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AJ Fernández, Bellas Artes

La complejidad hace la diferencia

Vitola: Toro.

Medidas: 6 pulgadas, cepo 54.

Capa: Piloto Habano.

Capote: Quilalí.

Tripa: Nicaragua, Honduras, Brasil.

Fortaleza: Media a Fuerte.

Intensidad de Sabor: Elevada.

Tiempo de fumada: 95 minutos.

No venimos a decir una mentira: AJ Fernández es un nombre reconocido y de mucha importancia en la industria del tabaco premium, por lo que no es de extrañar que un puro con un nombre como Bellas Artes nos ofrezca una fumada por demás increíble.

Comenzando por la ligada, podemos darnos cuenta de todo el empeño y conocimiento que requiere lograr una mezcla de cinco tabacos de diferentes orígenes y/o regiones, para que nos conduzca hacia una experiencia de disfrute y descubrimiento.

Desde el primer tercio, este puro expresa todo su carácter, pues inunda el paladar con su fortaleza y nos permite conocer un poco de lo que la fumada nos brindará. Una vez que librado ese periodo crítico de estabilización durante las primeras caladas, aparecen los aromas y sabores que AJ quiso plasmar en él. Podemos disfrutar notas a cedro, cuero y algunas especias.

Hacia el segundo tercio, totalmente estabilizado y redondo, nos deleita con el balance de todos sus aromas, sabores, combustión y las cualidades del humo, así como un retrogusto muy duradero.

En este punto, si fuera la primera vez que fumamos algo de AJ Fernández, entendemos el porqué Abdel es considerado como uno de los mejores Master Blender de la industria. La calidad en la elaboración, diseño y construcción de un puro no es fácil de lograr. En este caso, su complejidad requiere de toda nuestra atención para descifrar todo lo que nos brinda en cada bocanada.

Podemos dejarnos llevar por las notas a cedro curado, regaliz, avellana, canela, miel, café, cacao, crema, cuero, trigo y fruta madura del segundo tercio.

Como en todo tabaco complejo y de alta fortaleza, hacia el último tercio es altamente recomendable purgar el puro un par de veces, si queremos seguir descifrando

todo lo que nos obsequia. En este punto se puede optar por maridajes con mayor intensidad, ya sea destilados derechos o tragos largos que nos ayuden a hidratar el paladar.

La presencia de torrefactos, caramelo, melaza, cacao intenso, cuero y maderas tostadas nos dará el cierre necesario para esta experiencia increíble.

Elegir Bellas Artes es de conocedores.

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