Luz y tinta72

Page 1

Núm. 72 - Septiembre 2017


Contenido

Año VII.- Núm. 72 - Octubre 2017 PROMOTOR José Luis Cuendia, “Guendy” DIRECTOR Francisco Trinidad COLABORADORES Eugenio R. Meco, Pepe Haro Castaño, Ma Bernarda Ballesteros, Carlos Flaqué Monllonch, Glyn Griffits, Ricardo González “Completu”, Salvatore Grillo, Javier Madroñero, Narciso del Río, Juanjo Gallardo, Monchu Calvo, Antonio Ramón Ferrera, Cristina Capracci, Gustavo Velázquez, Cora Coronel, Justín del Barrio, Arturo de las Liras, Juan José Alonso, Ilona Gogh, Jan Puerta, Albino Suárez, Gloria Soriano, Ildefonso Robledo, José Manuel Gonzalo, José Mª Ruilópez, Juan Depunto, Juan José Pascual, Viviana Genta, Nadima, Antonio Martínez, Ángeles Pereira Perera, Claudio Serrano. DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA José Luis Cuendia DIRECTORA DE COMUNICACIÓN Lola González DISEÑO y MAQUETACIÓN Francisco Trinidad www.moldeandolaluz.com Reservados todos los derechos de reproducción total o parcial tanto del texto como de las imágenes. Las imágenes están protegidas por las leyes de copyright internacionales. Para cualquier consulta o sugerencia contacte con nuestro correo electrónico

Fotógrafo del mes: Manuel Antonio Centeno Llorente Francisco Trinidad................................................................................................ Las noticias Gloria Soriano..........................................................................................................

2

9

El bar de Sandalio Monchu Calvo......................................................................................................

13

La sonrisa del tren F.T.............................................................................................................................

17

Cuestión de orquesta Ricardo González “Completu”.......................................................................

21

Los agotes Juan Depunto.......................................................................................................

29

Festival Aéreo Gijón, doce años mirando al cielo Juanjo Pascual “Jota”.........................................................................................

35

Un extraño suceso Mario Eduardo Blanco.......................................................................................

41

Ojos de ensueño Nadima/Claudio Serrano.................................................................................

47

Amadeus Kezzin.....................................................................................................................

50

Paisajes 2 Alexandre Orion................................................................................................. Einstein y la teoría de la relatividad................................................................ Especial Polvos Holi Juan José Pascual............................................................................

55 65

76 José Luis Cuendia, “Guendy”.....................................................98 José Luis Maylín...........................................................................126

info@moldeandolaluz.com

Moldeando la Luz es miembro de la Royal Photographic Society

7

Nuestra foto de portada: Fotomontaje de «Guendy»


Presentación Luz, color y fantasía Permítaseme parodiar aquella famosa e irrepetible película de Luigi Camencini, Pan, amor y fantasía, protagonizada por Vittorio de Sica y Gina Lollobrigida, para articular el título de esta presentación y el cuerpo de su significado: Luz, color y fantasía son los tres conceptos básicos que subyacen a la tecnica de los Polvos Holi que adquieren su total protagonismo en las páginas finales de este número; unas páginas especiales que componen un especial de muchos quilates, en un ambiente de total lujuria de imaginación cromática que puede apreciarse en las fotos de Juanjo Pacual, José Luis Cuendia, “Guendy”, y José Luis Maylín. La técnica, al servicio del color; y el color, al servicio de una fantasía irrenunciable. Esperemos que esas páginas especiales sean capaces de despertar posibilidades fotográficas y de acrecentar la afición de quienes, a través de sus fotografias, pretenden explicar y comprender el mundo. Un mundo que a veces resulta difícil de comprender. Y no tanto por sus incomprensibles dificultades cuanto por todo aquello que los hombres nos esforzamos por complicar. Sin ir más lejos, y ya que supongo que está en la mente de todos, el pasado domingo, 1 de octubre, en Cataluña, rizando el rizo de todas las posibilidades democráticas y de todas las capacidades de entendimiento entre gentes de buena voluntad, los gobernantes catalanes dieron un paso más en esa avanzada en la que están inmersos de caminar frente al túnel del tiempo y tensaron todas las posibilidades de entendimiento entre quienes hacen de la ley bandera para adentrarse en este callejón sin salida en el que vamos caminando desde hace tiempo. Desde ese momento, desde que las calles catalanas se poblaron de urnas sin destino y de manifestantes que gritaban en favor o en contra de una consulta fuera de la ley, se rompieron todos los espejos y todas las lentes de objetivos fotográficos que pretendían recoger un momento histórico sin vuelta atrás. Por eso, la metáfora con que se iniciaba esta presentación —luz, color y fantasía— no es solo el segundo término de una comparación sino una imagen que de por sí tiene todas las posibilidades. Porque lo que ocurre en Cataluña, que afecta hoy a España entera y de rebote a toda Europa, necesita muchas hora de luz y taquígrafos, muchas horas de color político y fantasía democrática para asentar una realidad que se ha salido de madre, que ha roto muchos puentes de unión y que, a partir de ahora, necesita sobre todo dosis extraordinarias de buena voluntad. Una buena voluntad asentada especialmente sobre pilares democráticos que han de tener a la Constitución española como primera referencia.

Francisco Trinidad

3


Fotógrafo del mes de Septiembre

Manuel Antonio Centeno Llorente En una primera aproximación a las fotografías de Manuel Antonio Centeno Llorente, no cabe duda de que la esfera de interés del fotógrafo es amplia y, como se diría de un flamenco, toca todos los palos. Él mismo nos lo ha dicho en el resumen que nos envía para este post: “Me gusta realizar todo tipo de fotografías, desde la naturaleza (tanto paisajes como animales) hasta eventos de todo tipo como deportivos, actos oficiales… pasando por supuesto por las fotografías familiares de vacaciones o reuniones.” Y un simple vistazo a su carrusel nos lo confirma. Los títulos de sus fotografías, que suelen ser perfectamente descriptivos, también lo ratifica: “Un rayo de sol al atardecer”, “A disfrutar de las olas”, “Salto del carrusel en el hípico”, “Nunca faltan en las romerías asturianas la gaita y el tambor”, “Paseando entre las hortensias”, “La mar en calma”… Son muchos los temas y las posibilidades que despiertan la atención de Manuel Antonio; y no es difícil imaginárselo, cámara al hombro, recorriendo a diario su ciu-

4


dad de residencia, Gijón, y retratando cuanto se mueve delante de él, con el interés y la curiosidad de quien se deja cautivar por todo lo que forma parte de su escenario vital cotidiano y que ante otros ojos podría pasar desapercibido. Ahora bien, puestos a buscar constantes, hallamos como poco dos, su fascinación por los atardeceres y su dedicación a las fotos en las que rescata momentos y actitudes de distintos animales: caballos al trote, garzas y gaviotas al acecho de sus presas, cisnes de nadar majestuoso, libélulas y abejas libando polen. Los atardeceres le sirven para tensar las posibilidades de la luz y recoger reflejos y contraluces que enriquecen su álbum; por el contrario, los animales en su hábitat y en movimiento —al igual que las flores, que también se repiten en su afición por recoger cuanto le sale al paso—, sirven de contrapunto a los motivos estáticos del paisaje: las rocas de la costa asturiana, los edificios con preferencia gijoneses o esos cielos arrebolados que pespuntean cada atardecer contrastan con los animales en movimiento cuya actividad, además, y como es habitual en él, nos describe en el título de sus fotografías: “Gaviota con su presa”, “Perfecto camuflaje del sapo” o, para no abundar más en su indagación de la fauna más próxima, “La garza común con la quisquilla”. Otra de sus características es la reiteración de motivos. Y así, cuando nos muestra la actividad de un animal —por ejemplo, el salto del caballo en el hípico o la laboriosidad de una abeja recolectando polen, entre otras muchas— no se conforma con ofrecernos una foto sino que se recrea en el momento y en la actividad del animal, presentándonos por lo general tres tomas en las que pueden apreciarse tres momentos diferentes de la misma actividad, como redondeando un ciclo. Y es que sus fotos, que no llevan ningún tipo de tratamiento informático, salvo quizás ajustes básicos de brillo y contraste, buscan y rescatan aquellos momentos

5


6


de la vida diaria que dan sentido a la propia existencia. Son fotos de espacios y lugares conocidos, en momentos personales de la propia vivencia, incluso creo que las fotos de atardeceres que he señalado, tan frecuentes, se toman porque los paseos se dan en esas horas, siguiendo el curso del ritmo habitual de la vida, alejado del compás del turismo —muy pocas de las suyas son fotos tomadas fuera de Asturias— y en conjunción con ese personal afán por delinear un espacio propio, muy familiar, muy consciente del carácter sencillo y conocido que pretende a imprimir a todas sus fotografías.

