Semillero de Redes, Organizaciones y Colectivos de Resistencia y Rebeldía adheridos a la Sexta Nacional e Internacional
Cooperación solidaria, noviembre 26, 2020, Año I, No. 26
Solidaridad con el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala
POR LA VIDA Y CONTRA EL DINERO Al Pueblo de México A los Pueblos del mundo A la Sexta Nacional e Internacional A los Medios de Comunicación
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l Congreso Nacional Indígena- Concejo Indígena de Gobierno y el EZLN, denunciamos el cobarde desalojo de los compañeros del campamento en resistencia en San Pedro Apatlaco, Morelos, perpetrado por la Guardia Nacional durante la madrugada del día 23 de noviembre, para reanudar ilegalmente la construcción del ducto que lleva agua del río Cuautla a la termoeléctrica de Huexca. Con que cinismo el gobierno gasoducto y de la termoeléctrica en neoliberal que dice mandar en este Huexca; y las que se beneficiarán del país, obedece a sus patrones que son consumo de gas, como Saint Gobain, el gran capital, con que cinismo las Nissan, Burlington, Continental y fuerzas armadas, bajo las órdenes Gas Natural del Noreste. Con el PIM, las fuerzas armadel capataz, violentan a los pueblos, para entregar el agua del río Cuautla, das y el gobierno neoliberal, con robada a los pueblos campesinos sobrevuelos militares avanzan en la de Ayala, a las empresas que se represión y la imposición de la inbenefician con el Proyecto Integral fraestructura energética, sostenida de Morelos, como Elecnor y Enagasa, la destrucción y despojo del territorio a las que concesionó el gasoducto; de los pueblos originarios, para hacer Bonatti y Abengoa constructoras del posible, sobre la sangre de nuestra
gente, como el compañero Samir Flores Soberanes, la explotación de la naturaleza, para que ellos, los patrones del capital trasnacional, destruyan los cerros con sus concesiones mineras y se queden con el agua los corredores industriales de Cuautla, Yecapixtla, Cuernavaca y toda la región, en los estados de Morelos, Puebla y Tlaxcala. Con que cinismo e impunidad el capataz, que se dice mandar desde el gobierno federal, ordena pisotear el supuesto estado de derecho, violando 8 suspensiones judiciales sobre la obra del acueducto, que pretende robar el agua para que sea contaminada en la termoeléctrica de Huexca. Y dos suspensiones más en contra del gasoducto en las faldas del volcán sagrado Popocatepetl, y la contaminación del río Cuautla, como parte del Proyecto Integral Morelos. Por lo anterior y ante la creciente tensión, violación del estado de
derecho, hacemos responsable al mal gobierno federal y al mal gobierno del estado de Morelos, de cualquier represión o atentado contra los compañeros y compañeras que luchan y resisten a este megaproyecto de muerte. Particularmente llamamos a la solidaridad con el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala. Atentamente Noviembre de 2020 Por la Reconstitución Integral de Nuestros Pueblos Nunca Más un México sin Nosotros Congreso Nacional IndígenaConcejo Indígena de Gobierno Ejército Zapatista de Liberación Nacional. México, Noviembre del 2020
Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua Morelos, Puebla, Tlaxcala
Abajo y a la Izquierda: Contra la Explotaciรณn, el Despojo, el Desprecio y la Represiรณn
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el Zemillero
El inicio, así fue como nos dimos cuenta
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a resistencia de los pueblos al PIM inició en 2012. Primero, con la búsqueda de información a partir del movimiento que los pobladores empezaron a ver en sus comunidades. “La gente empezó a sospechar que algo estaba pasando en las tierras, pues llegaban personas a hablar con los ejidatarios para rentar los terrenos. En Huexca, por ejemplo, un día empezaron a limpiar un terreno muy grande, la gente se preguntó para qué y empezó a investigar. Nos enteramos de que mucha gente empezó a rentar sus tierras, que el terreno en Huexca ya estaba vendido y que el agua ya estaba dada, y de esto se les informó a los pueblos en las asambleas, pues oficialmente no hubo ni siquiera la intención de generar la información necesaria para saber si queríamos o no el proyecto, y por supuesto no hubo consulta”, afirma Samantha César, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua (FPDTA) Morelos, Puebla y Tlaxcala. Poco a poco la gente se em- los pueblos se fueron dando cuenta de pezó a juntar y se dio cuenta de lo que se tramaba en sus territorios. Exigieron información a la CFE que en los pueblos vecinos también estaban llegando personas de afuera y al gobierno federal, pero se topaa comprar o rentar tierras. Con la in- ron con el silencio. En Huexca les formación que pudieron reunir con- ofrecieron seis carpetas y sólo media vocaron asambleas comunitarias hora para revisarlas, pero casualmente y empezó la organización con la la luz “se fue” mientras las estaban difusión del proyecto, preguntándo- leyendo. Cuando regresó ya no estase qué era, qué implicaba para sus ban ni los enviados de la CFE ni las comunidades y si lo querían o no. carpetas.
En ese proceso, relata la defensora nahua, descubrieron que algunas autoridades civiles y ejidales habían otorgado permisos sin consultar a los pueblos, y les reclamaron. Entre más información obtenían, más iba creciendo el enojo, por lo que empezaron a organizarse en comités de resistencia dentro de las comunidades afectadas de los tres estados. Un día don Lupe, vecino de Amilcingo, vio a unos señores excavando cerca de su terreno. Les preguntó qué iban a hacer “y respondieron que iban a pasar el gasoducto y que andaban haciendo pruebas para meter la máquina”. Esther, en Huexca, vio cómo aplanaban un terreno muy grande en la entrada al pueblo, que luego supo que sería para instalar una termoeléctrica; y en Ayala los ejidatarios se sorprendieron con la entrada de una tubería de 50 centímetros de diámetro destinada a la introducción de un acueducto. Así fue como
si queríamos cambiar nuestra forma de vida campesina por una industrial, si queríamos dejar el campo para trabajar en una fábrica. Esas son las preguntas que debieron hacerse”. De acuerdo al FPDTA, más de 90 por ciento de los 80 pueblos de los tres estados que serán afectados por el PIM es de origen nahua, por lo que, insiste Samantha, no sólo se afecta la vida campesina, sino también la cultura indígena, la vida por usos y costumbres. El proyecto, agrega, “también tiene un riesgo social y cultural”, pues no respeta los espacios de decisión, como las asambleas comunitarias y ejidales, sino que impulsa una serie de apoyos a cambio de su aceptación con los que divide a las comunidades y genera grupos de choque que enfrentan a las asambleas que no lo aceptan. Los pueblos indígenas quieren seguir existiendo con sus asambleas
como espacios máximos de toma de decisiones, en las que participan mujeres, hombres y jóvenes que discuten temas que los afectan, tales como el agua, las fiestas, los comités de padres de familia y los proyectos comunitarios. En algunas comunidades se mantienen los rituales, principalmente entre las más cercanas al volcán, junto al sentido religioso de las fiestas patronales o del día de muertos, que es una de las fiestas más importantes de todos los pueblos. En la zona del volcán Popocatépetl se conservan la medicina tradicional y los rituales de los tiemperos o graniceros, y en muchas comunidades se preserva el uso de la lengua náhuatl. “Todo esto es lo que el PIM pone en riesgo”, sintetiza Samantha. “El PIM sólo es la punta del iceberg”, explica, “pues lo importante no es la generación de energía para los pueblos de Morelos o para el estado, sino impulsar toda una zona de industrialización en el oriente de la entidad y en todo el trazo del gasoducto, de tal manera que la preocupación no es sólo por el agua que se usará para enfriar las turbinas de la termoeléctrica, sino también por la que usarán todas las industrias. Se trata de generar un gran parque industrial que partirá de Huexca hacia Cuautla, Ayala y Yecapixtla”, y eso es lo que “desaparecerá formas de vida y cultura”, además de las afectaciones ambientales y el despojo territorial. Otro problema que traerá la industrialización y el crecimiento poblacional, explica Juan Carlos Flores, abogado del FPDTA, es el bloqueo de las salidas de evacuación de las comunidades cercanas al volcán, pues el PIM viola el programa de ordenamiento territorial de la zona de influencia volcánica que indica que debe preservarse su carácter agrícola para que no haya un mayor crecimiento demográfico, pues “no es lo mismo desalojar a 30 mil personas que a tres millones”
