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Destinos
La gente que ama a las cocinas tradicionales, seguro adora a una entidad que se reconoce por ser un exponente de joyas culinarias únicas: chilmole, poc chuc, salbutes y panuchos; brazo de reina –dzotobichay–, cochinita pibil, relleno negro, papadzules, mukbil pollo, tzic de venado, sopa de lima y una interminable lista de platillos de sensaciones e historia.
Y es precisamente este último punto, donde Yucatán también es enteramente rico, razón por la que en años recientes, el sector turístico ha puesto más empeño en rescatar las antiguas edificaciones, luego de que décadas atrás, por ejemplo, fueran demolidos algunos edificios emblemáticos del primer cuadro de Mérida, como el Centro Escolar Felipe Carrillo Puerto –conocido popularmente como “Chetumalito”–, el Olimpo, el Hospital de San Juan –del convento de San Javier– o muchas de las casonas porfirianas del Paseo de Montejo.
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Así, en un esfuerzo por reconsiderar el valor de la arquitectura novohispana, las instituciones federales y normativas, además de algunos gobernantes locales y ciudadanía en general; pusieron interés en el legado cultural, para promover la subsistencia patrimonial, como parte de una labor continua y especializada, enfocada a diversos rubros.
Y es que, ya lo hemos visto en otras localidades como San Miguel de Allende Guanajuato, donde se han rescatado inmuebles de valor histórico, para ser adaptados y convertidos en museos, restaurantes, hoteles, para conservarlos como joyas arquitectónicas pero además, esa fórmula es un éxito para atraer al turismo y reactivar la economía; pues mundialmente algo es puntero: los viajeros disfrutan de la gastronomía local, saludable y diversa, pero también de ambientes restaurados e históricos, en destinos afamados por su belleza natural. bEllEza hEnEquEnEra
En tierras yucatecas, crece el nuevo concepto de las haciendashotel, espacios históricos, que son acondicionados para brindar magnificencia y comodidad a los visitantes.
Estos sitios, se componen principalmente de un casco, la casa principal, una considerable extensión de tierra, instalaciones de producción, además de viviendas y áreas de servicio para los trabajadores.
En la actualidad, muchos de estos inmuebles perduran, aunque la mayoría han pasado largas temporadas de abandono y por ende, han perdido gran parte de sus instalaciones. Otra porción, ha sido restaurada y en sus cascos, los viejos muros y techumbres han sido convertidos en exclusivos hoteles, sector que de manera general y según el secretario de
la lista del viajero… Al visitar las haciendas de Yucatán, no te puedes perder: • Un masaje tradicional maya • Probar el agua de chaya • Llevar a casa productos hechos con henequén • Investigar más sobre medicina tradicional y/o adquirir productos botánicos locales. • Disfrutar de los jardines, bajo la luna y las estrellas
Fomento Turístico, Saúl Ancona Salazar, alcanzará al final de este sexenio, una derrama económica de más de seis mil millones de pesos.
un poco dE historia
Antes de hacer un breve recorrido por las haciendas más bellas de Yucatán, andemos un poco sobre el origen y desarrollo de estos lugares.
De acuerdo con el gobierno del estado “a partir de 1543, se empiezan a repartir las tierras [de Nueva España], por órdenes del rey, a los primeros colonizadores que poblaron Yucatán, quienes comenzaron a recibir así los frutos de las encomiendas, pero el bajo rendimiento de las mismas los impulsa a establecer nuevas ‘estancias’ en aquellos rústicos terrenos que les habían entregado”.
Lo anterior para hacer la producción ganadera, que era muy rentable, de ese modo surgieron las estancias de ganado vacuno, caballar o porcino, que se extendieron por toda la península; además se inició la producción de una planta que se explotaría a gran escala.
“El henequén creó un escenario completamente nuevo que abarcaba el paisaje y los edificios de la hacienda –incluyendo las viviendas de los trabajadores–. La casa principal expresaba la presencia del hacendado; la de máquinas, era concebida muchas veces como un verdadero templo o palacio del trabajo; la iglesia o capilla, como parte de la morada principal; las de los trabajadores –modernas también, de mampostería y teja–, ubicaban al peón en el nuevo mundo apropiado por el patrón, que abarcaba
¡otras Más!
Es verdad que son destinos vacacionales, pero también son un escenario histórico, repleto de magia y variedad; así que otras haciendas imperdibles son:
hacienda Katanchel
Rodeado por bosques y muy íntimo es este inmueble de 20 hectáreas, con jardines, huertos y cuatro suites. Cerca del lugar, está el sitio precolombino de Ake, que es parte del legado maya regional.
hacienda Uayamón
Construida entre los siglos XVII y XIX, su arquitectura y el ambiente natural que la rodea, la convierten en el cuadro perfecto; al venir, el viajero puede aprovechar y visitar Edzná, un sitio arqueológico invaluable.
todo el territorio visible”, explican las autoridades de Yucatán.