Francisco Trinidad

7


8


Las noticias Gloria Soriano Una de esas largas tardes de verano en las que se demora la noche, un mirlo desvelado por la luz, mientras picoteaba en los botones de la televisión, sintonizó el telediario. Esa fue la primera vez que oyeron hablar de una guerra. Los habitantes de un país se mataban unos a otros. Al final de la noticia Duvi, la más anciana, que había creido entender que hablaban de Siria, soltó un largo mugido. El resto de las vacas respondieron con otro. Desde entonces tienen gran afición por los telediarios. Tumbadas sobre la barriga, con las rodillas dobladas y la cabeza echada hacia atrás, miran la pantalla. Hipnotizadas hasta el rabo, no espantan ni las moscas. El aparato que la granjera había instalado en la cuadra era un Sony Triniton de veintidós pulgadas que el cuervo había descubierto en un vertedero. La intención de Marta era sintonizar canales musicales, y que en Año Nuevo pudieran seguir la retransmisión del Concierto de Viena. El soporte estaba colocado a la altura de los ojos y las orejas, una posición muy adecuada para escuchar a Mozart durante el ordeño, pero algo incómoda a la hora de la siesta, o para después de cenar. A pesar de las interferencias, los borrones en la imagen y el sonido acatarrado, un día con otro las vacas se habían hecho una idea bastante exacta del contenido de las noticias: un coche atropella a un ciclista; un conductor viaja en sentido contrario y provoca un accidente sin muertos; una mujer ha sido asesinada por su marido. Además de esta larga sección donde se repetían a diario sucesos similares, había otra para el fútbol y un espacio muy amplio para el tiempo, con un pronóstico detallado de cinco días. Las vacas estaban al tanto de la temperatura máxima y mínima, si las nubes venían más o menos rotas, de donde soplaría el viento y los litros de agua que iban a caer en caso de lluvia. Pero de todo el telediario, lo que las vacas seguían con más interés eran las guerras. Duvi, algo torpe de oído, había lanzado el mugido aquella primera vez, para preguntar si alguien se había enterado de qué iba la lucha. Por el día la mezcla de música clásica con el monótono such sich de la ordeñadora, hacía acudir la leche a raudales a las pezoneras. Por la noche, el mirlo que nunca más se movió del nido de la columna de la cuadra, antes de acostarse sintonizaba para las vacas el canal de noticias. A Marta no le sorprendía que la televisión

9


10


se desprogramara durante las horas de sueño. Aquel desajuste tenía que ser una de las razones por las que el aparato estaba en la basura. Las vacas seguían la guerra como un acontecimiento ajeno y distante. Eran espectadoras fascinadas con la sofisticación de las armas, y conscientes de la desventaja que supone no disponer de infrarrojos, ultrasonidos o capacidad para provocar descargas eléctricas. En caso de conflicto todo su equipamiento se reducía a cuernos, rabo y el engorro de unas grandes ubres. Claro que ellas son pacíficas y no se meterán en peleas. Y los otros, ¿por qué empezaron?, ¿quién les enviscó?, ¿quiénes son los bandos? Estos eran los mugidos habituales de cada noche, después de cada informativo. Las noticias traducidas al reino animal contaban que las anguilas armadas con baterías de gran voltaje localizaron al enemigo y lo paralizaron. Cientos de civiles sorprendidos, sin tiempo para huir, murieron electrocutados en la contienda. Que tras la retirada de las anguilas, las serpientes rastrearon el campo de minas sirviéndose de los infrarrojos de sus fosas nasales y de sus lenguas olfativas. Que los hipopótamos se habían debilitado por la acción de los picabueyes que les chupaban la sangre a través de las heridas originadas por los propios pájaros. Que legiones de hormigas soldados armadas con afiladas mandíbulas descuartizaban a las víctimas. Que los muertos por fallos cardiacos, incluidos los provocados por el veneno de las serpientes, no se consideraban víctimas de guerra. A pesar de los seis años que llevan viviendo atentas a todo lo que dicen en el telediario, la razón de la lucha sigue siendo para las vacas un misterio.

11


12


El bar de Sandalio Monchu Calvo Hacía tiempo que, cada vez que pasaba por el viejo caserón, miraba con curiosidad a través de sus entreabiertas contraventanas, aquel desgastado mostrador sobre el cual se asentaba lo que parecía una antigua máquina de moler café. En uno de sus extremos una especie de cabina, con una pequeña ventana en su parte inferior, parecida a las antiguas taquillas de los cines. No se veía mucho más, pero aquel lugar despertó mi curiosidad. A través de un amigo conocí a Ana Mari, la mujer que vivía en esa casa, e hija de los antiguos dueños, Mino y Lucrecia, que me invitó a conocer el antiguo bar de Sandalio, su abuelo, y que yo acepté encantado. Todavía quedan en nuestros pueblos esos lugares cargados de magia y de historias. Espacios que con solo recorrer la vista sobre ellos te trasladan a otras épocas, quizás no muy lejanas en el tiempo, pero sí totalmente diferentes a los hábitos actuales. Lugares para la charla sosegada delante de una botella de vino o de sidra, hablando de lo que hablan los hombres del campo. De sus animales o sus tierras, generalmente. De los daños del lobo, o del pedrisco que diezmó una cosecha. Si el vino corría con alegría y la reunión era concurrida, no tardaba en escucharse una tonada asturiana, que era rápidamente seguida por muchas más. No había problema de ruidos, ni de vecinos protestones. A veces, tímidamente, los curiosos ojos de los que de aquella éramos niños, asomábamos con cuidado nuestras caras por entre la rendija de la puerta, para ver aquella tertulia de “mayores. “Se acabaron las historias de lobos y de osos, de fiestas y de nevadas, de romerías y de pastores… Un aparato cuadrado las acalló,” nos dice Ana Mari. Luego, la propietaria fue explicándome los pormenores del funcionamiento de aquel lugar conservado en el tiempo. El viejo molinillo de café que impregnaba de olor antillano el local, cuando efectuaba la molienda y el oscuro brebaje caía en las bolsas de papel de estraza. Ya no existe, pero a su lado se encontraba un gran cuchillo articulado, que se empleaba para cortar los lomos de bacalao, sobre todo en tiempos de vigilia. Las estanterías permanecen vacías actualmente. Antes albergaban “coloniales”, que era el pomposo nombre que recibían los artículos que solían venir de las “colonias” de ultramar. A su lado, zapatillas, botas de goma, madreñas, calderos de cinc, sacos de abono, cordelería variada, incluso algún medicamento, como jarabes y aspirinas. Todo tenía cabida en aquel arca de Noé, que era el bar de Sandalio. La singular cabina con su taquilla inferior, me explicaba Ana Mari, que era destinada al cobro de tasas e impuestos locales y provinciales. Por suerte todavía vive el “recaudador”. Luis, se llama, y este buen nombre me decía el miedo que pasaba cuando acabada la jornada de cobro, y ante la ausencia de bancos cercanos, llevaba para casa una buena bolsa de billetes con cantidades más que importantes. No

13


14


descansaba hasta que un vehículo oficial se hacía cargo de aquellos “caudales” y los llevaba a lugar seguro. Así se estuvo haciendo durante muchos años sin ningún contratiempo. Casi como ahora, ¿verdad? En un amplio salón colindante los domingos se celebraba el baile. En tiempos donde las ocasiones de relacionarse entre hombres y mujeres eran escasas, quizás en las fiestas del pueblo o en algunas de los pueblos cercanos, el tener un baile en el salón todos los domingos era una ocasión que se aprovechaba con ganas. Allí se iniciaron noviazgos que en muchos casos se convirtieron en bodas. Aquella vieja gramola giraba incansable desgranando boleros y pasodobles, que los inexpertos pies, sobre todo de los hombres, trataban de acompasar al ritmo de la música, evitando pisar a su pareja. Las mujeres por lo general se sentaban en unas sillas, colocadas en el lateral de la pared. Los mozos se acercaban y solicitaban el baile, que no siempre era correspondido. Todo un tratado de antropología social, donde las miradas, los cuchicheos, incluso las negativas, tenían justo el efecto contrario de lo que expresaban. Y ante mí, ajeno a aquel mundo que no conocí, por lo menos en este lugar, recorría con mis ojos los viejos suelos, las desgastadas mesas, pintadas de alegres colores, para contrarrestar la ausencia de tantos años de cremas y grises. Sobre las paredes anuncios de Sidra Sandalio, y viejas fotografías que nos recuerdan tiempos pasados. Esas fotografías antiguas, cansadas, amarillas que cubren no solo las paredes, sino los corazones, la memoria y la mirada de una dulce y brutal melancolía. Cierro esta crónica con esta frase de Milan Kundera: “El crepúsculo de la desaparición lo baña todo con la magia de la nostalgia.”

15


Fotos: Adobe Stock

16


La sonrisa del tren F.T. Genaro terminaba su jornada laboral a las 17:30, salvo que hubiera una emergencia que le obligara a quedarse un tiempo más para hacer frente a esas pequeñas eventualidades que suelen surgir en una empresa de transportes. Así que a esa hora, las 17:30 en punto, con sus lápices y reglas recogidos y con su mesa perfectamente ordenada para empezar el trabajo del día siguiente, se despedía de don Alfredo, su jefe, salía de la oficina, cruzaba la calle y se metía en la cafetería de Benedicto, que en cuanto le veía entrar le saludaba mecánicamente y le preparaba un café con leche en taza grande que le servía en la terraza. En cuanto daba el primer sorbo, encendía un cigarrillo, que aspiraba con delectación de fumador empedernido, y se quedaba mirando al frente, como en una ensoñación. A las 17:49, ya con el café casi acabado, veía pasar el tren. Desde hacía años seguía esa misma rutina y veía pasar ese tren, a escasos metros de la terraza trasera de la cafetería. Pero desde unos meses atrás ese tren tenía un significado especial. Una tarde por casualidad vio en una de las ventanillas a una mujer con una blusa de color miel cuya mirada se cruzó con la suya en ese breve segundo en que el tren cruzaba por delante de la terraza. Al día siguiente volvió a verla, con una camisola de rayas blancas y azules. También se juntaron sus miradas y Genaro sintió como un escalofrío que le dejó turbado. El tercer día en que sintió la mirada de la mujer buscando la suya quiso entrever una sonrisa en aquel rostro que cada día se le hacía más familiar. Luego vinieron dos días, sábado y domingo, en que Genaro no estuvo en la terraza, aunque le hubiera apetecido, a pesar de no trabajar, solo por ver si aquel rostro volvía a aparecer en la tercera ventanilla del segundo vagón como en días anteriores. El lunes volvió a verla pasar y notó que su sonrisa se ampliaba. Él sonrió también y así estuvieron, día tras día, intercambiando sonrisas, hasta que una tarde Genaro esperó el tren de pie y acompañó su sonrisa con gesto tímido de saludo de su mano derecha. Ella sonrió más abiertamente y, a partir de aquel día, ambos sonreían y saludaban al unísono en esos breves segundos en que el tren les unía en la distancia a través de una mirada. Hasta que una tarde ella también se levantó y, al pasar, le envió un beso con la mano. Aquella noche Genaro soñó con todos los trenes del mundo, sintió que su pecho era incapaz de contener el galope de su corazón y aborreció la jornada laboral que le separaba de las 17:30, hora en que habría de cruzar la calle apresuradamente para que Benedicto le preparara aquel café que le acompañaría hasta que sintiera que se acercaba aquel tren cargado de sonrisas y de besos. Pero aquella tarde no hubo beso, sino la sonrisa abierta de siempre. Y no lo hubo, por mucho que esperara, en los días sucesivos en que más de una vez fue él quien envió el beso y, aunque tuvo la sensación de que la sonrisa de ella se ampliaba, no recibió la apetecida respuesta. Así que comenzó a repetirse las preguntas que se había venido haciendo desde tiempo atrás. Se preguntaba si estaría casada, si sería solterona como él, si tendría novio, y sobre todo si aquellas sonrisas eran en realidad pura cortesía o un cándido divertimento de alguien que regresaba a casa tras un trabajo tan aburrido como el suyo. Le conturbaba sobre todo el pensar que aquellos labios que le sonreían pudieran besar otra boca. Tras una noche en vela, dando vueltas en la cama y sudando envuelto en todas sus dudas, llegó a su oficina a las 9 de la mañana, como todos los días, pero en lu-