Queremos seguir siendo lo que somos Después se dieron cuenta de que el Proyecto Integral Morelos “simplemente nos desaparece como pueblos para dejarle el paso a las industrias”, como afirma Teresa Castellanos, vocera del Comité de Resistencia de Huexca. “Nosotros”, dice, “queremos seguir siendo lo que somos, gente del campo y de la tierra, de comunidades en las que todos se conocen, donde sabemos quién es cada uno, qué padre lo hizo y qué madre lo parió” y, aunque este proyecto divide a los pueblos, “esperamos que con el paso de los años se vuelvan a unir, ya sin esa termoeléctrica que tanto daño nos ha hecho”. La defensora Samantha César advierte que con el paso del tiempo estudiaron que lo que plantea el proyecto es un desarrollo que despoja a los pueblos de su tierra y del agua, que contamina y que prácticamente desaparece la vida campesina. “A nosotros”, dice, “nadie nos preguntó
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Abajo y a la Izquierda: Contra la Explotación, el Despojo, el Desprecio y la Represión
Manifiesto a todos los oprimidos y pobres de México “Usted –reclama un texto, dirigido a López Obrador– que se ufana de ser juarista, sin embargo actúa hoy como el peor de los enemigos de los pueblos de México”; a saber qué más juarismo puede demostrar AMLO. Afirmar que AMLO no es juarista es tanto como asegurar que no es maderista. Entre creerle a quien redactó ese texto y creerle o a quien se rebeló contra las traciones de Juárez en contra de los pueblos indíguenas, prefiero la versión de Julio López Chávez. (HdV)
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iudadanos mexicanos ha llegado la hora de conocer a los hombres con el corazón bien puesto; ha llegado el día en que los esclavos se levanten como un solo hombre reclamando sus derechos pisoteados por los poderosos. Hermanos: ha llegado el momento de despejar el campo, de pedir cuentas a los que siempre nos las han exigido; es el día de imponer deberes a quienes sólo han querido tener derechos.
Vamos a una contienda de sangre. ¿pero qué importa si esta sangre es generosa? Fertilizará nuestros campos; dará exuberancia a las plantas y dejará un rastro a la humanidad del futuro. Infinidad de años y de siglos hemos caminado penosamente agobiados por el cansancio, por la miseria, por la ignorancia y por la tiranía, y el día de la venganza sagrada es con nosotros. ¿Qué poseemos sobre la superficie del universo, los que vivimos clavados en el trabajo? ¿a quién deja beneficio el sudor de nuestras frentes, las lágrimas de nuestros ojos, el dolor en nuestras espaldas, el cansancio en nuestros brazos, la fatiga en nuestros pies y la angustia en nuestros corazo-
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nes? ¿quién ha pensado alguna vez en recoger lo que siembra, cuando todo se nos arrebata? Los que se han aprovechado de nuestra debilidad física, moral e intelectual, se llaman latifundistas o terratenientes o hacendados. Los que pacientemente nos hemos dejado arrebatar lo que nos corresponde, nos llamamos trabajadores, proletarios o peones. Los peones hemos entregado nuestras vidas e intereses a los hacendados y estos nos han sometido a los mayores abusos; han establecido un régimen de explotación por el que estamos condenados a no disfrutar de la vida. ¿en qué consiste el régimen de explotación establecido? Es un sistema que exclusivamente se dirige a mancillar la existencia de un peón.
Nuestros padres fueron comprados por la hacienda, al precio de un real diario de jornal, y como no era posible poder subsistir con un real, porque en los mercados establecidos en las haciendas se compraban los artículos a los precios más exagerados, aun aquellos artículos que nosotros hacemos producir con nuestra mano, mes por mes y año por año, se iba haciendo una deuda, a cargo de nuestros padres. ¿quién podría solventar aquella deuda, cuando el jornal no pasaba de ser el misérrimo real? ¿quién habría de prestar a nuestros padres para cubrir sus deudas? ¿quién les había de abrir crédito?, cuando el crédito siempre está en manos de los detentadores de la producción? Cuando nosotros venimos a este mundo, nos encontramos con que las deudas de nuestros padres, pasaban a nuestro cargo, y que por lo visto, habíamos nacido esclavos y con la obligación de seguir trabajando en el mismo lugar, bajo el mismo sistema, a título de cubrir la famosa
deuda. Pero nuestro jornal tampoco aumentaba; nuestro crédito tampoco se abría y teníamos que conformarnos con la misma situación. ¿y quién ha cooperado a mantenernos en el silencio, en la humillación en la ignorancia y en la esclavitud? La iglesia y solamente la iglesia que por medio de sus hipócritas misiones, ha tejido la mentira de la salvación espiritual en un lugar que no es la tierra. Nuestras madres, nuestras hermanas, nuestras esposas y nuestras hijas, rezan con fervor pidiendo a todos los santos que nos salven de esta situación horrenda. Mas todo ha sido en vano, porque según ellos, los frailes, hemos venido a padecer a este valle de lágrimas y tenemos que esperar para que en el cielo nos premien la resignación. Lo más curioso del caso, es que los que nos piden resignación son los menos que se resignan a una existencia penosa, ya que han adquirido propiedades inmensas, las han explotado a sus anchas y con grandes beneficios y también con toda paciencia nos han explotado: han comido opíparamente del sudor de nuestra frente Los curas nos han engañado profanando la doctrina del gran cristo, a quien hay que reivindicar, ya que sus promesas de caridad, de paz y de concordia siempre han sonado en nuestros corazones con inmensa alegría. Por desgracia, no se ha llegado el momento de hacerlas efectivas porque sus llamados representantes desempeñan el papel de judas, que el cristo bondadoso siempre condenó por ser el mal frente a la razón que predicaba. Que reine la religión, pero nunca la iglesia y menos los curas. Por eso las leyes de reforma, a las que nosotros apoyamos desde hoy y para siempre son tan grandes, lástima que no se practiquen en todo su rigor, debido a que los mismos gobiernos que las proclaman hacen al fin causa común con los enemigos del pueblo víctima de traiciones. En el estado libre y soberano de puebla, se ha visto que los curas han acarreado con todo para los altares y después para sus casas. Han llevado grano por grano de nuestras cosechas, diciéndonos que cada grano era una indulgencia que se concedería a nuestros pecados en la otra vida, y así, de acuerdo con los hacendados nos han dejado en la ruina más espantosa. Si los curas son malos, también lo son todos los hombres que mandan. ¿qué diremos de eso que hemos dado en llamar gobierno, y es tiranía? ¿dónde está el gobierno bueno? Juárez, a pesar de llamarse republicano y enemigo de la iglesia, es un mocho y déspota: es que todos los gobiernos son malos.
