15 Año: 15 Número 367
c
omo pueden ver, esta entrevista con don José y doña Victoria, se está llevando a cabo en la cocina de su casa en Washington, Iowa. Vean el verde del fondo de la foto. Es un verde travieso, me adelanto a decir. De igual manera las sonrisas de mis entrevistados aún conservan la travesura de sus años mozos. Y hablando de verde, de verde alegre, intenso o verde sin fin, mis grandes amigos, los señores Ríos cumplirán este sábado 14 de noviembre, cincuenta y cuatro años de feliz vida conyugal. Fue un día martes cuando se entregaron el corazón y el año era 1961. La novia tenía catorce años y el palomo
diecisiete. El lugar fue en León, Guanajuato. Los novios, padrinos y otros invitados asistieron a misa de 6:00 a.m. La novia, vestida de azul cielo, parecía una mariposa y sus alas le temblaban de asombro y emoción. La mata de su pelo negro le llegaba hasta las pantorrillas. Una delicada madrileña adornaba su cabeza y cubría la frescura de su frente y de su piel. El novio, a veces pensativo, a veces sonriente, miraba de soslayo a la novia y pensaba: junto a mí tengo a mi eterna primavera. Y claro, ese gratísimo momento esta captado en una fotografía y el invalorable retrato ha adornado por más de medio siglo la sala de su casa. La imagen es en blanco y negro, pero con una paleta y pincel
24 Páginas
de imaginación podríamos pintar el fondo y los contornos de verde travieso o verde de Dios. Y ahora, volviendo a aquellos nostálgicos sesentas y con el permiso de don José y doña Victoria descorramos la cortina del tiempo y veamos a nuestros actores empezar su vida en aquella bendita tierra mexicana. Primero, observemos a un niño de diez años trabajar en la curtiduría de don Adolfo Velásquez. No hay dónde perderse. Basta con preguntar por dónde queda la tenería del pueblo. Allí, arremangado, el chamaquito con un nido de rizos sobre su cabeza, toma un cuero de una recién sacrificada res y lo trabaja hasta prepararlo para la venta por decímetros a los zapateros de León. Victoria
18 de Noviembre de 2015
aun no cumple trece y vive a la vuelta del Cerro del Calvario, viene por agua al chorrito público todos los días a eso de las seis de la mañana. Y claro, aquí es donde nace el coqueteo entre ella y el joven José. Hay una ringlera de latas grises y los dueños esperan su turno para llenar. En un descuido del chamaco curtidor, sus tres contenedores van a parar hasta el final. Entre esas, el amor entre los dos va creciendo y un mayo verde de primavera azul, está por hacer su entrada triunfal.
PASA A LA PAGINA 21 Por: Oscar Argueta
Pรกgina 2
18 de Noviembre de 2015
EL Heraldo Hispano
El Heraldo Hispano
18 de Noviembre de 2015
a la escuela al día siguiente con las orejas mordidas. Nos falta drama en esta familia y por eso andamos viendo visiones de ratones traviesos, y sintiendo ALGUN DIA Por: Oscar colitas peludas haciéndonos Argueta Algún día mi amor, algún día... cosquillas en nuestros oídos. Todo (coca43@ Mis manos tomarán las tuyas; hotmail.com) lo que buscamos es sentirnos te besaré, te miraré a los ojos, Guatemalteco. vivos e importantes, aseguro te diré, con el alma en un hilo: fue dulce esperar por tu amor. Escribe desde yo. Pienso así, sin pretender ser filósofo o pensador. Mount Mi amor, ese día al fin llegará, Dejando a un lado asuntos Pleasant, IA lo presiento, lo escucho venir. tan triviales, de ratones, de ruidos Mira, recién ha dejado de llover ay un y de sombras, pasemos a hablar ¿No es siempre así con la vida? ratoncito en la casa. Y un poco de la muerte. ¿Hablar de Tras la tormenta sigue la calma aunque nadie lo ha visto, la qué? De la muerte, por qué no. y la flor marchita vuelve a vivir. mayoría asegura, a pie juntillas, Pues es gracias a ella que nuestros haber visto por lo menos una ojos, nuestros huesos, tendones, Hemos esperado tanto tiempo, parte de ese travieso roedor. uñas y cabellos, descansarán hemos llorado ríos de soledad. ¡Ay! ¡Duele tanto llorar, sin amor! En las horas más calladas de la por algún tiempo, así como Sentirá, digo, un pozo sin agua, noche, dos o tres de nosotros descansan las semillas en el fondo un dolor así. A ver, ¿dímelo tú? hemos asegurado haber oído de la tierra, mientras esperan la el ruidito producido por unos llegada de la próxima primavera. Espanta cómo pasan las horas; colmillitos filudos comiendo Es necesario descansar, de cómo van pasando sin tu amor. papeles en algún rincón de la sala. otra manera, como podríamos Unas hojas secas crujen tristes, La prueba más fehaciente de que recuperar las energías perdidas. un pájaro solitario tirita de frío; tú allá y yo aquí sentimos igual. tal animalito anda por ahí, la dio O es acaso prohibido hablar de la mi esposa. Asegura haberle visto muerte. La canción “Sabor a mí”, Algún día mi amor, algún día... la colita. Esa noche mis cuatro del oaxaqueño, Álvaro Carrillo, Iremos tú yo juntos por la vida; hijas trataron de vivir en lugares habla, sin pedirle permiso a por un mismo camino iremos altos, caminaron sobre las sillas, nadie, del más allá. Al escuchar y soñaremos un mismo sueño; las mesas, la lavadora, secadora, tan elevado concepto explicado y al sentirnos felices diremos: etc. Poner los pies en el suelo era con poesía se siente agradable fue dulce esperar por tu amor. muy peligroso. Durmieron con y deseable. La última estrofa de Por: Oscar Argueta las orejas cubiertas para evitar ir
EDITORIAL
H
su famosa pieza musical, dice. Pasarán más de mil años muchos más; yo no sé si tenga amor la eternidad; pero allá, tal como aquí, en la boca llevarás sabor a mí. Habrá alguien que quiera vivir sin amor un solo minuto de su vida. Habrá alguien que en su sano juicio quiera morir y jamás volver a amar. En su locura, don Quijote vivió para amar a Dulcinea. Enamorado como estaba de ella, nunca creyó que ese amor tendría fin. Amar solo por un tiempo no tiene razón. Tampoco vivir solo por una temporada no tiene razón, propósito o causa. Mi mamá, yo y toda mi parentela amamos las canciones de Don José Alfredo Jiménez. En lo personal, si me cantan bien cantada la canción, Caminos de Guanajuato, lloraría. Lo haría sin avergonzarme y sin esconder mi cara mojada de lágrimas. “No vale nada la vida. La vida no vale nada. Comienza siempre llorando. Y así llorando se acaba. Por eso es que en éste mundo, La vida no vale nada”, dice la primera estrofa. Aunque el mensaje de esa canción parezca pesimista, la
Página 3 intención del autor fue hacernos pensar que la vida no vale nada cuando no hay una razón para vivir. Con don Félix, el amable dueño de la tienda El Olmito de Muscatine, comentábamos un día, sobre la “muerte” de los grandes de la canción mexicana, de don Antonio Aguilar, Miguel Aceves Mejía, Lola Beltrán y el nunca jamás olvidado, Pedro Infante. “Como ellos jamás habrá otros”, me dijo. Ellos morirán solos si nosotros los dejamos morir, le contesté. A mis hijos, nietos y amigos les pediré un deseo antes de pasar a otra vida: Que jamás digan que estoy muerto. Solo estaré muerto si ellos me olvidan. Además, no me sentiría bien negando lo que aprendí en una escuelita rural allá en Guatemala. El Profesor César nos enseñó un día: La materia no se crea ni se destruye, solo se transforma. México lindo y querido, si muero lejos de ti, que digan que estoy dormido; y que me traigan aquí, cantó el gran Pedro Infante. Bueno, con o sin ratoncito, hablar de lo imperecedero y eterno es agradable. ¿No l es parece?”
