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Estrategias contra el crimen en la industria alimentaria

PROTEGIENDO EL SABOR NACIONAL

  • DRA. ROCÍO ALEJANDRA VALENCIA G. Y MTRO. CARLOS H. RODRÍGUEZ M. | docentes de la Facultad de Criminalística, campus Ensenada

la industria alimentaria en México es un sector importante que contribuye significativamente a la economía del país, siendo uno de los mayores productores y exportadores de alimentos en el mundo. La industria alimentaria mexicana abarca una amplia variedad de productos que van desde frutas y verduras hasta productos procesados y bebidas. Sin embargo, en algunos casos, la industria alimentaria ha enfrentado desafíos relacionados con la participación de grupos delictivos.

Uno de los problemas más destacados es la extorsión y el cobro de «derecho de piso» por parte de algunos cárteles de drogas y grupos criminales, los cuales buscan obtener ganancias a través de la intimidación y la coerción, amenazando a las empresas con violencia si no cumplen con sus demandas. En algunos casos, estos grupos han intentado infiltrarse en la cadena de suministro de la industria alimentaria, desde la producción hasta la distribución. Esto puede incluir la extorsión a agricultores, transportistas y empresas de procesamiento de alimentos.

Es importante destacar que no todas las regiones de México enfrentan las mismas dificultades y que la situación puede variar considerablemente. Además, el gobierno mexicano ha implementado medidas para combatir la actividad criminal y mejorar la seguridad en el país. Es crucial tener en cuenta que, aunque puede afectar a algunos sectores, la industria alimentaria sigue siendo un motor importante de la economía y proporciona empleo a un gran número de personas.

México es reconocido mundialmente como un líder en la producción y exportación de alimentos. Según datos del Banco Mundial, en 2021, el valor de las exportaciones de productos alimentarios alcanzó los 34.3 mil millones de dólares estadounidenses. Este sector no sólo contribuye al crecimiento económico, sino que también genera empleo para millones de mexicanos.

Infiltración criminal en la industria

A pesar de los logros de la industria alimentaria, esta problemática plantea amenazas sustanciales. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revelan que un considerable porcentaje de empresas ha experimentado actos de extorsión. En 2022, aproximadamente el 15% de las compañías dedicadas a la producción y distribución de alimentos reportaron haber sido víctimas de extorsión. Sin embargo, la resiliencia mostrada por muchas empresas y las acciones enérgicas del gobierno indican un compromiso colectivo para proteger este sector.

Un ejemplo destacado de lo mencionado se evidencia en la producción de aguacate y limón, que ha experimentado un notorio crecimiento en las últimas décadas, consolidando al país como uno de los principales productores y exportadores a nivel mundial. A pesar de este éxito, se enfrenta a desafíos, ya que la presencia de las organizaciones delictivas en las áreas de producción plantea inquietudes sobre la seguridad y la integridad de la cadena de suministro.

México es reconocido por su destacada producción de aguacate y limón; según datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), es el principal exportador mundial de aguacate, representando aproximadamente el 45% del total de exportaciones globales. En cuanto al limón, es el principal productor a nivel mundial, con una participación cercana al 60% de la producción mundial.

Sin embargo, a pesar de los éxitos alcanzados en la producción y exportación, la existencia de estas organizaciones en las zonas productoras constituye un desafío considerable, ya que han intentado infiltrarse desde la producción hasta la distribución, con el propósito de obtener beneficios ilícitos mediante la extorsión y el control territorial.

El caso del aguacate

El aguacate ha sido objeto de particular interés debido a su alta demanda en los mercados internacionales. La región de Michoacán, principal productora, ha sido escenario de conflictos entre cárteles por el control de las tierras de cultivo y las rutas de transporte. Informes de la Comisión Nacional de Seguridad señalan que, éstos han impuesto «cuotas» a los productores de aguacate como parte de la extorsión.

El desafío del limón

En el caso del limón, la región de Veracruz es una de las principales zonas productoras. Sin embargo, esta área también ha experimentado la presencia de agrupaciones que buscan beneficiarse de la actividad agrícola. La extorsión a los productores y el robo de cargamentos de limón son problemas recurrentes que afectan la seguridad y la estabilidad económica de la región.

Lo anterior, ha llevado a una disminución en la producción en ciertas regiones del país, afectando la oferta de alimentos y generando presiones inflacionarias.

Cifras de la delincuencia organizada

Datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana revelan que, en los últimos cinco años, se ha incrementado la presencia de estas organizaciones en áreas estratégicas. Esta influencia criminal ha llevado a un aumento en los casos de violencia y ha generado un clima de inseguridad en algunas regiones del país.

El gobierno mexicano ha reconocido la gravedad de la situación y ha implementado medidas para combatir la actividad criminal. Operativos militares y policiales se han intensificado en áreas estratégicas. Además, se han establecido unidades especializadas para investigar y perseguir a aquellos involucrados en actividades ilegales relacionadas con la cadena de suministro de alimentos.

A pesar de todo lo anterior, muchas industrias han demostrado una notable resiliencia. La implementación de medidas de seguridad internas, la colaboración con las autoridades y el fortalecimiento de las redes de apoyo entre empresas han sido estrategias clave para resistir la presión. En 2023, un informe del Consejo Coordinador Empresarial destacó que el 70% de las compañías alimentarias implementaron medidas adicionales de seguridad, como la contratación de servicios de vigilancia y la inversión en tecnología de rastreo.

En conclusión, ante los desafíos de esta industria, es imperativo considerar su desarrollo sostenible y perspectivas futuras. La seguridad alimentaria y la integridad de la cadena de suministro deben ser prioritarias para que siga desempeñando un papel fundamental en la economía. La inversión en tecnologías de rastreo y seguridad, respaldada por la colaboración entre gobierno, empresas y sociedad civil, es esencial. Fortalecer la seguridad en las regiones productoras y fomentar la cooperación son medidas cruciales para proteger la cadena de suministro y asegurar la sostenibilidad a largo plazo. Una respuesta coordinada y medidas efectivas resguardan su integridad, garantizando un futuro próspero para estos sectores económicos clave.

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