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el Zemillero De la 4 Por eso, ahora nos pronunciamos contra todas las formas del gobierno: queremos la paz y el orden. Hemos pedido tierras y juárez nos ha traicionado. ¿por qué no tener el pedacito de tierra que labramos? ¿con qué derecho se han apropiado algunos individuos, unos cuantos, de la tierra que debería ser de todos? ¿quién ha sido ese atrevido que con lujo se hizo señalar sus propiedades, cuando éstas no tenían más dueño que la naturaleza? Los hacendados han sido los hombres fuertes, que valiosos del ejército que ellos mismos sostienen para asegurar sus propiedades, han señalado sus posesiones en los lugares que han deseado, sin que el pueblo proteste. Habíamos creído que el triunfo de la república sería el verdadero triunfo del pueblo, ya que todos los hacendados se habían refugiado en los faldones del imperio; pero con suma tristeza hemos visto, que estos mismos hacendados
han tenido refugio en los faldones republicanos, lastimándose así los intereses que deberían ser inviolables; los de los pobres. Esto indica que es menester emprender una lucha más justa y más racional, que venga a asegurar lo que nosotros queremos. ¿Qué queremos nosotros? Hermanos nuestros: Queremos el socialismo, que es la forma más perfecta de convivencia social; que es la filosofía de la verdad y de la justicia, que se encierra en esa triada inconmovible: libertad, igualdad y fraternidad. Queremos destruir radicalmente el vicioso estado actual de explotación, que condena a unos a ser pobres y a otros a disfrutar de las riquezas y del bienestar; que hace a unos miserables a pesar de que trabajan con todas sus energías y a otros les proporciona la felicidad en plena holganza. Queremos la tierra para sembrar en ella pacíficamente y recoger tranquilamente, quitando desde lue-
go el sistema de explotación; dando libertad a todos, para que siembren en el lugar que más les acomode, sin tener que pagar tributo alguno; dando libertad para reunirse en la forma que más crean conveniente, formando grandes o pequeñas sociedades agrícolas que se vigilen en defensa común, sin necesidad de un grupó de hombres que les ordene y castigue. Queremos abolir todo lo que sea señal de tiranía entre los mismos hombres viviendo en sociedades de fraternidad y mutualismo, y estableciendo la república universal de la armonía. ¡Pueblo mexicano! Este es nuestro plan sencillo, que haremos triunfar en alguna forma y en pos del verdadero triunfo de la libertad. Seremos perseguidos; tal vez acribillados, ¡no importa! Cuando en nuestro pecho laten esperanzas. Qué más tenemos en nuestra vida si no es morir antes que seguir perpetuando el agobio de la miseria y de
Julio López Chávez
Comunista, asesino y gavillero
por: Doralicia Carmona
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l 9 de julio de 1868, en el patio de la Escuela Moderna, que él mismo contribuyó a formar, a las diez de la mañana, es pasado por las armas en Chalco conforme a la ley del 6 de diciembre de 1856. Antes de que dispararan los fusiles sobre su cuerpo, gritó: “¡Viva el socialismo! Quienes lo habían acompañado en su lucha armada fueron deportados a Yucatán tras ser condenados a trabajos forzados. Julio López Chávez o Julio Chávez López había encabezado la revuelta contra la aplicación de las Leyes de Reforma que enajenaban las tierras comunales a las haciendas en perjuicio de los indígenas y campesinos antes dueños de esas tierras. El decreto del presidente Comonfort sobre Desamortización de Fincas Rústicas y Urbanas de las Corporaciones Civiles y Eclesiásticas del 25 de junio de 1856, aunque estaba dirigido contra las
corporaciones religiosas, también abrió al mercado las tierras comunales indígenas antes protegidas por la Corona de España. Los liberales juaristas, como hoy los neoliberales, compartían “la ilusión de que los indios, al convertirse en propietarios individuales, tendrían la posibilidad de salir de la miseria.” (Sanginés Esther. Rebeliones campesinas contra el progreso liberal). El efecto fue contrario: más pobreza y miseria rural. La expansión de las haciendas azucareras y ganaderas requirió de las tierras, aguas, pastizales y bosques de las comunidades, tanto como de la mano
de obra barata de los indígenas para que tuvieran que trabajar para las haciendas en condiciones de semiesclatitud. Los hacendados aprovecharon que las comunidades carecían de escrituras de propiedad privada y que los tribunales se rehusaban a aceptar la propiedad comunal derivada de los documentos virreinales que la amparaban, para apoderarse de las tierras y aguas comunales. El conflicto estalló primero en la zona de Chalco. Los administradores de las haciendas de Chalco experimentaron con nuevos productos, fertilizantes, pozos artesianos y sistemas de riego que agudizaron los conflictos con los comuneros porque los nuevos proyectos de irrigación avanzaban sobre las tierras comunales y los nuevos productos demandaban más mano de obra.
los padecimientos. Se nos desprecia como liberales, se nos mancilla como socialistas y se nos condena como hombres. Es indispensable salvar el momento, y levantar nuestros esfuerzos en torno de esa sacrosanta bandera de la revolución socialista, que dice desde lo más alto de la república: “abolición del gobierno y de la explotación” Alcemos nuestra cara buscando con serenidad nuestra salvación que radica en nosotros mismos. Queremos tierras, queremos trabajo, queremos libertad. Necesitamos salvarnos de todos los padecimientos, necesitamos salvar el orden, en fin, lo que necesitamos es el establecimiento de un pacto social entre los hombres a base de respeto mutuo. ¡Viva el socialismo! ¡Viva la libertad! Dado en Chalco, en el día 20 del mes de abril del año de 1869. *** Lo firma Julio López Chavez.... fusilado por Juárez Entonces encontraron como salida el latifundismo, que al despojarlos de sus tierras, obligaba a los campesinos despojados a trabajar para la hacienda. Como la legalidad sustentaba el despojo, las comunidades indígenas iniciaron acciones legales primero, y de resistencia armada después. En pueblos como San Francisco Acuatla, en donde nació Julio López, la construcción de una presa para la hacienda de la Asunción que perjudicaba gravemente a los campesinos, se inició la revuelta porque sus reclamos no eran atendidos en los tribunales, mientras los hacendados perseguían y asesinaban a los comuneros que reclamaban la restitución de sus tierras y aguas. Julio López se había levantado en armas para reemplazar por poblados con gobiernos autónomos al gobierno que consideraba como un corrupto colaborador de los hacendados. Se cuenta que había sido un ferviente republicano que luchó en contra de los franceses en la guerrilla de Rafael Cuéllar. Se dice que fue hecho prisionero por los imperialistas y desterrado un año a la isla Martinica. De regreso a México, al triunfo de Juárez, López con un pequeño grupo de seguidores comenzó a invadir las haciendas en la zona de Chalco y Texcoco para devolver las tierras a los campesinos despojados. Julio López “influyó en la formación de comunidades y cooperativas; ayudó a organizar el movimiento pacífico de resistencia agraria que se extendió por las zonas rurales del Distrito Federal y en el valle de México, en los actuales estados de México, Morelos, Tlaxcala, Puebla e Hidalgo. Sus ramificaciones llegaron hasta Xicontepec (Chicontepec) en Veracruz. Él era la cabeza visible de un gran movimiento social.” (Sanginés, ya citado).
