Zemillero 49

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Cooperación solidaria, junio 17, 2021, Año II, No. 49

Son chingones

Semillero de Redes, Organizaciones y Colectivos de Resistencia y Rebeldía adheridos a la Sexta Nacional e Internacional

Colibrí rebelde

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on lxs zapatistas los “asuntos” –que así le llamaba mi abuelo el sabio a eso de ponerse a “atender tareas”– se mueven rápido. Apenas una semana desde que arribaron a Portugal, sin haberse reunido todavía con ninguna de las resistencias que fueron a encontrar, o séase, cuando “todavía no hay nota”, porque aún no ha pasado y ya hay mucho que contar. Así que, antes de que tengamos que cambiar, de nuevo, el orden de los textos, mejor cerramos este número y publicamos lo que hay “nuevo” antes de que los andares del Escuadrón 421 por geografías de la otra Europa lo conviertan en “ya pasó”. El orden en que aparecen no es cronológico porque no hay forma, son parte de un evento que puede leerse como “único”; pero también como “distintos”; asegún en que orden se lean, así que, ni modos, será un presentación y una lectura al estilo de Rayuela de Julio Cortazar; pero, léase en el orden que se lean, la conclusión sólo puede ser una: lxs compas saben lo que hacen. Un escuadrón de sólo siete personas ha logrado poner en el centro de la atención a una rebeldía que define cuándo, cómo y dónde dar la batalla. O, más corto, como lo señalaron las comunidades zapatistas: que lxs compas “Son chingonxs” Va pues, con las disculpas por la desordenanza.

(Compilación de textos: TPC / Pueblos Tlalpan)

Pasaporte zapatista

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l 12 de junio del 2021, el llamado “Escuadrón 421”, y demás pasajeros y tripulación, recibieron en sus pasaportes el sello de entrada legal al llamado espacio o zona Schengen y desembarcaron en Horta, Islas Azores, Portugal, Europa. Sin perder la gracia y la elegancia (es un decir), bajaron de La Montaña. Como debe de ser, hubo azoro, baile, fotos y un atracón de comida. Marijose se encontró con una vieja profecía que anunciaba su llegada. Y se realizó una carrera (es un decir), tipo “el que llegue al último paga la comida” (Diego Osorno perdió). Se brindó por la vida, claro.

A las 09:17:45 del 14 de junio del año en curso, La Montaña se despegó del abrazo portugués y tomó dirección noreste a una velocidad de entre 6 y 7 nudos. A las 12:30:06 rebasó por la izquierda el “Pico Das Urzes”. Latitud: 38.805213; longitud: -28.343418. El capitán Ludwig calcula avistar las costas de la península Ibérica, entre el

19 y el 20 de junio (aunque podría ser antes, porque La Montaña, reconciliada con el viento, parece apresurada en abrazar a sus hermanas portuguesas y gallegas). De esa fecha en adelante, se saludarán las elevaciones en las islas de San Martino, Monte Faro y Monte Agudo. Luego se entrará a la “Ría de Vigo”. Se prevé llegar a la Marina Punta Lagoa, al norte del puerto de Vigo, Galicia, Estado Español.

Entonces, en silencio, lluvia hermana será la montaña nuestra, húmeda se tornará nuestra mirada, y así diremos sin palabras: “(…) desperta do teu sono fogar de Breogán. Os bos e xenerosos a nosa voz entenden e con arroubo atenden o noso ronco son, A la p. 2


Abajo y a la Izquierda: Contra la Explotación, el Despojo, el Desprecio y la Represión De la p. 1 . Pazaporte zapatista mais sóo os iñorantes e féridos e duros, imbéciles e escuros non nos entenden, non.* Fragmento de “Os Pinos”, Himno de Galicia. Pascual Veiga y Eduardo Pondal. * “…despierta de tu sueño / Hogar de Breogán. / Los buenos y generosos / nuestra voz entienden / y con devoción atienden / nuestro ronco sonido. / Pero solo los ignorantes / y débiles y duros, / imbéciles y oscuros / no nos entienden, no.”

Ahora permítame contarle de la documentación zapatista que lleva el Escuadrón 421 (que a estas horas ya podría agregar “marítimo” a su flamante nombre). L@s compañer@s llevan un pasaporte zapatista. Quiero decir, además del pasaporte oficial de México, llevan el llamado “pasaporte zapatista de trabajo”. Aquí se los describo: En la portada o tapa principal: un caracol con una estrella roja dentro. Y el letrero: “pasaporte zapatista de trabajo”. En la contra portada o tapa trasera: una estrella roja con un caracol dentro. En la primera página se lee: “Este pasaporte es otorgado por las autoridades civiles autónomas de los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas y las Juntas de Buen Gobierno, Chiapas, México. Sólo es válido durante el período establecido y en el lugar descrito. Este documento consta de 32 páginas y no es válido si presenta deterioro, cortes,

tachaduras y enmiendas”. En las páginas 2 y 3 hay espacios para: foto del titular, sus datos personales, datos de la Junta de Buen Gobierno y MAREZ que expiden el documento. Trabajo que va a desempeñar. La fecha de expedición y el calendario y geografía donde va a cumplir el trabajo. Lugar para sello de MAREZ y de JBG. En las páginas 4 y 5. Se establecen las siguientes 7 limitantes: “1.- El, loa o la titular de este pasaporte no puede ni debe pedir ni recibir apoyos en moneda o especie para su beneficio propio o de su familia, más allá de los estrictamente necesarios para cumplir con el trabajo que se le ha encomendado. 2.- La, loa o el titular de este pasaporte sólo podrá hacer el trabajo que se específica en este mismo documento. 3.- Loa, el o la titular de este documento tiene prohibida la portación y uso de armas de fuego de cualquier tipo, y no puede ni proponer, ni sugerir, ni alentar cualquier actividad que implique, o derive en, el uso de armas de fuego en el lugar donde haga su trabajo. 4.- La, loa o el titular de este documento sólo puede contar de nuestra historia de resistencia y rebeldía como pueblos originarios y como zapatistas, previa preparación y capacitación para ello. 5.- El, loa o la titular de este documento no puede establecer acuerdos o desacuerdos a nombre de las estructuras organizativas y/o de mando político-militar con personas, grupos, colectivos, movimientos y organizaciones, más allá

De la Comisión Sexta Zapatista Al Colectivo “Llegó la Hora de los Pueblos”. México. Hermanas, hermanoas y hermanos:

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eciban tod@s un abrazo… bueno, varios. Queríamos mandarles un saludo… ok, varios, y, aprovechando el vuelo de estas letras, solicitarles un apoyo. Resulta que, para la Travesía por la Vida Capítulo Europa, se ha decidido que cumplamos los requisitos legales para poder llegar, con nuestro oído y nuestra palabra, a las tierras que Marijose habrá de rebautizar en unos pocos días. Dentro de unas horas (tomando como referencia el día y la hora en que les escribo –madrugada del 11 de junio del 2021- ), ese desafío delirante

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de lo estrictamente necesario para el cumplimiento del trabajo que se le ha encomendado. 6.- Las opiniones personales sobre asuntos públicos y privados que exprese loa, el o la titular de este documento, no sólo no reflejan las posiciones zapatistas, también pueden ser completamente contrarias a nuestro pensamiento y práctica. 7.- La, el o loa titular de este documento deberá conducirse en todo momento respetando las diferencias de identidad, sexo, credo, lengua, cultura e historia, de las personas y lugares donde realice el trabajo para el que se expide el presente documento. En la página 6 se establece: “Se acredita que la, loa o el titular de este documento recibió curso de capacitación (si aprendió o no, ahí se va a ver en los hechos) en__ (espacio para poner el nombre del lugar)”. Y la página 7 indica las fechas de salida y llegada: “La, loa o el titular de este documento salió de territorio zapatista __ (espacio para

detalles y sellos en media página)”. La mitad de abajo de la página: “La, loa o el titular de este documento regresó a territorio zapatista: ___ (espacio para detalles y sellos)” Las páginas subsiguientes están en blanco, para que las diferentes personas, grupos, colectivos, organizaciones y movimientos, de los distintos rincones de los disímiles mundos que se visiten, sellen, firmen, adornen, huellen, pongan dibujos, rayen o lo que sea para que el, la o loa compa tenga una especie de guía de dónde estuvo, además de los apuntes en su cuaderno, cuando regrese y platique cómo le fue. La última página es para “Observaciones:” (por ejemplo alguna alergia, discapacidad o gustos musicales –digo, porque si le gusta la cumbia y le ponen a bailar un vals, pues ya se imaginarán-). Doy fe. SupGaleano. Planeta Tierra, Junio del 2021.

llamado “La Montaña”, tocará tierras europeas en las llamadas Islas Azores, de Portugal. Ahí estarán unos días para luego dirigirse al destino marcado: Vigo, Galicia, Estado Español. Después saldrá un grupo aerotransportado. El así llamado “Escuadrón 421” va con sus papeles en regla. Es decir, tienen doble pasaporte: el oficial mexicano y el llamado “pasaporte de trabajo zapatista”, que expiden las Juntas de Buen Gobierno cuando una compañera, compañero o compañeroa sale del territorio zapatista a hacer un trabajo para nuestros pueblos. Acá decimos que va de “comisión”. En otra ocasión hablaremos de ese “pasaporte zapatista”, ahora quisiéramos hablarles del oficial. Ya antes nos hemos referido, en escritos y pláticas, a eso que llamamos “el calendario y la geografía”. Bueno, pues nuestra geografía se llama “México”. Y, para nosotras, las comunidades zapatistas, esto no es sólo una palabra. Es, en sentido zapatista, una geografía. Cuando decimos que somos “mexicanos” señalamos que compartimos historias con otros pueblos originarios hermanos (como quienes se agrupan en el Congreso Nacional Indígena-Concejo Indígena de Gobierno). Historias, es decir: dolores, alegrías, rabias, agravios, luchas. Pero no sólo con los pueblos originarios de esta geografía, también con individuos, grupos, colectivos, organizaciones y movimientos que coinciden con nosotros, los pueblos zapatistas, en sueños y, claro, en pesadillas. Quiero decir con esto que a nosotras, las comunidades zapatistas, no sólo no nos avergüenza decir que somos mexicanas, nos enorgullece. Porque ese orgullo no nos nace mirando hacia arriba y a sus historietas, sino mirando, escuchando y hablando con el México de abajo, sus vidas y sus muertes. No es mi despropósito el hacer un recuento, así sea apresurado, de lo que vive y lucha en ese México. Cada quien tiene sus modos, sus propias historias, sus derrotas y victorias, su mirar y explicar su mundo, su mirarse y explicarse. Pero miramos que hay algo común, una especie de raíz, o trama, o columna vertebral… debe haber una forma de decirlo en lenguaje cibernético… ¿una matriz o matrix? Bueno, pues es en esa raíz común que nos identificamos. Oh, yo sé que a más de una, uno, unoa, le preocupará si lo que digo es una versión “zapatista” del nacionalismo. No, eso nos da pereza a veces, A la p. 3