17


gar de ir directo a su mesa, entró en el despacho de don Alfredo y le pidió permiso para salir ese día media hora antes y, al abandonar la oficina, en lugar de acercarse a la cafetería de Benedicto, fue directo a la estación, esperó el tren y subió en el segundo vagón. El corazón le dio un vuelco cuando la vio, junto a la ventanilla de costumbre. Se sentó junto a ella y comenzaron a charlar como dos viejos conocidos. Al pasar ante la terraza en la que él esperaba todos los días, la mujer abrió su sonrisa de par en par. “Llámame Sara”, le había dicho, con cierto retintín que Genaro intuyó le ocultaba su verdadero nombre. Pero era igual, durante el trayecto de dos estaciones —Genaro había previsto solo una, pero estaba tan a gusto que siguió hasta la siguiente— hablaron y hablaron de banalidades: del tiempo, del trabajo y de las próximas fiestas de Navidad que ya se presentían en todas partes como si continuaran una conversación interrumpida tiempo atrás. Cuando llegaron a la estación en que Genaro se bajaba, se despidieron hasta una próxima ocasión, como si se vieran a menudo. Al día siguiente, Genaro esperó de pie que pasara el tren a las 17:49, pendiente de aquella ventanilla en la que Sara —¿se llamaba así realmente?, dudaba— estaba también de pie, sonriéndole y tirándole un beso con la mano que se perdió en el traqueteo del tren, sembrando la ilusión de Genaro. Y así siguieron día tras día, hasta aquel maldito 7 de enero, tras varios días de puente sin haberla visto. A Genaro le saltaba el corazón mientras apuraba su café y esperaba la llegada del tren. Pero la tercera ventanilla del segundo vagón aquella tarde estaba vacía y Genaro, que había tomado solo la mitad de su café, dejó la taza encima de la mesa, se levantó y, sin

18


despedirse de Benedicto, salió a la calle y se refugió en su casa con una congoja que le aceleraba el pulso cada vez que recordaba aquella ventanilla vacía. Y vacía siguió, para su creciente desespero, día tras día. Genaro, inquieto y melancólico, pasaba su jornada laboral pensando en la posibilidad de que el tren de la tarde le devolviera la sonrisa de Sara y con ella la alegría de vivir. Pero tarde tras tarde su sensación de que no la vería nunca más se acrecentaba, hasta que ya a finales de enero se decidió a volver a subir a aquel tren y comprobar su intuición de que hubiera cambiado su asiento en el tren. Ni le pidió permiso a don Alfredo. Salió de su oficina sin decir palabra y se encaminó a la estación. Subió en el tercer vagón y fue caminando pasillo adelante, morosamente, hasta el segundo. Y allí la vio, como había sospechado, en la tercera ventanilla, pero no en la que había ocupado mientras le sonreía a su paso por la terraza donde tomaba café, sino en la contraria. Allí estaba ella, de espaldas, sonriendo quizás en aquella otra dirección a cualquier otro que esperara, como él, el paso del tren; o quizás no sonriera a nadie, cansada de aquel juego de sonrisas que en él tanta ilusión había despertado. A punto estuvo de volver a sentarse junto a ella, como en aquella tarde que recordaba como la más feliz de su vida, pero, cuando ya estaba cerca de ella, algo en su interior se rebeló y volvió sobre sus pasos. Antes de bajarse del tren le dedicó una última mirada transida de nostalgia y volvió andando a su casa, cinco largos kilómetros que se le hicieron eternos y en los que los recuerdos le llevaban constantemente a aquella sonrisa que ya no vería más y que le había envenenado de añoranza y soledad.

19


20


Cuestión de orquesta

Ricardo González “Completu”

Por mera casualidad de los destinos, me encuentro en la ocasión de hacer un pequeño reportaje a un grupo musical como es la Orquesta Celtita Asturiana. Describir una música a través de las letras para mí es muy difícil y no voy a empeñarme en poder conseguirlo, porque ya el nombre lo dice todo. Habíamos visto como en la anterior entrega de Luz y Tinta, podríamos conseguir espacios exclusivos para nuestras fotos, intercambiando medios y ahora, desde el primer momento, cuento con la autorización de uso de la música de estas personas, para acompañamiento de mis trabajos, siendo como debe de ser, siempre con las reseñas del nombre del conjunto que las hace sonar. Pocos somos quienes entramos y se nos ponen disponibles a nuestras cámaras unos artistas de prestigio y posan y ayudan en nuestras también composiciones artísticas. Desde el primer momento es una delicia el que me pueda acercar con el objetivo a sus instrumentos y poder añadir luz o distintas tonalidades si fuera preciso. En breve tocarán en lugares muy señalados y de renombre y donde hace años ya lo venían haciendo. Hace unos días lograron orquestar en la famosa Cueva de Ardines (Ribadesella- Asturias), donde es todo un privilegio y muy pocos artistas han tenido entrada. Es un lugar donde los tonos musicales dan un sonido muy especial. Ahora soy un invitado para asistir a cualesquiera de sus conciertos y como asistente fotográfico de primera fila. Cuando estamos en lugares ante una soledad total de ruidos haciendo fotos, en esos espacios donde dejamos la imaginación recorrer nuestros sentidos, pensamos en historias de composiciones con modelos o grupos de personas que nos ayuden a nuestras composiciones. En una ocasión, haciendo un pequeño reportaje en la antigua Facultad de Derecho en Oviedo, de la que llama la atención un gran patio, bordeado de arcos y con una figura ilustre en medio de todo ello y con unos espacios labrados en piedra arenisca, y donde un pequeño ruido, ya da una sensación de música, pensaba en que “ya podría ser que hubiera un concierto y tuviera autorización para el reportaje”. Mi gran sorpresa fue que uno de los componentes de esta orquesta me comenta que tienen que tocar, precisamente en ese lugar y que están firmados los acuerdos a la espera de la fecha y que ya cuento con esta autorización para recrear mi sueño en esta Facultad. Cada vez que leemos nuestros espacios en nuestra Revista, vamos encontrando más posibilidades de hacernos con más posibles reportajes y yo no quería perder estos momentos que igual, no me sale mas en la vida. De momento como ya decía arriba, tengo autorización del uso de su música y ahora estoy autorizado a ver y sacar con mi cámara sus conciertos e instrumentos a corta distancia, pero puede haber más cuestiones que se pueden ir puliendo entre sus miembros y yo. Es algo tan dispar entre sus componentes en sus profesiones ya que me encuentro con que Isidro (guitarrista) es profesor de dibujo, Juan Povedano (flautista) es técnico de Calidad Ambiental del Ministerio de Fomento y Verónica (Trompa y bodhrán ) que es fotógrafa profesional con estudio en Oviedo.

21


22


23


24


Luego tenemos a Mento, que es compositor musical. Como profesores de música, a Fran, Miguel, Delia, Paula, Nagore, Yoli y Juan Diego. Con estos comentarios, vamos descubriendo que al final es como con nosotros y con quienes estamos trabajando por cuenta propia, que nos tenemos que mover para seguir otro mes obteniendo algo de rendimiento, ya que ellos con un poco de la venta de CDs, algo del servidor de arte (CD Baby) con Spotify y los conciertos firmados para el año junto con sus profesiones, pueden hacer lo que mas les gusta que es tocar en público. A quienes nos apasiona la fotografía, en ocasiones pagaríamos por realizar un sueño y hay quienes tienen la suerte de que les paguen por hacer lo que haríamos gratis. Ellos me dicen que la música engancha. Recuerdo cuando los vi por primera vez, que tocaban en Muros del Nalón, que no contaba con ellos y no iba preparado, fotográficamente hablando, para hacer ese tipo de fotografía, ya que llevaba un 8 mm y un 50 mm. Cualquiera de los dos objetivos hace que nos acerquemos y que no seamos precisamente invisibles, así que hubo que salir con un “¿bueno, a ver qué pasa?”, y el como y haciendo “espanta vientos”, con la manos para hacerse de notar y que miraran extrañados durante los descansos.

25


26


27


28


Historias del Baztán. II.

