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1.1.6. Ajo

1.1.6. Ajo

La evolución de la superficie sembrada de ajo muestra una disminución relativamente moderada, si se observan los valores primeros y últimos de la serie de tiempo estudiada. Desde 36.039 ha en 1975 a las 28.425 de 2018. Pero una observación rápida de ese tipo es engañosa, como lo demuestra la Figura 16.

Figura 15. Evolución del rendimiento de cebolla (kg/ha)

Figura 16. Evolución de la superficie de ajo (ha)

Allí, se ve como la superficie dedicada a este cultivo asciende hasta unas 45.000 ha en 1983, experimenta una corta meseta de unos dos años, para luego caer en un prolongado descenso que trae ese valor a las 16.000 ha en 2009. Para luego recobrar una dinámica positiva, hasta las 28.000 ha de la actualidad estadística.

Subyacente a este desarrollo se presenta el aumento de la superficie del regadío – muy rápido ente 1981 y 1987, con otra fase de crecimiento entre 2010 y 2028- , y el prolongado retroceso de la superficie de secano. O sea que el ajo ha pasado de ser un cultivo predominantemente de secano a uno casi absolutamente de regadío.

La producción total de ajo sigue un perfil similar al de la superficie, con oscilaciones algo más atenuadas. Experimenta un incremento, para luego caer lentamente hasta el año 2005. A partir del cual se inicia un nuevo período ascendente (Figura 17).

Figura 17. Evolución de la producción de ajo (t)

La sustitución de la producción de secano por la producción procedente del regadío es determinante de este proceso. La cantidad de ajo producida en regadío a comienzos del período asciende a las 100.000 t. Luego asciende hasta las 150.000 t y se estabiliza durante algunos años alrededor de este nivel. Para retomar el camino ascendente a partir de 2010. Punto a partir del cual el regadío es el origen único de la producción. El ajo de secano ha prácticamente desaparecido.

Los rendimientos de ajo – expresión del desenvolvimiento tecnológico del cultivo – se mantienen relativamente estables a lo largo de todo este período. A diferencia de otras hortícolas estudiadas. Y esto ocurre tanto bajo la modalidad de secano como de la de regadío (Figura 18).

Figura 18. Evolución del rendimiento de ajo (kg/ha)

El rendimiento del secano oscila alrededor de los 4.000 kg/ha, con algunos picos excepcionales alcanzando los 6.000 kg/ha. Pero que no se cristalizan en una tendencia, al decaer nuevamente el rendimiento en años posteriores

Los rendimientos en regadío son más estables que los de secano, lo cual no es sorprendente. El factor azar debido a las precipitaciones es eliminado. Los rendimientos se estabilizan a un nivel superior, entre los 8.000 y 10.000 kg/ha. Pero sin mostrar una tendencia creciente. O sea que

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