26 minute read
Felipe Ochoa Rosso
CONFERENCIA MAGISTRAL HACIA UNA PLANEACIÓN INTEGRAL Y A LARGO PLAZO PARA LA INFRAESTRUCTURA
FELIPE OCHOA ROSSO Ingeniero civil con maestría en Ingeniería y doctorado en Sistemas e investigación de operaciones. Miembro emérito del CICM. Con una amplia trayectoria, fue asesor clave y participó en varias fases del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica. Presidente fundador y honorario de Felipe Ochoa y Asociados Consultores.
Advertisement
Voy a iniciar la presentación planteando hacia dónde pienso que se debería orientar la actividad de planeación de la infraestructura desde un punto de vista integral y a largo plazo. El objetivo de esto es mejorar el desarrollo futuro de la infraestructura en México.
Hacemos una clasificación importante: la infraestructura puede ser económi-ca o productiva –estamos hablando de transporte, telecomunicaciones, agua y energía, principalmente–, y este tipo de infraestructura facilita la producción y distribución de los bienes y servicios de la sociedad. Hay otro componente de la infraestructura que también es muy importante: la infraestructura social; está ligada con la que requieren los servicios de salud, educación y desarrollo urbano, y es la que contribuye a reducir la desigualdad existente en la sociedad, el flagelo no sólo de nuestro país sino de todo el mundo.
Ha sido señalada la necesidad y conveniencia de que cuando se habla del tema de la infraestructura se vea con una visión sistémica. Hay cuatro componentes de la infraestructura: electricidad, agua, transporte y telecomunicaciones, que en el ámbito internacional se consideran responsabilidad del Estado (véase figura 1). Toda la información internacional que tenemos disponible para efectos de comparación y para saber exactamente cómo funciona se refiere exclusivamente a este conjunto de cuatro componentes.
En el caso de nuestro país, un componente muy importante que también proporciona el Estado es el de hidrocarburos, tanto su producción como su exploración, perforación y transformación; es parte de la infraestructura que el país requiere y anteriormente la proporcionaba el Estado de manera única; ahora con la nueva reforma se permite la participación del sector privado. Cuando hablamos de la infraestructura y hacemos comparaciones internacionales, debemos tener en cuenta que las cifras se refieren exclusivamente a los cuatro componentes mencionados.
En México también es importante la infraestructura social, compuesta por hospitales y clínicas, en el caso de la salud, las escuelas para educación básica, media, media-superior y superior en el caso de educación, y la vivienda en el desarrollo urbano, así como la infraestructura turística, que incluye equipamiento, vivienda y movilidad. Uno de los aspectos fundamentales de este conjunto de componentes es que tienen un alto grado de interacción.
Para considerarla de manera integral, debemos hacer una distinción muy clara: o es infraestructura existente porque la construimos en el pasado o hablamos de nueva infraestructura. En general, en el pasado hemos hecho un mayor énfasis cuando hablamos de planeación de nueva infraestructura. Yo creo que, además de la nueva infraestructura, fundamentalmente nos debemos preocupar por planear la infraestructura existente también: el mantenimiento, la seguridad y su mayor aprovechamiento físico y financiero.
El proceso de planeación de la infraestructura ha evolucionado con el tiempo y ha mejorado (véase tabla 1).
Sectores de infraestructura de la clasificación internacional
Infraestructura existente Agua y lineamientos •Abastecimiento •Redes y plantas
Electricidad •Generación •Transmisión •Distribución
Salud •Hospitales •Clínicas Transporte •Carreteras •Ferrocarriles •Puertos • • Aeropuertos Ductos Telecomunicaciones •Fijas •Celulares •Satelital
Infraestructura económica (productiva)
Infraestructura social
Desarrollo urbano y vivienda •Equipamiento •Vivienda movilidad Hidrocarburos •Exploración •Producción •Transformación
Educación •Básica •Media superior •Superior
Nueva infraestructura
La propuesta para el periodo 2025-2050
En efecto, en el periodo 1970-2000, la infraestructura productiva en transporte, telecomunicaciones, agua y energía era realizada fundamentalmente con inversión pública; las que requerían inversiones del sector privado eran la producción agrícola, industrial y de servicios. El uso de la infraestructura que sería para el uso común era regulada por el Estado.