el Zemillero

De la p. 2 . Carta de la Comisión Sexta enfado otras, y siempre preocupación. No me refiero a un nacionalismo. En los nacionalismos se esconden, por ejemplo, desigualdades y, ojo, relaciones criminales. En los nacionalismos confluyen el criminal y la víctima, el Mandón y el mandado. Algo tan perverso como “te destruyo pero lo hago por tu bien porque somos compatriotas”. Algo como el sentido maligno que se da a “lo humano”, por ejemplo al señalar que tanto hombres como mujeres son seres humanos. Voy a dejar de lado el hecho de que se olvide que hay quien no es ni mujer ni hombre y, al ser innominado, ya no es “un ser humano”. En ese sentido de “lo humano” se olvida la relación de dominio que hay entre hombres y mujeres. No escribiré un rollo sobre el patriarcado, su genealogía y su crimen enloquecido actual; hay entre ustedes quien sabe más de eso y lo explica mejor de lo que yo podría. ¿Es posible referirse a la humanidad sin caer en la trampa de una igualdad hipócrita? Nosotras pensamos que sí, y es refiriendo la humanidad a las ciencias y las artes, Pero no sólo. También a sentimientos, pensamientos y propuestas básicas: el sentido de la justicia, de la moral y la ética (que el finado compañero Don Luis Villoro explicaría mejor de lo que yo intentara siquiera), la fraternidad y otras cosas que no detallaré (pero ustedes siéntanse en la libertad de hacerlo). Por ejemplo, yo agregaría el baile –música y canciones incluidas-, y el juego, pero no me hagan mucho caso. En fin, de detalle en detalle se irán abriendo las diferencias, las distancias, los desacuerdos. Pero, en sentido inverso, se podría encontrar algo común: a eso llamamos nosotros “humanidad”. Entonces, cuando decimos que los pueblos zapatistas somos “mexicanos” y que nos enorgullece el serlo, nos referimos a esa matriz común con lo otro que lucha en esta geografía atrapada entre el río Bravo y el Suchiate, con el mordisco que le dio el mar de oriente y la alargada curva que el mar de occidente le forjó en el talle, e incluyendo el brazo solitario que bordea el llamado “Mar de Cortés”. Agreguen ustedes la historia real, la de las geografías vecinas y… Bueno, basta de rollo. El asunto es que nuestra delegación aerotransportada está en el trámite de sus pasaportes. Y digo “trámite” por delicadeza, porque es como un infierno, uno que se alimenta en silencio y llega a verse como “normal”. Porque resulta que nuestras compañeras, compañeros y compañeroas cumplen todos los requisitos que se exigen, hacen el pago estipulado, viajan desde sus comunidades hasta las oficinas de la mal llamada “Secretaría de Relaciones Exteriores” y, con todo y la pandemia, hacen cita, fila, esperan su turno y… se les niega el documento. Son indignantes los obstáculos del supremo gobierno y su burocracia ignorante, necia y racista. Porque podría pensarse que es sólo burocracia, que te toca la mala suerte de topar con alguien que piensa que tiene Poder porque está detrás de una ventanilla, un escritorio, una oficina. Pero no, es también algo más y se podría sintetizar así: racismo. ¿Las razones? Bueno, hay una fundamental y, claro, sus derivadas: hay en el gobierno un ambiente de histeria mal disimulada. Acorde con su compromiso con el gobierno estadunidense, de detener el flujo de migrantes de Centroamérica, para los gobiernos federal, estatal y municipales, todo lo que no sea rubio, de ojos claros y proceda de más al sur de Puebla, es centroamericano. Para las esquizofrénicas autoridades gubernamentales, cualquier centroamericano lo primero que hace es: sacar su acta de nacimiento, su credencial del INE o sus constancias de identidad con fotografía (que es un documento oficial porque lo expide el municipio), y de origen en la cabecera oficial, su fe de bautismo, las actas de nacimiento de sus

padres o herman@s mayores, copias de los INE´s de ell@s, constancias de municipio autónomo y de Junta de Buen Gobierno, testigos presenciales con identificación oficial, etcétera. Con todo eso cumplido, se rechaza su petición del documento al que todo mexicano tiene derecho para salir y entrar a territorio nacional. Sí, todos esos papeles se presentan, pero el problema es que, a ojos de la burocracia de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el color de la piel, el modo de hablar, la forma de vestir y el lugar de procedencia es lo que cuenta. “Al sur del metro Taxqueña, todo es Centroamérica”. Tanto bla, bla, bla de derechos y reconocimiento de nuestras raíces, y etcétera –incluidos perdones hipócritas pedidos sobre la tierra a destruir-, pero la población originaria, o indígena, sigue siendo tratada como extranjera en su propia tierra. Y peor en la Ciudad de México, que se supone “progresista”. Ahí, una señora, burócrata de la Secretaría de Relaciones Exteriores, rechazó la credencial del INE con un despectivo “ésa no sirve para nada, sólo para votar”, y le exigió a la compañera, de más de 40 años de edad, habitante de la Selva Lacandona, su certificado de secundaria, para comprobar que no era guatemalteca. La compañera alegó: “pero yo vivo de la tierra, soy campesina, no tengo estudios de secundaria”. La burócrata, altanera y prepotente: “pues no estudian porque no quieren”. “Pero vengo desde Chiapas”, insiste la compañera. “No me importa. A ver, el que sigue”, responde la burócrata. ¿Se excita la burocracia gubernamental al maltratar a indígenas? ¿Es la prepotencia su afrodisíaco? “Ya vine, querid@, hoy retaché a una pinche india y traigo muchas ganas”, dirán entornando los ojos con coquetería. Para probar si era racismo y no sólo burocracia, mandamos a un compañero “blanco y barbado” a sacar su pasaporte. Le entregaron el mismo día y sin pedirle nada más allá de su acta de nacimiento, su identificación con fotografía y comprobante de pago, que son los requisitos legales. Y no sólo eso: la Secretaría de Relaciones Exteriores retiene el pago que han hecho tod@s l@s compas a quienes se les niega el pasaporte con pretextos y requisitos que ni siquiera están en su página de internet. Ha de estar muy dura la austeridad si es que tienen que despojar a los indígenas de sus dineros. A un compañero (más de 60 años de edad) lo cuestionaron: “¿No será que quieres ir a Estados Unidos a trabajar?” El compa respondió: “No, ahí toca luego, en otra vuelta. Ahorita nos toca Europa”. El funcionario, cual Tribunal Federal Electoral, se lavó las manos y lo mandó a otra ventanilla. Ahí le dijeron: “Eso está muy lejos y es caro el viaje, no puede ser que tengas el dinero necesario porque eres indígena. Tienes que traer el estado de cuenta de tu tarjeta de crédito. El que sigue”. A una compañera le dijeron: “A ver, canta el himno”. Y la compañera se arrancó con el “ya se mira el horizonte”. Rechazada. Ella me dijo apenada: “creo que es porque lo canté con ritmo de cumbia y no como corrido ranchero. Pero es que la cumbia es más alegre. Los corridos rancheros son de pura matazón de mujeres. Si te llamas “Martina” o “Rosita”, pues ya valiste”. Mismo en la Ciudad de México: Dos compañeras, lengua tzeltal, de la Selva Lacandona. Caminan desde su pueblo hasta donde toman un camión de redilas a la cabecera municipal; de ahí en transporte público hasta San Cristóbal de Las Casas; de ahí otro a Tuxtla Gutiérrez; de ahí otro más hasta la Ciudad de México; hacen el pago del pasaporte por 10 años “porque recorrer el mundo va a tardar”; se presentan en una oficina de la SRE; hacen fila con cubre bocas, careta y sana distancia; entran y presentan sus papeles; les toman la fotografía; esperan afuera a que las llamen para entregarles el pasaporte; las llaman y les dicen “está mal una letra de tu apellido” y “tu hermano tiene otro apellido materno”; la del hermano: “es que así son los pinches hombres y mi papá anduvo de cabrón”; la de la letra “es que el que hizo el acta no sabe la diferencia escrita entre la “s” y la ´z´”; en ambos casos l@s funcionari@s: risas burlonas y “tienes que regresar y traer más comprobantes de que eres mexicana”; ellas “pero vivo hasta Chiapas”; la SRE: “no te entrego hasta que traigas eso”. Las compañeras regresan en sentido inverso, llegan a su pueblo, actualizan y juntan más comprobantes de que son mexicanas. Nuevo viaje a la Ciudad de México. Otra vez cita, fila con cubre bocas, careta, sana distancia. Ventanilla. Alta funcionaria de la Secretaría de Relaciones Exteriores: “ahora hay que esperar a que comprobamos que sí son mexicanas”. Las compas: “pero traje lo que me dijeron”. La SRE: “pero tenemos que comprobar que sí son ciertos los papeles, entonces vamos a preguntar en Registro Civil de su municipio y su estado”. Las compañeras: “¿Cuánto tarda?”. La SRE: “10 días o un mes, ahí te vamos a avisar”. Las compañeras esperan 10 días y nada. Se regresan. Pasa un mes y nada. Otros 30 días y nada. Vuelven a ir a la Ciudad de México. Mismo periplo. La SRE: “no han respondido, sigan esperando”. Y ahí están las dos compañeras. Empezaron sus trámites en marzo y es el mes de… junio.

Si tienen tiempo, hagan ustedes esto: imaginen que nacieron con la piel oscura, que son de ascendencia indígena y que son de algún estado del sureste mexicano. Ahora vean los requisitos para obtener el pasaporte: acta A la p. 4

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Abajo y a la Izquierda: Contra la Explotación, el Despojo, el Desprecio y la Represión De la p. 3 . Carta de la Comisión Sexta de nacimiento, identificación oficial con fotografía, o cédula profesional, o título profesional, o cartilla militar liberada, o credencial del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, o credencial de servicios médicos de una institución pública de salud; y comprobante de pago. Y aún cuando ustedes tengan cualquiera de, o todos, estos requisitos, si es de piel oscura, habla muy otro, y se viste “como la India María” (textual de una funcionaria de la SRE), se va a enfrentar con algo como: “no, necesitas traer tus calificaciones del kínder, de la primaria, secundaria, preparatoria –CCH no, los de ahí son grillos-, diplomado, curso de superación personal en NXIVM, y una carta de buena conducta del prefecto de disciplina”. Del INE no hay mucho qué decir. Ocupado como estuvo el gran jefe Tatanka (el buen Jairo Calixto dixit –oh, oh, sí, yo leo también la prensa fifí-) en simular que es una persona decente, y los ladridos de Murayama, ni siquiera se dieron cuenta de que sus “oficinas” en Chiapas cerraron desde antes del 1 de febrero, a pesar de que se había dicho que del 1 al 10 de febrero se podía acudir sin cita. Perdimos así la oportunidad de mandar más delegados en La Montaña. Y el INE refrendó la actitud racista que tuvo frente a Marichuy. Y creo que, entre tantas entrevistas que dieron y dan a medios, neoconservadores y neoliberales, para defender “su independencia” (já), no se han percatado que la credencial del INE es, también, una identificación oficial y, al negarla o cerrar, le niegan ese derecho a cualquier ciudadan@, o lo que sea que quiera decir eso de “ciudadanía”. Lo paradójico de todo esto, es que, es@s indígenas a quienes les niegan el INE e el pasaporte, están luchando también por la vida de es@s burócratas que creen que sirven “a la Nación Mexicana” rechazando lo que les viene en gana, desde su pequeño trono detrás de una ventanilla, sólo por el placer de decirle “no” a quien consideran inferior porque tiene otro color de piel, otra lengua, otra cultura, otro modo, y cuyos ancestros estuvieron en estas tierras desde mucho antes de que los criollos se independizaran de los ibéricos y los relevaran en la opresión sobre los pueblos originarios.

aportes negados, tomen un curso de género, tolerancia e inclusión. O de plano regálenles unos libros de historia para que entiendan cuál es el lugar de los pueblos originarios en esta geografía. Somos mexicanos, aquí nos tocó nacer, vivir, luchar y morir. Ni modos. Si hubiéramos caído en la Unión Americana, o en Belice o Guatemala, Honduras o El Salvador, Costa Rica o Nicaragua, pues igual estaríamos orgullosos de esas geografías… y estaríamos denunciando a sus respectivos gobiernos por burócratas, racistas e ignorantes, que es lo que hacemos con el actual de México y su “Secretaría de Relaciones Exteriores”. En fin, no se me ocurren muchas opciones, pero tal vez a ustedes sí. Ahí lo vean y nos dicen. Mientras tanto, les mandamos (todoas, todas, y todos) un gran abrazo que, aunque a la distancia, no deja de ser sincero y fraterno. Desde algún lugar del Planeta Tierra.

El Sup Galeano P.D.- En unas horas más les mando un texto para la sección deportiva de su página electrónica… ¡¿Cómo?! ¿No tienen sección deportiva? No les digo. Bueno, pues “quid pro quo”, dando y dando, con ese texto inauguran la mentada “sección deportiva” y a cambio, ustedes nos echan la mano en el asunto referido. Oh, lo sé, quedan a deber. Pero de ribete podrían, no sé, mandar algunos euros pa´ los chescos en las Europas… o, mejor aún, acompañarnos y, como su nombre lo indica, compartir, además de un espacio acogedor en un centro de detención para migrantes, palabras, oídos, miradas, y… ¿saben nadar?.