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Abajo y a la Izquierda: Contra la Explotación, el Despojo, el Desprecio y la Represión De la 6 El 31 de diciembre de 1867, Julio López publicó desde su “cuartel general republicano”, reunido la mayor parte del pueblo, un manifiesto llamado “República y Patria Mexicana”, dirigido al presidente Juárez en el que le pidió que se reformara la propiedad agraria con apego a los títulos originales de los pueblos. [...] “nadie nació para servir a otro, todo el que tiene espedito el uso de su razón y no se ha contaminado con los vicios, tiene derecho a designar a quienes han de cuidar de los intereses comunes a todos los hombres [...] (pese al) partido inercia que sanciona lo más monstruoso con su silencio criminal, que siempre recibe la ley del más audaz por egoísmo, por su cobardía y por su vergonzosa ignorancia. Esta es la causa de que viven muchos pueblos en la mayor miseria [...] nosotros arrojamos hoy este partido inercia y reclamamos nuestros derechos, nuestras propiedades antiguas que tantos años ha nos tienen usurpadas los hacendados [...] que presenten sus títulos los pueblos y los hacendados, y se verá que los más antiguos son de los pueblos, y en vista de ellos se nos ponga en posesión, dejándoles en su propiedad legítima”. Por lo anterior solicitaron a Benito Juárez “se sirva mandar decretar que en todos los pueblos de la República que se componen la mayor parte de indígenas, que reconozcan sus derechos de propiedad terrenal, aguas y montes por medio de la razón y la justicia, según sus títulos y desde luego, poniéndoles en posesión [...] si por desgracia compraren los hacendados al ejército brillante republicano, por eso los pueblos tienen en sus torres campanas para bajarlas y fundirlas para piezas de artillería, para sostener el decreto [...] hasta morir o vencer [...] porque hemos jurado ya ante Dios y ante los hombres. Estamos cansados de andar ante los tribunales de justicia [...] convencidos de que de esta manera jamás lograremos recobrar nuestros terrenos que poseen los hacendados sin derecho algún [...] estamos prontos a levantarnos en masa, apropiarnos de nuestros terrenos a la viva fuerza y hacerles la guerra a muerte a los verdaderos opresores, a los tiranos hacendados [...] jamás formaremos guerra a nuestro gobierno, porque somos sus fieles sostenedores, pero que se nos cumpla lo que pedimos”. Al fracasar sus gestiones ante las autoridades liberales, ideológicamente opuestas a la propiedad comunal, cumplió su amenaza e inició una guerra de los pueblos de San Francisco Acuautla, Coatepec y San Vicente Chicoloapan de Chalco y lugares aledaños contra las haciendas, en la que como era un elocuente orador, atraía a los campesinos prometiéndoles las tierras de las haciendas. Y así lo hacía, conforme se apoderaba de una hacienda, distribuía la tierra entre los campesinos. Con este apoyo pudo vencer varias veces al ejército y escapar. “En febrero de ese año [1868], el
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periódico El Siglo XIX informó que Julio López con sus gentes recorría el distrito de Chalco 'proclamando guerra a los ricos y reparto de tierras de las haciendas entre los indígenas' [...] "Julio López aplicó su manifiesto: repartió tierras y ordenó a terratenientes de su zona que no se trabajara en las tierras y los montes usurpados a los pueblos. La prensa de la capital lo calificaba de 'cabecilla comunista' y llamaba a sus partidarios 'comunistas indígenas". (Gilly Adolfo. La Revolución Interrumpida). El 23 de marzo de 1868 ingresó preso a la ex Acordada y fue puesto a disposición del Juez 3° de lo criminal junto con María Trinidad Juárez, Simón Arriaga, Mariano Vargas; Serapio Ortiz y Modesto Estrada. Ante el clamor popular, que no podía ignorar la justicia de su causa, y la obligación moral que sentían los liberales de defender a las comunidades indígenas, fue indultado por las autoridades juaristas. Pero sintiéndose traicionado por Juárez, extendió sus actividades a Morelos en el sur, al este en San Martín Texmelucan y al oeste hasta Tlalpan. Alberto Jiménez Morales (La Casa del Obrero Mundial) cuenta que en abril siguiente, Chávez López lanzó en Chalco un Manifiesto dirigido a “todos los oprimidos y pobres de México y del Universo”, del que sobresalen conceptos que sintetizan la tesis anarquista mexicana de aquella época. “Ha llegado la hora de conocer a los hombres con el corazón bien puesto; ha llegado el día en que los esclavos se levanten como un solo hombre reclamando sus derechos pisoteados por los poderosos” –comienza afirmando el documento–. Después se lee lo siguiente: “Hermanos: ha llegado el momento de despejar el campo, de pedir cuentas a los que siempre nos las han exigido; es el día de imponer deberes a quienes sólo han querido tener derechos. Los que se han aprovechado de nuestra debilidad física, moral e intelectual se llaman latifundistas, terratenientes o hacendados. Los que pacientemente nos hemos dejado arrebatar lo que nos corresponde nos llamamos trabajadores, proletarios o peones”. Después de hacer patético relato de las condiciones en que se vivía en las tiendas de raya y de acusar a la Iglesia católica de ser aliada de los explotadores y del ejército, grita a todos su ideal: “Queremos abolir todo lo que sea señal de tiranía entre los mismos hombres, viviendo en sociedades de fraternidad y mutualismo y estableciendo la República Universal de la Armonía”. El párrafo final de este angustiado Manifiesto expresa lo que sigue: “Alcemos nuestra cara buscando con serenidad nuestra salvación, que radica en nosotros mismos. Queremos tierras, queremos trabajo, queremos libertad. Necesitamos salvarnos de todos los padecimientos,
necesitamos salvar el orden; en fin, lo que necesitamos es el establecimiento de un pacto social entre los hombres a base de respeto mutuo. ¡Viva el Socialismo! ¡Viva la Libertad!” El primero de mayo el ejército tomó la Escuela del Rayo y del Socialismo. Los estudiantes y cientos de campesinos se refugiaron en las faldas del Iztaccihuatl para evitar ser aprehendidos y organizar la resistencia armada. Así, el 29 de mayo de 1868 Julio López al grito de ¡Vivan los pueblos! ¡Mueran los hacendados! saqueó la Hacienda de Buena Vista, propiedad de Mariano Riva Palacio, se llevó los caballos y repartió las tierras a los indígenas que lo siguieron en el ataque. Asimismo, autoproclamado general en jefe, ordenó al dueño de la hacienda de Aschalco no trabajar en ella ni en el monte, ya que para él los verdaderos dueños eran los campesinos que vivían en los pueblos vecinos. De los hechos dio cuenta un periódico de entonces. “El cabecilla comunista Julio López, correspondiendo al indulto que hace poco se le concedió, como suelen los revolucionarios de oficio, ha vuelto a aparecer con su gavilla en el distrito de Chalco [...] dispone a su arbitrio de las personas y propiedades, y lo peor es que no hay tropas que lo persigan y goza de completa impunidad”. El ya general Rafael Cuéllar respondió con la política de tierra quemada: arrasar los pueblos y rancherías para aislar a los rebeldes de su apoyo comunitario. La misma política que décadas más tarde emplearía en Morelos el general Juvencio Robles contra los zapatistas. Su persecución dio oportunidad al jefe político del Distrito de Texcoco a emprender una campaña de terror contra la población civil mediante toda clase de abusos: imposición de multas, allanamientos de casas, sustracción de documentos de la propiedad de los pueblos, robo de caballos, encarcelamientos, golpes y amenazas a quienes pudieran unirse a López, y desde luego, amagos y amenazas de muerte a la esposa de Julio y hasta a sus pequeños hijos, de cinco y nueve años. El siguiente 9 de junio, los rebeldes fueron atacados en Río Frío por tropas provenientes de Coatepec, pero no lograron capturar a López. Finalmente, Julio estableció su campamento en Actopan; ahí fue sorprendido, derrotado y capturado nuevamente por el ejército juarista de mil quinientos hombres. También hay la versión de que fue capturado en Yautepec, Morelos. De ahí fue llevado a Chalco. "El 9 de julio de 1868, esa misma prensa anunciaba que había sido 'aprehendido este rabioso socialista, que tenía en alarma y ejecutaba la expropiación más escandalosa en el rumbo de Chalco”. (Gilly Adolfo, ya citado) Tras el fusilamiento, Francisco Zarco escribirá el 24 de julio siguiente en el diario El Siglo XIX: “Julio López ha terminado su carrera en el patíbulo. Invocaba principios comunistas y era simplemente reo de delitos comunes. La destrucción de su gavilla afianza
la seguridad de las propiedades en importantes distritos del estado de México. En este estado, como en otros muchos de la República, tiempo vendrá en que sea preciso ocuparse de la cuestión de la propiedad territorial; pero esto por medidas legislativas dictadas con estudio, con calma y serenidad, y no por medios violentos ni revolucionarios”. En el combate a la rebelión de Julio López, como en otras que tuvieron lugar al mismo tiempo, Zarco reconoce que “el gobierno, sin traspasar los límites de sus facultades ordinarias, ha podido desplegar fuerzas y actividad contra los que alzaron el estandarte de la rebelión; no ha tenido que celebrar ruinosos contratos para proporcionarse recursos con qué atender a los gastos de la campaña y ni siquiera ha hecho uso de las autorizaciones que le otorgó el Congreso para suspender las garantías individuales. En efecto, para perseguir y derrotar a los facciosos no ha habido necesidad de prisiones y de destierros por motivos políticos, y las poblaciones no han sufrido, como en otras épocas, las plagas de la leva, de los embargos, de los préstamos forzosos y de las contribuciones extraordinarias. El gobierno con sus recursos comunes ha podido hacer frente a la situación, va venciendo a los rebeldes, y en poco tiempo, no hay que dudarlo, habrá afianzado la paz en toda la nación”. El movimiento campesino de Julio López Chávez, que hoy muere fusilado, se extenderá hasta Yucatán al ser deportados a ese estado quince de sus seguidores, que después de rebelarse en contra de su incorporación al ejército, serán pasados por las armas el 24 de febrero de 1869. Años atrás, Julio López se había incorporado al grupo del griego Plotino Rhodakanaty, que operaba en Chalco con propósitos subversivos y que había podido organizar un Grupo de Estudiantes Socialistas. Rhodakanaty, de pensamiento anarquista, seguidor de las ideas de Proudhon y Fourier, fue un agitador griego que llegó a México en 1861 procedente de España, con el propósito de fundar falansterios o colonias agrícolas en las tierras que el gobierno de Comonfort ofrecía a los inmigrantes extranjeros. Publicó la Cartilla Socialista, fundó la organización La Social y se dedicó a organizar secretamente a obreros y estudiantes para realizar tareas subversivas en la ciudad de México y en poblaciones vecinas. Así se fundó la Sociedad Mutualista del Ramo de Hilados y Tejidos del Valle de México, que agrupaba obreros textiles de “San Ildefonso”, en Tlalnepantla, y los de “La Colmena”, en México, y que el 10 de junio de 1865 se pusieron en huelga, pero que fueron reprimidos duramente por las tropas imperiales de Maximiliano nueve días más tarde.
