REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA AÑO 1. NO 13 / 22-06-2014
LA VIDA SOCIAL VENEZOLANA Y EL ARTE César Rengifo (14/05/1915 - 02/11/1980)
Para no pocas personas, el aspecto que muestra el actual movimiento artístico venezolano, particularmente el plástico, les resulta sumamente complejo y difícil de someterlo a una satisfactoria definición. Diversas tendencias se entrecruzan y chocan: naturalistas, realistas, abstraccionistas, cinéticos y neo-figurativos; estos últimos, representados por aquellos artistas que consideran —por comodidad o por sinceridad— que un término medio entre las más contrapuestas tendencias: formalismo y realismo, es la posición justa y más cabal para expresar una época de transición como la nuestra. Esa complejidad con que se nos presenta el panorama artístico nacional —no sólo en plástica sino en todas las expresiones estéticas— no viene a ser otra cosa sino el reflejo, en el arte, de la compleja realidad social venezolana de la presente hora, la que, a su vez, es consecuencia de los diversos estamentos económicos: formas de producción que perviven y pugnan en nuestro país. Una nación donde coexisten formas de producción con rasgos esclavistas: feudalismo, capitalismo y fuerzas imperialistas, su vida social tiene que ser, al expresar cada una de esas formas, sumamente compleja, y las formas ideológicas que se deriven de ella, aún más. Las contradicciones y los contrastes se advierten por doquier: junto al palacio, el rancho... Grandes ciudades pletóricas de civilización, donde, por cualquier parte que se mire, muestra su huella el sistema de consumo, y se ofrece la deslumbrante fachada, mientras la mayoría del interior venezolano carece de todo y sus pobladores vegetan en las condiciones más miserables. (…) El arte expresa y refleja siempre la existencia, los pensamientos, las ideas, los sentimientos, los ideales y las luchas internas de la sociedad que los produce. Y al expresar todo eso no sólo deja un fiel testimonio de la importancia histórica de esa sociedad, sino que por contener los ideales, las
Espejismo, 100 x 64, óleo s tela, 1976 César Rengifo
mejores aspiraciones morales que se mueven dentro de ella, contribuye a modelarla y a conducirla hacia planos de perfeccionamiento y de mayor conocimiento de sí mismas. Por eso es que tenemos en el arte uno de los mejores medios para conocer íntimamente a un pueblo o a una sociedad determinada, para descubrirlos en todo su amplio y múltiple desarrollo histórico. Pues si es cierto que las ciencias sociales nos proporcionan ese conocimiento mediante sus respectivas ramas, ellas sólo atienden a lo objetivo, o como en el caso de la Filosofía, proyectan el pensamiento en su búsqueda incesante de la verdad; empero el arte nos conduce, además, a desentrañar las profundas fuerzas sociales impulsándolas a crear y desarrollarse hacia planos cada vez más elevados; fuerzas que se fundamentan en la voluntad humana tratando siempre de organizar y armonizar la naturaleza para doblegarla a las eternas necesidades del hombre, y de hallar formas de convivencia social cada vez más justas y armoniosas. (…)
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