Entonces el apoyo que les pedimos es que platiquen entre ustedes a ver si se puede hacer algo. Por ejemplo: que le den un curso de vergüenza a los burócratas de la SRE; que le digan al señor Marcelo Ebrard que entendemos que, por la austeridad, no tenga paga para su campaña con miras al 2024, pero que robarle a los indígenas el costo del pasaporte y quedárselo sin darles su documento, pues, ¿cómo les diré sin ser grosero?… pues es de sinvergüenzas. ¿O tal vez los quiere para comprarse sus abrigos modelo “Neo de Matrix”? O que, con el dinero que están reteniendo por los pas-

Colectivo Llegó la hora de los pueblos

Pronunciamiento L

os y las integrantes del Colectivo “Llegó la Hora de los Pueblos” hemos recibido y leído con mucha indignación y preocupación el comunicado de la Comisión Sexta Zapatista, fechado el 11 de junio del 2021, en el que se describen las actitudes y prácticas racistas y discriminatorias con las que se ha negado a compañeros y compañeras zapatistas el derecho a un pasaporte mexicano, a pesar de cumplir con los requisitos correspondientes.

Lo descrito en el comunicado: el trato irrespetuoso, el lenguaje racista, la extranjerización y negación de su ciudadanía, la solicitud arbitraria de requisitos que no se solicitan a otros ciudadanos, revelan, en suma, la violencia burocrática y un racismo institucionalizado que se reproducen cotidianamente en las estructuras estatales. A pesar de las reformas constitucionales en torno a los derechos indígenas y de los múltiples compromisos internacionales que se han firmado en la materia, se ha documentado ampliamente que el racismo en el trato que recibieron los y las compañeras zapatistas, es un problema estructural en los sistemas de justicia, salud y educación, y en múltiples espacios estatales donde la población indígena, afrodescendiente, campesina y los pobres racializados, son tratados como

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ciudadanos de tercera, negándoseles sus derechos fundamentales. Este racismo institucional se ha denunciado también en la expedición de otros documentos oficiales, como las actas de nacimiento, credenciales del INE, especialmente en regiones indígenas y afromexicanas. En esta dirección, demandamos a la Secretaría de Gobernación que cese la demora y el bloqueo de múltiples actas de nacimiento al exigir igualmente requisitos indebidos que están impidiendo la tramitación del pasaporte. En el caso específico que aquí denunciamos, los burócratas de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), han extralimitado sus atribuciones, actuando como agentes migratorios que tratan de controlar la salida de ciudadanos mexicanos negando el derecho al pasaporte.

Si bien la SRE establece en su página, que los únicos requisitos para obtener dicho documento, son la acreditación de la nacionalidad mexicana (con acta de nacimiento), fotografía y pago correspondiente (https://www.gob.mx/tramites/ficha/ pasaporte-ordinario-para-personas-mayores-de-edad/SRE112) a los y las solicitantes zapatistas se les han exigido requisitos innecesarios como certificados de estudios, cartas de validación de sus municipios, hasta demostrar lo que los funcionarios consideran “conocimientos generales” sobre México, con prácticas racistas que los agentes migratorios aplican a la población centroamericana en nuestras fronteras. El día de hoy 15 de junio, desde presidencia se informó que se tomarían las medidas necesarias “para aclarar esta situación, pero si se cometió un error se va a resolver”. Estaremos atentos y vigilando la pronta solución al problema de la emisión de pasaportes. Sin embargo, recalcamos que no se trata de casos aislados, y que el problema de fondo no se resuelve exclusivamente sancionando a los funcionarios de la SRE. Consideramos que la visibilización de estos casos de las y los compañeros zapatistas, debe servir para hacer una denuncia más amplia

respecto a los patrones racistas que sustentan el aparato burocrático del Estado mexicano. Aprovechamos para manifestar públicamente nuestro apoyo a estos “Viajeros por la vida”, cuya travesía busca articular esfuerzos y trascender fronteras en las luchas contra el racismo y las políticas de muerte. Colectivo de apoyo al EZLN, CNI CIG Llegó la Hora de los Pueblos


el Zemillero reflexiones filosóficas hasta dibujos infantiles, pasando por la solicitud atenta de una niña para que le lleven una ballena. Nadie pidió escarabajos ni gato-perros, lo que no sé si es una afrenta o un alivio. En las letras infantiles se adivina el orgullo de que padre o madre dependieran de que les dieran permiso (el clásico zapatista: “los patos les tiran a las escopetas”). Imagino que ya tendrán ustedes la oportunidad de conocer las miradas de María y Diego, sus anécdotas, reflexiones y valoración de su participación “en primera fila” (ambos le hacen a eso del cine) en este delirio. Otras miradas siempre son bienvenidas y son refrescantes.

Islas Azores, Portugal, Europa 11 de Junio del 2021. Como equipo de apoyo de la delega(Nota: calendario y tiempo en la geografía de México). ción zapatista va Javier Elorriaga. Según los usos y costumbres zapatistas, estas 3 personas tuvieron on su carita empolvada, remozada y limpia la cubierta, recompuesto que, además de cubrir sus gastos, el velamen -después de salir de Cienfuegos, Cuba-, el 16 de mayo La Montaña enrumbó al oriente. Bordeó la playa de las Coloradas y, con la presentar autorización escrita de sus Sierra Maestra a su izquierda, fue acompañada de nuevo por los delfines familias, parejas y prole. Sendas convocados por Durito Stahlkäfer, quien maldijo cuando pasaron frente a la cartas fueron entregadas al Subestadunidense aberración en Guantánamo. Frente a Haití, ballenas saludaron comandante Insurgente Moisés. su paso, y en la Isla de la Tortuga, Durito y el Gato-Perro desembarcaron Maridas, maridos, madres, hijos e alegando algo sobre un tesoro enterrado… o por enterrar. En apoyo al equipo hijas redactaron y firmaron con su de apoyo, la Lupita, la Ximena y el Bernal gomitaron fraternalmente, aunque puño y letra las autorizaciones. Me creo que hubieran preferido apoyar de otra forma. En Punta Rucia, República tocó leerlas. Hay de todo, desde Dominicana, guardó reposo y cautela La Montaña, por fuertes vientos en contra. El 24 de mayo, de madrugada y a pura vela (“para no espantar al viento”, dijo el capitán Ludwig), La Montaña tomó rumbo al norte. Ahora fueron orcas las que saludaron a La Montaña al despedirla de las aguas del Caribe. Entre los días 25 y 26 de mayo, el navío esquizofrénico –cree él que es una ella y es montaña-, sorteó Las Bahamas y el día 27 se dirigió al Noreste, ya en mar abierto, Duc in Altum.

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El 4 de junio, librado ya el llamado Triángulo de Las Bermudas, la embarcación y su preciada tripulación, dieron cara al sol que al oriente se asomaba. Entre los días 5 al 9 de junio, navegaron sobre donde la leyenda ubica a la soberbia Atlántida. Serían las 22:10:15 horas del 10 de junio cuando, entre las brumas de la madrugada europea, desde la cofa del vigía de La Montaña se alcanzaba a divisar la montaña hermana, Cabeço Gordo, en la Isla Faial del archipiélago de Las Azores, región autónoma de la geografía llamada Portugal, en Europa. Serían las 02:30:45 del 11 de junio cuando la vista, “a tiro de piedra”, de las costas del puerto de Horta humedeció la mirada de navío y tripulantes. En las montañas de Las Azores eran las 07:30 de la mañana de este día. Serían las 03:45:13 cuando una lancha rápida de la autoridad portuaria de Horta se acercó a La

Montaña para indicar donde habría de fondear. Serían las 04:15:33 cuando el navío fondeó frente a las otras montañas. Serían las 08:23:54 cuando el bote de la Capitanía de Puerto recogió a los tripulantes de La Montaña y les llevó a tierra para las pruebas PCR de Covid, y les regresó al barco a esperar los resultados. En todo momento la “Autoridade Maritima”, en el puerto de Horta, se ha portado con amabilidad y respeto. La tripulación, pasajeros incluidos, se encuentran muy bien de salud, “animados y contentos, sin broncas, ni chismes ni peleas. (En el Escuadrón 421) se cuidan entre sí”. Aquí es el momento de informar quiénes más, aparte de la tripulación del Stahlratte y el zapatista Escuadrón 421, han navegado este tramo. Para documentar la travesía marítima van María Secco, cine-fotógrafa independiente, y Diego Enrique Osorno, reportero independiente.

Al conocerse la noticia en las montañas del Sureste Mexicano, las comunidades zapatistas le han mandado un mensaje a la tripulación del Stahlratte, a través de su capitán: “Gracias, son chingones”. Todavía están tratando de traducir eso al alemán.

Para la reflexión: el lema de Las Azores es “Antes morrer livres que em paz sujeitos” (Antes morir libres que en paz sujetos).

A lo lejos, al oriente, las columnas de Hércules -que en su tiempo eran el límite del mundo conocido-, miraban asombradas una montaña que navegando desde occidente viene. Doy fe. SupGaleano. 11 de Junio del 2021.

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Abajo y a la Izquierda: Contra la Explotación, el Despojo, el Desprecio y la Represión

El zapatismo “invade” Europa

Por Mauricio Caminos para La tinta

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l Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ya está en Europa. La “Gira por la Vida”, que zarpó en la embarcación La Montaña el 30 de abril desde las costas de México, está a punto de llegar a destino, luego de fondear el viernes pasado en las portuguesas Islas Azores. Aún le restan 1.500 kilómetros hacia Vigo, Galicia, el mismo puerto al que retornó la primera carabela de Cristóbal Colón y donde los zapatistas aspiran llegar durante junio para iniciar su “invasión” de Europa. “Iremos a decirle al pueblo de España dos cosas sencillas. Uno: que no nos conquistaron. Que seguimos en resistencia y rebeldía. Dos: que no tienen por qué pedir que les perdonemos nada”, son las intenciones declaradas del EZLN, cuando, en octubre pasado, el subcomandante Moisés anticipó la primera gira internacional del movimiento que nació públicamente en 1994 en Chiapas.

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La declaración Una montaña en alta mar sorprendió a propios y ajenos, y encendió al instante una chispa entre cientos de agrupaciones sociales europeas para preparar la acogida de los “compas”. Es que, más allá de la simbólica devolución de gentilezas al “viejo continente”,

el EZLN viaja “a encontrar lo que nos hace iguales”. Los iguales europeos ¿Quiénes son los iguales con los que se encontrarán los zapatistas? Movimientos anticapitalistas, antirracistas y anticolonialistas, agrupaciones en defensa de los migrantes, ecologistas, feministas, defensores de las tierras agrícolas independientes… Se trata de una enorme red de organizaciones en lucha, que se sumaron a la invitación de la red “Europa Zapatista” para participar en la gira. Europa zapatistas Gira por la vida “Estamos nerviosos, contentos, preocupados, todo junto”, admite, entre risas, Lola Sepúlveda, miembro del Centro de Documentación sobre Zapatismo (CEDOZ), creado en Madrid en la década de 1990 para divulgar en España toda la información relacionada al EZLN. Sus sensaciones resumen el pulso de la red continental ante la magnitud de organizar una gira que, en total, acogerá a 160 personas y llegaría a unos 30 países. “Es tremendamente complejo, porque no hay ningún comité organizador –destaca a La tinta-. Esta es una aventura muy zapatista”. Si bien el viaje se conoció públicamente en octubre, su intención original podría ubicarse en enero de 2019, cuando el EZLN celebró su 25 aniversario. “Tres organizaciones de la Europa Zapatista estábamos allí en Chiapas cuando nos dijeron que se sentían solos -recuerda a este medio Sandra Iriarte, secretaria de Relaciones Internacionales de la Confederación General del Trabajo (CGT) española-. Fue un mensaje bastante devastador”. Pero lejos de quedarse de brazos cruzados, actuaron. “Nos organizamos con compañeros de Grecia y de Francia –recuerda-, y los invitamos en 2020 para que vengan aquí y puedan explicar su lucha en Europa, donde la gente no se interesa por lo que está pasando más allá del Mediterráneo”. Siguiendo sus tiempos, la respuesta zapatista tardó en llegar. Y a su modo. “El viaje no nos sorprendió -apunta