En esta fase, la planeación implicaba la programación anual de proyectos a construir en ese año y su autorización para inversión por parte del sector hacendario, incluyendo complementariamente partidas de mantenimiento rutinario de la infraestructura existente, y cada dependencia realizaba su programa de manera independiente.
En una siguiente fase, a partir del año 2000, el gobierno consideró fundamental lograr un mayor desarrollo de la infraestructura tanto productiva como social. Para ello juzgó conveniente complementar la inversión en infraestructura productiva con inversión privada y el pago de ésta en el tiempo antes de regresar los activos al gobierno. Asimismo, en este periodo 2000-2020 se consideró conveniente realizar una programación de la infraestructura para incorporar el periodo sexenal y tener en cuenta la interacción sectorial y regional de todas las infraestructuras para que la programación no reflejara una acción de silos independientes.
Desde entonces las administraciones elaboraron sus programas nacionales de infraestructura para su periodo sexenal, apoyados en la Ley de Planeación que lo permitía cuando el Plan Nacional de Desarrollo especificaba la naturaleza prioritaria de la infraestructura para el desarrollo.
Así, el Programa Nacional incorporaba la interacción de sectores de la infraestructura en las diversas regiones, al defi-
nir los proyectos que habrían de construirse durante el correspondiente plazo sexenal. Complementariamente, se contó con la Ley de Asociaciones Público-Privadas, que especificaba la forma en que la inversión pública en infraestructura se apoyaba con inversión privada. Estos programas incluían también de manera complementaria el mantenimiento rutinario de la infraestructura existente. Para mejorar el desarrollo En todas las regiones del país y con visión a largo plazo. de la futura infraestructura Figura 1. Conceptualización de la infraestructura como sistema y sus interacciones. en México deberíamos considerarla de manera integral, y no sólo preocuparnos por la definición de cuál debe ser la nueva infraestructura. Deberíamos considerar a la infraestructura existente como parte integral, y atender a su mejoramiento; asimismo, deberíamos tener en cuenta en el largo plazo ambas infraestructuras, para asegurar que funcionan en conjunto durante toda su vida útil y mejoren al sistema completo. Esto resulta esencial, porque precisamente la totalidad de la infraestructura del país es la que va a permitir traducir las políticas de crecimiento y de atención social en realidades tangibles. Un programa integral y de largo plazo de la infraestructura para el periodo 2025-2050 debería contener lo siguiente: • Un programa de mejoramiento de los proyectos que constituyen la infraestructura existente, la ya construida. • La programación de nuevos proyectos de infraestructura productiva y de infraestructura social que contribuyan sustancialmente a apoyar regional y sectorialmente a los planes nacionales de desarrollo sustentable. Mi sugerencia es que sea nuestro Colegio de Ingenieros Civiles de México el que impulse esta idea más completa para los programas futuros, siguiendo una trayectoria ya establecida desde el año 2000. En efecto, el CICM inició la acción de preparar proyectos sexenales de programas de infraestructura para presentar al gobierno. En 2001, a iniciativa de Gilberto Borja, el colegio preparó el programa “109 Proyectos de Infraestructura”, que fue presentado al Consejo Nacional de la Infraestructura instituido en ese sexenio por el Ejecutivo federal; los proyectos fueron aceptados.
En el siguiente sexenio, nuevamente el CICM elaboró la iniciativa de propuesta de Programa de Infraestructura para la Presidencia de la República, la cual fue adoptada como insumo importante para el Programa Nacional de Infraestructura oficial de 2002-2012. Nuevamente el colegio preparó la propuesta en el sexenio 2012-2018, que fue presentada a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, y eventualmente el gobierno elaboró con base en ella su programa oficial.
En el sexenio actual, el mismo grupo de trabajo llevó la iniciativa a través del Consejo Coordinador Empresarial con 1,600 proyectos para el sexenio 2019-2024, en este caso financiada por el Grupo Carso y presentada a la Oficina de la Presidencia. A mi grupo consultor le ha tocado preparar todas esas propuestas de programas, pero los proyectos existentes sólo se han incluido en los programas de mantenimiento; falta ahora tratar los de toda la infraestructura existente de forma explícita, de una manera integral, en una planeación de largo plazo.