Los agotes Juan Depunto “Homo sum: Humane nihil a me alienum puto.” (“Soy hombre: nada humano me es ajeno”) Heautontimorumenos (comedia) Publio Terencio Africano. 165 a.C. “Soy hombre, a ningún otro hombre estimo extraño” Del sentimiento trágico de la vida Miguel de Unamuno Les comentaba en el número anterior de Luz y Tinta que este precioso valle de la Navarra profunda, fronterizo con Francia, lamentablemente se hizo famoso internacionalmente al salir de la Edad Media con los procesos inquisitoriales a sus brujas, especialmente el desarrollado en Logroño que llevó a la hoguera a una multitud de ellas. Más recientemente lo ha difundido, en un tono de humor muy distinto, la película de Alex de la Iglesia: “Las brujas de Zugarramurdi”. Pero sin embargo, el Baztán contiene muchas más historias, además de las relacionadas con sus cuevas de Zugarramurdi, Urdax y tantas otras. Una de ellas es la de Amaiur-Maya, referida en el número de septiembre, la otra es ésta que les voy a contar sobre los agotes. La de los agotes es, tristemente, la historia de una injusta exclusión, un sin sentido de xenofobia estricta sin ninguna razón que la explique (si es que hubiera alguna manera de explicar cualquier xenofobia). A poco más de 3 kilómetros al sur de Maya-Amaiur se encuentra la localidad de Arizcun y al noreste de ésta su barrio de Bozate. Este barrio, que llegó a

29


A la derecha, Agotes y sus marcas. Abajo, Agotes de Bozate.

FotografĂ­as sin derechos de autor tomadas de Internet

30


tener cerca de 300 habitantes a principios del siglo XX, en el último censo de 2016 sólo le quedaban 96 habitantes2; cuenta con un museo etnográfico sobre los agotes promovido por el escultor agote Xabier Santxotena, al que apoyó Oteiza. En sentido estrictamente antropológico los agotes son un grupo de gentes que se localizan sobre todo en el barrio de Bozate, de la mencionada localidad baztanesa de Arizcun; pero también hay agotes en otras localidades del valle del Baztán (Elizondo, Irurita, Amaiur, etc.), en el valle del Roncal y en el sur de Francia (Zuberoa). Pio Baroja los describió con característicos rasgos raciales muy marcados que hacen suponer un origen godo o similar (corpulentos, cara ancha, de ojos claros azules o verdes, pelo rubio, braquicéfalos, carentes de lóbulo en las orejas, etc.), pero hay variaciones que nos hablan de que no ha habido una endogamia severa. Socialmente esta endogamia se originó por el rechazo de la población autóctona durante los mil años que han pasado desde su aparición y reclusión en el gueto de Bozate hasta nuestros días. El nombre del grupo parece que procede del bearnes “cagot”, que viene de la contracción de “cas-gost”, es decir, “perros godos”. El término agote llegó a constituirse incluso como insulto, habiendo sentencias judiciales en el siglo XIX en las que se condena a multa por proferir este insulto. Respecto al origen de este colectivo, una de las versiones que corren es que en el siglo X un señor de la zona los trajo del norte de Europa en calidad de esclavos. Pronto fueron rechazados por los lugareños, haciéndoles objeto de brutales discriminaciones: No podían tener tierras ni ganado. Considerados como leprosos (por aquellos tiempos medievales hubo una importante fuga en una leprosería francesa cercana a la frontera española a la que atribuyeron su procedencia), no podían beber en las mismas fuentes que los naturales y éstos consideraban que donde pisaba un agote no volvía a crecer la hierba, por lo que si los sorprendían andando descalzos por los campos les quemaban las plantas de los pies, con la subsiguiente cojera que venía a retroalimentar más la leyenda de desgracias. No podían entrar a las iglesias por la misma puerta que los baztaneses, ni bautizarse en la misma pila. Les señalaban haciéndoles llevar unas patas de gallina o de pato o de conejo al cuello y tenían que avisar con antelación de su presencia. En su leyenda se decía que hasta tenían rabo, como el maligno, cosa jamás comprobada, incluso por la Inquisición que llegó a intervenir, no encontrando en ellos nada anormal. La discriminación les hizo agruparse en ese barrio de Arizcun, el de Bozate, a modo de gueto, y juntarse solo entre ellos, lo que generó una tremenda endogamia con todas

31


sus consecuencias negativas para la salud (enfermedades, malformaciones, etc.), lo que a su vez seguía retroalimentando la leyenda... Aunque desde el siglo XVI se empezaron a emitir decretos de la Iglesia y del poder civil exhortando a la convivencia, la población autóctona ha permanecido remisa a aceptarlos como iguales e incluso hoy, en que las cosas han cambiado tanto... ¡Se sigue sabiendo quienes son agotes! A los agotes les ha dedicado una amplia sección la enciclopedia vasca1. Javier Arozena3 en su web y Cabovolo4 en la suya hacen una recopilación muy coincidente, destacando por parte de Arozena las bulas, alegatos y leyes que instaban a su protección e integración en la población general. También destaca que no todos los comentarios eran negativos; así, se reconocía que eran laboriosos e industriosos, pacíficos (ante la mucha violencia de la época no tomaban la iniciativa, sólo se defendían), serios y sedentarios; tenían alma de músicos, eran los txistularis, tamborileros y bertsolaris de esa tierras, y destacaron como artesanos, carpinteros y poetas. Un agote famoso fue Eleuterio Tadeo Amorena (aunque nació en 1819 en Pamplona, su padre era de Bozate); éste fue quien creó en 1860 los todavía actuales gigantes de la comparsa de Pamplona. Ambos autores citados coinciden en que debido a la ignorancia, o al temor a ser contagiados; a los agotes les estaba prohibido criar ganado y sembrar la tierra. Se les permitía ser carpinteros debido a la creencia popular de aquellos tiempos de que por la madera no se transmitían las enfermedades. Los agotes, buenos constructores, restauraron el Castillo de Pau y realizaron la carpintería del Castillo de Montaner. También se dedicaban a ser canteros, leñadores, tejedores y los oficios más desagradables como el de sepulturero o el de preparación de sogas para ahorcamientos. Navarth5 transcribe la siguiente cita que atribuye a Caxar Arnaut, ujier en 1517 del Consejo Real de Navarra: “...los dichos agotes dezienden del dicho Zihezi maldito y no de la compañía del dicho conde Don Ramón la qual maldición oy siempre les ha durado y les dura porque por las partes interiores quedaron leprosos y damnyados (...) y aunque sean cristianos no se suelen batizar en pila donde los otros cristianos se batizan y ellos que sean leprosos inficionados siempre claramente porque haun las yerbas que con sus pies tocan se secan y pierden la virtud natural y una manzana o alguna otra fruta que pongan en sus manos o seno se prodere y en sus personas y cosas queden

32


< Familia de Agotes en Bozate

como personas que son contaminadas de grave dolencia cuya conversación entre los otros fieles cristianos sería muy contagiosa y peligrosa”. Afortunadamente para ellos, a los 2 años de este intento oficial de marginación el arcediano de Santa Gema decidió aplicar la bula papal y obligar a dar igual trato a los agotes, so pena de amonestación eclesiástica y multa. Finalmente los gobernantes de Navarra confirmaron lo mismo en 1520, aunque el pueblo siguió haciendo caso omiso. Entonces los agotes recurrieron a Carlos V el cual en 1524 dictó orden imperial apoyando la bula y elevando la multa a 1000 ducados. Por el otro lado de la muga, en Francia, en el siglo XVIII los agotes fueron ganando definitivamente terreno legal con la intervención de Montesquieu como magistrado en un juicio promovido por cagots de Biarritz. También se mencionan las características aparentemente contradictorias de su aspecto físico, según el autor consultado, que destacan uno u otro aspecto físico, probablemente debido a la variabilidad personal junto con la escasez del tamaño de la muestra estudiada. Así, para Pío Baroja son de cara ancha con pómulos prominentes, pelo castaño o rubio, aunque también había morenos y de cara alargada. Para Justin Cénac­Moncaut tienen la cabeza grande, el cuerpo raquítico, las piernas torcidas, con bocio y mirada apagada. Y a partir de aquí comienza el disparate descriptivo con otros autores: que si en lugar de pelo tenían una especie de plumón, que si las orejas eran considerablemente más grandes o que no tenían lóbulo, e incluso todo lo contrario: con fama de guapos. Navarth también describe las marcas que debían llevar sus ropas (ya mencionadas) y las tablillas de madera que debían hacer sonar para alertar a la gente de su presencia. Y dice que en el siglo XI los cagots del Bearne se vendían y se legaban en testamento como esclavos, y que en caso de juicio se necesitaba el testimonio de siete cagots para igualar el de un hombre libre. En ocasiones la discriminación les proporcionaba ventajas, como la de estar exentos de realizar servicios militares y de pagar algunos impuestos. Por otro lado, al tener asignados oficios considerados indignos pero necesarios, los terminaban de prestar en régimen de monopolio. Por último, y refiriéndose a sus posibles orígenes, además de lo ya dicho llega a mencionar, sin darle realmente mucha verosimilitud, pasajes del Antiguo Testamento y de ahí a relacionarlos con el templo de Salomón y de paso con los templarios, lo que me parece ir demasiado lejos. Recientemente, en la película “Baztán”, de 2012, dirigida por Iñaki Elizalde y con Carmelo Gómez como uno de los actores protagonistas, el Inquisidor, se retrata magistralmente esta historia. Merece la pena verla, estando a libre disposición en You Tube (https://www.youtube.com/results?search_query=baztan+pelicula+completa). Referencias documentales: 1. Enciclopedia vasca (pero ¡ojo! Google hace muy mala traducción del euskera):

http://aunamendi.eusko-ikaskuntza.eus/artikuluak/artikulua.php?id=eu&ar=10045 2. https://es.wikipedia.org/wiki/Bozate 3. J. Arocena. http://vascon.galeon.com/agotes.html 4. http://www.cabovolo.com/2008/02/los­a gotes­l a­r aza­m aldita­d e­ navarra.html 5. http://navarth.blogspot.com.es/2013/08/los­agotes­1.html

33


34


Festival Aéreo Gijón, doce años mirando al cielo Juanjo Pascual “Jota” Gijón, ciudad asturiana a orillas del mar cantábrico, en la costa del Principado de Asturias, vuelve a ser escenario de su festival aéreo, consolidado a lo largo de sus años de celebración como uno de los mejores de España. Este año, el festival tuvo lugar el 23 de julio. Por estas fechas Gijón es una ciudad con mucha actividad, un destino turístico muy atractivo y seductor. Su clima, las playas, la proximidad a las montañas, la oferta cultural, gastronómica, lúdica y festiva le convierte en el blanco de todo tipo de turistas. Dentro de sus actividades combina las más tradicionales y autóctonas con las apuestas más modernas y cosmopolitas. Este espíritu que fomenta el recuerdo de las Historia caminado hacia el futuro y modernidad, también se ve reflejado todos los años en el Festival Aéreo; en el cual está presente la aviación clásica y la moderna. En esta edición, por las condiciones atmosféricas, se tuvieron que suspender parte de los entrenamientos del sábado 22. Hubo tres bajas en la parrilla de participantes. La A-1 Skyrider no pudo pasar de Burgos camino a Gijón por la meteorología desfavorable, el OV-10 Bronco tuvo problemas de compatibilidad de su seguro entre los requisitos exigidos en Francia y España y el Airbus A400, a quince minutos de su despegue; tuvo problemas técnicos que provocaron la decisión de cancelar su aparición. Cabe denotar que la seguridad es la principal premisa que cumplir y premia ante cualquier otra en este festival. Aunque estos participantes eran muy esperados, no deslució para nada el festival, ya que el resto de la parrilla de vuelo asombró al público de nuevo con sus actuaciones.