Iriarte-. Sí nos sorprendió el tema del barco”. Es que lo simbólico siempre está muy presente en la historia del EZLN y, por eso, la intención de llegar a Europa por mar -“porque a nadie le pagan un pasaje en avión para invadir”, diría el sub Galeano, otrora Marcos- o de celebrar un acto en Madrid el 13 de agosto, exactamente 500 años después de que Hernán Cortés conquistara México. Así, desde finales del año pasado, comenzaron reuniones mensuales dentro de la Europa Zapatista, que luego se ampliaron a todas las organizaciones que encabezan distintas luchas en el continente y que se sienten identificadas con el espíritu del EZLN. De allí nació la Declaración por la Vida, del 1 de enero de este año, la primera en casi tres décadas que no está firmada por los zapatistas, sino por todas las agrupaciones y personas del mundo en solidaridad con ellos, principalmente las europeas que esperan recibirlos ahora: desde España a Rusia, pasando por los países nórdicos y las islas británicas. “Esa declaración fue un compromiso, una palabra compartida y un acuerdo entre todos de que esto no es un viaje zapatista, sino una propuesta que colectivos de aquí asumimos como propia, porque compartimos sus objetivos”, afirma a La tinta Lola Cubells Aguilar, de la Asamblea de Solidaridad con México del País Valencia, en España. La gira Si bien no existe per se un comité organizador, la red de agrupaciones europeas conformó distintas comisiones específicas para organizar la acogida: Naval, Legal, Finanzas, Salud, Seguridad, etc., que se articulan a nivel local, estatal y continental, y que tienen contacto con el EZLN a través de intermediarios mexicanos. En internet, se crearon páginas y varias redes de financiamiento comunitario a cambio de artículos y libros vinculados al zapatismo. Y se empezó a discutir una posible agenda de actos, reuniones y visitas que podría haber durante la gira, desde recorrer barrios de migrantes en Madrid hasta conocer Laponia, una región que se extiende al norte de Noruega, Suecia, Finlandia y parte de Rusia, donde habita el pueblo sami. Y en una suerte de planificación a dos tiempos, mientras en Europa se preparaba la acogida, en México se organizó la tripulación y se consiguió la embarcación. El Escuadrón 421, conformado por cuatro mujeres, dos hombres y una persona trans, fue el elegido para subirse a “La Montaña”, como los zapatistas rebautizaron al Stahlratte (“rata de acero”, en alemán). Se trata de un barco pesquero construido en Holanda en 1903, que ya navegó por el Mediterráneo, el mar del Norte y el Báltico, brindó servicios a Greenpeace y estaba trasladando motociclistas por el Caribe cuando recibió el llamado del EZLN. Los siete zapatistas que están a punto de llegar a Vigo son una suerte de grupo de avanzada para “preparar el terreno”, antes de que en julio viaje el grueso de la “Gira por la Vida”: entre las 160 personas que cruzarán el océano por aire, habrá unas 120 zapatistas -en su mayoría mujeres- y 40 entre miembros del Congreso Nacional Indígena y del Frente por los Pueblos en la Defensa del Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala (FPDTA). La diversidad demuestra parte de las luchas indígenas en México, y que la gira trataría de darle visibilidad desde suelo europeo: los mega proyectos de infraestructuras conocidos como el

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el Zemillero De la p. 6.. El zapatismo “invade” Europa Tren Maya o el corredor transístmico, así como el asesinato de activistas y diferentes actos de represión por parte de las fuerzas federales o bandas narcos. En medio del contexto de la pandemia, la principal dificultad para arribar a Europa será que se levanten las restricciones para los viajeros mexicanos -de hecho, el escuadrón 421 está en las Islas Azores esperando el resultado de sus test por COVID-19 para continuar viaje-. Y como el visado en el Espacio Schengen -el área que comprende a 26 países europeos que quitaron los controles fronterizos- es por tres meses, lo más probable es que los miembros de la “Gira por la Vida” se dividan en grupos por las distintas latitudes del continente, luego del acto principal del 13 de agosto. ¿El subcomandante Galeano viajará? En principio, no, aseguraron todas las fuentes en España. “Si viniera el sub, saldría en todos los medios, pero no se cumpliría el objetivo del viaje”, responde Lola Sepúlveda. “Su presen-

cia -e incluso la de Moisés- haría que los medios desbaraten toda la historia, cuando, en realidad, es un encontrarse –agrega-. Queremos hablar entre nosotros, que ellos y ellas nos cuenten cómo han conseguido llegar a donde están tras 27 años de lucha, que nos hablen de sus problemas y que nosotros también les contemos cómo vivimos aquí y cuáles son nuestros problemas”. El encuentro Aunque todavía no llegó a España, la “Gira por la Vida” ya está dando sus frutos, obligando a las organizaciones a tejer vínculos entre sí que antes no tenían. “En la red Europa Zapatista, nos reuníamos una vez al año, pero ahora el colectivo se ha cuadriplicado. Hay un movimiento que es imparable -destaca Iriarte-. Con la excusa de que vienen los compañeros y compañeras del EZLN, pudimos movilizar a la Europa de abajo y a la izquierda”. “Yo siento que, de algún modo, con esta propuesta, lo que nos lanzan es un reto: no solamente la visita y cómo

Derribar muros, borrar fronteras:

Una travesía hacia nuestro reconocimiento mutuo

Por Inés Durán Matute. Publicado en Camino al andar, 10 de junio de 2021.

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uando pensamos en fronteras, imaginamos líneas visibles como las de un mapa que separan países como si fuera algo natural y admitido. Pensamos así que como “mexicanos” tendríamos que resolver nuestros propios problemas, elegir un buen gobernante y hacer lo posible para atraer capital a nuestro territorio. Al final lo que cuenta es mejorar los indicadores en el país; reducir la pobreza, la corrupción y la violencia, aumentar la inversión, la seguridad y el empleo. Pero ¿en un mundo en donde nuestra existencia está en juego es lo único que se necesita?

Si pensamos que esas fronteras han sido impuestas no solamente física sino también subjetivamente para dividir, jerarquizar y controlar, quizá dejaríamos de territorializar nuestra realidad. Sólo cuando percibimos un mundo sin fronteras, sin muros, dejan de tener importancia preguntas como: ¿por qué indígenas de Chiapas habrían de visitar Eslovenia? ¿Por qué estarían interesadxs en luchar con un grupo anarquista en Ámsterdam? ¿Qué en México no hay suficientes problemas como para ir a escuchar lo que está pasando en Austria? ¿Por qué nos importaría a

las mujeres que en España se estén organizando para defender a lxs migrantes? En abril de 2017, lxs zapatistas organizaron el seminario “Los muros del capital, las grietas de la izquierda” con la intención de reflexionar sobre la proliferación de las fronteras y la creciente xenofobia frente a la tormenta. Este seminario iba acompañado de una campaña de solidaridad y organización internacional para apoyar a quienes son perseguidos, detenidos, desplazados y deportados. Así, el subcomandante insurgente Moisés insistió en la

nos articulamos para recibirlos, sino el camino: cómo nos articulamos a nivel regional y estatal –apunta, por su lado, Lola Cubells Aguilar-. Porque nos hemos dado cuenta que muchas veces te conoces de vista, pero no personalmente. Y ahora está siendo muy enriquecedor, porque nos estamos encontrando con la excusa de algo que nos convoca, que nos une, que es el viaje zapatista”. Ese encuentro de los diferentes, pero iguales es quizás una de las principales conclusiones que dejará la gira del EZLN, que más que invitar a reproducir en el mundo su modelo de autonomía de Chiapas, busca invitar a una lucha permanente contra el sistema capitalista. “Yo tengo mucha esperanza en que acá podamos sacar conocimiento en cómo ellos se han podido organizar, porque es lo fundamental -remarca Sepúlveda-. Aquí hay mucho individualismo. Y esa parte del nosotros que tienen los zapatistas puede ser muy importante de ver, de cómo ellos conciben el nosotros por encima del yo”. “En vez de venir a negarnos, como hemos hecho nosotros

con América -retoma Lola Cubells Aguilar-, vienen a mostrarnos un espejo y a reconocer que también en Europa sigue existiendo resistencia”.

clausura que tenemos que luchar en el mundo, pues “no se necesita ser demasiado experto para saber si en los otros continentes explota ahí el capitalismo”. La ‘Travesía por la Vida’ puede ser vista como una continuación y profundización de esta propuesta. Esta gira global empuja a la creación de espacios de encuentro y articulación con otrxs que sufren y resisten la embestida capitalista, que cuestionan las visiones desarrollistas y que rechazan el individualismo. Esto se da en un contexto en donde se ve cómo las infraestructuras son utilizadas como nuevas fronteras para expandir el capital y continuar jerarquizando los territorios y a las personas. Trenes, carreteras, gasoductos, aeropuertos y parques energéticos e industriales van instaurando estas divisiones en base a la clase, el género, la raza, la etnicidad, la nacionalidad, etc. y reordenando así los espacios y las vidas al servicio del capital. En México, este escenario hoy se observa en el desarrollo de megaproyectos en el centro-sur del país. El Tren “Maya”, el Corredor Interoceánico y el Proyecto Integral Morelos articulan una nueva frontera para detener la migración centroamericana a Estados Unidos al tiempo que divide y desplaza a las comunidades que atraviesa. Se promete “empleo”, “desarrollo” y “bienestar”, pero esto se traduce en explotación, despojo y violencia. Al mismo tiempo, se endurece otra frontera más, la que separa la humanidad de la naturaleza: jaguares acorralados, un volcán atravesado por un gasoducto, y la biodiversidad de la selva de Los Chimalapas degradada. Se privilegia el turismo, la industrialización y el comercio internacional; en pocas palabras, se pone al dinero por encima de la vida. Esta realidad no es exclusiva de México. Los parques eólicos en la Sierra de Agrafa (Grecia), la minera en el bosque Hambach (Alemania), el aeropuerto en la comunidad agrí-

cola de Notre-Dame-des-Landes (Francia), las carreteras costeras en Chipre, el gasoducto Trans Adriático (Grecia-Albania-Italia) y el tren ártico (Finlandia-Noruega), son tan sólo unos ejemplos de cómo se reproduce la misma lógica en la geografía europea. Campesinos despojados, bosques derribados y renos desplazados, son tan solo algunas de las consecuencias que han movilizado a lxs insumisxs “europeos”. Luchar por la vida consiste así en desafiar los espacios del capital, sus cartografías y sus mapas, en derribar estas fronteras y muros e impedir su proliferación. Se trata de encontrar lo que nos hace iguales, de reconocernos mutuamente; por aceptarnos con nuestras diferencias y peculiaridades, entendiendo que sólo juntxs podemos construir futuros. Es decir, es un intento por romper globalmente esas separaciones geográficas (México/España/Nigeria/Colombia/ Australia/Vietnam…) y sociales (hombre/mujer/otroa/… o indígena/ negro/blanco/europeo/mestizo/…). Pero, sobre todo es entender a la humanidad como parte de la naturaleza. Vivimos en un mundo interconectado e interdependiente en donde humanos y no humanos equilibramos y conservamos juntos la vida. Nuestra geografía debería ser reflejo de eso. La ‘Travesía por la Vida’ se trata de un viaje a contrapelo de una historia de conquista, de despojo y de explotación, pero también de un mundo construido en base a separaciones, divisiones y cercamientos para la continua reproducción del capital. Así, el Escuadrón 421 navega temporal y espacialmente no para llegar a Europa, sino a SLUMIL K´AJXEMK´OP (“Tierra Insumisa”) con la esperanza de que llegue un mañana sin confines donde nos concibamos como una comunidad vinculadora y generadora de vida. Para subsistir, habrá que derribar muros y borrar fronteras. Esto demanda acción e imaginación, de hazañas como la que este Escuadrón ha decido emprender.

