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ETAPA 1 DETERMINACIÓN DE LOS RIESGOS ASOCIADOS AL PUESTO DE TRABAJO
El objetivo de esta etapa es obtener una relación de todos los riesgos asociados a cada uno de los puestos de trabajo de la organización para, posteriormente, proceder a su evaluación conforme a lo descrito en las etapas siguientes. En primer lugar, se recopilará información general de la empresa para determinar los puestos de trabajo existentes en la misma, que serán objeto de análisis. Posteriormente, se recabará suficiente información de cada uno de estos puestos a fin de determinar los riesgos que puedan estar presentes en los mismos. Para ello, es importante recordar que el personal evaluador debe tener garantizado el acceso a la información y documentación necesaria, de conformidad con lo establecido en el artículo 30 de la LPRL. ETAPA 1.1. DETERMINACIÓN DE LOS PUESTOS DE TRABAJO El RSP, en su artículo 4.1, señala que la evaluación de los riesgos deberá extenderse a cada uno de los puestos de trabajo de la empresa en que concurran dichos riesgos. Se entiende, por tanto, que el puesto de trabajo constituye la unidad básica de la ERL. En el ámbito de la prevención de riesgos laborales se entiende como “puesto de trabajo” la suma de las condiciones de trabajo (artículo 4 de la LPRL) y de las personas trabajadoras que lo ocupan. Considerando esto, para identificar los puestos de trabajo, se recabará la información necesaria sobre la estructura y organización de la empresa, obteniendo datos tales como: el número y ubicación de los centros de trabajo; operaciones, tareas y procesos (incluyendo los no habituales y/ o esporádicos, como pueden ser los relacionados con el mantenimiento, reparación, limpieza y actuaciones en situaciones de emergencia); número y localización de las personas trabajadoras; áreas comunes, instalaciones y equipos de trabajo existentes, etc. Para que la obtención de esta información sea adecuada y suficiente, el personal evaluador requerirá un conocimiento amplio del conjunto de trabajos, procesos y tareas que se llevan a cabo en la organización contando, para ello, con la colaboración de las distintas unidades organizativas y personal de la empresa. Aunque la unidad básica de la ERL es el puesto de trabajo, en ocasiones puede resultar más útil y operativo definir unidades de evaluación más amplias que agrupen puestos con características similares y que compartan elementos comunes desde el punto de vista de las condiciones de trabajo. Se puede tratar de agrupamientos por trabajos, tareas, profesiones, etc. Asimismo, puede ser de utilidad analizar condiciones de trabajo que afectan a más de un puesto, como es el caso de áreas comunes, instalaciones o equipos presentes en el centro de trabajo (véase ejemplo nº 2).