Pรกgina 4
18 de Noviembre de 2015
EL Heraldo Hispano
El Heraldo Hispano
18 de Noviembre de 2015
El Heraldo Hispano se encuentra en estos establecimientos comerciales:
319-385-4321 Mi Pueblo Real Resturant 1106 E Baker St (319) 385-1112
IOWA AMES Hy-Vee 640 Lincoln Way / 515-232-1961 West Hy-Vee 3800 Lincoln Way / 515-292-5543 BETTENDORF Azteca III 2400 Spruce Hill Dr. 563-344-2121 BURLINGTON Casa Fiesta, 2570 Mt Pleasant St. 319-758-1111 Lindo México, 622 Jefferson St. 319-753-9952 Trailways, 906 Broadway St 319- 752-5453 SCC Burlington 1500 West Agency Rd Biblioteca Pública, 210 Court St. Burlington (319) 753-1647 Mi Pueblo Real, 3110 Division 3197528458 CEDAR RAPIDS Adelitas Mexican Grill, 2833 Blairs Ferry Rd NE 319-378-0034 La Guanajuato, 3915 Center Point Rd NE 319-743-0081 La Camelia, 475 Northland Ave 319-377-2755 El Mercadito, 700 1st Av. NW 319-365-9733 El Paisano Restaurant, 700 1st Ave NW Cedar Rapids, IA 319-826-3692 Panadería Lupita, 3300 Johnson Av. NW 319-366-1181 Tienda Don Miguel 2a127 Wiley Blvd SW 319-396-2588 El Rancho Mexican Restaurant 2747 16th Av. SW 319-298-8844 Fiesta Del Sol Restaurant 4801 1st Avenue Southeast, Cedar Rapids, IA 319-373-2477 Los Compadres 2825 6th Street Southwest 319826-1870 COLUMBUS JUNCTION Dollar Store, 219 Main St. 319-728-8020 La Perla de México, 225 Main 319-728-8182 Antojitos Carmen, 207 Main St. Columbus Jct, IA 319-728-9055 Taquería La Hacienda,120 North Main 319-728-8099 CORALVILLE Tienda Lupita, 108 2nd. Ave. 319-338-1282 El Cactus Original 104 First Ave. 319-354-0444 Casa Azul Restaurante, 708 1st Ave 319-338-2641 5th Avenue 899 -22nd Avenue 319-351-3850 CLIVE La Preferida - Mexican Market, 1800 NW 86th St. (515) 278-5806 Elegante Salon, 1800 NW 86th St. (515) 727-6058 Lara’s Bakery, 1800 NW 86th St, Ste 19 (515) 276-5589 DAVENPORT Azteca I Restaurant (Walnut Center)4811 N. Brady St. 563-386-6689 Azteca 2, 2843 E. 53 RD St. Azteca 4, 3566 N. Brady 563-445-1315 Los Agaves Mexican Grill 328 N. Brady Stree 563-386-5949 Aborrotes Carrillo, 903 W. 3td. St. 563-323-5977 Tienda La Finca 916 W 2nd Street, 563-322-0041 DES MOINES La Tapatia 2, 4007 SE 13th St. 515- 256-3283 Pasteleria La Michoacana 1552 E. Grand Ave. Space B 515-265-0696 La Cruz Mexican Market, 3900 E 14th St. 515-264-9441 La Favorita, 1700 E. Grand Ave 515-262-5489 La Tapatía Market, 1440 Des Moines St 515-262-8097 Mundo Latino Insurance Agency 1541 East Grand Ave. 515-287-0055 Tienda La Mexicana 1524 E. Grand Ave 515-265-8614 La Preferida Mexican Market 1800 N 86th St Clive 515-278-5806 La Michoacana Mexican Groseries 433 5th St. West Des Moines 515-255-5329 El Salvador del Mundo Rest. Salvadoreño, 2901 6th Ave. 515-244-5224 Tienda El Palomino, 3116 E. 14th St. 515-265-4410 Pasteleria Raquel, 1521E. Grand Ave. 515-263-9233 515-771-1825. Foto Fiesta 1521 E. Grand Ave 515-264-1999 Paleteria La Michoacana 1552 Grand Ave. Suite B 515-265-0696 El Zapatito, 2102 E. 14th St. 515-745-8360 FAIRFIELD La Hacienda, 2803 W Burlington Ave, 641-472-1036 Arandas Mexican Restaurant 203 W Broadway Ave 641-472-4328 IOWA CITY 4 Season, 1022 Gilbert Ct. Iowa City, IA 319-541-5228 Adriana Salon 5 Sturgis Corner Dr Ste. 3600 319-548-1227 Taqueria La Michoacana 438 Hwy 1 W 319-358-2333 Hair Desing, 1930 South Gilbert St. 319-358-5710 Tax Mex 1930 S Gilbert Street 319-339-4200 Los Portales, 1402 S. Gilbert St. y Hwy 6 319-358-1308 Tienda El Paso, 609 Hollywood Blvd. 319-338-3703 Acapulco 2, 1937 Keokuk 319-338-1122 319-358-8182 Potentially Yours 1705 S. 1st. Avenue, 319-512-7593 MARION Villa’s Patio Resturante 433 7th Ave Marion, IA (319) 447-1101 El Perico 835 7th Avenue, Marion, IA (319) 373-8144 MARSHALLTOWN Los Tucanes, 15 S. 7St. Marshalltown 641-753-0508 Pan. Arcoiris, 28N 1st. Av.641-752-0714 Abarrotes Villachuato, 31 N, 1st. Ave. 641-752-2240 Carnicería y tienda La Salud, 17 N. 1st. St. 641752-1741 Angel’s Store, 20 E. Main St. 641-844-9900 Grocerys Tortillería Gaytán, 505 N. 3 Ave. 641-753-0845 Hy-Vee 802 S. Center St. 641-752-4525 Lara’s Bakery, 707 North 3rd Ave. 641-752-0152 Zamora Fresh Market, 4E. Main St. 641-753-8522 Estrella Grocery Store, 101 W Main St. 641-753-4911 Palm Beach Grill and Niight Club, 1010 W Lincoln Way. 641-328-1043 Ay Caramba Burrito Shop, 12 N. 1st St. 641-753-4188 MOUNT PLEASANT Heidelberg Motel 2005 E Washington St, (319)3858968 Loads of Fun Laundry 901 E Washington St. Mount Pleasant,IA 52641
Página 5
Acción Ejecutiva en
suspenso
En noviembre del año pasado, el Presidente Obama dio una orden ejecutiva que permitiría a aproximadamente cinco millones de inmigrantes, tener el derecho de trabajar y quedarse en los Estados Unidos legalmente, aunque sea de manera temporal. La mayoría de esas personas, serían los padres de niños ciudadanos estadounidenses o de niños que tienen la residencia permanente en este país. Para calificar por el programa, que se llama DAPA, los padres tendrían que haber estado presentes dentro de los Estados Unidos continuamente desde el 1 de enero del 2010; tendrían que pagar impuestos y pasar varias averiguaciones de antecedentes. Entre otras cosas, la orden también propiciaría lo siguiente:
•Crecería el grupo de personas elegibles para DACA (otro programa que ya tiene efecto). •Permitiría el uso de los perdones provisionales de la presencia ilegal, para esposos e hijos de los que tienen la residencia permanente y para los hijos de los que tienen la ciudadanía. •Haría cambios a los programas de visas de inmigrantes y no inmigrantes.
para mejorar la economía estadounidense.
•Promovería la educación de los residentes permanentes sobre la ciudadanía. •Priorizaría la deportación de los felones sobre las familias. No obstante, antes que pudiera cobrar efecto este programa, Texas y otros veinticinco estados impugnaron la orden ejecutiva. Esos estados dicen que el Presidente excedió su poder en dar la orden, que la misma no fue constitucional, y también que la forma en que ésta se dio violó el Acta de Procedimiento Administrativo (APA). Originalmente, USCIS iba a empezar a aceptar aplicaciones para DAPA a partir del dieciocho de febrero de este año, pero un tribunal federal menor expidió un interdicto temporal prohibiendo a USCIS aceptar aplicaciones. Ese tribunal expidió el interdicto, una vez que había concluido que era muy probable que Texas y los otros estados, ganarían un juicio al respecto, con el argumento de que la orden ejecutiva no cumplía con la APA. El Presidente apeló la expedición del interdicto temporal.
Hace algunos días, la orden sufrió otro golpe, cuando el Tribunal Federal de Apelación negó la apelación del Presidente, sosteniendo la decisión del tribunal menor de expedir el interdicto temporal. Y ahora que el tribunal federal de apelación está de acuerdo con el tribunal menor, el plan del Presidente Obama tiene que superar otro obstáculo para que tenga efecto: el Departamento de Justicia, el cual no está de acuerdo con la decisión de ninguno de los dos tribunales, dice que va a apelar el asunto hacia la Corte Suprema. Si la Corte Suprema acepta el caso para este periodo judicial, podríamos recibir una decisión final para el verano que viene. Mientras tanto, millones de hispanos que podrían beneficiarse del programa DAPA, continuarán viviendo vidas de incertidumbre. Soy Trey Sucher. Soy abogado con oficinas en West Liberty, Iowa y Perry, Iowa. Yo trabajo en todos tipos de casos, incluso inmigración. Yo estudié la ley y recibí mi título de la Universidad de Iowa en Iowa City. Estoy feliz ofrecer esta información para su educación, pero la información contenida en el artículo no la ofrezco como consejo legal. Tampoco soy su abogado basado en que ha leído mi artículo. Cuídense.
