DEBATE & CAFÉ Junio 2018
Foro:
Un siglo para juzgar
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PH: Sergio Vega
Fotografía: Sergio Vega
Trascender del recuerdo simple y del dato de fechas es una tarea que distingue a las personas e instituciones verdaderamente comprometidas con una causa y los principios. De este modo, ICEES asumió un reto único en Bolivia y hasta en América del Sur: la realización del evento crítico sobre la Revolución de Octubre, aquella que engendraría la experiencia comunista de la URSS; hecho que, además de generar luto y miseria durante las décadas de su duración, puso al mundo en una encrucijada ideológica, bélica y económica. Fue la construcción de una utopía llevada a extremos casi inimaginables, al menos para el mundo libre. El 25 de octubre de 2017, en las instalaciones de INEGAS, se llevó adelante una jornada entera consagrada a la revisión desde diversas ópticas de la mencionada revolución. Connotadísimos oradores nacionales y extranjeros se sumaron con sus aportes, ideas y apreciaciones, creando además una serie de ensayos recopilados en un libro colectivo. Para resaltar fue la masiva participación de un público que siguió el evento en persona y a través
de las plataformas digitales, pudiendo además elevar sus comentarios, consultas e inquietudes a los expositores. Desde ICEES, se tiene el anhelo de que Un siglo para juzgar sea un punto de quiebre en el estudio y la valoración del pasado como referencia para explicar y entender el presente, y para planificar el porvenir.
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El Instituto de Ciencia Economía Educación y Salud tiene como propósito aglutinar emprendedores intelectuales que compartan la visión de conformar una sociedad de individuos libres y responsables, basada en el respeto a las libertades del ser humano dentro del contexto de un gobierno limitado a la protección de la vida, de las libertades individuales y de la propiedad privada bajo el estricto cumplimiento del régimen de la ley y enmarcado dentro de la economía de mercado.
Destinos:
Huayna Potosí Los misterios del mundo pueden estar en distintas latitudes y alturas. El indomable mar, las llanuras y valles con extensiones de espacio interminables y riquezas. Pero acaso la montaña sea, por la dificultad eventual de su conquista, una aventura que revela aspectos diferentes para el viajero. Para este número de Debate & Café, recolectamos experiencias del recorrido por una parte del nevado Huayna Potosí. Ubicado a solo 25 km de la ciudad de La Paz, es una de las montañas que forman la Cordillera Real, alcanzando en su punto más alto los 6.088 msnm. Probablemente, la única complicación para la llegada a este nevado está en la falta de una vía asfaltada. Al atravesar la ciudad de El Alto, se ingresa a una ruta de ripio que, a pesar de cierto desagrado, ya permite observar fauna propia del altiplano y paisajes que contrastan lo árido con lo majestuoso de los picos. Para quienes apuesten por la aventura, esta montaña ofrece la posibilidad de senderismo y actividades de escalada de unas horas, o dos días para quienes deseen ascender hasta la cima.
Por supuesto, para tal cometido es necesario contratar a guías especializados de la zona, a través de agencias de turismo en la ciudad de La Paz, además de una buena condición física. Como un extra, en la travesía y sobre la misma carretera es posible hacer una parada en la antigua localidad minera de Milluni. En la actualidad las labores mineras no existen, pero persiste la voz de la historia en su cementerio sobre el mismo camino. En este campo se encuentran enterradas las víctimas de la masacre del 24 de mayo de 1965, fecha en la que, bajo el gobierno de René Barrientos Ortuño, se ordenó ocupar la comunidad y aplacar los intentos subversivos, llegando a emplear tanquetas y avionetas. Los guías cuentan con detalle las circunstancias de dicha acción militar mientras se camina entre las tumbas. Las maravillas de la naturaleza se conjugan con la tristemente sangrienta historia nacional para ofrecer en la visita al Huayna Potosí un espectáculo que la memoria no olvida. Desde Debate & Café resaltamos una vez más la importancia de no solo disfrutar sino además aprender con las experiencias de viaje. Texto y fotografías: Andrés Canseco Garvizu
Editorial El camino de la vida es una larga vía de conocimientos. La información que vamos acumulando nos permite desenvolvernos no solo en la escuela, universidad y profesión, sino también en la relación con el resto de personas de la sociedad. Así encontramos saberes que, independientemente de nuestros destinos diversos, se comparten con el prójimo; una de estas áreas comunes es la historia. Si bien es una asignatura que suele estar en los contenidos mínimos
escolares, la profundización en la historia es una tentación que puede seducir a muchos humanos.
