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CÓMO SE ADAPTA EL CUERPO AL ENTRENAMIENTO CON PESAS.
El entrenamiento en el área de musculación, es una de las formas más efectivas de mejorar la fuerza, la resistencia y la composición corporal.
A medida que el cuerpo se somete a un programa de entrenamiento con cargas progresivas, inicia un proceso adaptativo que involucra cambios tanto a nivel muscular como neurológico.
La homeostasis, el equilibrio del cuerpo.
La homeostasis hace referencia al equilibrio relativo del cuerpo humano, que se mantiene de manera natural mediante respuestas adaptativas que promueven la conservación de la armonía y la salud.
Este estado se mantiene por la acción de diversos mecanismos sensoriales, de retroalimentación y control.
Entre los mecanismos homeostáticos se encuentran los latidos del corazón, la presión arterial, la temperatura corporal, el equilibrio electrolítico, la respiración y la secreción glandular.
¿QUÉ PASA CUANDO SE ENTRENAN LOS MÚSCULOS?
El organismo percibe el esfuerzo como una agresión a su integridad y acelera ciertos procesos para minimizar sus repercusiones en el sistema.
Es una situación anómala a la que debe adaptarse, y que tiene pocas repercusiones a largo plazo si esta no es repetitiva.
La prioridad del organismo es siempre mantener el equilibrio y procurar que las acciones en que nos veamos implicados no representen un desafío, o un ataque a su integridad.
El objetivo final es la supervivencia a toda costa, y cuando nos vemos en una situación en la que hemos de emplear el 100% de nuestros recursos energéticos disponibles para superarla, constituye una señal de alarma que avisa del peligro en que quedamos expuestos después de ese episodio.
De ahí la adaptación requerida por los músculos en términos de fuerza y energía, ante un esfuerzo repetitivo.
El secreto de la adaptación al entrenamiento.
Suponiendo que una persona comienza a hacer sentadillas por primera vez, cuando nunca había realizado este tipo de ejercicios en el gimnasio.
Al terminar el ejercicio, las piernas quedarán sin energía, sin glucógeno, adoloridas y con los músculos fatigados.
El cuerpo entonces, procura después de la sesión, comenzar a recuperar la fuerza y la energía, para que cuando esté expuesto a esta situación nuevamente, no vuelva a agotarse de la misma manera, y es cuando se produce la sobrecompensación, por la cual se almacena más glucógeno, y los músculos se hipertrofian adquiriendo más fuerza.
Con el tiempo, cada sesión dejará de suponer el agotamiento total de las piernas, y su fuerza y resistencia se aumentarán.
“En ese momento se habrá alterado la homeostasis para incorporar la sesión de sentadillas a su normalidad”.
Cuando el entrenamiento no aumenta en intensidad, y esfuerzo, los efectos serán cada vez menores, debido a la acción de la homeostasis, que tiende a minimizar cualquier forma de ejercicio físico.
Por consiguiente, todo lo que sea una normalidad y no obligue a la alteración de la homeostasis, no producirá ningún resultado en términos de ganancia de fuerza y tamaño.