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De la 6 El grupo de Rhodakanaty fundó el Club Socialista en Chalco, Estado de México y una escuela “moderna” socialista para los campesinos de la misma localidad. De esta experiencia destacó Julio López Chávez, joven aprendiz que abrazó el ideal libertario: “Soy anarquista porque soy enemigo de todos los gobiernos, y comunista, porque mis hermanos quieren trabajar la tierra en común”. Rhodakanaty se distanció posteriormente de su discípulo y de La Social, por estar en desacuerdo con López Chávez respecto a la coherencia de la acción armada con el ideal libertario. Perteneciente también al grupo de Rhodakanaty, Santiago Villanueva realizó la primera huelga exitosa en el Distrito Federal el 8 de julio de 1868, en la fábrica textil “La Fama Montañesa”, situada en Tlalpan, por la cual lograron mejores condiciones de trabajo y reducción de las horas de jornada para las operarias.
“En 1870 la participación de Rhodakanaty fue capital en la formación del Gran Círculo de Obreros de México, el cual obtuvo el visto bueno del presidente Benito Juárez: ‘Los artesanos pueden arreglar su asociación a la manera que estimen conveniente para el perfeccionamiento de sus respectivas artes y oficios’. El círculo tenía como objetivos la instrucción de los obreros y la defensa de sus garantías políticas. Luchaba por un trato justo en lo que respectaba al servicio militar, y el establecimiento de talleres que dieran trabajo a los artesanos; pedía también el nombramiento de procuradores generales obreros, así como el respeto de la voluntad popular expresada a través de elecciones. Las necesidades de los trabajadores deberían tomarse en cuenta además al fijarse los jornales, y los artesanos deberían participar en las exposiciones industriales. El círculo llegó a tener más de ocho mil miembros, pero desapareció
La rebelión campesina de Chalco de 1867-1868
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n medio de la reorganización nacional tras el triunfo de la república ante el imperio, las leyes de corte liberal seguían causando estragos en las comunidades indígenas y campesinas, más aun luego de que una de ellas, la llamada Ley Lerdo, se agregó al texto constitucional del artículo 27, con referencia a la tierra (Tello, 2018, p72). Otro de los conatos de rebelión campesina que cundieron durante gran parte de la segunda mitad del siglo XIX en México se dio en el municipio de Chalco de Covarrubias, estado de México. Chalco siempre fue considerada una de las regiones más fértiles del centro del país, razón por la cual tuvo un gran asentamiento de haciendas desde la época virreinal que perduraron hasta entrado ya el siglo XX, entre las más grandes se encontraban las de San Juan de Dios (con 877 hectáreas), la de La Asunción del Monte (114 hectáreas y 706 hectáreas de monte), la Hacienda de San José Axalco (con 101 hectáreas y 32 de caballerías), la de Xico con cinco mil hectáreas. Además, La Compañía, La del Moral, la Guadalupe Tlapala y la de Miraflores (Garcés, 2008). Ya existían antecedentes de levantamientos de indígenas y campesinos en la región de Chalco,
en 1848 a 1851 un grupo de campesinos y comuneros protagonizaron un levantamiento contra la
finalmente en 1880. Influido profundamente por Charles Fourier, las ideas de Rhodakanaty pertenecían a una tradición que tuvo como origen parte de las teorías de los neoplatonistas y estoicos griegos y romanos y su apogeo durante los siglos XVII, XVIII y la primera mitad del siglo XIX, que veía al hombre como parte de una naturaleza armonizada y sabia, en donde todo desequilibrio (la riqueza como posesión de unos cuantos; el ejercicio de poder de unos pocos en contra de los muchos) se mostraba inevitablemente como una tensión que causaba diversos males en la sociedad y el individuo, y antes o después buscaría armonizarse con el resto de lo creado. Otra diferencia con el socialismo llamado científico era su visión panteísta, religiosa, del universo. Rhodakanaty y su círculo mexicano, empero, tuvieron la suficiente amplitud de criterio como para publicar a quienes se habían convertido
ya, en Europa occidental, en los principales enemigos ideológicos de la tradición a la que pertenecían: los socialistas materialistas, Karl Marx y Friedrich Engels, de quienes publicaron El manifiesto comunista. Su influencia, en todo caso, se hizo sentir en el anarquismo mexicano de finales del siglo XIX y principios del XX, el cual conservó algunos de los principios mutualistas y falansteristas.” (Enciclopedia de México) En 1886 Rhodakanaty regresará a Europa, pero sus ideas germinarán en la prensa obrera, en el Magonismo, en el Partido Liberal y Regeneración, así como en La Casa del Obrero Mundial. El movimiento de Julio López será el primero en la historia de México que demandará la reorganización de la sociedad y que luchará por la formación de sociedades agrícolas autónomas. Para muchos, se adelantó cuarenta años a la lucha de los zapatistas.