Cualquier esfuerzo de planeación, a nuestro juicio, debería incorporar estos dos componentes: la infraestructura existente, que llamamos brownfields, y la infraestructura nueva, que llamamos greenfields. En cuanto a la estructura existente, debe haber acciones para garantizar permanentemente su eficiente utilización. Las posibles acciones, además del mantenimiento, tienen que ver con el mejoramiento de los proyectos existentes, con nuevas componentes, con nuevas tecnologías y con una mayor utilización de la infraestructura que ya existe. Es una transformación que implica también un reciclaje para nuevos usos. Otro elemento que es muy importante es la monetización de proyectos productivos que pueden generar recursos derivados de inversiones inactivas y que son activos del Estado, para que puedan utilizarse para nuevos proyectos. Y, adicionalmente, la nueva visión integral debe incluir, obviamente, la infraestructura nueva.
¿Qué tan importante es ese capital fijo en infraestructura? No tenemos una cifra disponible en México, pero hemos hecho un estimado: de 1950 a 2019, los proyectos existentes representan una cifra del orden de 1,400 miles de millones de dólares, que equivalen más o menos al 100% del PIB que teníamos en 2019. Es una cifra importantísima. En la gráfica de la figura 2 hacemos una comparación con otros países, entendiendo que ésta no incluye al sector energético de hidrocarburos.
Haciendo esa observación, en el caso de China el valor de la inversión, de los activos de infraestructura existente es del orden del 150% del PIB. En economías avanzadas, la cifra anda en el orden de 60 a 70%. En países en vías de desarrollo también ronda el 60 por ciento.
Acciones para la infraestructura existente
¿Qué tipo de acciones deberían plantearse en los programas nacionales para la infraestructura existente? Estamos señalando una serie de acciones como ejemplo de qué se podría tener, y para hacer el reciclado de activos de infraestructura. Por ejemplo, en el caso del transporte tenemos vías de comunicación de comercio exterior; ésas se podrían potenciar, convertirlas en corredores logísticos para el Tratado de Libre Comercio con Canadá y Estados Unidos, con libramientos en zonas urbanas, equipamiento a lo largo del corredor o centros logísticos de acopio y de almacenamiento. Éstos podrían ser los tipos de proyectos asociados a proyectos existentes en el caso del transporte.
En generación eléctrica existen plantas de generación antiguas, que tienen ya 30 o 40 años, con tecnología obsoleta, que se podrían transformar haciéndoles una actualización con tecnología moderna; la ventaja es que son ya negocios en marcha, con “permisología” resuelta, que se podrían convertir en inversión pública si la Comisión Federal de Electrici-
Tabla 1. Evolución del proceso de planeación de la infraestructura 1970-2000 2000-2024
Programación anual de nuevos proyectos Programas nacionales de infraestructura sexenal
Dependencias de manera independiente programaban anualmente nuevos proyectos. Sometían presupuestos anuales a aprobación de la SHCP Incluían complementariamente partidas de mantenimiento. Nuevos proyectos dependían de la demanda esperada en las regiones, incluyendo casos críticos. Hacia el final del periodo el gobierno permitió la inversión privada en infraestructura y la siguió regulando. Programa sexenal atendía a políticas gubernamentales regionales y sectoriales. Dependencias programaban anualmente nuevos proyectos con la guía del PNI del sexenio. Con la Ley de APP se apoyaba la inversión pública en infraestructura con inversión privada Se incluía complementariamente el mantenimiento de infraestructura existente. 2025-2050
Propuesta: Programa Integral de Infraestructura de Largo Plazo Programa a 20 o 25 años del desarrollo integral de infraestructura. Con mejoramiento de proyectos existentes Con nuevos proyectos Considerando interacción entre sectores Considerando el impacto y desarrollo regional Incluyendo proyectos verdes Considerando interacción complementaria de proyectos económicos y sociales
dad quisiera hacer esas inversiones cambiando la tecnología de sus plantas anteriores, o bien realizando una concesión privada, liberando recursos para una nueva planta que la CFE pueda realizar, generando la recuperación de su activo al término del contrato con el privado.
