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Personajes e historias para animación
ANDRÉS BORBOA ROSAS | Estudiante de la Licenciatura en Diseño. 2o. cuatrimestre, campus Ensenada
A lo largo de la historia, la animación ha tomado un giro inesperado en la vida de las personas, dándoles un espacio en donde estas puedan desarrollar sus mentes y echar a volar su imaginación. Grandes personajes como “Zuko” de “Avatar: La leyenda de Aang” (DiMartino et al., 20052008), o “Sophie” de la película “Howl’s Moving Castle” (Miyazaki, 2005), que marcaron generaciones y levantaron la gama de expectativas en la calidad de las series y películas animadas demuestran el enorme potencial que tienen las historias de animación. Sin embargo, conforme se avanza generacionalmente cada día se pide más contenido y lamentablemente la calidad de estos ha ido disminuyendo de manera drástica. Los diseños de personaje y sus historias es lo que ha llevado al éxito a la animación, pero ahora que lo tiene, se han olvidado de sus personajes, haciendo que sus estándares disminuyan, desperdiciando todos los recursos que sus predecesores consiguieron, acostumbrando a la audiencia a consumir contenido mediocre, sin poder, sin pasión y sin alma.
Con la vasta cantidad de historias icónicas en la actualidad, el crear una historia original es un reto que los guionistas tienen que enfrentar al momento de darle vida a un personaje, recaer en clichés es algo común que, erróneamente, esto se denigra como si fuera un pecado en la redacción y creación de histo-
rias, pero realmente lo malo de esto no es el uso de los clichés como tal, sino el cómo estos se presentan en la historia.
hay una infinidad de posibles rutas para realizar y utilizar un cliché de manera favorable, no es fácil, pero sí posible; la originalidad es algo con que los diseñadores se han traumado y obsesionado, nublando su visión, evitando que estos vean la gran posibilidad que tienen al momento de diseñar sus historias. La película “Kimi no na Wa” (Shinkai, 2016), es un cliché completo de su predecesora “5cm per Second” (Shinkai, 2007), ambas películas manejando los viajes en el tiempo y relatividad combinándolas con amor entre jóvenes, viéndolo de esta manera el cliché se vuelve algo insoportable, sin embargo, al ver cada una de estas películas, el cliché se vuelve la parte crucial para llegar a un desenlace único, lleno de poder y sentimientos encontrados. El problema de la falta de originalidad no viene del uso excesivo de los clichés, sino que proviene de la insolencia de utilizarlos como un escape para resolver una historia insípida.
Desafíos, presiones y lucha por la calidad
No hay necesidad de ser un experto para notar la mediocridad. Personajes insípidos, molestos y completamente desconectados de una personalidad capaz de conectar con el público han invadido el mun-
do de la animación. La falta de consecuencias de este suceso es un gran factor en el debate sobre la calidad de las obras animadas. Independientemente de la calidad de estas obras, el público siempre va a consumir lo que las productoras les presenten.
La cantidad de demanda de series y películas en la actualidad es enorme, especialmente con el auge de todas las plataformas de streaming. Estas plataformas necesitan constantemente contenido nuevo para mantenerse relevantes y atraer a nuevos espectadores. Esta presión y necesidad de tener nuevos estrenos de manera casi inmediata afecta directamente al proceso de creación. Se puede asumir que, con tanta presión, la calidad de lo que se produce pueda ser decepcionante.
Sin embargo, ¿qué pasa con las grandes empresas de animación? ¿Son estas incapaces de mantener un sistema de calidad para proyectos de mayor envergadura? Aunque existen excepciones, como «El niño y la garza» (Miyazaki, 2023), una pelícu -
la maravillosa que ganó el Globo de Oro por mejor película animada, la mayoría de las películas animadas parecen no apuntar a esta calidad, ya que su único propósito es vender.
Es fácil crear historias sin expectativas. Simplemente, construyes un personaje que represente una emoción, le añades una problemática, el personaje la resuelve y ¡listo!, obtienes una historia perfecta para entretener a los infantes. Sin embargo, este enfoque es perjudicial para la calidad de las historias animadas, ya que acostumbra a la audiencia objetivo a consumir un contenido insípido y predecible, generando una falta de aprecio por narrativas más complejas y ricas en significado.
Esta tendencia puede resultar en un problema significativo, ya que cuando se presenta una historia animada de calidad, el público se pierde completamente del propósito de la trama debido a su incapacidad para comprender lo que la historia busca transmitir. Aunque el público continuará consu-
miendo contenido, no es excusa para inundarlos con material de baja calidad.
Esta problemática tiene el potencial de causar daños colaterales en futuras generaciones. La empatía es una cualidad que se desarrolla desde temprana edad, y las caricaturas han sido una de las mayores influencias en el comportamiento moral de los niños desde su invención. Ahora, las generaciones actuales que consumen principalmente contenido de baja calidad producido por servicios de streaming, plantean la preocupación sobre cómo desarrollarán la inteligencia emocional necesaria para su edad. ¿Provenir de sus familias? No parece ser suficiente.
Hay un gran potencial en la industria de animación, hay demasiadas emociones que sólo se pueden expresar por medio de personajes animados; la imaginación es una de las fortalezas más grandes que tiene el ser humano, es un gran desperdicio dejar que la limitante social encadene las ideas de los creadores, hay que tomar riesgos, acostumbrar a la audiencia a consumir contenido de calidad, pero para eso, primero hay que poder crearlo.
En cuestión a los personajes que se crean para llevar a cabo la travesía de la historia, realmente no se puede esperar mucho de estos, por mejor diseño que tenga un personaje, si la historia que lo acompaña no cumple con una calidad mínima, el diseño queda en el olvido, igualmente ocurre de manera viceversa, “Red” (Shi, 2022) es un gran ejemplo de una excelente idea para una historia, tomando puntos
importantes en la pubertad como temática principal, lamentablemente el tipo de animación utilizada y las características odiosas que cuentan todos los personajes involucrados en la historia, convirtió una excelente idea en algo molesto y frustrante de ver.
La idea de tomar temas sensibles y/o complicados de procesar como la muerte, el fracaso y la depresión, es un excelente acercamiento a la intención de tratar temas originales para la creación de historias, sin embargo, resulta fácil perderse en la inmensidad del tema, para lo cual un buen diseño de personaje es esencial para que esta idea funcione de manera correcta. Regresemos con “Zuko” de “Avatar la Leyenda de Aang” (DiMartino et al., 2005-2008), un antagonista odiado e incomprendido, perdido en un camino de venganza, rencor y odio hacia su padre, retomando su camino a lo largo de la travesía enfrentando sus emociones y sentimientos para poder encontrarse a sí mismo y plasmar esas emociones dentro de una caricatura, jamás hubiera funcionado si la historia del personaje “Zuko” (DiMartino et al., 2005-2008) no tuviera una estructura que soportara y avalara su situación, todo esto hizo posible que la audiencia pudiera conectar con el personaje, empatizar con él y comprenderlo al punto de, en mi opinión, convertirse en uno de los mejores personajes secundarios en historias animadas hasta la actualidad.
Tengo esperanza de que la animación llegue a lo más alto del cine, creo en ella y su potencial, tal vez nunca suceda, pero si lo hace, quiero estar ahí para vivirlo.