Europa zapatistas viaje la-tinta En definitiva, un mundo de sensaciones se cruza detrás de la primera gira internacional del zapatismo. Sensaciones de lucha que se conjugarán desde que el primer miembro de la tripulación 421 pise definitivamente el puerto de Vigo y -como adelantó el sub Galeano en su declaración previa a que zarpe “La Montaña” desde México- rebautice el viejo continente “con voz solemne” y en clave simbólica: “A nombre de las mujeres, niños, hombres, ancianos y, claro, otroas zapatistas, declaro que el nombre de esta tierra, a la que sus naturales llaman ahora ‘Europa’, de aquí en adelante, se llamará: SLUMIL K´AJXEMK´OP, que quiere decir ‘Tierra Insumisa’ o ‘Tierra que no se resigna, que no desmaya’. Y así será conocida por propios y extraños mientras haya aquí alguien que no se rinda, que no se venda y que no claudique”.

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Abajo y a la Izquierda: Contra la Explotación, el Despojo, el Desprecio y la Represión numental estadio-auditorio-teatro. Los gobiernos del mundo tuvieron que reajustar sus presupuestos - ya afectados con severidad por la construcción-, porque había que destinarlos al traslado de equipos de sonido y visuales. Pasaron entonces a discutir qué significaba “Formación Humana Universal”. Como no se llegaba a ningún acuerdo, las comunidades zapatistas propusieron que “Humana” se definiera por “las ciencias y las artes”. Como las grandes corporaciones y sus gobiernos no vieron ninguna amenaza a sus intereses en esas palabras, estuvieron de acuerdo en que la parte humana de esa formación fuera en ciencias y artes. Lo de “universal” iba a ser un problema, pero los zapatistas lo resumieron así: “todo”, es decir, “todas las ciencias y todas las artes”. Los gigantes del dinero tampoco vieron peligro en eso y aprobaron. Cuando alguien propuso que se agregaran la guerra, la avaricia, la estupidez, el egoísmo y el desprecio, las corporaciones se opusieron porque, argumentaron, “ésas son cualidades exclusivas nuestras, no son universalmente humanas”. Hubo un nuevo ajuste en los presupuestos gubernamentales porque, para “operar” los equipos de sonido y visuales, se trasladaron a la isla todas las “crew” necesarias con todas las herramientas, y en condiciones dignas: comida, aseo, hospedaje y paga justa. Otros ajustes presupuestales para las personas científicas, sus laEl siguiente texto fue encontrado en el baúl de los recuerdos que me fue heredado por el finado Sup- boratorios y estudios, en condiciones Marcos. No tiene fecha, pero las hojas están escritas a máquina mecánica, lo que indica que fue escrito dignas: comida, aseo, hospedaje y entre los años de 1994 y 1996, porque, en años posteriores, el difunto ya usaba computadora e impre- paga justa. Igual para quienes tiene sora –aunque al inicio ésta última era una impresora de matriz de puntos, de ésas que sonaban como como vocación o maldición las artes. Todos los gobernantes y funametralladora-. Se transcribe tal cual, con su título original: “ESE OTRO MUNDO”, aunque con cionarios, o aspirantes a serlo, se algunos agregados “modernos” que, como albacea del finado, tengo permitido. trasladaron al lugar en condiciones dignas: comida, aseo y hospedaje, Doy fe. SupGaleano. Junio del 2021. pero sin paga y teniendo que cubrir sus gastos de traslado y viáticos. Cuando alguien protestó, se argumentó que bastaba con pedir comprobantes de los gastos y luego or razones y sin razones que no se dilucidarán ahora, una serie de acon- y la tierra que le rodea un verdadero decretar que les fueran devueltos en tecimientos en todo el mundo dieron como resultado que se estableciera continente. Ahora bien en esta isla sus respectivas geografías. El plan de estudios no parecía como obligatorio un curso de “Formación Humana Universal” a toda la Atlántida los reyes habían creado clase política que aspirara a un puesto de gobierno, sea grande, mediano o un grande y maravilloso poder, que muy complicado. Después de un pequeño, en cualquier parte del planeta. dominaba en la isla entera, así como curso de primer nivel en todas las Como en todo, el Sistema ron que lo hicieran en la zona donde sobre otras muchas islas y hasta en ciencias, seguirían todos los génebuscó reducir los gastos al mínimo, las leyendas ubican la Atlántida. Los muchas partes del continente. (…) ros musicales, con todos los grupos así que se llegó a la conclusión de poderosos preguntaron dónde queda- Pues bien; este vasto poder, reunien- e individuos musicales y todos los que lo más barato era construir un ba eso. Como referencia geográfica, do todas sus fuerzas, intentó un día grupos e individuos danzantes. Uno gran estadio, o teatro, o auditorio, los zapatistas dieron un texto de someter de un solo arranque nuestro tras otro, o simultáneos cuando la o sala en la pudieran estar todos los Platón (a quien no conocían en las país y el vuestro, y todos los pueblos ocasión lo ameritara y requiriera, en gobiernos y aspirantes a serlo, de corporaciones porque no aparecía en situados de este lado del estrecho.” condiciones dignas: comida, aseo, Las grandes corporaciones se hospedaje y salario justo. Luego modo simultáneo (porque el mundo los directorios de CEO´s). no podía estar mucho tiempo sin Se señaló, así, que estuvo “si- entusiasmaron con lo de “someter todo los géneros del teatro, ídem. Y gobernantes –así razonaron-). tuada frente al estrecho, que en vues- todos los pueblos”, así que aprobaron así cine, pintura, escultura, poesía, Como ningún Estado estaba tra lengua llamáis las columnas de y ordenaron que se edificara en el literatura y los etcéteras que la creatividad artística dé a luz, (memes, dispuesto a donar o ceder un terreno Hércules. Esta isla era más grande mencionado sitio. Se construyó entonces la gigan- tiktoks, twits incluidos), ídem. tal, para tan magna obra de arquitec- que la Libia y el Asia reunidas; los La regla era sencilla: antes de tesca isla juntando y compactando tura e ingeniería, se acordó crear una navegantes pasaban desde allí a las “tomar posesión de su cargo”, el toda la basura que, dispersa, se hallaespecie de isla artificial en alguna otras islas, y de éstas al continente, parte del Océano Atlántico. El lugar que baña este mar, verdaderamente ba en los océanos. Grandes buques, susodicho, la susodicha, loa susodifue objeto de disputas y reuniones digno de este nombre. Porque lo dotados con formidables máquinas, choa, debería acreditar que cursó el entre los grandes gobernantes, es que está más acá del estrecho de que se encargaron de su recolección y primer nivel de ciencias, y que había decir, las grandes corporaciones. hablamos, se parece a un puerto , traslado. Las ciencias y las artes, en visto, escuchado o sentido al menos Dado que no se ponían de acuerdo, cuya entrada es estrecha, mientras apoyo a la ingeniería y la arquitecA la p. 9 los pueblos zapatistas les propusie- que lo demás es un verdadero mar, tura, dieron forma y materia al mo-

Ese otro mundo P

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el Zemillero De la p. 8.. Este otro mundo el 99,99% de la expresiones artísticas de todo el mundo (el 0,001% se dejaba libre para las nuevas artes que fueran surgiendo). Al terminar la “inmersión” humana podrían “asumir el cargo”. Bueno, ¿y mientras tanto, quién gobernaría?, se preguntarán ustedes. Pues cada pueblo, ciudad, nación (já), se las tendría que arreglar a como pudiera. Doble contra sencillo a que, al regresar, más de uno, una, unoa de quienes eran gobiernos o aspiraban a serlo, estaría sin empleo. En lugar de consignas y vítores por su anhelado regreso, encontraría un cartel que rezaría: “Descubrimos que no te necesitamos”.

Las funestas consecuencias de tan descabellada decisión, de origen inexplicable, no tardaron en aparecer. Como todos los presupuestos gubernamentales grandes, medianos y pequeños se agotaron en tan descomunal empresa, ya no quedó paga para alimentar la esencia del sistema: la guerra. Frente a este sacrilegio, como ya no era negocio producir armas y parque, la industria militar se encontró en un dilema: o se declaraba en quiebra o reconvertía todas sus instalaciones. El sistema no está dispuesto a perder ni cuando pierde. Así que buena parte de los emporios armamentistas se convirtieron en empresas turísticas “all included”. Por una cantidad pagadera en cómodos plazos (hasta de dos o tres décadas), se podía viajar a la Atlántida Refurbished y asistir, como oyente, a todas las clases y sesiones que eran obligatorias para gobernantes y aspirantes a serlo. Otras empresas militares fueron más visionarias: se dedicaron a confeccionar pelotas y balones de todos los tamaños y colores. Los efectos fueron casi inmediatos. Con una parte de la industria dedicada al turismo “Humano Universal” (así se cotizaba en las Bolsas de Valores), y la otra consagrada en la elaboración de balones y pelotas, se dejaron de fabricar balas y bombas. Así que, en las guerras “en curso”, se agotaron rápidamente las reservas. Los bombarderos se quedaron sin misiles y bombas, los soldados sin balas ni granadas. Las tripulaciones de los bombarderos miraron, desconcertadas, que los abastecían de balones en lugar de misiles teledirigidos con todo incluido: vista infrarroja, servibar, cancha de tenis y alberca jacuzzi. Sobre el campo enemigo arrojaron su carga. En las trincheras, donde ya se habían quedado sin parque, los soldados vieron caer una lluvia de balones. Creyeron que era una trampa y esperaron a que explotaran. Como no ocurrió eso, enojados por lo que consideraron una burla, arrojaron los balones a la trinchera enemiga. Los

malditos enemigos, se tendieron en el suelo, pensando que eran granadas disfrazadas de pelotas. Así se la pasaron unos días, intercambiando balonazos. Ambos bandos reportaron a sus respectivas superioridades. En los Estados Mayores de los ejércitos rivales, los generales discutieron el significado. En las trincheras, aburridos, los ejércitos siguieron arrojándose balones de uno a otro lado. En determinado momento, uno de los soldados se animó, salió de su trinchera y, colocando el balón en el área penal, ejecutó un disparo. Un reflejo ancestral estremeció a sus compañeros y un grito de ¡Goool!, sacudió la extendida línea quebrada de parapetos y casamatas. El equipo, quiero decir, el ejército que había recibido el gol, herido en su orgullo, respondió con un patadón que, hay que decirlo, se incrustó en la esquina del marco contrario y entonces fueron los malditos enemigos quienes corearon el tanto. Hubo un momento de expectación. Los oficiales al mando de cada grupo salieron a conferenciar en medio del campo de batalla. Se

acercaron con recelo y desconfianza. No sólo eran enemigos a muerte, también tenían ideologías, creencias, lenguas, culturas, banderas, modos y modas distintas. Con señas y muecas se refirieron a uno de los balones que había quedado en medio del campo de batalla. Después de un intercambio que, a lo lejos al menos, pareció acalorado, regresaron a sus respectivas posiciones maldiciendo al contrario. En ambos lados, la tropa se preparó para recibir la orden de un ataque cuerpo a cuerpo y a morir, pero el mando sólo dijo: “Ya se armó la reta, hagan sus equipos”. No sin dificultades, por los cráteres dejados por bombas y metralla, se reanudaron los partidos, es decir, los combates. Los uniformes no fueron problema porque de por sí eran distintos. Como no hubo árbitro que se arriesgara, los mandos acordaron una especie de fairplay apelando al honor militar. Al final, el torneo lo ganó un equipo mixto. Resulta que los que quedaban en cada ejército, no completaban para un equipo, así que acordaron formarlo con elementos de uno y otro bando. Para no confundirse con los uniformes, se los

quitaron. Ropa interior de todos los colores ondeó, como bandera, en el podio del triunfador. En los respectivos Estado Mayores, los generales, dobladas las espaldas por tantas medallas y condecoraciones, todavía siguen discutiendo qué hacer.

¿Y los gobernantes y quienes aspiraban a serlo? Bueno, están atorados en la suma y multiplicación. Sólo han aprobado la resta y la división. El arte, como debe de ser, no esperó y los compas musicales se arrancaron con la Cumbia del Sapito. Todo el mundo se puso a bailar, incluso l@s científic@s que, para no perderse el bailongo, dejaron a unos gobernantes y aspirantes repasando la tabla del 7; los demás debían estudiar la tabla periódica para que entendieran que el dinero no es un elemento esencial para la vida. Tan-tan.

El SupMarcos.