En la refinación de hidrocarburos, por ejemplo, una refinería con mantenimiento diferido y tecnología obsoleta puede ser transformada en planta petroquímica, también con inversión pública de Pemex o con inversión privada, pero recuperando el activo una vez que los privados recuperen su inversión, de acuerdo con el contrato establecido.
Lo mismo con el saneamiento de aguas: podemos tener plantas de tratamiento con mantenimiento diferido y operación ineficiente y podríamos monetizarlas, y con inversión privada darla en concesión para que se opere por un tiempo determinado.
Estamos haciendo énfasis en lo importante que puede ser esto, con la infraestructura que ya tenemos; en la importancia de ese capital público que está inmovilizado y que amerita un esfuerzo de monitoreo con fines estadísticos y de aprendizaje, para encontrar la posibilidad de incrementar anualmente la inversión pública destinada a inversiones de infraestructura.
Aquí una segunda propuesta: además de incorporar en los programas sociales y de infraestructura a los proyectos existentes, nuestra propuesta es que se desarrolle una base de datos del acervo de proyectos de infraestructura; una robusta base con las características de los proyectos existentes en los últimos 50 años, de 1970 a 2020. Esta base de datos tendría una función estadística a la cual aplicaríamos algoritmos, de inteligencia artificial, para extraer valiosa información para las siguientes administraciones en sus procesos de administración. Pero no sólo en lo que hace a la planeación, sino también al financiamiento, ejecución y operación de proyectos nuevos. Estimamos que del periodo 1950-2019 existen unos 10 mil proyectos de todas las componentes de la infraestructura, tanto de la económica como de la social. Esos proyectos constituirían una base de datos importantísima para obtener una serie de beneficios complementarios.
Sobre las estadísticas de las principales variables de eficiencia y eficacia de los recursos de inversión pública, la Secretaría de Hacienda tiene registrados los activos fijos correspondientes a la infraestructura, pero nada más sus cifras contables; aquí estamos hablando de la información propia de la infraestructura que se ha realizado.
Se tendría la identificación de proyectos con distintos grados de factibilidad, de monetización de la inversión pública. Podríamos tener índices históricos para la formulación de programas futuros de construcción de infraestructura y tendríamos un acervo financiero que permitiría apalancar recursos para construcción de nueva infraestructura, como algunos de los nuevos beneficios que se podrían tener si se desarrolla en nuestro país esa base de datos de la infraestructura existente.
Se aprecia la oportunidad de monetización de parte del acervo de infraestructura pública productiva, antigua o rezagada tecnológicamente.
Acervo de capital público* % de GDP 0 50 100 150 200
China
Economías avanzadas
Economías emergentes
Países en crecimiento 1992 2007 2017
*Incluye depreciación y no incluye hidrocarburos Fuente: IMF
Figura 2. Acervo de capital fijo público en infraestructura. Qué necesitamos en materia de infraestructura
Después de esas propuestas, vamos a pasar a un planteamiento que se refiere a qué tipo de acciones requeriríamos en materia de infraestructura durante la fase de planeación, y en las fases subsecuentes. Estamos sugiriendo siete acciones muy importantes, que no son las únicas pero que a mi juicio son críticas para un desarrollo de la infraestructura de una manera mucho más inteligente, eficiente y eficaz para el largo plazo (véase tabla 2).
Para lograr eficiencia y efectividad en la planeación integral y a largo plazo primero necesitamos la creación de un organismo que apoye la planeación de la infraestructura para su instrumentación. Debe ser una organización donde haya participación del sector público; también pensamos que es muy importante la participación del sector privado, pero mucho más importante es la participación del sector social, porque la infraestructura ocurre en el espacio territorial del país y siempre deben tenerse en cuenta las localidades para los efectos de la planeación de la infraestructura a largo plazo, para los intereses sociales y para facilitar la participación y la alineación de elementos que muchas veces son impedimentos para poder concretar los proyectos.
