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DESTACADOS Pablo Atchugarry “El éxito es poder dedicar la propia vida a una vocación”

Fotos: Lorena Larriestra

JULIO 2021 • Pág 12 # 33 •

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Pablo Atchugarry

“El éxito es poder dedicar la propia vida a una vocación”

El reconocido escultor uruguayo reflexiona sobre los desafíos de ser artista en nuestro país, los procesos de creación de sus esculturas y las fuentes de inspiración que iluminan su trabajo. También, recuerda los comienzos de Fundación Atchugarry, y mientras divide sus días entre Italia y Uruguay, se enorgullece con la concreción de su último gran sueño: el nuevo Museo de Arte Contemporáneo Americano.

Por Rosalía Larocca

Pablo Atchugarry nació en Montevideo un 23 de agosto de 1954 y desde entonces su potencial artístico no tardó en despertar. Sus padres advertían su interés y talento por el arte cuando tan solo era un niño, por lo que lo alentaron a seguir por ese camino. En sus primeras obras se expresaba a través del dibujo y la pintura, pero poco a poco iría descubriendo otros materiales como el cemento, el hierro y la madera.

De la escultura lo enamoró su relación con el espacio, la posibilidad de que un objeto saliera del plano para convertirse en tridimensional. Y fue allí donde encontró el canal definitivo para expresar y desarrollar su vocación, especialmente cuando descubre la elegancia del mármol como un material noble que pronto se convertiría en parte fundamental de la identidad de sus obras. Habiendo recorrido las principales ciudades del mundo con sus muestras y exposiciones, en 2007 inaugura la Fundación Pablo Atchugarry en Manantiales, con el objetivo de promocionar las artes y crear un lugar de encuentro para artistas de todas las disciplinas en un entorno de profunda naturaleza. Actualmente, el escultor uruguayo vive y trabaja entre Lecco y Manantiales. Allí, en el corazón de este paradisíaco balneario uruguayo, se encuentra en obra su Museo de Arte Contemporáneo Americano, concebido para divulgar el arte nacional y regional e intercambiar exposiciones con distintas partes del mundo. En su último paso por nuestro país, Pablo Atchugarry habló con Hola Salud acerca de sus concepciones artísticas más profundas y su último gran proyecto pronto para inaugurar a principios del año próximo.

¿Recuerda cuál fue su primera obra? Esa con la que se dijo a sí mismo: “me voy a dedicar a esto toda la vida”.

Recuerdo mi primera escultura, una escultura que representaba un caballo, hecha en arena y portland, cuando tenia 18 años. Antes de esa obra escultórica yo me manifesté a través de la pintura y el dibujo. Y ahí sí que no podría recordar cuál fue el primero porque fue una continuación desde niño hasta siempre.

Para transitar una profesión artística hace falta vocación y talento, pero ¿qué más?

“Con esfuerzo y sacrificio los sueños pueden realizarse”.

Para dedicarse a una profesión artística pienso que lo primero es descubrir la vocación y eso tal vez sea una parte muy importante dentro de la futura profesión. Cuanto antes se descubra la vocación, obviamente más tiempo y más experiencia uno va a tener en la profesión. Pero aparte de eso creo que hay que tener una gran tenacidad, o sea, si uno está muy firmemente convencido de que esa es su vocación, tiene que estar dispuesto a hacer sacrificios y esfuerzos. Pienso que una carrera se construye escalón por escalón. Tal vez la suerte pueda tener también un lugar como en todas partes de la vida. Pero a la suerte hay que ayudarla, forjarla a través de encuentros, de situaciones, ir por todas, no darse nunca por vencido, y entonces tal vez ahí aparezcan oportunidades.

¿Cuáles son los desafíos de un artista que quiere desarrollarse en Uruguay?

Bueno, el Uruguay ha sido desde siempre cuna de grandes artistas y por lo tanto tenemos un pasado joven como nuestra nación, con una presencia importante de artistas que vehementemente marcaron el destino del Uruguay artístico. Creo que el desafío más grande que tiene el artista es formarse, desarrollarse y demás, pero pensar en que todo lo que pasa aquí tal vez sea solo una parte de su repertorio. Es importante la confrontación internacional y saber lo que se está haciendo en otros países. Es importante que el artista se mida de alguna manera con lo que están haciendo otros creadores en otras partes del mundo.

¿Qué lo enamoró de la escultura y cómo es el proceso de creación de una obra?

Empecé a descubrir la escultura de a poco. Muchas veces me decían colegas escultores y artistas: “No te vas a poder quedar en la pintura, se ve en tu obra que es la pintura hecha por un escultor”. Esto antes de que yo empezara a descubrirme como escultor. Entonces creo que me empezó a enamorar la relación con el espacio. El objeto que salía del plano era de alguna manera la pintura que salía del plano y se transformaba en un objeto tridimensional donde la luz juega un papel preponderante. El proceso creativo depende del material en el cual el escultor se manifieste. Hay dos tipos de escultura: la escultura en la que se quita el material para descubrir la imagen que ya está dentro del bloque o del tronco de madera, piedra o mármol; y la otra que se agrega como puede ser el hierro, el bronce, el acero y tantos otros materiales. Entonces el proceso creativo es diferente sea cuando uno toma un elemento natural como puede ser un bloque de mármol y va dialogando con una materia que ya existe en la naturaleza. El que agrega tal vez tenga menos límites, mayores posibilidades y según el material vamos viendo. Es muy importante reconocer y conocer las posibilidades que da un material.

