6 minute read

Introducción / Introduction

Introduction Introducción

Ayacucho es un símbolo del Perú. En su geografía impresionante, en sus tradiciones ancestrales, en la riqueza de su cultura, confluyen rasgos que expresan al Perú de ayer y de hoy. Fue en esta región privilegiada de la sierra peruana donde floreció la cultura Wari, donde se consolidó el vínculo que unía Lima y Cuzco durante el Virreinato, donde se libró la batalla definitiva para consolidar la Independencia. Fue Ayacucho, también, epicentro de un terrible conflicto que hirió a todo el país y cuyas heridas aún no han cicatrizado definitivamente. ¿Por qué un libro sobre la Semana Santa en Ayacucho? En primer lugar, porque la Semana Santa en esta ciudad es la principal celebración del año y una de sus tradiciones más reconocidas. En su colorido, en su profundidad y riqueza, manifiesta a un pueblo vivo, dinámico, que busca superar las dificultades y abrazar el futuro. En segundo lugar, porque es expresión de fe y de una religiosidad que revela la identidad más profunda del pueblo peruano. En la Semana Santa ayacuchana participan todos por igual, rememorando con tradiciones de siglos los misterios más atesorados por la fe.

Advertisement

Este libro es la visión personal de alguien que llega a esta tierra para tratar de aprender de ella y mostrar algo de la profundidad de sus pobladores, de su búsqueda de sentido, de su religiosidad y de su fe. Recuerda el pasado de un pueblo que se forjó entre dos mundos bajo el crisol del Evangelio. Nos muestra el presente de una celebración que expresa la identidad de una nación, uniendo en un mismo abrazo a todos los peruanos. Pero Ayacucho, y en particular la celebración de la Semana Santa, no es sólo expresión del pasado y del presente. Es también una ventana hacia el futuro. Nos señala un camino que no es otro que el que celebra la Semana Santa ayacuchana: una senda de perdón y reconciliación, expresión al mismo tiempo del empuje y la esperanza de un pueblo que, de alguna manera, representa al Perú entero, en su esfuerzo por lanzarse hacia un futuro mejor, enraizado en su identidad.

Why a book about Holy Week in Ayacucho? First of all, because Holy Week is the most important celebration of the year, and one of its most recognized traditions. Its color, depth and richness show a live and dynamic people, seeking to overcome their di culties and embrace the future. Second, because it is an expression of faith and religion that reveals the profound identity of the Peruvian people. Everyone in Ayacucho participates in Holy Week, remembering centuries of traditions and the most treasured mysteries of the faith. is book is, at its heart, an expression of the Peruvian people as one. It is the personal view of someone who comes to this land to try to learn from it, and to show some of the depth of its people, their search for meaning, their religion and faith. It remembers the past of a people that was forged between two worlds under the melting pot of the Gospel. It shows us the present state of a celebration that expresses the identity of a nation coming together to embrace all Peruvians. But Ayacucho, and in particular the celebration of Holy Week, is not only an expression of the past and present. It is also a window into the future. It shows a path, which is none other than that celebrated during Holy Week in Ayacucho, a path of forgiveness and reconciliation, an expression of the motivation and the hope of a people, who deeply rooted in their Identity, somehow, represent all of Peru in their e orts to press forward toward a better tomorrow.

Ayacucho is reached from the coast, across the Libertadores–Wari highway, named in honor of the forces of independence that fought in the Battle of Ayacucho. At 15,500 feet above sea level, it opens a way through the Andes, through the Apacheta inlet. At first glance only the ichu accompanies us on this desolate spot. We stop and listen to the mountain wind and see the moon in the sky, though it’s only three in the afternoon. e landscape then opens our eyes to its grandeur and mystery. Se llega a Ayacucho, desde la costa, a través de la carretera Libertadores–Wari, llamada así en honor a las fuerzas de independencia que combatieron en la batalla de Ayacucho. A los 4700 msnm se abre un paso entre los Andes, el Abra Apacheta. A primera vista sólo el ichu nos acompaña en este paraje desolado. Nos detenemos y escuchamos el viento de la montaña y vemos a la Luna en el cielo, aunque son las 3 de la tarde. El paisaje nos abre entonces los ojos a la grandeza y el misterio.

Enormous stone walls guard the arrival to Vinchos. ey will be with us for some miles. We still have to climb a little higher, moving as dwarfs amongst the huge stones. We will then descend to reach Ayacucho, at almost 9,000 feet above sea level. Before completing the route we stop to observe the city from above. A stranger comes our way and says a few words to us. With kindness, and using signs, he points us the way to the city. Enormes paredes de piedra custodian la llegada a Vinchos. Nos acompañarán durante algunos kilómetros. Aún debemos subir un poco más, avanzando diminutos entre los macizos de piedra. Ya vendrá el descenso hasta llegar a Ayacucho, a casi 2800 msnm. Antes de culminar el recorrido nos detenemos para observar la ciudad desde las alturas. Se nos acerca un hombre a quien no habíamos visto. Con gentileza, y por medio de señas, nos indica la ruta hacia la ciudad.

e main plaza of Ayacucho, better known as Sucre Park, vibrates with vitality. Colonial arcades protect us from the strong sun of the highlands, creating beautiful contrasts of light and shadow. Much activity is perceived, and our attention is drawn to the large number of young people passing through the square. La Plaza Mayor de Ayacucho, más conocida como Parque Sucre, vibra de vitalidad. Las galerías coloniales protegen del fuerte sol serrano, creando magníficos contrastes de luz y sombra. Se percibe mucha actividad, y nos llama la atención la gran cantidad de jóvenes que transitan por la plaza.

During the day you can find the vendors of the traditional “muyuchi.” An important detail: the kiosks are decorated in the manner typical of Ayacucho altarpieces. To the east is the Pampa of Quinoa. Dominating the landscape is the obelisk erected to commemorate the Battle of Ayacucho, final battle for independence. In the background, the city of Ayacucho lies between the Andes Mountains. Durante el día se puede encontrar vendedoras del tradicional “muyuchi”. Un detalle significativo: los kioskos están adornados a la manera de los típicos retablos ayacuchanos. Al Este se encuentra la Pampa de la Quinua. Dominando el paisaje se alza el obelisco levantado en conmemoración de la Batalla de Ayacucho, gesta final de la independencia. Al fondo, la ciudad de Ayacucho entre la Cordillera de los Andes.

This article is from: