Ositos
Mundo Funerario
Por: Fernando Carsolio González.
del
COVID 19
ositos de trapo para el recuerdo de los familiares y amigos de las víctimas de Covid-19
E
n este México mágico, existen historias increíbles, pero pocas tan emotivas y ejemplares como la de la señora Irma de la Parra y sus hijas, que juntas han emprendido un pequeño taller donde fabrican y confeccionan tela para ositos hechos de trapo y peluche, así como otros muñecos con la ropa de las personas que han fallecido por la COVID-19. Los muñecos son solicitados en Facebook donde se publican los diferentes modelos que la señora Irma de la Parra y sus hijas confeccionan a petición de los deudos. Todos los días se levantan muy temprano para comenzar la emotiva tarea de elaborar con tela y retazos de las prendas de los difuntos, los simpáticos ositos de tela. Entre las prendas que le llegan a su casa se encuentran playeras rotas con estampados del equipo de futbol favorito de la víctima, pantalones rasgados de mezclilla, suéteres y pantaloncitos de bebés tejidos a mano, gorras deportivas, zapatitos, vestidos y blusas, así como accesorios que van desde gafas hasta pasadores o dijes que se ponía él o la difunta. “La gente está muy arraigada a sus recuerdos, para el mexicano humilde y de clase media la familia es lo más importante”, comenta la señora de la Parra, quien es originaria de la Ciudad de México. “Tener un recuerdo del ser querido que partió es todo un honor y una sensación que reconforta el alma”, comenta la señora, quien a petición de la gente que la contacta a través de las redes sociales y en persona, ha cambiado la vida de ella y la de su familia.
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La señora Irma también es deuda de un ser querido. Nos comenta que su papá, quien aún era joven y fuerte, una noche repentinamente cayó enfermo, y cuando entra al hospital, le comentaron que se había infectado
con el virus de la COVID-19, a ella y sus hijas les dolió muchísimo, porque sabían por comentarios y rumores de otras personas que quien entraba al hospital en esas condiciones no regresaba, comenta con dolor la señora. “¿Cómo va a ser posible?”, dijo, “si era tan joven, y ya no lo volvimos a ver más”. La señora nos comenta que nadie de su familia tuvo la oportunidad de despedirse y que después lo único que los médicos le entregaron fue una urna con las cenizas de su difunto. “Eso fue todo y nada más, es una situación desesperante. Lo más doloroso, es no despedirse del ser que amas, no verlo es impactante. ¿Cómo es posible que de la noche a la mañana ya no está alguien a quien quieres tanto?”, comenta entre lágrimas y dolor la señora Irma. “Cuando nos dijeron a mí y a mis hijas se nos hacía increíble. Finalmente, tras la dolorosa pena, pasaron los días, y aunque jamás te repones, haz de saber que la vida continúa, fue entonces que un día se me ocurrió la idea de hacer ositos con ropa y se la confesé a mis hijas, ¿saben qué?, voy a hacer un osito, así y asado”. “Lo voy a hacer con ropa de gente que murió”. Al principio todos me dijeron que estaba loca. “¿Cómo vas a hacer eso, mamá?”, decían mis hijas y familiares. “Sin embargo yo insistí y entonces me puse a hacer mi primer osito, todo medio chueco en un principio, pues no tenía la habilidad para hacer muñecos, ya que yo me dedicaba a confeccionar ropa”. “Sin embargo me empeñé y entonces le dije a mi hija mayor: ¡súbelo al Facebook y crea un texto en el que diga que es un osito con la ropa de gente que murió de COVID-19! o de cualquier otra enfermedad.” “Los ositos son un recuerdo para la familia que se queda aquí”, comenta emocionada la señora Irma al ver