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PROCESO DE EVALUACIÓN DE RIESGOS LABORALES
Para alcanzar el objetivo final de la ERL, es fundamental planificar adecuadamente este proceso de forma que resulte efectivo, evitando la pérdida de tiempo y recursos en evaluaciones de poco valor práctico. En consecuencia, es necesario que este proceso se lleve a cabo de una forma racional y estructurada, utilizando una sistemática para la recogida de información, para su tratamiento y para la posterior elaboración de conclusiones. En la figura 2 se representa gráficamente el proceso de ERL, identificando sus distintas etapas y los puntos de decisión que encontrará el personal evaluador en cada caso. El proceso tiene su punto de partida en la determinación de los riesgos asociados a cada uno de los puestos de trabajo. A continuación, se procederá al análisis de la normativa, de las normas técnicas y de los documentos de referencia que puedan recoger prescripciones o información relevante para evaluar los riesgos determinados. Posteriormente, sobre la base de los resultados del análisis anterior, se caracterizará cada uno de los riesgos hasta conocer suficientemente las condiciones de trabajo del puesto y las características de las personas trabajadoras que los ocupan. Los resultados de esta caracterización serán valorados, es decir, comparados con los valores, criterios o requisitos de referencia (que habrán sido identificados en el análisis de la normativa, normas y documentos técnicos). Los resultados de esta valoración permitirán concluir si los riesgos están o no controlados y en qué medida lo están o lo dejan de estar. El conjunto de resultados y conclusiones obtenidas del proceso anterior constituye la estimación de la magnitud del riesgo, a partir de la cual se podrá determinar la necesidad de adoptar medidas preventivas y las características de las mismas, las cuales, tras ser debidamente implantadas, serán verificadas para comprobar que los riesgos han sido eliminados o controlados. Antes de describir en detalle cada una de sus etapas, es interesante subrayar las siguientes consideraciones relativas al proceso de ERL: • El proceso establece unas etapas que siguen un orden lógico de la evaluación de riesgos teniendo, en todo caso, un carácter orientativo y una naturaleza flexible. El proceso expuesto es conceptualmente aplicable para la evaluación de cualquier tipo de riesgo; no obstante, es posible encontrar algunas particularidades o variaciones en cuanto a la denominación, definición, sucesión y/ o alcance de dichas etapas en otros documentos de referencia relativos a la evaluación de determinados riesgos. Asimismo, este proceso puede llevar a una misma conclusión siguiendo caminos diferentes, cuya elección dependerá de