MUSCATINE Tienda El Olmito,502 Mulberry Av. Rest Izalco 825 Oregon Av. 563-263-0458 Dollar Store, 119 E. 2nd St. 563-264-8286 Guadalajara Resturante 203 East 2nd. St. 563-264-8192 Las Lomas Restaurant, 1519 Park Ave. (563) 264-0904 Hy-Vee 2400 2nd Ave. (563) 264-2420 Temp Asociation 104 Cleveland Street (563) 263-6589 Central Bank 301 Iowa Avenue, # 204 (563) 263-3131 El Sombrero, 801 Oregon St. Ste. 8 563-607-8019 NORTH LIBERTY Azul Tequila Restaurant, 720 Pacha Parkway 319665-2656 Los Jimadores Restaurant, 40 Sugar Creek Ln (319) 665-2144 OTTUMWA Excel Corporation, S Iowa Ave López Bakery, 223 N. Sheridan Ave. 641-684-6231 Pupusería Juanita’s Restaurant 537 Church St. 641-682-1530 Abarrotes Cerro Grande, 311 E. Main St. 641-682-9610 Tda. México Lindo, 606 W. 2nd. St. 641-683-4456 Tda. La Guadalupana, 301 Church St. 641-682-6937 Tienda Corazón Latino, 412 E. Main 641-682-8690 Taquería La Juquilita, 624 E. Main 641-684-6273 OSKALOOSA Chory’s Auto Sales y Abarrotes López 1505 A Av. East 641-673-0154 Mi Ranchito Mex. Rest, 112 East 1st Av. 641-672-9773 PERRY H. Hernández Mex. Bakery,1114 2nd St., 515-465-2994 Tienda Latina, 1104 2nd St., 515-465-7270 Casa de Oro, 1110 2nd St. 515-465-8808 TAMA El Gallito, 200 W. 3rd St. 641 – 484 – 3652 TOLEDO El Campesino Mexican Rest. 401 W. Hwy 30, 641-484-2860 WAPELLO El Oasis Rest, 201 HWY 61, 319-523-2837 WASHINGTON Hy-Vee 528 South Highway 1 319-653-5406 Tienda La Cruz, 112 West Second St. 319-863-8053 WATERLOO El Mercadito, 520 La Porte Rd. 319-232-2635 Chapala Restaurant, 900 La Porte Road 319 287-8005 Las Chikas Fashion, 1010 Mitchell Ave., Suite 7 319-236-1374 La Michoacana, 1221 Frankland St. 319-236-9990 Queen of Peace Parish, 320 Mulberry St. 319-226-3655 YMCA Ayuda a Latinos 669 South Hackett Road 319-233-3531 Iglesia la Cosecha,715 E 4th St 319-287-4114 El Patrón Restaurant, 301 E. 4th Street 319-287-8110 La Placita, 322 W 4th St, 319-232-4228 WEST LIBERTY Pan. Acapulco, 311 N. Calhoun St. 319-627-6745 Dollar Store, 320 N. Calhoun St. 319-627-2340 Tortillería El Norte, 110 N. Columbus 319-627-2617 Brendas Hairstyling, 113 E 3rd St. West Liberty (319) 627-3132 ILLINOIS EAST MOLINE Supermercado El Monarca 755, 15th Av. Tel. 309-278-0267 La Primavera II 914 15th Avenue (309) 755-6315 GALESBURG Hy-Vee 2030 East Main Street 309-342-1615 Tienda el Jarochito 164 E. South Academy St, 309-342-6100 Acapulco Resturant1576 N. Henderson St. 309-345-0066 El Rancherito, 1824 N Henderson St 309-341-2233 MOLINE La Primavera Mexican Grocery & Restaurant, Inc., 1510 6th Av. 309-762-6007 Tie & Rest El Mexicano 448 Rail Road Ave. 309-764-3127 Tienda La Imperial, 134 4th Av. 309-797-5984 La Floraciente Market 385 5th 309-797-2487 MONMOUTH, ILLINOIS Pro Automotive 300 W Harlem Ave 309-734-2551 Los Ranchitos Resturante, 801 N. Main 309-734-2233 4 Hermanos Supermarket 110 E Archer Avenue 309-734-4277 La Pequeñita, 117 S. 1st 309-734-7776 La Flor de Trigo Bakery 115 W 1st Ave. 309-734-3999 Hollywood Cuts 88 Public Sq (309) 734-8535 La Tapatia Mexican Resturant, 220 South Main St. 309-734-7280 PEORIA Los Jimadores Restaurante, 7723 N University St 309-689-9930 Jalapenos Restaurante, 7800 N Sommer St Suite #104 309-693-2795 El Nopal Restaurante, 3125 N. Prospect Ave. 309-966-3479 Mi Familia Restaurante, 2007 N Wisconsin Ave. 309-685-8477 Tienda La Esquinita 2001 N Wisconsin Ave. 309-686-9362 Tienda 3 Reales, 1621 N Knoxville Ave. 309-6819711 S&S License and Title, 519 NE Perry Ave 309-674-9532 Las 3 Aguilas de Oro 625 NE Perry St. 309-258-3055 International Grocery, 703 NE Perry Ave. 309-673-3423 Panaderia Ortiz, 1404 NE Monroe St. 309-643-1300 El Mexicano Restaurante, 1520 NE Jefferson St. 309-636-8858 ROCK ISLAND La Rancherita 4118 14th Avenue (309) 794-1648 SILVIS Tda. San Luis,818 1st Av. 309-755-4103 Lolita Resturant 422 1st Ave. 309-755-3352 Biblioteca Pública 105 8th Street (309) 755-3393
Pรกgina 6
18 de Noviembre de 2015
3568 Brady St. Davenport,IA 563-391-1000
www.stuffetconline.com
Deseamos ser los primeros en desearle
Feliz Navidad
Stuff estรก aceptando solicitudes para puestos de trabajo de tiempo completo y medio tiempo
EL Heraldo Hispano
El Heraldo Hispano
18 de Noviembre de 2015
CONTROL DE CRECIMIENTO Y DESARROLLO
Lucía nació luego de que su madre tuviera un embarazo sin dificultades. Aunque nació por Cesárea, debido a que estaba de nalgas en el vientre de su mamá, el nacimiento fue sin complicaciones.
ortopedista (especialista en articulaciones, músculos y huesos), quien sugirió que Lucía padecía de displasia de cadera; una condición en la que la articulación de su cadera no se forma adecuadamente.
cuatro, seis, nueve y doce meses, visitas adicionales permiten un seguimiento constante del progreso de los infantes. A partir de los dos años de vida, las visitas ocurren anualmente.
Después de su nacimiento, Lucía recibió leche materna y su pérdida de peso fue mínima; su mamá estaba satisfecha y consideraba que todo transcurría sin problema. Así, teniendo en cuenta que ella no era el primer bebé en casa, su mamá decidió administrarle sus vacunas en el departamento de salud local. Solamente una vez durante el primer año de vida, Lucía tuvo que ser vista por el médico debido a un resfriado.
Lucía tenía factores de riesgo que permitían identificar el problema en su cadera, y por lo tanto un diagnóstico temprano hubiera sido posible en las visitas de crecimiento y desarrollo. Infortunadamente la falta de atención médica temprana, derivó en cirugías y procedimientos complicados.
¿Quién conduce las visitas de crecimiento y desarrollo?
A los dieciocho meses de edad, cuando llevaba por lo menos cuatro meses desde sus primeros pasos, Lucía parecía tener dificultades al caminar. Al comienzo su mamá consideró que se trataba de algo normal, pues uno de sus primeros hijos había empezado a caminar casi a los dieciocho meses y se había tomado algún tiempo en hacerlo sin tropezar. Sin embargo Lucía parecía tener incomodidad y cierta dificultad al tratar de dar sus pasos. Finalmente Lucía fue vista por un médico debido a la preocupación de su madre. Al momento de la evaluación existía cierta diferencia al examinar su cadera, con diferencia en la medida de sus piernas. Los hallazgos requirieron una evaluación por el
¿En qué consiste? Los controles de crecimiento y desarrollo, o “visitas de niño sano”, son visitas médicas preventivas que permiten identificar anormalidades en el desarrollo de los niños, con el objeto de hacer intervenciones y evitar complicaciones. Igualmente durante estas visitas se administran vacunas, siguiendo las recomendaciones de las autoridades de salud pública nacional. Estas visitas son una oportunidad de educar a los padres, o encargados, del cuidado de los niños, acerca de los cambios y eventos normales en el crecimiento y desarrollo de los menores. Durante los primeros doce meses de vida, estas visitas médicas suceden con considerable frecuencia. Una visita inicial después del nacimiento (a los tres o cinco días), es seguida por visitas semanales hasta el primer mes de vida. Luego a los dos,
Profesionales de la salud supervisan el crecimiento y desarrollo de los niños. Tradicionalmente médicos con experiencia en el manejo de las condiciones de los niños (pediatras o médicos familiares), hacen el seguimiento de los menores como su médico de cabecera. Ocasionalmente enfermeras, enfermeras practicantes (nurse practitioners) y médicos asistentes (physician assistant), pueden asistir en la supervisión de salud de los niños.
¿Qué hacer?
Recuerde que durante la niñez existe una mayor susceptibilidad para las enfermedades. Las vacunas, sin duda son importantes para evitar enfermedades causadas por virus o bacterias; sin embargo existen otras condiciones que se pueden identificar de manera temprana con visitas frecuentes al médico, particularmente durante el primer año de vida. Establezca una relación con su médico de cabecera, discuta cualquier duda que tenga con respecto a sus niños y permitan que le orienten en su cuidado.
Página 7
Pรกgina 8
18 de Noviembre de 2015
EL Heraldo Hispano
El Heraldo Hispano
18 de Noviembre de 2015
Fronteras imaginarias
El vuelo estaba a unos minutos de partir. El destino, Costa Rica. Una pequeña pantalla en la parte posterior de mi asiento irónicamente mostraba imágenes que invitaban a visitar Guatemala, a conocer lugares turísticos de mi país: el centro histórico de la ciudad capital, la Sierra de los Cuchumatanes, vistas aéreas impresionantes, volcanes imponentes, el Lago de Atitlán, La Antigua Guatemala, el Biotopo donde habita nuestra ave símbolo El Quetzal, las aguas georginas en Xela, la laguna del Volcán de Ipala, los nacimientos de agua en Semuc, Champey, las playas del Pacífico y Atlántico y otros tantos lugares paradisíacos. Invitaba a degustar nuestros platillos típicos como las carnes en jocón o pepián, los tradicionales tamales en diferentes presentaciones, el caldo de Kaq’ik, el revolcado y una variedad gastronómica increíble. En cada escena mostraba a nuestra gente atendiendo amablemente al turista, con esa sonrisa sincera que caracteriza al chapín. En fin, la nostalgia por alejarme aunque sea por unos días de mi patria, era inevitable. El anuncio de una conocida empresa telefónica con presencia en toda Centroamérica, desafiaba al espectador a que distinguiera en qué país se encontraba el protagonista, con una serie de escenas en las que, celular en mano, se ubicaba en diferentes lugares emblemáticos de cada nación; al final hacía énfasis que con este servicio “no existen fronteras”. Era mi tercer viaje al hermano país centroamericano, con fines de trabajo. El capitán anuncio que en breve despegaría del avión, razón por la cual debíamos atender las instrucciones de rutina. Una vez la aeronave estuvo en el aire, empecé nuevamente a disfrutar de todo el paisaje que la perspectiva me ofrecía: ciudades, ríos y volcanes; estos últimos, algunos con cráteres llenos de agua y otros con alguna actividad eruptiva mínima. Contemplando la creación natural divina de nuestro planeta, una pregunta
daba vueltas en mi cabeza: ¿a quién y en qué momento se le ocurrió delimitar fronteras? Desde el cielo no existe, o al menos no se distingue, ninguna división territorial. Al desplazarse por los países de nuestro istmo centroamericano, desde arriba parece que se está observando una enorme y bella alfombra verde, llena de accidentes geográficos; pero en esencia muy parecida en toda su extensión. Así que, resulta casi imposible imaginar alguna línea divisoria; es más, se desea que verdaderamente no existieran fronteras. Al arribar a Costa Rica, descubrí que la gente es igual de amable que en Guatemala. Que la “gran diferencia” en nuestro idioma, es el acento y la
“Así que, resulta casi imposible imaginar alguna línea divisoria; es más, se desea que verdaderamente no existieran fronteras”. famosa connotación que le dan al pronunciar la consonante “r”. Aparte de algunos modismos y una que otra palabra nuevas, no fue para nada difícil hacerme entender, ni comprender lo que me decían. Claro, en platillos también tienen una exquisita variedad y los lugares turísticos son incontables e igual de paradisíacos que en mi país. Pero la pregunta no dejaba de resonar en mi mente: ¿por qué existen las fronteras? En conversaciones que tuve con costarricenses, no podía faltar la evocación del recuerdo que cuenta la historia que alguna vez los centroamericanos fuimos un solo bloque territorial, pero intereses mezquinos nos dividieron. Imaginábamos la fuerza cultural, social y económica que tendría nuestro continente, si eso se hubiera prolongado hasta estos días. De cómo nos apoyamos en muchos aspectos, especialmente cuando el destino nos reúne en un
país diferente al nuestro en condiciones poco favorables. En los pocos ratos libres que me quedaron, gracias a unos buenos amigos que conocí en Costa Ríca, Melvin Brenes y su esposa Darla, tuve la oportunidad de visitar algunos lugares fascinantes como San José Orosi, Cartago, ubicada en un precioso valle; su enorme lago y represa llamada Cachí, la cual genera agua y electricidad para gran parte del territorio costarricense. “La Casa del Soñador” es un atractivo imperdible de esta zona. Fue elaborada a base de ramas de café y bambú, por el artesano Masedonio Quesada, escultor y tallador de fama mundial. De cada sitio Melvin emocionado me narraba las historias y leyendas. También recorrí el centro de San José, la capital, a todo lo largo de la Avenida Central con una gran variedad de comercios y restaurantes. Mi regreso a Guatemala siempre fue de noche, pero no por eso menos entretenida. Las tormentas eléctricas son todo un espectáculo. El cielo se ilumina con cada destello en una gran gama de colores y hace recordar lo poderoso de El Creador y lo pequeñitos que somos ante el infinito universo. La emoción de regresar a mí país se acentuaba cuando empezaban a anunciar que se acercaba el momento del aterrizaje y las luces de la ciudad parecían formar una gran cantidad de figuras luminosas. Ya más cerca de la superficie terrestre, observar las interminables filas de vehículos en las principales arterias de la ciudad, me recordaba que pronto estaría haciéndoles compañía, pero acompañado de mi esposa y mis hijos, lo cual haría más que placentera la espera en el tráfico. No he logrado resolver la incógnita de a quién o cómo se le ocurrió “dibujar” fronteras que solo obstaculizan el desarrollo, pero no pierdo la esperanza que algún día nos unamos para borrarlas y así volver a ser una sola nación, compartiendo sueños y haciendo realidad grandes planes.
708 1st Ave Coralville, IA 319-338-2641
NECESITAMOS COCINEROS
SOLICITE EL EMPLEO EN PERSONA O LLAME AL: 563-320-3991
Página 9
Pรกgina 10
18 de Noviembre de 2015
EL Heraldo Hispano
El Heraldo Hispano
18 de Noviembre de 2015
Sorpresa
Con anticipación todos miraron el reloj para ver cuántos minutos quedaban antes de poder sacar el pastel del horno. Iba a ser el plato principal de la merienda y teníamos hambre. Era un pastel sencillo, pero nos hacia recordar de un tiempo de otoño cuando lo descubrimos por primera vez. Después de que el pastel se había enfriado lo suficiente, todos se sentaron a la mesa para tomar chocolate caliente y disfrutar la merienda. Yo corté un pedazo y lo puse en una servilleta enfrente de mí. Tomé un trago de chocolate y estaba mordiendo el pastel cuando de pronto alguien gritó “¡no lo comas!”. Confundida, mi reacción fue escupir la mordida. Miré con expresión interrogante, mientras la declaración fue explicada: “acabo de encontrar gorgojos en el pastel”. Inmediatamente cubrimos y empezamos a buscar en los recipientes de todos los ingredientes utilizados para el pastel. La bolsa de harina fue la culpable; lo confirmé al abrir la lata en que se guardaba y mirar en la harina cuidadosamente. Solo hacían dos meses desde que fue comprado, pero allí estaban. Normalmente esto es la forma en que llegan a una casa; uno compra sin saber algo que está ya contaminado. Puse la bolsa de harina en otra bolsa de plástico y la cerré completamente para llevarla a la basura. Durante la semana anterior habíamos pensado que unas moscas de fruta estaban en la cocina. Cuando pusimos vinagre en botellas para atraparlas, nos sorprendió que no mostraran ningún interés, como habían hecho en otros momentos. Con el acontecimiento en la merienda, supimos cuál era la razón: no eran moscas de fruta. Pensaba que sacando la bolsa de harina iba a remediar el problema, pero la siguiente mañana encontramos algunos gorgojos muertos encima de la estufa y otros vivos subiendo la pared. Empezamos a investigar el asunto y encontramos
que habían infiltrado bolsas de plástico en los placares. Empecé a sacar todo y lavar la madera con aceite de eucalipto, lo cual funciona como una fumigación natural para gorgojos. Cada paquete hecho de cartón fue destacado; muchos ingredientes fueron desechados, porque estos insectos se meten en todo lo que no sea recipiente cerrado. Las cosas que pudieron ser rescatados fueron introducidas en bolsas de ziploc, o recipientes de vidrio. En cada estante coloqué hojas secas de
“Ahora al recordar la experiencia me doy cuenta que lo que parecía una invasión desagradable, en realidad fue un catalizador para una renovación, para algo mejor”. laurel, otro repelente natural. Estante por estante toda la cocina fue limpiada a fondo y empezó una gran reorganización. Justo la semana anterior mi hermana me había hablado acerca de un libro que recomendaba que uno debería ir cuarto por cuarto en la casa y tocar cada cosa para luego preguntarse, “¿me gusta de verdad?” o “¿me produce felicidad tener esto?” La respuesta “no” significa que es tiempo de deshacerse de la cosa, arrojándola a la basura, donándola, o transformándola. La idea es sacar del entorno todo lo que ocupa espacio, pero no tiene una función de complementar la vida. Normalmente lo que no le agrada a uno se queda en el mismo lugar, mes tras mes sin ser utilizado. Así hice. Al revisar todas las cosas en la cocina y contestando estas dos preguntas
de forma sincera, dos bolsas fueron llenadas de cosas que realmente no habían servido para otro propósito más que ocupar espacio. Fue increíble cuánto espacio adicional había en la cocina para organizar las cosas que se quedaban. El resultado fue una cocina súper limpia y bien organizada. Después de unos días ya no se veía más indicios de la presencia de los gorgojos. Ahora al recordar la experiencia me doy cuenta que lo que parecía una invasión desagradable, en realidad fue un catalizador para una renovación, para algo mejor. Al presentarse así, demandaba atención y abrió paso para dedicar tiempo y esfuerzo en limpiar a fondo. Y después que todo está limpio, se desea mantenerlo así. Interesante que en ese mismo tiempo una amiga me contó de una mujer que tiene un “blog” en el Internet acerca de la limpieza y la organización. Ella provee ideas de cómo establecer una rutina de actos sencillos cada día, que ayudan a mantener la casa en esas condiciones. Una de sus recomendaciones es cada noche abrillantar el fregadero. En sí, parece algo un poco simplista. Sin embargo, para poder lograr que la pileta brille se debe lavar los platos, y esto incluye guardar la comida del día. Y normalmente si hace esto, también se barre el piso. Esto quiere decir que cuando se entra la cocina la mañana siguiente, todo está en orden; hay un comienzo nuevo y limpio del día. No quedan restos de ayer con qué lidiar. Me encantó la idea y la puse en práctica. Aun cuando estaba cansada hice el esfuerzo de asegurarme que el fregadero estaba brillando antes de terminar mi día. Es un placer entrar la cocina en la mañana, sabiendo que todo está en orden y listo para el nuevo día. Me di cuenta que se puede aplicar esta práctica a muchos aspectos de la vida, pero esto será una conversación para otro día. Lo que empezó con una sorpresa poco agradable, ha llegado a ser una cadena de acciones que ha resultado muy placentera.