Debe haber una formulación de grandes líneas de desarrollo en el tiempo de la infraestructura económica, de la social y por región. Con base en el horizonte de la planeación, se daría la identificación del mejoramiento de tipos de pro-
Tabla 2. Qué necesitamos en materia de infraestructura
Planeación a largo plazo Creación de un organismo encargado de la formulación de una visión integral a largo plazo de la infraestructura.
Estructuración del financiamiento
Proyectos sociales integrales Impulsar mayor inversión privada Reforzar la región Sur-Sureste
Apoyo en investigación y desarrollo Estableciendo prioridades del uso de recursos públicos y privados e incrementándolos mediante monetarización prudente del acervo público. Instrumentados simultáneamente para incrementar el bienestar de zonas marginadas. Utilizando la disponibilidad global de financiamiento a muy bajas tasas de interés. Con proyectos sociales y productivos multisectoriales, complementarios de los prioritarios de la presente administración. Impulsando la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías asociadas con la gestión de la infraestructura.
Transparencia y ética Impulsar los valores éticos en todas las fases del desarrollo de la infraestructura y la transparencia de éstas frente a la sociedad.
yectos existentes y lineamientos para nuevos proyectos que podrían contribuir a la materialización de la visión que esa infraestructura propone. Tendría grandes líneas indicativas, con un estimado grueso de sus inversiones, y sería un producto útil para los responsables de las diferentes dependencias, para que definan cuál es la estructura sectorial que debe tener año por año la inversión en el sexenio correspondiente.
Esa planeación puede tener en cuenta una serie de considerandos. Debe tomar en cuenta que hay un rezago de la infraestructura con respecto al tamaño de la economía. China dedica anualmente casi el 10% del PIB al desarrollo de infraestructura; nosotros andamos en el 3%, del cual la mitad es para el sector hidrocarburos.
Tenemos un rezago en infraestructura con respecto a nuestra economía. Somos parte del G20 y sin embargo nuestra posición de infraestructura está entre el 50 y el 60 con respecto a los diferentes países. En lo que hace a bienestar social, salud, educación, vivienda y servicios, tenemos un rezago muy importante. El desequilibrio regional de la infraestructura debe tomarse en cuenta, así como los rezagos en la competitividad de las regiones y en la eficiencia de la infraestructura existente.
La posibilidad de un mayor intercambio con el comercio exterior es un elemento para efectos de la planeación de la infraestructura. La posibilidad de adelantar la infraestructura para inducir desarrollo es una ventaja; por ejemplo, aquellos proyectos que se están volviendo críticos y que son prioritarios de la región sureste del país actualmente pretenden inducir el desarrollo, y debemos asegurar que eso suceda.
Es muy importante poder abatir el costo –mejorarlo– de la distribución nacional de nuestros productos con una infraestructura adecuada, y eso hay que planearlo.
Respecto a oportunidades y ubicación de las regiones con relación a sus vecinos cercanos, debemos tener en cuenta el contexto con un enfoque sistémico. Nuestra planeación de la infraestructura debe tener en cuenta el contexto global en el que estamos inmersos. Para planear a largo plazo la infraestructura debe tenerse en cuenta la competencia de los países del G20 y la iniciativa china de la Ruta de la Seda. Por efectos de la pandemia, hay una tendencia mundial a reducir la globalización y buscar más bien un esquema de regionalización. Es la oportunidad de incrementar el near sourcing; se va a buscar, por ejemplo, que las fuentes de insumos para la producción de la estructura, no de la infraestructura, de la planta productiva de la economía estadounidense, estén más cerca de la ubicación de Estados Unidos, lo que nos coloca en una posición ideal. Asimismo, la planeación debe incorporar la conveniencia de llegar a una integración económica con los países del cono norte de Centroamérica, mitigando la creciente migración.
En el contexto interno, debemos tener en cuenta la importancia prioritaria de atender proyectos oficiales para potenciar la fuerza incluyente del país. En línea con la continuación de la prioridad del desarrollo del Sureste, debe explotarse la posición estratégica del corredor Golfo-Istmo. Es determinante la estructuración como potencia logística en el marco de los acuerdos que México tiene con Estados Unidos, Canadá y con otros países.
