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ACTUALIDAD AOVES
Tercera edición
Campos de Biatia Premium, el AOVE temprano de SCA Oleícola Baeza
Tercera campaña consecutiva en la que la SCA Oleícola Baeza que apuesta por la diferenciación y la máxima calidad del aceite de oliva virgen extra con la producción de su Campos de Biatia Premium en el mes de octubre. Una iniciativa que, este año, verá reducida la cantidad que se producirá, puesto que la falta de aceituna en los árboles está condicionando mucho el inicio de la campaña. De ahí que las previsiones estiman una producción de 12.000 kilos de AOVE Temprano, cuando la pasada campaña fueron 15.000. No obstante, a partir de noviembre, la cooperativa continuará con la elaboración de aceite de oliva con una previsión de 850.000 kilos, confirmándose así unas malas previsiones respecto a cantidad de la pasada campaña, Román León. Una campaña 2022/2023 que mantiene los objetivos de aumentar la participación en ferias agroalimentarias internacionales y abrir nuevos mercados. “Todos los pasos que seguimos dando en la cooperativa tienen varios objetivos fundamentales, especialmente el beneficio para el socio con la obtención de un mayor valor añadido, pero sin olvidar la apertura de nuevos mercados y el aumento de la comercialización y del número de hogares que disfrutan de nuestro AOVE. Y para conseguirlo tenemos muy claro en la junta rectora que hay que producir el mejor aceite de oliva virgen extra del mundo y tener una imagen que corresponda con los nuevos tiempos, pero sin olvidar el pasado histórico que tiene nuestra ciudad”, concreta Román León. Esta campaña, la cooperativa tiene novedades como la puesta en marcha del proyecto de oleoturismo para hacer visitables las instalaciones y montar una tienda, así como una centrifugadora vertical nueva de 4.000 kilos, el doble de la que teníamos; así como un filtro de 15.000 kilos. Apuestas e inversiones, todas ellas, para mejorar la calidad del aceite de oliva virgen extra Campos de Biatia.
AOVE de cuatro variedades
Finca La Torre arranca su cosecha
Finca La Torre ha arrancado su cosecha con un aceite de mayor calidad. Según Víctor Pérez, gerente de la compañía y responsable del singular perfil organoléptico de sus aceites, calcula que se recogerán unas 400 toneladas de aceituna, lo que se traducirá en una producción de 70 toneladas de AOVE de las cuatro variedades que cultivan: hojiblanca, arbequina, cornicabra y picudo. El caluroso verano y la prolongada sequía han provocado que la cosecha sea considerablemente menor que en la campaña anterior, pero con un fruto de sabor más intenso. Finca La Torre mantiene un fuerte compromiso con la sostenibilidad: cubre parte de sus necesidades energéticas con placas solares y su terreno de cultivo se ha convertido en un ecosistema muy equilibrado, con una interesante oferta de oleoturismo en torno a su biodiversidad y a su apuesta por la recuperación del olivar. La premiada almazara malagueña Finca La Torre, una de las más reconocidas del sector en nuestro país, empezó a finales de septiembre la recolección de la aceituna con la que produce sus afamados aceites de oliva virgen extra. De acuerdo con las previsiones de Víctor Pérez —ingeniero agrónomo y responsable de toda la producción de estos singulares ‘oros líquidos’—, desde finales de septiembre, y hasta los últimos días de octubre, se recolectarán unas 400 toneladas de aceituna: 200 toneladas corresponden a la variedad hojiblanca —parte de estas proceden de árboles centenarios—, 150 a arbequina y las otras 50, a las variedades cornicabra y picudo. En total, se prevé que la producción de las cuatro variedades de AOVE alcance las 70 toneladas. Finca la Torre, cuenta con una interesante oferta de oleoturismo para difundir la milenaria cultura en torno a la aceituna de la zona. Se está trabajando en un pequeño alojamiento rural, con cuatro habitaciones, dos baños completos y cocina equipada, ideal para pasar unos días. Aquellos que no dispongan de tanto tiempo, pueden actualmente realizar alguna de sus visitas guiadas y, por supuesto, disfrutar de sus excelentes productos en las catas. En cualquier caso, la finca, gracias a su apuesta por la agricultura biodinámica, es hoy un enclave singular y muy interesante desde el punto de vista ambiental. De hecho, forma parte del programa ‘Olivares Vivos’, un proyecto en torno a la olivicultura que busca revertir la degradación de los espacios dedicados a la producción de aceite. Para ello, se apuesta por incrementar la rentabilidad del olivar a partir de la recuperación de la biodiversidad.