y enumeradas que buscan ser vendidas a bajo precio y rescatar el concepto estético de fetiche del libro por medio de diseños de libros objetos, es decir, reivindicar desde la cita comercial al libro como un objeto único de arte, inclasificable e inencontrable.
Cuadro de Tiza Ediciones es una editorial independiente de plaquettes de poesía, dirigida por Luz M. Astudillo, Alexia Caratazos y Julieta Marchant, que hasta la fecha cuenta con ocho publicaciones. Este año el catálogo estará compuesto por nueve autores, entre los que se encuentran Diana Bellessi, Damaris Calderón, Christian Aedo, Elvira Hernández, Nadia Prado, Ana Gorría y Víctor López. Desde la apuesta de salirse del formato libro, apela a unidades breves de poesía, provenientes tanto de autores inéditos como editados. Así, el formato plaquette hace accesible textos a partir de una materialidad sencilla, que no distingue entre autores considerados consagrados o noveles. A su vez, abre el campo de la traducción dentro de las microeditoriales: cuenta con las traducciones de Abejas de Sylvia Plath y de Poema sobre mis derechos de June Jordan, trabajadas por Rodrigo Olavarría y Verónica Zondek, respectivamente. Y, por último, pretende difundir autores extranjeros o que residen en el extranjero (es el caso de Silvia Guiard, poeta argentina; Marcela Parra, poeta chilena residente en España; y próximamente la argentina Diana Bellessi y la española Ana Gorría). Finalmente, cabe destacar que cada plaquette propone una lectura desde su portada, conteniendo una obra visual de un artista, en general, recomendado por el autor.
La Corporación Letras de Chile, con el auspicio del Departamento de Extensión de la Universidad de Valparaíso, está organizando la 3º versión del encuentro chileno de minificción Sea Breve, por favor, que convoca a cultores, estudiosos y admiradores de este género que renueva la narrativa actual y cobra, cada día, nuevos lectores en todo el mundo. Las versiones realizadas el 2007 y 2008, contaron con una excelente participación nacional e internacional, algo que se repetirá este año. La minificción es un género iniciado en Latinoamérica por Rubén Darío y que ha sido cultivado por grandes escritores como Monterroso, Denevi, Borges, Cortázar y muchos otros. En el mundo hispanoamericano, especialmente en España, México, Venezuela, Colombia, Argentina y Chile, ha crecido el interés editorial, publicándose con mayor frecuencia antologías y libros autoriales. La inauguración es el 30 de mayo a las 11:00; el 31 de mayo, 1 y 2 de junio las jornadas comienzan a las 15:00.
Por Diego Ramírez
http://www.moda-pueblo.blogspot.com/
Por Paulina Bermúdez
Por Julieta Marchant
http://cuadrodetizaediciones.wordpress.com/ Contacto: cuadrodetiza@gmail.com Facebook: cuadro de tiza ediciones
PERDIDOS LEYENDO TRADUCCIONES:
Carlos Droguett La poética del terremoto Por Jaime Pinos
Opino, pues, reiteradamente, que la literatura chilena, y en esto también me incluyo en la parte que me corresponda, es frívola, espiritualmente pequeña, irresponsable, no tiene garra, no tiene coraje, no tiene imaginación, profundidad ni estilo, vive de espaldas a la realidad chilena, no sólo la realidad histórica sino la realidad no escrita, desgraciadamente no escrita, que pasa por ahí afuera en estos momentos o que pasará mañana o esta noche cuando baje el viento de los cerros. Eso escribía Carlos Droguett, hace cuarenta años, en un texto titulado La literatura chilena de espaldas a la realidad nacional. Un diagnóstico lapidario. Aunque, desde cierto punto de vista, su validez pasada y actual depende de cuán grande o trivial sea la exigencia que se le hace a la literatura chilena. Hoy, en tiempos de complacencia, pasotismo y espectáculo, escasean escritores como Carlos Droguett. Escritores que se lo exigen todo a la literatura. Valentía, por ejemplo. La primera de las virtudes políticas, según Hannah Arendt. Creo que, en el caso de Droguett, valentía significa, esencialmente, dos