35


36


Domingo 23 de Julio hora 11:45, ubicación bahía de Gijón. Hora prevista de inauguración del festival 12:00. La Patrulla de paracaidismo PAPEA será quien haga los honores. Como viene a ser ya tradición en este festival, el inicio inminente del mismo fue anunciado por el carrusel de ultraligeros y avionetas Tampico con base en el aeropuerto de La Morgal. Mientras que ofrecían al público sus vuelos y figuras, iba ascendiendo sobre nuestras cabezas el AVIOCAR desde el cual saltaría la patrulla acrobática del Ejercito del Aire PAPEA. Esta patrulla está considerada una de las mejores si no la mejor, a nivel mundial. Sus miembros hacen ejercicios de alto nivel de riesgo, los cuales ninguna otra patrulla del mundo se atreve a realizar. A las doce en punto, el AVIOCAR estaba posicionado y saltaron los paracaidistas. Comenzaron a realizar los agarres típicos, formaciones en círculo y en estrella cogiéndose de las manos con gran precisión. Pasaron a realizar estelas con sus humos para llegar a la parte más arriesgada de la exhibición, en la cual nos esperaban dos sorpresas que aumentarían la adrenalina de nuestros corazones. Habitualmente suelen hacer una campana de tres portando el ultimo atada a su pie nuestra bandera nacional. Este año la campana fue muy diferente, el tercer paracaidista iba invertido respecto a los otros dos; lo cual aumentaba el riesgo del ejercicio más aún. La segunda novedad fue la variación en la ejecución de la campana de dos (los paracaidistas invierten su posición uno respecto al otro, cogiéndose por los pies y pegándolos al pecho). Esta vez los paracaidistas mantenían esa formación sin sujetarse los pies uno a otro, en vez de hacer esto, llevaban atado a uno de sus pies el extremo de una bandera nacional de cincuenta y cuatro metros de largo. Tras estar todos los saltadores en tierra el AVIOCAR hizo una pasada saludando al público y retorno al aeropuerto. Llegó el turno de la patrulla suiza Pc-7 Team, acompañados en formación por el helicóptero Superpuma. El helicóptero realizó una serie de maniobras, saludando por la megafonía en español y a continuación la patrulla realizó su tabla de ejercicios. Formaciones, roturas, cruces a cuatro, siendo una de las mejores demostraciones de las vistas hasta ese momento y con tal número de aviones integrándola. Tras ellos un salto en el tiempo con el biplano Bücker y el peculiar sonido de su motor, sus maniobras nos transportaban en el tiempo, recordándonos como era la aviación de aquella época. Le siguió el T-6 de la FIO con el sonido de su potente

37


38


motor de pistón, para dar paso de nuevo a la aviación más moderna. Era el turno de los “ángeles de la guarda” de los marineros. Salvamento marítimo hizo su aparición Con el Helimer Cantábrico y el CN-235, realizando un simulacro de salvamento en mar. Tras ellos el sonido delataba a los próximos participantes, se oían ya los reactores; llegaron dos EF-18 en formación. Tras dar unas pasadas por la bahía, quedó solo el piloto que realizaría la tabla de exhibición. Su demostración dejó al público perplejo por la intensidad de la misma, fue la más completa hasta la fecha y la mejor sin lugar a duda realizada con esta aeronave. No podían faltar a la cita los Bomberos de Asturias del 112 con sus demostraciones de técnicas de extinción de incendios y recogida de agua con el “bambi” (una cesta roja que hunden en el agua para llenarla y después lanzarla sobre los incendios. Dieron paso a la aviación deportiva de mano de Jorge Macías a los mandos de su EXTRA 200 realizando las increíbles acrobacias con marca propia y pasadas vertiginosas sobre el cerro Santa Catalina; al final de la actuación fue el público quien le pidió las maniobras que querían que hiciese y no les defraudó. Le siguió un participante que echó toda la carne en el asador, el piloto de la Fuerza Aérea Belga a los mandos de su F-16, quien dejó un buen sabor de boca a los espectadores con la maniobrabilidad de su aparato y las figuras que ejecutó. Para cerrar el festival apareció la patrulla Águila, sorprendiendo a los espectadores que estábamos a la altura de la escalera 9, sobrevolando nuestras cabezas, entrando por encima de los edificios que teníamos a nuestras espaldas. Volvieron a sorprendernos con cruces, ejercicios arriesgados del “solo” (piloto experimentado que realiza las maniobras más complejas y peligrosas), formaciones en espejo, vuelos invertidos, dibujos con las estelas de sus humos y como colofón el dibujo con sus estelas de la bandera nacional. Este año tampoco pudimos disfrutar del A400 ni de la Skyrider, esperemos que para el próximo si sea posible, a la tercera va la vencida (según el refranero popular). Este año la asistencia de público volvió a superar a la de la edición anterior, la organización cada año pone el listón más alto y estoy seguro de que ya están trabajando en la preparación de la siguiente edición. Contra viento y marea, Gijón despega y vuela.

39


40


< Mausoleo de Armando Palacio Valdés en el cementerio de La Carriona (Avilés).

Un extraño suceso Mario Eduardo Blanco Una lluvia muy tenue humedecía débilmente la superficie de las lápidas al tiempo que acharolaba los pasillos de adoquines y el suave reflejo de la escasa luz, emitida en el atardecer nublado, incidía sobre los panteones haciendo resaltar la multitud cruces, las figuras de ángeles piadosos e imágenes suplicantes que adornaban el cementerio. Pese a lo sombrío del ambiente, las luces de los farolillos que flanqueaban las calles no se habían encendido aún y debía darme prisa si quería obtener alguna imagen que mereciese la pena; en esta ocasión quería prescindir absolutamente de flahs o de luz artificial alguna, mi intención era la de realizar un reportaje acorde con la celebración, ya muy próxima, del día uno de noviembre y contribuir, de esta forma, con un humilde homenaje a los difuntos. Tras hacer unos disparos, fijé mi vista sobre una vieja cripta, ya ruinosa, cuyos ventanales y acceso semitapiados por unos gruesos tablones sugerían que algo interesante, desde el punto de vista fotográfico, podía observarse en su interior e inmediatamente la curiosidad me obligó a acercarme y realizar un breve examen ocular. Casi sin darme cuenta, aparté, no sin esfuerzo, uno de los tablones de la entrada, lo suficiente como para permitirme colarme dentro y ver con cierto detenimiento algo que mereciese la pena captar. Excuso decir que la luz era tan escasa en el interior que tanto el iris de mis ojos como el diafragma del objetivo hubieron de abrirse tanto como fue posible si quería obtener, en la retina de aquellos como en el sensor de ésta, alguna imagen mínimamente nítida. Debo decir que lo primero que captaron mis sentidos fueron la intensa humedad y el penetrante olor que desprendían unas desconchadas paredes llenas ya de grietas profundas y blanquecinas manchas de hongos extendidas por todas partes. En una de ellas, unas hermosísimas vidrieras multicolores suavizaban el fantasmagórico aspecto de un Cristo desprendido, tumbado sobre lo que parecía un viejo altar y, al fondo, tras unos ventanales ojívales, unas ya tenues imágenes del camposanto. Después de esta primera impresión ya no me paré a observar más. Encaré el visor de mi Nikon y, mientras lo hacía, manejé con el pulgar y el índice los controles de alguno de los parámetros de aquella. Mientras hacía esto, de repente, un ligero

41


42


hormigueo recorrió de abajo arriba mi columna vertebral, al tiempo que sentí erizarse los pelos de la nuca. Instintivamente me volví contemplando, estupefacto, la imagen de un anciano que me miraba con ojos tan curiosos como intensos. Tras el susto inicial, fui cogiendo la fuerza suficiente para evaluar la situación; el hombre, que parecía rondar los ochenta y tantos años, mostraba una cara sonriente y noble, poblada de una cuidada barba blanca que trasmitía más serenidad que inquietud. Por otra parte vestía un traje bien confeccionado de corte anticuado, con camisa de cuellos redondeados y corbata de nudo largo y estrecho. Todo ello del siglo pasado, (aunque, en los tiempos que corren, ya nada puede parecernos obsoleto o extraño, sobre todo en lo concerniente a modos o modas). Poco a poco recobré la fuerza suficiente para saludarlo con una tímida sonrisa y entonces él, tomando la iniciativa, con una voz suave al tiempo que profunda, comenzó a hablarme de su vida y de un exilio en Madrid, casi obligado pese a un amor por Asturias de la que “ya no me separaré jamás”, me dijo… Y el anciano de aspecto noble y barba blanca siguió hablando largamente, durante un tiempo que ahora no sabría precisar y, durante ese intervalo, sentí un estado de serenidad placentera que jamás había experimentado. Quizás el susto y nerviosismo del primer momento hubo de dar paso al reposo y la tranquilidad que ahora sentía o es posible que tal estado se debiera a la calma que aquel apacible viejo era capaz de trasmitir. El hecho es que, súbitamente, su voz, antes recia y clara, se fue debilitando de forma progresiva como la llama de una vela introducida en el interior de un vaso invertido y a la que se le agota el oxígeno circundante. De igual manera, y de forma paralela, la imagen de aquel hombre, antes extraordinariamente nítida, se fue diluyendo hasta desaparecer por completo y la placidez que había experimentado dio, de nuevo, paso a un nerviosismo creciente. Por un momento me mantuve en un estado de consciencia intermedio entre vigilia y sueño, mientras el corazón latía desbocado, amenazando por momentos con emerger por la boca. Mientras, con toda la rapidez y torpeza que me permitió mi estado, me abalancé bajo uno de los tablones que bloqueaba parcialmente la salida rasgando el jersey y la espalda. (En estos momentos, mientras escribo esta narración, siento aún el resquemor de la erosión producida). Una vez fuera, me dirigí a ninguna parte, buscando inútilmente la salida entre las calles del cementerio y yendo a parar, de forma fortuita, ante un viejo panteón ante el que me paré unos segundos para tomar aliento.

