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ENCUENTRO AL PIE DE LA MONTAÑA – UN JOVEN LUNÁTICO

Marcos 9:14-29

Texto principal: Marcos 9:23-24. Jesús le dijo: “Si puedes creer, al que cree todo le es posible. E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: creo, pero ayúdame a superar mi incredulidad”.

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INTRODUCCIÓN

Nuestra vida cristiana está hecha de altos y bajos, algunas veces nuestra fe está fuerte y otras veces está débil. La vida cristiana pasa por esos momentos, eso no necesariamente significa un problema. Hoy en día todo lo que te sucede tiene que probar, dar evidencias del porqué; si tu fe bajó, usted necesita probar por qué bajó. Muchas veces pensamos que disminuir en la fe es malo.

CONTEXTO

En Marcos 9:2-4 se menciona la escena de la transfiguración de Jesús. Pedro, Jacobo y Juan presenciaron algo glorioso. Jesús subió al monte, llevó a tres de sus discípulos para orar y en la madrugada recibió la visita de dos personajes ilustres: Moisés y Elías, seguidamente Jesús fue transfigurado. Los tres discípulos contemplaron una vista anticipada de la futura exaltación de Jesús y de su reino venidero (Mr. 9:1). Moisés y Elías simbolizan a los que Cristo llevará con él a su reino celestial (vivos y resucitados). La transfiguración simboliza a los vivos fieles que contemplarán la venida de Jesús y dirán: He aquí, este es nuestro Dios a quien hemos esperado, y él nos salvará (Isa. 25:9). Los tres discípulos tuvieron este enorme privilegio. Mientras todo eso sucedía encima de la montaña, al pie de la montaña el escenario era diferente. Encima del monte tenemos alegría y felicidad, al pie de la montaña tenemos sufrimiento y dolor; por un lado tenemos a Moisés y Elías

animando a Jesús, por otro lado tenemos a los fariseos y escribas criticando y desanimando a los discípulos; por un lado vemos a un Padre feliz por el ministerio de su hijo, debajo de la montaña vemos a un padre sufriendo por la vida de su hijo; por un lado tenemos a discípulos maravillados por el milagro de la transfiguración, al pie de la montaña tenemos a discípulos frustrados por no poder realizar el milagro. El contraste del monte de la transfiguración con el pie de la montaña es similar a lo que sucede en nuestras vidas. Existen momentos en que nos encontramos encima de la montaña, pero también existen momentos en que nos encontramos debajo de la montaña. En la vida cristiana pasamos por momentos tristes y felices, momentos difíciles y fáciles, momentos de angustia y calma, pero nuestra fe debe permanecer firme, nada puede apagar nuestra fe. Una cosa es que nuestra fe pase por pruebas y otra es perder la fe.

DESARROLLO

Marcos 9:14-29 habla de la fe. Los personajes que aparecen en esta escena tienen algún grado de fe. Por ejemplo, los escribas no tenían nada de fe en Jesús. Los discípulos tenían una fe pequeña, por eso Jesús los reprende. En cambio el padre del joven lunático tenía una fe humilde que necesitaba ser perfeccionada. El estudio de hoy será rescatar algunas lecciones de la fe que Dios espera de nosotros, tres lecciones de fe, tres características de fe que vencen la incredulidad.

I. LA FE QUE BUSCA DEPENDENCIA EN DIOS (Marcos 9:16-19)

Una vez que Jesús baja de la montaña encuentra un problema muy grande. Encuentra a los escribas que estaban atacando su ministerio a través de sus discípulos; encuentra que los discípulos estaban avergonzados y frustrados; también encuentra una tremenda multitud que se acerca y observa todo lo que estaba pasando.

En medio de la discusión Jesús pregunta: ¿por qué están discutiendo?

Quien responde no son los escribas, ni los discípulos, quien responde es el padre del joven endemoniado. El padre dice: “Tus discípulos no pudieron reprender al demonio que lastima a mi hijo”. Este fracaso era un arma poderosa para los escribas: ellos argumentaban que Jesús y sus mensajes eran falsos, y por ende sus discípulos también lo eran.

Lo curioso es que en Marcos 6:7 dice que Jesús ya los había capacitado para sacar demonios inmundos. Jesús les dio su poder, y en el vers. 13 dice que los discípulos habían expulsado demonios, o sea, anteriormente ellos ya habían expulsado demonios, no era la primera vez que ellos hacían eso, es más, ellos fueron de dos en dos, ahora eran 9 discípulos. La pregunta es: ¿Qué pasó?, ¿por qué no lograron expulsar? La respuesta es simple: ellos se habían confiado en sí mismos. Los discípulos confiaron en sus propias habilidades y no en aquel que da esas habilidades. Cuando ellos vieron al joven lunático dijeron: ¡está fácil, nosotros podemos! Ellos fracasaron porque no habían aprendido a depender completamente de Dios, nuestra fe debe depender de Dios. Incluso, cuando vamos a Marcos 9:28, los discípulos preguntaron a Jesús, maestro: “¿Por qué nosotros no pudimos echar fuera?”. Jesús dice que es por falta de fe. El versículo 29 dice: “Este género solo sale con oración y ayuno”; en otras palabras: falta de dependencia de Dios, falta de relacionamiento diario con Dios, los discípulos no pudieron expulsar al demonio porque su fe no dependía completamente de Dios. En Mateo 17:20 Jesús es más específico con sus discípulos, les responde: “Por vuestra poca fe. Porque si tuviereis fe como un grano de mostaza dirían a este monte `pásate´ y se pasaría, nada sería imposible”. De la misma forma, Dios espera de mí y de ti una fe que busque la dependencia completa en Dios. Cuando oramos demostramos dependencia de Dios, cuando estudiamos la Biblia demostramos dependencia de Dios. Cuando adoramos a Dios demostramos dependencia de Él. Fe como el grano de mostaza: Jesús no está enfatizando la cantidad de la fe sino la calidad de la fe. Aunque tu fe sea pequeña como la mostaza, debe depender de Dios. ¿Qué significa dependencia? 1. FIDELIDAD 2.COMPROMISO.