Página 11
Pรกgina 12
18 de Noviembre de 2015
EL Heraldo Hispano
El Heraldo Hispano
18 de Noviembre de 2015
UN LIBRO, DOS APARTAMENTOS, TRES CIUDADES Y UN HOGAR
Las ansias de llegar a mi apartamento hicieron que, a pesar del cansancio, subiera las escaleras de prisa. En el segundo piso me detuve frente a la puerta para tomar aire y buscar la llave. Estaba segura que la había puesto en mi bolso de mano o quizás en alguno de los bolsillos, donde las llaves solían perderse como si se tratara del Triángulo de las Bermudas. Después de una frenética búsqueda las encontré y me dispuse a entrar tratando de calmar mis ansiedades. Me quité los zapatos para comprobar que la alfombra había sido lavada y que todavía permanecía húmeda. Busqué un lugar en la sala donde el sol entraba a raudales y me paré ahí sin poder soltar mi bolso de mano aún, como aferrándome a algo o para darme permiso de que podía irme si no me gustaba. O quizás simplemente estaba ahí sin saber qué hacer o solo intentaba recuperar un poco de fuerza. En menos de tres meses había cruzado el país de este a oeste y casi de norte a sur. Mi cuerpo parecía resistirse a parar ese movimiento constante. Dos pares de ojos me miraron curiosos desde la puerta corrediza que daba al balcón. No me moví para no espantar a mis compañías inesperadas. Su curiosidad duró solo unos segundos y después volvieron a correr por el barandal del balcón y de un salto acrobático, llegar a la rama extendida del viejo roble. El árbol parecía desperezarse al sol, haciendo que uno de sus brazos llegara a tocar el balcón donde las dos ardillas iban y venían. Le saqué una foto mental porque en ese tiempo no tenía una cámara digital y porque no quería tener el trabajo de llevar los rollos a revelar y esperar para ver que la mitad de las fotos no eran tan buenas como yo hubiera deseado. Decidí recorrer los dos dormitorios, abrir las ventanas, elegir dónde la luz natural permanecería más horas para poner mi escritorio y dónde colocar extra lámparas para iluminar la habitación. El baño era lo suficiente amplio e iluminado, lo cual me hizo
pensar que era la ley de la compensación por aquellos en los que el espacio era tan reducido y había tenido que sufrir en mi largo periplo de trotamundos. La cocina invitaba a cocinar y la comida casera era lo que finalmente me llevaría a sentir que había llegado a mi hogar. Después de recorrer mi nuevo territorio y abrir cada cajón, puertas de los placares y todo lo que necesitaba mi buen ojo verificador, me había quedado sin excusa para ir a deshacer mis maletas. Estaba colocando algunos souvenir en la saliente de la estufa a leña, cuando alguien llamó a la puerta. Los pasos se alejaron inmediatamente
“No me hizo cambiar de idea que en la tapa dijera que era el número uno en venta o que había ganado el premio Pulitzer”. escaleras abajo, mientras yo recogía mi primer paquete. Nadie sabía mi nueva dirección, de hecho en ese momento ni yo misma la sabía, sin mirar en el contrato. Corrí al balcón para ver quién había traído el paquete y vi el cartero alejarse. La dirección era correcta y tenía mis iniciales. El remitente era una casa de libros de Nueva York. En el paquete había un libro intitulado John Adams escrito por David McCullough. Mi primera reacción fue buscar algún número para llamar y averiguar qué estaba sucediendo. Lo menos que necesitaba era ser parte de algún club de libros y tener que recibir cada semana libros que luego debería pagar. La música en la línea con fines de relajarme, mientras mi llamada era derivada a un sinfín de nuevas espera musicales, me hizo renunciar a saber qué era lo que pasaba. El libro que yo no había pedido era mi primer invitado a mi nuevo hogar y se fue a dar a una pila de libros que planeaba
leer antes que él. No me hizo cambiar de idea que en la tapa dijera que era el número uno en venta o que había ganado el premio Pulitzer. No sé cómo, ni cuándo, finalmente fue a dar a uno de los estantes con mis otros libros. “Debes leerlo, te va a gustar”, dijo alguien que posiblemente conozca más de mis gustos que yo misma. “Voy a hacerlo cuando termine de leer toda esa pila”, fue mi respuesta. Me olvidé del libro, de cómo había llegado a mí y cuánto me había acompañado. Ese apartamento dio paso a otro apartamento, una nueva ciudad y mi despedida del roble y el balcón con las dos ardillas que me visitaban cada día. El libro se fue conmigo a pesar de la lista de cosas que di o que sencillamente puse en la basura. En mi nuevo hogar no lo saqué de la caja porque sentía que mi estadía ahí sería transitoria. Finalmente los apartamentos pasaron a ser parte de mi pasado y una casa que realmente puedo llamar hogar, me dio la bienvenida con más espacios para colocar los libros que no había podido dejar en mi camino. Lo puse en mi sección de libros de historia sin reparar mucho en él y en cómo había llegado a mi vida. “Un día voy a leerte” le dije, pero inmediatamente mi atención se fue a los otros libros que consideraba absolutamente valiosos en ese tiempo de mi vida. Fue entonces que cansado de tanta espera, el libro orquestó una magnifica forma de llamar mi atención. La conferencia de David McCullough había sido desde todo punto de vista excepcional. Cada palabra que salía de su boca me cautivaba, mientras mis notas proliferaban en un intento por no olvidarme de nada de lo que estaba diciendo. De pronto el recuerdo del libro, de cómo había llegado a mí y cómo yo lo había postergado, llegaron a mí como un relámpago. Al llegar a casa fui al estante donde estaban los libros de historia, lo saqué de su lugar, lo abrí y comencé a entender lo que hasta ese momento no había comprendido.
Página 13
Pรกgina 14
18 de Noviembre de 2015
EL Heraldo Hispano
El Heraldo Hispano
18 de Noviembre de 2015
HABILIDADES NECESARIAS PARA TRANSFORMAR LOS FRACASOS EN VICTORIAS -Segunda parteEn esta segunda parte mostraré las siguientes tres habilidades que recomienda Maxwell para convertir los fracasos en victorias. Le invito a que las analice profundamente para poder aprovecharlas y así concluir cuáles tiene que mejorar y cuáles posee; seguramente usted cuenta con muchas fortalezas, pero es nuestro deber reconocerlas y potencializarlas para seguir escalando la cima del éxito. Espero disfrute de la lectura. 5. Los triunfadores se concentran en lo que pueden hacer Otra manera en que los vencedores evitan personalizar sus fracasos es concentrar la atención en sus capacidades. Bob Butera, ex presidente del equipo de jockey «Los Diablos» de Nueva Jersey, respondió así a una pregunta que le hicieron sobre qué es lo que hace a un vencedor: «Lo que distingue a un vencedor de un perdedor es que el vencedor se concentra todo el tiempo en lo que puede hacer, no en lo que no puede hacer. Si un jugador es bueno para tirar a la portería del equipo rival, pero no es bueno para desplazarse por la cancha, le decimos que se concentre en tirar, tirar y tirar, nunca en ganarle al rival en el patinaje. La idea es que siempre piense en sus triunfos». Si una debilidad es cuestión de carácter, hay que prestarle mucha atención. Concéntrese en eso hasta que la supere; lo mejor para transformar los fracasos en victorias es desarrollar y maximizar las capacidades personales. 6. Los triunfadores varían las estrategias En The Psychology of Achievement (La psicología del logro), Brian Tracy escribe acerca de cuatro millonarios que hicieron su fortuna a los treinta y cinco años de edad. Invirtieron en un promedio de diecisiete negocios antes de dar con el que los llevaría a la cima.
Se mantuvieron probando y buscando hasta que encontraron algo que sí funcionó. Los triunfadores son proclives a variar sus estrategias. Esto es importante en cada esfera de la vida, y no en la de los negocios solamente. Por ejemplo, si usted es un fanático de las competencias atléticas, sin duda que disfrutará viendo a los atletas compitiendo en la prueba de salto de altura. Siempre me asombran las alturas alcanzadas por hombres y mujeres en esta prueba. Lo que es realmente interesante es que en la década de los 60, esta disciplina sufrió un cambio radical de técnica que permitió a los atletas superar viejas marcas y establecer nuevas, mucho más ambiciosas.
“Si queremos convertir algo negativo en positivo, no nos basta con desearlo, es necesario que trabajemos por cambiar la realidad” La persona responsable de tales cambios fue Dick Fosbury. Mientras los atletas de salto de altura anteriores usaban el método de abalanzarse sobre la barra de frente, con un brazo y una pierna adelante, Fosbury desarrolló una técnica que lo lanzaba de espaldas sobre la barra. Se le llamó la caída Fosbury. Desarrollar una nueva técnica para el salto de altura era una cosa. Hacer que fuera aceptada por los demás era otra. Fosbury recuerda: «Se me dijo una y otra vez que no tendría éxito, que no sería competitiva y que sencillamente la técnica no funcionaría. Todo lo que yo hacía era sonreír y decir: "Ya lo veremos"». Y la gente lo vio. En 1968, Fosbury ganó la medalla de
oro en los juegos olímpicos de México, superando la marca olímpica anterior y estableciendo una nueva marca mundial. Desde entonces, casi todos los grandes saltadores del mundo usan su técnica. Para lograr sus metas, Fosbury cambió su estrategia para el salto de altura y con ello no permitió que la gente se refiriera a él como un fracasado. 7. Los triunfadores siempre insisten Todos los triunfadores tienen en común la habilidad de insistir después de un error, falta o fracaso. La psicóloga Simone Caruthers dice: «La vida es una serie de resultados. A veces el resultado es lo que uno quiere. Grandioso. Piense en lo que hizo bien. A veces el resultado es lo que usted no quería. Grandioso. Piense en lo que hizo y que no volverá a hacer». Esa es la clave para intentarlo de nuevo. Los triunfadores están siempre dispuestos a avanzar sin importar lo que ocurra, eso es posible porque no olvidan que los fracasos no los convierten en personas fracasadas. Nadie debería de tomar los errores como cosa personal. Esa es la fórmula para que usted no se considere un fracasado. En este artículo exploramos recomendaciones que nos pueden hacer mejores personas pero… ¿las palabras nos hacen mejores personas? ¡Seguramente no! Las acciones sí lo hacen. Si queremos convertir algo negativo en positivo, no nos basta con desearlo, es necesario que trabajemos por cambiar la realidad, como protagonistas de nuestra vida y no como espectadores, es necesario poner en acción las buenas intensiones. Lo motivo estimado lector a que persevere y ponga en práctica estas habilidades que buscan que usted sobresalga y encuentre mejores hábitos, que al ponerlos en práctica lo harán más exitoso y feliz.
Página 15
Pรกgina 16
18 de Noviembre de 2015
EL Heraldo Hispano
El Heraldo Hispano
18 de Noviembre de 2015
Doctor Corazón Querido Doctor Corazón: Mi novio murió hace 3 años, un día de septiembre. Nos conocimos en nuestra tierra natal y por dos años disfrutamos de un noviazgo realmente maravilloso. Teníamos edad para casarnos, pero en esos momentos mi familia esperaba emigrar a los Estados Unidos. Mi papá había “arreglado” con la pasada amnistía y había pedido por nosotros. Por eso decidimos esperar. Nos casaríamos aquí en Iowa. Desesperado, decidió aventurarse a cruzar la frontera por el desierto de Arizona. Mi última conversación con él la tuve el último domingo de agosto. Junto con otros 4 mexicanos empezarían la jornada final, al día siguiente. Mis sentimientos eran encontrados. Un lado de mi cerebro apoyaba su decisión, el otro lado parecía gritarme con voz de peligro. Miles pasan todos los días. -No le va a pasar nada-, decían. -Puede perderse en el desierto o ahogarse en el río-, alegaba mi papá. Al ver las noticias mostrando esas terribles escenas mi corazón flaqueaba. Pasó una semana y pasaron dos. Silencio. La familia en México preguntaba por él y yo no tenía una respuesta para darles. En mi corazón sentía culpa, dolor, angustia, sentía de todo y nada. Al mes cumplido dejamos todos de sentir esperanza y lo lloramos como muerto. En mi caso, lo lloraré toda la vida. Un primo de él vino hace unas semanas y desde el primer momento que me vio me empezó a enamorar. Ese joven me gusta un poquito, pero mi corazón todavía lo siento pegado a ese viejo amor. Aún pienso que mi novio vendrá y por eso rechazo a cualquier muchacho con intenciones de enamorarme. Melancólica.