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Abajo y a la Izquierda: Contra la Explotación, el Despojo, el Desprecio y la Represión

De la p. 14.. Calamidad zapatista

vez la madre no quiere que mire, o no todavía. Oh, lo sé. Estoy especulando desde el mundo adulto sobre el mirar de la niñez temprana, pero esto es un cuento o una historia que ustedes nunca sabrán si ocurrió u ocurre realmente; o fue inventada en esas madrugadas solitarias, pobladas de café y humo de tabaco, que se reiteran en las montañas del sureste mexicano. Así que, volviendo a la niña, sus primeros días no se diferenciaban mucho de los del resto: en veces miraba lo que miraba la madre: el fogón, el altero de leña, la olla, los platos, la cuchara, el arroyo y la cubeta, los animales, el creador cómplice (“papá”, le dirá después) y, tal vez, las demás creaturas de diversos tamaños que corrían y trabajaban y a quienes llamará luego “hermanos” o “hermanas”, y serán su primer conflicto. Porque, como todos ustedes saben, hermanos que no pelean entre sí, no son hermanos. Cuando le tocaba estar a la espalda, la niña miraba otro mundo. Ahí podría ser que le diera miedo lo que aparecía y se refugiara dentro del reboso, tal vez pensando: “no, demasiada información, ahora debo concentrarme en lo esencial en este mundo: llorar, comer, cagar, dormir, repite”. O podría ser que no se escondiera. Podría ser que sus ojos se abrieran más y sus manitas trataran de alcanzar el vuelo de un ave, o a ese pato (sin agraviar) que, sí, caminaba muy otro pero, ¿quién era ella para criticar, si ni siquiera sabía que esas dos cosas que tenía al final inferior de su cuerpo servían para algo más que tratar de meterlas en la boca? Lo que pasó le pudo pasar a cualquiera. La madre, atareada en acomodar la leña, se terció a la espalda el reboso y no se dio cuenta de que, en el movimiento, quedó expuesta la parte inferior y la niña, como les dije que era grande y pesada, se resbaló y cayó al suelo con un “plop” casi imperceptible, porque el charco con lodo en el que aterrizó aminoró el impacto. No todos los accidentes son desafortunados. A la niña no le dio tiempo de llorar porque, justo en ese momento, pasaba la mamá cucha, una gran cerda, con varios cuchitos persiguiéndola. La niña se unió a la procesión y, gateando, iba detrás como un cuchito más de la pequeña piara. ¿La mamá? Ni en cuenta. Fue hasta que regresó el marido de la milpa y le preguntó por la niña, que la mamá se dio cuenta de que el reboso a su espalda pesaba menos que de costumbre. Empezaron a buscar a la niña, pero no tardaron mucho en encontrarla: sentada junto con los cuchitos, la niña se divertía con el lodo y abrazaba a un cuchito que no estaba

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nada feliz con la muestra de cariño, porque, ¿ya lo dije?, la niña era grande y fuerte. El hombre rio de buena gana y fue por su celular para tomarle una foto, pero la madre dijo lo que todas las mamaces que en el mundo son y han sido, dirían en un caso semejante: “¡Niña, eres una calamidad!” Puesto que la niña ya gateaba, dejó el reboso -lo que la espalda de la compañera agradecía profundamente-. La niña, además de grande, era curiosa. Una vez se le ocurrió probar qué pasaría si envolvía el leño encendido que cayó del fogón con un trapo. El asunto es que el trapo era el medio fondo de la compañera. La mamá se dio cuenta con el olor a nailon quemado y gritó: “¡Niña, eres una calamidad!”. Un día, su mamá la llevó al mercado en la cabecera municipal. Mientras la señora buscaba un medio fondo para reponer el quemado, la niña se acercó a una pirámide de latas y le pareció que las latas de mero abajo no estaban cómodas, así que quitó una de la base. El estrépito se escuchó en todo el galerón del mercado. El dueño del puesto tomó a la niña en brazos y la entregó a su mamá diciendo: “Señora, su niña es una calamidad”. Cuando se encontraban de nuevo, después de una larga jornada de trabajo, cada quien en lo que le tocaba, el señor y la señora intercambiaban informes. En su turno, la mamá iniciaba: “esta niña es una calamidad”, y seguía con una larga lista de travesuras.

Como todos no deben de saber, los niños y niñas no respetan la champa del SupGaleano. No importa cuántas trampas y obstáculos ponga el Sup, siempre encuentran el modo para aparecer en el dintel de la puerta pidiendo mantecadas, un balón, o simplemente un cuento.

Una tarde apareció una niña grande de cuerpo. El SupGaleano, con ese tacto diplomático que le caracteriza, le preguntó: “¿Tú quién eres? No te conozco.” La niña, como es lógico, respondió: “Yo soy una Calamidad”. Al SupGaleano le cayó en gracia la honestidad de la niña, así que la dejó estar en la champa hasta que su mamá llegó a buscarla. La señora se deshacía en disculpas y es que su hija era una calamidad. El SupGaleano, que siente empatía por la niñez -tal vez porque él mismo no llega ni siquiera a la pubertad-, sólo murmuró: “pues la niña no lo hurta, lo hereda”. A partir de entonces, la niña Calamidad aparecía de tanto en tanto en la champa y, como es de deducir, hacía una calamidad. Por ejemplo, la niña había observado que el SupGaleano regañaba al gato-perro porque se orinaba en el suelo y la pared de la casita. Un día llegó su gana de 25 de la Calamidad y se subió al colchón todo hollado y quemado del Sup -porque el Sup es un irresponsable que fuma pipa en la cama (no es cierto, es decir, sí soy irresponsable pero no es el tema, el colchón ya estaba hollado de por sí y a veces estornudo y ya se imaginan)- y se hizo de 25. El Sup se embraveció y le preguntó a Calamidad por qué hacía así. Y la Calamidad, con esa lógica apabullante de la niñez, le respondió: “Pos dijiste que no se hagan 25 en el suelo”. El Sup no supo qué decir y con el trapeador hizo lo que pudo para limpiar el colchón, que tampoco era como para presumir. Entre que una familia de ratones lo había agarrado de vivienda y las quemadas de las briznas de tabaco que se caían de la pipa, pues tampoco era para que el Sup se pusiera remilgoso. Y para corroborarlo, el gato-perro lo miraba al Sup con cara de: “ahí está, yo soy un santo comparado con la Calamidad”. Y por lo mismo, el gato-perro simpatizaba con la niña.

Sus travesuras parecían mínimas comparadas con las de la temible Calamidad. Así que la niña, el Sup y el gato-perro se llevaban bien, tal vez porque los tres eran disfuncionales. O sea que digamos que nunca llegarán a ser unos ciudadanos modelos, ni ganarán premios, ni tendrán puestos gubernamentales o cosas igualmente horribles. A pesar de eso, cuando llegaba la pandilla de Defensa Zapatista, la Calamidad se escabullía, porque sabía que no era bien vista por el resto de la humanidad. Pero, como decía el finado SupMarcos (que diosito lo tenga en su santa gloria y la virgen santísima lo colme de bendiciones): “cuando creas que no puede pasar algo peor, siempre puede aparecer la pandilla de Defensa Zapatista”. “Las desgracias nunca andan solas”, digo yo, así que no tardó en ocurrir que confluyeran una serie de fenómenos en lo que sería el antecedente de la tormenta perfecta. Sí, llegó el día, aunque más bien era tarde, en que la Calamidad entró al selecto grupo de Defensa Zapatista, cuya segunda al mando, Esperanza Zapatista, no hacía sino reiterar lo paradójico de su nombre… Calamidad y la Banda de Defensa Zapatista Era una tarde en las montañas del Sureste Mexicano. En el potrero de la comunidad, un grupo de niños y niñas jugaban con un balón. Bueno, eso podría parecerle a quien no conozca a esa banda. En realidad se trataba de un riguroso entrenamiento del equipo infantil de fútbol de Defensa Zapatista. Ahora mismo están practicando el contragolpe, maniobra que Defensa Zapatista explica así: “Hagan de cuenta que vienen con el balón los malditos enemigos del equipo contrario, que son más grandes que nosotras, que juegan mejor que nosotras,

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el Zemillero De la p. 10.. Calamidad zapatista que todo el público los apoya, que están mejor alimentados que nosotras, mejor entrenados que nosotras, que tienen el uniforme cabal y que estamos en su cancha o sea que ellos son locales. ¿Qué hacemos?”. El Pedrito se encoge de hombros, las hipótesis de Defensa Zapatista siempre le parecen erróneas de principio y mal planteadas. El caballo choco deja por un momento de masticar la botella de plástico, parece que lo piensa un momento, y luego sigue masticando como si nada. El gato-perro se pone detrás de Defensa, así que parece que él también espera la respuesta. La Esperanza Zapatista se da cuenta de que es la única que queda, entonces se arma de valor como mujeres que somos, nada de que nada, resistencia y rebeldía, y levanta su manita. Defensa Zapatista respira con alivio y dice: “A ver, Esperanza, ¿qué hacemos?”. La Esperanza Zapatista carraspea un poco y, siguiendo el método zapatista fundado por el finado SupMarcos, responde: “¿Corremos?” El gato-perro mueve la cola con aprobación. Pedrito está a punto de decir que la respuesta-pregunta de Esperanza abre un nuevo terreno epistémico. El caballo choco sigue masticando pero ahora con más enjundia. Defensa Zapatista se mesa los cabellos y grita: “¡No! Nada de correr. Nada de que nada, resistencia y rebeldía. Lo que hacemos es dar un contragolpe. Un patadón pues, que aviente la pelota muy lejos. A ver, Pedrito, tú patea el balón”. El Pedrito será muy trucha para la teoría del conocimiento y los paradigmas epistemológicos, pero siempre patea chueco. Así que el balón, en lugar de ir a la cancha contraria, va a caer a la pequeña laguna que está a un costado del potrero… perdón, del campo de entrenamiento de alto rendimiento autónomo, permiso de la Junta de Buen Gobierno, número no-sé, sede en el Caracol de Tulan Kaw, domicilio conocido. La pandilla se agolpa a la orilla y mira con desolación que la pelota ha quedado flotando justo en medio del mar inhóspito… ok, en medio del charco, porque la “laguna” no mide más de 10 metros de diámetro y no rebasa los 50 centímetros de profundidad. La Esperanza Zapatista, con ese optimismo que su nombre delata, dice: “Seguro hay tiburones muy fieros, de ésos que ni te mastican. Ahí nomás te tragan y mueres cruelmente en la panza del tiburón, en medio de pescaditos y botellas de plástico que se zampó antes”. El caballo choco para las orejas cuando escucha “botellas de plástico”, pero no se mueve. Mientras Esperanza ha descrito ese bello cuadro impresionista modelo “Sharknado”, el Pedrito ha consultado en su celular y aclara: “Imposible, no hay tiburones en agua dulce. Por lo tanto, no hay nada que temer de esos selaquimorfos”.