cosas: realidad y compromiso. Desde luego, hacerse cargo de la realidad de este país es un gesto de valentía. Hacerse cargo, en el sentido de escribir sobre la larga historia de violencia que, como un reguero de sangre, ha marcado a fuego la vida chilena. Hasta hoy. Escribir sobre eso, haciéndose cargo de todas esas muertes. Asumir la realidad como pie forzado. Los temas míos los cojo de la vida, y la vida es violencia, miseria e injusticia dice Droguett. Ser realista, enfrentar la muerte para evitar la impunidad, la muerte definitiva que es el olvido. Para reivindicar todas las sangres de todos los crímenes oficiales y particulares que en nuestra tierra se han vaciado con silencio o con ruido. Una escritura contra la impunidad, contra la amnesia. Una escritura apostada a la certeza de que no estamos solos mientras recordamos. En cuanto al compromiso, una idea extemporánea a la luz de los tiempos que corren, Droguett defiende una escritura que involucra a quien escribe de forma total. Antes que una adscripción partidaria o burocrática, el compromiso es para Droguett una actitud y una práctica que igualan la literatura y la vida: creo profundamente que solo hay literatura comprometida. Para mí la literatura es un acto total que interesa al cuerpo y al espíritu del escritor, en términos teológicos, como un sacramento, en términos psiquiátricos, como un suicidio. Un sacramento o un suicidio. Escribir como un acto que tiene esa trascendencia. Que anula, en la
radicalidad de su sentido vital, cualquier frivolidad. Jugarse la vida en la escritura. Escribir como se respira, con la misma extrema sencillez que lo hace esa estupenda improvisadora que es la vida. Pero, sobre todo, cuando constato lo escasos que son en estos días escritores de la estirpe de Carlos Droguett, pienso en la dignidad y la entereza moral que tipos como él representaron, en los dichos y en los hechos, para la literatura chilena. Demasiado mordaz, demasiado punzante, demasiado intolerante. No hizo nunca nada por alcanzar favores, honores, distinciones. Así describe Luis Iñigo Madrigal a Droguett. El mismo que definió como un soberano bledo el Premio Nacional. El mismo que siguió sospechando, aún en la hora del reconocimiento, de cualquier instancia de legitimación más allá de la prueba irrefutable del tiempo. El único jurado valedero para dirimir la trascendencia o intrascendencia de un texto: el único jurado a prueba de influencias, humores, presiones y frivolidades es el más remoto futuro. Vivimos en la catástrofe. Una catástrofe social, cultural y, más allá de nuestra fronteras, civilizatoria. La violencia, la miseria y la injusticia, siguen siendo tema. Frente a esa catástrofe, la literatura chilena se halla en la misma encrucijada que describiera Droguett hace cuarenta años. Darle la espalda o hacerle frente. Los terremotos en nuestro país van jalonando los siglos matando gente. Con la limpieza de una industria, matando gente, pero dejando a Chile vivo, cada vez más vivo y despierto. Histérico como es, atormentado y callado, esencialmente nocturno. Este artista es nuestro mejor cronista, el gran novelista chileno. Una poética del terremoto, la recurrente metáfora nacional de la catástrofe. Eso es lo que encarna, en su literatura y su vida, Carlos Droguett. Una literatura escrita, palabra a palabra, en medio de la limpieza industrial y mortífera de un desastre humano llevado a estas alturas al nivel de la sofisticación. ¿A quién le será permitido hacer el comentario de la catástrofe? preguntaba el filósofo Patricio Marchant. A los que tengan la valentía para hacerlo, respondería Carlos Droguett. A los que asuman la poética del terremoto. A los que den la cara y afronten, sin desviar la vista, la realidad por dura o aciaga que sea. Los que le pongan el cuerpo y la letra a esa realidad que pasa por ahí afuera en estos momentos o que pasará mañana o esta noche cuando baje el viento de los cerros. Valparaíso. Abril de 2010.