Estimada Melancólica: La vida sigue adelante. El tiempo es un juez justo y para este momento, si alguna vez debías algo, tu sacrificio ha pagado cualquier deuda. Esperar a alguien todo ese tiempo es admirable, pero no lo puedes esperar toda la vida. No sería justo dejar pasar tu juventud atada a un recuerdo solamente. Valiente y decidida deja el pasado atrás y sigue adelante. Escucha tu corazón. Desde allá del fondo te hablará y lo que te diga será verdad. La noción de un único amor es falsa. El aspecto romántico del amor no lo es todo. El amor verdadero es un proceso. Nace, crece y nunca deja de crecer si se cuida, se poda y nunca se deja de regar. Hablamos del amor, separándolo de ese alguien muy especial y único. Lee con detenimiento este verso: El amor es todo un proceso, que nace crece y se cultiva. Amar no es solamente beso, es poner todo en perspectiva. Amar a alguien con sus defectos y virtudes, es amarlo de verdad. Idealizarlo en nuestras fantasías, como a alguien perfecto, es amar a alguien realmente desconocido. Ese amor no prosperará por mucho tiempo. Vuelve abrir tu corazón sin temor. El amor de tu vida no será para toda la vida si descuidas el amor y no sigues estos consejos. Quien nunca escucha consejo, jamás llegará a viejo, reza el refrán. Amas a quien sirves y por quien te sacrificas. Por otro lado, a los muertos debemos recordarlos. Olvidarse de ellos es dejarlos morir. Lo malo es morir con ellos. Eso no es bueno y nunca ha hecho feliz a nadie. Tu Doctor corazón.
Página 17
EL Heraldo Hispano
18 de Noviembre de 2015
RECIBE UN SMARTPHONE Y UN PLAN DE 30 DÍAS POR UN BAJO PRECIO.
RECIBE UN NUEVO
CON LLAMADAS + TEXTO + PAQUETE DE DATOS
SIN LÍMITES 1GB DE DATOS 4G
iWIRELESS FREEDOM V35
Página 18
30 DÍAS POR
¡NUEVO PRECIO!
ALCATEL ONE TOUCH M’POP ★ ★
Teléfono 30 Días de Llamadas Ilimitadas + Texto + Paquete de Datos con 1GB de Datos 4G
79
$
59
$
¡NUEVO PRECIO!
ALCATEL ONE TOUCH Fierce ★ ★
Teléfono 30 Días de Llamadas Ilimitadas + Texto + Paquete de Datos con 6GB de Datos 4G
99
$
VISITE UNA LOCALIZACIÓN CERCA DE USTED TAKE2SCENE 2 212 Main Street Columbus Junction 319-728-7167
DANVILLE TELECOM 102 S. Main St Danville 319-392-4251
iWIRELESS 512 Main Street Keokuk 319-524-1417
PAYDAY TODAY 807 Richmond Ave Ottumwa 641-683-4441
iWIRELESS 821 Ave. G Fort Madison 319-372-2976
iWIRELESS 2445 Northgate Dr Ottumwa 641-683-2008
Visite a una tienda para más detalles. Velocidades de datos pueden ser reducidas al alcanzar los límites del paquete de datos. Teléfono 4G y cobertura 4G es necesaria para obtener velocidades 4G. Precios y condiciones sujetos a cambio sin previo aviso. Se aplican impuestos, tarifas y otras condiciones. El icono iWireless es una marca registrada por Iowa Wireless Services, LLC, dba iWireless. © 2015 Iowa Wireless Services LLC.
El Heraldo Hispano
18 de Noviembre de 2015
Tradiciones de mi
tierra
Aunque no me lo creás, esta carta la escribo a las nueve de la noche recostado en la cabecera de mi cama, utilizando la tabla de picar verdura de mi mamá, porque estos días aunque ya estamos de vacaciones de la escuela, he tenido mucho que hacer. Primero, con mis amigos fuimos al barranco en donde han crecido cañas de castilla, como llaman a las que se parecen al bambú; ya cortadas y puestas a secar a sol, nos sirvieron para hacer la armazón de nuestros barriletes, aunque no competimos con los que hacen en Sumpango, municipio del departamento de Sacatepéquez, en donde los construyen más altos que una casa de dos pisos; miden hasta veinte metros, y se echan a volar el uno de noviembre, cuando en la Nueva Guatemala de la Asunción, como se llama nuestra ciudad capital, al mediodía almorzamos el fiambre. Fue por eso que los lenes que me mandás, y que había ahorrado, los utilicé para comprar papel de china de colores y, como dice la abuelita, “cada año todo está más caro”, porque los pliegos que el año pasado valían tres centavos, ahora cuestan cinco. También debí comprar un cono de cáñamo para unir las varillas, en donde con engrudo (1), pegué los papeles. Claro que no les hice dibujos como los sumpangueros, porque no sé cómo ellos logran hacer los que echan a volar. Apenas pasó el primero de noviembre, con mis amigos fuimos al barranco para cortar chiriviscos (2) y maleza seca, adelantándonos así a otros patojos porque como sabés, el siete de diciembre es cuando hacemos los “fogarones” (3) para “quemar al diablo”. Para nuestra buena suerte madrugamos, porque el año pasado patojos de otro barrio se nos adelantaron y debimos hacer nuestra quema con cuanto papel periódico se nos atravesó, que fue lo único que pudimos encontrar. Lo malo de todo esto fue que, como llovió mucho, aún en el mes de octubre, la maleza estaba verde; sí costó cortarla, mucho peor fue subirla arrastrada por las laderas del barranco para llevarla hasta nuestras casas para, en los patios, ponerla a secar. Le hubieras visto la cara
a la abuelita cuando entré con esa cantidad de maleza, puso el grito en el cielo; pero cuando vio la expresión de mi rostro me dijo que sí, pero que pusiera la mayor cantidad posible sobre las láminas del techo del gallinero. En cambio a uno de mis amigos la mamá lo sacó a la calle con todo y monte, lo que nos obligó a distribuirlo entre las casas de los otros patojos de la cuadra, pero la abuelita me dijo que en su patio ya no quería más. Tenía razón, porque el techo amenazaba a caerse, debido a que el monte verde pesa mucho. El “Chilolo” (que así apodamos a nuestro amigo del barrio), afligido —porque nos obligó a todos, aunque él trabajó más— a punto de llorar nos dijo cuando terminamos: —Pero ¿me van a dejar que yo también queme el fogarón muchá? (4) Todos nos reímos y le respondimos afirmativamente.
“Le hubieras visto la cara a la abuelita cuando entré con esa cantidad de maleza, puso el grito en el cielo”. Sé que en Iowa no hacen fogarones para “quemar al diablo” y me pregunto ¿lo has visto? Porque la abuelita dice que se presenta en las casas de las familias en donde surgen dificultades, y como en todos los hogares se dan pues; por ejemplo, te diré que hace poco le pegaron a mi hermana la Chayo, porque mi papá la sorprendió besándose con un patojo en la tienda de la esquina y cuando regresó, mi papá la esperaba en la cocina chicote en mano y sin decir palabra, le dio cuatro chicotazos. Ella soportó los primeros dos sin llorar, pero con los otros dos soltó el llanto. Entonces le dijo: —Esos chicotazos son porque vi que te besabas con un patojo haragán que no estudia y que no tiene oficio ni beneficio. Aunque la Chayo me cae muy mal, me dio lástima porque mucho rato después la oí que todavía suspiraba en su cuarto. Lo peor, es que eso del diablo ¡es cierto vos! Después de esa dificultad y como dice la abuelita, el
diablo tiene que haber estado dentro de la casa y se escondió en un rincón, para continuar provocando dificultades. ¿Por qué? Te preguntarás. Simple: dos días después y sólo por molestar a la Chayo, metí en uno de sus zapatos un tenedor con las puntas afiladas hacia arriba y cuando ella introdujo el pie derecho, como lo hizo parada se lastimó, por lo que gritó. La abuelita alarmada acudió prontamente, y al verla sentada en su cama con la pierna estirada al aire, al quitarle el zapato la lastimó más. —¡Ese fue el Carlos! —exclamó la abuelita y poco después fue a mí a quien dio paletazos. De suerte que como ya está viejita no me dolió mucho; pero sí, el diablo se esconde en los rincones de la casa. Por eso, es que mientras el fogarón está prendido, se echa agua bendita en los cuartos y se sahumerio con incienso; rezan el Padrenuestro y el Avemaría para que salga, y que el fuego lo guíe, para que regrese al infierno, que es su casa. Como sé que allá en Please Mont, Iowa no hacen fogarones y el diablo está presente en las casas, te pregunto si lo has visto alguna vez. Si como supongo, lo habrás visto, por favor contame cuando me respondás. Como ya se me cansó la mano y tengo mucho sueño, ya no te escribo más. Mi mamá te recuerda lo del Money Order, pues como todo está caro, se quedó sin dinero después de hacer el fiambre y a mí, hay me mandás mis lenes, porque me quedé sin nada después de fabricar mi barrilete, que ya te contaré lo que ocurrió. En la casa todos te mandan saludes. El Carlos. (1) Pegamento casero que se prepara con maicena cocida. (2) Arbustos de escasa altura cuyas ranas son de escaso diámetro y secos que arden fácilmente. (3) Fogatas que se originan en las calles citadinas. Su origen se remonta a la Colonia Española, cuando se hacían las luminarias, como llamaron a grandes fogatas con las que se iluminaba el paso de la procesión de la Virgen de la Concepción. (4) En lenguaje coloquial chapín, contracción de muchachos.