En el aspecto de la planeación, debemos tener una serie de conceptos muy claros del desarrollo futuro que nos permitan darle congruencia a la identificación de proyectos, lo que no se pretende lograr con la planeación a largo plazo, sino que son sólo las guías. En la planeación, los programas de desarrollo sexenales son los que tendrán que enfocarse en escala del proyecto.
En su componente de infraestructura económica, debemos hacer congruentes los lineamientos de política industrial con los corredores de comercio exterior, con la política de hidrocarburos y la política energética del país.
Hay que buscar la congruencia en la integración y en la complementariedad sectorial y regional de los proyectos que se propongan, tanto para la infraestructura existente como para la nueva.
Con respecto a los proyectos de infraestructura social, es preciso evitar una política de silos independientes. Han de buscarse economías de escala asociadas a proyectos económicos de una región; asegurar que en las mismas localidades de la región ocurran simultáneamente proyectos económicos y sociales, para lograr el correspondiente nivel de bienestar social.
En los macroproyectos productivos, se debe realizar su complemento con otros proyectos en el largo plazo para alcanzar el desarrollo regional integral, así como la complementariedad en el tiempo con mejora de proyectos existentes y con nuevos proyectos regionales y sectoriales.
Para inversión en proyectos nuevos, deben monetizarse proyectos sectoriales existentes, buscar la congruencia de proyectos de infraestructura económica con proyectos de infraestructura social al identificarlos para un programa sexenal.
Otro de los aspectos necesarios en materia de infraestructura es hacer una estructuración del financiamiento. Nuestra propuesta es que todos aquellos proyectos que estén vinculados con el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica y con el comercio exterior con otros países fuera de los regionales se financien mediante concesiones a inversión privada con recuperación vía los usuarios. Los usuarios estarían dispuestos a hacer el pago correspondiente para la recuperación de las inversiones privadas (véase figura 3). Instrumentación de proyectos de infraestructura social Otra de las necesidades de las que hablábamos entre las siete es la instrumentalización de proyectos de infraestructura social. Lo que estamos proponiendo es la instrumentalización simultánea de los proyectos sociales en las localidades seleccionadas; pueden ser proyectos de electrificación para zonas aisladas del país que no tienen electrificación –que en la actualidad son un porcentaje reducido– o los proyectos de
Propuesta para los programas de infraestructura de las administraciones sexenales: internet para todos, o los Bancos del Bienestar para 1. Proyectos vinculados con el T-MEC y el comercio exterior esas zonas; agua y saneamiento bajo esquemas de 2. Proyectos de infraestructura ecotecnias para las zonas social aisladas; conectividad con caminos hacia las munici3. Proyectos del sector salud palidades de las comunidades aisladas. Todos es4. Proyectos sociales críticos y complejos (en los que no puede contribuir el usuario) tos son proyectos sociales muy importantes, y el que se hicieran de manera si5. Proyectos verdes de nuevas multánea aportaría un intecnologías cremento del bienestar de esas localidades de maFigura 3. Estructuración del financiamiento. nera muy relevante. Si las dependencias gubernamentales responsables de cada uno de esos componentes no se ponen de acuerdo, y programan a largo plazo no de manera simultánea, sino aislada, se podría dar el caso, por ejemplo, de que se lleve internet a una zona aislada que no tenga electrificación. Hay que hacerlo de una manera simultánea e integral. Evidencia del mercado de inversión privada Otro elemento muy necesario, sobre todo para poder recuperarnos en esta época pospandémica, es impulsar una mayor inversión privada. Recuperar la economía después de la pandemia implica maximizarla; la inversión pública seguirá atendiendo proyectos prioritarios, que deben complementarse con proyectos sociales. La inversión ofrecida por el sector privado a través de organismos representativos será muy necesaria; ya ha sido ofrecida y aceptada por el gobierno federal, por lo menos en el Programa 2020. Sin embargo, tenemos que decir que el sector privado debe actuar ante una la política de confianza ya ofrecida por la Presidencia y una aplicación del Estado de derecho que ya también ha sido ofrecida por la administración pública actual. Esa inversión privada debe seguir la tendencia del mercado internacional de inversión privada. La mayoría de los inversionistas privados han preferido los activos existentes (véase figura 4). Con las APP, los gobiernos no tienen que invertir al principio; sin embargo, regulan la infraestructura y el servicio y retoman el control del activo al final del contrato o concesión. El riesgo de seguros o garantías lo toma el gobierno, y ése es el atractivo (al gobierno lo subsidian). Mundialmente se han logrado en el orden de 16,000 transacciones de inversión privada desde 2015, y lo que vemos es que el mercado privado se ha ido fundamentalmente hacia proyectos existentes, lo cual refuerza la necesidad de tomar
•Concesión a inversión privada con recuperación vía los usuarios •Inversión pública empaquetada por localidad para atender servicios múltiples •Inversión mixta como APP (con monitoreo anual de mejoras) •APP puras (PPS) •Por monetización de proyectos antiguos con
“permisologías” disponibles
en cuenta dentro de la planeación de largo plazo la visión integral, considerando que los proyectos existentes deben juntarse con los proyectos nuevos.