apropiación de las aguas producto del deshilo de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl para favorecer a la hacienda de Zoquiapan a través de la construcción de un sistema de riego, que afectaba a las comunidades de Chalco y Temamatlan. Contemporánea a ella se registró otro levantamiento de los campesinos de San Francisco Acuatlan, debido a la construcción de una presa para proveer de agua a la hacienda de La Asunción, esta obra fue ordenada por Mariano Riva Palacio, conocido liberal, republicano, gobernador del estado de México en tres ocasiones y padre del futuro general Vicente Riva Palacio, es presisamente en ese pueblo donde veria la luz uno de los protagonistas de esta significativa ultima rebelión campecína en Chalco, considerada precursora del Zapatismo, Julio López Chávez. Las quejas impuestas por las comunidades hasta al mismo presidente Juárez, en las que le decían: “la causa principal de nuestros males, el motivo de nuestras miserias y desgracias, es el gran número de ambiciosos hacendados, que poseen los terrenos de los pueblos en que vimos [la] luz primera, las aguas de uso común y los montes y los past[iza] les que nos pertenecen […] Hemos recorrido todos los tribunales competentes para lograr el deslinde de nuestras propiedades; en ellos hemos pasado muchos años y gastado grandes cantidades de dinero sin éxito alguno, pues jamás se ha dictado resolución judicial que nos sauqe de la detestable tutela de los Hacendados.”(Tello, 2018, p.74) A partir de 1867 en esa región como en muchas partes del país el despojo de las tierras y aguas a los pueblos se legitimó con la ley ratificada en 1866 (Saginés, 2018). La situación se volvió insostenible en esa eterna pugna entre campesinos y haciendas, hasta que estallo en el mes de diciembre de 1867 de la voz de su líder Julio López, este hombre que casi se pierde en los anales de la historia social en México, nació alrededor del año 1840, fue un soldado que participo en la pugna entre liberales y conservadores a lo largo de la gran Década Nacional del lado de Juárez, lucho en la guerrilla entre 1863 y 1865 a las ordenes del general Rafael Cuellar contra los franceses, fue capturado, aunque se le sentencio a muerte, el Mariscal Aquiles Bazaine lo deporto a la isla de Martinica dedicándose a su oficio de carpintero, de donde volvió ya casi al final de la intervención (Saginés, 2018), al terminar la conflagración regreso a su pueblo con el grado de Coronel (Garcés, 2008). López encarno la resistencia de la embestida de la ley y el poder contra los pueblos al observar las injusticias de las haciendas frente a los despojos. Inicio su levantamiento en diciembre de 1867 (Garcés, 2008) junto con un grupo de seguidores a invadir las haciendas de la zona de Chalco y Texcoco
para devolver las tierras a los campesinos, en su proclama del 31 de diciembre (Carmona,2020) se declaraba liberal y un patriota, haciendo mención de su participación en la defensa de la república y enmarcaba que sus disputas no eran contra el gobierno central de Juárez, sino contra las haciendas y extendía al presidente a mediar en el conflicto. Juárez mejor decidió aplacar el levantamiento de López por la fuerza, envío fuerzas al mando del general Cuellar. Ante la llegada de las tropas federales López invoco a su favor al general Porfirio Díaz, pero este al ser cuestionado por Cuellar sobre su participación y apoyo al movimiento en Chalco, negó conocer al hombre. Frente a la embestida de fuerzas claramente superiores López acepto deponer las armas y recibió un salvoconducto para regresar a su hogar. Aparentemente para el gobierno las cosas se habían calmado, pero era solo plan de los campesinos quienes aprovecharon la primavera para sembrar sus tierras, cuando esto terminyo, la rebelión estallo con más fuerza, levantándose en armas los pueblos de Zula, San Pablo, Acuautla, Coatepec y San Gregorio, contra las haciendas de La Asunción y Zoquiapan. López en esta ocasión condujo un número de hombres de alrededor de 70, la mitad de ellos montados, nuevamente el gobierno destacamento una columna superior en numeró nuevamente a las órdenes de Cuellar, que los persiguió en las montañas entre Chalco y Puebla, hasta darles alcance el 17 de junio de 1868, capturando un total de 50 rebeldes en los alrededores de Acuautla, López escapo pero sus fuerzas fueron batidas por los soldados federales, hasta ser capturado también el 6 de julio en San Nicolás del Monte. Rápidamente fue juzgado por la ley de plagiarios de caminos, su fusilamiento se justificó por el gobierno por ser el cabecilla reincidente de una rebelión, la ejecución se verifico en la plaza de Chalco el 9 de julio su grito frente al pelotón fue ¡Viva el Socialismo! (Carmona, 2020). Sus seguidores tuvieron fines distintos, muchos de ellos fueron desterrados a Yucatán condenados a trabajos forzados (el castigo para los que atentaban contra la paz republicana), otros fueron refundidos en el ejecito, a pesar de la petición de indulto, ninguno fue concedido (Tello, 2018, p.75). Julio López es considerado un precursor del agrarismo en el sur del país y del zapatismo, conocido por invocar ideas socialistas y comunistas, que lucho en defensa de la república y contra los abusos de los hacendados, su caída fue celebrada por el gobierno, Lerdo de Tejada notifico a Mariano Riva Palacio dueño de La Asunción la ejecución de López, mientras tanto Francisco Zarco afirmo en el periódico El Siglo XIX “la destrucción de la gavilla afianza la seguridad de las propiedades en importantes distritos del estado de México”
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Abajo y a la Izquierda: Contra la Explotación, el Despojo, el Desprecio y la Represión
De la 10 al susodicho Francisco I. Madero inepto para realizar las promesas de la revolución de que fue autor, incapaz para gobernante por no tener ningún respeto a la ley y a la justicia de los pueblos y traidor a la Patria por estar a sangre y fuego humillando a los mexicanos que desean sus libertades, por complacer a los científicos, hacendados y caciques que nos esclavizan, y desde hoy comenzamos a continuar la revolución, principiada por él hasta conseguir el derrocamiento de los poderes dictatoriales que existen. 2o Se desconoce como jefe de la revolución al ciudadano Francisco I. Madero y como presidente de la República por las razones que antes expresan, procurando el derrumbamiento de este funcionario. 3o Se reconoce como jefe de la Revolución libertadora al Ilustre General Pascual Orozco, 2o del Caudillo Dn Francisco I. Madero, y en caso que no acepte este delicado puesto, se reconocerá como jefe de la revolución al Ciudadano General Emiliano Zapata. 4o La Junta Revolucionaria del Edo de Morelos manifiesta a la Nación bajo formal protesta: que hace suyo el Plan de San Luis Potosí con las adiciones que a continuación se expresan en beneficio de los pueblos oprimidos, y sé hará defensora de los principios que defiende hasta vencer o morir. 5o La Junta Revolucionaria del Estado de Morelos no admitirá transacciones ni componendas políticas hasta no conseguir el derrumbamiento de los elementos dictatoriales de Porfirio Díaz y Don Francisco I. Madero pues la nación está cansada de hombres falaces y traidores que hacen promesas de libertadores, pero que, llegando al poder, se olvidan de ellas y se constituyen en tiranos.
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6o Como parte adicional del Plan que invocamos hacemos constar que los terrenos, montes y aguas que hayan usurpado los hacendados científicos o caciques a la sombra de la tiranía y de la injusticia actual; entrarán en posesión de estos bienes inmuebles desde luego, los pueblos o los ciudadanos que tengan sus títulos correspondientes de esas propiedades, de las cuales han sido despojados, por la mala fe de nuestros opresores, manteniendo a todo trance con las armas en la mano la mencionada posesión, y los usurpadores que se consideren con derecho a ellos, lo deducirán ante tribunales especiales que se establezcan al triunfo de la Revolución. 7o En virtud de que la inmensa mayoría de los pueblos y ciudadanos mexicanos, no son más dueños que del terreno que pisan, sufriendo los horrores de la miseria sin poder mejorar su condición social ni poder dedicarse a la industria o la agricultura por estar monopolizados en unas cuantas manos las tierras, montes y aguas, por esta causa se expropiarán previa indemnización de la tercera parte de esos monopolios de los poderosos propietarios de ellos, a fin de que los pueblos y ciudadanos de México, obtengan ejidos, colonias, fundos legales para pueblos o campos de sembradura o de labor y se mejore en todo y para todo la falta de prosperidad y bienestar de los mexicanos. 8o Los hacendados, científicos, o casiques que se opongan directa o indirectamente al presente Plan, se nacionalizaran sus bienes y las dos terceras partes que a ellos les correspondan, se destinaran para indemnizaciones de guerra, pensiones de viudas y huérfanos de las victimas que sucumban en la lucha del presente plan.