Ya cera de 1940, la comercialización de los hilos sintéticos, derriba a la industria del henequén y por consecuencia, al éxito de las haciendas.
¡impErdiblEs!
La labor de conservar las haciendas y hacer que recobren su auge, no ha sido sencilla, pues además de tener amor por la cultura y la historia, los empresarios han invirtiendo mucho dinero en su restauración.
Pero gracias a esos esfuerzos, dichos inmuebles ahora albergan negocios como paradores de lujo, casas de campo, salones de eventos sociales y han recuperado mucho de su belleza original, que los convierte en escenarios perfectos para los turistas locales e internacionales.
hacienda teya
Los fanáticos de la exclusividad, serán felices en este sitio con alberca interior, estilo barroco colonial, un campanario y seis suites, que ha albergado a grandes personalidades como Hillary Clinton o la Reina Sofía de España.
Chenché de las torres
Es una impresionante construcción cuyo estilo podría recordarnos a la época medieval, pues la arquitectura de su casa principal y el cuarto de máquinas, tienen colosales torres que parecen las de un castillo.
Chichén & Yaxkin spa
Fue la primera hacienda yucateca convertida a hotel; actualmente es un Eco-Spa Resort, ubicado en Chichén Itzá. Sus instalaciones tienen un museo, un templo ceremonial maya, jardines, un centro de servicios para huéspedes y otro de sanación holística.
santa rosa dE lima
Este sitio tiene un enorme jardín al frente, que en sus tiempos fue un espacio abierto; aún conserva dos plazas públicas y un patio grande. Cerca de1899, la hacienda fue adquirida por los hermanos García Fajardo, convirtiéndola en una de las más importantes productoras de henequén.
Tras su restauración, Santa Rosa preserva su combinación de elementos coloniales, clásicos y modernos; ofrece 10 elegantes suites, con muebles de época.
La casa principal alberga al restaurante del hotel y tiene un jardín botánico de nueve mil 200 metros cuadrados, donde la Fundación Haciendas del Mundo Maya, fomenta el empleo y la medicina tradicional.
En el sitio también se imparten talleres artesanales de técnicas con henequén o con joyería de filigrana de plata, donde trabajan mujeres de la cooperativa Kichpancoole,
san pEdro ochil
Es un parador con paisajes de plantíos de henequén; tras una caminata, está el famoso corredor donde se imparten talleres artesanales y se ofrecen diversos productos; en fomento a la economía local y en apoyo a sus mujeres trabajadoras.
Este lugar ubicado a 48 kilómetros de Mérida, es famoso por su cocina tradicional; se pueden encontrar los tunich, panuchos, kimbombas de pollo, pollito abalá, venado en escabeche, polcanes e infinidad de delicias gastronómicas.
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tEmozón
A 37 kilómetros de Mérida, en la ruta Puuc, se ubica este bellísimo inmueble, que en 1655 fue registrado como estancia ganadera, que tenía por hacendado a Diego de Mendoza, descendiente de los Montejo.
Como ocurrió con muchas haciendas, cerca de 1850, se apostó por la producción del henequén, con grandes y jugosas ganancias.
Temozón tiene ahora 28 lujosas y ambientadas suites, situadas entre un entorno natural privilegiado, que incluye grutas y cenotes; también bellas terrazas, alberca y un spa.
a CUidar los tesoros históriCos
A Yucatán le sobra la riqueza prehispánica y colonial que se debe rescatar para evitar que se pierda, opinó Iván Batún Alpuche, director de Organización Social de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) de la entidad. El funcionario, explicó que en cada uno de los municipios fuera de Mérida, hay ese tipo de riqueza, como construcciones precolombinas y monumentos del siglo XVI, muchos de ellos en poblados con gran marginación, pero que son un atractivo que vale la pena conocer y preservar. Como ejemplos, citó a la comisaría de Ichmul, en Chikindzonot, donde hay un complejo arquitectónico abandonado; Cuncunul, en el que se crearon las primeras estancias españolas de producción pecuaria y algunas haciendas; Chebalán –con construcciones del siglo XVI–; Dzilam González –que ostenta iglesias levantadas en el siglo XVII, sobre templos mayas–. Iván Batún Alpuche, indicó que si esos edificios fueran rescatados, serían un atractivo que ayudaría al desarrollo social de sus habitantes y no sólo en las grandes ciudades, sino también en lugares ubicados en el interior del estado.