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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA AÑO IV. NO 176 / 05-11-2017
UN TAL CESAR RENGIFO Jesús Mujica Rojas Ceramonauta A veces nos acontece que tenemos que hilvanar en el huracán de nuestros recuerdos los gratos momentos pasados al lado de quien fuera nuestro compañero de todo y de siempre: César Rengifo, amigo de la vida, era uno de esos extraños seres que en las adversas situaciones, cuando alguien acudía a él, percibía al instante esa fuerza que daba respuesta a las interrogantes, estimulándolo al trabajo y sobre todo, fundida a esa inmensa calidad humana, es decir la solidaridad”. Era tan flaquito que parecía un silbido. Nació de milagro, según el mismo decía: un milagro divino para la dramaturgia y la plástica nacional. “…provengo del pueblo y voy ligado a él por sentimientos, por procedencia y lógicamente tenía que haber una fidelidad a esos sentimientos, creo que una de las tareas fundamentales de los artistas que provenimos del pueblo es ser consecuente con esa procedencia (…) creo en el arte en función de la humanidad, en función de lo que el arte aporte al hombre, en función de lo que el arte haga por mejorar las condiciones sociales, las condiciones de la humanidad y como artista venezolano lo he creído siempre, lo sustento”. Me enseñó las reglas de la matemática social, una ciencia que practicó durante toda su existencia. Me enseñó a sumar y a multiplicar. “…no hay actividad humana que no sea política, todo cuanto hacemos, todo cuanto acontece a nuestro alrededor son hechos esencialmente políticos y el teatro fundamentalmente desde sus inicios hasta nuestros días ha sido siempre un teatro político. Debemos expresar a nuestro pueblo, su pasado, su presente y sus sueños de porvenir, sus grandes aspiraciones. Yo me he
puesto pues, desde que me inicié en el trabajo artístico, tanto en el teatro como en la pintura, a expresar a Venezuela, su sociedad con todas sus contradicciones y sobre todo dejar. Y en cuanto a la plástica dar un poco lo que es nuestra geografía, lo que es nuestro hábitat y sobre todo lo que es nuestro hombre de ese medio físico, y parte también de los conflictos que sufre nuestro país y nuestro pueblo. De allí que en mi pintura se encuentren presentes los problemas morales, urbanos, los problemas marginales, sobretodo los problemas que afectan y han afectado durante sus últimos años la vida venezolana”. Desechó la resta y la división, pues creía que en el batallar social cuando se quiere construir el sueño de un mundo mejor, estas reglas había que ignorarlas. “Los artistas populares? (ese término a mi no me gusta), van a jugar un papel muy importante en la reconquista de esa identidad nacional y los artistas cultos que tengamos una conciencia lúcida también vamos a