9 o Para ajustar los procedimientos respecto a los bienes antes mencionados, se aplicarán las leyes de desamortización y nacionalización según convenga; puede servir de norma y ejemplo las puestas en vigor por el inmortal Juárez, a los bienes eclesiásticos que escarmentaron a los déspotas y conservadores, que en todo tiempo han pretendido imponernos el yugo ignominioso de la opresión y del retroceso. 10o Los jefes militares insurgentes de la República que se levantaron con las armas en la mano a la voz de Dn Francisco I. Madero para defender el Plan de San Luis Potosí y que ahora se opongan con fuerza armada al presente plan, se juzgarán traidores a la causa que defendieron y a la Patria, puesto que en la actualidad muchos de ellos por complacer a los tiranos, por un puñado de monedas, o por cohecho o soborno están derramando la sangre de sus hermanos que reclaman el cumplimiento de las promesas que hizo a la Nación Dn Francisco I. Madero. 11o Los gastos de guerra serán tomados conforme a lo que prescribe el artículo xi del Plan de San Luis Potosí, y todos los procedimientos empleados en la Revolución que emprendemos, serán conforme a las instrucciones mismas que determine el mencionado Plan. 12o Una vez triunfante la revolución que hemos llevado a la vía de la realidad, una junta de los principales jefes revolucionarios de los diferentes estados, nombraran o designaran un presidente interino de la Republica quien convocarán a elecciones para la nueva formación del congreso de la Unión, y éste a la vez convocará a elecciones para la organización de los demás poderes Federales. 13o Los principales Jefes revolucionarios de cada estado en junta
designarán el Gobernador provisional del Estado a que correspondan, y este elevado funcionario convocará a elecciones para la debida organización de los Poderes públicos, con el objeto de evitar consignas forzadas que labran la desdicha de los pueblos, como la tan conocida consigna de Ambrosio Figueroa en el Estado de Morelos y otras que nos conducen al precipicio de conflictos sangrientos sostenidos por el capricho del dictador Madero y el circulo de científicos y hacendados que lo han sugestionado. 14o . Si el presidente Madero y demás elementos dictatoriales, del actual y antiguo régimen desean evitar inmensas desgracias que afligen a la Patria; que hagan inmediata la renuncia de los puestos que ocupan y, con eso, en algo restañaran las graves heridas que han abierto al seno de la Patria; pues que, de no hacerlo así, sobre sus cabezas caerá la sangre derramada de nuestros hermanos. 15o . Mexicanos: considerad que la astucia y la mala fe de un hombre está derramando sangre de una manera escandalosa por ser incapaz para gobernar, considerad, que su sistema de gobierno está agarrotando a la Patria y hollando con la fuerza bruta de las bayonetas nuestras instituciones; y así como nuestras armas las levantamos para elevarlo al poder ahora las volvemos contra el por faltar a sus compromisos con el pueblo mexicano y haber traicionado la revolución iniciada por él: no somos personalistas, somos partidarios de los principios y no de los hombres. Pueblo Mexicano: apoyad con las armas en la mano este Plan y haréis la prosperidad y bienestar de la Patria. Justicia y Ley Ayala, Noviembre 28 de 1911
Ratificación al Plan de Ayala
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os suscritos, jefes y oficiales del Ejército Libertador que lucha por el cumplimiento del Plan de Ayala, adicionado al de San Luis. Considerando: que en estos momentos en que el triunfo de la causa del pueblo es ya un hecho próximo e inevitable, precisa ratificar los principios que forman el alma de la Revolución y proclamarlos una vez más ante la Nación, para que todos los mexicanos conozcan los propósitos de nuestros hermanos levantados en armas. Considerando: que si bien esos propósitos están claramente consignados en el Plan de Ayala, estandarte y guía de la Revolución, hace falta aplicar aquellos principios a la nueva situación creada por el derrocamiento del maderismo y la implantación de la dictadura huertista, toda vez que el Plan de Ayala, por razones de la época en que fue expedido, no pudo referirse sino al régimen creado por el general Díaz y a su inmediata continuación, el gobierno maderista, que sólo fue la parodia de la burda falsificación de aquél. Considerando: que si los revolucionarios no estuvimos ni pudimos estar conformes con los procedimientos dictatoriales del maderismo y con las torpes tendencias de éste, que sin escrúpulo abrazó al partido de los poderosos y engañó cruelmente a la gran multitud de los campesinos, a cuyo esfuerzo debió el triunfo, tampoco hemos podido tolerar, y con mayor razón hemos rechazado, la imposición de un régimen exclusivamente militar basado en la traición y el asesinato, cuya única razón ha sido el furioso deseo de reacción que anima a las clases conservadoras, las cuales, no satisfechas con las tímidas concesiones y vergonzosas componendas del maderismo, derrocaron a éste con el propósito bien claro de substituirlo por un orden de cosas ya sin compromiso alguno con el pueblo, y sin el pudor que a todo gobierno revolucionario impone su propio origen, ahogarse para siempre
las aspiraciones de los trabajadores y les hiciese perder toda esperanza de recobrar tierras y las libertades a que tienen indiscutible derecho. 2 Considerando: que ante la dolorosa experiencia del maderismo, que defraudó las mejores esperanzas, es oportuno, es urgente, hacer constar a la faz de la República que la Revolución de 1910, sostenida con grandes sacrificios en las montañas del Sur y en las vastas llanuras del Norte, lucha por nobles y levantados principios, busca, primero que nada, el mejoramiento económico de la gran mayoría de los mexicanos, y está muy lejos de combatir con el objeto de saciar vulgares ambiciones políticas o determinados apetitos de venganza. Considerando: que la Revolución debe proclamar altamente que sus propósitos son un favor, no de un pequeño grupo de políticos ansiosos de poder, sino en beneficio de la gran masa de los oprimidos y que, por tanto, se opone y se opondrá siempre a la infame pretensión de reducirlo todo a un simple cambio en el personal de los gobernantes, del que ninguna ventaja sólida, ninguna mejoría positiva, ningún aumento de bienestar ha resultado ni resultará nunca a la inmensa multitud de los que sufren. Considerando: que la única bandera honrada de la Revolución ha sido y sigue siendo la del Plan de Ayala, complemento y aclaración indispensable del Plan de San Luis Potosí, pues sólo aquel Plan consigna principios, condensa con claridad los anhelos populares y traduce en fórmulas precisas las necesidades económicas y materiales del pueblo mexicano, para lo cual huye de toda vaguedad engañosa, de toda reticencia culpable y de esa clase de escarceos propios de los políticos profesionales, hábiles siempre para seducir a las muchedumbres con grandes palabras, vacías de todo sentido y de tal modo elásticas, que jamás comprometen a nada y siempre permiten ser eludidas.
