EDITORIAL

Inflación a la baja, todos ganamos

La economía de México está mostrando fortaleza en varios frentes. Un indicador que ha sorprendido es el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), y que, para el consumidor, en su día a día, es clave para su bolsillo.

Apenas, hace no más de 18 meses, la inflación alcanzó niveles alarmantes. En México y muchos países superó 9.0%, provocando alarma por el efecto dominó (alza de precios) que ello trajo en muchos sectores, entre ellos el agrícola y agroindustrial.

A la fecha, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la inflación general anual se ubicó en 4.79% en la primera quincena de julio. El organismo detalló que, dentro del índice no subyacente, a tasa quincenal, los precios de los productos agropecuarios incrementaron 1.13% (entre ellos aguacate y cebolla), mientras que los de energéticos y tari fas autorizadas por el gobierno bajaron 0.17 por ciento.

Son datos relevantes. Decíamos que no hace mucho, el año pasado, los precios impactaron al mundo. Los fertilizantes, por ejemplo, que es uno los principales insumos para la producción de alimentos, aumentaron más de 300 por ciento. Fue irreal. Para nadie es un secreto que la inflación, por cada punto porcentual al alza, suma a un millón de personas a la pobreza. Es el indicador que más daña a la economía de un país y que afecta, directamente, los bolsillos.

De hecho, si el costo de la producción de los alimentos sube, como fue el caso con el alza mundial de la inflación, el efecto es directo en los consumidores. Es así de directo.

Es cierto, no podemos cantar victoria. Hay muchos pendientes por superar en el país, no solo económicos, sino de inseguridad, por ejemplo. De manera puntual, en el sector agropecuario sigue habiendo altos costos que afectan a los productores.

En esta edición damos cuenta de los principales obstáculos que enfrentan las unidades de producción y que limitan su desarrollo y competitividad. El Censo Agropecuario 2022 los enumera: altos costos de insumos y servicios; baja de precios o disminución de ventas a causa de la pandemia del Covid-19; factores biológicos; pérdida de fertilidad del suelo; inseguridad y dificultades para la transportación. Urge hacer algo.

Es decir, estamos lejos de resolver la problemática que impacta negativamente al sector agroalimentario; sin embargo, la reducción que presenta la inflación es una buena señal para todos. Debemos mantener el ritmo y seguir trabajando por México. Y, en esta tarea, todos somos responsables.