Ocurre que, superada la simple memorización de fechas y hechos (algo que tal vez puede quedar en el presente al resguardo de una máquina), queda lanzado el desafío de comprender, escudriñar y hasta juzgar las acciones de los hombres de otro tiempo y las reacciones de los otros. Por supuesto, el juicio que puede recaer en gobernantes, caudillos, héroes y hasta villanos, nunca alcanzarán a ser completos. Es difícil —acaso imposible— entender
las circunstancias por las que un general eligió llevar a la muerte a su ejército, o un presidente se vio obligado a tomar duras decisiones; sin embargo, esto no puede representar una pereza para los individuos. Debemos superar la idea de conocer la historia; hay que atreverse a pensar sobre la historia. Es la pereza la que nos generará la inactividad y el desánimo, y a la larga la mediocridad. Otro factor que hace indispensable que nos interesemos por aprender de lo vivido por hombres del pasado, sea en su dimensión local, nacional y universal, es la necesidad de lecciones —y hasta escarmientos— de aquello por lo que tuvieron que pasar. Para
no cometer errores similares, para no permitir que los impostores triunfen y que los abusivos obtengan réditos sin ser castigados, la historia nos es útil. Porque precisamente algo que aprendemos es que los crímenes y la mentira, principalmente relacionados al poder, están a la orden del día.
Andrés Canseco Garvizu
Adagio para el café “Nadie me puede obligar a ser feliz a su manera (es decir en la forma que él imagina el bienestar de los otros hombres), pero cada uno puede buscar su felicidad por el camino que le parece bueno, siempre que no perjudique la libertad de los demás de tender al mismo objetivo, de manera tal que su libertad puede coexistir con la libertad de todos”
-Immanuel Kant-
Lecturas recomendadas La guerra del fin mundo La obra de Mario Vargas Llosa, Nobel de Literatura 2010, se consolida y se desplaza en el mosaico de la historia latinoamericana y mundial. Además de su indiscutible habilidad para contar sus novelas y el empleo de técnicas narrativas ingeniosas emergentes del Boom Latinoamericano, un elemento que enriquece su producciòn es la creación de las ficciones de sus libros a partir de hechos históricos. Esto no sería posible sin una investigación profunda y hasta minuciosa de cuanto aconteció en la realidad.
Un siglo para juzgar
Entre sus más reconocidas novelas está La guerra del fin del mundo, publicada en el año 1981. En este libro, Vargas Llosa desarrolla la narración literaria de la Guerra de Canudos, un conflicto políticoreligioso de los primeros años del Brasil republicano en fines del Siglo XIX. Cuatro partes que se adecuan a las campañas militares contra Canudos y el desarrollo de la fuerte y magnética personalidad de Antônio Conselheiro que guía a sus hombres hacia un destino con toda la entrega de las pasiones. Con singulares personajes y una trama que invita a la reflexión sobre temas como el estado de naturaleza del hombre, los
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problemas territoriales, el sentido de pertenencia, el fanatismo religioso y los excesos bélicos, La guerra del fin del mundo, aun con su extensión en numerosas páginas, atrapa al lector de principio a fin y proporciona enseñanzas invaluables, tanto en contenido del pasado como en forma literaria.
Publicado por ICEES en la gestión 2017, Un siglo para juzgar. Reflexiones acerca del centenario de la Revolución de Octubre se constituye en un muy valioso documento de referencia no solo histórica sino además crítica de un hecho que generó cambios en todo el planeta. Las consecuencias de esta revolución dividieron el mundo en dos visiones antagónicas que, en su punto máximo de inconsciencia, llevaron al borde de un enfrentamiento que nunca antes se había temido. Por lo tanto, se pensó en la necesidad de un análisis desde distintos aspectos. Así, este libro ofrece visiones históricas, literarias, filosóficas, militares y económicas, entre otras. Daniel A. Pasquier Rivero, Paula Peña Hasbún, H. C. F. Mansilla, Fernando Molina, Roberto Barbery Anaya, Alfonso Mansilla, Marco Antonio Del Río Rivera, Marcelo Ostria Trigo, Humberto Vacaflor Ganam, Enrique Fernández García y Enrique Ghersi componen la nutrida lista autores de este libro que trata de ayudar a comprender el experimento comunista y su fracaso. En Santa Cruz, el libro puede encontrarse en Librería Café Ateneo y Lewy Libros.