Considerando: que el Plan de Ayala no sólo es la expresión genuina de los más vivos deseos del pueblo mexicano, sino que ha sido aceptado, expresa o tácitamente, por la casi totalidad de los revolucionarios de la República, como lo comprueban las cartas y documentos que obran en el archivo del Cuartel General de la Revolución. Considerando: que la reciente renuncia de Victoriano Huerta no puede modificar en manera alguna la actitud de los revolucionarios, toda vez que el presidente usurpador, en vez de entregar a la Revolución los Poderes Públicos, sólo ha pretendido asegurar la continuación del régimen por él establecido al imponer en la presidencia, por un acto de su voluntad autócrata, al licenciado Francisco Carbajal, persona de reconocida filiación científica y que registra en su obscura vida política el hecho, por nadie olvidado, de haber sido uno de los principales instigadores de los funestos Tratados de Ciudad Juárez, lo que lo acredita como enemigo de la causa revolucionaria. Considerando: que la Revolución no puede reconocer otro Presidente Provisional que el que se nombre por los jefes revolucionarios de las diversas regiones del país en la forma establecida por el artículo 12 del Plan de Ayala, sin que pueda transigir en forma alguna con un presidente impuesto por el usurpador Victoriano Huerta ni con las espurias cámaras legislativas nombradas por éste. Considerando: que por razón de la debilidad del gobierno y la completa desmoralización de sus partidarios, así como por el incontenible empuje de la Revolución, el triunfo de ésta es únicamente cuestión de días, y precisamente por esto es hoy más necesario que nunca reafirmar las promesas y exigir las reivindicaciones, los suscritos cumplen con un deber de lealtad hacia
el Zemillero la República al hacer las siguientes declaraciones, que se obligan a sostener con el esfuerzo de su brazo, si es preciso aún a costa de su sangre y de su vida. Primera. La Revolución ratifica todos y cada uno de los principios consignados en el Plan de Ayala y declara solemnemente que no cesará en sus esfuerzos sino hasta conseguir que aquéllos, en la parte relativa a la cuestión agraria, queden elevados al rango de preceptos constitucionales. Segunda. De conformidad con el artículo 3° del Plan de Ayala, y en vista de que el ex general Pascual Orozco, que allí se reconocía como jefe de la Revolución, ha traicionado villanamente a ésta, se declara que asume en su lugar la Jefatura de la Revolución el C. Gral. Emiliano Zapata, a quien el referido artículo 3° designa para ese alto cargo, en defecto del citado ex general Orozco. Tercera. La Revolución hace constar que no considerará concluida su obra sino hasta que, derrocada la administración actual y eliminados de todo participio en el poder los servidores del huertismo y las demás personalidades del antiguo régimen, se establezca un Gobierno compuesto de hombre adictos al Plan de Ayala que lleven desde luego a la práctica las reformas agrarias, así como los demás principios y promesas incluidos en el referido Plan de Ayala, adicionado al de San Luis. Los suscritos invitan cordialmente a todos aquellos compañeros revolucionarios que por encontrarse a gran distancia no se hayan aún expresamente adherido al Plan de Ayala, a que desde luego firmen su adhesión a él, para que la protesta de su eficaz cumplimiento sirva de garantía al pueblo luchador y a la nación entera, que vigila y juzga nuestros actos. Reforma, Libertad, Justicia y Ley Campamento revolucionario en San Pablo Oxtotepec 19 de junio de 1914
el Zemillero es una publicación de la Interregional de Redes, Organizaciones y Colectivos de Resistencia y Rebeldía, o como se llamen, que construyen autonomías en sus respectivas geografías; adheridos a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona; un Nosotros que, en su quehacer cotidiano, se sujeta a los Siete Principios del Buen Gobierno de las Comunidades Autónomas Zapatistas.
Se edita bajo la responsabilidad de todos y cada uno de los colectivos que abajo y a la izquierda y, de acuerdo a sus tiempos y sus formas, se suman a la lucha por destruir al Sistema capitalista. Los artículos se publican tal y como lo envían colectivos y comunidades quienes son los responsables de su contenido. No hay “artículos de opinión”; se presentan tal cual llegan; que sean lxs lectorexs quienes formen su opinión a partir de la información. No hay tampoco artículos “editoriales”; en los casos de que es necesario complementar la información, esta tarea se encomienda a los Talleres de Periodismo Comunitario para que presenten el contexto del texto. Nos encontrarás en todas las geografías en las que se lucha por construir autonomía y también en: FB: Zemillero zapatista https://www.facebook.com/zemillero.zapatista y el Zemillero https://www.facebook.com/groups/2817346438376858/
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Plan de Ayala 109 aniversario
Plan Libertador de los hijos del Estado de Morelos, afiliados al ejercito Insurgente que defienden el cumplimiento del Plan de San Luís Potosí con las reformas que ha creído conveniente aumentar en beneficio de la Patria Mexicana.
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os que suscribimos constituidos en junta revolucionaria para sostener y llevar a cabo las promesas que hizo la revolución de 20 de Noviembre de 1910 próximo pasado, declaramos solemnemente ante la faz del mundo civilizado que nos juzga y ante la nación a que pertenecemos y amamos, los principios qué hemos formulado para acabar con la tiranía que nos oprime; y redimir a la Patria, de las dictaduras que se nos imponen las cuales quedan determinadas en el siguiente Plan. 1o Teniendo en cuenta que el pueb- de una manera solapada y ridícula, lo Mexicano acaudillado por Dn no teniendo otras miras que satisFrancisco I. Madero fue a derramar facer sus ambiciones personales sus su sangre para reconquistar sus desmedidos instintos de tirano y su libertades y revindicar sus dere- profundo desacato al cumplimiento chos, principios que juró defender de las leyes prexistentes, emanadas bajo el tema de “Sufragio Efectivo del inmortal Código de 57 escrito con no Relección”, ultrajando la fe, la la sangre de los revolucionarios de causa, la justicia y las libertades del Ayutla; teniendo en consideración: pueblo; teniendo en consideración que el llamado jefe de la revolución que ese hombre a que nos referimos libertadora de México Dn Francisco es Dn Francisco I. Madero el mismo I. Madero no llevó a feliz término que inició la precitada revolución el la revolución que gloriosamente cual impuso por norma su voluntad inicio con el apoyo de Dios y del e influencia al gobierno provisional pueblo, puesto, que dejó en pie la del expresidente de la Republica mayoría de poderes gobernativos y Lic. Dn Francisco L. de la Barra, elementos corrompidos de opresión por haberle aclamado el pueblo su del Gobierno dictatorial de Porfirio libertador causando con este hecho Díaz, que no son ni pueden ser en reiterados derramamientos de sangre, manera alguna la legítima reprey multiplicadas desgracias a la patria sentación de la soberanía nacional,
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y que por ser adversarios nuestros y de los principios que hasta hoy defendemos están provocando el malestar del país y abriendo nuevas heridas al seno de la Patria para darle a beber su propia sangre; teniendo en consideración: que el supradicho Sr. Francisco I. Madero, actual presidente de la Republica, trata de eludirse del cumplimiento de las promesas que hizo a la nación en el Plan de San Luis Potosí, ciñendo las precitadas promesas a los convenios de Ciudad Juárez ya nulificando, persiguiendo o matando a los elementos revolucionarios que le ayudaron a que venciera para el alto puesto de Presidente de la Republica por medio de sus falsas promesas y numerosas promesas e intrigas a la Nación; teniendo en consideración que el tantas veces repetido Don Francisco I. Madero a tratado de ocultar con la fuerza bruta de las bayonetas y de ahogar en sangre a los pueblos que le piden, solicitan, o exigen el cumplimiento de sus promesas en la revolución llamándolos bandidos y rebeldes,
condenando a una guerra de exterminio sin conceder ni otorgar ninguna de las garantías que prescriben la razón, la justicia y la ley: Teniendo en consideración que el Presidente de la Republica Sr Dn Francisco I. Madero ha hecho del Sufragio Efectivo una sangrienta burla al pueblo, ya imponiendo contra la voluntad del mismo pueblo en la vicepresidencia de la republica al Lic. José María Pino Suárez, ya a los gobernadores de los Estados designados por él, como el llamado General Ambrosio Figueroa verdugo y tirano del pueblo de Morelos, y así entrando en contubernio escandaloso con el partido científico hacendados, feudales, y caciques opresores enemigos de la revolución proclamada por él, a fin de forjar nuevas cadenas y de seguir el molde de una nueva dictadura, más oprobiosa y más terrible que la de Porfirio Díaz; pues ha sido claro y patente que ha ultrajado la soberanía de los Estados, consultando las leyes sin ningún respeto a vidas e intereses como ha sucedido en el Estado de Morelos y otros, conduciéndonos a la más horrorosa anarquía que registra la historia contemporánea, por estas consideraciones declaramos
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