II. LA FE QUE BUSCA RELACIONAMIENTO CON DIOS (Mar. 9:20-22)

Lo que llama la atención es la pregunta que Jesús hace al padre del muchacho. En el vers. 21 Jesús pregunta: ¿hace cuánto tiempo que está endemoniado?, ¿cuánto tiempo ya tiene este problema? Piensa conmigo. El vers. 20 dice que el muchacho se sacudía en el suelo echando espuma de su boca. En ese instante no era el momento adecuado para hacer preguntas sino para curar. Jesús obviamente ya sabía desde cuándo era endemo-

niado, la pregunta no era necesaria. Es más, el padre podría haber reclamado: Jesús, mi hijo necesita ser curado, si quieres después te cuento su biografía. Pero Jesús hace esa pregunta con un propósito; muchas veces no entendemos las preguntas de Jesús, pero detrás hay un propósito. Tú puedes estar preguntando: ¿Por qué Jesús hace esa pregunta si él ya sabía la respuesta? Además, ¿cuál es la relevancia de esa pregunta? Simple. Jesús tiene placer en relacionarse con sus hijos. Jesús ama relacionarse con sus hijos, Jesús es feliz cuando sus hijos tienen un corazón abierto a él para relacionarse. En otra ocasión la Biblia menciona algo similar de Jesús. En Lucas 8:43-45 se menciona la experiencia de una mujer con flujo de sangre. Mientras mucha gente seguía y tocaba a Jesús, en medio de esa enorme multitud él hace una pregunta: ¿quién me ha tocado? Tú y yo responderíamos igual que Pedro: “Señor, la gente te aprieta y te oprime ¿cómo saber quién te ha tocado?”. Las preguntas de Jesús son una muestra de que Dios desea relacionarse con sus hijos de cerca y no de lejos. Jesús, antes de sanar al joven y a la mujer, primero se relaciona con ellos. De la misma forma Dios desea relacionarse con nosotros. Dios desea que nosotros desarrollemos una fe que busque relacionarse con él. ¿Sabes? Muchos esposos cuando discuten no se hablan por días e incluso por semanas, Dios no es así. Él desea relacionarse con nosotros todos los días y espera que nosotros también. Muchas veces nosotros nos relacionamos más con las reglas de la iglesia, con los programas de la iglesia, con los hermanos de la iglesia, todo eso es bueno, solo que el problema es que descuidamos nuestro relacionamiento con Dios. Nuestra prioridad debe ser relacionarnos con Dios diariamente. Cuando pedimos algo a Dios él va a atender mi petición, pero en el proceso él se relaciona con nosotros. Él moldea nuestro carácter y hace de nosotros hijos cercanos a él. Recuerda: nosotros no oramos solo para pedir a Dios, nosotros oramos para estar con Dios.

III. LA FE QUE BUSCA CONFIANZA EN DIOS (Mar. 9:23-27)

Cuando el padre de ese muchacho explica desde cuándo su hijo fue poseído por ese dominio, el padre dice: “Señor, si puedes hacer algo, ayúdanos”. Jesús responde en el vers. 23 “¿Cómo que si puedo? Al que cree todo

le es posible”. La respuesta de Jesús es muy importante para nosotros. Jesús está diciendo que todas las cosas son posibles al que cree. Nuestra fe tiene que creer. Muchas veces decimos que tenemos fe, pero no creemos en las promesas de Dios. Hay una frase que me gusta: “Fe es confiar en Dios aun cuando tienes preguntas sin respuestas”. Hoy en día estamos viviendo las secuelas de una pandemia. Muchas personas perdieron cosas e incluso perdieron a seres queridos, cuanto más necesitamos aprender a confiar en Dios. Una vez un hermano de iglesia me dice: Pastor John, el médico dice que no hay posibilidad para salvar la vida de mi padre, está desahuciado. Yo le respondí en una frase: “Hermano, si existe el 1% de probabilidad, necesitas el 99% de fe. La fe es una pequeña palabra que puede mover grandes montañas”.

IV. CONCLUSIÓN

Tú y yo necesitamos ejercitar nuestra fe. La fe no hace que las cosas sean fáciles, pero sí hace que sean posibles. Muchas veces cuando estamos en medio de un problema sentimos que todo se ha acabado, el miedo inunda nuestro ser, pero calma, Dios está al control de tu vida. Dios en esta mañana quiere darte fe, esa fe que busca dependencia de Dios, relacionamiento con Dios y creer plenamente en él.

LLAMADO

Anota esta frase: “Alimenta tu fe hasta que tus miedos mueran de hambre”. Querido hermano, yo no sé los problemas que estás pasando, pero Dios en esta mañana te dice: No tengas miedo, yo tengo la solución. ¿Cuántos quieren decirle al Señor: Señor dame más fe, esa fe que busque dependencia, relacionamiento y confianza en el Dios todopoderoso? Recuerda: Guarda tu fe para no perder tu corona. Si en este momento todo está difícil, sin Jesús será mucho peor.

¡Vamos juntos y CONECTADOS!

Pr. John David Martínez Flores

Distrito Misionero Zamácola “B” - MPS

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