¿Dónde encuentra sus fuentes de inspiración?

Las fuentes de inspiración tal vez sean una búsqueda personal. Creo que hay que buscar la propia imagen, esa que nos reconoce y de alguna manera está en lo profundo de nuestro ser. Es un poco el ADN, la huella digital. Es una expresión tan

JULIO 2021 • Pág 14 # 33 • “El camino artístico es un camino que lleva hacia la profundidad del ser humano”.

íntima y tan profunda que nos hace reconocibles.

Desde hace un tiempo su vida se divide entre Italia y Uruguay. ¿Qué tiene Maldonado que no tiene ningún otro lugar del mundo?

Desde hace muchos años, tal vez más de 40, que vivo en Italia, y desde hace 15 años que divido mi tiempo entre Italia y Uruguay, específicamente en el departamento de Maldonado. Los dos países me dan mucho, y en el caso de Maldonado me da una gran calidad de vida. Yo estoy en la campaña, aquí en Manantiales hay mucha naturaleza. Y es muy lindo estar y sentirse parte de esa misma naturaleza.

¿Qué lo llevó a crear la Fundación Atchugarry?

Dentro de este proyecto de ir y venir desde Italia a Uruguay, se me ocurrió en determinado momento pasar más tiempo aquí y establecerme por algunos meses en el año. Ahí empezó la creación de un taller de la casa y luego escalón por escalón empecé a pensar una fundación en un lugar de encuentro para los creadores y para el público en general. Un lugar donde la gente se pueda sentir cómoda y donde el arte tenga una expresión natural y coral, porque el parque de esculturas ha sido creado para que estén presentes muchos artistas de todas partes del mundo.

El hecho de que otros artistas puedan exponer en la fundación habla de una gran generosidad. ¿Por qué es necesario darles espacio a nuevas generaciones?

Creo que es muy importante dentro del proyecto justamente la coralidad y la presencia de diferentes creadores. Y eso no solo en el parque de esculturas sino también en los edificios donde realizamos exposiciones. Pienso que es muy importante dar espacio a las nuevas generaciones que van a ser la plataforma del futuro. A partir de ellos se va a continuar lo que están haciendo otros creadores de otras diferentes generaciones.

¿Qué siente cuando ve a un niño recorrer los pasillos de la fundación?

Cuando los niños y los jóvenes vienen a la fundación es una gran alegría porque esto es un contenedor. Entonces es importante que haya un contenido y que ese contenido sea aprovechado, disfrutado por los niños y los jóvenes. Es muy emocionante para mi cuando veo venir las escuelas y disfrutan del parque y las exposiciones. El acercamiento al arte es como abrir una ventana y ver un panorama que tal vez nos parezca lejano, y sin embargo está muy cerca.

Ya está en obra el Museo de Arte Contemporáneo Americano, ¿qué valor aportará este nuevo centro al entramado cultural uruguayo?

Pienso que el Museo de Arte Contemporáneo Americano es un sueño. Es la idea de agregar al panorama cultural uruguayo otra presencia más;

una presencia que sea pujante, que tenga relaciones fuertes con el panorama internacional y así poder traer exposiciones al Uruguay que seguramente no vendrían de otro modo ni serían apreciadas por nuestra población. Entonces ese museo tiene el cometido de divulgar el arte nacional, rioplatense y de todo el continente. Es una especie de circuito de ida y vuelta, donde exposiciones de aquí puedan ir a otras instituciones en el resto del continente y a su vez recibir exposiciones de otras partes. Ese circuito me parece muy importante para complementar todo lo que se está haciendo como trabajo en la fundación.

¿Qué significa para usted la concreción de un museo propio?

La creación de este museo a nivel personal es un sueño. Pero digamos que no lo siento como propio, siento que es del país y de la humanidad. Está enclavado en Uruguay, en Manantiales, pero es de todos. Porque toda la cultura pertenece a la humanidad.

Habiendo alcanzado tantas metas, ¿quedan más sueños por cumplir?

Siempre quedan sueños por cumplir. A veces es importante soñar en grande y soñar cosas que están por encima de la propia escala, porque ese saber soñar se traduce en que con esfuerzo y sacrificio los sueños pueden realizarse.

¿Se considera un hombre exitoso?

No sé la definición de éxito. Todos tenemos un concepto de lo que es, pero pienso que el éxito es poder dedicar la propia vida a una vocación, al quehacer social y cultural. Y todo eso sí es un valor. El éxito en sí mismo es tal vez una consecuencia de ese trabajo tan duro y esforzado de toda una vida. Digamos que el éxito está en seguir el camino sin distracciones y el camino artístico es un camino que lleva hacia la profundidad del ser humano.

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