43


44


Lo que entonces vieron mis ojos puede resultar increíble para el lector que haya tenido la paciencia de seguirme pero estoy tan seguro de ello que, aún a riesgo de ser tomado por un loco desequilibrado, estaría dispuesto a ratificarlo ante el mismísimo Papa de Roma. Esculpido sobre un rosetón adosado a un panel frontal de mármol se encuentra el relieve de un anciano de barba y mirada serena que parece contemplar una Asturias que tanto amó y a la que describió tantas veces con la maestría del genio que fue. En su tierna sonrisa quise adivinar el guiño de una travesura que, apenas unos minutos antes, acababa de hacerme. A la memoria de D. Armando Palacio Valdés cuyos restos descansan para siempre en el cementerio de La Carriona (Avilés). Nota: Cuando tenía quince años, leí durante una noche que se me hizo corta “La aldea perdida”, de Armando Palacio Valdés, y por un tiempo deseé irme a vivir a una de las muchas aldeas de Asturias y emular a “Nolo de la Braña”

45


46


Fotos: Nadima

Ojos de ensueño Claudio Serrano Dice el refrán español —con esa dosis de sabiduría que suele acompañar a la experiencia— que la cara es el espejo del alma; y dentro de la cara, podría añadirse, los ojos son como ventanas abiertas al ensueño. Ya lo señaló el poeta: “En sus ojos, lagos de melancolía/ como los dos ojos de la poesía/ puso el infinito su mar y su sol”; y más adelante, buscándole el envés a esa hoja de parra que es siempre una metáfora: “En su alma llena de melancolía/ ¡trae un infinito de mar y de sol!/ ¡ensueño divino de la ensoñadora!” (Andrés eloy Blanco). Eso es lo que transmite esta breve serie de Nadima, cuatro fotos apuntando al infinito de los sueños encerrados en la melancolía de una tarde, quizás, de amores contrariados; o de una mañana abierta de par en par a la nostalgia. Melancolía, ensueño, nostalgia... todo ello entrevisto en los ojos de la modelo, que en la última foto, de perfil, entrecierra sus ojos y sus pensamientos se pierden en la bruma de la soledad, como dos corceles que galoparan en la atardecida atronando con sus cascos bien herrados ese silencio que dibuja por igual soledad y ensueño, ensueño y melancolía formando acaso una luna llena con la aurora y un rayo de luna con su corazón.

47


48


49


Amadeus Kezzin

50


Kezzin titula esta serie “Amadeus”, quizás en recuerdo de aquella película de Milos Forman en que se ilustraba el enfrentamiento Mozart-Salieri, que nada tuvo de histórico, sino de literario, a partir de la obra teatral de Peter Shaffer. Kezzin lógicamente no puede reprimir su tendencia canalla y a la peluca y otros aditamentos dieciochescos añade esa mancha de sangre crecientealrededor de la boca y esa sonrisa irónica que hace más vívido el contraste y la lucha entre dos genios.

51


52


53


54


Paisajes 2 Recordamos para quienes se hayan perdido el hilo de este apartado de PAISAJE. La fotografía puede conseguir que veamos nuestro alrededor de una manera muy distinta. Nos elimina del momento y el lugar y nos transporta a nuevos mundos, nuevos escenarios en los que, lejos de quedar relegados al fondo, el entorno se acerca y envuelve al espectador. La fotografía tradicional de paisajes siempre ha situado paisajes distantes frente a nuestros ojos, pero los profesionales de hoy en día llevan los límites aún más allá, llevándonos a mundos en miniatura hechos de comida o a distintos que nos eran familiares, distorsionándolos o embelleciéndolos hasta el punto de que nos resulten irreconocibles.

ALEXANDRE ORION La metabiosis ocurre cuando un nuevo organismo se forma a partir de un sustrato que ha dejado otro organismo después de morir. Piense, por ejemplo, en un cangrejo ermitaño metido en la concha de un predecesor o, si lo puede soportar, en los gusanos que se comen un cadáver. Este proceso metabiótico ha sido la inspiración para un joven fotógrafo y artista del grafiti de Brasil. Alexandre Orion comenzó su carrera artística a los catorce años, pintando camisetas que vendía en los mercados de su Sao Paulo natal. Pronto pasó al mundo del grafiti y empezó a tener en cuenta cómo percibían sus murales los peatones y a pensar en cómo crear un dialogo entre el arte y el viandante. Así nació la serie <<Metabiotics>>. Para Alexandre, la metabiosis opera entre la pintura y la fotografía. Estas dos disciplinas comparten el mismo entorno, como dos organismos incompatibles pero inseparables. Empieza con sus murales en las paredes de Sao Paulo, que toman vida propia cuando los habitantes locales interactúan con ellos. Después, se traspone esta nueva dinámica a la fotografía y Alexandre captura la escena ya modificada con su cámara.

55


56


57


58


59


60


61


62


63


FotografĂ­as que desp

64


pertaron conciencias

Einstein y la teoría de la relatividad. Una pluma, un tintero, sellos, libros, carpetas y archivos. Unas cuantas hojas de papel llenas de cifras y números ordenados. Las mejores ideas de Albert Einstein aparecían en este escritorio, en la habitación número 86 en el tercer piso de un edificio en Speichergasse donde trabajaba en la Oficina Federal de la Propiedad Intelectual de Berna. Suiza. Un altar sagrado para la ciencia que Erich Lessing, uno de los fundadores de Magnum Photos, inmortalizó en 1961, seis años después de la muerte de Einstein y más de cincuenta de la publicación de la teoría de la relatividad. Es como si indirectamente hubiera hecho un claro y tranquilo retrato de la actividad vital e innovadora del físico alemán. Einstein fue contratado en 1902 como técnico experto. Estaba bien pagado y tenía un puesto que no era demasiado opresivo para su vigor intelectual. Su trabajo consistía en verificar que las solicitudes hechas a la oficina estuvieran en orden y fueran patentables. Por lo tanto, tenía tiempo para dedicarse a sus investigaciones en el campo de la física. 1905 fue el annus mirabilis, no solo para él, sino para el mundo entero. Publicó varios artículos: en concreto, en el diario Annalen der Physik desarrolló la teoría de la relatividad restringida. La fórmula E=mc2 fue relegada a una posdata. -Las páginas captadas en esta fotografía- que explicaba al mundo clara y razonablemente que la energía es equivalente a la materia, que la velocidad de la luz es absolutamente invariable, y que el espacio y el tiempo son variables relativas. Partiendo de las verdades establecidas por Galileo y <newton, las brillantes conclusiones de Einstein nos han permitido observar el universo de un modo diferente. Einstein era judío. Cuando se instauró el nazismo, dejó Europa para dedicarse a la enseñanza en Estados Unidos, donde continuó desarrollando nuevos modelos matemáticos. Recibió el Premio Nobel de Física en 1921, y, sin duda, se convirtió en el científico y genio más famoso del mundo.

65


66

Manda tus preguntas a: moldeandolaluz@gmail.com


P.

Tengo unos estupendos objetivos de 50mm F/1.8 y 70-200mmF2.8. Mis imágenes siempre parecen un poco tenues, pero cuando mi pareja coge mi cámara, sus fotos salen todas en foco, con los mismos ajustes con los que yo la había estado utilizando dos minutos antes. ¿Qué demonios pasa? ¿Debería simplemente pasarle la cámara a él y olvidarme de ella?

67


R.

Precisar el enfoque es una destreza que se aprende. Primero, comprueba la velocidad de obturación. La regla de oro con sus velocidades de obturación y la obtención de fotos nítidas es que no dispares con la cámara en la mano a una velocidad más lenta que una 1/longitud focal. Por eso, para 50mm debes de mantener tu obturador a 1/50s o más. Para 200mm tendrías que estar en 1/200s o más. Te recomiendo algo como 1/250s o más rápido para aquellos objetivos 70-200 cuando tu estás a 200mm. Es una bestia pesada. Es posible conseguir enfocar a velocidades de obturación más bajas, pero tienes que permanecer estable como una roca o lo tiene que estar tu sujeto. Los objetivos con sistema de estabilización VR (reducción de la vibración) o IS (estabilización de la imagen) te puede ayudar.

Siguiente ¿Cómo enfocas? Veo a muchos fotógrafos ajustando su cámara en modo de enfoque continuo. Esto significa que la cámara sigue el enfoque constantemente sobre el punto de ajuste AF. Si estás enfocando los ojos de tu sujeto, y después, ligeramente recompones la foto, el punto AF puede coger otra cosa y cambiar el foco de los ojos. También veo muchos fotógrafos que utilizan el modo automático de detección del punto de autofocus. Por lo que la cámara lee la escena y decide el punto de enfoque por ti. Generalmente, la cámara selecciona el punto de enfoque equivocado. También ten en cuenta que los puntos de AF han sido colocados en tu visor por ingenieros. No por artistas. No son puntos de composición. Son puntos de enfoque. No componen fotografías sobre la base de esas áreas en tu visor.

68


He visto a mucha gente utilizar la técnica del enfoque con botón trasero, pero entonces cuando presionan el disparador a la mitad, la cámara enfoca otra vez, porque los botones no están configurados correctamente con el menú del sistema. Yo no uso la técnica de enfoque con botón trasero. Esta técnica realmente se hizo muy popular porque algunos fotógrafos populares dijeron que así lo hacían. He visto a montones de personas cambiarse a ese sistema, no porque les funcionara mejor, sino porque alguien dijo que eso es lo que tenían que hacer. Presionar la mitad el disparador para el AF funciona mejor para algunos. La técnica de enfoque con el botón trasero funciona para otros. Es una preferencia personal, y tienes que ser muy bueno con cualquiera que escojas. Si eres de los que enfoca con el botón trasero, entonces asegúrate de no presionar el disparador hasta la mitad, porque iniciaría de nuevo el enfoque. He enseñado en muchos talleres y he visto a la gente luchar con el enfoque una y otra y otra y otra vez, porque no entendían el sistema de enfoque de su cámara; no entienden los diferentes modos de enfoque; sus botones no están configurados correctamente; están bajando su velocidad de obturación demasiado para los objetivos que tienen; sostienen mal sus cámaras con la mano, o enfocan y recomponen, pero cuando están recomponiendo, mueven la cámara demasiado lejos y ésta pierde foco. No puedo decir cuántas veces he cogido una cámara de un alumno del taller y he entrado en su menú y he realizado una serie de cambios en sus cámaras. No solo cambié los modos AF, también apagué el auto brillo en la pantalla LCD, quité la rotación de la imagen en la cámara, activé los histogramas RGB, resalté las alertas de reflejos, y así. Preguntaba a los alumnos: “¿Por qué está tu cámara ajustada así?” y muchas veces su respuesta era: “Ummm. No sé”. ¡Conoce bien tu equipo¡ Conoce cada botoón. Conoce cada ajuste del menú. Conoce porqué está haciendo una cosa. Conoce cómo cambiarlo. Conoce que está haciendo el sistema de enfoque. Conoce los diferentes sistemas de medición. Tu cámara nunca será una extensión de tu brazo hasta que la conozcas por dentro y por fuera. Por lo tanto, sobre tu pregunta: vigila la velocidad de obturación. Mantén estable la cámara. La mano con la que sostienes los objetivos tiene que estar ahuecada para sujetar el objetivo por debajo, como si estuvieras haciendo una “U” con tu mano. No la sujetes por el lado como si hicieras una “C”. Nada demuestra más de que eres un principiante que el hecho de sostener un objetivo por el lado.. Separa tus pies. Toma una postura fuerte. Aprieta la cámara contra tu cara. Asegúrate que el punto AF no cambia constantemente el enfoque ( a menos que estés disparando a un sujeto en movimiento). Asegúrate que cuando tu recompones lo haces con mucho cuidado y no se inclina ni hacia delante ni hacia atrás después de que el enfoque esté bloqueado.

69


70


Especial

El festival de primavera, también conocido como el de los colores y la fiesta de amor, se trata de una antigua fiesta religiosa hindú que se ha vuelto popular entre los no hindúes en muchas partes del sur de Asia, así como personas de otras comunidades. Se celebra principalmente en la India, Nepal y otras regiones del mundo con poblaciones importantes de hindúes o las personas de origen indio. El festival ha sido, en los últimos tiempos, celebrado en partes de Europa y América del Norte como una festividad primaveral del amor y colores. Joli hace referencia a Joliká, la malvada hermana del rey Hiranyakashipu y tía del príncipe Prahlada. Cuando los poderes que le fueron otorgados al rey le cegaron, creyéndose la única deidad a la que su pueblo debía adorar, el príncipe Prahlada decidió seguir adorando a Vishnu y enfureció a su padre. El rey decidió castigar a su hijo cruelmente, pero nada cambió: Prahlada no iba a adorar a su padre. Es por ello que su tía decidió que la única solución posible era matar al príncipe y le invitó a sentarse en una pira con ella, que llevaba un manto innífugo que le protegía de las llamas. Pero, en ese momento, el manto cambió de dueño y protegió a Prahlada, que vio como su tía moría abrasada por las llamas. El dios Vishnu, aquel al que adoraba el príncipe, apareció justo en ese instante y mató al rey arrogante. La hoguera es un recordatorio de la victoria simbólica del bien sobre el mal, de Prahlada sobre Hiranyakashipu y Joliká. El Holi se celebra el día posterior a la hoguera. En la región de Braj de la India, donde Krishna creció, el f​​ estival se celebra durante 16 días (hasta Rangpanchmi) en conmemoración del amor divino de Radha profesaba por Krishna, una deidad hindú. Las festividades marcan el comienzo oficialmente en la primavera, y el Holi se celebra como fiesta de amor. Hay un mito simbólico detrás de conmemoración de Krishna también. El bebé Krishna tiene su característico color de piel azul, porque la demonia gigante Putana lo envenenó con su leche materna. En su juventud, Krishna se desespera si piel Radha justo y otros Gopikas (niñas) le va a gustar a causa de su color de piel. Su madre, cansada de la desesperación, le pide acercarse a Radha y el color de su cara en cualquier color que quería. Esto que él hace, y Radha y Krishna se convirtió en una pareja. El colorido juguetón de la cara de Radha en adelante se ha conmemorado como Holi. Más allá de la India, estas leyendas para explicar el significado de Holi (Phagwah) son comunes en algunas comunidades del Caribe y Sudamérica de origen indio como Guyana y Trinidad y Tobago. Festival de Holi tiene otro significado cultural. Es el día de fiesta hasta el final y librarse de los errores del pasado, los conflictos finales mediante el cumplimiento de los demás, un día para olvidar y perdonar. La gente paga o se perdonan las deudas, así como hacer frente de nuevo con las personas en sus vidas. Holi también marca el inicio de la primavera, y para muchos el comienzo del nuevo año. ”Holi” festival de los colores en India Despedir el invierno y darle la bienvenida a la primavera en la India, debe estar dentro de las cosas que todo ser humano quisiera experimentar. Cientos de personas, la mayoría jóvenes, se reúnen en las ciudades más importantes en conmemoración al amor de los dioses Radha y Krisná. Con polvos de pinturas de todos los colores, los asistentes de esta festividad se pintan los unos a los otros creando una inmensa nube multicolor. Todo esto ocurre a los pies de uno de los templos. Las celebración dura dos días, teniendo una fuerte importancia religiosa. *♦

* ♦ FuenteWikipedia

71


Seis claves para descubrir el Holi, una de las fiestas más esperadas en la India. Cada año, la India se tiñe de brillantes colores para recibir la primavera y durante dos días, parece que las enormes brechas sociales desaparecen. Es el Holi, una de las tradiciones de la India. Un festival en el que hombres y mujeres, ricos y pobres, niños y mayores se unen para celebrar juntos esta fiesta de colores tan esperada. 1. Qué es el Holi: Holi es un festival de origen religioso que se celebra principalmente en la India y otros países en los que habitan grandes comunidades Hindúes como en Nepal, Sri Lanka, Malasia, Sudáfrica o Reino Unido. El evento se conoce también como el Festival de Primavera, ya que celebra el final de la estación invernal en la última luna llena del mes, que normalmente coincide con finales de febrero o principios de marzo. 2. Cuándo se celebra: En este año 2015, Holi tuvo lugar desde el 6 al 7 de marzo, aunque se sigue celebrando en diferentes lugares del mundo, como en Estados Unidos durante varios meses hasta el verano bajo el nombre de “Festival de Colores de Estados Unidos”. 3. Cómo se celebra: La celebración original consiste esencialmente en lanzarse polvos de colores brillantes y agua coloreada unos a otros, como símbolo de felicidad por la llegada de la primavera, tratando de emular los alegres colores de las flores que nacerán durante la estación venidera. Es un momento mágico, de alegría, diversión, música y danza, pero sobre todo espiritual, ya que durante la víspera del festival, se encienden hogueras como conmemoración del triunfo del “bien” frente al “mal”. 4. Los símbolos del Holi: La cara tradicional de Holi mantiene que al comienzo de la estación primaveral, cuando cambia el tiempo, es muy probable que haya virus y resfriados, por lo que el hecho de lanzarse polvos de colores tiene un significado médico, ya que tradicionalmente se han fabricado a partir de hierbas prescritas por los ayurvedas(médicos indios tradicionales). Desafortunadamente, el aspecto comercial de la celebración ha incrementado el uso de colores sintéticos que pueden ser tóxicos, por lo que se recomienda asegurarse que los polvos adquiridos son Gulal o de origen natural. 5. Más allá del festival: Quizá lo mejor del festival sea la libertad que experimenta la gente. Algunas prácticas que serían impensables en otros contextos debido a las estrictas normas sociales de la India, son perfectamente aceptables durante la celebración de Holi: Chorros de agua coloreada, mojar a los amigos en piscinas de barro y divertirse sin pudor con los compañeros. Las mujeres, sobre todo, son quienes más disfrutan de esa sensación de libertad, de normas más flexibles. Es momento para divertirse y pasarlo bien sin restricciones. De hecho, casi cualquier cosa está aceptada en esta fiesta de colores: ¡No te preocupes, que es Holi! 6. Un festival sin barreras: Durante unos días, el festival cierra la brecha social entre los ricos y pobres, todos son iguales, sin diferencias, para abrazarse y desearse Feliz Holi durante unas horas al año. **♦ Parece ser que los polvos holi han llegado a España, no sabemos si para quedarse o será una moda pasajera, ciudades como Barcelona, Madrid, Málaga , Tenerife y Avilés en Asturias celebran desde hace varios años el festival de colores holi, este año a finales de Agosto se ha incorporado a la fiesta de los polvos holi la ciudad de Gijón. Para nada tienen que ver estas fiestas con las que se celebran en la India desde hace siglos para dar la bienvenida al buen tiempo y a la temporada de las cosechas. En España fueron introducidas en actividades culturales y gastronómicas organizadas por las Comunidades indias residentes en la zonas, posteriormente recogieron el testigo las organizaciones de Fiestas de diferentes ciudades, dado su ** ♦ loney planet

