DEBATE & CAFÉ Septiembre 2017
DESTINOS:
Roboré y sus alrededores
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on un rumbo elegido dentro del departamento de Santa Cruz, iniciamos el sector Destinos de Debate & café. El objetivo de este apartado no es otorgar guías cerradas ni caminos únicos (el viajero por naturaleza aprecia la libertad), sino simplemente dar a conocer lugares de la región y el país, que nos permitan generar experiencias y memorias para comprendernos mejor a nosotros mismos y al mundo que nos rodea. A 455 km al este de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, se encuentra la ciudad de Roboré. La llegada a este singular sitio es muy sencilla, pues se accede a través de la carretera internacional que comunica Bolivia con el vecino Brasil. Esto hace que sea, en feriados y fines de semana, uno de los principales destinos dentro del departamento. El municipio de Roboré comprende la ciudad del mismo nombre y varias localidades cercanas, con atracciones diversas relacionadas sobre todo a la naturaleza y la cultura propia de la región. Esta mezcla genera un interés añadido al ya de por sí agradable hecho de salir de la ciudad por un tiempo. Aún en carretera, a medida que uno se aproxima al lugar, se percibe un cambio del paisaje; además del verde que caracteriza a la zona, llama la atención las serranías que custodian el horizonte. Ya en Roboré, además de presenciar la peculiar vida de los pueblos, se puede crear una suerte de “base” para elegir entre los diversos destinos. Si se decide por un lugar de naturaleza y relajamiento, siguiendo a 32 km sobre la mencionada carretera internacional está la comunidad de Aguas Calientes, que tiene como
“El arte del viaje induce a una ética lúdica, una declaración de guerra a cuadricular y cronometrar la existencia” (Michel Onfray - Filósofo fránces) principal atracción para visitar el río de aguas termales más largo de toda Latinoamérica: Los Hervores. Sin duda, un sitio propicio para desconectarse del mundo y disfrutar de aguas con diversas propiedades. A 40 km, se ubica la comunidad de Chochís. Además de poder elegir la naturaleza y apreciar la caída de agua en El Velo de la Novia tras una media hora de caminata; también es un lugar privilegiado por la imponente presencia de La Torre de David (también conocida como La Muela del Diablo), a cuyos pies se ubica el Santuario Mariano de la Torre, lugar de congregación religiosa, pero también de un profundo valor artístico. Numerosos tallados en madera con motivos bíblicos y autóctonos se aprecian en portones, pilares y otras representaciones.
El Instituto de Ciencia Economía Educación y Salud tiene como propósito aglutinar emprendedores intelectuales que compartan la visión de conformar una sociedad de individuos libres y responsables, basada en el respeto a las libertades del ser humano dentro del contexto de un gobierno limitado a la protección de la vida, de las libertades individuales y de la propiedad privada bajo el estricto cumplimiento del régimen de la ley y enmarcado dentro de la economía de mercado.
Santiago tiene algo más que ofrecer, su joya natural: El Valle del Tucavaca. A 3 km de la plaza principal se halla el ingreso. Una hora de ascenso de mediana dificultad de senderismo nos permite estar en lo que se considera una de las porciones de bosque seco tropical mejor conservados del mundo. Conmovedor e impresionante, son dos adjetivos que quedan de maravilla para describir el paisaje que puede divisarse, acompañado del majestuoso vuelo de grandes aves. No es casual ni exagerado que este sitio reciba por nombre “La antesala del cielo”. Un par de miradores y un horizonte en el que se conjugan el verde de la flora, el azul del cielo y las otras montañas, hacen que todo el viaje y esfuerzo al subir valgan toda la pena.
Llama la atención la existencia de dos alas de obras talladas: la primera, consagrada a los desastres naturales que azotaron la comunidad y que no ocasionaron mayores daños por la intervención divina. Y la segunda con interpretaciones de la espiritualidad y cómo ésta se fue forjando con el encuentro de los dos mundos con la llegada española. Lejos de evocar conflicto y resentimiento, el Santuario hace pensar sobre un legado e identidad construida con el mestizaje. Pero ninguna visita a Roboré está completa sin visitar Santiago de Chiquitos. Conectado a 22 km de Roboré, con un camino completamente asfaltado, el pequeño pueblo contiene mucho más de lo que aparenta a primera vista. Su Iglesia Misional, aunque menos formidable que las otras Misiones y habiendo sufrido un incendio, tiene como principal tesoro las campanas más antiguas de la Chiquitanía. Las campanas se tocan únicamente en ocasiones especiales, como la Fiesta Patronal del 25 de julio. Precisamente en esa fecha pudimos, además de escucharlas, ver en persona la danza de los Abuelos Chiquitanos. El fervor y alegría de los danzarines se complementan con el nivel de trabajo y detalle artesanal de las máscaras; una experiencia memorable.
