9 minute read

Nuevo tiempo para el tabaco Negro San Andrés

Fernando Sanfiel

En la vida nada es fácil y por eso tienes que ser perseverante y marear un poco. Esta ocasión no podía ser diferente, pues quería tener las impresiones de gente que realmente sabe de tabaco y que además son mis amigos.

Después de muchísimos intentos la perseverancia venció y literalmente acorralé a Asier Abad, El Pájaro, para contar con su opinión valiosa, rescatándolo después de muchos meses alejado de las letras y en una fase de cultivo personal que me alegra muchísimo. La espera mereció la pena, ya que es una opinión de fiar.

Era sencillo, pero no lo veía así, pues subirme a los árboles para cogerle y que, cuando más cerca lo tenia se me echara a volar, no daba resultado y el esfuerzo me cansaba bastante. Sólo debía esperar debajo de los árboles, tener paciencia y darle su tiempo y espacio... Al final, El Pájaro vuelve con los amigos... Gracias por esto.

EXPERIENCIA COMPARTIDA

Entrando en materia, siempre ha sido mi pasión –entorno de relax– encontrar el origen de las cosas. Es por ello que al nacer entre plantaciones de tabaco en Breña Alta, isla tabaquera de La Palma en Las Canarias, aun cuando el mundo profesional me arrastró hacia otras latitudes y ocupaciones, regresé durante el año 2000 al cultivo y fabricación de tabacos.

Durante mucho tiempo desarrollé, junto con el área de Agricultura del Cabildo de la isla, un programa de recuperación del cultivo de tabaco en la Breña Alta, cuna tabaquera que –hacia y desde Cuba– marcó la vida de todas nuestras familias y amigos, así como las pautas para un debate nunca concluido: ¿Primero La Palma, o Cuba?

Además del autóctono Breña, con este programa tuve la suerte de experimentar con muchas variedades para depurar y mejorar sus prestaciones, pues el cultivo había desaparecido allá por los años 50 debido a una plaga de moho azul. Era necesario poner énfasis especial en hacerlo más resistente y sabroso que el original.

Conocí y cultivé Pelo de Oro, Habana 2000, Breña Viejo, Corojo... y libré muchas batallas más que me llevaron a marcar el camino de lo que hoy es el tabaco Breña y Pelo de Oro. Conté para ello con la colaboración inestimable de muchas personas y técnicos que hacían el trabajo de laboratorio y vivero. Aprovecho para enviarles mi respeto y reconocimiento.

De estas experiencias me quedo con dos logros:

UNO: Que el tabaco SÍ puede fertilizarse con Porines (orines de ganado decantados y potenciados), con los que se logra hasta 25 por ciento más de rendimiento por planta... y no, el tabaco no sabe a meados de cochino, como afirmaban los expertos consejeros anclados en las bases tradicionales y reacios a cualquier cambio o modificación de lo que “siempre se ha hecho así”.

DOS: La pasión por cultivar tabaco y hablar con gente que –desde abajo– realmente sabe del asunto, que fuma en otra dimensión. El poder meterles en vena esa pasión, logrando que en ocasiones sean agricultores.

CONEXIÓN MEXICANA

Este medio me dio la oportunidad de conocer gente de México, del Mundo del Tabaco, que me permitió hablar del cultivo. Era mi reto desde que conocí el tabaco Negro San Andrés (NSA).

Había que conocer el tabaco, testar sus características y fumarlo con espíritu crítico, pero con amplitud de miras para rebatir sus malas referencias: duro, fuerte, amargo, rustico... con lo que todos me desaconsejaban sobre el uso de esta hoja. “El tabaco mexicano es malo. Sólo da para tabacos de baja calidad”, decían.

Pero como hay cosas sobre las que me gusta tener opinión propia, decidí obtener tabacos mexicanos para fumarlos (lo que llevó su tiempo y gracias a César Salinas me hice de un sampler amplio y variado).

Esos dos años de espera no fueron en vano. Por ser insistente y terco cuando quiero hacer algo, exploté al máximo la confianza con Miguel González de La Rica Hoja y logré dos formatos encapados en tabaco Negro San Andrés: Robusto y Pirámide. Hoy se lo agradezco y ambos forman parte inequívoca de mi selección para fuma personal.

Está en pleno desarrollo de una Corona y entre sus creaciones seguramente habrá más vitolas en las que lo incorpore. Esta es la realidad local y es muy posible que este tabaco marque una nueva historia en las ligadas de las islas.

EL SAMPLER

Comandante, Alférez, 1519, Azteca Real, Torre del Madero, Bucareli, La Vega Divina, Capa Flor y La Suiza Veracruzana dieron para mucho: Triple ligada, liga Habano, encapado Habano y un sinfín de combinaciones que me dieron la oportunidad de probar casi todas las posibilidades de uso del tabaco Negro San Andrés.

Pero el contacto con las personas también rindió frutos, tras animar a Javier Aledón a meterse en un berenjenal que no olvidará: cultivar tabaco en Los Tuxtlas. Le agradezco permitirme seguir sus progresos, a la distancia, y apoyarle cuando la jornada puede con el ánimo y la mente. Lo peor pasó y ahora es un veguero consolidado, además de un amigo para compartir fumadas del alma... de las buenas.

