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Atenea. Patio principal de la Casa de Pilatos, Sevilla
Identificación y contextualización
Casa de Pilatos es el nombre popular que recibe en el siglo XIX el palacio urbano de los Adelantados de Andalucía, en Sevilla, por creer que sus dueños habían reproducido en este edificio el Pretorio de Jerusalén para custodiar la supuesta columna del azotamiento de Cristo, que se venera como reliquia en su capilla. Entre las obras de arte que atesora figura la espléndida colección de escultura clásica adquirida en Italia por Per Afán de Ribera, I Duque de Alcalá de los Gazules, cuando estuvo de virrey en Nápoles entre 1558 y 1571. Pieza cumbre de este conjunto arqueológico es la imagen de Atenea, situada en el patio principal de la vivienda, atribuida al discípulo de Fidias, Agorácrito de Paros¬, y fechada en la segunda mitad del siglo V a.C. Su aspecto actual responde a la restauración dirigida en 1957 por el catedrático de la Universidad de Bonn, Ernest Langlotz.
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Análisis técnico, formal y estilístico
La escultura es de bulto redondo y está realizada en mármol blanco; mide 3 metros de altura y los inventarios renacentistas y barrocos de la Casa de Pilatos, aludiendo a su gran tamaño, la ci tan como «el coloso». Presenta el ideal clásico de belleza: canon armónico de 7 cabezas, perfil del rostro recto y ruptura de la ley de frontalidad al flexionar la pierna derecha. Tanto el tratamiento de los pliegues como las texturas de las telas revelan la habili dad técnica de su autor.
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Estudio iconográfico y significado
Atenea, patrona de la ciudad de Atenas, fue una de las principales divinidades griegas. Personificaba la sabiduría. Apoyaba la causa justa en la guerra y protegía en la paz los trabajos manuales del hogar. Los romanos la llamaron Minerva y el arte cristiano la identificó con la Virgen. Algunos de los episodios de su biografía mitológica aparecen en su indumentaria, reducida a tres prendas de vestir: pegado al cuerpo lleva la égida o túnica confeccionada con la piel de la cabra Amaltea, encima tiene el peplo y, sobre el pecho, una coraza de serpientes con la cabeza de Medusa que el héroe Perseo le regaló en agradecimiento por haberle ayudado a decapitar a este monstruo.