Advertirle al lector que la lista de atractivos que hemos elaborado es simplemente una parte de todo cuanto hay por visitar. Con la debida planificación, tiempo, guía y transporte, los lugares y sorpresas en Roboré se incrementan y nos dejan con ganas de más. La invitación desde Debate & Café está hecha. Apreciar cultura y naturaleza, tomando conciencia así de la preservación de ambas, es mejor si se conocen y perciben por nuestros propios sentidos. Roboré aguarda siempre la visita para quienes lleguen por primera o vez o –por qué no- tener un excelso reencuentro. Texto y fotos: Andrés Canseco Garvizu
Editorial
Apología de la curiosidad
Entre las numerosas ventajas que ha traído la modernidad está la asimilación que tenemos de la cultura y de la educación como algo mucho más dinámico que en siglos y décadas pasadas. Por ejemplo, se comprende bien que el proceso de construcción de conocimiento no es solo el pasivo acto de escuchar y recibir contenidos, pasar largas horas escuchando maestros o instructores, cuya capacidad está siempre desafiada a renovarse y a crecer. Tanto o más importante es el elemento activo: hacer preguntas, comprobar, investigar y experimentar. Es precisamente en esta faceta de actividad, en el punto de inicio de la chispa que nos lleva al saber, que se hace necesario un interés especial. El ser humano tiene entre sus peculiaridades, una vez que está dotado de herramientas como el lenguaje, el tender hilos entre lo vivido y aprendido con lo que queda aún por conocer.
No es casual que entre las primeras y más recurrentes expresiones que se manifiestan en la infancia estén ¿por qué? y posteriormente ¿cómo? Estas muestras de curiosidad son de gran importancia en el desarrollo. No solamente porque van respondiendo a las causas y formas en las que funciona todo aquello cuanto nos rodea, sino además porque dejan recursos y habilidades para satisfacer necesidades, desde las más básicas hasta las más complejas. Incluso habiendo recibido los datos y la instrucción académica, la curiosidad no debe detenerse; innovar, crear y mejorar nuestro presente y nuestro futuro no se logra sin inquietudes. Pensemos, verbigracia, en la ciencia. Desde sus remotos orígenes cuando estaba vinculada a la filosofía y con las limitaciones de la época, siempre ha partido desde el ánimo de indagar y de contestar cuestiones relacionadas al origen, la marcha y el destino del mundo.
Los fenómenos naturales, las leyes de la física, las matemáticas, el cuerpo humano, entre muchos otros, fueron siendo explicados por los hombres que en cierto punto de la historia, con voluntad y con condiciones sociales adecuadas, pensaron que podían responder con su inteligencia y de modo racional a la incertidumbre. Pero el deseo de conocer no solo sirve para lo científico; es también la cualidad que nos hace interesarnos por las cuestiones de la sociedad. Lo que ocurre en la ciudad, en el país, en el planeta y que —por lejano que parezca— afecta nuestra vida. Saber y comprender los derechos y obligaciones como ciudadano, informarse de los hechos e ir más allá del titular y de lo fugaz, permite reconocer el espacio que pisamos y en el que nos desenvolvemos día a día. Corren tiempos únicos para la tecnología y la ciencia, la expansión del conocimiento universal y el ritmo de avance son cada vez más sorprendentes. Pero en la otra cara de la moneda, está el triste hecho de que las generaciones actuales asumen que todo de cuanto ahora disfrutan y todo cuanto les resulta provechoso es algo que siempre ha estado o que ha sido el natural paso del tiempo, sin esfuerzo de individuos y sociedades.
Frente a ese panorama, no suena tan descabellado visitar ocasionalmente a ese niño que vive dentro, no solo con el solo ánimo de la diversión, sino también para retomar sus tan útiles e imprescindibles preguntas: ¿por qué? y ¿cómo? Posiblemente, esa sea una feroz defensa contra todo tipo de estafadores, mentirosos, demagogos y desacertados que abundan en la tierra.