Reforzar la región Sur-Sureste es una prioridad
El rezago de la región Sur-Sureste se vio exacerbado por la creciente migración del triángulo norte de Centroamérica, a consecuencia de la falta de oportunidades de desarrollo económico, la mayor vulnerabilidad del cambio climático –que precisamente afecta a esa región– y por el riesgo regional derivado de su vulnerabilidad por inundaciones.
Esto obliga a la planeación de un desarrollo regional que adopte una visión integral incluyente del triángulo de Centroamérica. Asimismo, requiere la identificación de otros proyectos sociales y de proyectos productivos que complementen la economía inducida por los proyectos prioritarios actuales.
Existe un rezago importantísimo con respecto a la región del centro y el norte del país. En la región Sur-Sureste los ingresos per cápita promedio andan en el orden de la mitad de los del resto del país. Esto lo hemos estado denunciando desde hace 30 años, cuando menos, y vemos cómo actualmente la presente administración le está dando una prioridad muy importante para resolverlo.
Apoyos en la investigación y el desarrollo
Otra necesidad fundamental en materia de infraestructura es apoyar la investigación y el desarrollo. Hay que ampliar esfuerzos en materia de tecnologías innovadoras: • Desarrollo de plataformas tecnológicas informáticas para el desarrollo de proyectos de infraestructura, así como de su operación. • Big data de la infraestructura y uso de inteligencia artificial (creación de acervo de proyectos de infraestructura y de su estatus para procesar estudios como identificación de candidatos a monetización) • Educación en ingeniería por el desarrollo de la creatividad y la innovación. • Promover la ingeniería cuántica (ingeniería y ciencia de información cuántica). • Tecnologías de ultravoltaje eléctrico para reforzar las redes de transmisión.
Otro tema también prioritario en nuestro país: estamos viendo que en el sector eléctrico uno de los elementos que hay que reforzar es la transmisión, que debería tener nueva tecnología. Una sugerencia es el análisis del ultravoltaje eléctrico. Todo lo que estamos manejando son 500,000 watts, cuando países como China han desarrollando el voltaje eléctrico a un millón de watts. Ética y transparencia en la infraestructura
Finalmente, el último aspecto, que es fundamental y necesario, es promover e impulsar la transparencia en todas las fases del proceso de desarrollo y operación de la infraestructura. Necesitamos conocer qué es lo que está sucediendo, para poder aprender, para poder mejorarlo. El tener oculta la información relacionada con la infraestructura no está contribuyendo a que podamos aprender de nuestra propia experiencia. Esto es un elemento fundamental.
Por otro lado, hay que concienciar sobre la necesidad de una mejora sustancial en la ética profesional y corporativa entre todos los actores ligados a la infraestructura. Todos los que estamos participando en ella debemos tener conciencia de que es necesario mejorar la ética profesional y el comportamiento íntegro de todos los agentes de la infraestructura.
Luis Villoro decía: “Debemos todos relacionar la manera de pensar con la manera de vivir y con la manera de transformar nuestra realidad”. Yo comencé diciendo que en las empresas en las que participo hemos logrado cumplir con la primera parte. Hemos relacionado y hemos sido congruentes en nuestra manera de pensar la integridad y la manera de vivirla en lo profesional. Lo que es más difícil, y es a lo que se refería Luis Villoro, es una utopía (realizable): cómo ser congruente con la transformación de la realidad. La transformación de la realidad se debe llevar a cabo con propuestas de cambio, como las que hemos señalado; tratando de contribuir con la responsabilidad que tenemos como ingenieros en el desarrollo de la infraestructura del país.
Inversión privada mundial en proyectos de infraestructura
Miles. mills. dls.
Mercado primario* Mercado secundario+ 600
400
200
2010 12 14 16
Fuente: IJGlobal y Global Infrastructure Hub * Nuevos activos + Activos existentes 19 0
Figura 4. Tendencia del mercado de inversión privada.
SESIÓN DE PREGUNTAS
Eduardo Baruch En la planeación histórica del transporte se ha considerado sólo la competencia de modo por modo, nunca entre modos. Esto favoreció el desarrollo carretero y atrasó el desarrollo ferroviario. En el año 2000, propuse sin mucho éxito realizar los análisis de costo-beneficio, incluyendo los costos intermodales. ¿Considera usted en su propuesta de integralidad proponer nuevas metodologías de ACB que incluyan los costos de diversos modos?
Felipe Ochoa Rosso Estoy completamente de acuerdo con el planteamiento; en particular los ACB multimodales son una necesidad que debe incorporarse a los planes de desarrollo de infraestructura del país.
Jorge de la Madrid Virgen ¿Será preparada una planeación integral de la infraestructura por parte del Colegio de Ingenieros Civiles de México para presentar ante el gobierno federal para ser considerada en el Plan Nacional de Desarrollo 2020-2024?
Felipe Ochoa Rosso Realmente no podría yo confirmar eso, porque no tengo información.
Luis Rojas Nieto ¿Los planteamiento de la agencia que usted comenta serían vinculantes, y de qué forma se generaría esa vinculación?
Felipe Ochoa Rosso Es un órgano del Estado con participación privada. Se trata de participación pública-privada, y si hay participación social se estarían dando los elementos para que los planteamientos que hiciera esa agencia fueran vinculantes. Desde luego, si es una planeación a largo plazo, difícilmente puede ser vinculante; tendría que corresponder al sexenio en curso. Pero para el sexenio correspondiente podría pensarse que, si el gobierno explorara esa recomendación, en la que participaran todos los agentes, realmente fuera vinculante.
Mauricio Jessurun Con respecto a los apoyos a la investigación y el desarrollo, y la urgente necesidad de contar con plataformas tecnológicas en diferentes etapas del ciclo de los proyectos, la idea de APP contempla la inversión en temas de tecnología. ¿Tiene usted algún comentario al respecto?
Felipe Ochoa Rosso Sí, tenemos la necesidad de utilizarla, pero el Estado debería utilizar esa oportunidad porque, efectivamente, el desarrollo de la infraestructura requiere una tecnología informática de plataformas tecnológicas de manera urgente.
Ingeniero Magaña ¿Cuáles serán los retos que las nuevas generaciones de ingenieros civiles tienen para alinearse a las acciones de eficiencia y planeación de infraestructura que usted propone?
Felipe Ochoa Rosso Las diferentes fases requieren, para efectos de planeación, una visión sistémica. Al final de cuentas, son muchos los componentes y muchas sus interacciones. Para los nuevos estudiantes es muy importante llevar los cursos de sistemas a una aplicación en materia de infraestructura. Ese podría ser uno de los aspectos. El otro tema, que ya señalábamos en la exposición, es la necesidad de poner énfasis en el desarrollo de la innovación, que todos sabemos que es necesaria. Y para eso se requiere una actividad del ingeniero. Es una actividad que es fundamentalmente creativa, y la creatividad, que es innata en el ser humano, necesita impulsarse, aprenderse y estar aplicándose constantemente –lo que refiere una parte teórica y una parte de aplicación–, y debe hacerse en el nivel de los programas estudiantiles, tanto de pregrado como de posgrado.