Todos respiran aliviados. Pero el Pedrito prosigue: “por otro lado, es muy probable que haya cocodrilos” y señala algo parecido a un tronco que flota en la lagunita. Todos se estremecen. El gato-perro, por su parte, es perro pero es gato, así que nada de mojarse. Defensa Zapatista razona: “bueno, de todas formas ya estaba viejo ese balón, que tal el Sup tiene otro guardado, o que pida uno con los ciudadanos.” Mientras toda la pandilla está tratando de disfrazar de prudencia su miedo, la Calamidad, que ha estado observando todo desde un su escondite, sale, se mete al agua, recoge el balón, regresa con él, y lo pone frente a Defensa Zapatista. La pandilla, después de salir de su estupor, aplaude a rabiar, intenta levantar en hombros a Calamidad pero pesa mucho, así que optan por darle unas palmaditas en la espalda. Recuperado el balón, Defensa Zapatista empieza a dar nuevas instrucciones, pero, cuando voltean a mirar, Calamidad ha vuelto a lanzar el balón al agua. Defensa le pregunta: “¿Qué hiciste?”, y, como respuesta, Calamidad se vuelve a meter al agua y saca de nuevo el balón. Le vuelven a aplaudir. La tercera vez que lo hace, la pandilla recibe la pelota con un silencio sepulcral. A la quinta vez tienen que agarrar a Calamidad entre todos para que no vuelva a aventar el esférico al agua. Calamidad se desconcierta: ¿Qué el juego no se trataba de eso? El equipo se retira un poco, guardando celosamente el balón, lejos de la compulsión de Calamidad; sólo Defensa Zapatista queda pensando y mira intrigada a la niña. En su complicada mente, llena de estrategia y táctica futbolísticas, entiende ahora lo que le dijo alguna vez el finado SupMarcos: “la maravilla

de la sorpresa, no está sólo en hacer algo inesperado, también en dónde hacerlo, cuándo hacerlo, con qué hacerlo… y con quién hacerlo”. La carita de la niña Defensa Zapatista se ilumina. Le pregunta a la niña: “¿Cómo te llamas?” La niña responde: “Yo soy una Calamidad”. Defensa abraza a la Calamidad y le dice: “Tú vas a estar en nuestro equipo. Y ahora te llamas la Calamidad Zapatista.” Y, dirigiéndose al resto del equipo les comunica: “ya tenemos una nueva arma secreta”. Todos miran aterrorizados como, mientras Defensa explica una nueva y compleja estrategia de juego a la que llama “resistencia y rebeldía”, la Calamidad avienta de nuevo la pelota al agua y, después de sonreír, se lanza al mar embravecido… ok, a la lagunita, para recoger el balón. Esperanza jura que una ballena monstruosa le acercó el balón a Calamidad. Pedrito aclaró que no era una ballena, sino el Kraken que se había venido a refugiar a tierras zapatistas… ok, a aguas zapatistas. El asunto es que la Calamidad estaba feliz porque tenía nuevos amigos, y no cualquier grupo de amigos: era la pandilla de Defensa Zapatista, la única que tenía en su contra órdenes de restricción en prácticamente toda la estructura organizativa zapatista. La Calamidad Zapatista tendrá unos 3 ó 4 años y, como es la más pequeña de edad, aunque no de cuerpo, les dice “doña” a las mayores, como le enseñaron. A Defensa Zapatista le dice “Doña Defensa”, lo que no les cae en gracia ni a ella ni a Esperanza, que viene siendo “Doña Esperanza” a sus 8 años. Ya en su nuevo grupo, la Calamidad sintió la necesidad de avisarle a su antigua banda infantil. Dio un sentido discurso de despedida a unos cuchitos que sólo la olfatearon y le mordieron el pantalón que portaba.

Los presentes juran que a la mamá cucha se le nublaron los ojos. Los Subs, el CCRI, las zonas, las JBG, los MAREZ, y todas las comisiones autónomas habidas y por haber, podrán quejarse lo que quieran, pero si algo hay que reconocerle a la pandilla de Defensa Zapatista es que se protegían unas a otros. Así que la Calamidad pudo ya asistir a los distintos actos públicos del EZLN a los que antes no podía por tenerlo prohibido, ya que se temía que fuera a hacer una calamidad. No era pues extraño que, en los eventos, se viera pasar una niña rodeada de una fiera escolta de milicianas. Pero todos sabíamos que no la estaban cuidando a ella, sino a los asistentes, porque, bueno, era una calamidad. El Pedrito le explicó así: “Es que la compañerita Calamidad, pues cómo te diré, pues es una calamidad. Nadie la quiere, sólo el SupGaleano y Defensa Zapatista la quieren. Y nomás se hablan con el Sup y luego se ponen a cantar ambos dos mutuamente, la Calamidad y el SupGaleano. Muy fiero cantan, como que les duele la panza. Pero ellos piensan que cantan muy bonito. Y hacen sus obras de teatro, pero nadie mira. Sólo están los grillos. Y el Sup dice que aplauden los grillos, pero qué va a ser, si los grillos nomás hacen su ruidero todo el tiempo, no es que aplauden. Pero la Calamidad lo cree y hace su caravana para agradecer, que así le enseñó el Sup, y entonces el Sup le cuenta unas historias terribles y maravillosas mientras se atascan de palomitas”. Y precisamente ahora, en la champa, sólo están el Sup, el gato-perro y la Calamidad. Y ahí nomás, de pronto, el Sup se echa en la boca un puñado de palomitas con salsa picante, da un trago de conocido refresco de cola, y empieza a contar…

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Abajo y a la Izquierda: Contra la Explotación, el Despojo, el Desprecio y la Represión De la p. 11.. Calamidad zapatista La Historia del Maíz Palomero. Hace mucho tiempo, cuando el tiempo empezaba a caminar a los tumbos, como viejito bolo, los más grandes dioses, los que nacieron el mundo, se reunieron en una su asamblea y tomaron el acuerdo de encargar a la más sabedora de todos, Ixmucané, que hiciera a los hombres y mujeres de maíz. Pero los dioses varones eran muy tarugos, como de por sí, y no se dieron cuenta de que no se podía porque todavía no se había creado el maíz. Entonces la Ixmucané les dijo: “Ah hermanitos, de plano no se puede creer, ¿cómo voy a hacer a la humanidad de maíz si todavía no existe el maíz?” “Ta bueno”, dijeron los dioses varones, “pero ahí lo veas porque ya es acuerdo de asamblea y tiene que vas a cumplir”. La Ixmucané rezongó un buen rato, como de por sí rezongan las mujeres, que cómo quieren que haga si no hay cómo, que de plano no lo piensan los pinches varones, que ahora cómo le hago, que a ver qué llega en mi cabeza para resolver la problema. Mientras está pensando la Ixmucané, los dioses varones empezaron a mal hablar: que esa Ixmucané es una haragana, que no cumple el acuerdo, que se hace pato; o pata, dice otro; y otro uno: “y eso que todavía no hacemos los patos”, y así. Y entonces se dijeron que por qué tienen que esperar a la Ixmucané si ellos son sabedores. Y entonces hicieron a los primeros hombres y mujeres de lo primero que encontraron, o sea de madera. Entonces los hombres de madera no se mueven bien, caminan como que tienen calambre. Entonces hicieron otros de oro, pero son muy pesados y ni siquiera caminan. Y mientras los dioses varones están pensando cómo hacer, los hombres de oro obligaron a los de madera que los cargan y los llevan de un lado a otro y los alimentan y los honran. Y los dioses ya no saben qué hacer y entonces llega la Ixmucané y lo mira todo cómo está, y se embravece pues, y los regaña a los dioses varones, que por su culpa va a tardar eso de que los de oro esclavizan a los de madera. Y los dioses varones: “acaso fuimos nosotros, quién sabe de dónde salió eso, nosotros estamos ocupados en cosas importantes”. Y la Ixmucané: “nada de que nada, además de tarugos, cobardes que no se hacen responsables de las tonterías que hacen y a esto que mal hicieron le vamos a llamar patriarcado, porque puros machitos se malpensaron esa injusticia”. Y ya que les dio su buena regañada, la Ixmucané les mostró que ya lo creó ya el maíz. Y entonces los dioses varones aplaudieron, y se felicitaron y dijeron que ellos habían tenido esa gran idea, y que Ixmucané sólo hizo en la práctica lo que ellos lo pensaron en la teoría.

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La Ixmucané ya ni dijo nada, pero traía en sus manos maíces de todos los colores y así fue creando a los hombres y mujeres que poblaron el mundo y también creó a loas otroas porque, dijo, es bueno que el mundo sepa que tiene muchos mundos dentro y no sólo los que se miran ahí nomás. Se hicieron así los hombres, las mujeres y loas otroas, y los dioses se fueron a echar baile. Quedó la Ixmucané mirando sus manos y lo miró que no se acabó todo lo que usó para crear el maíz, que quedó todavía un poquito. Entonces Ixmucané se pensó que faltaba otra lección para el mundo que entonces empezaba a andar. Y entonces la Ixmucané creó unos maíces más pequeñitos y los echó en la tierra para que se nacieran. Tiempo después, ahí andaban los maíces de un lado a otro, trabajando para que tuvieran fuerza los hombres y mujeres y otroas que estaban construyendo el mundo. Pero nadie le hacía caso a los maíces pequeñitos, los burlaban y los despreciaban. Y todos los maicitos pequeños están como tristes porque nadie los toma en cuenta. Entonces en la cabeza de un grupo de maíz pequeño llegó el pensamiento de que no está cabal así, que por qué los desprecian y no los toman en cuenta. Y se inconformó. Y ahí está el grupo de maicitos pequeñitos inconformados. Y los demás maíces pasaban y decían: “bueno, pues ahí está ese grupo de maicitos inconformados, pero son muy pequeñitos, nadie los va a tomar en cuenta.” Entonces los del grupo de maicitos pequeños quedaron pensando que así nomás no se puede, que todo va a seguir igual aunque se inconformen. Entonces llegó la Ixmucané, que andaba haciendo la ronda en el mundo, para ver que se fuera haciendo todo cabal. Y lo topa al grupo de maicitos y les pregunta que qué hacen. Y los maicitos le cuentan de su inconformidad. La Ixmucané se ríe pero no de burla, sino de cariño, y

les dice a los maicitos: “bueno, miren hermanitos, es que no basta con que se inconforman, hay que ponerse en resistencia y rebeldía. Quiere que se rebelan o sea que tengan rabia, coraje pues, y que se organizan”. Se fue la Ixmucané porque los dioses varones seguían haciendo tarugadas y ella tenía que ver de componer. El grupo de maicitos quedó pensando lo que dijo la Ixmucané y dijeron: “sale pues, nos vamos a enojar”. Y empezaron a pensar en todas las humillaciones y desprecios que les habían hecho y más entraba su coraje y se calentaban de rabia. Y más y más, y ya están colorados de tanto coraje y ya no se aguanta el calor y ¡pum!, que se revienta uno, y brinca y se pone esponjoso, luego otro y pasa un viento y los levanta. Y todos se quedan admirados de que los maicitos vuelan. Y los demás maicitos pequeños empiezan a hacer igual, y al rato revienta y brinca otro, y otro, y otros. Luego muchos, y el aire se llena de maicitos reventados. Y una niña lo mira el aire y dice “parecen como palomas”. Y un niño dice “sí, pero chiquitas”. Y la niña: “eso, como palomitas”. Y el niño, como de por sí son los niños, lo agarra una palomita y la come y dice “está muy sabrosa”; y la niña dice “sí, pero como que le falta algo”, y ahí nomás encuentra un frasco que la Ixmucané había dejado como olvidado y le pone a la palomita y como que pica pero así, sabroso. Y entonces la niña y el niño llaman a todos los niños y niñas y niñoas del mundo, y empiezan a pepenar los maíces voladores, y los ponen en un tazón y le echan la salsa picante y se ponen a comer hasta que les dio diarrea, pero como quiera la hacen una su fiesta. Y entonces los demás maíces todo lo miraban muy admirados y sorprendidos porque esos eran los únicos maíces que podían volar y entonces los respetaron ya a los maíces pequeñitos. Y ya le quedó

su nombre de “maíz palomero”, que quiere decir, “maíz que vuela y hace fiesta”. Eso en un idioma que ahorita inventé. Y tan-tan. La Calamidad aplaude encantada. El gato-perro no aplaude, porque se le han quedado atrapadas las patas en las palomitas con salsa picante y, paciente, se las está lamiendo, porque acá no se desperdicia nada… cuando de palomitas se trata. La Calamidad ha declarado que va jugar a las palomitas. Se para en medio de la champa y empieza a aguantar la respiración y a hincharse, hasta que se pone roja y luego morada (como los niños cuando hacen berrinche), y el Sup está ya por darle un zape para que respire, cuando la Calamidad brinca y grita, al exhalar, “¡PUM!”; y mira al Sup esperando que haga la mismo, y como el Sup sigue comiendo como si nada, la Calamidad le dice “Bueno, ¿sos zapatista o no?”. Al Sup Galeano le dan en la pata de palo así que contiene la respiración, pero con el humo del tabaco y las palomitas que le llenan la boca, sólo alcanza a toser estrepitosamente, arrojando pedazos de palomitas a medio masticar. Y la Calamidad, con la carita llena de palomitas propias y salpicadas, aplaude entusiasmada porque, dice, el Sup ha hecho el sonido de muchas palomitas reventando. Y el Sup casi se ahoga, pero se alivió rápido cuando llegó la insurgenta de Sanidad y dijo “hay que inyectar”. Todos corrieron, en primer lugar el gato-perro -no lo fueran a confundir con un Supcomandante-, y sólo quedó la Calamidad que ya se va, con la mochilita de la sanitaria, hacia la pequeña laguna donde un par de ballenas retozan y saltan, sabiéndose a salvo de los barcos de los pinches grandes capitalistas chinos-japoneses-coreanos que, en lugar de seguir sus usos y costum-