Andrés Canseco Garvizu
Lectura recomendada
Todos los fuegos el fuego La creación literaria, por su condición libre, es diversa y no se limita a lo conocido: a veces es la representación de la realidad, con su crueldad y su encanto; en otras es un complejo lienzo para pintar mundos y universos nuevos; también puede ser un juego de fantasía mezclada con realidad. Es precisamente en esa frontera sutil, en la que encontramos a Julio Cortázar (1914-1984). A pesar de que su fama está concentrada por su innovadora novela Rayuela, la literatura de Cortázar trasciende a esta obra y sus habilidades pueden notarse plenamente en su larga labor como cuentista. Precisamente, en esta ocasión, la recomendación para el lector es uno de sus volúmenes más emblemáticos: el libro Todos los fuegos el fuego.
Publicado en 1966, la obra contiene ocho cuentos de mediana extensión: La autopista del sur, La salud de los enfermos, Reunión, La Señorita Cora, La isla al mediodía, Instrucciones para John Howell, Todos los fuegos el fuego y El otro cielo. Cada uno de ellos con temáticas y ambientaciones diferentes, pero con el elemento común de ese ánimo lúdico de maniobrar con genialidad y sin barreras tiempo y espacio. Los cuentos de este libro, además de deleitar al lector en la narración, producen dos cosas: el asombro ante las técnicas y los desenlaces sorpresivos de cada historia, generando hasta la necesidad de repensar los planteamientos y releer lo contado. Pero además, por su contenido, no quedará al margen la reflexión sobre los problemas que se desarrollan en los ocho cuentos; como la nostalgia, la mentira, las relaciones en sociedad, la traición y el amor.
Pues no debemos olvidar que, tanto en Cortázar como en muchos otros autores, aunque la ficción y la imaginación aparenten un vuelo alejado de lo verdadero, al final, en el centro está el hombre con sus eternos dilemas, sus debilidades, sus errores y sus virtudes.
(De izq. a derecha): Ana Lorena, Satoru,
Participantes de la conferencia
Walter, Dr. Pasquier, Laura Luisa,
con sus respectivos certificados de
Melyza, Yery Angel y Marcos Fernando.
participación al finalizar el evento.
Imagen: internet
CONFERENCIAS En el mes de mayo, durante la Semana de la Facultad de Relaciones Internacionales de la ilustre Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, se llevó adelante la Conferencia de Apertura sobre Ética y Política, a cargo del Dr. Daniel Pasquier Rivero, en representación del ICEES. A este evento asistieron miembros de la Directiva del Centro Interno de la mencionada Facultad, así como estudiantes interesados en la temática. De forma didáctica pero con completa profundidad y argumentación, se expresó la importancia de entender éticamente la política y los cambios de la sociedad para poder alcanzar una mejor convivencia.
TESTIMONIO ABIERTO DE UN LECTOR
Determinar
un momento exacto en que surgen nuestras aficiones o saber cuándo pasan a ser un modo de vida, es una tarea casi imposible de rastrear. En cierto modo, es bueno que así sea, pues de este modo se aleja la tentación de epifanías idealizadas y armadas, propias de las biografías y de los mitos. El desarrollo de aquello que nos identifica es algo paulatino que está expuesto a las experiencias y hasta a casualidades impensadas. Algo de eso ocurre con mi encanto por el mundo de los libros. Guardo gratas y fuertes imágenes mentales de un mueble en la casa de mi infancia, con sus cuatro niveles, en los que se apilaban revistas, novelas, textos escolares y algunos otros que estaban lejos de mi alcance, tanto por la estatura como por su contenido. También recuerdo a maestros que —más allá del cliché o las imposiciones programáticas— con osadía y algo de esperanza desafiaron mis capacidades con libros complejos y extensos. Por supuesto, el agradecimiento será inagotable para ellos. La siguiente fase fue caminar solo, las elecciones de compra se volvieron cada vez más autónomas y complejas. Es que la libertad también es un elemento inherente a la lectura; se percibe desde la elección del volumen a tomar, en la interpretación de los contenidos y en la valoración y emoción que pueden generar los libros en la subjetividad del individuo. “Hay que abrir los libros, perderles el miedo, agredirlos, degustarlos...”, escribe Jorge Edwards. Precisamente por eso, no es saludable ni plausible la pretensión que todas las personas consagren sus horas a los libros; hay espacios que bien pueden dedicarse a otra clase de actividades. Para las imposiciones, están los dogmas y los hombres tentados por la autoridad. Por otro lado, la valoración es clara: los beneficios son innumerables si uno opta por las letras. El cultivo de la imaginación, la construcción de un vocabulario