EXPERIENCIA A TRES VOCES

Tengo el firme deseo de que este tabaco extraordinario se consolide, pues aporta grandes características a la liga. Al mismo tiempo, la satisfacción de que cada vez más marcas incorporan a su oferta un guiño y reconocimiento a esta variedad de tabaco.

Me propuse que estos dos amigos disfrutaran de la misma experiencia, para compartirla con los lectores.

LOS QUE SABEN...

Incluyo las opiniones de dos grandes del mundo del tabaco: Asier Abad, El Pájaro, y Cristian José Pérez, Puros Humos, sobre dos propuestas: una canaria y otra mexicana.

Sus valoraciones pesan mucho hoy día en el Mundo del Tabaco, con la larga experiencia de Asier y el rápido ascenso y ganas de aprender de Cristian. Ofrezco también un ejemplo de grandes marcas, que elegí por contener tabaco mexicano en su liga.

CRISTIAN - PUROS HUMOS

Robusto NSA, La Rica Hoja.

Si algo caracteriza a los cigarros de La Rica Hoja es la calidad, tanto en sus ligadas como en la construcción. En este caso probé un Robusto encapado en Negro San Andrés. Esta capa, además de darle un aspecto más rotundo, le otorga un plus de fortaleza, dulzura y redondez. De tacto apretado y aspecto rústico, tiene un tiro y quemada impecables.

Fumada oscura y profunda, en la que predominan las notas herbáceas y terrosas, con sabores melosos y cremosos. Leves toques amargos que van desapareciendo conforme avanza, ganando en intensidad y redondez.

La ceniza blanca denota un añejamiento perfecto y su humo es denso y envolvente. Ofrece una saciante y rotunda fumada de una hora, aproximadamente. Aconsejo disfrutarlo con tranquilidad, prestándole toda la atención que bien se merece. Se trata de una nueva línea sumamente interesante de La Rica Hoja.

ASIER ABAD, EL PÁJARO

La Suiza Veracruzana.

Nuevamente escribo sobre tabaco, lo que más me apasiona y hace volar. Pasada la media noche –como prefiero–, me pongo con el ordenador, papel, bolígrafo y un cigarro de La Suiza Veracruzana. La encomienda es completar una visión del tabaco Negro San Andrés, con la marca de La Pantera Negra de Cancún, como me gusta llamar a Javier Aledón.

Javier tiene dos marcas: la línea de Artesanos Cigars y La Suiza Veracruzana, 40 años, Don Pedro Santos.

Una anécdota ilustra cómo empezó esta bonita historia; el destino estaba escrito. Un día Javier iba conduciendo mientras escuchaba la radio local... y saltó la chispa, con inspiración e intuición. “Aquí –decía el locutor–, retransmitiendo desde La Suiza Veracruzana”, y ¡Zas! Empezó el sueño, llamando así a su marca. ¡Simplemente genial! Buen comienzo...

Hizo la liga el Master Blender Don Pedro Santos, uno de los grandes de México –así, con mayúsculas–, pues atesora más de 40 años en la industria. Su hijo Pedrito le acompañó, ya que es el futuro.

Su anilla recuerda a una mulata jarocha, mestizaje de tres razas: española, indígena y africana.

Lleva un turbante de flores color rosa mexicano en honor de la gran Frida Kahlo, rodeada de seis tipos de hojas doradas que configuran la composición del puro.

Durante esta redacción noctámbula fumo un La Suiza Veracruzana de 6 pulgadas, cepo 54, con olores en frío a heno, establo, tierra, pimienta negra... Vamos, una antesala magnífica, preludio del espectáculo fumantélico que me espera…

Sabores a chocolate amargo, café, notas tostadas y esa tierra húmeda característica del suelo mexicano que tanto amo, con la semilla descendiente del Jaltepec. Bien balanceado, buena construcción, humo denso y fortaleza media: asombroso.

La Pantera rompió moldes y puso a la industria tabacalera mexicana patas arriba, pues decían que el tabaco Negro San Andrés sólo era bueno para capa. Él hace todo el cigarro con ese blend, es un puro. Creyó en su sueño y no paró hasta conseguirlo.

Sus cigarros están hechos de verdad, desde el corazón, cuidando cada pequeño detalle y ofreciendo consistencia, lo que resulta muy importante. Próximamente empezará a mezclar con su propio tabaco, pues dio el paso de sembrar para tener mayor control sobre sus productos, de por sí notables.

He sido testigo de cómo va sacando sus cosechas adelante, luchando cada día contra los elementos y cuidando sus cultivos. Nunca tuve dudas; su tabaco hablará por él y lo pondrá en el sitio que se merece.

Tabaquero de los de antes, del campo, cuchillo en mano, sorteando todo tipo de problemas, siempre como uno más en su finca. Un verdadero ejemplo de superación y defensor acérrimo del tabaco Negro San Andrés, desde la tripa hasta la capa. Cuando me preguntan, “…Pájaro, ¿qué es para ti el tabaco Negro San Andrés?, siempre contesto: “Javier Aledón, La Pantera Negra de Cancún. Mi hermano…”.

¡Que no pare la música, nunca dejes de bailar..!

This article is from: