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Agro Emprendedores

MONTSERRAT GARCÍA

SUSTENTABILIDAD YRENTABILIDAD, CAMINOS EN EL AGRO

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LA SENIOR MANAGER de Estándares Sociales y Ambientales para Américas en Conservación Internacional, señala la necesidad de nuevos modelos de producción de alimentos.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), existen cerca de 200 millones de hectáreas de tierras degradadas en América Latina y el Caribe y en 50% de los suelos agrícolas existe algún grado de erosión debido a un mal manejo y pérdida de la cobertura vegetal.

Montserrat García Sámano, Senior Manager de Estándares Sociales y Ambientales para Américas, en Conservación Internacional, narra para Gigante Agroalimentario su labor en esta organización no gubernamental (ONG) y puntualiza la necesidad de transitar hacia modelos de producción que sean sostenibles y sustentables, sin dejar de lado la rentabilidad y la parte ética en beneficio de quienes cumplen la importante labor de alimentar a México y al mundo.

“Nací en la Ciudad de México y desde pequeña siempre tuve interés en la naturaleza, aunque soy súper citadina y nadie de mi familia tiene cercanía con el campo. Siempre estuve atraída por entender cómo eran los procesos biológicos, químicos, lo que pasaba en el suelo y en la atmósfera.

“En principio quise ser bióloga marina y después encontré la antropología, que es una ciencia que involucra el conocimiento de otras ciencias como historia, biología o lingüística y a partir de ello quedé maravillada y quería comprender más por qué los seres humanos hacemos lo que hacemos, cómo se han construido las sociedades, cómo hacemos el manejo de los recursos naturales y entender cómo la diversidad ecológica está conectada a esta diversidad cultural”, reconoce García Sámano, quien se especializa en etnología.

Relata que llegó a Conservación Internacional (CI) hace casi 4 años y su labor es dar soporte técnico a los países para el cumplimiento de los estándares sociales y ambientales que tiene CI como institución y el cumplimiento con los donantes; también para asegurar que los proyectos cumplan con la visión de derechos humanos y la legislación ambiental que cada país tiene.

CI está en más de 30 países y ejecuta a cabo una amplia diversidad de programas que impactan positivamente en el sector agropecuario. “En México trabajamos con productores de café y de cacao promoviendo y fortaleciendo prácticas amigables y sustentables no sólo con el suelo sino también con la biodiversidad, con el agua y que, además, que tengan un beneficio social”, dice García.

Recuperar tierras degradadas en América Latina y el Caribe produciría 23 mil millones de dólares en beneficios netos en 50 años.

Montserrat García Senior Manager de Estándares Sociales y Ambientales para Américas CI.

SUSTENTABILIDAD, UN CONCEPTO MÁS AMPLIO

Sobre la forma en la que hay que comprender la situación que atraviesa el planeta, Montserrat considera que hay que ampliar la visión de las distintas partes involucradas.

“Algo que hay que entender es que la producción sustentable no sólo busca evitar daños al medio ambiente, sino también a la salud de los seres humanos y considerar la parte ética del trabajo remunerado de las personas que nos alimentan. Hay un trabajo impresionante de productores y productoras, y hay que reconocer la labor que realizan.

“Para ser sostenible, la agricultura debe satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras, y al mismo tiempo garantizar la rentabilidad de la producción, sin olvidar la parte del cuidado del medio ambiente, la equidad social y entender cada uno de los eslabones de las cadenas. Es fundamental cuestionarnos cómo estamos produciendo y cómo estamos consumiendo. En CI apoyamos modelos de producción más sustentables que también sean rentables”, añade.

García Sámano señala que hay dos visiones de la producción de alimentos. “La que es más de agrosistemas y la que es más industrial, en algunos casos ya hay comunicación entre estas dos vertientes, pero en otros aún no se da ese diálogo. Los retos y perspectivas a futuro del sector agrícola deben ser transitar hacia modelos mucho más sustentables, sostenibles y éticos. Ya existen programas que han funcionado y esperaría a que hacia allá fuera esa visión”, finaliza.

Hay datos de la FAO (de 2017) que señalan que, a nivel global, por cada dólar invertido en la restauración de bosques degradados se pueden obtener entre siete y 30 dólares en beneficios económicos.

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