menos limitado, la asociación de ideas, el trabajo de la memoria y la pretensión de la erudición –entre otros- son consecuencias de numerosas y variadas lecturas. Ya en el campo del pensamiento y la reflexión posterior, pueden emerger de forma civilizada y con contenido la inconformidad, la rebeldía y el espíritu crítico en la fragua de los libros. Por el gregarismo en algunas edades y por la poca valoración de la creación literaria, el lector es visto como un ser raro, retraído y símbolo del mayor aburrimiento. Lastimosamente, en algunas sociedades esta fase hostil no es superada y se extiende incluso en estadios superiores como la educación universitaria, la vida laboral y hasta la labor del profesorado, generando así ambientes de escaso nivel cultural. Ese objeto raro —el libro— en lugar de conectar mentes, emociones y personas, motiva extrañeza y hasta burla. Marco Aurelio Denegri se refiere acertadamente a la lectura como el único vicio saludable. Salvo por contratiempos ópticos a la larga, que valdrán siempre la pena, no advierto ningún daño provocado por la bibliofilia. Ni siquiera el factor económico puede esgrimirse como argumento contra la adquisición de volúmenes y colecciones. Desconfío de mortales que afirman que los paseos por librerías, ferias y otros representan gastos absurdos o innecesarios. Apunto esto desde mi óptica particular, pues aunque no es posible asegurar el destino o los giros de lo venidero, no concibo una existencia sin libros adquiridos y por adquirir; la sola idea es aterradora. Aunque puede haber predilecciones, la voracidad y promiscuidad literarias no discriminan géneros. Así, aparecen la novela como ejemplo de orden, constancia y estilo; el cuento como la puerta a la literatura fantástica y a mundos que no requieren pasar la treintena de páginas; el teatro, con su desafío de representación; la poesía como acercamiento a lo sublime; y el ensayo como el género del pensamiento por excelencia para la propagación de ideas para mejorar el mundo o, al menos, para evitar su desmoronamiento. Con el tiempo y el apego, en el acto de leer pueden asentarse no solamente las bases de un entretenimiento o distracción placentera, sino los principios que hacen a la vida misma. Por: Andrés Canseco Garvizu
1ER LUGAR
THE 48 HOUR FILM PROJECT
La
UMC, Universal Memory Connexion, en alianza con The 48 Hour Film Project, presenta el Proyecto Social & Bio Workshops; un proyecto de Cineterapia socio y medioambiental, en dieciocho ciudades latinoamericanas. El grupo de Cultura de Paz y el Elenco de Teatro del colegio Mayor Santo Tomás de Aquino fueron participes del proyecto 48 Hour Film Project 2017, realizado para unidades educativas en la ciudad de Santa Cruz. Cuarenta y ocho horas de arduo trabajo para la realización de un guion, el rodaje y edición de un cortometraje que nos dé un mensaje del problema del bullying; donde participaron diferentes colegios y del que el grupo Cultura de Paz fue ganador del 1er lugar del taller social & Bio- Bullying, con el cortometraje “MÚSICA EN MÍ” El martes 7 de junio se realizó la entrega del certificado que le da el pase directo al concurso a nivel latinoamericano. Entre los estudiantes que participaron del Grupo Cultura de Paz están Andrea Vargas, Mariana Lino, Flavia Aramayo, Sofía Busto, Valeria Bejarano, Tatiana Lino, Julio Baldivieso, Brissa Pabón y Walter Torrico. Victoria Zabala, Leticia hoyos, Sylvinne Pasquier, Miguel Silva y Raúl Chavez conformaron el equipo docente a cargo. También fueron participes con el elenco de teatro, obteniendo el Segundo Lugar dentro de la categoría respectiva los estudiantes Angélica Stepp, Camila Virreira, Midori Sasamoto, Sebastián Salvatierra, Reichel Osinaga, Lorena Averanga, Valentina Pinzon, Robert Gutierrez, Maria Rene Melendres, Femir Senzano, Johan Lino y Mariana Quevedo, bajo la dirección de Fernando Redín .
ICEES BOLIVIA DIRECCIÓN GENERAL: Dra. Sylvia Chafuen
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