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el Zemillero De la p. 12.. Pazaporte zapatista bres, o sea de hacer Anime, K-Pop y murallas, las quieren cazar para convertirlas en dólares, wons, yens, euros y los restos en pesos… De cómo el equipo de Defensa Zapatista ganó su primer partido internacional Cierto día, se realizó el primer partido internacional donde se enfrentaron el equipo intergaláctico de mujeres que luchan, contra el equipo muy otro capitaneado por Defensa Zapatista. La extraña estrategia de la directora técnica del equipo zapatista, parecía funcionar: Cuando el equipo contrario tenía el balón y pasaba a la ofensiva, la Calamidad entraba al campo de juego, tomaba el balón y lo lanzaba a la laguna. En ese momento, el equipo de Defensa Zapatista empezaba a esparcir rumores de tiburones muy fieros que habitaban en esa laguna. El Pedrito aclaraba que no era posible, pero que seguro había cocodrilos gigantes. La Esperanza contaba de una ballena enorme que, cada tanto, emergía con un pasamontañas blanco. En fin, el pánico era sembrado con una habilidad que olvídate de las redes sociales. Claro, la Calamidad entonces se volvía a meter al agua y volvía con el balón. Y el equipo contrario, en lo que se llama fair play, la felicitaba y trataba de alzarla en hombros, pero cuándo, ni hablar. A la cuarta vez, el equipo internacional de mujeres que luchan pidió la expulsión de la transgresora que, cada tanto, arrojaba el balón al mar infestado de tiburones tigre, lagartos y caimanes, hidras, Krakens y hasta ballenas asesinas (así dijeron); pero resulta que se dividieron entre ellas, porque empezaron a discutir de la sororidad de género, de que expulsar a la Calamidad era una muestra de que el pensamiento heteropatriarcal contaminaba a las mujeres. Tardaron discutiendo, y cuando se dieron cuenta, el gato-perro hacía una pared de antología con la cabeza del caballo choco, que se había quedado dormido en el límite del área grande, y, con un estilo que ni Messi-Ronaldo, anotaba en el marco contrario, lo cual fue festejado no sólo por el público que abarrotaba el potrero, quiero decir, el estadio (aunque en realidad sólo estaban el SupGaleano, el Elías Contreras, y un solitario puesto de palomitas donde dos insurgentas se aburrían soberanamente), también por Defensa Zapatista, porque era la primera vez que el gato-perro no anotaba en su propia portería. La jueza silbó el final y terminó el partido. La banda de Defensa Zapatista había conseguido su primer triunfo mundial. Nuevamente trataron de alzar en hombros a Calamidad, y nuevamente fracasaron. Así que el festejo no encontraba forma de materializarse.

Pero el SupGaleano resolvió todo cuando dijo que era un rumor, que no estaba nada confirmado, que tal vez se trataba de una fake-new; pero que él había escuchado que el Vlady le había entregado al SubMoy una caja de donas de muchos sabores. Que el SupGaleano se lamentaba de que no fueran mantecadas, pero, como dice un dicho -que él inventó en ese momento-: a falta de mantecadas, donas; y que el SupMoy estaba ido en el festival de Cine, y que había dejado cerrada con llave la Comandancia General del ezetaelene, lo que era un problema, pero la solución estaba en que le había dejado la llave al SupGaleano quien, justo en ese momento, dejaba caer la llave delante de la pandilla; y que le iba a dar mucha pena decirle al SupMoy que perdió la llave en el estadio, ok, en el potrero, pero que la pandilla de Defensa Zapatista había apoyado y la habían encontrado; y “aquí está la llave SupMoy, cuéntame cómo estuvo el festival de cine”. Y que cuando el SupMoy se diera cuenta que de la caja con donas sólo quedaba el cartón, el SupGaleano le iba a informar que, en la pequeña laguna que está en el Puy, habían avistado a una gran ballena que, en la mandíbula, sostenía un pedazo de dona color arcoíris, lo que, intuía el SupGaleano, indicaba que podría tratarse no de una ballena, ni de un ballenato, sino de unoa ballenoa, y que nuestro deber como zapatistas era darle cobijo y apoyo, porque la diferencia no se debe perseguir ni castigar, sino festejar, por ejemplo, con un baile y, qué casualidad, el SupGaleano recién la había autocriticado a la comisión musical porque los compañeros musiqueros sólo tocaban la Yaquecita y que ya chole con ésa (la otra noche la habían tocado 53 veces), y con la de “así, así, así” (32 veces el baile anterior), y la Comisión Musical dijo “ahí lo vamos a ver”; y en eso los compañeros mu-

sicales se arrancan con la Cumbia del Sapito y, como todos saben, el sapito es primo hermano de la ballena; y en el sonido anuncian que hay baile, y entonces el corredero de gente, hasta las tercias y tercios dejan botados los equipos, y se llevan al SupMoy al baile… Y sólo quedan, solos, el SupGaleano y el gato-perro, que le ladra y le maúlla, y entonces el SupGaleano dice: “sabía que tú te ibas a dar cuenta”, y se quita la gorra y, diciendo la palabra mágica “alakazam”, saca una dona, de chocolate otra vez, la última dona de las montañas del sureste mexicano, y, como el chocolate se ha derretido y le quedó toda pegajosa la cabeza, el SupGaleano piensa cómo le va a hacer para limpiar el pasamontañas. Y, mientras comparte con el gato-perro, el SupGaleano empieza contar una historia terrible y maravillosa de una niña que se llama la Calamidad Zapatista quien, para mala suerte de los dos, se aparece en ese momento con

la mezcladora de sonido de los tercios y les dice “¿Jugamos?”, mientras se dirige a la laguna para arrojar el aparato a donde unoas ballenoas saltan felices de que las tomen en cuenta. Y sí, ni modos, el gato-perro y el SupGaleano tuvieron que compartir la dona con la Calamidad y así la detuvieron, pero sólo un momento, porque la Calamidad ya encontró el maíz palomero del SupGaleano y, con las mejillas manchadas de azúcar, les dice festiva: ¡vamos a jugar a las palomitas! Tan tan. Desde las montañas del Sureste Mexicano. El SupGaleano. Dándose cuenta de que no es posible limpiar el pasamontañas con saliva, pero resuelve el problema poniéndose un sombrero vaquero encima. Guapo el hombre, lo que sea de cada quien. ¡Ajúa! 2019-2021

E

l Zemillero es una publicación de la Interregional de Redes, Organizaciones y Colectivos de Resistencia y Rebeldía, o como se llamen, que construyen autonomías en sus respectivas geografías; adheridos a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona; un Nosotros que, en su quehacer cotidiano, se sujeta a los Siete Principios del Buen Gobierno de las Comunidades Autónomas Zapatistas. Se edita bajo la responsabilidad de todos y cada uno de los colectivos que abajo y a la izquierda y, de acuerdo a sus tiempos y sus formas, se suman a la lucha por destruir al Sistema capitalista. Los artículos se publican tal y como lo envían colectivos y comunidades quienes son los responsables de su contenido. No hay “comité editorial”; se presentan tal cual llegan; que sean lxs lectorexs quienes formen su opinión a partir de la información. No hay tampoco artículos “editoriales”; en los casos de que es necesario complementar la información, esta tarea se encomienda a los Talleres de Periodismo Comunitario para que presenten el contexto del texto.

Nos encontrarás en todas las geografías en las que se lucha por construir autonomía, La reproducción del contenido es libre. FB: Zemillero zapatista https://www.facebook.com/zemillero.zapatista y el Zemillero https://www.facebook.com/groups/2817346438376858/

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(Que narra la historia del encuentro del SupGaleano y la Calamidad, con el agregado de la Historia del Maíz Palomero y, en la sección deportiva: el primer partido de futbol mundial; así como otros infelices -para el Supacontecimientos) Notas de cabeza de página (nomás por joder a las de pie de página):

(1) Una primera versión de esta historia fue contada, de viva voz, en el Segundo Puy ta Lecuxlejaltic, celebrado en el Caracol de Tulan Kaw en diciembre del 2019. Como texto era inédito, hasta ahora. En esta versión se mantiene el corpus original y se agregan algunos detalles que pueden ayudar o no a que más de uno se desespere, acostumbrado como está, tal vez, a lecturas mínimas en ideas y extensión. Es posible que usted detecte algunos spoilers sobre lo que ahora se conoce como “Travesía por la Vida”. No preocupar, suele suceder que el zapatismo enuncie cosas que no han sucedido todavía. Esa irresponsabilidad zapatista es ya legendaria, así que deje de quejarse y mal hablar. (2) Lamentablemente, este texto no tiene los efectos especiales que se usaron en el mencionado caracol, y que le valieron, al SupGaleano, 7 nominaciones para “La Palomita de Cartón”, máximo galardón que se entrega a quien mayor número de tazones de palomitas de maíz , con harta salsa picante, consuma… sin recurrir a antiácidos. Nivel “con o son película”.

(3) Warning: las siguientes narraciones pueden contener imágenes que escandalicen a quienes carecen de imaginación, inteligencia y cosas igualmente sin valor en la modernidad. No se recomienda su lectura a adultos mayores de 21 años, a menos que sean supervisados por infantes menores de 12 años. ¡¿Cómo?! ¿Va usted a leer a pesar de esta seria advertencia? No le digo, si ya no hay valores, oiga.

(4) La narración está inspirada en hechos reales. Los nombres se mantienen para deslindar responsabilidades ante la Comisión de Justicia de la Junta de Buen Gobierno… ¿Qué?, ah, claro, puede usted dudar de la veracidad de lo que aquí se narra, pero… ¿no dudó usted también de que los zapatones iban a invadir Europa? ¿Ah, verdad? Todos los seres que aquí se detallan, existen en la realidad. Si alguien no se imagina que esto sea posible, no es culpa de la realidad. Más bien es que le falta imaginación. (5) ¿Eh?, no, no le estoy regañando, estoy, como quien dice, dándole el contexto de lo que sigue y que es…

La Calamidad zapatista

É

sta es la historia de una niña zapatista a la que nadie quería, porque era, y es, diferente entre los diferentes. La niña que les cuento nació en les dije que miraba según la mirada una comunidad indígena zapatista. de las niñas y niños de su edad, ella El nombre de su pueblo, región o no era consciente de su diferencia. zona, no importa ahora. En su idea de sí misma, ella Lejos de los espejos siempre, era tan pequeña como el resto de las ella creció mirando y escuchando niñas y niños de su generación, ahora el mundo a través de la mirada y entre 3 y 6 años de edad. el oído de otras niñas y niños. Ella Cuando nació, se cayó a los nació grande y es una niña grande. pocos días. Ya saben ustedes que la Y cuando digo grande, me refiero a costumbre de las mujeres indígenas su tamaño, su estatura y peso, no a es que, después del parto, no tardan su edad cronológica. Pero, como ya en reincorporarse a sus trabajos. Con

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…“la maravilla de la sorpresa, no está sólo en hacer algo inesperado, también en dónde hacerlo, cuándo hacerlo, con qué hacerlo… y con quién hacerlo”… el finado SupMarcos el reboso cargan a la cría como mamá canguro, ahí el producto o producta come, duerme y hace las necesidades que llaman primarias (o sea 25 y 50 –orinar y defecar, para los neófitos-). Con la creatura incorporada a su propio cuerpo, la mujer maniobra con el reboso mientras hace sus trabajos, y, no pocas veces, se tercia el reboso a la espalda. Ergo, las mamaces son superiores a las canguras. En fin, esto le da a la creatura una superioridad sobre quien la creó, porque puede mirar lo que su madre

no. Así, la cría mira lo que mira la mamá cuando la trae al frente; y mira lo que no mira su madre, cuando está a su espalda. Y ambas perspectivas sin abandonar la cercanía íntima con su creadora. Esta doble mirada, que les puede parecer normal a quienes nacen, crecen, viven y mueren en una comunidad indígena, le permite a la creatura escapar de la censura. Es decir, puede mirar cosas que tal

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