Página 19
Pรกgina 20
18 de Noviembre de 2015
EL Heraldo Hispano
El Heraldo Hispano
En efecto, fue un tres de mayo, día de la cruz, cuando José invitó a Victoria a salir por primera vez. Había un sentimiento festivo por todos lados, dentro y fuera de las casas; en el parque, en las tiendas y cerca del palacio municipal. Los novios no vieron la fiesta, en ese momento no tenían ojos para nadie, ni para nada más. Tomados de las manos siguieron por un camino y ni ellos saben dónde fueron a parar. En esencia, José se había “robado” a Victoria. Bueno, robado es mucho decir, pues la novia iba como si tenía alas y el paisaje era verde, de un verde total. A eso de las 12:00 de la noche, cuando la calle estaba sola, muy sola, Victoria caminó de puntillas hasta su casa. Allí la esperaba don Feliciano Muñoz, con la mirada firme y fuerza en su voz. Tenía en su mano un lazo mojado listo para castigar, o como decían en aquellos tiempos, para enseñar una lección. Aplicado el castigo, salió enfurecido a reclamarle a don Florencio Ríos. Así quedaron o así hicieron un trato aquellos señores de bigote, al estilo del actor Luis Aguilar. — Mañana mismo los llevaremos a la iglesia a casar. —No se puede casar a personas tan jóvenes —les respondió el cura del lugar. Entonces acordaron retener a cada uno de sus hijos en sus respectivas casas, hasta resolver aquella disparatada situación. En esas pasó un año y si contamos bien, la boda fue cuando la canción “Camino de Guanajuato”, popularizada por el cantante José Alfredo Jiménez estaba en su máximo apogeo y furor. Ese día el perro de la tenería, “el negro”, mordió a José. El joven iba bien vestido y portaba en sus labios una sonrisa valuada en un millón. El perro lo había desconocido y por eso lo mordió. Corría 1961 y el amor entre José y Victoria era, hasta este momento, de verde color. José Ríos tenía en sus manos la mata de su juventud y por eso se aventuró a cruzar hacia el Norte. —En esos tiempos era fácil cruzar — afirma don José. Aclaro, el héroe de esta historia está sentado a mi derecha y la heroína, a mi izquierda, en su pequeño comedor. Afuera, hay unas nubes amenazantes, pero aquí hay sonrisas y delicioso calor. Victoria, amaba a José y por eso lo siguió hacia el Norte. Era 1976 y ya tenían
18 de Noviembre de 2015
ocho hijos. A Vicky, de un mes de nacida, la dejó al cuidado de su suegra, doña María de la Luz. —Yo también crucé la frontera y así vine aquí. Estaba decidida a mantener fuerte mi matrimonio y separados llevaba las de morir. “Vicky está enferma” le decían cuando ella preguntaba por su bebé. Victoria lloraba por la recién nacida, pero se aguantaba y así salía a trabajar. Seis meses después ya no le pudieron ocultar la verdad: la bebé había fallecido. A este punto, ni José ni Victoria podían regresar. Estaban en este país indocumentados y solo les quedó llorar y aguantar el dolor. Poco a poco y un cachito, el resto de los hijos arribó a este país. José trabajaba para la empresa constructora La Universal y la Baker Pacific. En estos trabajos se le pasaron veinte años de su vida. También vio a dos de sus hijos convertirse en jefes de pandillas en Los Ángeles. Así lo cuenta don José: —Esos dos hijos, a pesar de haber pertenecido a esas organizaciones del mal, siguen vivos y eso es para nosotros una gran bendición. Por eso, don José y su familia emigraron a Washington, Iowa. —De eso ya hace veintitrés años y mire aquí seguimos — me dice don José. Y mientras don José se disculpa para ir a traer el retrato de la boda, doña Victoria me susurra: —José bebió por más de treinta años. Ahora ya tiene treinta y tres años de no ingerir licor. —¿De verdad? exclamo yo. —Mire, yo nunca fui alcahueta de esos vicios; si se aparecía borracho a esta casa no le permitía entrar. Allí se quedaba afuera y a eso de las cinco de la mañana, me tocaba la puerta y me decía “ya me voy a trabajar”. Fui dura y así como lo quería, también así lo trababa, firme con el hierro de mi carácter. —Bueno, y entonces cuénteme ¿cómo han hecho para permanecer sonrientes estos cincuenta y cuatro larguísimos años? —me da por preguntarle. —Mire, aquí no hay “esto es mío y esto es tuyo”, aquí no hay orgullo; si uno es malo, el otro es bueno y si uno grita, el otro calla. Y aunque la tormenta parezca arrancarnos de raíz, nos agarramos duro y nos soltamos hasta pasado el huracán. Ahora ya no es así. Las parejas se separan solo porque uno no le dijo al otro “buenos días Juan, buenos días María”. No hay eso
de sufrir, de quedarse con las manos empuñadas y los labios apretados. No hay eso de comer con poquito, de conformarse con menos. Es una competencia para ver quién gana más y quién grita y hace desprecios más dolorosos. —Ah, pues, ya veo porque ustedes este sábado van a cumplir cincuenta y cuatro años de feliz vida matrimonial. A doña Victoria me la imagino una buena cocinera. Y por eso le pido una receta de algún platillo mexicano. —¿Ha probado el mole huevón? — me pregunta. Primero me río y luego indago sobre eso tan raro para comer. —Deme la receta —agrego. Y cuando nomás empieza a dictármela, comprendo el porqué del nombre de esa receta creada por doña Victoria. —Primero, ponga el pollo a cocer en una cazuela. Y luego coloque en el cristal de la licuadora el contenido de un vaso de mole de doña María, una latita de pasta de tomate El Pato, un plátano macho maduro, la mitad de una manzana, un poco de chocolate y haga todo eso un tipo de pureé. Ahora cocine el mole y agregue el pollo. Sírvalo con arroz, una salsa de nopales, con tomate, cilantro, chile y queso. —Ah, ya me dieron ganas de comer —interrumpo yo—. Un día de estos voy a probar a cocinarlo yo. Un día de estos —repito y me pongo a reír. —Pues, usted verá — interrumpe don José—, nosotros tuvimos catorce hijos: siete mujeres y siete varones. Teníamos dos equipos para jugar futbol y así nadie podía decir, de aquel lado hay más o de aquí, hay menos. Yo aspiro, luego respiro aliviado y digo: —ustedes merecen una corona. Bueno, la corona más grande y más reluciente es para doña Victoria. A usted le daremos una pequeña de pocos quilates nada más. El día de la boda, doña Victoria lucía un vestido color del cielo. En los ojos de don José había un reflejo verde. Todo afuera y por el Cerro el Calvario, un viento amable acariciaba el monte verde. Más de medio siglo después, el fondo de la fotografía en esta portada es verde y verde sigue siendo el amor de doña Victoria y don José.
Página 21
Página 22
18 de Noviembre de 2015
EL Heraldo Hispano
Haga Que Su Voz Sea ESCUCHADA
Visite el siguiente enlace para tomar nuestra encuesta política:
https://www.surveymonkey.com/r/26RVVML
El Heraldo Hispano
18 de Noviembre de 2015
SECCION NOSTALGIA
Página 23 por: Oscar Argueta
Camaron que se duerme... E ran interminables aquellos días de temporal lluvioso en La Media Luna y alrededores. La ropa no se secaba, la leña mojada no ardía, las cosechas se maduraban antes de tiempo. Interminables eran también los consejos y refranes de mi abuelita Virgilia. Fue durante uno de esos cerrados aguaceros, cuando escuché de ella el dicho: “Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”. La lección de tal refrán se podría entender de muchas maneras. El mensaje era: “Había que ser diligente, buscar y aprovechar toda oportunidad de progresar. Ir siempre adelante, mantenerse despierto y no dormirse uno en sus laureles”. Entre tanto tumulto y golpe del aguacero es difícil escuchar lo que me está diciendo. Ella va delante de mí cargando sobre su cabeza una canasta copada de frijol nuevo; y yo voy cargando, sobre mi espalda, una red colmada de tusas. Tengo ocho años y mi mejor esfuerzo por mantenerme al paso de ella no es suficiente. El agua me está entrando por los ojos, la boca, los oídos y la nariz y me siento ahogar. No puedo avanzar como quisiera. El miedo me acobarda y las correntadas de agua colorada están a punto de arrastrarme quién sabe a dónde. Las tormentas eran de miedo y arrancaban árboles y algunas veces las nubes derramaban sobre nosotros un aguacero de pescados. Llovía de noche y de día, sin tregua. Al sol se le olvidaba salir; y durante ese tiempo el cielo permanecía gris por días y semanas enteras. De tanto ver aquel paisaje monótono, de tanto escuchar aquel sonido perenne, daba sueño. Vencer aquella modorra invernal era sumamente difícil. Para entonces yo ya había escuchado el famoso dicho, “Camarón que se duerme…” y no me podía dormir, ni acostado ni parado. De acuerdo
con mi abuela Virgilia, la noche se había hecho para descansar solamente, y eso se aplicaba durante los largos veranos calientes y los interminables inviernos copiosos. El dicho: “no hay que dormirse uno en sus laureles”, mi abuela lo había escuchado de sus abuelos y estos lo habían escuchado de los españoles; quienes a su vez lo habían escuchado de los antiguos romanos. En su casa, un general romano podía relajarse y descansar sin la corona de laureles puesta sobre su cabeza, pero dormirse mientras gobernaba o peleaba cualquier batalla era fatal. Mi abuelita Va nunca supo del origen de este famosísimo refrán, pero de haberlo Virgilia sabido, la hubiera escuchado decir: “El suave olor a laurel de seguro adormecía a esos generales romanos. Por eso dejaron usarla los generales de épocas más recientes”. La escucho soltar una carcajada. Esta vez se reía de propia y colorida ocurrencia. Cuando esa señora mía pronunció por primera vez este dicho no era mayo, ni septiembre. Eran los meses calientes de marzo y abril. De dónde o cómo aprendió mi abuela el dicho, “No te duermas en la ceniza”, no lo sé, pero lo sospecho. La ceniza tibia y suave invita a dormir. Dormir cerca o sobre un colchón de ceniza en tiempos de frío o calamidad es agradable. Mi abuela y yo muchas veces dormimos cerca del fogón apagado. Nos quedábamos allí para evitar que ladrones y perros se robaran o comieran la carne que secábamos para comerla durante los temporales lluviosos. De su autoría o no, la figura de dormirse en la ceniza gris y tibia, se adaptaba a la filosofía de mi abuela, la de mantenerse uno siempre activo y con todos los sentidos bien despiertos. La palabra “ceniza” me regresa años atrás a San Luis rey de Francia, cuando Don Justo Margarito, nos
