Aprender
jugando “Jugar es algo esencial durante la infancia y muchos investigadores consideran que en los primeros años el juego ayuda a desarrollar habilidades cognitivas y es una base sólida para el aprendizaje.”
El juego es una actividad libre, y los niños lo hacen por placer, pero también es un recurso educativo por excelencia ya que permite que aprendan en un ambiente divertido. A través de este pueden poner en práctica todas sus habilidades sin perder el interés, siendo la manera más natural de experimentar y aprender favoreciendo su desarrollo en diferentes aspectos, ya que permite que el niño haga uso de su creatividad, desarrolle su imaginación y pueda dar paso al aprendizaje significativo. Es necesario que el niño explore, participe, investigue, e indague activamente en la construcción de su conocimiento. Ante eso, el juego dentro de las aulas debe ser visto como un gran recurso ya que el cerebro se desarrolla con la estimulación, y este proporciona una gran parte. Además permite poner en actividad todas las capacidades y habilidades, tanto físicas como intelectuales de los niños. Utilizar este recurso para el aprendizaje ayuda a que los niños se diviertan y puedan estar más motivados e involucrados en todo el proceso de enseñanza, aprendizaje, especialmente en aquellos que presentan déficit de atención ya que necesitan una dosis extra de motivación, y ¿qué puede motivarlos más que jugar?
18