Ciencia y Santa Cruz: ¿un idilio o relación duradera? En el libro La física del futuro, Michio Kaku plantea una inusual y peculiar pregunta: “Si usted fuera un alienígena de Marte que visita la Tierra en el año 1500 y contemplara todas las grandes civilizaciones, ¿cuál creería que iba a dominar el mundo? La respuesta es fácil: cualquier civilización menos Europa”. Kaku relata todos los adelantos técnicos y científicos que existían en ese momento histórico en Asia y Medio Oriente, incluyendo lo extendido del comercio en esas civilizaciones. Por otra parte, era evidente el atraso europeo debido al fundamentalismo religioso y las prácticas inquisitorias en aquellas teocracias cristianas; aunque pronto se darían algunas revoluciones que cambiaron el destino de cada una de las civilizaciones. El Renacimiento y la Reforma Protestante (entre otros fenómenos históricos) dieron paso al Humanismo en Occidente. Este movimiento a su vez avivó la sed del conocimiento y la búsqueda de respuestas a muchas preguntas de hombres que con una actitud “herética” osaban responder. No es casual que los últimos 500 años la ciencia y la técnica hayan avanzado a pasos agigantados. Empero, Medio Oriente y Asia correrían con destinos distintos. En Medio Oriente por ejemplo, en palabras del Primer Ministro de Malasia Mahathir bin Mohamed; «La gran civilización Islámica entró en decadencia cuando los eruditos musulmanes interpretaron que la adquisición de conocimientos, tal como lo ordenaba el Corán, se limitaba al
conocimiento de la religión y que cualquier otro conocimiento iba en contra del Islam». Luego Kaku sentencia “El mundo no se detiene porque nos pongamos a leer un texto religioso. Quien no domine el último grito en ciencia y tecnología tiene que saber que sus competidores lo harán”. Si bien Latinoamérica no se encuentra asediada bajo el fundamentalismo religioso, se encuentra enclaustrada dentro de su ignorancia e ingenua mediocridad. Es por eso, que hablar de ciencia en Santa Cruz es un aire que refresca nuestro caluroso claustro. No podemos negar que en Santa Cruz hace varios años se vienen haciendo investigaciones científicas aplicadas muy importantes, en actividades como la agricultura y ganadería. Pero en cuestiones de investigaciones puras nos encontramos en la cola del mundo. Es grato destacar el esfuerzo que hacen las universidades privadas y la universidad pública para llevar a cabo la primer Feria Científica Internacional en Santa Cruz de la Sierra, que contó con un número importante de expositores y conversatorios de temática científica. Estar presente en la feria como observador de las exposiciones nos da pie a valorar algunos trabajos muy interesantes y dignos de destacar. Por ejemplo, la carrera de Ingeniería Ambiental de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno expuso un estudio muy interesante sobre el “Aislamiento y caracterización de hongos degradadores de plástico del vertedero de Normandía”. De la misma forma, docentes de la carrera de Ingeniería Ambiental de la Universidad Nacional Ecológica vienen investigando sobre la estructura geológica de la zona del Urubó, y la determinación
de los lugares que concentran agua subterránea. Este estudio es muy importante para la planificación y el cuidado de los futuros lugares de abastecimiento de aguas para la zona metropolitana de Santa Cruz en los próximos años. También, estudiantes de electrónica presentaron proyectos interesantes sobre sistemas de control de agua de lluvias y el diseño de aplicaciones móviles, para controlar luces y equipos del hogar. Debemos aclarar que la mayoría de las investigaciones todavía tienen un bajo nivel, pero algunas se encuentran por buen camino y encontramos importante seguir incentivando la producción intelectual de estudiantes y docentes. La universidad pública y las privadas todavía tienen muchas deudas pendientes con la sociedad refiriéndonos a la baja calidad de los servicios de enseñanza que ofrecen, como también a la falta de respeto y abuso para con sus estudiantes, por ejemplo las penurias que tienen que pasar para una simple inscripción o registro de materias. (me refiero a la U.A.G.R.M.) Si Santa Cruz quiere seguir avanzando, crecer y desarrollarse más, y de manera integral necesita apostar por la ciencia y la innovación. El mundo está cambiando constantemente y de manera acelerada, y — citando a Carl Sagan: “los trabajos y sueldos dependen de la ciencia y la tecnología”. Esperamos que está corriente de aire fresco que trajo noviembre sea continua, y se establezca a lo largo del tiempo, para que no termine solo en un “coqueteo” o “idilio”, sino para que se concrete en una relación seria y duradera entre Santa Cruz y la ciencia en beneficio de todos los que vivimos aquí. Por: Mario Mercado Callaú
ICEES visita colegios En el marco de los programas Juventud Con Vos y Soy Constructor de Paz, durante el primer semestre del año, ICEES visitó varios colegios, con charlas tanto en la promoción de valores, como temas relativos a ciudadanía, libertad y democracia.
U. E. La Madre
U. E. 16 de Noviembre
U. E. Henry Prince
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