apodaba “Hijos de la Ceniza.” Era un título de odio y de desprecio y tenía sabor a venganza. Teníamos sangre de su acérrima enemiga, doña Virgilia y no merecíamos bondad ni compasión. Nos había relegado a crecer en la cocina y allí acurrucados escuchábamos el viento de las tormentas azotar el fogón. Nunca nos llamó sus hijos ni nos consideró dignos de presentarnos a la sociedad. Esas eran tormentas del alma y anegaban nuestro interior de dolor. El agua me llega a las rodillas y mis pies, al caminar se van enterrando en el lodo. No puedo correr como quisiera y aunque sigo luchando por mantenerme al paso de mi abuela, no lo logro. Mis esfuerzos son tan inútiles como inútil es para un ratón forcejearse una vez atrapado por las garras de un gato hambriento. La correntada va arrastrando tortugas, pescados, culebras, sapos y miles de camarones medio dormidos. El silbo al rasgarse las cortinas de agua es espantoso. Todavía estamos a dos kilómetros de nuestra casa. La carga de tusas que llevo sobre mi espalda está totalmente empapada y empieza a pesar el doble. Mi desesperación me debilita o me fortalece, no lo sé. Por ahora no puedo detenerme a pensar en eso o si esta experiencia me ayudará a enfrentar las tormentas de la vida, cuando tenga cuarenta años o más. Mi único objetivo por ahora es alcanzar a mi abuela y sobrevivir. En aquellos momentos no le puse mucha atención a otro de los famosos dichos de mi abuela: “Una golondrina sola no hace verano”. Mi abuelita Virgilia nunca leyó o siquiera se enteró de la existencia del famoso libro, Don Quijote de la Mancha. En el capítulo XIII del primer tomo, se encuentra escrito por primera vez el famoso dicho de una sola golondrina no hace verano. Sancho Panza trata
de explicarle a Don Quijote la falta de credibilidad en el esfuerzo de una sola golondrina para cumplir la tarea de anunciar el anhelado verano. De la ocurrencia del fiel Sancho, también se hubiera reído a carcajadas. En ese tiempo yo aún no había memorizado el más famoso de los poemas de las golondrinas, del poeta español Gustavo Adolfo Bécquer. De esa locura mía, la de memorizar durante mis años adolescentes, cuarenta poemas de los grandes poetas latinos, no se hubiera reído. La señora a quien voy tratando de alcanzar bajo esta despiadada tormenta, por las inmediaciones de la finca bananera de La Media Luna, no hubiera aceptado jamás que su nieto se inclinara tanto por el oficio de escribir o memorizar versos. Esta tarea era para “gente sin oficio o sin mucha iniciativa”, decía. Uno se preparaba para la vida, moviéndose de un lado para otro, haciendo algún trabajo con las manos o con los pies, pero jamás sentado viendo pasar la vida con la mirada puesta en lo invisible. Cuando ella decía, la letra no quita tontera, se refería a la educación ofrecida en los libros y no la de observar y aprender de la naturaleza misma. Al verme asustado por la cercanía de alguna tormenta, me decía: -¡Alégrate! Las tormentas evitan las sequías. Cuando no llueve con fuerza no nos espera nada bueno. Hasta podemos llegar a aguantar hambre. Los tigres se aprovechan del ruido de los aguaceros. Así es como cazan a los desprevenidos venados y a los muchachos lentos como tú. El miedo a morir en las garras de un tigre me destemplaba los nervios, pero a la vez me daba fuerzas para tratar de alcanzar a mi abuela y sentirme protegido. Cuando los pájaros hacían sus nidos en las ramas bajas de los árboles es que el invierno traía mucho aire.
-Para evitar pérdidas en las cosechas se siembra semilla de maíz bajo-, me enseñaba. Coloca el machete con el filo en dirección de la tormenta. Esa “contra” la ahuyenta, agregaba. Eso de poner dos machetes en cruz al frente de nuestra casa, para evitar ser golpeados por centellas o granizo, siempre nos dio buenos resultados. De otra manera, mi familia y yo nos hubiéramos muerto muchas veces. -¡Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente!-, me ha vuelto a gritar. Veo hacia la derecha y veo a unos diez camarones flotando sobre la corriente sucia. Mi fe en la palabra o en los dichos de mi abuelita Virgilia aumenta. Al llegar a nuestra cabaña no me sentaré a descansar, apenas tendré tiempo para vestirme con ropa seca y tomar café. Necesito, de inmediato, buscar un espacio de piso seco para colocar allí el frijol mojado. También necesito hacer algo para secar las tusas. La humedad del temporal lluvioso de ese mes de Septiembre evitará secar el frijol y las tusas mojadas, pero por lo menos el aire podrá ventilar y finalmente secar lo mojado. A mi abuela la veo peinando la madeja de su pelo rubio y observando si hago el trabajo correctamente. En mi angustia por librarme de la tormenta no vi a doña Virgilia recoger de la corriente los camarones medio vivos y los iba colocando en la falda de su delantal. “A río revuelto, ganancia de pescadores”, decía también la abuela. “Cuando el río suena, es porque piedras lleva”, la escuché decir muchas veces. Bien, por ahora me conviene terminar mis tareas. Unos deliciosos camarones asados sobre el comal de barro me están esperando y, si no me apuro, me abuela me volverá a gritar: “camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”. Corro el riesgo de quedarme sin comer. ¿No les parece?
N
Página 24
os nace del alma dar las gracias a Dios, el verdadero propietario de El Heraldo Hispano. También dar las gracias a nuestros cientos de patrocinadores y a muchos, muchísimos y fieles lectores. Nos consideramos empleados del más bondadoso de todos los seres: ¡Dios! Debido a esa confesión, nuestros clientes son nuestra familia y los estimamos como a hermanos, en las buenas y en las malas; en lo brillante y en lo gris. No nos alcanzan las palabras para expresar cuán interesados estamos en su progreso y prosperidad. Estamos dispuestos a caminar la segunda milla y también la tercera y la cuarta, para servirles como si estuviéramos sirviendo a Dios. Y bien, la celebración del día de Gracias me da la excusa para hacer ciertas confesiones. Primero: cada día lo empiezo de rodillas. Dios es mi primera y gran necesidad. Divido mis plegarias en cuatro partes. En una de esas categorías incluyo al Heraldo, a sus clientes, a sus escritores etc. Recuerden, el Heraldo no es mío, es propiedad de un ser lleno de luz y de verdad. Sin embargo, hace algún tiempo acostumbraba a decir: Yo soy mi propio jefe. Yo soy el propietario. Yo soy el mandamás, yo aquí y yo allá. Al fin, un día comprendí mi error. En ese momento levanté la mirada y vi hacia arriba y allá vi al gran Yo Soy. A partir de entonces dejé de referirme a mi pequeño yo y ya no dije más: yo aquí y yo allá. Así me va mejor, así continúo siendo responsable y siento más grande el compromiso de dar lo mejor de mí. Un momento, también tengo jefes menores. Cada uno de los patrocinadores de El Heraldo son eso, mis jefes. A ellos deseo servir y complacer. Sin ellos, no tengo trabajo y
18 de Noviembre de 2015
sin ellos sería casi imposible sacar a luz esta publicación. Por eso, los incluyo como parte importante de mis meditaciones a esas horas calladas de la mañana, cuando aún los pájaros duermen un sueño feliz. Durante catorce años mis noches han sido largas. A esas horas escribo; a esas horas me sobreviene una paz inmensa; y bajo el influjo de esa quietud, nacen en mi corazón palabras, y con ellas formo historias y poesías de amor y desamor. Eso sí, cuando me voy a dormir, al subir cada escalón, voy repitiendo: “Gracias, gracias por ser el Dueño de todas las palabras y por dármelas a mí sin regatear. Sin ti, no lo hubiera podido lograr, sin tu ayuda no lo hubiera podido escribir. Puedo tener grandes
pensamientos, pero los Tuyos son mucho más grandes, son sin fin”. Una cosa más. Tengo cinco años de viajar a mi pueblo, el muy famoso pueblo de San Luis rey de Francia. No es mía aquella obra. El susurro vino del cielo. Desde aquel día, más de cuarenta estudiantes han recibido apoyo económico para continuar sus estudios. La mitad ya se han graduado y han seguido estudios universitarios. Otros se han embarcado y lanzado a conquistar el mundo estableciendo sus propios negocios. Los proyectos culturales y sociales son muchos y solo han traído felicidad y progreso a mis paisanos queridos. De esta manera he puesto mi granito de arena para edificar, junto a los
EL Heraldo Hispano
míos, un futuro mejor. Eso sí, el arquitecto no soy yo, es el Gran Yo Soy. Ya con esta me despido, no sin agradecerles de nuevo y de hacerlo con todo el corazón. Gracias por su patrocinio, gracias por ser tan buenos y fieles lectores. Gracias por darme el motivo perfecto para escribir mis historias y mis poesías. Cuando escribo no pienso en desconocidos, ni en gente lejana a mi alma. Pienso en sus sonrisas, en sus miradas, en su gran valor y coraje, en su determinación de triunfar. Un millón de gracias a todos ustedes y eso y más para el Ser más inteligente, para el Gran Yo Soy.