72


interés y efusión por el carácter sencillo, colorido y alegre de su celebración. Así de una manera occidentalizada se celebran en Europa, con mucha participación y trascendencia. La Fiesta Holi llena España de polvo y agua de colores. Barcelona es la provincia que más tiempo lleva acogiendo la celebración de Holi. Este año Holi en Barcelona (Sabadell) pone en marcha el 15 de marzo su sexta edición. Además de promover cultura e integración, fomentan la solidaridad recaudando fondos para diversas ONG’s. En la capital de España, el barrio más multicultural de Madrid, Lavapiés, tradicionalmente acoge cada año su festival de colores particular y de hecho en 2014 se celebraron en dos momentos: marzo, coincidiendo con la La Fiesta Holi llena España de polvo y agua de colores. La Fiesta Holi llena España de polvo y agua de colores. Y en el sur también hay Holi. No son muchos los malagueños que saben de la existencia del Templo Hindú de Benalmádena, un espacio de encuentro para la Comunidad homónima de la Costa del Sol que está abierta al público los fines de seman. Situado junto al Parque de la Paloma, cada año celebran Holi en la explanada de que tienen enfrente, pudiendo participar en ella cualquier persona y de forma gratuita. La Fiesta Holi llena España de polvo y agua de colores. Las Islas Canarias, que cuentan con una población importante de personas de origen indio. Además de haberse integrado completamente, van ya por la cuarta y hasta la quinta generación de canarios de origen indio. Siendo así, la celebración de Holi y otras festividades indias es un hecho habitual y disfrutado por todos los canarios en general. Adeje, en el sur de Tenerife es el escenario habitual para el lanzamiento de los polvos de colores, que se enmarcan dentro de una jornada festiva que incluye gastronomía y danzas tanto españolas como hindúes. En Asturias Avilés se celebra desde hace dos años en la gran plaza del Centro Cultural Internacional Oscar Nimeyer . Gijón se ha estrenado este año celebrando la fiesta del color y la música en la Playa de Poniente. Nuestra particular fiesta de fotografía con polvos holi tiene un significado y motivos diferentes. Ocurre que las imágenes han cambiado de naturaleza. Ya no funcionan como estábamos acostumbrados a que lo hagan, aunque campen a sus anchas en todos los dominios de lo social y de lo privado y de lo privado como nunca antes en la historia. Las fotografías siguen impactando en nuestras conciencias, pero ahora su número ha crecido exponencialmente y son mucho más escurridizas y, por lo tanto más difíciles de controlar. Es evidente que padecemos una inflación de imágenes sin precedentes. Esta inflación no está motivada por una sociedad hipertecnificada sino, más bien, el síntoma de una patología cultural y política, en cuyo seno irrumpe el fenómeno postfotográfico. La postfotografía hace referencia a la fotografía que fluye en el espacio híbrido de la sociabilidad digital y que en consecuencia de la superabundancia visual. Aquella aldea global vaticinada por Marshall Mac Luhan se inscribe ahora en la iconosfera, que ya no es una mera abstracción alegórica: habitamos la imagen y la imagen nos habita. Debord lo expreso con distintas palabras: Allí donde la realidad se transforma en simples imágenes, las imágenes se transforman en la realidad.***♦****♦ Estamos instalados en la democratización de la fotografía, otros opinan que es capitalismo de las imágenes, y sus excesos, más que sumirnos en la asfixia del consumo, todo ello nos confronta al reto de su gestión. *** ♦ Guy Debord, La societé du spectacle, Paris. Gallimar 1961. (Traducción española: La sociedad del espectáculo 2012)

**** ♦ Joan Fontcuberta. La Furia de las imágenes.

73


No se pretende en este espacio tanto acertar en lo que deparará el futuro de la imagen como evitar a la reflexión ahora mismo. Hemos comenzado este trabajo compartiendo con todos la historia de este fenómeno colorista. Podríamos haber asistido a alguno de los eventos celebrados en Asturias, bien en Avilés o en Gijón, ello no quiere decir que a lo mejor asistamos en un futuro, pero en esta ocasión y pensando más en lo que se comenta en este trabajo, nos íbamos a encontrar con una hipermasificación de obturadores disparando sabe Dios a cuantos disparos por segundo. Si en una fiesta de este tipo se concentran ocho o diez mil personas, puede que existan tantas personas como cámaras sobre todo con teléfonos móviles. ¿Qué foto podemos hacer nosotros que se diferencia de la de los demás? Además no podemos estar en todas las partes de la pista o plaza a la vez. Por el contrario se estarán registrando cientos de imágenes en cada metro cuadrado. De esta inflación de imágenes sin precedentes en este tipo de eventos públicos, salió la idea de hacer algo diferente, sin menospreciar para nada el registro de imágenes del evento. Se trataba de dar un paso más adelante, recordando el ejemplo del director del periódico que rechazó las imágenes de los fotógrafos de su diario que habían acudido a cubrir un incendio, porque imágenes como las que ellos habían presentado en el periódico ya habían sido subidas a las redes sociales por los espectadores del siniestro, ejemplo este del que hemos hablado en “Todo lo que querías saber y no te atreviste a preguntar” en un número anterior. Así que nos pusimos manos a la obra, necesitábamos un espacio donde poder hacer este tipo de fotos en estudio, con el inconveniente que con lleva el lanzamiento de polvos y líquidos. Así que improvisamos un estudio cerrando un porche de una casita en San Esteban de la Cruces. Durante más de un mes trabajamos en su montaje consiguiendo una gran caja negra para poder trabajar a gusto. Durante todo este tiempo Juan José Pascual, Juanjo, para los amigos, colaborador habitual de Luz y Tinta, trabajó en el diseño de unos cañones de aire comprimido para poder lanzar los polvos. Se trata de unos cilindros de PVC que albergan en su interior el aire que se les suministra a través de un comprensor de aire, en la parte delantera llevan incorporada una manguera que es el lugar donde se depositan los polvos, una válvula cierra y abre el paso del aire hasta el compartimento donde se encuentran los polvos. Cuatro kilos de aire hacen unas explosiones de colores fantásticas. Buena prueba de ello son las fotos que acompañan este especial de Luz y Tinta sobre las sesiones de polvos holi. Las fotos que se muestran en este trabajo corresponden a la primera y a la segunda sesión. La experiencia de estas sesiones nos aconsejó que no podían realizarse con más de cinco modelos por sesión, puesto que son sesiones dobles por modelo, un primer pase con polvos a todas y una segunda sesión con pinturas de polvos holi a cada modelo. La verdad es que fue una experiencia de convivencia muy interesante, fotógrafos y modelos desde por la mañana hasta la noche disparando y posando entre polvos y pinturas de colores. Serán tres las sesiones que se realizaran este año, Agosto, Septiembre y Octubre. Pero prometemos repetir el próximo año, aunque solo sea por complacer a las modelos que no hemos podido coger este año, algunas de ellas viejas amigas y conocidas por otro tipo de sesiones fotográficas.

74


¿Qué son los polvos holi, cómo se hacen? Los Polvos Holi® son colorantes en polvo hechos a base de ingredientes 100% alimenticios. Los colorantes que se usan para su producción son certificados para su uso en alimentos, cosméticos y fármacos por la FDA de Estados Unidos; también son permitidos para su uso en México y Europa. En plan casero se pueden hacer con Maizena y con colorantes alimenticios de los que se venden en las tiendas especializadas en repostería Polvos Holi® está avalado por estudios de biodegradabilidad desarrollados por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). Su fórmula de grado alimenticio lo convierte en un producto No tóxico, 100% Lavable, No irritante y Fácil de quitar. Video de cómo se pueden hacer en plan casero https://www.youtube.com/watch?v=ns80PJ07kkE&ab_channel=Andy100%25

Modelos: *Alejandra Victoria Soto Pello. Instagram: allfly55 (págs.- 83- 88-89- 101-104-106-108-145-146) *Marlene Falle. Instagram: leni_falk ( págs. 85-86-87-100-102-105-107-127-143-144) *Vanesa Turrado Pérez . Instagram: vane_la_pelu ( págs. 80-92-97-99-114-115-139-140-141-147) *Sarah Alice González Levi. Instagram: sarahalicegl ( págs. 81-82-84-116-117-118-138-140-141-142) *Eva Esther ( págs. 77-78-79-112-121-125-134-136-137) *Cindy Amieiro González. Instagram: Cindyamie46 ( págs. 94-95-119-122-123-129-131-132-133) *Claudia Barril Aller. Instagram:: claudiabarril99 ( págs. 90-91-93-94-96- 110-111-113-128-130-132-135) ​

75


Juan José Pascual

76


77


78


79


80


81


82


83


84


85


86


87


88


89


90


91


92


93


94


95


96


97


José Luis Cuendia, “Guendy”

98


99


100


101


102


103


104


105


106


107


108


109


110


111


112


113


114


115


116


117


118


119


120


121


122


123


124


125


José Luis Maylín

126


127


128


129


130


131


132


133


134


135


136


137


138


139


140


141


142


143


144


145


146


147


Reyfman

TambiĂŠn pudier

148


Eleanor

ron ser portada

149


www.moldeandolaluz.com 150


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.